Está en la página 1de 8

Mitos y Leyendas de la Región Centro Occidental

1)Leyendas del Cerro El Jayo: El cerro El Jayo es una formación natural en forma de colina, de
altura mediana y de aproximadamente 15 ha con una vegetación semiárida de espinas y
matorrales. Su nombre es de origen indígena y viene de una planta llamada coca en Perú o jayo en
Venezuela. Es una importante fuente de historias y leyendas siendo la más famosa la leyenda de
los duendes. Se cree que estos habitan allí, en la cúspide en los bordes de una laguna encantada.
De vez en cuando éstos bajaban al poblado y enamoraban a las muchachas. Actualmente este
cerro ha perdido su esencia misteriosa y legendaria y está siendo poblado sin regulación ni
autorización.

2)Leyenda de la Laguna Azul: Esta es una laguna de aguas tan cristalinas que por el efecto de la luz
cambia de colores. Por este motivo los vecinos de Buena Vista aseveran que la laguna tiene vida
propia y cambia así el color de sus aguas para marear a los que se acerquen a su orilla. También se
dice que en el interior de la laguna habita un espíritu que ha engullido a animales y personas. Otra
creencia es que existe una serpiente encantada en la laguna que la protege de los visitantes. En su
interior hay una mata de carrizo que supuestamente reposa sobre el lomo de la serpiente.

3)Leyenda de Ñá Carmela: Fue una señora que vivía en El Placer. Desde la trágica muerte de su
hijo se fue a vivir en la parte alta de la Quebrada Guaiquí en donde se aisló por siempre. Se cree
que vive con los duendes de la montaña y que estos la alimentan. Muchos lugareños afirman
haberla visto subiendo hacia la quebrada. Los que se atreven a llegar hasta sus dominios son
víctimas de malos acontecimientos. Este relato es uno de los más conocidos en la zona.

4)Leyenda de la curva de El Quemado: Este sitio es una pronunciada curva, rodeada de cerros y
barrancos. A mediados de los setenta desapareció allí el cuerpo de un hombre que había sido
quemado adrede. Desde entonces, se empezaron a tejer una serie de relatos espeluznantes en
torno al lugar. Entre éstos se cuenta que a los carros -al pasar por la curva- se les apagan las luces
o se les aparece un hombre sentado al lado quien probablemente sea el espíritu del quemado. Los
residentes de El Trompillo construyeron una pequeña capilla para colocar velas por el descanso de
su alma.

5)Los Duendes: Los lugareños los describen como pequeños hombrecillos vestidos de color ocre y
con grandes sombreros, quienes invitan a los niños a jugar o se llevan a las mujeres mientras
duermen y se enamoran de ellas. Se llevan a las personas a lugares llamados "encantos" en donde
las personas pierden el espíritu y quedan sonámbulas. Hay varios sitios asociados a la presencia de
duendes, tales como, la peña de los Duendes y la cueva de Higuerón. Sobre estos se tejen diversos
relatos de personas que han sido asustadas por extraños ruidos y siniestras apariciones. Los
residentes de la zona creen que estos seres sobrenaturales son protectores de los lugares en
donde habitan. Muchos de ellos van a los lugares mencionados y celebran ritos en los que les
hacen ofrendas, fuman tabaco y prenden velas en su honor.

7)El Espanto del Zapato: Este es un relato conocido por los viajeros que transitan por la vía de
Buena Vista hacia Bucaral. Cuentan que en el camino aparece un difunto sentado en una piedra
que les propone a los viajeros entregarle un tesoro a cambio de que le entreguen los zapatos que
cargan puestos. Quienes se lo han encontrado afirman que el difunto tiene un rostro descarnado y
con dientes muy grandes. Todos los que lo han visto caen inconscientes.

8)Leyenda de la Casa de Alto: Esta leyenda es muy conocida y difundida entre la comunidad. Se
dice que en este sitio existió una casa suntuosa de dos plantas conocida como la casa de alto.
Actualmente, no queda nada de su estructura. Sin embargo, en el lugar todavía se escuchan
bullicios que recuerdan las grandes fiestas que se celebraban en la casa. De noche se escuchan
risas, conversaciones y música.

9)Mitos de Cacería: Los cazadores de la población tienen dos creencias y premisas principales en
torno a su labor. Una de ellas es no meter el dedo en la herida de la presa y la otra es no hervir la
presa en una olla tapada. Estas son muy respetadas porque, desde tiempos ancestrales, se cree
que el no cumplirlas espantaría a las presas en futuras cacerías. Si, por error, alguna de estas
premisas se rompiese entonces el cazador debe hacer un sahumerio con palma y debe saltarlo en
forma de cruz tres veces.

10)Leyenda del Chivo Encorbado: Relato que habla de la aparición de un chivo de color oscuro que
tiene una corbata roja anudada a su cuello. Dice la leyenda que este chivo vivió en la localidad -en
casa de la familia Medina- y un día desapareció. Después de quince días apareció en el corral de la
casa con una corbata roja al cuello. Desde entonces, huía de los demás animales, se aislaba hasta
que un día se fue y no volvió más. Algunos viajeros que transitan por la zona dicen que el chivo se
les ha aparecido como un espectro. El chivo aparece específicamente en los sitios de Quebrada
Aroba, Punta Brava y Cerro Gordo.

11)Leyendas del paso de la Mora: Paso de la carretera donde existe un árbol de mora muy
antiguo, y donde antiguamente existía una montaña con vegetación muy tupida que hacía del
espacio un lugar oscuro y misterioso. De aquí que surgieran leyendas como la de la puerca paría
que aparecía y desaparecía en la espesura de este cerro con seis cerditos tras ella; también se
habla de un niño llorón cuyo llanto atormentaba a los transeúntes. Hoy en día esta leyenda es
asociada a un punto geográfico de El Cercado.

12)Leyenda de la Carreta: Se cuenta que al entrar la Cuaresma se oyen ruidos en las noches
oscuras y silenciosas del pueblo como pasos de caballos, chirriar de ejes, ruedas y voces de mando
del carretero. El relato dice que nadie debe asomarse a ver la carreta, pues está llena de
cadáveres, y quienes osan hacerlo caen aturdidos por la impresión.

13)La leyenda de El Hachador: Cuentan las personas de avanzada edad que, años atrás, los padres
decían a sus hijos en época de Semana Santa que no se alejaran de sus casas y menos aún se
dirigieran a la zona de los cerros, porque de hacerlo escucharían a El hachador. La historia cuenta
que este personaje era un espectro que siempre estaba cortando con un hacha el tronco de un
árbol, pero que sólo lo escuchaban o veían los hijos que desobedecían a sus padres, irrespetaban
los días santos o se alejaban mucho del pueblo para entrar cerro adentro sin acompañantes. De
hecho si los hachazos eran escuchados cerca, era porque El hachador estaba lejos y si ocurría lo
contrario era porque estaba cerca de la víctima.

14)Creencias acerca de las Fases Lunares: La comunidad le atribuye a la luna facultades o


propiedades especiales de acuerdo a sus fases: si se trata de luna llena es posible que se presenten
lluvias menudas, que no se pueda cortar madera, ni sembrar, ni mucho menos lograr que las
gallinas se echen. Cuando la luna se encuentra en cuarto menguante, habrá lluvias y calor; es una
etapa óptima para cortarse las uñas, el cabello o realizar cualquier trabajo o estudio. La luna nueva
o menguante facilita la tala de árboles, la obtención de madera, el sembrado y todo aquello
relacionado con las faenas agrícolas diarias. Por último, si se trata de una luna en cuarto creciente,
eso significa que se presentarán tormentas lluviosas aunque ellas no obstaculizan el trabajo en el
campo ni los traslados humanos que deban hacerse de un lado a otro.

15)El Canto de la Pavita: El canto de la pavita es muy antiguo. Existe como creencia que este canto
es de mal presagio, los habitantes dicen que cuando esta ave aparece y canta, es porque alguien
muere o alguna mujer está embarazada y para contrarrestarlo, comienzan a decir malas palabras,
para alejar las malas energías. Se dice que cuando el ave se escucha cantar lejos, es porque está
cerca. Su aspecto es de color marrón con pintas grises.

16)La Leyenda de El Salvaje: Dentro de las creencias que alimentaban las tradiciones del sector
Agua Viva se encuentra la de un ser llamado El Salvaje. Se dice que este personaje raptaba a las
doncellas que quedaban embarazadas sin estar casadas. Según cuentan, surgía en medio de la
noche, capturaba a sus víctimas y se las llevaba a un nido de las montañas de Terepaima. Una vez
allí, mientras esperaba el alumbramiento, les lamía los pies hasta que los mismos desaparecían.
Después en lo alto de un árbol y luego que daban a luz, se tragaba al niño recién nacido. Les
dejaba en libertad y al ser encontradas, mostraban signos de locura, además de no tener pies. Esta
es una leyenda narrada por los abuelos especialmente a los adolescentes de la época.

17)Leyenda del "Caigo o No Caigo”: El jabillo o ceiba de Agua Viva se ubica en el antiguo sector del
Tamboral, justo a la entrada de Agua Viva. Se dice que muchas personas, en horas de la noche,
cuando se detienen a descansar, han escuchado una espantosa voz que les grita: -¡caigo o no
caigo!. La leyenda tiene más de sesenta años. Se estima que el árbol tiene a su vez ciento
cincuenta años de antigüedad y por uno de sus costados, pasa el buco o acequia de Cacho de
Venao.

18)Leyenda del cementerio palúdico de Guamasire: Este cementerio colinda con el Parque
Nacional Terepaima. Se dice que las almas de los difuntos, enterrados en el lugar, salen por que
están en pena. Muchos de ellos padecieron de enfermedades como paludismo, cólera o malaria y
fueron enterrados en el sitio, a mediados del siglo XIX. La mayoría de las tumbas no tienen
identificación, pero se puede apreciar un número considerable de montículos de piedras que
marcan los sitios de enterramiento. El cementerio está localizado, muy cercano a la quebrada de
Agua Blanca y al antiguo acueducto de Guamasire, en una zona boscosa.
19)Leyenda de la cueva del Negro Miguel: Cuenta la leyenda, que en esta cueva vivió y fundó su
reino el Negro Miguel, uno de los esclavos de las Minas de San Felipe de Buría, propiedad de Pedro
del Barrío, junto a su esposa Guiomar y sus hijos. La historia dice que después de escapar, el Negro
Miguel se encontró con esta cueva en las montañas, donde decidió refugiarse y fundar un reino
independiente. Aquí coronó a Guiomar como reina, a la usanza africana e incluso nombró una
corte que tenía hasta un obispo de una iglesia disidente. El acceso a esta cueva es a través de un
pasillo angosto que lleva a una cueva más amplia. Se dice que está llena de galerías que hacen de
ella una especie de laberinto. Hay quienes aseguran que, en medio de su enfrentamiento con los
españoles, el Negro Miguel se metió en esta cueva con tres mulas cargadas de oro, producto de un
asalto a las Minas de Buría y después de ello nunca más se le volvió a ver. También hay personas
que cuentan que el Negro Miguel salió por otro lado de la montaña. Esta historia hace que aún
hoy en día la gente tenga temor de meterse en esta cueva pues creen que el que entra corre el
riesgo de no poder salir nunca más.

20)Leyenda del Negro Miguel y María Lionza: Leyenda que, según testimonio de los pobladores, ha
pasado por varias generaciones. Cuenta que cuando el Negro Miguel se alzó ante los españoles y
se refugió en la montaña de Curduvaré, se encontró con una hermosa mujer que cuidaba de la
montaña. Esta era la Reina María Lionza. Se dice que el Negro Miguel no murió, que se encuentra
en la corte de la Reina en la montaña de Sorte, en el estado Yaracuy.

EL Reloj de Guigue (GÜIGÜE)En la Plaza Ávila de la población de Güigüe, perteneciente al


municipio Carlos Arvelo en el Estado Carabobo se encuentra un antiguo reloj, genuino y auténtico
monumento, como los relojes públicos de Caracas, traídos durante los gobiernos del General
Antonio Guzmán Blanco y Joaquín Crespo.

Este reloj de Güigüe era utilizado para medir el tiempo a las personas que recogían café de la
producción sureña de Copetón, Santa Efigenia, Altamira y las Palmas. Muchos lugares aseguran
que este reloj fue testigo de las vivencias de Don Antonio Pimentel y el General Juan Vicente
Gómez, durante sus estadía en la Hacienda el Trompillo, una de sus tantas propiedades; al morir el
General Gómez, el reloj fue trasladado a la plaza Ávila de Güigüe totalmente descompuesto, allí
fue reparado y marcaba las horas parroquiales del pueblo; hay quienes dicen que la persona que
lo reparó murió a los pocos días, luego un hombre de origen italiano de nombre Salvador Consoli,
fue operario de dicho reloj y cuando abandonó este oficio y se marchó para su tierra natal, a los
pocos días dejó de existir, después un señor de nombre Andrés Mijares, a quien llamaban “Chipia”
murió luego de reparar el reloj. El casó más reciente de los operarios del reloj fue el conocido
maestro de esa localidad, Juan Lorenzo, quien se atrevió a poner a funcionar el reloj y al poco
tiempo murió en Valencia.

Desde entonces se corrió la leyenda en toda la región central de Venezuela, de que quien repare
“El Reloj de Güigüe”, que prepare el testamento porque le quedan pocas horas de vida.
Las cadenas están en la entrada del fundo la ONU en El Socorro Cerca de El
Baúl, Municipio Girardot
“Son Misteriosas o Milagrosas y cada eslabón pesa 70 Kg y está hecho de acero macizo, sin
empates o soldaduras visibles. Como dato curioso, las cadenas del célebre Titánic son idénticas a
estas Cadenas”

"En el lado derecho de la carretera, aproximadamente a 9 kilómetros antes de llegar a El Baúl, hay
dos enormes cadenas de más de 100 metros de largo cada una, que atraen la atención y
despiertan la curiosidad de quienes transitan por estas tierras llaneras. Sobre el origen de las
cadenas se escuchan diversas leyendas... pero dicen igualmente esas leyendas que quienes saben
la verdad sobre las cadenas no la puede contar, porque les cae “la maldición de las ánimas de las
cadenas” con todo su peso, y vivirán la eternidad encadenados con grillos en sus pies.

Cuidado!!! Las misteriosas cadenas se encuentran exactamente en el Hato El Socorro, a 25 metros


del borde de la carretera que va de la población de Tinaco hasta El Baúl, en el estado Cojedes.
Cuenta la leyenda que una expedición de los conquistadores españoles por el año 1740, encontró
en los cerros de esa región un inmenso cajón de madera con dos cadenas colosales. Los
conquistadores pernoctaron una noche guarnecidos dentro del cajón y con las bestias amarradas a
las cadenas. Al día siguiente continuaron la marcha y llegaron a la confluencia de dos ríos donde
había una comunidad indígena. Allí se quedó un sacerdote con algunos españoles y el resto
continuó hacia el sur. El sacerdote fundó un pueblo católico y para construir las primeras casas
utilizaron la madera de aquel gran cajón o baúl que estaba con las dos cadenas. El nuevo pueblo se
llamó “La Misión de San Miguel del Baúl” y con el transcurrir del tiempo el nombre quedó
reducido a El Baúl solamente. Hoy en día sólo quedan las dos cadenas y esta leyenda que forma
parte del folclore llanero.

Estas cadenas no dejan de ser un misterio para todo mundo en vista de que su verdadera historia
se esfumó con el correr del tiempo... y solo queda el legado de "Leyenda"...

Dicen quienes han estado en la zona, que según muchos pobladores, estas cadenas fueron traídas
por una compañía extranjera para desforestar una gran extensión de bosques. Estas cadenas eran
sujetas a dos D-8 (por cada punta) y arrastradas para deforestar.

Esta fotografía data de los años 1700 -1800

Otros: que la historia es otra, y tiene que ver con los años de progreso y de crecimiento de la
ganadería venezolana en la década de los 50 y 60. Esas cadenas fueron empleadas para
deforestación con maquinaria pesada cuando C.A. INVEGA fundo los poteros del hato El Socorro,
hoy lamentablemente invadido y expropiado. La cadena se enganchaba a varios Caterpillars y,
literalmente, se arrancaba toda la vegetación que se encontraba en el área cubierta con gran
eficiencia...
Leyenda de la noche del Canillón de Tinaco

A finales del siglo XIX y principios del XX en el pueblo de Tinaco se popularizó la historia del
Canillón.

Se cuenta que una noche el dueño del bar situado en la esquina de la avenida Bolívar había corrido
la voz de cierre a las personas que se encontraban en el negocio debido a las 11:00 PM. Unos
vecinos acompañaban al botiquinero, hablando en voz alta y riendo.

Otro, se fue en sentido contrario hasta su casa, como los demás y uno de ellos permaneció solo
parado en la esquina del bar pensando por dónde irse mejor. En aquella soledad por su mente
pasó el recuerdo del Carretón, La Llorona, El Canillón y muchas de esas leyendas y con sus miedos
se dirigió a su casa caminando por la calle Casa del Santo, llamada así por ser la casa habitación de
los guardianes de El Nazareno.

Mientras caminaba no distinguía debido al licor que comenzaba a hacer efecto en su cuerpo.
Miraba insistentemente hacia delante y pensaba en fantasmas ya aparecidos.

Al llegar a la plaza escuchó doce campanadas en la iglesia e imaginó que habían sido tocadas por el
sacristán avisando la llegada de las doce de la noche y de repente sintió un escalofrío que
estremeció todo su ser.
Trató de rezar, pero no pudo rezar. Dio varios pasos más y al cambiar su mirada hacia la fachada
de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de la Chiquinquirá alzó los ojos para ver las campanas,
pero miró a un hombre inmenso, de largas piernas, delgado, fumándose un tabaco. Se encontraba
montado en el campanario se estiraba las piernas hasta el suelo y reía diabólicamente.

El asustado corría y cruzó hacia el río, siguió corriendo, pero ni una cuadra llegó cuando desde el
alero de una casa lo llamaron y le preguntaron que le pasó. Respondió que le había salido El
Canillón sentado en la torre de la iglesia. De repente oyó una risita muy fina. Intrigado buscó al
que le hablaba y lo divisó como un hombre pequeño sobre el tejado burlándose le dijo Serán tan
grandes como las mías, mientras extendía sus piernas; Será posible, que tú que me has descrito
infinidad de veces, te asustes al encontrarme, El hombre cayó al suelo inconsciente hasta el día
cuando fue encontrado por lugareños.

Después que se recuperó, juró no beber licor, aprender a rezar y olvidarse de chistar con los
fantasmas.

La Viuda:

Los jinetes solitarios y su cabalgadura, siempre abrigan el temor de un encuentro. Los jinetes
solitarios y su cabalgadura, siempre abrigan el temor de un encuentro, en algún recodo del
camino, con la fatídica Viuda. En la obscuridad de la noche, de pronto el caballo se encabrita y se
niega a seguir su camino. Sólo continúa adelante, aguijoneado por las filudas espuelas y
rebencazos de su amo; más, a poco de andar, el caballo lanza fuertes relinchos y se desboca en
alborotada carrera; guiado ahora, no por las riendas que mantiene en las manos su jinete, sino por
la magia de la Viuda, que se encaramó a sus ancas. Ya no se detendrá, ni siquiera frente al próximo
barranco, en donde se precipita, empujado, con fuerza titánica, por la Viuda: jinete y caballo
encontrarán la muerte en el fondo de la quebrada. Cuando los viajeros nocturnos escasean, por
los caminos, la Viuda se acerca a los poblados en busca de algún peatón trasnochador y en estas
ocasiones se deja ver, en alguna ventana iluminada.

Los moradores son invadidos de intenso temor y confusión, al observar su horrible cara, de palidez
cadavérica, con grandes ojos brillantes y movedizos, y su cabellera tiesa amarrada con un velo
negro que cae hasta barrer el suelo, junto a su largo vestido. Los varones más valientes, salen
presurosos a perseguirla; la ven deslizarse sobre el suelo, con la velocidad del viento y es imposible
alcanzarla, si ella así no lo permite: en los despoblados tras algunos matorrales, se detiene junto a
uno de sus perseguidores, para disfrutar con él las delicias del amor... El infortunado o afortunado,
regresa a su casa aturdido, como ebrio, arañado en el rostro y en las manos, con sus ropas
parcialmente descosidas y desabrochadas. En estos últimos tiempos y marchando con los avances
de ciencia y de la técnica, se dice que la Viuda también se encarama a los automóviles, de volantes
solitarios, especialmente si llevan algunos grados de alcohol en la sangre.

También podría gustarte