Las instituciones que se opusieron a la obra de Varela, según Araujo, fueron:
las Juntas Económicas-Administrativas de los departamentos del interior, Jefes Políticos de esos departamentos, las Comisiones Departamentales de Instrucción Primaria, los maestros, la Iglesia Católica, los enemigos del gobierno de Latorre.
Los motivos de oposición a la obra de Varela por parte de estas instituciones
fueron: por parte de las juntas las oposiciones eran debido a que se les quitaban las llamadas prerrogativas constitucionales, las rentas de abasto, la facultad de nombrar maestros y porque además perderían la influencia que todo eso les proporcionaba. Los jefes políticos se oponían a la misma ya que eran ellos que generalmente manejaban a aquellas, perderían su influencia. Los curas, porque no se les permitía dar en la escuela la doctrina ni intervenir en el funcionamiento de las clases. Los periodistas ya que respondían casi siempre, a algunas de las anteriores aspiraciones y por último los particulares porque se les obligaba a pagar mensualmente el impuesto de Instrucción Pública. La política ayudaba a la campaña oposicionista. Los principistas no aceptaban que la dictadura fuera capaz de producir nada bueno y por esa razón atacaban a la Ley de Educación Común.
Los motivos a favor de la obra de Varela por parte de la Asociación Rural, el
propio gobierno, los que comprendían la SAEP, y algunos que formaban parte de la prensa fueron: por parte de los hacendados nucleados a la Asociación Rural también orientado en igual sentido, el gobierno apoyo sin retaceos la actuación de Varela y la existencia de un nutrido grupo de jóvenes, entusiasta de la idea de educación popular: aquellos que formaron la SAEP y continuaron luego esas actividades. La prensa por su parte se dividía entre aquellos que apoyaban a la reforma escolar y por aquellos que no apoyaban a la misma, entre los primeros se encontraban periódicos importantes tales como El Siglo y otros aprobaban algunos aspectos de la reforma y censuraban otros como en el caso de La Nación (periódico). [JOSÉ PEDRO VARELA]
Sin olvidar que el ambiente social también estaba a favor de las reformas escolares, más concretamente a la difusión de las escuelas primarias.
La obra pedagógica de Varela
La misma se concentra en sus dos trabajos fundamentales: “La Educación
del Pueblo (1874)” y “La Legislación Escolar (1876)”
La Educación del Pueblo ofrece material metodológico, en la misma
encontramos el programa escolar, de su contenido, de los métodos de enseñanza, de la organización de la organización de la escuela, extendiéndose también a los contenidos y metodologías de la educación secundaria y superior, la educación preescolar, la educación de la mujer.
La Legislación Escolar está dirigida más hacia los problemas organizativos
de un sistema educativo nacional. Enfatiza el grado de incultura de nuestra campaña y asimismo el atrevimiento de los que opinan sobre los temas educacionales por el solo hecho de ser personas ilustradas, pero sin formación especial.
Principios de la reforma
Los principios de la reforma Vareliana se basaban en tres principios:
Laicidad, Gratuidad y Obligatoriedad
Laica, la escuela pública debía ser laica no se podría ejercer en ella la
religión. Establece que: 1. la enseñanza religiosa no puede ir en mengua de las otras materias, 2. debe darse fuera de las horas de clase, siempre que haya un padre que lo solicite por escrito a la comisión, 3. no podrá obligarse a ningún niño a recibirla contra la voluntad de sus padres. Gratuita, la enseñanza deberá ser gratuita, todos tendrían acceso a la educación a través de la escuela pública y además la misma debería ser Obligatoria, estableció sanciones para los padres que no cumplieran con esa disposición, las que podían llegara la suspensión de los derechos políticos por dos años.
Este proyecto se concretó en el gobierno de Latorre pero se aseguraron
solamente dos principios, obligatoriedad y gratuidad.