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JUSTICIA EN EL PERÚ

1) El problema de la provisionalidad de los jueces.

Se comenta el alto índice de provisionalidad en el Poder Judicial (42%) que revela el


artículo "La Justicia en el Perú. Cinco grandes problemas", se afirma que esta es una
situación de inconstitucionalidad permanente que afecta a la independencia judicial, pues
los jueces suplentes y provisionales laboran al filo del abismo, es sabido que Todo
ciudadano espera que cuando un juez resuelva un conflicto, lo haga con la independencia
e imparcialidad que su función exige.

Para alcanzar ello, una de las tareas que tiene que materializar la administración del
Estado es garantizar a los jueces la permanencia en el cargo y una remuneración decorosa
con su función, se entiende que la imparcialidad de 4 de cada 10 jueces en nuestro país
estaría en riesgo; su condición de jueces provisionales los haría más vulnerables, sobre
todo si se tiene en cuenta que su permanencia en el cargo depende de la buena voluntad
del presidente de la corte en la que labora, también entendemos que de los 40 jueces,
solo 18 son titulares y 22 son provisionales. Vemos aquí un claro ejemplo de un porcentaje
irrazonable y desproporcionado de provisionalidad. Lo razonable debe establecerse sobre
un porcentaje máximo de provisionalidad, el cual no puede superar más de la mitad del
número legal de jueces.
2) CARGA Y DESCARGA PROCESAL EN EL PODER JUDICIAL

“Cada año, cerca de 200,000 expedientes incrementan la sobrecarga procesal del Poder
Judicial. A inicios del 2015, la carga que se heredó de años anteriores ascendía a 1’865,381
expedientes sin resolver. Por ello, si hacemos una proyección, tendríamos que cada 5 años
un nuevo millón de expedientes se agrega a la ya pesada carga procesal. Esto significaría
que a inicios del 2019 la carga heredada de años anteriores ascendería a más de 2’600,000
expedientes no resueltos”. Con las cifras que nos menciona este artículo queda expuesto
el alto grado de baja capacidad de resolución respecto a los procesos, al decir que no
cumple con la capacidad de respuesta sólo da a entender también el pésimo control o
filtro que conlleva a la realización, resolución de estos procesos, como también mencionar
los posibles casos de entes o personas incompentes que sólo demuestran su baja
capacidad ya sea profesional o racional que lleva a la demora de la resolución, Como única
solución en mi opinión aún viable es la que ya se hace mención, siendo esta el de crear
nuevas salas temporales. Pará el despejar temporal y parcialmente las salas titulares, a
pesar de no haberse demostrado buenos resultados actualmente sólo queda aferrarse al
creer que no se dio el uso correcto de esta solución, o simplemente no se hace como se
proyecto, fue una solución brindada en su momento por profesionales por lo que sólo
debería de ser ejecutada de manera correcta para agilizar la descarga de los procesos ya
sean civiles o penales.
3) LA DEMORA EN LOS PROCESOS JUDICIALES

Los procesos de desalojo deberían durar cinco meses, pero en la realidad demoran 46
meses más, eso sin contar la etapa de ejecución. Los jueces demoran hasta 30 días en
calificar una demanda, excediéndose hasta 15 veces el plazo de 48 horas fijado por las
normas procesales.

El informe La Justicia en el Perú. Cinco grandes problemas revelan que los juicios civiles en
el país pueden superar en más de cuatro años el plazo legal establecido para ser resueltos.
Esto, sin considerar la etapa de ejecución del fallo. Así, por ejemplo, los procesos de
desalojo, que deberían durar cinco meses, en realidad demoran 46 meses más de lo
previsto. Igualmente, los procesos de ejecución de garantías, que deberían durar cinco
meses conforme a los plazos señalados en el Código Procesal Civil, en realidad concluyen
49 meses después.
La historia se repite en los procesos constitucionales, pues los hábeas corpus, que deben
durar tan solo un mes y medio, en promedio requieren de un año y ocho meses para
obtener una resolución definitiva. En los procesos penales la situación es similar: para el
delito de corrupción de funcionarios, los procesos que deberían extenderse a diez meses
como máximo, conforme establece el Código de Procedimientos Penales, duran unos
cuatro años con seis meses. Además, para procesar los delitos de robo agravado y
violación sexual se requiere de cuatro años y dos meses en promedio, cuando la duración
prevista es de siete meses.

4) Presupuesto del poder judicial

Se ha mostrado que regularmente el presupuesto del poder judicial ha ido en aumento


poco a poco el mismo presupuesto se incrementa los pedidos que se hacen esta situación
es particularmente llamativa si recordamos que el Tribunal Constitucional ha establecido
que el Ejecutivo no puede modificar el proyecto de presupuesto elaborado por el Poder
Judicial y que, en virtud de dicha resolución, se dictó una norma que fijó los mecanismos
especiales de coordinación entre ambos poderes del Estado para fijar el presupuesto del
Poder Judicial.

5) Las sanciones a jueces

La transparencia de las instituciones que albergan a los jueces como el poder judicial o las
salas de audiencia tienen que ser más minuciosas en el acto del régimen de anticorrupción
pues del mismo modo sabemos que es lo que por mucho tiempo ha sido un problema en
el gobierno y sociedad peruana, para ello estará la contraloría facultada de arreglar
aquello, la sanción de los jueces podría evitarse organizando programas para realizar estos
de forma más factible, ya que este se ha dado por mucho tiempo.
En la sanción establecida ya por el Estado peruano menciona que este se puede sacar sólo
a los contratados mas no a los que fueron elegidos por democracia o voto popular, la
corrupción esta de frente con el poder autónomo como lo es el poder judicial. Se
menciona juzgados audiencias, y lugares que alberguen jueces, como única solución
tomaremos en cuenta una mayor gestión que pueda ser la creación de programas
anticorrupción, la contraloría tendría nuevas modificaciones para ser mucho más factible,
el poder judicial será aún más transparente que en la actualidad.

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