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INTRODUCCIÓN1

El constante incremento de procesos en los juzgados penales ha provocado que la justicia no


sea pronta y cumplida, las razones principales son insuficiente presupuesto del Organismo
Judicial que no ha permitido más juzgados penales como tampoco ha permitido hacer
efectivas las reformas del Código Procesal Penal para que los Juzgados de Paz conozcan de
delitos cuya pena sea menor a cinco años.

El presente trabajo analiza la problemática, causas y responsables del incumplimiento de los


plazos, proponiendo las soluciones del caso. La pregunta que guía esta investigación: ¿se
cumplen los plazos en la etapa preparatoria del proceso penal?

1
Licenciado Mario Antonio Morales Monroy Abogado y Notario Universidad Panamericana
M. A. en Derecho Penal y Derecho Procesal Penal Universidad Mariano Gálvez
Pensum Cerrado en Doctorado Universidad Mariano Gálvez
INCUMPLIMIENTO DE LOS PLAZOS EN LA

ETAPA PREPARATORIA DEL PROCESO PENAL

En el desarrollo del proceso penal es necesario el análisis de las cuatro etapas de las

cuales se compone, que son: etapa preparatoria, etapa intermedia, etapa de juicio y etapa

recursiva.

La pregunta de investigación que guiará el presente trabajo es ¿Se cumplen los plazos

en la fase preparatoria del proceso penal?

Dentro de esta etapa, el incumplimiento de los plazos establecidos en el Artículo 6 de la

Constitución Política de la República de Guatemala, la cual establece que a los detenidos se

les debe hacer saber el motivo de su detención dentro del plazo de seis horas, y esto es así

porque la misma situación de incertidumbre que provoca la prisión es protegida por la

Constitución Política de la República de Guatemala al establecer que ninguna persona puede

ser detenida o presa sino por causa de delito o falta y en virtud de orden librada con apego a

la ley por la autoridad judicial competente, exceptuando, desde luego, el delito flagrante.

Adicionalmente, la imposibilidad que tienen los juzgados de primera instancia del ramo

penal de cumplir con lo establecido en Artículo 9 de la Constitución Política de la República

de Guatemala, el cual establece que el interrogatorio de detenidos o presos debe llevarse a

cabo en un plazo que no exceda las veinticuatro horas. A este respecto, es común que esta

diligencia judicial se lleve a cabo entre cuatro y ocho días provocando problemas colaterales
como lo son la sobrepoblación de reclusos, la incertidumbre de los familiares del detenido, la

sosobra del detenido y la decepción del abogado litigante de que no sean acogidas sus

pretensiones para el cumplimiento de los plazos para el interrogatorio de su patrocinado y

consecuentemente, resolverle su situación jurídica.

Mención especial merece el hecho de que las seis horas en las que se le hace saber el

motivo de su detención a la persona, tienen que descontarse del plazo de veinticuatro horas

que se establece para su indagatoria. En este sentido, el juez de primera instancia cuenta

con el plazo de dieciocho horas para indagar al detenido y resolverle su situación jurídica. A

este respecto, la Corte de Constitucionalidad ha opinado que “respecto al plazo establecido

en el Artículo 9 de la Constitución Política de la República de Guatemala, no precisa a partir

de qué momento debe completarse, bien fuera el momento del momento de la consignación

de tribunal o de la detención de la persona. Esta duda quedó legalmente despejada al tenor

del Artículo 87 del Código Procesal Penal que lo determina a partir del momento de la

aprehensión. Esto significa, que descontadas las seis horas que la autoridad ejecutiva tiene

como máximo, para consignar a un detenido, quedarían dieciocho horas para hacer

comparecer al aprehendido a efecto de que preste su declaración. La normativa

constitucional y la legal persiguen que la prisión preventiva o cautelar se prolongue lo menos

posible, articulando para ello, medidas, que de no ser por conductas específicas, permiten en

general un régimen de libertad controlado mediante medidas sustitutivas a fin de que

prevalezcan los valores de libertad y de presunción de inocencia.”2

2
Corte de Constitucionalidad: Gaceta No. 43, expediente No. 929-96, página No. 27, sentencia: 24-02-
97.
Considero que los plazos tienen como característica el ser perentorios e

improrrogables, por lo tanto, los juzgados de primera instancia deben acatar lo dispuesto por

la norma y cumplir los plazos en los términos señalados. El hecho de que haya sobrecarga

de procesos, es responsabilidad del organismo judicial crear los mecanismos adecuados que

ataquen el fondo del presente problema, pudiendo ser entre otras medidas alternativas de

solución al constante incremento de procesos, que se le de competencia a los juzgados de

paz penal para que conozcan de los delitos de posesión para el consumo regulados en la

Ley Contra la Narcoactividad, Decreto 48-92 del Congreso de la República, ya que dichos

delitos representan un gran porcentaje de la totalidad de procesos. Esta alternativa

trasciende en importancia ya que al iniciarse el proceso por el delito de posesión para el

consumo conoce a prevención el juez de paz, posteriormente se remite el proceso al juzgado

de primera instancia penal, éste si ya declaró el procesado, resuelve su situación jurídica al

dictarle auto de procesamiento o falta de mérito; si le dicta auto de procesamiento, el

procesado queda ligado al proceso por el término de tres meses ya que en este delito no se

puede aplicar ninguna de las medidas sustitutivas previstas en el Código Procesal Penal.

Posteriormente para continuar con la tramitación del proceso se señala día y hora para la

audiencia de incineración de la droga incautada. Una vez realizada la incineración, se remite

el proceso al juzgado de paz, para que se señale día y hora para la aplicación del criterio de

oportunidad, a pesar de no ser ésta la solución jurídica, ya que personalmente estimo que

debería ser a través del procedimiento abreviado o la suspensión condicional de la pena, por

cuanto que la ley específica, Ley Contra la Narcoactividad, prohíbe la aplicación del criterio

de oportunidad. Otra alternativa de solución al incremento de procesos, es que de once


juzgados de primera instancia que conocían en la torre de tribunales, actualmente solo han

quedado nueve, ya que dos de ellos conocen delitos de acto impacto, en consecuencia, el

mismo Organismo Judicial tiene responsabilidad directa en que los jueces de primera

instancia no le den cumplimiento a los plazos.

Es importante señalar el hecho de que tampoco se cumplen los plazos señalados para

que el Ministerio Público se pronuncie acerca de la medida conclusiva del proceso, razón por

la cual, se prolonga la prisión y angustia del procesado. Como ejemplo de ello, el proceso

que se sigue en el Juzgado Segundo de Primera Instancia Penal y Delitos Contra el Ambien-

te, en donde la etapa preparatoria lleva cuatro años, dicho proceso se identifica con el núme-

ro ocho mil ciento noventa y nueve cero uno (8191-01). Estos casos se repiten en todos los

juzgados en donde se tramitan los procesos debiendo en todo caso, el abogado litigante,

acudir al juez de primera instancia para que emplace al Ministerio Público para la formulación

de ley. Dentro de este contexto es importante también señalar el hecho de que el Ministerio

Público nunca cumple con anticipación a los plazos establecidos en el Código Procesal Penal

ya que en todas las oportunidades presenta su conclusión del procedimiento al final del plazo

o al ser emplazado. Considero que esta situación tiene que cambiar en beneficio de todos

los sujetos procesales, especialmente, del sindicado, por cuanto al vérsele privado de su li-

bertad durante tres meses, se le priva directamente a su familia de los ingresos económicos

que son necesarios para el sostenimiento de su hogar; adicionalmente se le priva del dere-

cho de trabajo y educación. Por lo que concluyo que la solución alternativa al incremento de

procesos es la sanción y no la prisión.


CAPÍTULO I

INCUMPLIMIENTO DE LOS PLAZOS EN

LA FASE PREPARATORIA DEL PROCESO PENAL

1.1 Incumplimiento de Plazos establecidos en la Constitución Política de la República

de Guatemala

En el análisis del incumplimiento de plazos señalados en la Constitución Política de la

República de Guatemala y que se relacionan directamente con los derechos del detenido, es

necesario tener en consideración que se trata de garantías constitucionales y como tales,

deben ser respetadas; por lo que considero necesario, proceder a su análisis definiendo qué

son garantías constitucionales.

“Son aquellas que ofrece la Constitución en el sentido de que se cumplirán y

respetarán los derechos que la misma consagra, tanto en lo que se refiere al ejercicio de los

de carácter privado, como al de los de índole pública. Las garantías son una protección

frente al peligro o riesgo.”3

Dentro de las garantías procesales se encuentran:

3
Manuel Ossorio, Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales (Argentina: Editorial Heliasta, S.
R. L., 1981) 332.
a) Detención Legal: Ninguna persona puede ser detenida o presa sino por causa de delito

o falta y en virtud de orden librada con apego a la ley y por autoridad judicial

competente y que debe ser consignada a los tribunales correspondientes dentro del

plazo de seis horas contadas a partir del momento de su detención.

b) Notificación de la Causa: Toda persona detenida tiene derecho a que la autoridad le

notifique a él y a uno de sus familiares la causa que motivó su detención, la autoridad

que la ordenó y el lugar en donde permanecerá detenido.

c) Derechos del Detenido: Toda persona detenida deberá ser informada de los derechos

que la ley y la Constitución le garantizan en forma comprensibles y especialmente, que

puede proveerse de un defensor para que esté presente en todas las diligencias

policiales y judiciales, así como que únicamente puede declarar ante juez competente

y que no está obligado a declarar contra el mismo ni contra sus parientes, así como

que hasta en tanto una sentencia declare su culpabilidad en el procedimiento se le

considera inocente.

d) Interrogatorio a Detenidos o Presos: Las personas detenidas únicamente pueden ser

interrogadas por autoridad judicial competente y dentro de un plazo que no debe

exceder de veinticuatro horas.


e) Centro de Detención Legal: El defensor no puede ser recluido en lugares destinados

para cumplimiento de condena y por consiguiente debe ser llevado a un centro legal y

públicamente destinados para la detención preventiva.

f) Doble Instancia: Esta garantía estriba en la posibilidad de que otro tribunal distinto al

que ha dictado la sentencia pueda examinar las actuaciones del juez ad quo para

aliviar la posibilidad del error judicial y dar más garantías de seguridad en los fallos.

g) Cosa Juzgada: Consiste esencialmente en llegar a un fin definitivo en el proceso en

donde se agoten los recursos legalmente establecidos, permitiendo una sentencia

firme, irrevocable en su forma y por su firmeza ya no podrá abrirse un nuevo proceso

por el mismo hecho. La cosa juzgada conlleva a una seguridad y certeza jurídica ya

que es inimpugnable; no se podrá cambiar el contenido de la sentencia y por ello se

procederá a su ejecutoriedad.

La ley establece plazos concretos y determinados que en todo caso son máximos de

modo y manera que jamás la privación de la libertad puede sobrepasarlos y la existencia de

tales plazos no implica que la detención se pueda extender hasta su límite. En definitiva y

como los plazos máximos sólo podrán ser agotados si se mantienen las circunstancias que

originalmente justificarán la restricción de la libertad.

En consecuencia, la detención debe durar el período de tiempo necesario y en ese

plazo puedan ser presentados ante la autoridad judicial competente.


La Constitución Política de la República de Guatemala establece en su Artículo 6 que

los detenidos deberán de ser puestos a disposición de la autoridad judicial competente en un

plazo que no exceda de seis horas y no podrán quedar sujetos a ninguna otra autoridad.

Asimismo, el Artículo 9 establece que el detenido tiene que ser indagado en el plazo de

veinticuatro horas.

En ese orden de ideas, si la detención se realiza como consecuencia de una orden

librada por un juez competente o como consecuencia de un delito in fraganti, en un plazo

máximo de seis horas la policía debe de poner a disposición de la autoridad judicial

competente al detenido. Si la detención se produce por orden de aprehensión dictada por

juez competente en horas inhábiles, debe de consignarlo al juez de paz de turno para cumplir

con la norma constitucional en el plazo respectivo.

Si se dispone en el procesamiento del sindicado, la detención puede convertirse en

prisión preventiva, la cual tendrá la duración que el Código Procesal Penal establece para

este tipo de medida y dependiendo del caso en particular; caso contrario resolverá la falta de

mérito o la imposición de medidas sustitutivas.

Este es uno de los problemas que ocasiona poca celeridad y congestionamiento de los

procesos en el proceso penal, ya que si el juez de paz oye al sindicado, también debe

resolver su situación jurídica por cuanto que es necesario que la Corte Suprema de Justicia
emita el acuerdo respectivo y los jueces de paz penal tengan competencia, no sólo para oír a

los procesados, sino también para resolver su situación jurídica.

1.2 Incumplimiento de Plazos establecidos en el Código Procesal Penal

En el Código Procesal Penal se incumplen los plazos establecidos en el Artículo 87 que

se refiere a la primera declaración del imputado que debe prestarse ante juez competente y

verificarse en el plazo de veinticuatro horas a contar de su aprehensión. Tampoco se cumple

el plazo establecido para las notificaciones contenido en el Artículo 160 que establece que

las resoluciones de los tribunales se darán a conocer a quienes corresponda a más tardar al

día siguiente de dictarlas. En la actualidad es común el hecho de que estas notificaciones se

realicen en plazos que van de cinco a doce días, lo cual refleja que las personas que tienen

que ver con este acto procesal incumplan con el plazo señalado. Esto sucede en el caso de

que a la persona se le detenga como consecuencia de una orden de juez competente, por

cuanto que una vez detenido tiene que llamarse telefónicamente al Ministerio Público al

Fiscal del caso, quien en la mayoría de casos, no llega al Juzgado. Y cuando es detenido en

horas inhábiles, los Juzgados de Turno Penal no tienen el proceso, por lo cual únicamente se

les hace saber el motivo de su detención, situación que podría resolverse con que el Centro

Administrativo de Gestión Penal haya una persona de turno para poner a disposición de los

Juzgados los expedientes que soliciten.

En lo que respecta a las audiencias, el Código Procesal Penal señala en su Artículo 166

que se conferirán cuando la ley lo disponga, en las audiencias que no tengan señalado plazo
fijado, se considerarán otorgadas por tres días. Actualmente es común que la citación para

una audiencia llegue el día anterior o el mismo día de la realización de ésta, lo que provoca

que los sujetos procesales no asistan a la misma con la consecuencia lógica de que si el

abogado litigante no se presenta, se ordena que se declare el abandono de la defensa. No

sucede lo mismo con la incomparecencia del Fiscal del Ministerio Público.

En cuanto a la devolución de vehículos contenida en el Artículo 202 del Código

Procesal Penal, el cual señala que la devolución de los mismos tiene que ser realizada en el

plazo de cinco días, tampoco se cumple ya que los vehículos son devueltos a los tres o seis

meses, es decir al término de la etapa preparatoria. Con respecto a este Artículo, es

importante señalar que la ley establece que la devolución puede realizarse al propietario, al

tenedor, o a la persona de cuyo poder se obtuvieron, ya que los jueces lo devuelven

únicamente al propietario.

Tampoco se cumple el Artículo 323 del Código Procesal Penal, que señala la duración

de la etapa preparatoria, el que establece que el procedimiento preparatorio deberá concluir

lo antes posible, procediéndose con la celeridad que el caso amerite y deberá practicarse

dentro de un plazo de tres meses. Este es el caso cuando se dicta el auto de prisión y el

auto de procesamiento por delitos que no tienen medida sustitutiva, es decir que el

procesado guardará prisión en el centro de detención preventiva. En el caso de que se haya

otorgado medida sustitutiva, el plazo máximo del procedimiento preparatorio es de seis

meses a partir del auto de procesamiento, lo que tampoco se cumple, ya que como

aseveramos anteriormente, el Ministerio Público se pronuncia mediante medidas conclusivas


hasta los seis meses, a lo que hay que agregar entonces, el plazo de la resolución de la

petición, de las notificaciones y de la audiencia, pudiendo ser en algunos casos, un mes

mas. En el caso de que no haya vinculación procesal mediante prisión preventiva o medidas

sustitutivas, la investigación no estará sujeta a estos plazos. La responsabilidad de los

sujetos procesales en el incumplimiento de los plazos va directamente vinculada a la

ineficacia o a la falta de interposición del recurso de queja para que efectivamente se

cumplan los plazos, es decir, la justicia si no es pronta, tampoco puede ser cumplida, y no es

cumplida al no observar los plazos establecidos en el Código Procesal Penal.

1.3 Principios Procesales incumplidos cuando no se cumplen los Plazos en la Fase

Preparatoria

Es indudable que son muchos los principios procesales en materia penal que se ven

seriamente perjudicados cuando no se cumplen los plazos, tales como el principio de debido

proceso, principio de continuidad, principio de celeridad, principio de sencillez, principio de

inocencia y principio de favor libertatis. En el presente trabajo de tesis, únicamente me

refiero a los siguientes:

1.3.1 Principio de Celeridad

Este principio tiene relación con los Artículos 160, 178, 180, 399, 413, 282, 323, 324

bis, 410 y 411 del Código Procesal Penal.


Este principio es el que inyecta el dinamismo al Proceso Penal para garantizar los

derechos humanos del sindicado procurando que el proceso penal que se le instruyó

concluya lo antes posible a efecto de evitar una condena anticipada e injusta.

La celeridad procura el cumplimiento rápido de las actuaciones procesales, agilizando

el trabajo en forma esmerada y tratando de ahorrar tiempo y esfuerzos sin menoscabo de las

garantías procesales del debido proceso.

1.3.2 Principio de Desjudicialización

Este principio tiene relación con los Artículos 25, 26 y 27 del Código Procesal

Penal.

Este principio busca priorizar la tramitación de los procesos, ya que es materialmente

imposible atender a todos los casos por igual. De allí que buque una clasificación de los

delitos en delitos de trascendencia social y delitos menos graves. En la desjudicialización se

enmarcan el criterio de oportunidad, la conversión, el procedimiento abreviado y la

suspensión condicional de la pena.

1.3.4 Principio de Sencillez

Este principio tiene relación con los Artículos 27, 180 y 281 del Código Procesal Penal,
Este trata de evitar el formalismo en la tramitación del proceso; por ello, establece que

las formas procesales deben de ser simples y sencillas. Sin embargo las actuaciones

procesales deben cumplir y observar ciertas formas y condiciones mínimas previstas en la

ley.

Este principio es importante, ya que en el proceso penal debe privar la sencillez en

todas sus etapas y en la interposición de recursos, es decir, tratar de que la justicia satisfaga

y resuelva el planteamiento hecho por el agraviado o cualquiera de los sujetos procesales,

que entre a conocerlo y que independientemente de que resuelva su procedencia o

improcedencia, el sujeto procesal que lo interpuso quede satisfecho con que se le dio trámite

al mismo.

1.4 Causas del Incumplimiento de los Plazos en la Fase Preparatoria del Proceso Penal

Es indudable que las causas del incumplimiento de los plazos están íntimamente

relacionadas con los sujetos procesales, los jueces de primera instancia y los demás actores

que intervienen en el proceso penal, razón por la cual se procedió a realizar una encuesta

dentro del presente trabajo de investigación, llegando a establecer en orden de exclusión las

diferentes causas de incumplimiento de los plazos:

a) La precaria asignación del dos por ciento no es suficiente para administrar justicia

pronta y cumplida y para dignificar a los operadores de justicia.


b) El excesivo incremento de procesos en los juzgados de primera instancia penal

provocan en incumplimiento de los plazos toda vez que esta estructura de juzgados

contralores de la investigación, ya no responden a la realidad procesal penal

guatemalteca, es decir, se han incrementado año con año los procesos pero no se ha

incrementado el número de juzgados.

c) Al momento de la detención del sindicado, no se hace la consignación dentro de las

seis horas, pero esto queda inmerso con la falta de celeridad de los juzgados de paz

penal de remitir los procesos a gestión penal para que le asigne juzgado de primera

instancia éste pueda citar al detenido para recibir su primera declaración ante juez

competente. Analizando esta situación, es aquí donde radica parte de la burocracia

judicial que impide que se le de cumplimiento al plazo de veinticuatro horas para

interrogar a los presos y detenidos, por lo cual propongo que sea el Ministerio Público

quien ponga a disposición de juez competente al detenido y no la Policía Nacional

Civil. Esto facilitaría que el fiscal que pone a disposición de juez competente a un

procesado esté en la primera audiencia y conozca los hechos, y en el mejor de los

casos, que el fiscal analice la seriedad de la prevención policial y si no se ajusta a los

requisitos de ley, dejar en libertad al encausado.

d) El Centro Administrativo de Gestión Penal no representa una respuesta a la

demanda del cumplimiento de los plazos. Esta institución es participe en muchos

casos del atraso de los procesos ya que en la práctica se dan casos en que se notifica

a las partes después de los cinco días y no al día siguiente, casos en que el abogado
litigante pregunta por el proceso y le informan que lo tiene el actualizador y éste

menciona que está en el juzgado. Por estos retrasos en los procesos es que los

abogados litigantes le han denominado “Centro de Congestión Penal.”

e) El Ministerio Público no pide la conclusión del proceso sin que el órgano contralor de

la investigación lo emplace y, en ultima ratio, lo hace al finalizar los plazos de la etapa

preparatoria, que son de tres meses si la persona está detenida y seis meses si goza

de medida sustitutiva.

1.5 Responsables del Incumplimiento de los Plazos en la Fase Preparatoria del Proceso

Penal

Los responsables del incumplimiento de los plazos son, en algunos casos, los jueces de

primera instancia, por cuanto que no se llevan a cabo los actos procesales en los plazos se-

ñalados en la ley; los oficiales del juzgado quienes por tener saturado el calendario de au-

diencias señalan plazo para la realización de un acto procesal fuera de los plazos señalados

por la ley; los fiscales del Ministerio Público, quienes no piden con anticipación al vencimiento

del plazo señalado para la etapa preparatoria la conclusión del proceso; el abogado litigante,

por el uso excesivo de recursos en algunos casos; el personal de gestión penal, quienes

como ya se dijo, no realizan sus actividades dentro de los plazos señalados.

1.6 ¿Por qué no de Aplican las Sanciones Establecidas a los Responsables del

Incumplimiento de los Plazos en la Fase Preparatoria del Proceso Penal?


No se aplican sanciones porque el juez de primera instancia y los sujetos procesales

saben que hay un constante incremento en los procesos, por lo cual han delegado el uso de

recursos, específicamente, el remedio de queja comprendido en el Artículo 179 del Código

Procesal Penal, el cual establece que vencido el plazo para dictar una resolución, el

interesado podrá quejarse ante el tribunal inmediato superior. Este es el medio idóneo que

tienen los sujetos procesales para hacer que el juez de primera instancia cumpla con los

plazos establecidos en la ley. La inconveniencia radica, claro está, en que al hacer uso de

este remedio, se pueda hacer sujeto de enemistades.

Es evidente que no se aplican sanciones a los jueces ni a los fiscales, pero los

abogados litigantes sí son objeto de estas sanciones. Por ejemplo, en el proceso seis mil

doscientos sesenta y tres guión dos mil cinco (6263-2005) a cargo del Juzgado Noveno de

Primera Instancia Penal, se suspendió en dos oportunidades la audiencia de incineración de

la droga incautada por inasistencia del juez contralor de la investigación quién se encontraba

en un curso, no nombrando la Corte Suprema de Justicia, al sustituto. Aquí no se aplicó

ninguna sanción. No obstante, están presentes el Ministerio Público y el abogado defensor.

Contrasta lo anterior con otros procesos en los cuales se ha certificado lo conducente

en contra del abogado litigante que no comparece a esa misma audiencia. Sin embargo, fue

notificado el día anterior a la incineración, razón por la cual, no pudo estar presente en esa

diligencia.
CAPÍTULO II

PROPUESTA PARA EL CUMPLIMIENTO DE LOS PLAZOS EN LA ETAPA

PREPARATORIA DEL PROCESO PENAL


2.1 Etapa Preparatoria Pronta y Cumplida

La naturaleza jurídica de la etapa preparatoria es que dentro de ella se reúnen los

medios de investigación contra una persona sindicada de un hecho delictivo y siendo que el

imputado puede estar detenido en un centro preventivo también puede estar en libertad a

través del otorgamiento de una medida sustitutiva.

En esta etapa, se restringe una de las garantías elementales del ser humano contenida

en la Constitución Política de la República de Guatemala que es la libertad, razón por la cual

debe durar el menor tiempo que sea posible para ponerle fin a la incertidumbre del sindicado.

Solo a través de la utilización de los medios que la ley prevé se puede hacer que los

plazos en la etapa preparatoria sean cumplidos. Los sujetos procesales deben hacer uso del

recurso de queja para que el juez de primera instancia cumpla con los plazos señalados en el

Código Procesal Penal, asimismo, el juez de primera instancia penal tiene que utilizar la

disciplina con los sujetos procesales, lo que implica, que en caso sea el Ministerio Público

quien de lugar al incumplimiento de los plazos se haga saber al consejo del Ministerio

Público para que tome las medidas disciplinarias correspondientes y, si fuera el abogado

litigante, se certifique lo conducente al Colegio de Abogados o resuelva el abandono de la

defensa.
Solo a través del cumplimiento de los plazos se puede lograr que esta etapa de

primordial importancia en el proceso penal, traiga como consecuencia el respeto a las

garantías constitucionales, así como el respeto a los derechos humanos contenidos en la

Convención de Derechos Humanos y en la Declaración de los Derechos Humanos en cuanto

que el Estado debe resolver en un plazo razonable la situación jurídica del procesado.

2.2Sujetos Procesales y Órgano Jurisdiccional deben Velar por el Cumplimiento de los

Plazos en la Fase Preparatoria del Proceso Penal

Tanto el Juez contralor de la investigación, Ministerio Público, el querellante adhesivo, el

actor civil, el acusado, el abogado defensor y el tercero civilmente demandado deben cumplir

los plazos establecidos en el Código Procesal Penal, especialmente en lo que se refiere a la

etapa preparatoria; los jueces de primera instancia deben velar porque a través de su

intervención se lleven a cabo las diligencias procesales en los plazos establecidos.

Esta es una obligación inherente a los sujetos procesales y al juzgado de primera

instancia penal, por lo cual es necesario que se cumplan.

Esto aunado al principio de imperatividad contenido en el Código Procesal Penal en el

cual se establece que los tribunales y los sujetos procesales no podrán variar la forma del

proceso ni la de sus diligencias o incidencias.


Disciplina judicial debe desempeñar el papel que le corresponde para que sean

efectivas las resoluciones de la sala de apelaciones con respecto a los remedios procesales

interpuestos por los sujetos procesales.

2.3 Aplicación de Sanciones a los Responsables del Incumplimiento de los Plazos en

la Fase Preparatoria del Proceso Penal

La aplicación de sanciones a los responsables del incumplimiento de los plazos en la

fase preparatoria del proceso penal, traerá como consecuencia que éste sea un disuasivo

para que en el futuro no se incumpla con los plazos, ya que como se ha apuntado, el sujeto

procesal sobre el que recaen los efectos negativos de su incumplimiento, en la mayoría de

casos es el procesado. El medio idóneo para la aplicación de sanciones a los funcionarios

responsables del incumplimiento de los plazos en todo proceso penal y, especialmente, en la

fase preparatoria es el recurso de queja regulado en el Artículo 179 del Código Procesal

Penal.

Las formas de aplicación de las sanciones deben de hacerse efectivas, también a

través de Disciplina Judicial, quien es el órgano encargado de imponer las sanciones

pertinentes al funcionario que hayan incumplido con los plazos, esto en congruencia con el

Artículo 151 del Código Procesal Penal que establece “que el incumplimiento de los plazos

implica mala conducta en el desempeño de las funciones y la sanción disciplinaria procederá

de oficio”, por lo que es recomendable que Disciplina Judicial lleve un control más efectivo
del cumplimiento de los plazos en el proceso penal y, como se dijo anteriormente, que los

sujetos procesales acudan por medio del recurso de queja para que se cumplan los plazos.

2.4 Soluciones Alternas al Incremento de Procesos para el Debido Cumplimiento de

los Plazos

Las soluciones que se presentan como posibles al incumplimiento de los plazos en la

etapa preparatoria son los siguientes:

a) El incremento de la asignación constitucional del dos por ciento del Presupuesto de

Ingresos Ordinarios del Estado al Organismo Judicial.

b) Que los juzgados de paz penal conozcan de los delitos de posesión para el

consumo, que representan, según la estadística del Centro de Análisis y

Documentación Judicial (CENADOJ), el veinticinco por ciento, por cuanto que en la

mayoría de casos la forma de resolver este delito es a través de la aplicación del

criterio de oportunidad, el cual también lo aplica el juzgado de paz penal, es decir, el

proceso es remitido al centro de gestión penal y éste lo distribuye dentro de los

nueve juzgados de primera instancia penal, quien al recibirlo, si ya viene indagada

la persona, se limita a señalar la audiencia para la incineración de la droga

incautada. Posteriormente se inhibe de seguir conociendo por razones de

competencia ya que corresponde la aplicación del criterio de oportunidad cuando el

delito no tiene pena superior a los tres años al juzgado de paz penal.
Es de hacer énfasis en que el juez de primera instancia por estar

saturadas las fechas de audiencia de incineraciones señala más de un mes de

plazo para la realización de la misma. Esto sumado al plazo de notificaciones, al

plazo de inhibitoria, al plazo de señalamiento de la audiencia respectiva por el

juzgado de paz penal que conlleva una auténtica tortura psicológica para el

procesado, quien se ve limitado en sus relaciones familiares, en su trabajo, en sus

relaciones con su pareja; esto sumado al daño psicológico que provoca el encierro.

En la doctrina, varios autores entre ellos Raúl Eugenio Zaffaroni autor del libro “Las

Penas Perdidas,” señala que éstos son castigos que carecen de sentido, es decir,

son penas perdidas que solo tienen como principal consecuencia la estigmatización

del procesado.

c) Que se delegue en los jueces de paz no solo el conocimiento a prevención de los

procesos, sino que puedan resolver la situación jurídica del procesado a través del

otorgamiento de medida sustitutiva. Esto traería como consecuencia, que el

procesado pueda quedar en libertad en el plazo señalado en el Artículo 9 la

Constitución Política de la República de Guatemala y Artículo 87 del Código

Procesal Penal. Una vez resuelta la situación jurídica del procesado, se remitiría el

proceso para gestión penal para la distribución respectiva. El hecho de que los

juzgados de paz penal conozcan a prevención y no puedan resolver la situación

jurídica del procesado, es una contradicción que trae como consecuencia

encarcelamientos inútiles, lo que implica masificación de reclusos en las prisiones


preventivas. Por supuesto, podría adoptarse como limitante que los jueces de paz

penal resuelvan de esta forma únicamente en los delitos en los que puede otorgarse

medida sustitutiva.

d) Que la Corte Suprema de Justicia establezca un mayor número de juzgados de

primera instancia penal, tomando en consideración para la determinación de los

nuevos juzgados, el incremento de los procesos con relación al año 1992.

e) En reiteradas ocasiones, me he preguntado porqué no es el Ministerio Público quien

pone a disposición de juez penal competente al sindicado de un hecho delictivo, lo

cual traería consigo que la Policía Nacional Civil tenga necesariamente que contar

con el aval del Ministerio Público de la consignación respectiva, quien deberá

revisar los presupuestos penales por los cuales es consignada una persona. Y esto

debe ser así porque en una gran cantidad de casos la noticia criminal, en este caso,

la prevención policial carece de los elementos necesarios para dictar el auto de

procesamiento respectivo dando como consecuencia que el juez de primera

instancia decrete la falta de mérito.

Esquema del Procedimiento Propuesto para el Efectivo Cumplimiento de los Plazos en

el caso de delito flagrante


Detención
Policía Nacional Civil
Delito flagrante

Calificación de la Prevención Policial


por parte del Ministerio Público

Juez de Paz o primera instancia toma primera declaración en


presencia del procesado, en presencia de su abogado defensor
y agente del Ministerio Público y resuelve falta de mérito, auto
de procesamiento o medida sustitutiva

Juez de Primera Instancia o Sala de Apelaciones


conoce de apelación, de la falta de mérito,
medidas sustitutivas y de todas las etapas del
proceso.

NOTA: Se debe insistir en que es necesaria la presencia del fiscal del Ministerio
Público en la calificación de la prevención policial, evitando de esta
manera las constantes faltas de mérito por prevenciones policiales que no
reúnen los requisitos de ley.
CONCLUSIONES
1. Se comprueba la hipótesis de que en la etapa preparatoria del proceso penal, se incum-

plen los plazos establecidos tanto en la Constitución Política de la República de Guatema-

la como en el Código Procesal Penal.

2. El incumplimiento de los plazos es por mala práctica del Ministerio Público, falta de comu-

nicación y coordinación entre Policía Nacional Civil y Ministerio Público, por razones pre-

supuestarias del Organismo Judicial, y por abuso de recursos de los abogados litigantes.

3. El artículo 268, último párrafo, del Código Procesal Penal contradice la Constitución Políti-

ca de la República de Guatemala porque permite que los plazos se prorroguen cuantas

veces quiera el juzgador, y adicionalmente, contradice la naturaleza jurídica de los plazos,

que en el proceso penal son perentorios e improrrogables.

4. La precaria asignación del dos por ciento del Presupuesto General de Ingresos Ordinarios

del Estado para el Organismo Judicial tiene relación directa con el incumplimiento de los

plazos porque se ha provocado, que aún cuando, todos los años se incrementan los

procesos, no haya incremento de juzgados, y se carezca de dignificación salarial de los

operadores de justicia.

5. La ausencia de sanciones disciplinarias, tanto contra los jueces de primera instancia,

como para los fiscales del Ministerio Público y Abogados de la defensa, estimulan el

constante incremento en los procesos penales en los cuales se incumplen con los plazos,

aunado a ello, la ausencia del remedio de queja por parte del abogado litigante.
6. El incumplimiento de los plazos provoca el hacinamiento de los reclusos en los centros de

detención, divide a las familias y expone al nuevo detenido a formar parte de

organizaciones criminales, incentiva la venganza privada, los linchamientos y la falta de

credibilidad en los órganos de administración de la justicia.

RECOMENDACIONES
1. Se recomienda al Organismo Judicial solicitar incremento de su presupuesto para hacer

positivas las reformas contenidas en el Decreto 51-2002 y aumentar el número de juzga-

dos en el país.

2. Para evitar el constante incremento de procesos que conocen los jueces de primera

instancia penal, narcoactividad y delitos contra el ambiente, también se recomienda que

los juzgados de paz penal deban conocer, tramitar y resolver el delito de posesión para el

consumo, regulado en el artículo 39 de la Ley contra la Narcoactividad, reformando para

ello el artículo 1, inciso tercero, del Decreto 51-2002 que establece que los juzgados de

paz penal no podrán conocer de los delitos regulados en la Ley contra la Narcoactividad.

La razón es que en la presente investigación se establece un constante incremento de

procesos por este delito, en el año 2003 y 2004 hubieron, respectivamente, 8323 y 9174

personas detenidas, lo que representa más de un 7% del total de los casos ingresados.

De este porcentaje, solo se condena en menos del 3% de los casos.

3. Que las dependencias supervisoras habidas en los respectivos entes que intervienen en

la administración de justicia, ejerzan un control más estricto y responsable con los

expedientes que se encuentran a su cargo.

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