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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

INSTITUTO UNIVERSITARIO TECNOLÓGICO


“AMÉRICO VESPUCIO”
CARRERA: IDIOMAS MODERNOS

MARGINALIDAD EN VENEZUELA

Autor: Colls Romero, Katherine Daniela


CI.27.240.503.
Tutor(a): Prof. Fernando M. Aponte Lombardi

Caracas, junio 2021

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VENEZUELA, UN PAÍS CON REALIDAD DISTÓPICA.
La marginalización se describe como la separación de una persona, comunidad o un
sector dentro de una sociedad ya sea por desventaja económica, política o su estado
social. Se suele referir ampliamente sobre la marginalización de comunidades por su
estado social o pobreza extrema, entrando en un fenómeno llamado discriminación
marginal que lleva a todo tipo de consecuencias ya sean culturales, sociales,
educacionales, laborales, económicas, etc.; y comúnmente se suele asociar la
marginalización con pobreza como si fuesen entidades intercambiables cuando la
existencia de una no implica la existencia de la otra.
La desigualdad social que lleva a las exclusiones de grupos es un fenómeno que se
puede apreciar en todas partes del mundo donde se viva en una economía capitalista,
sociedades en vías de desarrollo o países del “tercer mundo”.
Conocemos que la marginalidad y pobreza no son entidades iguales pero que una
podría llevar a la otra por la falta de oportunidades debido a la desigualdad que
conlleva la desventaja económica en la mayoría de los casos.
El origen de la marginalización en Venezuela se dio a conocer mucho antes de los
panoramas de prosperidad y bonanza, donde la principal causa fue la movilización de
la población a lugares donde se concentraban mayores oportunidades de trabajo como
la capital. Luego se añadió la mecanización de la labor agrícola, bajo rendimiento y
productividad de la actividad agrícola, así como condiciones desfavorables en los
campos de trabajo, aumentando el desempleo y desigualdad que trajo como
consecuencia el aumento de los llamados “cinturones de pobreza”.
Debido al descubrimiento de yacimientos de petróleo se generó una burbuja de
prosperidad económica que buscaba mejorar la oportunidad de trabajo y disminuir la
pobreza en la población, dando buenas proyecciones para dejar de ser un país en vías
de desarrollo a ser un país ejemplo de parámetros de nivel de vida en todo el
continente sudamericano. Se llegó a pensar que el golpe de suerte del “boom”
petrolero ayudaría a generar nuevos trabajos, encontrándose con la desventaja que la
mano de obra campesina no se encontraba capacitada, técnicamente, para trabajar en
el área, excluyendo así esta población del gozo de la riqueza generada. Otro punto fue
la aplicación de medidas políticas aisladas de la realidad, que lejos de mejorar y dar
beneficios solo causo afectar mucho más a los desposeídos.
A finales de los años 80 e inicios de los 90 se hablaba de la gran desigualdad social
existente en el país, del aumento de la tasa de desempleo, incapacidad de adquisición
de la canasta básica alimentaria, la falta de oportunidades para educación y acceso a
atención en el área de la salud especialmente para las personas que se encontraban
dentro de las comunidades marginalizadas durante años, llevando a un panorama de
crisis constante en el país.

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Más de dos décadas luego el grado de pobreza supera los niveles visto en el siglo XX
e incluso XXI, posicionándose como el país más pobre de la región latinoamericana y
el segundo más desigual después de Brasil.
De acuerdo a las Encuestas de Condiciones de Vida del Venezolano en 2020 se
encontró que el 80% de la población venezolana es pobre, de acuerdo a sus ingresos
el 79% de ellos están en pobreza extrema; donde ya no se podría hablar de
Venezuela en un contexto del continente latinoamericano puesto que el país adquirió
condiciones de pobreza más propias de naciones de África, encontrándose en segundo
lugar en una lista de 12 países más pobres, encabezado por Nigeria, seguido de Chad,
Congo y Zimbabwe.
Al llevar a la población a un grado de pobreza nunca antes visto se perpetua la
marginalización de ahora no solo los llamados "cinturones o cordones de pobreza"
sino a la mayoría de sus habitantes, tomando en cuenta que la marginalización
incluye exclusiones no solo económicas sino de tipo cultural, social, educacional y
laboral; llevando a consecuencias e influencias poderosas en el desarrollo de
problemas en la población como lo son: la superpoblación, altas tasas de natalidad y
mortalidad, analfabetismo, niñez abandonada y múltiples problemas sanitarios y
urbanísticos, entre otros.
Un dicho muy popular actualmente entre los venezolanos es “todos somos pobres,
solo que hay unos que son más pobres que otros”, que refleja la realidad venezolana
diaria.
Es importante resaltar que dentro de las consecuencias y perpetuación de la
marginalidad en el país está la carencia de educación. Para el 2016 el 37% de los
venezolanos entre 3 y 5 años no asiste a la escuela, el 47% de los adultos entre 18 y
24 años no está en el sistema educativo y el 57% interrumpe sus estudios antes de los
19 años; teniendo así que el 59% de la población mayor de 25 años no tiene
bachillerato.
La ignorancia definida como la falta de conocimiento es un factor que mantiene la
pobreza por cuanto el conocimiento da poder, conocimiento que puede proporcionar
herramientas a la población para salir de la pobreza.
Una de las características de una población marginal que muchas veces se deja pasar
por alto es, además de la ignorancia, es el sentimiento de impotencia que los priva
superar los obstáculos que se oponen a su superación personal.
En un estudio realizado en 1997 por la Universidad Católica Andrés Bello se llegó a
la conclusión que menos del 2,4% de las personas pertenecientes a los sectores
marginales del país es capaz de salir, por si mismos de esa condición.

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Son grupos que tienden a la pasividad y esperan ayuda del patrono, del estado o de la
suerte, creen poco en las ideologías o en las instituciones y desconfían de personas en
puestos de poder tanto del sector privado como del público.
La situación de la salud en Venezuela es un panorama tétrico y deplorable, un análisis
de los datos del Ministerio de Salud realizado por el Dr. Julio Castro miembro de la
sociedad venezolana de Infectología, muestra que en tres años (entre 2012-2015) la
mortalidad general aumento 11 veces, la mortalidad materna 6 veces y la neonatal
100, cifras que son indicadores de salud para pobreza.
La demanda de servicios de salud ha aumentado a causa del aumento de la población
pero a su vez no hay nuevos hospitales ni centros de atención de salud, a excepción
de los centros de la misión barrio adentro o CDI, que aún sigue siendo insuficiente
para la demanda, así como la falta de mantenimiento a las estructuras ya existentes y
la carencia de insumos para atención llevando el colapso del sector salud; lo que lleva
un deterioro a la atención que la población de sectores marginalizados necesita.
Su suma la escasez de medicamentos o la incapacidad de adquirirlos por su alto costo,
dejando a un gran porcentaje de la población en la disyuntiva de elegir o priorizar en
que usar la poca capacidad adquisitiva que tienen, en medicinas para sus dolencias o
en productos de la canasta básica alimentaria.
Por último, todos estos sentimientos de impotencia, minusvalía y pasividad conllevan
a otra característica única de las poblaciones marginales que se ha enfatizado de
manera creciente en los venezolanos que es los antivalores y descomposición social;
creando un estado de caos, falta de ley, la percepción distorsionada de lo que se
consideraría normal en una sociedad con frases como “Venezuela es el país donde lo
imposible es posible”; y normalización de conductas delictivas predispuestas por la
misma condiciones antes mencionadas, haciendo así un ciclo de vida del cual es
difícil de salir.
Este mismo desarrollo de antivalores y descomposición social ha llevado a la
población a adoptar una conducta de “supervivencia del más apto”, lo que
coloquialmente los venezolanos se refieren a la “viveza criolla”, donde en una
sociedad hundida en la creciente pobreza y aumento de la comunidad marginada cada
uno de sus ciudadanos se ha desensibilizado de sentir empatía por sus iguales y busca
el beneficio individual a costa de perjudicar a cualquiera.
Es importante acotar que la situación de Venezuela en todos sus ámbitos se ha visto
gravemente afectada por la pandemia, dejando a toda su población a vivir en
incertidumbre sobre el que será de cada uno en un futuro cercano.
Una peculiaridad de la población venezolana es su sentido del humor y su capacidad
de enfrentar adversidades de manera jocosa y de reírse de sí mismos, del cual sale una
frase muy escuchada la cual es “aquí siempre se puede estar peor” o “cuando

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creíamos que habíamos tocado fondo caímos más bajo”, lo que nos deja una
incógnita:
¿Hasta qué punto se debe llegar para considerarse tocar fondo?

BIBLIOGRAFÍA
Singer Florantonia. El País. Actualizada: 08 Julio 2020. [Fecha de consulta: 25 Julio
2021]. Disponible en: https://elpais.com/internacional/2020-07-08/la-pobreza-
extrema-roza-el-80-en-venezuela.html
Tapia José. MiradorSalud. Actualizada: 22 Marzo 2016. [Fecha de consulta: 25 Julio
2021]. Disponible en: https://miradorsalud.com/pobreza-venezuela-y-sus-
circunstancias/
La Condición Marginal. Urdaneta Finucci, Carlos. Erradicación drástica de la
pobreza. Fuera de serie, Universidad Monteávila, Caracas, Junio de 2010. Pag; 3-6.
Disponible en: http://library.fes.de/pdf-files/bueros/caracas/08799.pdf
Key Ale. ClubEnsayo. Actualizada: 21 Abril 2013. [Fecha de consulta: 25 Julio
2021]. Disponible en: https://www.clubensayos.com/Historia/Marginalidad-
Venezolana-Origen-Causa-Y-Solucion/691915.html

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