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Vacunar o no contra el covid-19, políticas.

La política de vacunación en los Estados Unidos se creó desde hace aproximadamente dos siglos desde
la creación de la vacunación con el objetivo de erradicar enfermedades transmisibles de la población de
Estados Unidos o crear inmunidad de rebaño o comunidad.

En el caso de las políticas adaptadas en la contención de la pandemia por COVID-19 se han enfocado en
seguir las recomendaciones del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades mejor conocido
como CDC (Centers for Disease Control and Prevention), y la nueva administración de Estado que tomó
posesión el pasado Enero del 2021 declaró que la vacunación era de carácter voluntario y no obligatorio.

La CDC asegura que todas las vacunas contra el COVID-19 son seguras y efectivas, recomendando e
incentivando a todos los ciudadanos estadounidenses elegibles para vacunarse a hacerlo. El 11 de
diciembre del 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) emitieron
la primera autorización de uso de emergencia para la vacuna Pfizer-BioNTech contra COVID-19 en
personas mayores de 16 años, y el 18 de diciembre del 2020 la FDA emitió la autorización de emergencia
para el uso de la vacuna Moderna contra el COVID-19, el comité asesor sobre prácticas de inmunización
(ACIP) emitió recomendaciones de uso para ambas vacunas seguido de su autorización.

Seguido a estos comunicados el gobierno federal de los estados unidos, estados y jurisdicciones locales
trabajaron durante festividades para coordinar la distribución de las vacunas Pfizer y Moderna. A finales
de Diciembre, el Congreso aprobó asignaciones suplementarias de emergencia para covid-19 y asigno
4.5 billones de dólares para subvenciones directas a estados, localidades y territorios para la distribución
y administración de vacunas.

Durante este periodo donde el número de dosis de vacunas aún era limitado la CDC y la ACIP
proporciono recomendaciones para quienes eran elegibles a recibir la vacuna tomando en consideración
los efectos físicos en diferentes grupos etarios, etnias y personas con comorbilidades. (El Comité Asesor
sobre Prácticas de Inmunización) La ACIP recomendó priorizar a residentes en casas de cuidado de largo
plazo y personal de salud para las vacunas iniciales, así mismo propuso pautas de priorización de los
trabajadores de primera línea y trabadores esenciales. La mayoría de los estados siguieron las pautas de
la ACIP, algunos divergieron de esto, especialmente luego de la fase inicial, designación de grupos de
prioridad y tiempo.

Un común denominador de los planes de estados fue que los trabajadores de salud, residentes de casas
de cuidado, profesores y otros trabajadores de cuidado infantil formaban parte de los grupos
priorizados para vacunación.

Es decir, realmente Estados Unidos no hizo una política como tal para la vacunación contra el covid-19
sino que ellos siguieron las pautas o recomendaciones del CDC y de la FDA. Entonces de acuerdo que la
CDC va sacando cosas, ellos se van adaptando con respecto a esas pautas y todo depende del estado.
Porque allá los estados son independientes y no es una orden general para todo el país, sino que va a
depender de todas las jurisdicciones estadales.

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