Está en la página 1de 17

Capítulo II.

El objeto de la
historia económica (1).

Witold, Kula.
Problemas y métodos de la historia económica.
Ed. Península.
Barcelona 1977, pp. 49 - 80.
-~7--'r,,- --- :-: :---::---:-: ,---,.--'- -. '.I'~ 'L.-~;: . ,", n
'-t ".
'
,

fI
-h El objeto de la historia económica (1)

y NORMATIVA
LAS POSTURAS EMP1RICA
DE LA HISTORIA ECON6MICA
.,
~'I
,,;
Existe un doble procedimiento pan) la definición del objetivo
y el alcance de cualquier ciencia existente ya en la práctica: el
.
Ji:
método empírico o el normativo.l
.
",
Es posible analizar la naturaleza de los problemas investiga-
dos de hecho por unos cienúficos que se consideran a sí mismos
o son considerados como historiadores económicos; también se
pueden examinar los temas abarcados por los compendios y los
manuales, las publicaciones científicas que en SU3 títulos se re.
fieren a la historia económica.
Es posible. determinar lo que una ciencia concreta, y en este
caso la' ciencia hist6rico-económica, debe conformar a sus prin-
cipios teóricos generales, conforme a la sistematización de una
ciencia creada o adoptada por ella, basándose en sus fallas con-
firmadas en la realización práctica de los temas investigados,
..¡ para sus experiencias en el aspecto de la técnica de la .labor cien-
tífica, y ligada con esto, en la necesidad de 1IDa especialización
o una cooperación.
En la ciencia polaca wste:l dos tentativas de .determinar el .
objetivd de la historia económica, cada una de las cuales cons-
tituye una aceptación consciente de una de las dos actitudes..
,~ Nos queremos referir a los análisis realizados por Rutkowski 2
..
y por Grodek.s
Con su típico practicisIl'lo, Rutkowski escoge el camino empí-
rico por considerar que «ofrece una mayor garantía de llegar
a unos resultados que tienen una verdadera significación para
el des :rollo ulterior dp. una ciencia deternilllada». Al mismo
tiempo adviel.te que' no se trata en su método «de una simple
ratifi;;:ación de la tradición» sino que tiende' a «mostrar lo que
en el aspecto considerado puede corresponder a .otras ciencias
no menos autónomas que la historia económica y lo que sólo le
. corresponde esencialmente a ésta como objetivo propio~.
Por el contrario, Grodek rechaza resueltamente la ruta em-
pírica y opera fundamentándose en el «camino deductivo. a trae
vés de la extracción del contenido de la historia económica de
la moderna. teoría económica. Además afirma que «esta es la
única vía ve:rdadera que en el fondo sigue cada historiador que
.se ocupa de inve:;tigar la totalidad de la ecOnomía o cualquier
49
BCI 100. 4

I--.~.-~~". .,-..M.';""',,,,,,,!."".
'
. ~-~~ ~'~'~:~~._":~t;, -~:-
I""y. ,'""Y'r>A,lW""f"~~i:,¿' ,'"
'i".,
, i,¡;~,:M':t4~',,~.:;á:'J:J 1:. :->'i'-,~'",\~r;_':-'~~~'«~-~'~;¡IJJ;~~~,;'\~~::-.';'{~~~\'
,:ili'~~i? ",'\,,:~;,i;,!~\!J:',:':f¡#.i1~~"~'
"~~'''' . ,

~roblema( dC/1'carácter eCon6mlcó,:ya qu~ parapoderlo hace" "

para fijar sus elementos, ha ,de partir de los principios teóricos». de 'la finalidad de la histOria económica no queda solucionado
Es evidente que el primero de estos métodos es imprescin.~; sino que queda abierto. El propio Rutkowski rel~ciona la pro
dible para las indagaciones científicas, mientras que el segundoJ; piedad de .los medios productivos al «sistema soclo-económlco»
no es posible evitarlo en la metodología de la ciencia. En un),!! aunque aquella es una categoría jurídica. Si la estructura del
caso ideal ambos métodos han de dar un resultado que se; poder en las sociedades antagónicas tien: un carácter de ~lase
yuxtapone. y las relaciones entre estas clases son, sm embargo, relaclC?nes
De acuerdo con la postura empírica, Rutkowski distingue ligadas a la labor económica y al reparto de sus frutos, la histo-
la temática histórico-económica siete secciones: ria 'política sería la definición de Rutkowski y junto con ella
1) el trabajo económico en el sentido técnico material junto la historia de la política económica y del movimiento social, que
con la técnica de la producción, él ha eliminado como categorías de fenómenos sociales del te-
1, 2) la organiza9ión ~ial de la producciÓn, ' rritorio soberano de la historia económica. .
"
'3) las normas jurídicas, morales y, costumbristas, A pesar de que tratemos el problema con el menor esque-
4) la literatura técnica, matismo nos encontramos con el hecho de que ~ntre las sec-
S) las ideas socio-económicas, ciones ~unciadas anteriormente (ideología social, política eco.
6) la política económica, nómica. movimiento social) al menos una gran parte de ellas
7) el movimiento social. ha de situarse en el campo de la historia económica de acuer-
Al caracterizar a continuación la diversidad de los temas, de do con' la propia definición de Rutkow$ki y pese a sus con.
los métodos y de las fuentes de cada una de estas secciones, clusiones y en contra del hecho que este campo no ha de. s~r
Rutkowski se pregunta «si es justo que cada una de ellas sea anexionado por la historia económica sino que ha de constituir
objeto de las investigaciones 'de una ciencia». un condominio entre ésta y las disciplinas vecinas.
De,spués señala que la primera sección entra en 'el marco Sin pronunciamos en detalles de ffi?m.ento sobre. est~ cues-
ue la" histeria de la cultura material, que la sección 3 pertenece tión sin formular una tesis sobre el objetivo de la hlstona eco-
a la historia del derecho, las secciones 4 y S a la' historia de la. nó~ica. sólo queremos remarcar las consecuencias del pensa.
literatura (¿pero es justo en la práctica?), y las secciones 6 y 7 miento de .Rutkowski. -
al campo de la historia pol1tica,.con lo que este autor llega a' la Grodek, cuyos principios fundamentales ya hemos citado, si.
conclusión de que .«sólo el. sistema 'socio.económico, es decir,. gue otro camino, lle8ando a distintos resultado~.
los vínculos que de' h~chose estSlbleccn entre las, gentes para Se tiene la impresión (aun cuando esto no ~e f~rmula ~la:a.
emprender un trabajo económico o repartir susfru!os, son in- ~, mente) de que para Grodek el objetivo de la histona econom!ca
vestigados exclusivamente por la historia económica y que por " es idéntico al de la economía. ~ste afirma que hasta ahOi'a «lOS
esta razón (el subrayado es mío, W. K.] han de considerarse límites de la historia económica... los puso In economía cláska» .
como el verdadero objetivo de sus investigaciones». y que todo indica que p.n la actualidad deb!n ser del~mitados
Naturalrnentc que este razonamiento está basado en ~l prin. '
por la economía moderna (por as~ decido). r.l razonamiento de
cipio no enunciado de que cada ciencia particular ha de tener Grodek al manifestarse en el sentido dE'.cuál ha de ser la teoría
su finalidad propia o que el obj~tivo de cada ciencia radica en ecoQ,ónrlca que ha de uelimitar los marcos de la histori.a ec~
la parte del «territorio» en la cual reina «soberanameüte~ sin nórnica, considera por tanto esto evídente. Así que !a hlston:.t
hallarse amenazada por ninguna de las ciencias vecmu. Para económica tenana que diferenciarse, por supue5to, de la eco-
saber si este principio es justo, si puede mantenerse frente n la nomía 'no por su objetivo sino !>Or la. forma de tratar los pr<r
actual integración de la ciencia y de lus métodos, al actual blemas y por sus finalidade~ cognoscitivas.4
surgirr.iento de la bioquímica, de la astrobotánica, etc., deberían Esta tesis 'es es~ncial en e~t~ aspecto, con independencia d~ la
opinar los especialistas de la ciencia. teoría económica que Grod~k nos proponga de acept.ar come;»
Pero aún formularíamos una reserva. Si Rutkowski considera base.
corno el verdadero objetivo de la historia económica el estudio Sin embargo vale la \>ena poner de relieve que si aceptamos
del sistema sOcio-econórnico, o sea las relaciones existentes de el problema nd puede resolverse por mediación de ur. ~lisis
hecho entre las gentes y establecidas con el fin de acometer al margen de la historia económica, pues. ~3 e~tens~ y con~tlt,-!ye
una labor económica o de repartirse sus frutos, surge una pre- sólo una parte de la cuestión de la clasificación de las CienCias
gunta: ¿cuáles son las relaciones interhumanas que considera. humanísticas. La división entre las ciencias que investigan unos
mas están ligadas a esos fines? Y de esta manera el problema" aspectos determinados de la vida sociál en la actualidad y las
que lo hacen
, con la misma exactitud esos fenómenos en el pa.
~ ,
51

~
~~.;
: T_..'
, ,.;., ~
O)'<i.
~

bOrados por tma ciencia determinada a las cuestiOnes'; trabaja-


~, representa un problema flmdarnental para dicha clasifi~'~,.<,~.. das desde siempr~ por otra ciencia,pof la combinación de, los
cactón. '1
procedimientos más diferentes, la conjugación de las distintaS
, Por nuestra parte consideramos que para llegar a la defini-'
ción de una ciencia determinada no' se puede recurrir ni al mé-
\>r finalidades científicas, etc.
todo e~pírico ni al procedimiento normativo.
~ Es un hecho que tampoco los positivistas tradicionales tuvie-
ron una tarea fácil con lá ciencia histÓrica. Si el objetivo de ésta
Tem.en?o .en ~enta. las divergencias de criterios, normales en
cada discIplina científica, el método empírico nun:ca podría lle- '
. radica en estudiar las sociedades humanas es lógico que ha de
absorber a todas las demás disciplinas sociales.
v~mos a una sinonimia en las soluciones. A su vez el procedi- En este caso no queda otra salida sino la del reparto de la
nuento normativo tiene el peligro de llevamos a resultados «so-
sociedad en orden al pasado y al presente, ocupándose de in-
bre, e~ papeb, impropios, ya que sólo un escaso número de es- dagar el primero la historia, mientras que el segundo ha de ser
pecialistas en el campo de la historia de la ciencia pueden influir
realmente en el sentido de una especialización de su disciplina. / investigado :pm,' las ciencias sociales especializadas, como son
El método empírico se caracteriza por su pasividad ante el es- la economía, la ciencia del derecho, la sociología, ete. Sin em-
bargo, la división entre «pretérito» y «presente» es sólo conven-
tado ~eal de las cosas, y el método normativo emprende tareas ..

supenores a sus posibilidades. cional.s


Por ello, v~os a intentar llegar a l':Da solución del problema Los científicos naturalistas de la época de la Ilustración ~. han
del
por otro cammo. Aunando en el razonamiento tanto los elemen- recurrido a mansalva y con optimismo a las experiencias
tvs normativos como los elementos empíricos (o sea tendiendo presente y del pasado para la búsqueda de las leyes eternas que
a la confinnación del estado de hecho en la ciencia, sin con- regían a las sociedades humanas. 'Pero desde entonces la ciencia
formars~ con ello sino buscando al mismo tiempo en esa situación ha realizado una gran elipse.
en rea11dad l~ tendencias de desarrollo y según su propio Bajo las criticas se han desmoronado las conclusiones de la
~pto apreciando ese estado de hecho a la par que las ten- «esencia» del hombre sobre la base de las representaciones del
den~s), comenzaremos por tratar de delimitar la historia eco- «buen salvaje», las eternas «leyes de la humanidad» Y la imPe-
nóm~ca y las demás ci::ncias afines, tanto históricas como eco- recedera ley de la circulación del dinero.
nómicas. ' Sin embargo. por otra parte, los progrc:sos de la «historifi-
Si~iend? ~r este c~o, se ha de: ir .perfilando gradual- o.
cación» de los conocimientos en. cuanto a la sociedad, preciosOs
ment~ 1a finalidad, el obJetivo de la histona económica. Pero en sus aspectos criticos, condujeron a la negación, d~ lasposi-
antes de ocupamos de este problema, es imprescindible for- ~ bilidades de elaborar las leyes del conocimi~nto de la sOciedad
mular algunas reservas. , en general y por consiguiente a la incapacidad de una posible
De las t:r:"diciones del positivismo -del que tanto gustaban
" eXistencia de las ciencias sociales. De ahí lo atractivo de las
búsquedas de lds leyes dinámicas, de las leyes que rigén 'Ja
l~ r azonamlentos sobre el tema de la clasificación de las cien- variabilidad de los problemas !WCiales, y por lo tanto de la neo
::laS- .se suele desgajar la convicción de que una disciplina
dcterrnmada con respecto a las investigaciones científicas ha de c~sidad de volver a los materiales de carácter histórico,
mostrars~ con todos sus rasgos peculiare~ en relación con las Este viejo postulado de la ciencia marxista viene operando
cada vez más tambi~n con otras disciplina;), bien como postul,a-
~ ciencias,. ha . de distinguirse por l~ particularidad
oDJetlvo y lo pnvatlvo de sus métodos.
de su
do rnetodológico, bien en su aspecto práctico en el campo de
El mundo de los ~onocimientos humanos habría de suj~tarse las indagaciones científicas (por ejemplo. en gran parte de las
. i!1V~stigacion~s denominadas economi!;s of growth).
a la. Imagen y ~emeJanza del orden que impera en la división
potitlca del glooo terráquoo:. cada territorio se halla pintado P\)r todo ello, la hi.storia económica constituye en igual me-
con los colores de un dp.terminado Estado, no existen uaíses sin dida una pa~te int<:gnmte tanto de 18, historia como de la eco-
. nomía. Se ocupa parcialmente de la problemática tradicional
amo, y tampoco la dualidad de poderes.
Este ~orde~» .no es mucho más duradero que el «orden» del de la historia Y por otro lado de la problemática habitual de la
ecOnomía. En cada una de sus experimentaciones se'sirv.e
r~~o ~pen.allsta del mundo. El dominio «soberano» de las -o cuando menos deberia hacerla- de los métodos elaborados
dlStliltas ciencias, sobre los diferentes «objetivos» y «métodos»
ya pertenece al pasado. por ,las dos ciencias, tales como la heurística o la hermenéutica,
En e~ si~lo xx, todo ~o que eXiste de interesante y de nuevo el análisis de la ,contabilidad de las empresas de trabajo o las
en la CI~~ nace precisamente en la encrucijada de las cien- series estadísticas.
cias tradiCIOnales: a través de la aplicación de los métodosela- Tenemos la ~mpresión de que entre. ambas pe!.=tenencias ha
53
52

~_o
r"" .~"
de ser más fuerte en teoría (p~ró no .en' la práctica de la vid: cuestión del acoplamiento de la historia económica a la' organi-
d~ la comunidad cientifica) la historia ~económica que la eCb-\ zación universitaria. En numerosas universidades sucede que
nomia política. '
,\¡ los estudios de historia ecí:>nómica de la Antigüe~ad y ~el Me-'
En apoyo de esta afirmación alegaremos el carácter de las dievo están concentrados en las facultades históncas, mientras
.
cuestiones examinadas por la historia económica: pues se trata .': que el estudio de la historia económica del capitalismo perten~ce
claramente de problemas de índole económica. Por lo demás, la .~ a las facultades económicas. Esta situación creada por la Vlda
ciencia económica es precisamente la especialidad de la explo- se halla sumamente fundamentada.' . .
tación económica por parte de las sociedades humanas. Tienen Teniendo en cuenta de que pese a todo la act~l especIah-
un carácter económico las preguntas con las cuales el histo- zación de las ciencias sociales radica en 'el estudIo. del hecho
riador de esta ciencia se enfrenta o que .él mismo ha de formu- social con tanta fuerza de inercia, y contando tamblén que la
larse. ,
distribución de las especialidades es en la actualidad un pos~u-
El carácter de la¡,. preguntas determina en grado sumo la; lado admitido y reconocido, nos detendremossob~e las yrelacIo-
elección de los procedtmientos que deben aplicarse, hasta el ex- ': como
nes existentes entre la historia económica tal y como .es
tremo de que los métodos elaborados por la economía política ':;
a nuestro juicio debería ser, y las demás disciplinas afines e
nunca han de ser utilizados por el historiador económico para; igualmente autónomas..
la elaboración de los problemas actuaÍes -y ae esto volveremos .
Es natural que en primer lugar nos ha de IDteresar todo lo
a hablar a menudo- sin habedos sometido previamente a la que como historiadores económicos podamos aprovechar de las
crítica, ya que 'en la práctica ha de crear métodos nuevos, los demás especialidades y asimismo -aunque en un grado m~nor-
cuales han de ~entribuir como procedimientos de análisis de hemos de pensar en qué laedida podemos ayudar a las mIsmas.
los fenómenos económicos a enriquecer .la metodología econó- "

mica. '

Por otra parte, el' historiador económico no puede limitarse


en su labor investigadora a la utilización de unos métodos y a
I.A HISTORIA ECONÓMICA Y LAS DISCIPLINAS HISTóRICAS
la elaboración eJe otros procedimientos económicos, sino que al
mismo tiempo debe ,utilizar los métodos tí1;)icos para la investi- 'J La historia económica y la historia política
gación histórica, utilización de la cual nadie puede librarse'
.
siempre y cuando..base, su labor en las fuentes históricas.
Al considC'!rar Íos problemas desde el punto de vista eeonómi- Determinar las rel&c1ones entre esta.s dos disc~plina~ depende
. eo. el hi~toriador económico, dada su formación científica y sus no sólo de la definición de la histona económIca, smo de la
- definición de la historia política, tarea comp!k~da para t~tar
conocimientos, tiene la obligación de aportar su contribución
al patrimonio general de las ciencias económicas. Al parecer, los de dade aquí una solución. En este caso no eXlste c:n los Clen-
elementos más importantes debt;n ser:. , tíficos ninguna o?inión común y el método empínco no nos
1. Una. actitud crítica con respecto a las f-üentes (en princi- llevaría a nin~úI1 resultado similar c::n un campo que pertenece
. esta postura es obligatoria para cada investigador, pero les
pIO a las pubiicaci()nes especializadas, manuales, etc... , ',..
historiadores con su sensibilidad saben cuán despreocupados Por nuestta parte, consideramos com~ la hlste~a p<,>htIva
suelen ser los cientffkos que no han pasado por la «escuela. la historia de los gobernantes, en la práctlca de la. hlstona del
histórica). . E::;tado su actividad en el interio," como en el ext~nor, la lucha
2. Una tendencia hacia las experimcntaciones a largo alcanc~ po!' la ~rientaci611 tie esa actividad e P?r IO,sCam?lO.s estruct~ra-
(esta inclinación es más bien un postuiado que la afirmación les del Estado sin los cuales es imposIble .a vanacI6n de ~hrec-
de un estado de hecho, pues en la práctica, los historiadores, ción de su actividad, y por úhimo la historia de "liS relacIOnes,
con la misma frecuencia que los investigadoles del llamado pre- a ser posible, con los (iemás Estados. .
sente, suelen encerrarse ~n el angosto marco de un particularismo La actividad del Estado al igual que la de cualqUler ot.ro
cronológico ). fenómeno social se halla determinada a través de la m\.1tua VID-
culación de todos los fenómenos de la vida social por las trans-
3. Una gran predisposición y aptitud a tomar en considera- formaciones que a.:ontecen en todas las ramas. El ca~ácter ~e
ción el papel de los factores extraeconómicos en las transfor-
primacía ú el aspecto secundario o eventualmente la mfluencla
maciones económicas, que les economistas suelen subestimar
lan a menudo según el principio caeteris paribus. de los cambios que se producen en los diferentes ~ectores de
la vida social respecto al Estado, es lo que ahora nos mteresa.
Totalmente distinta de la clasificación de esta ciencia es la Querem.os $ólO formular la conclusión de que los fenómeno~
54 ~5

~, .
.u.o' ~ ;:._;-~
--- ..-1~-'..~.' :-"~.'~.~"'''' - ~-'-- >"#.'"'~'r>~"
.
."
.
qu,e determinan los acontecimiento y'105 cambios en la vida Asi,' la hiStoria. polftica\.$8'ha11a."ile.tennilÍada 'prir -una i~en"
lítiea ti~nen en su inmensa mayorfa 1m carácter extrapol1tiCÓ "

sa mayoriadefenómenosextrapoHticos'con un 'predomimo;por
en ~l estricto sentido de ]a palabra, que pertenecen a otras parte de los fenómenos económicos. La únicaconciusi6n a 'la
secctones de la historia. Al utilizar las palabras «en su inmensa) cual se puede llegar es la de que ha de ap~ech~r lo más. ex~
mayoría. nos referíamos al hecho de que también intervienen fac.! tensamente los resultados conseguidos por la hlstona económIca.
tores políticos y que en el marco de esta misma disciplina entran '; Es cierto que el hecho de fundamentarse en los resul~o~ o~te-
determinantes como son la política dinástica de los gobernan-.~ nidos por otros investigadores, incluso en otras disclplmas
teso Este último fenómeno ha de intervenir con especial vigor, siempre es arriesgado, pero sin ello no puede hablarse de un. de-
en el campo de la historia de las relaciones políticas internacio-\ sarrollo de la ciencia. Es posible reaccionar contra ese peligro
nales, en el cual la actividad de un Estado ha de determinar y, a través de la formacil»n fundamental del historiador político .en
la reacción de otro (es claro que en este caso la actividad del"'." el aspecto de la historia económica, armándole para el crit,ico
primer Estado ha de tener a buen seguro numerosas determr."I; aprovechamiento de sus resultados, y a través de la orgamza-
nantes extrapolíticas, y gue la reacción' del segundo Estado ne:j T' ción de una cooperación entre los especialistas de las diferentes
se hallará determinada exclusivamente por la referida acciónl~ disciplinas, con el fin de solventar los diferentes problemas con
del primero, siuo también por las condiciones internas con todo' toda una gama de métodos y a través del planteamiento" por
su complicado tejido y, por lo tanto, en gran parte también parte de los historiadores políticos a los historiadores económi-
por los factores extrapolíticos). cos, de 'las preguntas cuyas respuestas precisan aquéllos para
Los fe.nómenos determinantes investigados por la historia po- su labor.
1 .
.fhca, exIsten en mayorfa aplastante en otras ramas de fenó- Con esta concepción de la historia P?lítica nos. hallamos ~te
menos soci~les y por lo tanto en otras disciplinas históricas." el hecho de que entre ésta y la histona económlc~ se perfilan
actividad. propia del ,~stado
Es.ta tesIS es aparentemente evidente, en especial para el
mannsta, ya que para él resulta de las leyes dialécticas sobre'
',',
dos campos liDútrofes li.tigiosos: ~ propIa acti~
en el aspecto económico y su poHticaeconómlca.La
la interdependencia de los elementos de la vida social y de la teo- vidad económica del Estado se divide seguidamente en el pro-
ría de la superestructura a la cual pertenece la vida política tesis blema de la administración estatal de sus ingresos y de S'.1S
que han tenido que buscarla a menudo los metodólogos ~arxis- gastos (finanzas) y en la, administración por p~e ~el Estado
tas de la histona y que ha sido utilizada con fret;uencia como de todos los sectores en que interviene como propIetano o gest<;>r
'l!gumento en contra de la especialización de las ciencias histó- de los medios de 'producción (tierras pertenecientes al Est~~ .0,"
ncas y a favor de su integración. y empresas industriales estatales).
Lá base de la diferencia.ción de las disciplin&s históricas es- Estudiemos estos treS aspectoS del problema. . ".
p~cia1iz~das es más bien un método que una categoría de los LoSCáSOS en que el Estado interviene como prople.anu o ges~
fe~lómenos investigados. La necesidad de dominar el procedi- tor de los medios de producción' y cuando sus órganos o ~us
mIento específico de indagación de un aspecto determinado de mandatarios intervienen como reguladores de la prOdiJCC1~n
!a vida social (económico para los historiadores económicos, y del mercado tienen para el historiador una gran importancIa,
.1u~dico para los historiadores del sistema, militar para los his- que en determinadas épocas s~ halla relacioDada .con la magnitud
tonadores militares, ctc.) se manifiesta neces2riamente al me- en que este fenómeno se mamfiesta. En los comIenzos del feuda~,
nos en la práctica de la especialización de las cienciai históricas. lismo esie fenómeno tiene una magnitud relativamente muy gran-
La ciencia conoce a los polihistoriadores en el terreno de los dt::.' Pero a medida Que este poder social va av~do se va
hechos, pero no COllüee a 1m: polihistoriadores en el terreno de reduciendo esa magnitud. Después empiez~. a crecer la época de
los métodos. ,
la monarQma absoluta y en especial en tiempo del a'bsolutismo
. El hecho de que la rustoria política se halla determinada, por ilustrado, en los períodos en que el Estado realiza una política
cre-
eJcmplo, por los fenómenos económicos, no puede constituir un mercantil. Vuelve a disminuir en el siglo :XIXpara. volver ~
argumento en contra de la diferenciación de la historia económi- cer en el periodo de entre las dos guerras m~diales. Es evlden~e
ca, ya que de esta manera llegaríamos a negar la posibilidad de queaq,u1 se manifiestan diferencias muy notnbles entre l~s dis-
cualquier división positiva en general. Es posible que en el futu- tintos Estados. En el siglo XVllI el «sector. estatal es tmpor-
ro las ciencias históricas se dividan de una manera totalmente tante en Prusia y en Rusia, pequefio en Polenia. Durante 'los
diferente. Acaso esto fuera incluso muy positivo para el desarro- años 1918 al 1939 este sector es grande en los Estados fascistas
llo interior de la ciencia., Aun cuando, esto sea un posible postu- y, pequeño en los demás Est~dos.
lado es demasiado pronto para hablar de ello. Sobre la importancia del citado fenómeno en determinadas
57
S6

.,
, ,,,o
.
. ..~\j;... '. "
. ';~_.'~"": '.'-'~--:-':-c',:-,..,u;'{~#;;'; ,"~'
"'. '(e~'
".¡~',:~~~:;f~ . . " ,. ,"
-
I'<', iPOCas influye 'no, sólo la participación directa 'de este csectof, lo que se refiere a su carácter estatalespecfficó. formaLParte',de~.';,'.,
,~,,:;.
I en ~a totalid~d de la economía nacional, sino que su importancia; las atribucione!\ de la historia polítiCa, . '
,
radJca tambIén en el hecho de que en algunos períodos dicho) En la práctica la situación puede tencr un aspecto distinto,
sector abarca asi~ismo las ramas de la producción que, bajo¡', ya que sólo los historiadores económicos dominan el método
un aspecto cualqUIera, son de una importancia particular para el :,-:. de análisis de la empresa. Sin embargo, esto no altera el hecho
funcionamiento del conjunto de la economía nacional. Así ocu-,.' de que desde el punto de vista temático'dicho problema atañe
rre en el caso de las minas de metales preciosos, las manufac-' a la historia política y que debe incluirse en sus cursos y ma-
turas del Estado, la industria de carácter inversionista (minería;, nuales. La temática específicamente «estatal» de la economía
y fundición del acero), la industria del armamento, etc. ,~\ del Estado en sus propias empresas reviste una importancia li-
La importancia del mencionado fenómeno para el historiador'! mitada para la historia económica. - .
se incrementa gracias a la temprana y más eficiente organiza-', La materia financiera es un sector fronterizo entre la hlstona
ción administrativa y de control del Estado y a la mejor con-ir,;, económica y la. historia política.
servaclón de los archivos estatales, la actividad de las empresas Las finanzas son por antonomasia 1;);"problemaI!()l1tic.Q_!a.!1-
del Estado se. halla mucho mejor documentada para la labor to por parte de los ingresos como de lcc gastos, constituye a cada
práctica del historiador. Esto provoca a veces una sensible de- momento la expresión de la política del Estado, del cual pro-
formación de las proporciones del cuadro general. , ceden en su inmensa mayoría los ingresos de los diversos mé-
La empresa estatal suele tener una serie de rasgos comunes i. todos de gravamen de la ,población y que com9 tales constituyen
con las demás empresas de carácter privado de la época, pero un factor que lleva a la modificación de la estructura del ~e-
diferenciándose de ell&s. En general tiene en común la técnica parto de la renta nacional que se había' conformado en la SOCIe-
y ]a organización técnica de la producción. Evidentemente se dad durante el proceso de producción. Esta modificación tiene
dan casos en que las empresas del Estado pertenecen a las que un carácter provechoso para unos grupos sociales y perjudicial
tienen más importancia técnica o al revés, o bien que ~n las para los demás. La influencia del Estado es más o menos pro-
. e~presas estatales se emplea una fuerza de trabajo de un ea- funda según las épocas, pero siempre importante. Los gastos ,;
racter algo distinto, como cuandc se refiere al papel relativo financieros reflejan su política y forman parte integrante de la
de la. mano de obra forzada, pero debiéndose reconocer Que la misma. Y ello en dos sentidos. Directamente, por cuando llegan
empresa estatt'.1 'apenas se diferencia de la empresa privada, ya' en su gran mayoría a manos de los ciudadanos, brindando unos
que ambas ent~ en ~l mismo marco, ~e puede establecer las beneficios sólo a unos grupos sociales. Indirectamente, ya que
oscilaciunes <lue mtervIenen en la cmedia», con lo cual lo~ re- los objetivos de la política estatal se hallan realizados por me.
~ultados de la investigación han de tener un valor eminente- diación de esos gastos y que en dichos objetivos ur.a clase está
mente científico. . mucho más interesada que las demás.
En una serie de otras C'.lestiones la empresa estatal se dife- No existen. objetivos en la política del Estado que no aca-
rencia a veces mucho más como es en los problemas del cálculo rreen algún gasto y que por 10 tanto no se reflejen de alguna .
de las. inversiones, del ca¡>itai móvil, del mercado, etc., dO!1d~ man~ra en los fenómenos relativos al sector financiero.
suelen tener a veces un carl.cter absolutamente gt:nuino. Los No es casual que la burguesía liberal hiciera de! presupuesto
resultados del estudio de tales empresas sólo se rcfieren a ellas el objetivo fundamental de su lucha parJamentaria. La política
y no al conjuuto de la industria de la época. económica constituye uno de los sectores particularmente impor-
En los problemas del mercado, en las empresas estatales tante para la historii4 económica, por 10 cual tendremos que
cntran en juego ele.mento::. que no e.(isten en las empresas pri- referimos especialmente al mismo cn adelante. Ahora sólo q~-
vada!> (la producción del armamento, la de los artículos de lujo remos subrayar que la problemática financiera e~ en. su co~-
para las necesidades suntuaria~ de la monarquía absoluta, etc.). junto una parte integrante trascendental de la hIstO!'1a. en .a
Inclus.o la cuestión de la rentabilidad, la cualaparen!emente se que se incluye.
manifIesta de .la misma manera en las empresas privadas tiene No obstante la historia económica ha de tender al condo-
en l~s empresas estatales otro sentido social, puesto. que al hallar- minio sobre una parte de esta problemática. .,
se VInculado a las necesidades, ao deja de influir en sus reservas En primer lugar, la acción del Estado en el terreno financiero
y pOi' lo tanto en sus posibilidades. no deja de ser la administración, es decir, la utilización de l?s
Así, teóricamente, la empresa estatal, con lo qUf; tiene de más medios materiales siempre limitados con respecto a los obJe-
o menos repres~ntativo par~ un~ época determinada, correspon- tivos existentes.' Los métodos de esta administración deben figu-
de a las atnbucIones de la histona económica, mientras que todo rar igualmente en el ámbito de la historia económica {la confor.
59
58

...-
.. ~-; ~---'---:-::-:--:;-'''''''--;-;- .. , .
--'-' ' '-~---"-"-- - -- -
"
" '
.
'maclón 'del; tesbro;"lás for mas de conservación y de garantf tica económíca' será IÍ~Cesari~ la. exi~tenci~ ~e un condominio ~n.
las reservas estatales, la colocación de los capitales, la eccno' . .
tre lz: historia económica y la histona polí~lca.
crediticia, la balanza de pagos nacional y exterior, etc.): ; ¡'i\ Respecto a los conceptos sintéticos, la problemátIca ~lític?"
,
En segundo lugar. la actividad del Estado es siempre un' económica entra de lleno en los cursos relativos a la hl~tona
trumento de la poli 'a económica ya que lleva consciente o olítica aun cuando las Consecuencias definitivas de estas mves-
conscientemente a.r resultados deseados o bien a resultad' iigacio~es deban figurar junto a otros factores en los cursos de
contrarios a los beneficios de la vida económica del país. historia económica. '.
En este sentido, los resultados de las investigaciones en Como se ve, no llegamos a la estricta separación en el r~pan;o
marco de la historia financiera deben figurar en cada curso de las atribuciones entre la historia económica y la !llstona
historia económica. '¡, política Pero esto no nos inquieta, ya que no compartlIDD~ <:1
Por último, en tercer lugar, nos volvelJlos a encontrar co' estar VI.
concepto tradicional de que la realidad soci~ ha ~e
un problema de carácter práctico: al dominar el método'
dida entre las disciplinas que se ocupan de mvestlgarla, de un
nómico, el historiador económico puede emprender generalmen
modo exclusivo.
con facilidad y eficacia el análisis financiero, abarcar un mayO'"
número de problemas y establecer correctamente los síntom ,;

Por fin hay un tercer condomiIDo entre la historia económi lA historia económica y la historia de la cultura
y la historia política, que es la problemática de la política
nómica. ,;I¡ Aqui. la diferenciación de estas disciplinas ha de .dep~nder de
y de nuevo nos hallamos t~óricamente, esta vez sin nin~
cortapisa, frente a la problemática de la historia política. AÍá lo que' entendemos por discit)liIm vecina, y por histona de la
cultura, tanto IJiás dificil por ,-'Uanto t;n este. caso,. tales concep-
historia económica conciernen sólo sus resultados como uno~ tos, vinculados en la práctica, se diferencian diametralmente
los elementos del marco en el 'cual se desarrolla realmente la vidi
entre sL ,
d
económica, o de~tado por l~s. ac~a1es fr?nteras del. Estad~ Si de acuerdo con la definición generalmente acep¡,a a en ~
su desmcmbranaento o su unificación, su mdependencla o' SU
ciolo~a, por cultura se entiende la' totalidad de los productos
dependencia política, en los límites de la dominación de d~ter.:'
minadas nO!"lIlas morales e ideológicas, en el marco establecidQ' de una socieds.d determinada, los cuales se hallan liga~5 c:n
por el nivel alcanzado en e!;e momento por la técnica, ~tc,Tod~ cierto modo entre si en el seno de la misma, toda l~ hi~ona
constituye la historia de la cultura. No existe otra histona al
estos aspectos del problema, inconmcnsUrablemente trascend "
la etapa' actual de la ciencia.
talt:s para la historia económica, han de ser investigados por ~
diteI'entes disciplinas. Para su indagación la historia económica,
lJO dispone de los correspondientes procedimientos ni atribucio- \
Con esta comprensión de la historia de la cultura, .su.
tendría que ser una labor integradora de tod3S las disclp gran . ~:
históricas. Este es un trabajo que se plantea con ~
ne~, pero ha de utilizar al summum sus resultados y, en deter-,' tuerza ante la ciencia histórica y acaso sea un h;echo ~Vlrl;ente,
mmados casos, ha de formular sus postulados investigadores
con re3pecto i:l las diferentes disciplinas, lo que también OCU." Teniendo en cuenta el enorme desL'Tall~ de las mv:"tlgacloncs
rre con Ja politica económica. especializadas cOnsagradas a los mas diferentes '1Sp,:ctos de. la
actividad social; no se llega a alcaD7.ar el proceso de mtegracI?n
Ahora bien, no podemos olvidar la serie de dificultades prác.
de sus resultados, lo cual se refleja en detrimento de , c:sas paranus-
ticas ligadas a la realización especifica de esta división del tea-
bajo.
No es posible analizar. un sector cualquiera de la poiftica sin"
conocer, los efecetos del mi.smo. Los restlltados de la política
'
mas indagacion~ especializadas, al p~v~~as de una bruJ:ua
las investigaciones ulteriores,
in+eación así comprendido acIanuia 11&exI5~Cla e un gr
Por anaardm:a, el. p~tl.'lado, :
n~ra de «mal1chas blancas» en las cuestiones que. suelen ,ce;
económIca pertenecen, al problema de los fenómenos económicos:
acelt:.ran o frenan el desarrollo d~ 13 produccion, favorecen una trar la atención de los investigadores Y ~ue ,son unpresciJ1
.
-
rama de la pI'oducción en perjuicio de otra, etc. Los efectos de ,
bles para la co!1sideraciól1integral de la histona.
la política económica entran, por ello, de lleno en la proble- Este postulado de la historia de la cultura es v~lido ~un
mática de la historia económica, la única capaz de indagarlos. cuando aquí no fuera ésta una de las disciplinas históncas s~o,
Sin embargo, como quiera que -conforme a lo que ya dijimos- Simplemente una verdadera historia sin adjetivo, ya que D? exI~
no puede haber ninguna investigación político-económica sin tir1a el problema de una diferenciación entre el1a.y 1::1histof:la
examinar sus efectos, también en' lo que concierne a la poU- económica.
.

la bi
. de .
La segunda definición. ~nsiste en asignar le a stona
60 61

,
. ,~
.
la cultura el conjunto de los problemas de las superestructuJ A . fin . de evitar cualquiermalentend{do~,~emos-~de !'POner:<'d~
~ea lo que se enfrentaría con la historia económica como ci .
relieve con vigor, que al formular eSte tipo de tesis no' nO's'¡refe;,
'

que se ocupa de la base. rimos únicamente á la clasificación teórica de las ciencias his-
Pero est~ conce~tode la historia de la cult~ra tiene su fuJ~ tóricas. No se debe interpretarlo en el sentido de que el autor
-
~ento. Sm refenrnos aquí a los fenómenos internos de 1 " se opone, por ejemplo, a la creación de cátedras, de centros de
~erentes ramas de la superestructura, ya que ésta es una tesis:: investigación o de publicaciones de la historia de la cultura y
evtdente, se puede preguntar si no es más fuerte el vínculo exi~" de las investigaciones científicas. Todo lo contrario. En la actual
tente, ~or ejemplo, entre la historia del derecho y la historia, situación de especializada dispersión de las disciplinas históri-
~?1lca, que el que existe entre la historia del derecho' y la'Í cas provocada por la falta de conceptos integradores, la free
histona de la literatura o de la música. Por añadidura las di.'. cuente desorientación de las búsquedas especializadas y. la fre-
ferentes ciencias que se ocupan de los distintos aspect~s de lá";, cuente -y acaso lo más peligroso- aparición de cmanchas blan-
superestructura se hallan en la práctica tan diferenciadas y han" cas., de problemas no resueltos por ninguna de las disc~plinas, ,
. de serIo ~ad? el carácter específico de los métodos que utilizan;; las tentativas de este género sólo pueden tener una función po-
que es dIfíCIl postular la creación de cualquier csuperciencia. sitiva. Los trabajos de este género podrían entrar teóricamente
o cagrupación de ciencias» que la abarcase en su totalidad. en la estructura de las restantes disciplinas y pertenecer les. Si
~ero esto no significa que no exista y no deba existir esa es-' esto no se realiza sin resistencia -ya que las disciplinas tradi-
~e de. grupo de ci~ncias (como existe, PQr ejemplo, el grupo:!
. ~ ciencIas sobre la tIerra) el cual tuviese determinados proble-
cionales no gustan que la ampliación de su problemática inves-
tigacional les llegue de' fuera- no se tratará sino de un fenó-
mas en común que deberían tratarse mancomunadamente. Así meno normal en 'la historia de la ciencia.
que este c~mcepto de l~ hisioria de la cultura es inadecuado para
~stros fmes. Los demás conceptos de la historia de la cultura ."
;::en a ~enu~o un carác~er no científico. En los manuales de",; La historia económica y la historia del derecho
toria d~ algun p.aís se mserta en los capítulos relacionados!
la cultura, precIsamente los crestos» de la misma que no se
~ uyeron ea otros capítulos y qu~ con harta frecuencia corres- En relación con la historia del derecho, disciplina antigúa
y que en ciertas épocas desempeñó un papel preponder~uite en
~ a las disciplinas históricas más tradicionales y defini.
, como son el arte, la ciencia y la enseñanza, los fenómenos
de carácter etnográfico, costumbrista, etc., a veces también ~"
;'
la historiografía, la historia económica tiene su legen~na
da de gratitud.. En muchos paises, como 'en Alem~a,
.
cd~u.
sur~ó,
al menos en parte, primero en su' seno y después umda ~.la hiS:
~ capítulos son muy breves cuando se refieren a algunos de
JOS aspectos, por ejemplo costumbrist:ls. tQria del derecho. En cada nación 1:11gran numero de. emmentes
historiadores del derecho han tlicanzado grandes 'mérito:; en la
Estos \.:onceptos son a V€;ces inevitables, pero resulta difícil historia económica. En Polonia, se pueden citar los nombres de
tomarlo~ en consideración en lús razonamientos teólicos. especialistas como Czacki, Maciejewski, Ulanowski, BObrzynski,
La hlst~ri~ de las diferentes ramas del arte, de la historia ": Kutrzeba.
~ la cfenCl:l, la enseñanza, la técnica y la cultura material cons-
tituyen y deben cOl1Stituir disciplinas aparte y especiaÚzadas
Es posible afirmar que los más grandes pensadores entre los
historiadores del derecho, contr9riamente a los dogmáticos es-
en el m~rco de las ciencias históricas. En su inmen:;a mayoría trechos y formalistas, irrumpieron en el campo de la historia
2 temática etnográfica ha d~ pertenecer a la historia de la ., económica, lo que tuvo una significación tanto mayor y fructífe-
~tura . .~ater.al. Las normas costumbrista s, ~n cambio, como ra desde el punto de vi~ta científico ya que aún no existía la
J.a lo d!JlffiOS en otro lugar, deben estar en la historia del dere- historia econón1Íca como disciplina autónoma.
CüO-SI .n? del sistema- la .:ual debe ocuparse de todas las nor- Al igual que en la Unión Soviética, en la actualidad esta dis-
mas SOCuues en general, ya que el hecho de que una norma de- ciplina se halla definida 'como cHistoria del Estado y del Dere-
~ad& se halle refrendada jurídicamente, con ser una cues- cho~. Aditivo, cdel Estado., y cuyo problema de esta denomina-
tión
~ una ÍD1p.)rtancia trascendental no altera el hecho de que
continua si~ndo sólo. una parte de la categoría general de las
ción es superfluo. Pues no se trata y quizá no pueda tratarse
de la historia dei cEstado. en general, ya que se trata plena-
DOrmas socIales. mente de la historia política. En cambio es y debe ser la historia
.con tal concepto '.la no hay lugar p&ra una sep~ción cual- del derecho tanto estatal como privado, y por ello la historia del
~era en el esquema de las ciencias históricas, Qy -a historia derecho en toda su magnitud. .
~ la cultura.
Sin embargo, y como usuarios de los resulta.dos de las inves-
62 6]
.
lfII(' ,(;
;",!:' ,
. ,
.
.. . '.' '..'.
lhi
.
del derecho Esta última d~'
histórico-
la historia econónn-ca .y' a 1 ~t~rl~ e las explo~ciones
tigaciones hlst6rlco-jurfdicas,sentimos J~ necesidad de. una be ría ~provechar los re su ta, o" d~ 1 aparición Y des a-
pliación práctica del campo abarcado por. ella.
Al suponer que la historia del derecho se ocupe sólo de
económicas para
parición de unas normas
es~larec~
e ernll
tl6.5
~:J:: rcie~ras
s' resultados de las indaga-
que la historia

historia de las normas jurldicas, lasdem6s categorías de no .


económica ten~ia ~u~ ~p~ovec:ar y~ que las reglas vigentes en
mas quedan fuera del alcance de la misma. Asi, la extensi ~~~st~tu~en en parte el marco en el
de la historia del derecho en forma que pudiera abarcar igual- :~e:~:¿:d ~~~~~:da
mente la historia de las normas costumbristas, Ul()rales, etc., pO. cual se desarrolla su vi~au:~~~::.ca~o prevemos ninguna difi-
.
dria llenar los vacíos en las indagaciones históricas. Para establecer esta e ~ .
ya que cada uno de los espe-
Teóricamente, ningún historiador del derecho niega la posi. cultad importante en la práctica,. atañen con los méto-
bilidad de que esta disciplina se ocupe del derecho cos f~nómenos :-:e~e surgir les obstáculos
cialistas investig~ría ~os.
::

brista. Sin embargo, en la pr6ctica estos conocimientos se hall~ dos de su propia disciplinaan nOe financieras, ya
alejadisimos de los conocimientos de las normas jurfdicas.1 .El: d Yas cuestiones
que, por ejemplo, resultari d u,n fenómeno politico que requiere
diferente carácter de las fuentes para .la investigación de láS. que en este caso se trata trumentos
e cconóID1Cos.
. >
normas costumbristas. en relación con las fuentes de la historia' para su an ál lSlS
"
unos lBS
'
del dereC'.hoes quizás en este aspecto el motivo fundamental. Por
lo tanto la ampliación de la historia deL derecho a las investiga"~'
ciones de la historia de todas las normas sociales no ha de S~I' La historia económica Y la historia de la cienc~aí
fácil de conseguir, ya que ha de exigir la ampliación de los: de la técnica Y de la cultura matena
métodos utilizados por ella y perfeccionados a lo largo de mu-} aquí como historia
chas generaciones. No obstante, esta tarea nos parece necesaria,' d
La histo~ia de ~a c~e!1cia 1&.ente~
ap~eCla~~~s de sus progresos Y
no sólo en razón -como ya lo hemos indicado- a la liquida-:' clentlflco,. la que
ción de las «manchas blancas. sino por razones teóricas. del pensamiento d to atañe a las ciencias
Pues hay un hecho generalmente con~do, cual es que las,
"
retroceso~,con indern~~ncla ~ s;r:~ucción, con indep.endencia
normas jurídicas. Constituyen sólo una. parte de las normas ge-...",; tienen o no una ap lcaCl n e~ .
aplicadas de hecho
haI\ sido .

de si las conquistas de la clen~la


nerales obligatorias en la.. sociedad, que. en las diferentes épo-:, en la producción o no 10 han ~o" de la cultura
material se
cas el papel asUÍDidQ.por)as normas juridÍcas en el conjunt~ En cambio, en lo que a la s~ona m edios Y los métodos de
de las normas soc1al~suele ~,diferente, que en los distintos' refiere, hacemos en ella entrar ?S
tiempos son diferentelt los fenómenos que obtienen u.sanción d~r produ~ción, utilizados en .la prá~tlca.p or tanto con este concepto
las no..-mas.jurldicas, y por último, que la fuerza ejecutiva de: La histoda de la técnlca, se t'. arte de la bistoria
las normas jurídicas no siempre es mayor que la- fuerza una definición que .agrupana cle ,en ,ellaté=~\ una parte de la
ejecutiva de' las normas extrajuridicas. de la cie~cia (histon& de la~ al (I1~~ción prá.c~icá de la técnica
Determinados comportamientos sociales tienen en determina~ '
nisteria de la cclt~a maten u
das épocas una sanción juridica, en otras se tr2ta de una San- . prác-
en la prouucción).
ten~r ~a funda fundamentación
procada
ción religiosa, en otros tiempos la una Y la otra, y a veces, sólo,' Tal reunión ha ~e uno de estos dos procedi-
grupos
se hallan sancionados por las norroas costumbristas. tica, ya que para la lI\~estlgaclón de o esos mismos
El separar sólo a las normas juridicas como objeto de las de problemas se pre~lsan en gra~o dSw.n ue sólo ha de llegar a
investigaciones de una disciplina no puede conducir siJ¡o a la mieütos, Y por anadidura que los meto os lima f:)rm~ción técnica.
ruptura de la urdimbre. posea a
dominar un investigador d ~ de diferente.
esas sec-
Por lo demás, la' historia del derecho se ocupa desde hace si-. La c1asificaÓón que aquí se pro!>on~~~~~p ~~rica
glos Y junto al derecho de la sanción estatal. del derecho reli-; ciones pertenece DO Gbst~te. a ~a1 Clt:~C . - ia se sitúa en un cam-
gloso, lo cual, no ~ja de ser evidente8 que a nuestro parecer, ..
. Asiconceptuada, la bistona e a. ómicas
Da de ser extendido a'las demás reglas sociales~ por la ciencia po limitrof~ con J~ historia .dedlas s~~~~:a c;~ la historia eco-
~tua1. En orden a la l1DportanCla , e e ados rque el papel de
Si acept6semos tal definici6n del cometido de la historia del nómica lo dividiremos en vanos ~part tradic~ ?Onalmente lo . denomi,
derecho, el. terreno fronterizo lo consti~ la problemática de la hist¿ria de la:; ",ciencias econóIDl~as,- ó cas título poco
particu 1ar
las normas que regulan la actividad económica en la sociedad, la.c; nada como hi s t on a de dad las doctnnas apelecon
un P de mi,
carácter
cuales entrarían así en la historia del derecho. afortunado en la act ual 1' , es
Es evidente que la cooperación habría de ser eStrecha entre. 65

~ Res 100. S
;~ '..' ~~~. ~-.i~~l-- .", "-~~""'r:~.
"
,<
en el mundo d~ la ciencia económica actual, que no puede cij\ estos fenómenO$\$oI:1'sin",;duda algUnal,:xadablé$" ~',co~ó,
,!,;~,(, .~al:~s'
91',,:;,', ,
"",., _;~i '", \H,'"
entran en Ja histods.. ','
?ar:arse, por ejemplo, con el de la historia del derecho enl
Jun~prudencia o con el de la historia técnica en las 'cienciaS: En Polonia se han realizado 'grandes progresos en la historia
técmcas. "'~ de la cultura material. Ya pertenecen al pasado las justas impu-
Verdaderamente, la historia de las doctrinas económicas, sien-O¡! taciones formuladas por Rutkowski en el' inlorme' que elaboró
do u!1a ~e las disciplinas históricas, es una parte integrante deS: antes de la guerra Y publicado inmediatamente después de su
las ClenCJaSeconómicas con las cuales vamos a examinarla'. terminación.9 En el 'Campo de las nuevas disciplinas de la cien-
En cambio, el problema de la historia de la cultura m~terial, i. cia, en los centros de investigación y las publicaciones que de
p!an.te~ serias dificultades, tanto más cuando se trata de una) ellas dependen se ha producido, si no una unificación,- al menos
dlSClplIru. bastante joven y por intervenir en la definición desti'" una aproximación de las disciplinas que se ocupan de indagar
cometido diferencias muy importantes." la historia de la cultura material (arqueologfa prehistórica, ar-
En la práctica, la historia de la cultura material se ocupa d,,:¡ queología histórica, etnografía) Y que hasta 'entonces, como lo ,'.

Jos p~oblemas de la producción y el consumo en la más extenst.' mostrara, Rutkowski, habían permanecido aisladas.
acepcIón de la palapra. Pues se trata de dos clases de fenómenos :, En el citado trabajo,IO este. autor defiende resueltamente y dela
mu~ .diferentes en lo esencial, de dos extremos opuestos de la;, tesis sobre el carácter diferente de la historia económica
aCh':ldad ~conómica sO,cial, pero que se prestan sin embargo, a la historia de la cultura material. Los argumentos' que utiliza
ser Inves,hgados en el marco de un mismo complejo investiga- son teóricos y prácticos. Partiendo del punto de vista ue lateo-
dor Y,por los mismos especialistas, por toda una serie de razones ría, Rutkowski llega a la división de los fenómenos culturales
prác.tlca~ y e~ particular el probl~ma de los métodos Y de la en tres clases: la cultura material, social y espiritual. por lo cual
técmca InvestIgadora. considera la historia de la cultura material como el primer equi-
Desd~ lue~o, no pertenecen a la historia económica ni el acto valente de los mismos Y como segundo la historia económica.
p~oductIvo, m el de consumo en el sentido material de l~ palabra, Este concepto da lugar a muchas reservas al,igual que la división
nI t~mpoco el proceso químico que se elabora en el sistema di- en que se apoya. Bajo el punto de vista práctico ~y teniendo ..
gestJ~~ humano. Sólo ent.an en ella los factores sociales que en cuenta su practicismo Rutkowski sitúa en lugar preferente
:,ndlclonan estas consideraciones- señala la diferencia en la técnica investi-
l~~ magnitudes, las formas Y la orientación tanto gadora y ligada con ella la necesidad de domin=\r las distinlas
e la prod';1cclOn como del consumo. En cambio, el aspecto ma-
tellal relatIvo al proceso tie producción pertenece a la historia ciencias auxiliares ,por part:e, de los trabajadores de cada, una de
de la cultura material., estas disciplinas (en la historia de la culturam..terial: las cien- .

Por el contrario, del aspecto material del proceso de consumo cias naturaies Y técnicas), moti'ladón ace.tadisima. '
lIólo le pertenece el s~ctor del mismo que, en general, entra en',
"
Nosotros mantenemos resueltamente la tesis' sobre iGS ras-
I~ .esfp.~a de los fenómenQS de carácter histórico. Los procesos gos distintos de esta~' disciplinas, attnque nos' inclinaríamos a
fISIOlógicos tIenen. u.na índole extrahistórica, o sea que los ins- reconocerle una esfera algo más extensa a la historia económica
ti UI~entos de nutnclón de los habita!ltes del Estado de Miesko* y algo más reducida a la historia de la cultura material, en
fUnCIOI1a~an de la misma manera que los nuestros. Se trata relación con lo que, al parecer -pues no lo manifiest:\ clara-
de;:una !:Ierta aproximación que, con el desarrollo de la ciencia mente~ Rutkowski afirma.
habrá que rectificar. En cambio las exploraciones relacionadas Entran incuestionablemente en el ámbito de las all'ibucion<.'s
c~m el aspec~o materi~l del consumo &tañen a 'las ciencias hist6- de la historia c:conómica los actos de elec:'ción de la eLonomía.
rt':as, es d~clr, a Xahistoria de la cultura materia] si puede con- y más que los actos en sí mismos como fenómeno psicológico,
tcs~ar a )~reguntas tales como: «¿Cuáles fueron los medios los f~ctores sociales que los determinan y hacen que se realicen
qUI;;se u&:llizaron para preservar del fria la casa cuyos vestigios de un modo manifiestó que posibilite 'i.ndagar su regularidad, al
c~tamos excavando Y e!l. qué. medida se consiguió? ¿Cuáles pu- someterse a la ley del gran número. Los actos de e!eccion ~co-
dIeron ser los efectos fisIológIcos de los alimentos que entraban nómica se producen en cada etapa del proceso económicG, tanto
en la nutrición del hombre de una época determinada?, ctc. Pues en la' producción como en el consumo.u El anáiisis. de estas
determinantes sociales entra de lleno en la esfera de la historia
económica.
De esta afirmación se desprenden importantes consecuencias.
; 1, rey de Polonia del ai\o 960 al 992. Considerado como d
dMíesk 0
fun a or d e.1 Estado polaco. SU a1iann con los chccos y su casamiento con
Uombrowa dieron origen a la evangelJzación de la nación polaca.' (N. del T.) .
Pues resulta algo así como la falta de autonomía de la historia
de la cultura material, o sea que ~sta disciplina, dentro de su pro-
66 67

IIL..-,.
" -,:;~ .. .'~j~>',,~~~.~,::~\,
':
. ',' .,

materiai y cQI1'arreglo' 'a. sus propios métodos, no puede} -ni los centros investigadores o las publicaciones especiales,-
solv-er sus cuestiones fundamentales. La técnica, que teórica. a pesar de que en la práctica se trata de disciplin3~ científica.
I?ente se. conoce en una sociedad .determinada en un. período de mente distintas. Una de las disciplinas que más se diferencia
tiempo concreto, es objeto de las 'definiciones de la historia de l¡tl es la historia del movimiento obrero como parte de la historia
ciencia. La técnica que se utiliza en dicha sociedad pasa a scr\ de los movimientos sociales. Con independencia de su diferen-
objeto de la historia de la cultura material. Ahora bien tenemoS:' ciación cualitativa de los movimientos sociale~ ([ue 10 anteceden,
el hecho de que la elección de la técnica utilizada e~ relación¡~,' ~l movimiento obrero constituye indudablemente para la histo-
con las t~cnicas conocidas, la no aplicación de unas IR amplia' ria la última de las etapas conocidas entre ese gran conjunto.
y rápida difusión de las otras, etc., todo ello son fenÓmenos eco.:' No es este el lugar para analizar el problema de saber si la
nómicos, resultados de la elección económica, :;:s decir, proble.', historia de los movimientos sociales debe ser o no una discipiina
mas que atañen al objetivo de la historia económica..';! autónoma. Pero el hecho es que en parte es distinta mientras
Sin embargo esta cuestión no debe inquietar a los historia~;: que en su cenjunto se distingue realmente n.o' como disciplina
d?res .de la cultura material, pues no existe ninguna disciplina!', sino como esfera de interés de m"merosos investigadores. De ah'
hlstónca capaz de dar luz a sus propios problemas, utilizando;, Ja necesidad de situarla con respecto a la historia económicp
sólo sus propios materiales y sus propios métodos. Por otra.' Los movimientos sociales son actividades masivas cuya fin:
parte la dependen~ia entre la historia económica y la historia {; lidad tiende sobre todo a la consecución de dos cati!gbrías d
de la cultura matenal es, en este caso, bilateral. Así, por ejemplo, . objp.tivos: el cambio del sistema existente en el reparto de I
no puede haber solución al problema de la difusión de cualquier renta social y el cambio del vigente sistema polítiC9. Desd
técnica de la producción sin un análisis previo del cákulo inver. . luego, esta es una división en abstracto. En la reali~ad soci~
sionista. el cual s610 puede ser realizado por la historia económi.r concreta, estos aspectos no se prestan a menudo a una particiór
ca. Pero no hay ningún análisis económico del cálculo inversio.-; Esto sucede así porque el sistema político existente es la garar
nista sin el conocimiento del correspondiente cálculo técnico. tia del existente sistema de reparto de la renta social y -que po
(magnitud de la mano de obril, rendimiento técnico,etc.) cono.- j lo tanto al aspirar a un cambio del primero se golpea al segund.
cimiento que ha de ser facilitado a la historia de la cult~a ma. it y viceversa. Y sucede de ese modo incluso cuando el movimientl
terial ~or la. historia económica. Este caso ha de presentarse de.' ,investigado no es consciente de esta ligazón. -
la misma forma. en otros ejemplos. De este concepto se desprende que la lucha por la transfor
Es decir, que la distinción que aquí tratamos de establecer! mación del sistema político, es decir, por la transformación de
es una cii:;tinciónteóri~ En la práctica de la vida científica,;~ carácter del Estado, se halla íntimamente ligada con la bi-;toria
han de aparecer y deben aparecer tnbajos que traten de ésta. política y la lucha por el cambio del sistema de reparto de la
o de.o~as c~estiones en su in~egridad. En el ejemplo ya citado renta social con 1&I).\storia económica.
de las lDverSlones, tQI1to desde el punto de vista técnico como La cuestión seria fácil y podríamos dividir estos dos grupos
en cuanto respecta al cálculo económico, la tarea no ha de ser de problemas -tanto más cuanto que no se trata en general de
fácil ya que ha de exigir del investigador el tiominio dIOlos dife- una disciplina aparte- de acuerdo con ese criterio entre la histo.-
rentes procedimientos y a buen seguro que una parte del traba- ria política y la historia económica si no fuese porque esta di-
jo ha de corresponder a los historiadores de la cultura material, visión ES abstracta y que en ]a práctica investigadora no sólo
por C1.Janto a éstos lp,s será más fácil dominar el método eco- no podría utilizarse sino que podría ser perjudicial.
nómico que no .u hist.oriadoi"' económico los métodos técnioos. , Este problema va unido a las dificultl\des de la diferencia.
Sin embargo, el camino para la investigación integral d~ este dón teórica de esta ciencia. Pues, ¿qué es en r~alidad el «movi-
tipo de problemas ha de revestir en este caso como en otro5 ; miento social»? Si se trata de la aspiración a mantener las exis-
muchos aspe¡:tos un carácter de trabajo ¡:olectivo. tentes relaciones sociales cun sus cambios relativos, entonces to-
das las actividades humanas entran en esa. defhuci6n ya que
torlas o bien encajan en su molde o bien lo rompen, -o consolidan
La: historia económica y la historia de los. movimientos sociales - . ese marco o bien lo debilitan con su comportamiento a favor
o en contra del mismo. Así, habrían de pertenecer a la historia
La existencia de la historia de los movimientos slJCialcs como de los «movimientos sOCiales» la actividad «conservadora», o «re-
disciplina. diferenciada se halla puesta en tela de juicio teórica- volucionaria», pero sólo en tanto que dichas actividades fueran
mente e mfunde dudas desde el punto de vista práctico ya que bastante fuertes y muy organizadas. Y esto no puede constituir
de ella no se ocupan las cátedras universitarias especializadas, ninguna base de diferenciación.

6S 09
~
"-
; ~ ,--: :,_...
~-,,-::-:-~~.., _.~~
"-~:'f'! :--"'-~7-{~:-cc--;--F'-~ ,;'~ - -

:i'r~,:~j:;li~¡?,-i':'s "'1<:
-
Consideramos la historia de'lo~?movhnientos sociales -'eO' . "La- historia ecOnómica
una parte integrante de la historia política ya que ...:.con$Cien y las demds disciplinas llistóricas autónomas
o inconscientemente- tienden siempre bien al mantenimient'
o a socavar el sistema jerárquico social existente del poder:{
_f'

La práctica de la vida científica ha llevado a la emancipación


.
del Estado. El separar a la historia de los movimientos social de un gran número de disciplinas, cuyos criterios de diferencia-
de la historia política seria como dejar de ella un muñón de!i ción se entrelazan a menudo de las más diversas formas. Para
provisto de todo sentido, significaría como volver alas enveje" la historia económica lo importante es su existencia, los vínculos
das -tanto para la ciencia marxista como para los conceptó,$ éntre ésta y aquéllas y, en primer lugar, los beneficio~ que even-
progresistas de la ciencia burguesa- concepciones de la historia' tualmente puedan extraerse de sus, conclusiones.
política como suma de cuestiones diplomáticas y militares.,i:~ Siendo imposible referimos a todas en este trabajo, centra-
De ser así, la relación entre la historia económica y la histori",: remos nuestra atención en algunas especialmente importantes
de los movimientos sociales ha de presentarse a semejanza -d', para la historia económica.
su relación con la historia polftica. La historia de los movimie~
tos sociales ha de aproveéhar los re~ultados de la historia ~¡ lA historia económica y la historia militar,
nómica para la comprensión de las condiciones económicas en Existen varias afinidades entre la historia económica y la hi5-
las cuales se desarrollan dichos movimientos, los motivos ecQ:., toria militar, una de las cuales es el problema de la producción
nómicos que los provocan y los objetivos económicos que los' para .finalidades militares., Nos. re.ferimos a ~a producci~n del
guían. En cambio, la historia económica ha de aprovechar los', armamento, que tiene como objetivo el c-.lbnr las necesIdades
resultados obtenidos por la historia de los movimientos socialeS \ del ejército (abastecimiento, uniformes, equipamiento, etc.), l~
por .cuanto el movimiento social suele ser el mejor criterio de; construcción de las fortificaciones y de las vías de carácter nu-
la situación ec;onómica en la cual se encuentra la clase o el. litar, etc.
grupo social nacientes y P9r cuanto el movimiento sociat y en': Cada actividad productiva tiene un carácter económico y q'.1e
especial si lo entendemos "en su amplio sentido, es -decir, no;, como tal se sujeta a los elementos de la historia económica. Por
s610 como conjura, revolución y barricadas, sino bajo. el aspec~¡ lo tanto ha de ser investigada por los historiadores económicos
to de una lucha de clases que se desarrolla con mayor o m&; tanto en lo referente a sus aspectos esenciales como actividad
nos intensidad y con diversos métodos, constituye un factor;~ económica como en lo que atañe a sus lados prácticos, ya que el
común para la conformación de cada reparto de la renta social historiador económico', se balla preparado para establecer el
y hasta para la magnitud de la misma. - cálculo relativo a una empresa determinada. En ciertos caso:;,
El movimiento social como tal no representa ni 1m conjunto estos temas tienen para la historia económic&una importancia
de actos de elección económica, ni una actividad - económica! trascendental, bien porque la producción con fi'1es militares
accidental, por lo cual esta temática no pertenece en el sentido, -que con la mayor frecuencia tiene un cará~ter estatal o. se
estricto de la palabra a la historia económica. Pero resul~ evi-) desarrolla bajo el control del Estado- suele dejar tras ella ncos
dente que no es pcsibte imaginar el análisis de cualquier pro¡ documentales; bien porque, como 5uele ocurrir en d(;terminada~
blema hístórico-económico sin conocerla. épocas, la producción de carácter militar, al tener generalrnentt
También en este caso ponemos de relieve que la diferencia- ,; un 'aspecto masivo para su tiempo y al estar consagrada a un
ción que acabar.:lOs de establecer no puede ni debe entenderse'; consumidor masivo, provocará la aparición de formas nuevas, de
como una proposición encaminada a crear un marco al que \:- '.111progreso ern las formas de la técnica y en la c!'ganización so-
habrian de sujetarse 105 temas de indagación o la labor cien- cial de la producción.
tífic.:a de los diferentes investigadores. Al contrario, el interés ' La producción para fines militares tiene también 5l1Srasgos
concreto del científico, el carácter del problema, la índole del' específicos. En ella se presenta, por ejemplo, de. ~m modo ~uy
material de fuentes han de aproximarle más de una vez al trata- diferente el problema del cálculo y de la rentabIhdad. El hlsto-
miento integral de t31 o cual problema lo que, como lo hemos riador económico tiene la obligación de tener en cuenta estos
dicho reiterad2mente, suele ser beneficioso para la ciencia. En raSgos específicos y de investigarlos. ,lo
este aspecto es más factible aún ya que la recíproca dominación' Por otra parte existe una dependencia contraria. Ya que el
- de los métodos de investigación por parte de los especialistas objetivo de la producción militar no entra en las categorías
de ambas ramas y en especial por la de los métodos de la histo- económicas, el historiador económico no es útil utilizando sus
ria política por los historiadores económicos no. ha de. presen- métodos, para aclarar una serie de decisiones y de opciones de
tar grandes dificultades. - . .
una importancia decisiva para la significaci6n fundamental de
70 . 71

~~
la magnitud y las finalidades de esta producción. Aquí, de una base de, apro\'isionamiento para" los ejércitos, de ,pastizales
'

aprovechar los análisis realizados por el historiador militar para la caballería, de una cuenca industrial para la producción
sus, procedimientos, sumándose a ello con su~ resultados los del armamento, han sido un factor casi y a veces decisivo para
hitoriadores de la cultura materia!. la elaboración de los planes estratégicos. realizados con mucha
El segundo campo de afinidad lo constituyen los problema9: frecuencia a costa de enormes sacrificios. ,

ligados con lo~ efectos económicos de las operaciones milita";?:i De todo cuanto hemos dicho llegamos a la conclusión de que,
res. La separaCIón por la línea del frente de los territorios quei,l' en la mayoría de los casos, la historia militar ha de utilizar los
con anterioridad se hallaban unidos económicamente o la liga.;!~ resultados de la historia económica y, si ello fuera posible, la
zón de los territorios que hasta entonces vivían económicamente¡~ historia económica debe conocer la problemática de la historia
aislados, tiene para la historia económica una gran significadón,{ militar.
por lo cual requiere del historiador el conocimiento de los re-;.
sultados de las investigaciones de la historia militar (y en todo 'y La historia. económica y la historia de las Iglesias
caso de los lugares atravesados por la línea del frente la esta.& La histor:c-de-cada una de las Iglesias debe sujetarse ~ la
bi~i?ad o la movilidad de esta línea, etc.). Las deva~taciones ;"" historia de una organización social en su conjunto (doctrina
mIlItares en orden a la economía, su' magnitud y la duración de é y práctica ideológica, organización, actividad normativa y esfe-
los efectos de estas destrucciones, tomando en consideración si' . ra de su influencia, relaciones con las demás organizaciones
esto~ efectos s~ limitaron. a la destrucción de los artículos ya sociales empezando por el Estado para finalizar con la base.
fabncados .0 SI se extendIeron y en qué mediJa a los medios,', económica).
de produccIón, pueden ser indagados por la historia económica ' Así concebida, la historia de las Iglesias exigiría de quienes
de cuyas consecuencias puede aprovecharse la historia militar: : la elaboran el conocimiento total de unas técnicas investigadoras
ya que no puede haber ninguna averiguación de los fenómenos tan heterogéneas que en la práctica sólo es posible para una
(en este caso, de la guerra) sin conocer sus efectos y también labor colectiva.
las destrucciones de carácter económico. ~ Entre la historia de cada una de las Iglesias concebida y la
. El. terc~~ sector limítrofe entre la historia económica y la
hIstona mIlItar es el problema ligado al potencial económico de
: historia económica, se perfilan al menos .;dos campos limítrofes:
a) la actividad normativa de una Iglesia determinada en re-
los Estados beligerantes. En principio, corresponde 2 la historia lación con los fenómenos económicos, y
económica el contestar a la pregunta y sólo ha de responder,; b) la base material de la Iglesia. ,
correctamente a ella si los especialistas de la historia militar En aquellos aspectos en que la doctrina de la Iglesia no crea
se la formulan. Pues no está en las atribuciones del historiador en la práctica ninguna norma social no nos interesa, pe¡:O, en
,~ económico el decir cuáles son los elementos de la vida económi- Cllanto a la teoría religiosa de: los fenómenos económicos hemos
ca sobre los que se asienta esa parte del potencial económico d~ ocupamos más adelante de ella al tratar d~ las relaciones
que en .~R época determinada tiene una significación para los de la historia económica y de la historia' de las doctrina:; eco-
fmes mIlItares, ya que se trata de un fenómeno que suele sufrir nómicas.
considerables cambios en el tiempo. y .la
En ca..'1ibio, su actividad normativa o se¿>,la elaboración
Por último, existe otro campo limítrofe entre ambas discipli- difusión de las normas del ccmportamiento social, concebidas
nas 't es la problemática relativa al influjo de los facto:res eco- bajo una forma jurídica o no, se enmarca en el concepto de la
nómICOS en la proclamación y la terminación de las guerras y
en el curso Ge las opemdones militares.
E) i.nte:rés económico de los medios determinados de un país
cualq11lera en cO!1quistar un territoriG han sido más dI;: una
I\~
r.
historia del derecho según la concepción que proponíamos. ?e
s~r aceptada e~ta idea, la relación entre la historia económ.¡ca
y est~ aspectú de la historia de la Iglesia ha de ser parecIda
a la relación de aquéUa con la historia del derecho. Nos hemos
vez el origen de las contiendas y como tales deben interesar a la de interesar por el contenido de las reglas de las actividades
historia. m~litar, aun cuando el problema en sí sea un problema económicas. así como a su difusión y su influencia. Para la inda-
económICO y como 1:al deba ser indagado por la historia económi- gación de estos fenómenos, es imprescindible la cooperación de
ca. Así, tenemos que el agotamiento de las reservas económicas los especialistas de ambas disciplinas.
de un Estado beligerante sneleser la causa de su capitulación. El historiador económico debe facilitar los materiales para
En las actividades militares concretas, en los planos estratégi- la comprensión de las causas que están en el origen de tal o cu~l
cos, han desempeñado un importante papel en todas las épocas norma, de sus rasgos sociales y de su. significación práctica. ~~I-
las consideraciones de tipo económico. El deseo de conquistar mismo, debe ayudar al historiador religioso en la exploraclOn

72 73
. ; ..-:-:.~.~._~~
~, -wr.1\,~iJ, ,
, -~~"-'
, - - .-. -4---:","-'---' . .- --
"Y" "
,'''~
/, \~,,,,'':''''
, ',:: ,
:;,:,';'-~-;"~~~~t:.

;';: .:';iiC:"c~/,'T\;~~",'"
.
,';;, e'~la'¡
'. ~u~iÓní'diías reglas ya que el materj~l que él elabd caso de la historia de los judíos como consecuencia de causas'
.

..debe ..perrmtir enterarse si una norma determinada era obli¡{ históricas defi.nida!i.
toria en la .práctica.; Teniendo en cuenta la necesidad a la cual ya nos hemos refe-
Otro. de los aspectos es la base material de la Iglesia. Aqu" rido del conocimiento de ciertas disciplinas auxiliares por parte
son posIbles dos variantes: o bien la Iglesia basa su existenci¡ del que desee ocuparse de la historia de los judíos, en 18:p~ác.tica
en las ofrendas materiales de los fieles (bienes naturales o di~ ésta no deja de ser, en mayor medida que las otras disclphnas
oero), bien dispone además de eso de sus propias empresai de la ciencia histórica, un tema para las indagaciones empre!l-
~ o de producción.
económicas .
didas sólo por sus especialistas, los cuales, como consecuenCia
En el primer cas? nos hallamos frente a una acción de gr de estas mismas causas, ya no se especializan en ella de un
vamen ~eJa población, es decir, con una manifestación de lo modo real sino más bien cronológico, dedicándose a la historia
que pudi~amos llamar un segundo reparto de la renta social: de los judíos en sU' conjunto bajo diversos aspectos.
El hIstonador religioso debe indagar las aportaciones de la po- A pesar de que la historia de los judíos constituye en efecto
blación a favor de la Iglesia. Pero de hecho la comprensión una parte integrante de la historia económica en gene~al, e~ la
~e este fenómeno sólo es posible con la introducción en la tota::' práctica es un tema especializado .para los grupos de lO~estl~a-
hdad de la problemática de la magnitud y de la distribución de:' dores y con mucha frecuencia olVIdado por los d;m~. histona-
!a ren~a s,?cial entre las distintas clases sociales, a través de lá' dores económicos. Aun cuando este hecho se halla JustifIcado por
InvestIgacIón de lo que representan con respecto a las demás' motivaciones de carácter técnico, no deja de suscitar efectos
categorías -de su reparto, lo que constituye una problemática perjudiciales' para las posibilidades de una ~íI?t;sis de la hist~~a
fundamental pa.a la historia económica.
En e~ caso de que las Iglesias posean sus propias empresas!
. eccnómica del país así como para las poslblhdad~s de anáhsls
de más de un problema económico general y particular.. En
económIcas, éstas pertenecen, como cada empresa económica) Polonia, los judíos, incluso en las épocas en ~ue ~vían en lo.s
plenament~ a la historia económica ya que ésta es la única GU~~ más cerrados ghettos, nunca estuvieron en el alslromentc;> econó-
posee los mstrumentc;>s adecuados para la indagación de las mis- r mico, como lo prueba su unilateralidad prc;>fesional,,v.anable en
mas. Desde. luego, dichas empresas pu~den tener y tienen sus.' el tiempo pero que en cada época se perilla con mtldez. Refe-
~erechos. Ha de interesarnos el <:ontenido de las normas rela-' rente a la vida económica de un territorio cualquiera (y en las
t!:as. a la activi~ad ~conómice sólo en los resultados de la inveS: épocas ulteriores de un Estado) es un conjunto vinculado inte-
tIoa~I~n de la h~stona de las Iglesias. Después, los resultados del \ riormente, el desconocimiento de uno de los eslabones del cual
anál1~ls económICO de tales empresas (ya sean ~os bienes de la! constituye algo en cxtremoperj\ldicial. Además, reIX:tim~s, 'es
Iglesia, o los d~.l Bancc del Espíritu Santo) han de ser apro- frecuente que el investigador que se consagra a la hlstona de .
vechados por la historia de las Iglesias. .
los judíos casi nunca se especializa. en eila; por lo tanto, a1 no
operar en la mayoría de los casos con los instrument?~ adecua-
La historia económica y la historia de los iudíos dos para el análisis hi:;tórico-económico. presenta dIficultades
Contrariamente a los puntos anteriores, nos 'enc~ntramos aquí el aprovechar. sus ¡-esultadcs obt:midos.
~~
sólo con un pr?ble.ma ~eóri.co sino con un p.oblema práctico Con independencia de las cuestiones que a~uí se ~~ abc;>r-
.es~ltante de la ciencia histónca de wla serie de países, en es- dado en la historia de los judíos como oomul1idad exibada, In-
pecIal de la Europa Central. tervi~nen esos mismos camp.Js limftrofes de la historia económi-
ca, que ya hemos reseñado antes al hablar de la historia de las
~ historia de ~os jUd,íos, a semejan~ de la Je cada grupo
nac.°!lal, y más aun de .os. grupo:> nacIOnales que a través de Iglesias.
!os .s~glos goz~ron de una organización, constituye u,"1 objeto
J~st¡~lcado de lOterés y de especialización. En este caso la justi- U historia económica j la Ilistoria
fiCliclón. es tanto mayor ya que la labor científica en este te~. de las diferentes disciplinas del arte
DOr,eqwere elcor..ocimiento de cienos conceptos au."tiliares '=Omo . La historia de cada disdplina artística se sujeta de :uguna
son el ~e las"doc!rinas religiosas y las normas obligatorias en ,1 manera a la problemática de la historia económica; necesita ser
un medio detenmnauo, el del idioma y de la paleografía la ' ayudada por ésta al mismo tiempo. que la pue~e aY,Udar.. .
cronología, etc. ' La historia de la literatura es afín a la hls:tona económica
En el ~so de una especializac~ón de la historia de cualquieJ en dos campos de intereses: a través de la interpretación de la
grupo' nacIo~al, las cuestiones económicas han cie ocUpar UD obra literaria en su calidad de fuente de una época y a través
lugar preemmente. Esto se manifiesta de manera especial en ~ de. las cuestiones de la divulgación de la literatura (impresión,
74 75
"~--T~ ~ ,:'~.-
~ -
'---""T'-C-~ _.::~-~:'~~~;~ ,',',',1
'.'
-'ir-~~"-::-.~ :-'~'" ""-~~"-"'~'~~"~~-'---~'~~:'~~-~--.

"",crcio de libros, base material de'lasPublicaciones litera" una parte,y'Jahistoriá':dela ~quit~'tura¡ de' la urbanística y
No sabemos en qué grado las adquisiciones de la histQ de laal1esanía artística, 'por otra parte; , , ,
~onómica puedan ,servir a la interpretación de la obra literari "
La histoda de la arquitectura y de la construccl<!n de l~s
.

t.lOto más cuanto que las numerosas wIgarizaciones de la é '" ciudades y poblados, siendo la historia de una determmada dis-
anterior provocaron en algunos bistoriadores de la literat ciplina del arte es también la historia de una ram~ de la pro-
,('
\' t"n especial en los lectores de las obras histórico-literari ,- ducción, 'que la historia económic~ n~ puede olYI.dar en sus
~na gran desconfianza. Sin embargo, la existencia misma de e investigaciones, ya que tiene la obhgaclón de y~nhcar en ella
utilidad es incuestionable y sólo puede discutirse su alcance q1f la organización social, la financiación, la rentablhdad de la pro-
depende del tipo de la obra literaria investigada. Desde el ducción, etc. Con los métodos disponible~, de cuyos resultados
clarecimiento de unos pormenores a veces insignificantes has" y de
1:1solución fundamental del conflicto de la obra en ciertos casó'
"
puede beneficiarse la historia de la arq~tect~a ~ urb~-
nística. Por otra parte, sin embargo, la histona .econ~mlca, uti-
v en algunas categorías de obras literarias, la historia económi' lizando sus métodos no estará en condiciones de mvestlgar todos
en mayor grado que otras ramas de la historia, puede ayud ' esoSproblemas.
a la historia de la literatura. . . .
Por regla general, sin la ayuda de .l,?s especlahstas, el histo-
En este aspecto existe una dependencia por ambas partes riador económico no estará en condiciones de comprender la
La obra literaria en tanto que fuente histórica es un testimoni' función social, los valores sociales y las faltas ~e ~a obra ~-
de los problemas de su época. A veces, da una imagen de lo' quitectónica o urbanística, ya que según el cnteno artístico
conflictos sociales de su tiempo, otras refleja con nitidez los pueden' no interesarle. ..
conflictos económicos, esclareciendo la situación económica de' ., . ,
La construcción ha sido siempre y continua siendo -y apenas
los diferentes grupos sociales, la plataforma de sus luchas inter~
nas, etc. de un modo a veces irreemplazable. Sin embargo, e si nos -encontramos ante un viraje en este aspecto- una ,pro-
ducción excepcionalmente laboriosa,por lo que merece un mte-
carácter especifico de la obra literaria, el camino que, partiend
de la observación, conduce a la ficción literaria, los métod~, rés especial, del historiador económico. El papel de las ~an~~s
que permiten separar en la obra los elementos reales de lo inversiones de la construcción para el conjunto de la SltU~C:lOn
eíementos convencionales, todo ello s°I:1 problemas pertenecieit.
'
en un mercado determinado (la teoría keynesiana del ccoef~clen-
tes a la historia de la literatura, sin cuya ayuda el historiado' te» no se refiere a las 'épocas antiguas, pero hace re~leXlonar
económico o bien no podrá' aprovechar esta preciosa categorl' en relación con toda la economía ~e. mercado.> deb~ mteresar
de tu entes o bien lo hará de un modo ingenuo. a los historiadores económicos. Por último, las mverslones en la
construcción son costosas y ayudan a la libre circulación del
El ~egundo punto de ~onf1uencia son los problemas económl;" capital. Todos esios prQbleiUas. a~c:sti~ queh~ 'de ser asun-
cos que' se hallan vinculados a la difusión de la literatura. LaS)
cuestiones que entran en juego (la edición, el com~rcio de los' tos de especial interés para la 1llStona económIca ,y q~e sólo
libros, la base material de las publicaciones literarias) constitu- pueden ser resueltos con la colaboración con los hlstonadores
yen un campo para la historia económica, de cuyos resultados "" de la arquitectura y de la urbanística que son las q'le hallde
ha de beneficiarse la historia de la lit~ratura. Por otra parte~: beneficiar3e de estas investigaciones, ya que ambas han de, s~ber
las necesidades de la historia literaria deben centrar la atención; qué esfueno económico representó y qué efectos ec()nOIDlCCS
de los historiadores económicos en estos problemas. Para deter-.~ tuvo, por ejemplo, la construcción de las gig~tescas catedrales
minadas t'pocas, debido a la buena conser¡ación de los archivos,! góticas en una localidad relativamente: pequena. o ,la asombrosa
no es posihle ni r.ecesario investigar todas las empresas de la «coyumura constructora» en la Poloma de CaslImro el Grande.
base documental existente; Sf; indagan los casos típicos y aque- La historia de la artesanía artística y de las manufact~as
Has empre~as que tengan un interés especial y que e) historiador, '
r artísticas (y sólo entran en juego estas dos formas de orgaro~-
económico tiene la obligación de contar para las necesidad¡::s ción ya que la producción en este campo sólo puede eXl,Stlr
de la historia literaria. a través de su proceso manual, por lo. que. no hay cfábncas
La historia económica siempre tiene alguna ligazón con la artísticas») constituye una parte de la histona de la artesama
historia de cada una de las disciplinas del arte, como con la de ' y 'de la historia de las manufacturas, y como !aI ~rtenece a la
la música a través de la industria de los instrumentos musicales, historia económica. Por ser una parte de la histona de las ~m.
con la de la pintura por la cuestión de los cuadros como objetos presas, es imprescindible para su ~sis el método eco~óIDIcO
de especulación y de atesora.-niento. Sin embargo, los lazos más del cual no suelen disponer los histonadores de~ arte. Sm em-
importantes son los que existen entre la historia económica, por bargo, 'su interés por estas ramas de la pr?rlucclón?:- propor-
cionado la aparición de una serie de trahaJos de utilidad para
76
77

.'<.,----.
1) ,
,\ - --, -- . "-1L- _&-
'"
, '----------.-
'

, él historiador económico. Pero en principio, esta parte analii~ Su lema de combate, «historia integrab. sepuso'ge m Odél,e.f\,
, ,-'
debe ser' aprovechada por el historiador económico ya que!"" Occidente.
,
no ser así y dadas las imperfecciones de las categorías de lo , Pero es preciso aclarar una serie de dudas en esta polémica.
análisis económicos, los resultados podrían ser difíciles de apr' El lema de la cintegraCión,. de las investigaciones sociales es
vechar científicamente y el trabajo habría de repetirse. Por ot1' ' un lema positivo. Expresa la comprensión de la complicación
parte, el historiador económico debe beneficiarse de la ayuda del~ multilateral de los fenómenos sociales, la complejidad de su re-
historiador del arte, sin la cual sería difícil establecer tales cues-t cíproca influencia, la interdependencia funcional de todos los
tiones como el carácter de los productos, su nivel suntuario en~ aspect!>s de la vida social. Este postulado lo encontramos no
,
s'u época, las clases sociales que los adquirían y a veces incluso;;' sólo en las ciencias históricas sino en muchas otras discipli-
e~ esfuerz°,.Y los. cost?S de la producción d:,l~s mi~mos~ etc nas y en plimer lugar en la etnología. Pero se plantea el proble-
Sm la ayuda¡,del hIstonador del arte, le sería dIhcIl al hIstonador' ma de cómo entender este lema y cómo cumplir este postulado,
económico hacer uso de esa fuente tan importante para la hist~ lo cual no ha de conseguirse con la negación de la especializa-
ria de esa rama de la producción como son los objetos que Sej dón científica sino a través del mejor aprovechamiento de ésta.,
han, conservado hasta el presente y cuyo análisis e identifica~'} Las diferentes disciplinas científicas disponen en la actuali-
ción requieren unos métodos totalmente diferentes.;,.:r:'. dad de una gama tan rica, tan compleja y variada de métodos,
,1: que hace dificil esclarecer por igual los aspectos económicos,
¡:i:1' jurídicos, sociológicos, militares, etc. Estos procedimientos cons-
La historia económica y el problema de la historia «integral» tituyen la gran conquista de la ciencia. Es imposible renunciar
:f a su utilización y' una obligación contribuir a su desarrollo y
,
, Respecto a esta cuestión se han acumulado numerosos ma;"~ perfeccionamiento, en especial con su aplicación a los materia-
lentendidos. Lo.. historiadores siempre han visto con desagrado" les extraídos de otras sociedades, y por lo tanto a los materiales
la aparición y el desarrollo de la nueva especialidad histórica, históricos.
la historia económica. Más de una vez era desaprobada por quie.~, El camino hacia la chistoria integral» no es la anulación de
nes soportaban perfectamente las disciplinas autónomas como~ las disciplinas especializadas, sino la consolidacióri de las mis-
son la historia del derecho o la historia militar. Son muchas las~1 mas. Como quiera que el más genial de los investigadores no es
razones que a ello contribuyeron y' no fueron de las menores capaz de dominar a la vez todos los modernos y complejos mé-
las de carácter ideológico. Los investigadores que se ocupaban. todos de indagación en tod&s las especialidades, sólo podremos
de los fenómenos de la base económica eran sospechosos -y a '1 acercamos a la chistoria integi-ab por medio de una hihor
lo son- de huscar en los fenómenos poreHos indagadas la d' colectiva.
terminación de todo el di~curso de la historia y en primer lug8 La especialización positiva ha de decidir la pregunta que el
los fenómenos políticos e ideológicos. En fin, eran :;ospechosos'; investigador se plantea a sí mism:>.
a menudo sin razón, de apoyarse consciente o incon:;cientemeÍ1te~,f Si la pregunta tiene un carácter económico, la re..puesta con-
e¡:1 el material!smo histórico.:: cierne al historiador económico y en tal caso ha de conseguii'se
Por otra parte, al ocu;>arse de la historia de las masas popu.J con el aprovechamiento de todos los métodos suministrados por
lares los investigadores mostraban los aspectos "vergonzosos..\;' , la ciencia económica. Pero tratándose de los fenómenos de tipo
de la historia, revelaban la miseria existente, la opresión y la ex-, económico a v,eces influyen mucho los fenómenos de otras esfe-
",
plotación. ras de la actividad social que han de ser tenidos en cuenta por
En cambio, la parte contrar\~, marxista, cuyos méritos en el historiador económico. En este sentido, toda una serie de obras
el desarrollo de las in\'estigacion~s histórico-económicas fue-,' célebres de la influencia del protestantismo en la génesis del
ron tan grandes, se sumó en la época de los errores y las des")' capitali:;mo (Weber, TrOltsch, Tawney y otros) pertenecen a la
viaciones a la tendencia hostil a toda esnecialización dI':: las;! historia económica, ya que tiene un carácter económico el pro-
ciencias sociales. Todo el mundo se interesaba por la historia;,; blema al cual tratan de responder estos autores, aun cuando se
económica -junto con los historiadores de la literai:ura- pero.'~; ocupan, directamente de analizar las. fuentes de la historia de la
nadie en realidad se oCupaba de ella. Sus partidarios eran acu4J religión.u
sados de «materialismo mecanicista», de ceconomía vulgar» y de!/ Si por el contrario, como suele ocurrir, el historiador eco-
no valorar «los factores subjetiv!>s» en la historia.''\'! nómicose da cuenta que en el fenómeno económico por él estu-
Los historiadores y los marxistas más tradicionales y dogmá~~i diado' influyen unos procesos que no puede investigar personal-
ticos se unieron en esta hostilidad hacia la historia económica;/ mente, en este caso ha de apoyarse por una parte en las inda-

78 79
.

~_.._-

También podría gustarte