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1.

Las etapas evolutivas del desarrollo psicomotor

El desarrollo psicomotor del bebé y del niño implica de manera global a un ser en crecimiento y,
de momento, totalmente incapaz de sobrevivir ni de avanzar sin los cuidados de los adultos.

El desarrollo psicomotor es un proceso unitario, pero sin embargo compuesto de la imbricación


concomitante y paralela de dos tipos de desarrollo que los propios padres y educadores perciben
como claramente diferentes:

El desarrollo motor, de las habilidades ligadas al sistema formado sobre todo por huesos y
músculos, capaz de efectuar movimientos cada vez más complejos y precisos. La actividad
muscular está siempre ordenada y coordinada por el sistema nervioso (cerebro, médula espinal y
nervios periféricos).

El desarrollo psicomotor tiene su sustrato fisiológico indispensable en la maduración de todo el


sistema nervioso.

Este comprende sobre todo su órgano más importante, el cerebro, además del cerebelo y el
tronco cerebral, situados detrás del cerebro, la médula espinal (que está físicamente dentro de la
espina ósea de las vértebras), así como los nervios periféricos, incluidos los de los sentidos (oído,
vista, tacto, etc.).

Aunque el progreso en el desarrollo del sistema nervioso y de las funciones psicomotoras sea
unitario, para mayor claridad se suele dividir en tres áreas diferentes:

1. Postura y movimientos (desarrollo motor o de las habilidades corporales).

2. Órganos de los sentidos, sobre todo visión y audición que son los básicos.

3. Lenguaje, que incluye la conducta social ya que es el más importante vehículo de relación.

Piaget distingue solamente tres periodos evolutivos en el desarrollo:

Periodo de la inteligencia sensorio-motora Este primer periodo comprende desde el nacimiento


hasta los 2 años de edad, aunque está subdividido en 6 estadios sucesivos. En esta etapa el niño
responde sobre todo a través de reflejos. Su principal tarea consiste en pasar desde la des-
diferenciación entre el yo y el mundo exterior hasta la delimitación de sí mismo, la diferenciación.
Está caracterizado por su función cognitiva, fundamentalmente práctica, de exploración sensorial
basada en el desarrollo fisiológico de los sentidos y los avances motores.

¿Se puede estimular el desarrollo psicomotor?

El desarrollo de las funciones psíquicas y motoras del bebé se realiza de manera simultánea al
crecimiento físico y junto al desarrollo emocional. Es un proceso armónico y asociado al conjunto
de crecimiento del niño en todas sus facetas.

El desarrollo psicomotor no es espontáneo. Forma parte de la crianza y requiere el cuidado y el


estímulo familiar, es decir la atención constante por parte de los padres. La estimulación que
favorece el desarrollo psicomotor consiste en una dedicación continua para prestar atención a las
necesidades del bebé. El niño, a cualquier edad, lanza continuamente señales de demandas, que
deben ser captadas y satisfechas con amor y dedicación, idealmente por los padres o bien por las
personas que los sustituyan.

Cómo estimular el desarrollo psicomotor durante el primer año


El desarrollo psicomotor depende, por un lado, de las características propias de cada niño, pero
también precisa el estímulo a través de una atención constante de los padres y cuidadores. La
atención cariñosa debe manifestarse en forma de juegos y estímulos en cada área de desarrollo,
diferentes a cada edad.

– Dar cubos o juguetes acoplables, preferentemente de colores.

– Dar pelotas y jugar.

• Estimulación auditiva:

– Imitar sonidos, de animales, del coche, etc.

– Nombrar y señalar objetos, partes del cuerpo, etc.

• Estimulación táctil:

– Dar comida de texturas diferentes.

• Estimulación cinética:

– Jugar con el niño activamente, cada vez durante más tiempo.

2. El recién nacido

El desarrollo emocional del bebé contribuye a su desarrollo psicomotor y social.

Recién nacidos prematuros

Los prematuros llevan un retraso en su desarrollo psicomotor equivalente al tiempo que les falta
para haber nacido a término.

3. Desde el primer mes hasta los 6 meses

Durante la primera mitad del primer año de vida se producen importantes avances en el
desarrollo psicomotor del bebé.

Aunque continua con la postura en flexión, es decir con las extremidades dobladas, los
movimientos ahora son más fáciles y frecuentes. Mueve las piernas como si pedaleara en una
bicicleta y mueve los brazos como si bailara o boxeara.

A los dos meses cumplidos ya posee más movimientos activos espontáneos y conjuntos, tanto de
brazos como de piernas.

Cumplidos ya los 3 meses, el bebé va aumentando progresivamente su movilidad voluntaria


intencional. Al mismo tiempo, lentamente, disminuye sus movimientos automáticos y se pierden
los reflejos primitivos o arcaicos.

Observa los objetos de su interés pero no sabe agarrarlos. Intenta tocarlos con movimientos
toscos.

El bebé de 4 y 5 meses sigue aumentando progresivamente su tono muscular. Ahora da la


impresión de ser más fuerte y con mayor actividad espontánea.
Como el bebé de 4 y 5 meses tiene mucho interés en la exploración manual de los objetos
cercanos, hay que proporcionarle objetos que pueda tocar, manipular, agarrar y llevarse a la boca.

Continúa su progresión motora. El bebé de 6 meses de vida, cuando está acostado sobre la
espalda, boca arriba (en supino), muestra ya más fuerza en el tronco y es capaz de levantar un
poco la cabeza y la parte superior del tronco para poder mirarse los pies.

4. segunda mitad del primer año de vida de los 7 meses a los 12

El bebé de 7 y 8 meses sigue incrementando su desarrollo motor y adquiere un hito o


acontecimiento muy importante: se mantiene sentado sin apoyo.

Sigue con sus avances en la prensión de las manos, que cada vez es mejor. Agarra los objetos y se
los pasa de una mano a otra, o bien los golpea sobre la mesa

Además de los juguetes recomendados para los meses anteriores, como cubos de plástico de
colores, animales de goma, objetos para que muerda y le faciliten la dentición, pueden ofrecerse
juegos con formas geométricas diferentes como son triángulos, cuadrados, discos, etc. para que
aprenda a diferenciarlos.

El bebé de 9 meses de edad es capaz de mantenerse sentado en el suelo sin ningún apoyo, e
incluso puede inclinarse un poco hacia delante, para alcanzar un juguete, sin perder el equilibrio y
sin caerse. En cambio si se inclina hacia los lados todavía se cae. A pesar de ello cada vez le gusta
más estar en posición sentado. Puede girar el cuerpo para mirar hacia los lados.

Sigue mejorando su capacidad de prensión con las manos y le encanta agarrar cosas. Ahora ya
puede tomar objetos más pequeños, porque empieza a desarrollar lo que se llama la «pinza
superior» «pinza inteligente».

A los 10 y 11 meses los bebés más activos gatean, es decir acostados boca abajo, se mueven a
cuatro patas y además siempre hacia delante. Inicialmente, en los primeros momentos de gateo,
pueden o bien ir hacia atrás o bien desplazarse muy poco.

A los 10-11 meses el bebé sigue mejorando sus habilidades con las manos. Ahora la manipulación
es más fina, porque toma los objetos con la pinza que forman los dedos pulgar e índice, la llamada
«pinza inteligente. Puede aprender a hacer palmas con las dos manos, e incluso a hacer «adiós»
moviendo una mano.

Al tener más movilidad le encantan los juegos de escondite, tanto esconder como buscar
juguetes. El jugar con el adulto le estimula y le produce gran placer, sobre todo cuando encuentra
lo buscado en el lugar adecuado. Además, su habilidad manual incrementada hace que disfrute ya
con cubiletes para encajar unos con otros, con pirámides de anillas de diferentes tamaños, con
pelotas de goma, etc.

El primer aniversario del bebé es un acontecimiento familiar importante, que habitualmente se


celebra con una fiesta. Pero también es un acontecimiento para su desarrollo motor, que sigue
avanzando en busca de adquirir lentamente una actividad esencial para la persona, la
deambulación, la facultad de andar solo.

5. Desde el primer año hasta los 5 años

El desarrollo motor a los 15 meses Hasta ahora el bebé ha ido muy seguro dando sus pasos
mientras se le sostiene.
El niño de 15 meses sigue mejorando sus habilidades con los brazos y con las manos. Explora
cuidadosamente las propiedades y las posibilidades de los juguetes, sobre todo si producen algún
tipo de sonido. Manipula cubos y puede construir una torre de dos.

Le gustan los juegos de construcción y de destrucción, sobre todo cubos, y se interesa cada vez
más por las pelotas.

• El desarrollo motor a los 18 meses

El niño ya camina mucho mejor, sin ningún apoyo, con los pies menos separados, y guardando
más el equilibrio.

Le encanta acarrear sus juguetes de un lado a otro, así como empujar y tirar de juguetes grandes
o de cajas a lo largo de la habitación.

Todavía están muy lejos de tener un desarrollo neuromuscular que les permita hacer todas las
hazañas motoras que quieren intentar.

• El desarrollo motor a los 2 años

El niño de 2 años sigue progresando en la deambulación y ahora es capaz no solo de caminar bien,
sino incluso de correr sin tener tantas caídas.

Arrastra juguetes con ruedas hacia delante y hacia atrás.

Es capaz de saltar y de trepar a un sillón o a un mueble bajito.

Lanza pequeñas pelotas sin perder el equilibrio.

Un juego que le gusta es construir torres de cubos de varios pisos. Le sigue encantando
emborronar los papeles. Sujeta el lápiz un poco mejor y hace rayas, ya no solo rectas y quebradas
sino también circulares.

• El desarrollo motor a los dos años y medio

El niño de dos años y medio corre bastante bien y se cae mucho menos. Es capaz de subir solo las
escaleras, incluso sin apoyarse, mientras que para bajar aún necesita el apoyo de la barandilla.

• El desarrollo motor a los tres años de edad.

Sigue mejorando tanto su desarrollo motor como su equilibrio. Subiendo escaleras hace ahora un
buen progreso: ya sube usando de manera alternativa las dos piernas.

Ahora no solo puede sostenerse durante unos segundos con un solo pie, sino que puede
permanecer de puntillas y usa esta posición para intentar ver un poco más alto.

Le sigue gustando cada vez más jugar con pelotas y balones y ya chuta de manera enérgica.
Subido en el triciclo, ya no lo mueve poniendo los pies en el suelo, sino que puede pedalear e
incluso rodear obstáculos o girar en las esquinas.

• El desarrollo motor a los 4 años

El niño de 4 años ha mejorado su habilidad para subir y bajar escaleras. Ahora ya lo hace
poniendo un solo pie en cada escalón, es decir usando alternativamente las dos piernas, y no
poniendo los dos pies en cada escalón como hacía hasta hace pocos meses.
A esta edad se ha hecho experto en ir subido a un triciclo con pedales: puede darse la vuelta o ir
en la dirección que quiere.

Muestra mucha habilidad en los juegos con pelotas y con balones.

La necesidad de esperar su turno en los juegos, por ejemplo poniendo cubos sucesivos, uno la
madre, otro el niño.

• El desarrollo motor a los 5 años

A los 5 años las habilidades motoras del niño han llegado casi al máximo. Tiene fuerza, equilibrio y
control. Mantiene los brazos cerca del cuerpo y es capaz de caminar sobre una línea estrecha sin
salirse. Es capaz de parar con los dos pies juntos cuando está en marcha. Puede sostenerse sobre
un solo pie teniendo los brazos cruzados, es decir sin hacer balancín con ellos.

Sigue gustándole los juegos de cubos o de construcción.

Agarra y aprieta con fuerza los objetos o las manos del adulto.

Es capaz de dibujar una figura humana en la que, aunque todavía toscamente, pueden distinguirse
el tronco, las piernas y los brazos.

Tiene una época de equilibrio, confía en todos, habla mucho, e incluso se adapta bien a otras
personas o a la escuela,

Juegos y actividades al aire libre.

Los 6 años es una edad muy activa.

Buen desarrollo muscular y su equilibrio, siempre quiere ir más lejos de lo que puede, incluso más
allá de sus posibilidades, sin conciencia de poder hacerse daño.

Comienza a tener conciencia de lo que está bien y de lo que está mal.

DESARROLLO ACTIVIDADES.

EL DESARROLLO PSICOMOTOR:

Es un proceso unitario, el cual significa la adquisición progresiva por parte del niño de cada vez
más habilidades, tanto físicas como psíquicas, emocionales y de relación con los demás.

Las habilidades se dividen en 4 grupos:

Motor grueso o control de la postura.

Motor fino o coordinado.

Lenguaje. Los factores genéticos y ambientales influyen en su desarrollo. La evolución del


lenguaje depende también del carácter del niño. Es importante tener en cuenta que cada niño
tiene su ritmo.

Habilidades sociales (Sociabilidad)

 EJERCICIO: ESCONDITE
Edad: 2 años

Objetivo: Control motor de manos


Movimiento de cabeza y ojos para rastrear movimientos.

DESARROLLO: Siéntese con su niño pequeño y juegue escondiendo su cara detrás de sus
manos. Una vez que su niño pequeño conoce el juego, anímelos a usar sus manos y dirigir el
juego.

 EJERCICIO: ATRAPA LA PELOTA


Edad: 3 0 4 años

Objetivo: coordinación

Viso-manual

Lateralidad

Rapidez

Agarre

Desarrollo: se colocara grupos de 2 niños, se enumeraran para que puedan lazarse la pelota a
la voz de la docente, el uno se colocara en frente del otro y cuando el adulto o la maestra les
diga el numero tendrán que lanzarla a su compañero y el otro tendrá que atraparla.

 EJERCICIO: LA GALLINITA CIEGA QUE PUEDE ESCUCHAR


Edad: 5 -6 años

Objetivo: reconocimiento táctil y percepción.

Orientación espacial

Integración grupal.

Desarrollo: se colocara a todos en forma circular, un solo estudiante estará en el centro con
los ojos vendados, a l ritmo de los instrumentos musicales tendrá que guiarse para poder
atrapar uno y convertirlo en gallina ciega.

MOVIMIENTO Y POSTURA
Por medio del movimiento, los niños desarrollan su capacidad para pensar y su comunicación
al interactuar con el mundo. Este movimiento también promueve la confianza en sí mismos y
con ello mayor autoestima. Los pequeños usan su cuerpo para comunicarse y resolver
problemas. Y, lo más importante, a través del movimiento tendrá un vínculo más estrecho con
el adulto.

 EJERCICIO: GATEO

Edad: 9 meses

Objetivo: estimular el movimiento

Coordinación

La confianza
Desarrollo: Se pondrá al pequeño en posición de gateo, se lo Puede realizar en una colchoneta, en
el suelo con una cobija gruesa o en la cama, en uno de los extremos estará el niño y en el otro se
colocara algo de su agrado un juguete, un pelota o algo que llame su atención, para motivarlo a
que realice el movimiento de gateo y estimularle los movimientos.

 EJERCICIO:

Edad: 1 año

Objetivo: equilibrio

Motricidad gruesa

Desarrollo: Siéntale en el suelo, colócate a su espalda, empújale suavemente en diferentes


direcciones; ayúdale para que no pierda el equilibrio y se mantenga sentado(a).

 EJERCICIO: ZANCOS CON LATAS

Edad: 5 o 6 años

Objetivo: movimiento con su cuerpo

Equilibrio

Desarrollo: Para hacer estos zancos necesitas dos latas y dos pedazos de cuerda. La idea es
hacer dos agujeros en cada lata para poder pasar a través de éstos unas cuerdas. La cuerda
será la clave para que los niños puedan caminar con las latas, por eso debes asegurarte de que
el largo de éstas sea adecuado para cada niño. Una vez listos, los niños deben pararse sobre las
latas e intentar caminar sobre éstas con la ayuda de las cuerdas.

EL DESARROLLO MOTOR
Habilidades ligadas al sistema formado sobre todo por huesos y músculos, capaz de efectuar
movimientos.

 EJERCICIO: TAPA, DESTAPA.

Edad: 2 años

Objetivo: Fortalecer el movimiento con sus manos.

Viso. Manual

Desarrollo: Dale frascos de plástico para que aprenda a tapar y destapar. Si logra hacerlo, intenta
con frascos de rosca.

 EJERCICIO: BASQUETBOLITO

Edad: 3 años

Objetivo: fortalecer la motricidad gruesa

Motricidad fina

Viso-manual
Desarrollo: Se necesitara un balde o tarro, unas pelotas y un pedazo de cinta. Se colocar una línea
fija no muy lejos ni muy cerca del balde, con el fin de colocar un límite para que el niño pueda
lanzar las pelotas y las pueda encestar en el balde.

 EJERCICIO:

Edad: 5 y 6 año

Objetivo: motricidad gruesa

Coordinación

Concentración

Desarrollo: Se necesita unas huellas de colores y unos aros. Las huellas se ubican de formas
distintas: unos adentro de los aros y otros afuera. El niño tiene que seguir la secuencia que indica
los pies saltando de un aro a otro

INTELIGENCIA SENSORIO-MOTORA (Piaget)

Este primer periodo comprende desde el nacimiento hasta los 2 años de edad, Está caracterizado
por su función cognitiva, fundamentalmente práctica, de exploración sensorial basada en el
desarrollo fisiológico de los sentidos y los avances motores.

El niño desarrolla en este estadio una comprensión del mundo a través del ensayo y error,
empleando sus sentidos y acciones.

 EJERCICIO: CAMINO SENSORIAL

Edad: 2 años

Objetivo: estimular el tacto

Equilibrio

Coordinación con sus movimientos

Desarrollo: se realizara en el piso una alfombra de texturas, donde encontraran algodón, lija, lana,
lentejas, piedras, entre otros, para que el niño camine por el caminito y pueda sentir las
diferentes texturas y formas con sus pies.

 EJERCICIO: MULTICARITAS

Edad: 4 años

Objetivo: Motricidad fina

Creatividad

Desarrollo: se necesita un globo, lana y harina, para realizar esta multicarita se introducirá en el
globo la harina luego se la cerrara y se le pegara pedazos de lana para hacer su cabello.
Nombre de juego: Relevo de Chandals Tipo de juego: psimotor. Número de participantes: 2
grupos de 5 más o menos. Edad/curso: 5, 6 años. Duración: 10 minutos. Espacio: interior o
exterior. Objetivos: rapidez, agilidad, atención. Desarrollo: Se hacen dos grupos de igual número
de personas. Se chocan en el otro extremo de la clase un aro y una chaqueta por grupo. Los
equipos se ponen en fila y el primero tendrá que ir corriendo, ponerse la chaqueta y dar cinco
vueltas al aro. Cuando haya dado las vueltas ir corriendo quitarse la chaqueta y dársela al
siguiente de la fila, y así sucesivamente. El primero en terminar gana. Material: dos aros y dos
chaquetas. Normas: El primero en acabar gana. Hay que dar las cinco vueltas con la chaqueta
puesta. La chaqueta hay que darsela al siguiente de la fila. Retahíla: no tiene. Observaciones: se
fomenta la habilidad y rapidez en la acción. Tener en cuenta el tamaño de la chaqueta pues puede
dificultar la acción, por exceso o por defecto.

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