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¿Cómo es el desarrollo sensoriomotor en los

niños hasta los 6 años de vida?


El desarrollo sensoriomotor de un niño depende de múltiples factores: su
herencia genética y su fisiología, el entorno en el cual se desenvuelve, las
oportunidades de estímulo de las que disfruta y el estilo de crianza que le han
proporcionado sus padres. Todos estos factores influirán en la evolución de la
adquisición de los diferentes hitos del desarrollo.

¿Qué habilidades de desarrollo sensoriomotor adquirimos desde que


nacemos hasta los 6 años de edad?

En el primer año de vida:

 Recién nacido: el bebé al nacer es capaz de interpretar algunas


sensaciones táctiles, incluso responder a ellas mediante algún
movimiento reflejo. Además, en el primer mes de vida son capaces de
diferenciar las sensaciones agradables de las que no lo son. Cuando
el bebé levanta la cabeza lo hace respondiendo al estímulo de la
gravedad, activando la parte del cerebro que pone en marcha los
extensores del cuello. Algunos bebés pueden parecer incómodos y
rígidos en los brazos de los adultos por tener dificultad para integrar
las sensaciones de su cuerpo.
Al hablar del sistema auditivo es importante saber que el bebé al mes ya es
capaz de responder a los sonidos y en este momento se pone en marcha el
aprendizaje del idioma por lo que debemos hablarle, aunque aún no pueda
comprender lo que le estamos diciendo.

Los sentidos del olfato y del gusto ya están bien organizados en este primer
mes de vida, una prueba de ello es la succión.

 De los 2 a los 5 meses: En estos meses ya puede controlar la cabeza


y la mirada sin la ayuda de un adulto, esto se debe a que el desarrollo
motor se adquiere de forma céfalo-caudal (de la cabeza a los pies).
Además, a los 3 meses podemos observar cómo su cabeza se
mantiene en línea con el resto del cuerpo al tirarle de las manos para
que pase de estar tumbado boca arriba a sentado. Para favorecer el
desarrollo motor de nuestro bebé tenemos que intentar que no pase la
mayor parte del día en la sillita o en la hamaca.
Sus manos comienzan a estar abiertas cada vez más tiempo y poco a poco
aprende a ajustar la prensión sobre los objetos, aunque aún no hay un buen
desarrollo de la coordinación ojo-mano. Adquiere la capacidad de agarrar
algo que está en la línea media de su cuerpo, pero como este agarrar es un
movimiento reflejo aún no consigue abrir la mano voluntariamente para soltar
el objeto, pero si es capaz de conservar el objeto dentro de la mano cerrada.

 De los 6 a los 9 meses: en esta etapa el desarrollo sensoriomotor se


centra en el desarrollo de la musculatura abdominal que es muy
importante para luego poder asumir los retos motores de las siguientes
etapas, es por esto por lo que el bebé en estos meses suele llevarse
los pies a la boca cuando esta tumbado boca arriba. Para poder
realizarlo debe tener un buen tono muscular que es esencial para
poder desarrollar el equilibrio, movimiento y el control de la postura. En
estos meses el bebé es capaz ya de aguantar sin dificultad en la
posición boca abajo y comienza a sentarse con apoyos. Tendremos
que comenzar por posicionarle nosotros y que tenga que mantenerse
sentado, para pasar después a que él sea capaz de sentarse de
manera autónoma. Durante estos meses también aprenden a gatear.
A nivel manipulativo el bebé es capaz de sujetar un juguete con cada mano y
de pasarse un juguete de una mano a otra.

 De los 10 a los 12 meses: es momento de empezar a mantenerse


erguidos sobre sus pies. Al principio necesitará que le sujeten desde el
tronco, después aprenderá a mantenerse en bipedestación agarrado a
cualquier objeto que a él le sirva de apoyo y por último será capaz de
dar pasos agarrado de las manos de un adulto. También se consolida
el gateo, aunque hay niños que se saltan esta fase y andan
directamente. Es recomendable favorecer el gateo por los múltiples
beneficios que tiene para el niño, entre otros destacan el desarrollo de
las habilidades de motricidad fina y las habilidades viso-espaciales.
A nivel manipulativo en estos meses son capaces de coger objetos pequeños
sujetándolos ente el dedo pulgar y la punta del dedo índice y realizando una
pinza cómo la de los adultos, introducir objetos dentro de recipientes o
comenzar a apilar bloques.

En el segundo año de vida:

A los 2 años el desarrollo sensoriomotor del sistema táctil permite al niño


localizar dónde ha sido tocado y comenzar a sentir con más claridad los
objetos que tiene en las manos. De esta manera se potencia el desarrollo de
la motricidad fina.

En cuanto al desarrollo motor nos encontramos con niños que al año ya son


capaces de caminar solos y otros que tienen 15 meses y necesitan apoyo
para hacerlo. Cuando un niño comienza a andar lo hace de forma insegura,
apoyando toda la planta del pie, posicionando los brazos en alto y
flexionándolos y con las piernas separadas, de esta manera amplían su base
de sustentación y les da más seguridad para caminar. Poco a poco las
piernas se van haciendo más fuertes y adquiriendo más musculatura, esto
hace que el niño camine de forma más fluida, incluso que empiece a coger
juguetes del suelo y se vuelva a poner de pie.

Alrededor de los 15 meses aprende a subir escaleras gateando y a los 18


meses las empieza a subir de pie con algún apoyo. También en estos meses
comienza a correr. A los 2 años la percepción corporal está más desarrollada
y el niño es capaz de coordinar mejor sus movimientos. Es habitual que a
esta edad el niño trepe y explore todo lo que hay en su entorno.
Gracias a que la coordinación ojo-mano está más desarrollada empieza a ser
algo autónomo en la comida, ya que será capaz de llevarse la cuchara y el
vaso a la boca, aunque gran parte del contenido lo derrame.

A nivel manipulativo empieza a usar los dedos de manera independiente


unos de otros y a apuntar con el dedo índice. La preferencia manual
comienza a esta edad, pero no queda fijada hasta años después.

A los 2 años y medio:

Ya es capaz de saltar con los pies juntos y caminar de puntillas. A nivel


manipulativo podrá realizar líneas verticales y horizontales tras observar a
alguien haciéndolo y será capaz de abrir y cerrar unas tijeras con ambas
manos. A esta edad un niño puede ser ya continente y no tener la necesidad
de usar pañal durante el día. Sin embargo, el control de esfínteres durante la
noche se consigue alrededor de los 3 años, aunque se puede extender en
algunos casos hasta los 5 o 6 años. En primer lugar, se adquiere la
continencia fecal; y posteriormente la urinaria.

A los 3 años:

Hay notables avances en el desarrollo sensoriomotor, principalmente en la


coordinación motora. Es capaz de subir escaleras sin apoyar ambos pies en
el mismo escalón y además puede aguantar sobre un pie algunos segundos.
A esta edad aprenden a correr y a montarse en un triciclo y pedalear encima
de él, suelen gustarles las canciones con gestos y bailan al ritmo de la
música. Comienza a ser autónomo en el vestido (poniéndose alguna prenda
de ropa que sea sencilla) y en el cepillado de dientes. Es muy importante
fomentar la autonomía en pequeñas actividades del día a día ya que tendrá
una repercusión directa en el desarrollo de la planificación motora.

A los 4 años:

Los niños son capaces de bajar las escaleras alternando los pies, de saltar
sobre un pie manteniendo el equilibrio y de botar y chutar una pelota en
movimiento. Adquiere mayor control al correr, parar y girar. Además, presenta
buena orientación espacial respecto a otros objetos. A nivel manipulativo
aprenden a desabrochar botones y a copiar figuras básicas cómo un círculo y
una cruz. En esta etapa existe una disminución del movimiento del hombro y
del codo y un aumento en la capacidad para hacer movimientos más
refinados de la muñeca y los dedos.

A los 5 años:

Son capaces de andar en la posición talón-punta (tocando un pie con el otro),


de saltar de forma alterna sobre cada pie, de saltar obstáculos pequeños, de
lanzar una pelota, dar una palmada y volverla a coger y de aprender a montar
en bicicleta (con ruedines). Además, pueden vestirse completamente solos y
también columpiarse. Todas estas tareas anteriormente mencionadas
requieren de una buena planificación motora, fundamental para el
aprendizaje académico y la autonomía personal. A nivel manipulativo las dos
manos trabajan en conjunto y deben estar identificadas cómo dominante o la
que lidera, y como no dominante o la que ayuda. A esta edad ya están
desarrolladas la mayoría de las prensiones para gran variedad de objetos.

A los 6 años:

Si hablamos del desarrollo sensoriomotor, a nivel motor un niño con 6 años


es capaz de andar hacia atrás en la posición talón-punta, subir y bajar
escaleras sin ninguna dificultad, saltar un obstáculo con los dos pies juntos y
montar en bicicleta sin ruedas de apoyo. A esta edad además se suelen
interesar por el aprendizaje de alguna actividad deportiva y es
completamente autónomo para comer, ir al baño, vestirse o atarse los
cordones entre otras muchas actividades. Que a estas edades los niños
participen en actividades artísticas o deportes favorece su desarrollo y unos
hábitos de vida sanos. Además de estímulos sensoriales estas actividades
les permiten trabajar en equipo y relacionarse con los demás.

Alejandra Barbero Estaban

Terapeuta Ocupacional

Unidad de atención integral a la infancia y adolescencia

Bibliografía

 Domingo Sanz, M., 2015. Terapia Ocupacional En Pediatría. [Madrid]:


Síntesis, pp.135-154.
 Serrano, P., 2019. La Integración Sensorial En El Desarrollo Y
Aprendizaje Infantil. Madrid: Narcea Ediciones, pp.81-105.
 Serrano, P. and Luque, C., 2019. Motricidad Fina En Niños Y Niñas.
Madrid: Narcea Ediciones, pp.26-34.
 Beudry Bellefeuille, I., 2012. Hago Lo Que Veo, Soy Lo Que Hago.
Cómo Fomentar El Desarrollo Del Niño Desde La Concepción Hasta
Los Doce Años De Vida. Nobel.

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