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personas que no sabían leer y escribir y la escasez de los diferentes tipos y momentos de la evaluación:
personal profesional dedicado a esa tarea. evaluación inicial o diagnóstica, formativa, autoeva-
Uno de los principales aprendizajes surgidos de luación y coevaluación. La diferencia radica en los
mi experiencia como educadora es el reconocimien- sentidos que los protagonistas del hecho educativo
to de la heterogeneidad de los grupos de jóvenes y otorgan a cada uno, acordes con sus experiencias
adultos que se conforman para alfabetizarse y/o de vida. Como educadores de jóvenes y adultos,
certificar su educación básica. Pude constatar esta esto nos obliga a desplegar estrategias que difieren
heterogeneidad en los diversos contextos y poblacio- de la evaluación que tradicionalmente se realiza en
nes con los cuales tuve la oportunidad de trabajar: los procesos escolarizados regulares. Lo anterior no
colonos de Santa Martha Acatitla, un asentamiento significa que se hagan a un lado los sentidos tradi-
irregular en la ciudad de México, integrado princi- cionales, como por ejemplo la preparación para la
palmente por personas originarias de los estados de acreditación, sino que en la cotidianidad de los pro-
Oaxaca e Hidalgo y el Distrito Federal; obreros de cesos educativos de las personas jóvenes y adultas
Naucalpan; jóvenes de entre 16 y 20 años de barrios todos éstos conviven de manera imbricada, y están
populares, muchos de ellos involucrados en activi- atravesados por factores afectivo-emocionales de
dades ilícitas y adicciones y madres solteras de entre los protagonistas.
16 y 19 años expulsadas de sus casas y que vivían con
sus hijos e hijas en albergues, entre otros.
Evaluación diagnóstica
Como dije antes, la evaluación de los aprendiza-
jes de las personas jóvenes y adultas es un proceso Cuando una persona joven o adulta se incorpora a
complejo, pues no se circunscribe solamente a los un círculo de estudios, o inicia un contenido nue-
aprendizajes establecidos para el nivel que estudian vo del currículo, los educadores nos enfrentamos a
(alfabetización, primaria o secundaria), sino que in- la necesidad de conocer cuáles son los saberes, en
volucra elementos tanto de quienes estudian como términos de currículo, que la persona ya tiene, pero
de los educadores y, por supuesto, de la sociedad en también debemos trascender ese sentido y para ello
general. desplegamos estrategias que buscan indagar acerca
de quién es la persona, qué le interesa y por qué inicia
este proceso, entre otras.
Sentidos y momentos de la evaluación con
Una herramienta útil para conocer las respues-
personas jóvenes y adultas
tas es la conversación, en donde es importante po-
Reconocer un sentido distinto de la evaluación en la ner atención al lenguaje tanto verbal como corporal
práctica educativa con personas jóvenes y adultas para detectar valores, necesidades e intereses socia-
emerge de la disyuntiva a la que nos enfrentamos los les, culturales y emocionales de nuestro interlocutor
educadores: por un lado están los sentidos tradicio- a fin de poder incorporarlos más adelante en los pro-
nales que la práctica educativa general le ha dado a cesos de aprendizaje. Ciertamente esto implica que
la evaluación y que la sociedad se ha encargado de el educador desarrolle habilidades de “lectura” de
legitimar; y por otro tenemos los sentidos que la eva- los diferentes recursos de que las personas jóvenes
luación adquiere con relación a los contextos de vida y adultas echan mano para expresar sus opiniones,
y las condiciones afectivo-motivacionales en que emociones, etc.
las personas jóvenes y adultas realizan su proceso Así, la conversación como herramienta para la
formativo. evaluación inicial no sólo provee información sobre
Al igual que en los procesos de aprendizaje del lo que las personas saben (en cuanto al contenido
sistema formal regular, en la educación de las per- curricular), sino también acerca de la situación afec-
sonas jóvenes y adultas también están presentes tiva-motivacional presente a lo largo de su proceso
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educativo. Esta información es de enorme utilidad cuando se trata de madres con hijos en edad escolar,
para diseñar estrategias didácticas pertinentes que así como ellas reciben las boletas de sus hijos, espe-
propicien la construcción de nuevos aprendizajes ran poder saber cuál es su grado de avance a través
enmarcados en la experiencia, intereses y necesida- de sus propias calificaciones. Ésta es una tarea difícil
des de los participantes. La conversación otorga a los en la medida en que reconocemos que una califica-
sujetos en procesos de aprendizaje la posibilidad de ción no da cuenta de los procesos experimentados
sentirse en confianza para comenzar algo nuevo y por las personas en su aprendizaje, y además sabe-
diferente. mos que puede tener efectos negativos en la persona,
sobre todo cuando no responde a sus expectativas.
De ahí que, cuando una persona joven o adulta
Evaluación formativa
no ha logrado ciertos aprendizajes esperados, con-
Respecto de la evaluación que los educadores reali- viene que los educadores se abstengan de emitir
zamos a lo largo de los procesos de aprendizaje de las notas reprobatorias y más bien reafirmen que cada
personas jóvenes y adultas, ésta resulta compleja en quien avanza a diferente ritmo, y trabajen didáctica-
tanto que en ella convergen las concepciones tradi- mente a partir de los errores, entendidos éstos como
cionales acerca de la evaluación y las expectativas de oportunidades de aproximación a nuevos aprendi-
las y los aprendices, ligadas a sus necesidades y pro- zajes, como veremos en el ejemplo que se describe
blemáticas cotidianas, que pueden ser tanto la acre- más adelante.
ditación como el manejo de contenidos curriculares La evaluación formativa también proporciona in-
para apoyar a los hijos o el manejo de habilidades de formación sobre las necesidades afectivas de las per-
lectura y escritura y matemáticas, entre otros. La sonas atendidas. Una guía de observación es indis-
evaluación formativa debe tomar en cuenta las ma- pensable para recuperar esta información, de manera
nifestaciones de las necesidades afectivo-emociona- que podamos registrar, por ejemplo, quiénes constan-
les de las personas jóvenes y adultas, determinadas temente piden ayuda al docente porque tienen una
por la situación personal (edad y sexo, por ejemplo) especial necesidad de reconocimiento. Ante situacio-
y los contextos familiares, sociales, laborales, etc. en nes como ésta, muy comunes en los círculos de estu-
que se encuentran inmersos. A estas características dio, buscamos que las y los aprendices actúen sobre la
debemos agregar la diversidad de ritmos y estilos de información que reciben a fin de que la utilicen para
aprendizaje de las personas. progresar en sus aprendizajes. Durante este proceso
Todo ello convierte a los círculos de estudio en entra en negociación la concepción tradicional de que
entidades o espacios heterogéneos complejos, hecho la única persona que evalúa es la que dirige los pro-
que pone su marca en los procesos de aprendizaje; cesos de aprendizaje, contra la idea de que es posible
reconocer esta situación educativa tiene implicacio- implicar a los aprendices en el proceso de evaluar sus
nes de peso en la evaluación dado que las más de las propios avances y los de sus compañeros. A esto le
veces ésta debe hacerse individualmente; aunque se llamamos “autoevaluación” y “coevaluación”, o eva-
realice inserta en procesos colectivos, su resultado luación de pares, donde las herramientas principales,
siempre es personal. como hemos dicho, son la conversación, la observa-
Las prácticas de evaluación, particularmente las ción, las listas de cotejo, e incluso algún cuestionario.
que se realizan a lo largo del proceso educativo, tam-
bién están imbricadas en la negociación entre los
Autoevaluación y coevaluación
significados tradicionales y los innovadores. Uno de
los sentidos que hay que negociar es la necesidad que La autoevaluación y la coevaluación se realizan a lo
manifiestan los educandos de obtener una “califica- largo del proceso educativo y tienen las siguientes
ción” acorde con el trabajo realizado. Por ejemplo, características:
La evaluación de los aprendizajes con personas jóvenes y adultas 57
a) la persona aprende a destacar sus logros y lo que cimiento o autorregulación, esto es, la metacog-
le falta por desarrollar; nición, pues cobran conciencia sobre sus propios
b) genera una retroalimentación en la que la con- procesos de aprendizaje, sus avances, estanca-
versación posibilita oportunidades de clarifica- mientos y logros.
ción y discusión, por lo tanto se pone el acento en
el aprendizaje, no en la nota; Evidentemente, todo lo anterior nos conduce,
c) se realiza oportunamente, de forma que cada como educadores de jóvenes y adultos, a resignificar
aprendiz tiene claridad respecto de lo evaluado; conjuntamente con ellos y ellas los instrumentos de
d) genera que las personas evaluadas actúen con- evaluación, los cuales deberán estar centrados en el
forme a los sentidos de la retroalimentación; aprendizaje bajo una perspectiva formativa, como
e) contribuye a que las personas evaluadas desarro- veremos en el siguiente cuadro:
llen habilidades relacionadas con el autocono-
punto decimal y en la colocación de las cantidades. contextos y con las distintas poblaciones con las
De ahí derivé otros ejercicios que les permitieron ver cuales trabajamos las expresiones verbales y no
la importancia de colocar las cantidades y el punto verbales pueden tener significados distintos.
decimal correctamente. A partir de ello las mujeres 3. Las personas que se incorporan a la educación bá-
procedieron a corregir sus registros. Fueron nece- sica para jóvenes y adultos generalmente tienen
sarios varios intentos más para llegar al resultado una autoestima baja; el primer interés del educa-
correcto. dor ha de ser que sus alumnos adquieran confian-
za en torno a lo que pueden alcanzar, así como a
contribuir a elevar su autoestima mediante una
Recomendaciones para la comunicación de expectativas positivas, tanto
evaluación de los aprendizajes verbales como no verbales. Recordemos que si
con personas jóvenes y adultas comunicamos expectativas negativas estaremos
creando condiciones para verlas cumplidas.
4. Cada persona requiere saber que ha avanzado,
1. Cada persona joven y adulta involucrada en un por lo tanto es indispensable que se reconozcan
proceso socioeducativo de alfabetización, pri- sus logros de aprendizaje: al final de la sesión, y de
maria o secundaria, requiere saber que el educa- manera conjunta, se debe realizar un proceso de
dor la escucha y conoce su proceso, está atento reconstrucción del trabajo realizado, destacando
a sus intereses y necesidades. Por ello, durante no sólo los avances cognitivos, sino también los
los procesos comunicativos que sostengamos sociales y personales.
con cada persona hay que cuidar las palabras, 5. Muchas mujeres que llegan a los círculos de estu-
los gestos, las actitudes y, en general, todas las se- dio tienen serios problemas para que sus parejas
ñales para que retroalimenten positivamente los las dejen asistir al círculo de estudios. En estos
aprendizajes. casos es importante que la evaluación y la retroa-
2. Como educadores debemos tener en cuenta que limentación estén mediadas por un clima afecti-
si bien es cierto que contamos con un lengua- vo que las haga sentir cómodas y respaldadas, en
je común que nos permite entablar y construir la medida en que su deseo de seguir estudiando
sentidos, también es cierto que en los distintos puede generar conflictos con su pareja.
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6. Los educadores sabemos que los errores apro- yy Muchas personas jóvenes y adultas, sobre
vechados didácticamente se convierten en pro- todo jóvenes y mujeres, han vivido en un
cesos de construcción de aprendizajes. De esta ambiente de inseguridad y con temor a que
manera, las personas jóvenes y adultas pueden se les lastime, sobre todo emocionalmente.
avanzar a niveles de complejidad más altos. Para hacerles sentir que el círculo de estudio
7. Es necesario que durante las diferentes acciones es un lugar seguro, donde no se les hará daño,
de evaluación recuperemos las metas y objetivos es importante tener cuidado en la conforma-
que las personas se hayan planteado respecto de ción de las parejas para la coevaluación, evi-
sus aprendizajes, y cuando éstos hayan sido su- tar las críticas que puedan resultar hirientes
perados, promover acciones de reconocimiento e inhibir las agresiones.
a fin de elevar su autoestima y autopercepción. yy Dadas las difíciles condiciones de vida de las
8. En los procesos de evaluación de los aprendiza- personas jóvenes y adultas que asisten a los
jes es importante considerar los sentidos que las círculos, su parte lúdica ha sido muchas veces
personas otorgan a la evaluación, así como aten- relegada; este aspecto tiende a surgir cuan-
der las siguientes situaciones: do las personas se hallan en espacios donde
yy Escuchar y leer las actitudes que manifiestan reina la confianza y se sienten reconocidas y
exclusión y revertir esta situación recuperan- valoradas. El educador ha de explorar las bon-
do las ideas de las y los participantes. dades de las actividades lúdicas en la adquisi-
yy El miedo de las personas a la equivocación o ción de aprendizajes.
al error inhibe su capacidad de toma de ries-
gos y reafirma su baja autoestima. Para con-
trarrestar este temor se sugiere que durante Lecturas sugeridas
las tareas de evaluación, el educador reconoz-
ca sus propios errores y minimice las equivo- Bordas, M. y F. Cabrera (2001), “Estrategias de eva-
caciones para que se comprenda que son un luación de los aprendizajes centradas en el pro-
vehículo para nuevos aprendizajes; asimismo, ceso”, Revista Española de Pedagogía, núm. 218,
conviene recurrir a la idea de que la ausencia pp. 25-28.
de conocimiento no es una carencia, sino una w w w.revistadepedagogia.org/tabla/N%C2%BA-
oportunidad de aprender. 218-enero-abril-2001