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La necesidad de un “suave y delicado cuerpo”

“La fortaleza corporal parece conceder al hombre una superioridad natural sobre la mujer.
Esta es la única forma sobre la que puede fundarse la superioridad del sexo” [CITATION
Mar13 \p 48 \l 2057 ], pero no es entendida solamente derivada del ejercicio corporal, sino
también, del ejercicio reflexivo, razonado. Se pregunta entonces Mary Wollstonecraft por qué
las mujeres se sienten orgullosas del defecto que parece ser la delicadeza, la debilidad que se
les ha atribuido e impuesto ¿por qué se enorgullecen de esto?, sabiendo que es contrario a lo
valorado, es decir, contrario a la opulencia de una fuerza corporal otorgada por la razón.

A la pregunta planteada, J.J Rousseau nos dice que es una forma de entregarse al apetito
natural para satisfacer al hombre, ya que el objetivo de su propuesta, es que las mujeres deben
ser agradables. Pero a raíz de esto, se cambia la virtud por los placeres de momento,
degradando el carácter de las mujeres y sirviéndoles de escalón a los hombres, porque desde
luego, esta ha sido la intención de ellos: aumentar la inferioridad de las mujeres y hundirlas
en el fango de las emociones, la sensibilidad y los sentimientos, para que no alcancen la
racionalidad y continúen en el estado de infancia. “No se puede demostrar que la mujer es
esencialmente inferior al hombre porque siempre ha estado subyugada” [CITATION Mar13 \p 46
\l 2057 ], y ocupada en las labores del hogar y en mantener su estatus social; no se les ha
brindado la oportunidad de demostrar que son capaces de actuar racionalmente y se les
recalca que deben conservar su inocencia, lo que no es más que un sinónimo de ignorancia.

Debido al tipo de educación que han recibido, las mujeres se han sentido conformes con la
función de satisfacer al hombre mediante sus gracias femeninas. “[…] Mientras no se eduque
a las mujeres de modo más racional, el progreso de la virtud humana y el perfeccionamiento
del conocimiento se verán continuamente frenados.”[CITATION Mar13 \p 50 \l 2057 ].

¿Desde qué momento empieza la opresión de las mujeres? En la infancia comienzan a zanjar
los caminos en los impulsos naturales, más en las niñas, creándoles dependencia; a los niños,
también se les controla, mediante el cariño mal entendido, en este estado de infancia, pero se
les otorga más libertad, y con ello, la posibilidad de conocer el mundo. La inclinación natural
a la belleza, que Rousseau le atribuye al sexo femenino, tiene origen en el claustro que
representan las actividades en el hogar, en ese estado sedentario de contemplación de las
actividades de sus madres, tías o niñeras. Esto debilita aún más la aparente inferioridad
natural. Es natural en tanto no tienen nada más por conocer, ya que no se les ofrece algo más
que les permita ampliar su pensamiento, y de ello no se deriva, que las mujeres deban agradar
al hombre. “[…] Una niña cuyas emociones no hayan sido desalentadas por la pasividad, o su
inocencia manchada por la vergüenza falsa, siempre será juguetona y la muñeca nunca
llamará su atención a menos que el confinamiento no le deje otra alternativa” [CITATION Mar13
\p 54 \l 2057 ].

“Si las mujeres no renuncian al poder arbitrario de la belleza, demostrarán que poseen menos
inteligencia que los hombres”[CITATION Mar13 \p 19 \l 2057 ]. Este tipo de cambios requieren
tiempo y esfuerzo, además de sembrar la semilla del inconformismo contra la idea de que una
debilidad es digna de admiración y práctica. Debe cambiarse la viciada tradición, en la cual,
la subordinación pasa de generación en generación, y la norma de que solamente se deben
guiar por los sentimientos del momento. Es necesario inculcar y dar libertad al ejercicio de la
razón para eliminar la dependencia del yugo, de las opiniones y de la razón de segunda mano.

A través de lo anterior, la autora nos devela su propósito: una igualdad en la educación,


porque la virtud y el conocimiento deben ser igual en los dos sexos, ya que las mujeres son
realmente capaces de actuar como criaturas racionales, y no como animales supeditadas a la
razón del hombre; “en lugar de ser educadas como una imaginaria especie de medio ser […]”
[CITATION Mar13 \p 49 \l 2057 ] , que liga su mente solamente a las apreciaciones corporales y
hacer de su cárcel un lugar más agradable, más bello.

Bibliografía
Wollstonecraft, M. (2013). Vindicación de los derechos de la mujer. México D.F: Taurus.

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