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Aporte de Pedro Abelardo a una teoría del lenguaje

En este escrito se expone la importancia de Pedro Abelardo para la solución al problema de


los Universales. “El denominado ´problema de los Universales` consiste en determinar a qué
tipo de realidad se refieren los términos predicativos con los que cualificamos las cosas
singulares”. [CITATION Núñ941 \p 298 \l 2057 ] Enraizado este problema durante todo el
medioevo, se presentaron diversas variantes para intentar resolver las tres preguntas que
Porfirio - en la Isagoge – no aborda. Las principales doctrinas son conocidas como: Realismo
exagerado, realismo modera, conceptualismo y nominalismo.

En la Logica Ingredientibus se exponen las críticas realizadas por Abelardo a las doctrinas
realistas. Estas críticas comprenden la investigación y refutación de aquellas doctrinas – y
todas sus variantes realistas - que conciben a los universales “como una unidad común,
existente y subsistente, que se predica de muchos”.[CITATION Mag17 \p 129 \l 2057 ] El
filósofo nominalista francés, Roscelino, dio inicio al cambio de la perspectiva ontológica del
problema de los universales, dirigiéndolo al campo lógico-lingüístico o epistémico del cual
fue participe Abelardo.

Desde su perspectiva nominalista o incluso considerado conceptualista, Abelardo entiende los


universales de la siguiente manera:

1.574 […] Los universales significan de alguna manera, nombrándolas o


designándolas, a cosas diversas, si bien no constituyendo un concepto que surja de
ellas, sino uno que pertenezca a cada una de ellas. Así, el vocablo “hombre” nombra o
designa a cada uno de los hombres por una causa común, a saber, la de que son
hombres, por lo cual se llama universal, y constituye un cierto concepto común, no
propio, y que pertenece a cada uno de ellos, cuya semejanza común posible. [CITATION
Fer80 \p 129 \l 2057 ]

Su perspectiva no anula completamente la mera coniunctio constructionis de los gramáticos,


la cual solo toma en cuenta la construcción gramatical; sino que, además, toma en cuenta la
coniunctio praedicationis de los dialécticos, que tiene en consideración el estado de las cosas.

En esta medida, el aporte de Abelardo considera el lenguaje como interdependiente entre el


sujeto y la realidad. Se diferencia de Roscelino, ya que no comprende los universales como
meras flatus vocis (emisión de voces sin contenido ontológico). “Así, aunque no haya una
relación ontológico-causal entre el particular y el universal que lo define, cuando predicamos
‘hombre’ de Platón o de Sócrates no pretendemos que ‘hombre’ sea algo real, pero sí
suponemos que el ‘ser hombre’ presume un cierto estado, que no es una cosa, sino que
describe o define una naturaleza”.[CITATION Jul11 \p 387 \l 2057 ] Los universales deben ser
comprendidos como significantes de las cosas, que solo adquieren sentido según estas, más
no como realidades ontológicas. “Esto no significa que el universal no pueda subsistir a los
objetos que significa, sino que tiene sentido sólo en tanto en cuanto los significa, y en
consecuencia, son ellos y no el universal los que, en términos ontológicos, sobresalen”.
[CITATION Jul11 \p 387-388 \l 2057 ]

Bibliografía
Fernández, C. (1980). Logica Ingredientibus. En C. Fernández, Los filósofos medievales II (págs. 112-
139). Madrid: Católica S.A.

Magoja, E. E. (2017). El problema de los universales en Boecio y Abelardo. Stylos(26), 125-135.

Núñez, M. M. (1994). El proemio de la Isagoge de Porfirio interpretado por Pierre De La Ramée.


Anuario de estudios filólogicos, 17, 295-306. Obtenido de Dialnet:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=58822

Restrepo, J. E. (2011). UNIVERSALES, INDIVIDUOS E INDIVIDUACIÓN EN LA EDAD MEDIA. Escritos,


371- 400.

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