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Lenguaje y realidad

Puesto que es necesario, Crisaorio, para la enseñanza de las Categorías


de Aristóteles conocer qué es el género, qué la diferencia, qué la
especie, qué lo propio y qué el accidente, y dado que el conocimientos de
estos conceptos es también necesario para la explicación de las
definiciones y, de una manera general, para todo lo que concierne a la
división y a la demostración, te haré una breve exposición y trataré en
pocas palabras, como en una especie de introducción, de recorrer lo que
han dicho los antiguos filósofos, absteniéndome de cuestiones más
profundas y ocupándome con mesura de las que son más simples.
Porfirio1

La Isagoge de Porfirio es una introducción a las Categorías aristotélicas. Este comentario de


la obra del estagirita tiene por objeto de estudio: el género, la especie, la diferencia, lo propio
y el accidente. Pese a la carencia del documento original, en este informe me ocuparé de una
breve explicación de lo conocido como el árbol de Porfirio, ya que, se liga con las Categorías
de Aristóteles y con el enfoque del curso; este enfoque guiado por el problema de los
universales, se relaciona directamente con el lenguaje y la realidad.

El árbol de Porfirio ofrece un proceso metodológico para el orden de las cosas según el
lenguaje. Continuando con la pregunta ¿qué es eso?, al observar que las cosas que se
pretenden determinar pueden ser ordenadas -según sus características- en especies y géneros;
y que de estos se presupone una sustancia primera que subyace a las cosas, Aristóteles
determina que para llegar a esta es necesaria una diferenciación específica, la cual comprende
una característica y su opuesto. En general, a los géneros se les aplican dos características
contrarias, de las cuales surge una especie. A su vez esta especie puede ser género de otras
especies y el género puede ser especie de otro género. Pero, tanto para arriba o para abajo,
ambos tienen un límite, es decir, sustancia e individuo.

Podemos empezar con el género animal el cual para diferenciar a la especie humana de las
demás, necesita de las características opuestas racional e irracional. Al llegar a esta especie,
encuentra Aristóteles que las diferencias que atañen a esta son solamente accidentales, lo que
nos permite diferenciar entre Platón y Sócrates. El género animal, al no ser tan amplio, puede
generar uno nuevo partiendo de las características sensible e insensible, este es denominado
cosa viviente. Así sucesivamente se asciende en el árbol hasta llegar al límite conocido como
1
[CITATION Núñ94 \p 296 \l 2057 ]
sustancia. Esta puede ser comprendido más fácilmente mediante el siguiente poema del
escritor Jorge Luis Borges:

La rosa
La rosa,
la inmarcesible rosa que no canto,
la que es peso y fragancia,
la del negro jardín de la alta noche,
la de cualquier jardín y cualquier tarde,
la rosa que resurge de la tenue
ceniza por el arte de la alquimia,
la rosa de los persas y de Ariosto,
la que siempre está sola,
la que siempre es la rosa de las rosas,
la joven flor platónica,
la ardiente y ciega rosa que no canto,
la rosa inalcanzable. [CITATION Jor11 \p 27 \l 2057 ]

La sustancia no está comprendida en el sujeto, pero subyace a todas las cosas, y en el caso de
la rosa, esta es la misma durante el paso del tiempo, desde Platón hasta nuestra era, la cual
presenta múltiples géneros y especies, como la Violet Carson. Ahora bien, la rosa también
puede ser comprendida como género y especie en el género Plantas.

Todo lo anterior expuesto corresponde al árbol de Porfirio.


Bibliografía
Borges, J. L. (2011). Poesía completa. Barcelona: Penguin Random House.

Mcnabb, D. (14 de Diciembre de 2015). La fonda filosófica. Obtenido de La fonda filosófica:


https://www.youtube.com/watch?v=gGT024mSPzY

Núñez, M. M. (1994). El proemio de la Isagoge de Porfirio interpretado por Pierre de la Ramée.


Anuario de estudios filológicos, 295-306.

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