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En 1500 zarpó una flota al mando de Pedro Álvarez Cabral, 4 ) Las Indias Portuguesas
quien a su llegada a Calcuta se enemistó con los mercaderes
musulmanes residentes y con las autoridades hindúes, y esta- El plan de los portugueses en el Oriente nunca fue de simple
bleció una factoría en el puerto rival de Cochin, costa abajo, la competencia mercantil. Aquéllos nunca se propusieron vender a UNTREF VIRTUAL | 6
menos precio que los mercaderes árabes v venecianos, inun- veces- por la caballería hindú. Los caballos no se criaban en el
dando Europa de especias baratas; ni hubieran podido hacerlo sur de la India; tenían que ser importados. La flota de Albuquer- Europa y la expan-
aunque así lo hubieran deseado: Desde un principio, la relación que, navegando frente a Goa, podía privar a sus enemigos de sión del mundo
enero portugueses y árabes fue la guerra, enconada por todas esta arma esencial y podría limitar el suministro de caballos a (1415- 1715)
las circunstancias de odio racial y religioso. príncipes amigos de los portugueses.
J. H. Parry
Cuando Albuquerque fue por primera vez a la india en 1503, las Goa fue tomada en 1510. Antes de su caída, Albuquerque ya
colonias portuguesas se componían solamente de almacenes había establecido fortalezas cerca de la costa árabe. Una se ha-
donde los factores reales y los agentes de las casas comercia- llaba en la isla de Socotora, frente al cabo Gardafui, y estaba
les de Lisboa se dedicaban al regateo de las especias en la destinada a servir como base de las correrías por el mar Rojo -
suciedad de las ferias próximas al agua- Cada año o cada ter- aguas desconocidas entonces por los europeos- y de la inter-
cer año, zarpaban de Lisboa flotas armadas para recoger los ceptación de los cargamentos de especias destinadas a Jaddah
cargamentos de especias. La posesión de las factorías y la con- y Suez. Adén hubiera sido una base mejor; pero las tentativas
tinuación ,del comercio dependían de la tolerancia de los rajás de Albuquerque para aprovecharse de Adén fracasaron, y So-
locales. Para convenir esta precaria posición en un imperio cris- cotora también fue abandonada al cabo de algunos años. La
tiano y marítimo duradero, los portugueses necesitaban una otra fortaleza árabe estaba en un sitio mucho más importante -
flota permanente en el Océano Indico. Para; esto necesitaban. Ormuz, isla situada a la salida del Golfo Pérsico, y uno de los
una base naval segura con facilidades adecuadas para el apro- mayores mercados del mundo en cuanto a productos orientales.
visionamiento y la reparación de sus buques, y una reserva de Ormuz aparece constantemente en la literatura de los siglos XVI
marineros en el país para reponer las aterradoras pérdidas cau- y XVII como sinónimo del esplendor y la riqueza orientales. Era
sadas por el clima y las enfermedades en las tripulaciones de la capital de un sultán independiente y tenía un poder naval con-
los barcos. Además, necesitaban fuertes, defendidos por escua- siderable. Los portugueses la tomaron mediante una sorpren-
dras de barcos, dominando los términos y las casas decontra- dente combinación de bluff y destreza marítima, con sólo seis
tación de lar rutas comerciales da Océano Índico: Tenían que barcos.
transformar un comercio marítimo intruso basado en Lisboa, en
una cadena de establecimientos comerciales y navales perma- Establecidos en Ormuz y Socotora, los portugueses dominaban
nentes que cubriera por completo el Medio Oriente. Éste fue e! los extremos occidentales de las rutas comerciales árabes. Con
costoso y minucioso proyecto que Albuquerque impuso a un go- una base principal en Goa y pequeñas bases tendidas a lo largo
bierno parsimonioso, cuando en 1500 fue nombrado gober- de la costa Malabar, podían encontrar el comercio de la costa
nador general, después de Almeida. occidental de la lndia, y en su día extender su poder a la costa
de Ceilán. Para poder interceptar o controlar el comercio musul-
La base que eligió fue Goa, una ciudad grande y próspera, edi- mán a través de la bahía de Bengala, sólo les restaba tomar una
ficada en una isla, con un puerto abrigado, y uno de los centros base más al oriente. El lugar indicado era Malaca, que domina-
de la industria constructora de barcos de la costa Malabar. Toda- ba el estrecho por donde tenía que hacerse todo el tráfico con
vía es una posesión portuguesa y todavía Construye embarca- el Lejano Oriente. Albuquerque tomó Malaca en 1511, arriesgan-
ciones con la teca local. La toma de Goa fue una operación do para ello su dominio sobre Goa, puesto que el monzón que
osada y difícil, y su conservación contra los ejércitos del sultán lo cogió en Malaca le impidió regresar hasta cinco meses des-
de Bijapur, una lección sobre las consecuencias del poder mari- pués. El sitio agotó al extremo sus recursos de hombres y bar-
no. Los estrechos que separan a Goa de tierra firme son poco cos y Goa estuvo a punto de caer durante su ausencia. La juga-
profundos y podían ser forzados -de hecho lo fueron varias da le salió bien; con Malaca -límite occidental del comercio UNTREF VIRTUAL | 7
chino- en sus manos, la ruta del Lejano Oriente quedó abierta a Albuquerque nunca cargó con la responsabilidad y gasto de ad-
los portugueses. El primer barco portugués en arribar a puerto quisiciones territoriales a menos que ellas contribuyeran directa- Europa y la expan-
chino entró en Cantón en 1513; fue la primera visita europea a mente a las necesidades de la flota. En todos los puertos poseí- sión del mundo
China registrada desde los tiempos de Marco Polo. Los portu- dos por los portugueses, los lugares de las fortalezas estaban (1415- 1715)
gueses obtuvieron después el derecho a establecer un depósi- aparte y contenían los arsenales, depósitos, cuarteles y las ha-
to y colonia en Macao, algo abajo de Cantón, y comenzaron a bitaciones de los residentes europeos. Los capitanes de puertos J. H. Parry
participar directamente en el comercio de China a Malaca. rara vez intervenían en los asuntos administrativos fuera de las
áreas de las fortalezas, excepto en casos de serios levantamien-
Desde su propio punto de vista, más importante todavía, apro- tos o tumultos que amenazasen a los intereses portugueses. Aun
ximadamente en la misma época, fue la llegada de los primeros en Goa, las comunidades hindúes y musulmanas eran necesa-
barcos portugueses a las Molucas, las famosas islas de las es- riamente gobernadas principalmente por sus propios jefes. Claro
pecias, que habían sido la meta principal de casi toda su explo- está que si los portugueses hubiesen tratado, como lo hicieron los
ración. Los portugueses concertaron un tratado con el sultán de españoles, de educar a la manera europea a los súbditos que
Ternate, la principal isla productora de clavo, y construyeron en acababan de sojuzgar, el intento habría fracasado; pero faltaba la
ella un depósito fortificado pata acopiar dicha especia. Sin duda voluntad de proceder así. Pocos gobernadores portugueses se
pretendían convertir el lugar en una posesión franca como Goa apartaron de una política estrictamente comercial. Hubo, por su-
y Malaca tan pronto como su fuerza lo permitiera. puesto, mucha actividad misionera; hasta la fecha hay conside-
rable cantidad de cristianes con nombres de pila portugueses en
En toda esta sorprendente historia, ningún factor es tan impor- el sur de la India y Ceilán -cristianos católicos distintos de las
tante como la seguridad de los juicios estratégicos de Albuquer- mucho más antiguas comunidades nestorianas. Pero sólo consti-
que, basados, como no podía por menos, en escatimada e tuyen una parte de la población. En general, los portugueses
incompleta información. Fue quizá el primer comandante naval, mostraron una notable torpeza en el trato con las religiones nati-
que apreció cabalmente la compleja relación entre una flota y vas. Consideraron al hindú, al menos en los primeros años, co-
sus bases, teniendo en cuenta las complicaciones adicionales mo una clase de cristiano, y se sintieron ultrajados cuando se
causadas por los cambios de vientos estacionales. Calculó con negó a conducirse como tal. Albuquerque mismo -el único entre
sorprendente exactitud la proporción necesaria de convoyes pa- los gobernadores portugueses- trató de establecer relaciones
ra paquebotes mercantes, sin desperdiciar espacio para la carga pacíficas con los residentes musulmanes y granjearse su con-
ni dejar sin protección cargamentos valiosos. A fin de asegurar el fianza pero incluso él fue incapaz de destruir su comercio con
monopolio del tráfico de especias de la corona portuguesa, esta- una mano y convertirlos al cristianismo con la otra.
bleció una especie de sistema de salvoconducto marítimo, me-
diante el cual sólo los buques que llevaban certificados del capitán
de un puerto portugués no eran molestados. Sus depredaciones
contra los cargamentos árabes de especias elevaron los precios
que los venecianos debían pagar en Alejandría: mientras que sus
compatriotas en Ceuta podían, a voluntad cerrar el estrecho de
Gibraltar a los barcos venecianos. Por todos estos medios, las
especias y otros valiosos cargamentos enviados a Europa por mar
quedaron pronto casi reservados a las naves portuguesas r con-
ducidas vía el Cabo con gran provecho de los que se dedicaban al
comercio, y en particular de la corona portuguesa. UNTREF VIRTUAL | 8