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DARNTON, Robert, “Un inspector de policía organiza su archivo: la anatomía de la

república de las letras”, en, IBID., La gran matanza de gatos y otros episodios en la
historia de la cultura francesa. México, FCE, 1987 (1983), cap. IV, pp. 148-191.
 Enuncie y explique, en no más de dos carillas,  los criterios de censura aplicados
por la policía literaria del Antiguo Régimen.
 Ejemplifique con los casos asentados en el Apéndice

Bien como lo define el título del capítulo IV trata de un inspector de policía del
comercio de libros, quien también vigilaba a quienes los escribían su archivo constituye
un censo de la población literaria de parís de los más famosos hasta lo más oscuros
escritores el archivo permite trazar un perfil del intelectual en el apogeo de la
ilustración, cuando comenzaba a surgir como tipo social. Este inspector del comercio de
libros, lleno sus expedientes con todo tipo de fuentes: periódicos porteros, chismes de
café y también interrogatorios en la bastilla. No solo buscaba información con poco
criterio científico sino que también ejercitaba su juicio literario.D'Hémery como se
llamaba este inspector, tenía un conocimiento del mundo de las letras del siglo XVIII
más que cualquier historiador sus informes ofrecen la primera investigación conocida de
los escritores como grupo social, sus archivos abarcaron una proporción de la población
literaria activa. En 1750 los escritores eran relativamente jóvenes Rousseau tenía 38
años y representaba la edad promedio, los enciclopedistas estaba compuesto
principalmente por hombres, él origen geográficamente de los escritores, las tres cuartas
partes de los escritores nacieron en el norte y en el noroeste de Francia donde había más
escuelas y alfabetización, París siempre domino el país al absorber el talento de las
provincias. Los escritores aristócratas aparecían generalmente en los informes como
intermediarios del poder, el escribir para los clérigos según el informe era una actividad
secundaria. El autor señala que aunque el 70% de los escritores provenían del tercer
estado solo unos pocos podían considerarse burgueses que provenían del comercio o de
la industria, la literatura floreció más entre los profesionales y los administradores
burócratas de la corona que entre los comerciantes. Después de analizar estadísticas y de
leer cientos de bosquejos biográficos da la impresión que detrás de muchas carreras
literarias había un ambicioso burócrata del poder con talento. El grupo más numeroso de
escritores dependía de oficios intelectuales muchos trabajaban como periodistas
bibliotecarios, secretarios obtenían sus ingresos de beneficios procurados por un
protector era la manera de conseguir el sustento en las republica de las letras. En otro
estrato más bajo social de la población literaria incluía tendederos, artesanos y
empleados menores, y trabajadores relativamente humildes. Las partes más bajes
desempeñaron un papel importante en la vida literaria del antiguo régimen si se
consideran quienes eran los padres de los escritores casi un 20% eran de las petit gens
en su mayoría artesanos comunes zapateros, panaderos y sastre, en tanto que el mundo
literario permaneció cerrado para un grupo social: los campesinos D'Hémery no busco
escritores en el campo tampoco encontró antecedentes de los escritores que habían
emigrado de la provincia a París, podemos presumir que la Francia literaria parecería
haber sido básicamente citadina. Hay una predominación de los hombres ya que las
mujeres presidian los famosos salones literarios y ocuparon poco espacio en los
archivos de la policía, la mayoría era independientes y ricas.
Si bien en 1750 nadie podía prever lo que sucedería en 1789, tal vez lo que era la
población literaria estaba disconforme pero así y todo no era revolucionaria sus
miembros pugnaban por conseguir una reseña en el Mercure, algunos se mantenían de
sus rentas, provenían d todos los sectores de la sociedad excepto del campo y las zonas
atrasadas del sur había jóvenes hijos de funcionarios menores y artesanos. El autor
resalta el cuidado que deben tener los historiadores con los textos pueden convertirse
solo en discursos, a través de la lectura crítica sin importar lo solido que puedan parecer.
Estos informes son construcciones en si basados en supuestos implícitos sobre la
naturaleza de los escritores y las letras en una época donde la literatura no se reconocía,
los informes muestran una combinación de sensibilidad literaria y subordinación
contienen muchas observaciones sobre la calidad de estilo de los autores y su opiniones
política y religiosa. D'Hémery tuvo un sentido de aprecio por la literatura compartía
valores de la gente que estaba vigilando pero era leal a la iglesia y al estado, los textos
de los informes contienen testimonio de la manera como fueron escritos el tipo de
información que contenían incluían recortes de periódicos prospecto de libreros registro
de los interrogatorios en la bastilla. D'Hémery escogía todo su material antes de redactar
un informe su elección habrá sido difícil ya que estos informes contenían una mezcla de
datos en bruto y chismes vagos, debía poder reconocer a los escritores, ponía empeño en
hacer las anotaciones esto sugiere la manera como veía a los autores que vigilaba las
descripciones contenían muchas afirmaciones el domicilio también tenía significado.
Todo el que aparecía en los archivos de la policía estaba buscando recibiendo u
otorgando protección desde los principes y las amantes del rey hasta los folletistas de
segunda clase se advierte que prevalecía el tráfico de influencias en los rangos medios y
bajos de la vida literaria, la protección funcionaba como un principio básico de la vida
literaria el mercado literario se distinguía por su debilidad. Cuando los escritores
necesitaban dinero desesperadamente recurrían a actividades marginales como
contrabando de libros prohibidos o espiar a los contrabandistas para la policía.
Aunque la policía era capaz de reconocer a un escritor y podía distinguirlo de otros
franceses dándole lugar en los archivos, no hablaba del hombre de letras como si tuviera
una profesión o una posición distinguida en la sociedad, el hombre de letras podía ser
caballero sacerdote, abogado o lacayo no poseía una condición que lo distinguiera de los
que no eran escritores, el inspector uso un vocabulario social anticuado en el que tenían
poca cabida los intelectuales modernos y libres, pero su lenguaje probablemente
correspondía a la situación de los autores del mediados del siglo XVIII.

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