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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTO

(UAPA)

PRESENTADO POR:

LUCIA MONTERO BERIGUETE

MATRICULA
14-4697

FACILITADORA

ANNY RESTITUYO

ASIGNATURA
CANALES DE DISTRIBUCION

TEMA
TAREA lV

FECHA 27/09/2017
1-Realizar un mapa conceptual con los diferentes tipos de detallistas.

El comercio minorista o detallista se puede clasificar en: tradicional, de libre


servicio, mixto y de venta sin establecimiento comercial.

Comercio tradicional:
Se caracteriza por tres elementos: mostrador, vendedor y almacén. Entre el
comprador y la mercancía que se desea adquirir existe un mostrador; así, la
mercancía no está al alcance del comprador. Hay un vendedor que muestra los
productos, los pone a disposición del comprador y explica (vende o argumenta) las
  características o puntos fuertes de la mercancía.

Comercio de libre servicio: Comercio mixto:


Se basa en proporcionar al consumidor libertad para Es el establecimiento que, además de
moverse por el espacio de la tienda y para confeccionar su disponer de una sala de ventas como
propia “cesta de la compra”, eligiendo entre una amplia gama una superficie de libre servicio, en que el
comprador tiene acceso a las
o surtido de productos perfectamente empaquetados, mercancías sin ningún tipo de barrera,
etiquetados e identificados. Los establecimientos que cuenta con vendedores que asesoran o
adoptan esta forma de venta permiten que el cliente entre en prestan sus conocimientos y
contacto directo con la mercancía; es decir, sin la profesionalidad para la elección y
intervención del vendedor. adquisición de los artículos adecuados.

Comercio minorista según su agregación: Comercio independiente o pequeño


Según su organización jurídica y financiera (que afecta comercio:
al sistema de compras) puede clasificarse en: comercio Se trata de la tradicional tienda de barrio
caracterizada por sus pequeñas dimensiones
independiente, comercio asociado o comercio
y por su sistema de venta a través de
integrado, gran distribución, franquicias y cooperativas.
mostrador. Suele dedicarse a un solo
sector: tintorería, textil, calzado, mercería,
etc. Funciona de forma autónoma,
independiente de otros comercios de su
gremio o de su zona.

Comercio asociado o comercio integrado:


Gran distribución:
En el sistema de distribución encontramos
fórmulas que facilitan la realización de todas las Grandes empresas que actúan al mismo
funciones propias de la comercialización y que tiempo como mayoristas y minoristas, porque
pretenden aportar valor al pequeño y mediano compran directamente a fabricantes o
comercio. productores y venden al consumidor.
Generalmente, son grupos multinacionales.
2-Analizar el dilema ético de la pag. 447 del libro Fundamentos de
Marketing - realizar informe de 1 página.  
 
La ética está directamente relacionada con nuestra toma de decisiones y su
propósito es ayudarnos a tomar una buena decisión o una decisión correcta.
Los dilemas son las situaciones en las que se confrontan alternativas de acción
pero de difícil elección y frente a las que debemos asumir la responsabilidad de
decidir; la pregunta que está presente en una decisión de carácter ético es:
¿qué debo hacer?

Algunos ejemplos típicos de dilemas éticos en el área de las organizaciones


serían los siguientes: ¿debo investigar los correos electrónicos de mis
empleados con el propósito de verificar su buen uso?; ¿si un empleado aceptó
un viaje como regalo de un proveedor debo despedirlo?; ¿si tengo la sospecha
de que uno de mis mejores vendedores está compartiendo información de la
compañía con la competencia debo liquidarlo?, etc.

Independientemente

de los ejemplos, que pueden ser muy diversos debemos de preguntarnos:


¿Cuándo existe un dilema? Un dilema se refiere a la incertidumbre o dificultad
para la selección de una decisión adecuada. Un dilema se presenta cuando
existen dos o más alternativas de acción y tenemos incertidumbre para
seleccionar la mejor. Los dilemas se presentan en la vida diaria como la
posibilidad de hacer o no realizar, decir o callar, aceptar o rechazar. Sin
embargo, los verdaderos dilemas no son en blanco y negro, sino que admiten
numerosos matices de tonos grises. Un dilema siempre tiene alternativas, por
lo menos dos: (actuar o no actuar), pero esas opciones tienen grados o
condicionantes que las definen o matizan. La acción en sí misma no puede ser
calificada de buena o mala, sin conocer sus múltiples y diversas implicaciones.

En los dilemas, cada una de las alternativas u opciones tiene implicaciones, la


decisión a tomar: ¿hace daño?, ¿produce beneficios?, ¿a quiénes?, ¿qué tipo
de daño?, ¿qué beneficios?, ¿es reversible la decisión?, ¿cuáles son las
consecuencias de cada opción o alternativa?, etcétera.

Adicionalmente es necesario aclarar que los dilemas éticos se pueden


presentar en nuestra realidad personal desde dos perspectivas distintas: a)
para analizar decisiones tomadas (pasado), b) para generar alternativas de
decisiones posibles (futuro). En el primer caso emitimos un juicio sobre lo
acontecido: el jefe decidió despedir a la persona que ha faltado a la integridad
dando a conocer información de la empresa supuestamente confidencial. El
dilema consiste en analizar los hechos, las razones o intenciones que tuvo al
realizar esta acción. ¿la acción fue deliberada o desconocía sus implicaciones?
La pregunta central sería ¿hizo lo correcto? En este caso estamos frente a una
acción del
Pasado que es necesario analizar para determinar los niveles de
responsabilidad.

La otra situación se presenta frente a los dilemas del futuro ¿qué debemos
hacer sobre una acción posible? En este segundo caso, la acción central del
dilema no ha sido tomada: el médico, por ejemplo, debe decidir si hacer o no
una operación quirúrgica.

Enfrentar un dilema ético no siempre es fácil, dado que entran en juego desde
la información que poseemos acerca de los hechos, la experiencia que
tenemos en situaciones semejantes, nuestros intereses personales, los valores
o principios que están implícitos en la situación, etc. Adicionalmente, en un
dilema ético no siempre es fácil separar la razón de la emoción, la opinión o
percepción personal de la realidad de los acontecimientos. Los dilemas deben
ser enfrentados y resueltos con la mayor objetividad, dado que necesitamos un
orden para analizar las variables que están en juego y criterios para clarificar
sus implicaciones o consecuencias.

Aún y cuando existen diversas formas de plantear una situación en la que


existe un dilema ético, una guía general que consideramos adecuada para este
propósito es la siguiente:

1. Identificar el dilema ético o problema.

2. Presentar los hechos pertinentes.

3. Identificar las personas y/o grupos que pueden ser (o han sido) afectados.

4. Generar las opciones que tendríamos para tomar una decisión.

5. Evaluar cada una de las opciones.

6. Seleccionar o proponer la mejor alternativa.

7. Tomar la decisión para enfrentar o resolver el dilema.

8. Plantear qué hacer para evitar o prevenir un problema semejante en el


futuro.

El abordar los dilemas con una metodología tiene múltiples beneficios entre los
que destacaríamos los siguientes: desarrollar el proceso más adecuado para
tomar decisiones éticas, aprender las implicaciones que están en juego en un
dilema y clarificar los criterios que están fundamentando o justificando nuestras
decisiones.

Resolver y asumir dilemas éticos requiere algo más que un análisis racional
para determinar lo que deberíamos haber hecho o la acción que debemos
tomar. Michael McDonald señala con acierto que el proceso de toma de
decisiones éticas exige compromiso, conciencia y competencia.
Compromiso: El deseo de tomar la mejor decisión.

Conciencia: Ser consciente de actuar en forma consistente y aplicar nuestras


convicciones éticas a las decisiones de nuestro comportamiento cotidiano.

Competencia: Habilidad para obtener y evaluar la información, desarrollar


alternativas y visualizar las posibles consecuencias y riesgos de nuestras
decisiones.

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