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TENDENCIA DE EL MERCADO LABORAL

En la era de la globalización se han provocado cambios, los cuales ha creado un sin


número de desafíos para cualquier tipo de mercado. Como consecuencia de ello el
intercambio de bienes y servicios ha sido tarea más fácil a medida que van pasando los
años, esto con ayuda de la tecnología y del fortalecimiento de relaciones exteriores
entre los países. Es por eso que el número de profesionales que ingresan cada año al
mercado laboral peruano se ha multiplicado 65 veces. Hoy en día, estudian en el Perú
medio millón de jóvenes en 85 universidades, mientras que otros cerca de
cuatrocientos mil jóvenes se forman en más de un millar de institutos superiores no
universitarios. La oferta de educación superior parece crecer sin mayores límites,
mientras que los jóvenes pasan de la secundaria a los estudios superiores casi por
inercia.

Por tanto, la contraparte en el ámbito académico de la temida imagen de profesional


subempleado o desempleado sería que los retornos a la educación superior son
bastante bajos o incluso negativos, y que han ido decreciendo como fruto de una
insuficiente absorción de profesionales por el mercado laboral peruano.

Por razones de eficiencia económica y equidad social, el Estado peruano necesita


apostar por producir, exigir y difundir más información acerca del mercado de
educación superior. Una primera medida sería incluir en las encuestas nacionales de
hogares una pregunta permanente acerca de la profesión específica estudiada.
Asimismo, dada la heterogeneidad de formación entre carreras dentro de un mismo
centro y las diversas condiciones de demanda, el Estado y la sociedad civil deben
exigir a cada institución de educación superior información desagregada por carreras
sobre el desempeño laboral de sus graduados.

El mercado de trabajo es aquel en donde los individuos intercambian servicios de


trabajo, los que compran servicios de trabajo son las empresas o empleadores de la
economía. Estos configuran la demanda de trabajo. Los que venden servicios de
trabajo son los trabajadores y ellos conforman la oferta de trabajo. La interacción de
demanda y oferta de trabajo determina los salarios que se pagan en la economía.

Por consiguiente, el mercado de trabajo se define al mercado en donde confluyen la


demanda y la oferta de trabajo. El mercado de trabajo se relaciona con la libertad de
los trabajadores y la necesidad de garantizar la misma. En ese sentido, el mercado de
trabajo suele estar influido y regulado por el Estado a través del derecho laboral y por
una modalidad especial de contratos, los convenios colectivos de trabajo.

Tendencia de mercado laboral

En un contexto socioeconómico y mercado empresarial cada vez más dinámico y en


constante crecimiento, se han presentado variaciones al interior de las organizaciones y
el negocio, y en el capital humano con el que cuentan y su labor, representadas en
posibles contrataciones, despidos, cambios de posición, entre otros.

A nivel mundial, son los sectores macroeconómicos, como el de consumo masivo,


financiero, tecnológico, industrial y farmacéutico, los que manejan la dinámica del
mercado de cada país y en los cuales las personas se desempeñan gracias a sus
competencias, conocimientos y talento con el que cuentan, siendo esto fundamental y el
más importante componente dentro de cada negocio.

La base para el desarrollo económico de un país, es su mercado laboral. Para proveer de


bienestar y asegurar la equidad en la distribución de los ingresos de una población, es
vital el facilitar de empleo a los individuos que lo componen.

La dinámica del mercado de trabajo se relaciona mucho con los precios, por ejemplo,
supongamos que las empresas responden a un aumento de la demanda de bienes,
elevando la producción, para esto es necesario aumentar el empleo, este aumento
provoca una reducción en el desempleo. Las mayores presiones de demanda existentes
en el mercado de trabajo, provocan la subida de los salarios y esto eleva los costos de
producción, obligando a las empresas a su vez a subir los precios o ajustar de algún
modo sus costos.

Un cambio lento del nivel agregado de empleo puede reflejar un mercado de trabajo con
muchos desempleados (trabajadores que dejan o pierden el trabajo), de modo que las
contrataciones no vayan a la par del nivel de desempleo existente. Puede también
reflejar un mercado de trabajo estancado en el que hay poco desempleo y muy pocas
contrataciones.

El mercado de trabajo puede tener dualidades, es decir puede estar formado por un
mercado de trabajo primario en el que los puestos son buenos, los salarios altos y la
rotación es baja y un mercado de trabajo secundario, en el que los puestos son malos,
los salarios son bajos y la rotación es alta.

Esto implica que los niveles salariales deben ser altos para garantizar el funcionamiento
del mercado primario, en este caso hablamos de un enfoque conocido como salarios de
eficiencia, debido a que la buena paga garantiza la calificación, eficiencia y motivación
constante de los trabajadores, condición necesaria para la competencia en mercados
exigentes. En el segundo caso, se puede tratar de mercados locales poco competitivos,

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de altos niveles de desmotivación y de sectores económicos deprimidos y poco
innovadores, también puede tratarse de una sobreoferta laboral.

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