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PROBLEMAS DE

CONDUCTA EN EL AULA
Los problemas de conducta en el aula, representan un reto diario
para el profesorado, ya que impactan tanto en el proceso de
enseñanza-aprendizaje dentro del aula, como en otros ámbitos de
la escuela.
CLASIFICACIÓN DE PROBLEMAS DE CONDUCTA:

❖ Hiperactividad.

❖ Conducta Disruptiva.

❖ Negativismo Desafiante.

❖ Conducta Violenta.
HIPERACTIVIDAD:
Los niños hiperactivos cuando están en un grupo, como es una clase,
se comportan de forma distinta a como lo harían con su familia o con
sus amigos. A estas conductas se las denomina roles o papeles sociales
y, según sean positivos o negativos, contribuyen a que en la clase haya
un ambiente agradable o desagradable.
Los niños Hiperactivos se caracterizan por:
▪ Interrumpe a los demás.
▪ Se entromete en los asuntos de los demás.
▪ Responde precipitadamente a preguntas.
▪ Se muestra impaciente.
▪ Dificultad para aplazar una gratificación.
▪ Dificultad para esperar su turno.
▪ Actúa sin pensar.
¿QUÉ HACER PARA CALMAR A UN
NIÑO HIPERACTIVO?
• Respecto de estas conductas el profesor/a puede llevar a cabo diferentes
estrategias y pautas de intervención a aplicar en el aula:
1. Definir rutinas: Crear un cronograma con todas las actividades de la
semana les ayuda a ordenarlos y, de paso, a calmar la ansiedad.
2. Hablar claro: Utilizar un lenguaje sencillo y hablar despacio facilitan la
comunicación y refuerzan la confianza en los niños, pues se sienten
escuchados. Utilizar un lenguaje sencillo y hablar despacio facilitan la
comunicación y refuerzan la confianza en los niños, pues se sienten
escuchados.
3. Jugar: A diferencia de lo que muchos pensarían, el juego es una
herramienta de aprendizaje muy exitosa, en la medida en que recrea y
educa. En el caso de los niños hiperactivos, les ayuda a calmar su
ansiedad y concentrarse en una actividad.
4. Demostrar afecto: A los niños con hiperactividad sentirse entendidos y no
criticados es muy importante en su crecimiento. Se recomienda tener
momentos solo con ellos que permitan afianzar su relación y confianza con
las personas más cercanas.
5. Establecer normas: Es necesario dejar por escrito normas relacionadas con
tareas, horarios, juegos... y colocarlas en un lugar visible para los niños, de
manera que entiendan que no son un capricho y que hay que seguirlas.
6. El semáforo: Una estrategia que podemos emplear y suele funcionar, es la
técnica del semáforo. La estrategia es simple: se trata de avisar al niño o
grupo de alumnos (proporcionarles feedback) cuando se están empezando
a activar. El color verde significa que todo va bien, el amarillo significa
precaución y el rojo que es una conducta inadecuada. La técnica del
semáforo es también muy adecuada para utilizarla en dinámicas grupales en
las que todos los niños reciben las instrucciones y así conseguir una cierta
autorregulación del grupo en casos en los que haya riesgo de conflicto.
CONDUCTA DISRUPTIVA:
Cuando hablamos de conductas disruptivas nos
referimos a las conductas inapropiadas que
perjudican el buen funcionamiento del aula, referidas
a las tareas, relaciones con los compañeros, al
cumplimiento de las normas de clase o a la falta de
respeto al profesor.
Los trastornos de conducta disruptiva (DBD, por su
sigla en inglés) son trastornos en los que el niño o
adolescente tiene dificultad para controlar sus
emociones y su comportamiento. El comportamiento
puede ser muy desafiante, y el niño o adolescente
puede tener fuertes conflictos con las figuras de
autoridad.
ESTRATEGIAS APLICADAS AL ALUMNO
CON CONDUCTAS DISRUPTIVAS

1. Trabajar las emociones y el control de impulsos, así como la


autobservación por parte del propio alumno.
2. Fomentar la empatía.
3. Mostrarle técnicas para reducir la ansiedad durante el proceso de
aprendizaje. Menos presión es menos ansiedad.
NEGATIVISMO DESAFIANTE
• El Trastorno Negativista Desafiante (TND) se caracteriza por un patrón recurrente de
comportamiento negativista, desafiante, desobediente y hostil hacia las figuras de
autoridad, que se convierte en disfuncional. Habitualmente aparece alrededor de
los 8 años, Se estima que aproximadamente un 3% de la población infantil padece
este trastorno la prevalencia es superior en niños que en niñas
• El Trastorno Negativista Desafiante es un trastorno que interfiere de forma severa en
el rendimiento escolar, tanto del alumno afectado como, en ocasiones, de sus
propios compañeros de clase (debido a la interferencia de las conductas
desadaptadas de éste durante las clases, que pueden resultar en distracción para
los demás compañeros). Se trata de niños con frecuentes problemas de
comportamiento en el aula, de relación con compañeros y profesores y con el
cumplimiento y seguimiento de normas.
• Comportamientos como burlarse o agredir a los compañeros, robar, arrojar
elementos, no seguir las indicaciones que se le dan, interrumpir la clase.
¿CÓMO TRABAJAR CON EL NIÑO
CON TRASTORNO NEGATIVISTA
DESAFIANTE EN EL AULA?
El trastorno oposicionista desafiante y todos los
problemas de conducta en el aula que éste
genera, pueden ser abordados con un plan.
En esta lista se encuentran algunas estrategias:

❖ Explorar y descubrir cómo el niño percibe


las reglas y las figuras de autoridad.
❖ Estimular la confianza del niño a través del
contacto visual, la escucha activa.
❖ Reconocer y premiar las conductas
esperadas. Ignorar los comportamientos
no deseados.
❖ Ayudar al niño a restaurar su autoestima.
❖Siempre es más efectivo premiar los comportamientos esperables, que
castigar aquellos que no deseamos. La aplicación inmediata de la
recompensa es fundamental.
❖Establecer y escribir cuáles son las conductas aceptables y cuáles
inaceptables, para evitar arbitrariedad.
❖Ayudar al niño a identificar los sentimientos que le producen unas
conductas y otras.
❖Identificar los desencadenantes de los sentimientos de enojo del niño.

Lo más importante, cuando se trata de corregir conductas no deseadas, es


hacerle saber al niño que lo que se rechaza es el comportamiento y no a él
como persona. Y por supuesto evitar el etiquetamiento que puede perjudicar
aún más al niño.
CONDUCTAS AGRESIVAS O VIOLENTAS
Las conductas agresivas o violentas en el aula acostumbran a ser la
respuesta a un conflicto. Se pueden manifestar en forma de actos violentos
o verbales y pueden derivar de problemas o dificultades evidentes para la
relación social.

Cuando hablamos de conductas agresivas nos referimos a cualquier


manifestación que pueda producir algún daño a una persona o un objeto.
No obstante, a banda de la agresividad física, también se pueden producir
daños psíquicos. Como docentes hay que intervenir.
• Las conductas agresivas se materializan en la acción de producir daños, ya
sean psíquicos o físicos, sobre las personas o las cosas. Normalmente, estos
comportamientos en niños y adolescentes se manifiestan de manera
directa a través de agresiones (patadas, empujones, gritos, mordiscos,…) o
insultos. Lamentablemente, se trata de comportamientos relativamente
comunes que hay que detectar y que como docentes necesitaremos
gestionar. El hecho de que algunos alumnos tengan más o menos
tendencia a la agresividad es la herencia recibida de su entorno familiar.
Así, ya de bebé, el niño canalizará los impulsos de sus progenitores. Factores
como el afecto o la protección son esenciales para la construcción de su
personalidad. En cambio, de los conflictos y de la falta de atención se
puede derivar sentimientos de frustración y conductas que a veces
podremos calificar de agresivas.
la reducción de conductas agresivas se puede llevar
a cabo en el aula a través de una serie de estrategias
para fomentar las habilidades sociales de todo el
grupo. Y aquí tiene un papel fundamental
la Educación Emocional. Reforzar la asertividad y
trabajar el reconocimiento de los compañeros son las
primeras vías para fomentar todas aquellas
habilidades radicalmente opuestas a la violencia y a
la agresión contra los demás. Puede resultar de gran
utilidad practicar ejercicios de relajación y trabajar
las habilidades cognitivas del alumno participando
en debates donde haya que defender posturas
totalmente opuestas a la suya o participar en
situaciones simuladas que requieran razonamiento
verbal para la resolución de conflictos.

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