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¿La libertad de las personas debe ser defendida si amenaza el orden

social?

Cátedra: 35- Psicología Social I, Prof. Wainstein, Martin

ATP/Docente: Federico Agustín Marchiano

Comisión: 28

Alumna: Uranga, Julieta

DNI: 42323428

E-mail: Julieta9452@hotmail.com

Año: 2020-Primer Cuatrimestre

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Introducción

Este parcial domiciliario articulará los contenidos aprendidos de la

materia con la película “La naranja mecánica”, dirigida por Stanley Kubrick,
estrenada en Argentina en 1985 y considerada un clásico cinematográfico. Está
basada en la novela homónima del escritor británico Anthony Burgess. Los
contenidos no estarán ordenados según el cronograma de la materia, sino,
estarán ordenados cronológicamente los hechos de la película y enlazados
estarán los conceptos desarrollados en los textos. Elegí esta película debido a
que nos invita a reflexionar sobre el concepto de lo individual vs. lo social, algo
que me impactó en las primeras lecturas de esta materia. Más
específicamente, la película “enfrenta” la importancia de la libertad individual
con la de la tranquilidad social. También está presente constantemente la
violencia que ejercen los protagonistas hacia otros, sin olvidarse de la violencia
estatal. Verla es una invitación a la reflexión.
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La película comienza introduciéndonos en la vida de Alex, un joven que

disfruta del consumo de drogas y cometer actos de “ultra violencia” junto con su
grupo, del cual es el líder. Esto transcurre en la realidad cotidiana de un mundo
distópico sumido en el caos de la violencia, sin ningún control institucional
aparente. En el concepto de realidad de la vida cotidiana es donde me quiero
focalizar, primeramente, ya que esta realidad es el objeto de estudio de los
análisis formulados en La construcción social de la realidad de Berger, Peter y
Luckmann, Thomas. La realidad por excelencia es la realidad de la vida
cotidiana, es vista como la suprema realidad. Se me presenta como un mundo
intersubjetivo, un mundo que comparto con otros, construyendo así las bases
del sentido común, lo que le da carácter de presupuesto a esta realidad. Se da
por establecida como realidad, se impone por sí misma, por lo que no requiere
verificaciones adicionales. Es interpretada por los hombres y para ellos tiene un
significado subjetivo de un mundo coherente. Los autores consideran que para
explicar mejor los conocimientos de la vida cotidiana es lo mejor un análisis
fenomenológico, o sea, de aquella experiencia subjetiva de la vida cotidiana; un
método empírico, más no científico. Los hombres reconocen a la realidad de la
vida cotidiana como una realidad ordenada y se presenta en pautas que
parecen independientes. Se presenta ya objetivada (constituida por un orden
de objetivos que fueron designados como tal antes de que yo nazca). Se
organiza alrededor del “aquí” de mi cuerpo y el “ahora” de mi presente. Un
fenómeno importante para la continuidad y la objetivación de esta realidad es el
lenguaje -en la película destaca la jerga utilizada por los protagonistas, que
combina palabras de otras lenguas, especialmente, del ruso; y se conoce como
nadsat-. El lenguaje es el sistema de signos más importante de la sociedad
humana, se me presente como una facticidad externa y me obliga a adaptarme
a sus pautas. Se origina en la situación “cara a cara”, donde se hace evidente
la cualidad de reciprocidad y posibilita el acceso continuo, sincronizado, a las
dos subjetividades, pero también puede separarse de ella ya que tiene la
capacidad de comunicar significados que no son expresiones directas de
subjetividad “aquí y ahora”. Se puede preservar a través del tiempo y transmitir
a las generaciones futuras. El lenguaje tiene la capacidad de tender puentes
entre diferentes zonas dentro de la realidad de la vida cotidiana y las integra en
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un todo significativo. Constituye campos semánticos y elabora esquemas

clasificadores para diferenciar los objetos según su género o su número.

Ahora bien, Alex y su grupo cometen actos violentos con personas

incapaces de defenderse. Se podría decir que Alex posee una personalidad
autoritaria y violenta. Dollard y sus colegas desarrollaron una hipótesis de
Frustración-Agresión en la que se detalla que aquellas personas que ven sus
objetivos frustrados desvían la agresión a aquellos que son débiles ya que son
un objetivo más fácil de acceder y así disipar a través de la agresión aquella
frustración. Esta hipótesis fue considerada por los primeros teóricos de la
identidad social como insuficiente por reducir la agresión grupal a la suma de
frustraciones individuales. Por otra parte, existe la teoría de conflicto realista de
Sherif, la cual afirma que cuando los individuos tienen un objetivo donde es
necesaria la cooperación con otros se desarrollan lazos de atracción muta y se
genera un grupo social cohesionado. Tajfel realizó en base a esto una
investigación denominada El paradigma del grupo mínimo, del que luego se
realizaron muchos más siguiendo este lineamiento, donde se concluyó que el
simple hecho de ser categorizado como miembro de un grupo produce
etnocentrismo y un comportamiento competitivo, discriminan a otros grupos y la
categorización mínima entre los grupos puede generar un sesgo implícito al
interior del endogrupo que tiene un efecto sobre el cual las personas pueden no
tener un control consciente y deliberado. La teoría de la identidad social surge
como un intento para explicar estos hallazgos, teniendo como centro la
definición de Tajfel de identidad social como “conocimiento individual de la
propia pertenencia a ciertos grupos sociales junto con cierta importancia
emocional y valorativa atribuida a sí mismo por su membresía grupal” (Tajfel.
1972, p. 292). Los grupos gestionan su identidad dependiendo de las
estructuras de creencias subjetivas, centradas en el estatus, estabilidad,
permeabilidad, legitimidad y alternativas cognitivas. En el caso del grupo de
Alex veo el claro ejemplo de cuando la estructura de creencias sobre el cambio
social se combina con el reconocimiento de que el orden social es ilegitimo
(piensa que la gente es ignorante, el Estado corrupto, la policía inútil, las leyes
innecesarias), desarrollando alternativas cognitivas y participando de la
competencia social a través de la violencia y la delincuencia.
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Considero de suma importancia la teoría de la influencia de la

información de referencia (proceso de influencia responsable del
reconocimiento, la construcción y la internalización de las normas), la teoría de
la identidad social del liderazgo y la teoría de la dinámica subjetiva grupal para
explicar el liderazgo de Alex y luego la traición de sus amigos. Alex incorpora
mejor las normas del grupo, es más prototípico, está fuertemente identificado
con el grupo y le permite esto ocupar un rol de liderazgo y aquellos que
discriminaba, que fueron marginados por él dentro del grupo, lo fragmentaron
formando un cisma: lo traicionaron poniéndole una trampa y acusándolo con la
policía.

Cuando Alex es encarcelado ayuda en la Iglesia de la cárcel y, en

búsqueda de ser liberado antes de su condena, le comenta al párroco que
quiere someterse al tratamiento Ludovico. Y aquí me detengo para resaltar la
respuesta del párroco porque es interesante en el sentido de la libertad
individual que mencioné comenzando este parcial. El párroco duda porque
considera que la bondad es una elección, cree que no se puede obligar a un
hombre a ser bueno, y lo cito: “si un hombre no puede escoger deja de ser
hombre”.

Alex es seleccionado para este tratamiento que corresponde con el

condicionamiento clásico (referente al modelo de Pávlov con su estímulo-
respuesta) precursor del conductismo. En este tratamiento me quiero enfocar
para desarrollar la influencia del conductismo en la psicología social. Pero
primero hay que contextualizar históricamente el surgimiento de la psicología
social. Surgió para dar respuesta a los problemas y necesidades generados por
la Segunda Guerra Mundial. Busca combatir la desmoralización de la
población, estudiar las actitudes, relaciones internacionales, etc. D. Cartwright
considera a Hitler como la persona que mayor impacto tuvo tanto en el
surgimiento de los problemas humanos como en la búsqueda de sus
soluciones. Como precursores de esta psicología se pueden nombrar a Gabriel
Trade, Durkheim, Wundt y Gustavo Le Bon, entre otros. En la historia de la
psicología social destacan dos corrientes que prevalecieron: la Psicología
Social Psicológica -derivada de la psicología general- y la Psicología Social
Sociológica -más cercana a la sociología-. La teoría conductista influyó e
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influye en el desarrollo de la Psicología Social porque permitió la teorización de

muchas conductas sociales, aprendizaje de los individuos, etc. El conductismo
está interesado en el “estudio de las respuestas de la persona frente a los
estímulos del medio en el proceso de aprendizaje de conductas sociales”
(Seidmann,2010, p. 15). Por esto está tan relacionado con el tratamiento
Ludovico de la película. Alex es torturado a través de una droga que simula la
muerte cuando él ve películas sobre situaciones de golpizas o violaciones con
el fin de que aprenda que hacer esto es incorrecto, similar al papel de
recompensas y castigos sobre la conducta desarrollados por el conductismo,
desde la perspectiva de que el sujeto “aprende” del medio social. Para el
conductismo toda conducta humana es producto de la influencia moldeadora
del ambiente, que deja su impronta en el sujeto. El fenómeno psíquico sólo
podía ser definido por sus efectos. El énfasis en el uso de métodos objetivos de
observación dio lugar a una enorme expansión del conocimiento psicológico e
investigaciones. El conductismo nace oficialmente con el trabajo de Watson.
Estos conceptos luego se utilizan para formular y desarrollar muchísimas
teorías que luego aportarán a la Psicología Social. Por ejemplo, Tolman se
interesa en la forma en la que las personas relacionan los estímulos entre sí,
de modo de aprender a qué meta conducen. El sujeto crea un “mapa cognitivo”
anticipatorio. Miller y Dollard destacaron el papel de la imitación social en el
aprendizaje del habla, Hovland investiga el efecto de la comunicación
persuasiva; Skinner con su idea del carácter manipulable del comportamiento;
Bandura en la Teoría del aprendizaje social critica el modelo estímulo-
respuesta, incorpora la importancia del aprendizaje vicario donde las personas
aprenden de la observación de otras personas.

Las múltiples influencias que recibe el conductismo en la psicología

social norteamericana forman una orientación cada vez más cognitiva. Pero
¿por qué la necesidad de “curar” a Alex? Se lo considera un “desviado”. Para
buscar mantener los universos simbólicos (cuerpos de tradición teórica que
integran zonas de significado diferente y abarcan el orden institucional en una
totalidad simbólica) se utilizan dos mecanismos: aniquilación o terapia. En el
caso de Alex se utiliza la terapia, por lo que se emplean mecanismos
conceptuales para asegurarse que permanezca dentro de las definiciones
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institucionales de la realidad. Finalizando la película podemos darnos cuenta el

tipo de sociedad en la que vive el protagonista. Alex termina convirtiéndose en
un objeto con un significado meramente político donde el oficialismo y la
oposición buscan aprovecharse de su historia para conseguir popularidad.

Podemos evidenciar que Alex es un individuo con socialización

deficiente. Para comprender mejor esto hay que entender que cuando me
refiero a socialización me refiero a la inducción amplia y coherente de un
individuo en el mundo objetivo de una sociedad o en un sector de él. Poco se
sabe de su infancia, pero se puede suponer por sus padres, su inteligencia y su
modo de expresarse que su socialización primaria - primera por la que el
individuo atraviesa en su niñez mediante el cual el niño se convierte en
miembro de la sociedad; es la más importante y posee mucha carga
emocional- fue eficaz; pero su socialización secundaria no lo fue. Lo que me
refiero con socialización secundaria es a la internalización de submundos
institucionales o basados en instituciones. Es la adquisición del conocimiento
específico de roles; requiere la adquisición de vocabularios específicos de roles
e involucra una identificación subjetiva con el rol y sus normas apropiadas.
Pienso que el individualismo, o sea, la elección individual entre realidades e
identidades discrepantes tuvo como consecuencia la socialización deficiente,
es decir, el alto grado de asimetría entre la realidad objetiva y la subjetiva.

Desde el principio de la película hasta el final vemos una incongruencia

entre las actitudes de Alex: el disfruta comer actos delictivos, pero a veces
miente con mostrarse arrepentido y aquí quisiera hacer una puntualización:
creo que esto se debe al concepto de deseabilidad social. Pero antes de
adentrarse en este concepto, habría que entender qué son y que conforma a
las actitudes. Las actitudes son valoraciones globales y relativamente estables
que las personas hacen sobre otras personas, ideas o cosas, etc. y hacen
referencia al grado positivo o negativo con que las personas tienden a juzgar
cualquier aspecto de la realidad, o sea, constituyen un fenómeno mental, por lo
que no pueden ser directamente observadas por fuera del sujeto. Las actitudes
se organizan mentalmente de acuerdo con una concepción tripartita de las
actitudes, es decir, constan de tres componentes: componente cognitivo, que
incluye los pensamientos y creencias de la persona acerca del objeto de
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actitud; componente afectivo, el cual grupa los sentimientos y emociones

asociados al objeto de actitud y, por último, el componente conductual. Este
componente es el único directamente observable. Recoge las intenciones o
disposiciones a la acción, así como los comportamientos dirigidos hacia el
objeto de actitud. Como funciones principales de las actitudes se pueden ubicar
la función de organización del conocimiento, buscando satisfacer la necesidad
básica de conocimiento y control, la función utilitaria, donde usamos las
actitudes como una herramienta para evitar lo que no nos gusta y conseguir lo
que queremos (contribuyen a la sensación de libertad y competencia) y una
función de identidad y expresión de valores, permitiéndonos así conocer y
darnos a conocer, reforzar la identidad y fortalecer la pertenencia grupal. A
grandes rasgos, las actitudes se adquieren por condicionamiento instrumental
(bien dramatizada en la película), imitación o refuerzo vicario (consecuencia de
la conducta de otros). Al pensar en las actitudes, no podemos dejar de
mencionar la distinción entre lo que llamamos la opinión pública y la opinión
privada y como las actitudes explícitas pueden entran en conflicto con el ámbito
público. Al intentar hacer una evaluación directa, la respuesta obtenida en el
ámbito público es en concordancia con “lo esperado”, mientras que en el
ámbito privado quizás la postura sea diferente. A este fenómeno se lo llama
deseabilidad social, es decir, intentar mostrarse en el ámbito público de la
mejor manera posible y esperada con el fin de ser aceptado; este fenómeno
explica por qué Alex a pesar de disfrutar cometer crímenes y lastimar a otros,
pide perdón aún sin sentir ningún tipo de culpa o remordimiento.

Para finalizar quería resaltar las incongruencias sobre los psiquiatras

que trataban a Alex. Primero se dijo que estaba totalmente enfermo y se buscó
curarlo, cuando “sanó” otra psiquiatra quería que vuelva a ser como antes por
su intento de suicidio. Confirmo así, que “los diagnósticos psiquiátricos
solamente existen en el cerebro del observador y no son un resumen válido de
características que presenta el observado” (Rosenhan, 1988 p.100) y que los
médicos se inclinan constantemente a considerar una persona lúcida como
enferma (Alex era violento, pero lo hacía de forma consciente, sabiendo que no
era correcto hacerlo). Además, es evidente que cuando vuelve a su hogar lo
rechazan y discriminan, hasta alquilan su habitación a otra persona. Le dejan
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bien en claro que no lo quieren más es un casa porque está “loco”. Por lo tanto,
los diagnósticos conllevan una estigmatización. Pero cuando se lo pone en la
posición de víctima y no victimario, los padres se arrepienten de haberlo
rechazado, se dan cuenta de cuánto se han equivocado, a pesar de todo lo que
ellos mismos han sufrido por los comportamientos de su hijo. Parece que no
importa lo que les haya hecho sentir el maltrato que recibieron, confían
plenamente en los diagnósticos psiquiátricos sin siquiera reflexionar sobre
ellos, posición que a veces toman también los mismos profesionales de la
salud mental, es decir que una vez diagnosticado como enfermo mental, en
palabras de Rosenhan, “(…) nada puede hacer para liberarse de ese estigma.
Se distorsiona profundamente la opinión de otros acerca de él y su propia
conducta. En un sentido estricto se ha creado así una realidad” (1988, p. 105).
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Referencias bibliográficas

Berger, P. y Luckmann, T. (1972). La construcción social de la realidad.

Buenos Aires: Amorrortu. CAPITULOS 1 y 2.

Berger, P. y Luckmann, T. (1972). La sociedad como realidad subjetiva.

En La construcción social de la realidad (pp. 162- 225). Buenos Aires:
Amorrortu. CAPITULO 3.

Briñol, P., Falces, C. y Becerra, A. (2007). Actitudes. En F. Morales, M.

Moya, E. Gaviria, e I. Cuadrado (Comps.) Psicología Social (pp. 457-490).
Madrid: Mc Graw Hill.

Hogg, M. A. (2016). Teoría de la Identidad Social. En S. McKeown et al.

(eds.), Understanding Peace and Conflict Through Social Identity Theory.
Suiza: Springer.

Rosenhan, D. (1988). Acerca de estar sano en un medio enfermo. En P.

Watzlawick (Comp.) La realidad inventada. Buenos Aires: Gedisa.

Seidmann, S. (2010). Historia de la Psicología Social. Ficha de Cátedra.