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4ta. Clase
DETERMINACIÓN DE LA FRUSTRACIÓN Y LA FATIGA LABORAL
M.E.S. Myrna Castillo
Fatiga
Los periodos de trabajo largos van asociados inevitablemente al cansancio, en estos casos, la
sensación de fatiga actúa como un dispositivo de protección del organismo, que sirve para
impedir el agotamiento total.
Tradicionalmente se han clasificado los distintos
tipos de fatiga de la siguiente manera:
Fatiga general: por lo común afecta a todo el organismo, tanto física como
mentalmente.
Fatiga sensorial: ocasiona dolores e hipersensibilidad en el sistema nervioso.
Fatiga física: ocasiona dolores localizados en músculos determinados.
Fatiga mental: genera tensión en el individuo, creada por una actividad
mental intensa o prolongada, la padece principalmente los que desempeñan
trabajos intelectuales, los que realizan trabajos de gran precisión o los
sometidos a una gran responsabilidad.
Fatiga crónica: se produce por una falta de recuperación y escasez de
suficiente descanso en etapas sucesivas del trabajo o fuera de él, que provoca
una sensación de malestar, física y emocional y que mantenida en el tiempo,
da como resultado una fatiga crónica, retroalimentada por la rutina diaria.
Los principales mecanismos del cuerpo
humano afectados son:
El sistema circulatorio.
El aparato digestivo.
El sistema nervioso.
El sistema muscular.
El aparato respiratorio.
Los síntomas que provoca la fatiga pueden
dividirse en las siguientes categorías:
La frustración laboral es uno de los principales males del siglo XXI, además del estrés,
el desequilibrio laboral y personal y el ritmo acelerado de nuestras vidas.
Alain de Matteis, explica que cuando una persona sufre de este tipo de frustración,
cree sentirse bien porque todos los elementos a nivel internos de la empresa y
externos marchan correctamente, pero aun así tiene la sensación de que algo falta y
que debe hacer cambios, lo cual es más difícil de aceptar.
¿De dónde viene?
Para encontrar el rumbo, la persona debe analizar a profundidad cuáles son sus
intereses, qué lo motiva y cuáles son sus talentos, habilidades y debilidades. Las
respuestas a estas preguntas le ayudarán a definir qué es lo que realmente quiere
hacer.
En este caso, la persona tiene que decidir entre seguir su formación o tomar el ascenso que le
ofrecen y por tanto nacen los sentimientos de frustración. Si no tiene la suficiente
inteligencia emocional, esta situación puede llegar a afectar la toma de decisiones en el
momento adecuado.
Frustración por barrera
Ocurre cuando el individuo se ve impedido de alcanzar una meta porque se
presenta un obstáculo, el cual siente que no puede vencer. Puede ocurrir si una
persona se presenta para un puesto de trabajo, pero es descartado porque no
cumple uno de los requisitos solicitados.
Entre algunas de las características de un empleado que te pueden ayudar a reconocer la frustración laboral, están:
Suelen ser personas muy impulsivas e impacientes, además de ser bastante exigentes.
Muestran gran dificultad para manejar sus emociones.
No toleran bien el tener que esperar a fin de obtener aquello que desean y si no
logran lo quieren de forma inmediata, reaccionan con ira o tristeza marcada.
Son poco flexibles, no se adaptan bien a los cambios y suelen ser radicales en sus
pensamientos. No ven los tonos grises o posturas intermedias, solo los extremos.
Suelen sentir que se merecen todo lo que desean obtener y por tanto si se les pone
límite, consideran que es injusto.
Es frecuente que utilicen el chantaje emocional como una forma de obtener lo que
desean de forma inmediata.
¿Cómo evitar la frustración laboral?
1. Reduce tus expectativas
Todos tienen expectativas sobre conseguir un mejor empleo, un ascenso o un aumento de
sueldo. Sin embargo, trata de manejarlas a fin de que sean objetivos que puedas alcanzar
en el corto o mediano plazo y así no te generen frustración.