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sEts

Tlab4iar para ganarse la vida


Los cód,igos para el trabqjo E el d,inero 169

SIETE Introducción
Aprender a üvir con ello
Los códigos pürü la calidod, E ln pert'ección 195

ocHo
Más es mejor Para ic¡s nortearrrericarlos, es un gaiope. Para ios euirl-
Los códigos püra la comida y el alcoh,ol 2tt peos, una marcha. Para el Jeep, fue abrirse camino.

NUEVE Hacia finales de la década de los noventa, el Jeep

Cárguele ese pretexto a mi tarjeta dorada Wrangler luchaba para ganarse de nuevo su lugar en
Los códigos para las comryras y el htjo ?*31
el mercado estadounidense. Había sido suplantado por
una amplia variedad de camionetas 4 x 4,la mayoría
DtÉz más grandes, más lujosas y más apropiadas para las
áQué se creen esos advenedizos? madres de futbolistas. Chrysler tr,abÍa llegado a una en-
Los cód,igos para los Estad,os Unid,os
crucijada con el Wrangler y pensó seriamente en una
en otras culturas 253
revisión completa de su estrategia.
ONCE Cuando comencé a trabajar con Chrysler en el Jeep
La separación del Mar Rojo es opcional Wrangler a f,nales de los noventa, la gerencia de la
El códi,go para la presidmnia compañía era escéptica acerca de mi método para com-
d,e los Estad,os Unidos 271 prender las preferencias de los clientes. Habían llevado
a cabo una amplia investigación de mercadeo y hecho
DOCE
cientos de preguntas a docenas de grupos focales. Atra-
Nunca crecer, nunca rendirse
vesé la puerta con un puñado de métodos diferentes y
El código para los Estad,os Unid,os 283
se dijeron a sí mismos: "¿Qué puede darnos este tipo
Agrad,ecimisntos 297
que no tengamos nosotros ya?".
La gente de la Chrysler, en efecto, habÍa hecho
cientos de preguntas; no habÍan hecho, sin embargo,

t3
; t4 flotaire Rapaille lntroduccién t5

J
r
Ias preguntas correctas. Seguían escuchando lo que la conductores querÍan sentir el viento a su alrededor
gente decía. Esto siempre es un emor. Como resultado,
como si estuvieran montando a cabailo.
tenían teorÍas acerca de cómo cambiar al Wrangler de Los ejecutivos no quedaron particularmente impre-
múltiples maneras (más lujoso, rnás parecido a un au- sionados. Después de todo, las investigaciones les de-
tomóvil tradicional, sin puertas remoübles, cerrado en cían que los consumidores querían algo diferente. Qui-
vez de convertible, etc.) sin un camino claro para se- zásla gente alguna vez pensó en los Jeeps como caba-
guir. El Wrangler -el clásico Jeep de consurno- estaba llos pero no querían seguir pensando así. Les pedÍ que
apunto de perder su lugar característico en el universo ensayaran mi teoría haciendo un ajuste relativamente
de los automóviles, convii-tiéndose, para efectos prácti- menor en ei diseño del automóvil: reempiazar ias iám-
cos, en una camioneta 4 x 4 más. paras frontales cuadradas por Iámparas redondas. ¿Por
Cuando reuní grupos de consumidores, les hice pre- qué? Porque los caballos tienen ojos redondos, no cua-
guntas diferentes. No les pregunté qué querían en un drados.
Jeep;les pedí que me contaran sus primeros recuerdos Cuando resuitó que era más barato construir carros
acerca de los Jeeps. Los encuestados me contaron cien- con lámparas redondas, fue más fácil que tomaran Ia
tos de historias y las historias tenían una fuerte imagen decisión. Ensayaron el nuevo diseño y la respuesta fue
recurrente -la de estar en el campo abierto, la de ir a positiva al instante. Las ventas del Wrangler subieron y
donde ningún automóvil convencional puede llegar, la su nueva "cara" se convirtió en su aspecto más caracte-
de andar libre a pesar de las dificultades de la carrete- rístico y fácil de mercadear. De hecho, desde entonces
ra-. Mucha gente habló del Oeste americano y de las el iogotipo del automóvil ha incorporado su parrilla y
o llanuras abiertas. lámparas redondas. Hay incluso clubes de fanáticos del
Regresé a donde aquellos precavidos ejecutivos de Jeep que distribuyen camisetas a sus miembros con Ia
Chrysler y les dije que el código para el Jeep en los Ieyenda: "Los verdaderos Jeeps tienen lámparas re-
Estados Unidos es CABALLO. Su noción de convertir dondas".
el Wrangler simplemente en otra camioneta 4 x 4 era Mientras tanto, Ia compañía comenzó a promocio-
equivocada. Las camionetas 4 x 4 no son cabailos. Los nar el automóvil como un "caballo". Mi anuncio favorito
caballos no tienen aditamentos lujosos. Los caballos no muestra a un niño en las montañas con un perro. E1
tienen cueros suaves como la mantequilla sino el cue- perro se cae de un precipicio y queda colgando preca-
ro duro de una montura. El Wrangler necesitaba tener riamente de un árbol. El niño corre a un pueblo cer-
puertas removibles y una cubierta abierta porque los cano a pedir ayuda. En el camino pasa toda clase de
t6 Clotaire Rapaille lntroducción t1

automóviles y camionetas 4 x 4 hasta que se cruza con A estas alturas, Ios ejecutivos de Chrysler ya no du-
un Jeep Wrangler. El Wrangler escala el escabroso te- daban de mi método. Habían llegado a apreciar el po-
rreno montañoso y su conductor rescata el perro. El tencial del código cr-rltural.
niño abraza al perro y luego se da vuelta para agradecer
al conductor, pero el Jeep yava camino abajo, como un
héroe del antiguo oeste cabalgando hacia el horizonte Para Ritz-Carlton, Ia revelación llegó de manera in-
en su corcel. esperada gracias aI... papel higiénico- Cuando comencé
Animados por su éxito en Estados Unidos, Chrysler a ser consultor de esta compañÍa, los sorprendí ücién-
me contrató para descubrir ei código dei lYrangler en doies que el trabajo que ieníat-r que hacei- para rrtejorar
Europa. Los encuestados tanto en Francia como Ale- la satisfacción de sus clientes tenía que comenzar por
mania recordaban a los Wrangler como los Jeeps que el baño. Por supuesto, pensaron que estaba delirando,
ias tropas estadorinidenses conducían durante la Se- pero me escucharon hasta el flnal.
gunda Guerra Mundial. Para los franceses, ésta era Ia Si usted le pregtinta a la gente por qué compran el
imagen de Ia liberación de los alemanes. Para los ale- papel higiénico que compran, la mayoría dirá: "Porque
manes, ésta era la imagen que los liberaba de su lado es suave y está rebajado". No tienen idea de que ei có-
más oscuro. Una y otra vez,la gente en estos países me digo para el papel higiénico puede ser diferente a algo
contó historias acerca de cómo Ia imagen de unJeep les estrictamente utilitario. Están equivocados. Como con
daba la sensación de esperanza, recordándoles el flnal el Jeep, mi trabajo con los consumidores para descifrpr
de unos tiempos difíciles y la llegada de mejores dÍas. el código del papel higiénico reveló algo poderoso e in-
Regresé a Chrysler y les dije que eI código para el Jeep esperado acercade la primera impresión de los estado-
Wrangler en ambos países era LIBERTADOR. unidenses de un producto cotidiano.
Con la noticia del código, Chrysler lanzó nuevas Para los padres y ias madres estadorinidenses, el
campañas en Francia y Alemania. AllÍ, sin embargo, entrenamiento en el uso del papel higiénico se toma
en vez de posicionar el automóvii como un caballo, hi- muy en serio. Para algunos, este entrenamiento es con-
cieron énfasis en el orgulloso pasado del Jeep y de la siderado tan esencial que comienzan el proceso poco
libertad que se ganaba al conducir un Wrangler. Estas tiempo después del primer cumpleaños del bebé' Y,
campañas también füeron tremendamente exitosas, sin importar cuándo comienza, los padres y las madres
ampliando Ia participación dei Wrangler en el mercado sostienen a una pequeña industria de libros, videos e
de ambos países. incluso psicólogos que se enfocan en esta tarea. (¡Una
th l8 Clotaire Rapaille

controversia actual en este campo tiene que ver con la


lntroducción

ta del baño. Libre y sin culpa, pues tiene el respaldo de


I9

idea de un bebé "libre de pañales", al que se le entrena las figuras de autoridad en su üda'
en el uso del papel higiénico apenas a los ocho meses Esta impronta es tan fuerte en la cultura estadouni-
; de edad!) EI entrenamiento en el uso del papel higié- dense que el código cultural para el papel higiénico es
nico tiene consecuencias sociaies signif,cativas: afecta iNDEPENDENCIA.
: todo, desde las f,estas de los niños hasta los paseos en Para Ritz-Carlton, esto signif,có una oportunidad
automóvil y Ia aceptación en el jardÍn infantil. Está tam- enorme para satisfacer a los huéspedes en el único es-

; bién, por supuesto, Ia enorme sensación de liberación pacio de Ia casa (o suite) que implica privacidad e inde-
que ilega cuando las rrramás y los papás se dan cuenta pendencia completas. ¿Por qué no poner un teléfono en
de que ya ng tienen que cambiar pañales. el baño? ¿Una libreta de apuntes y un bolígrafo? ¿Por
Sin erirbargo, para el niño estadounidense, la culmi- qué de;enerse ahí? ¿Por qué no hacer que el baño sea
.confortable,
nación del entrenamiento en ei uso del papel higiéni- espacioso e independiente de Ia suite del

I co suscita una respuesta diferente. Una vez que puede


ir al baño por su cuenta -o más específ,camente, ir al
baño y usar el papel higiénico por sÍ mismo- una cosa
extraordinaria sucede. El niño puede cerrar la puerta
hotel¡? Un baño que sea apenas funcional se olüda fácil-
mente. Un baño que sea un lugar de retiro del mundo
completamente equipado e independiente da, sin em-
justo en el código. En efecto, si usted mira las
bar)go,

h del baño, incluso cerrarla ion llave, y rechaaar a sus


padres. I cosa sorprendente, será alabado por hacerlo.
caÉas que se están construyendo hoy en los vecinda-
riois prósperos, verá el mismo efecto. Los baños están

il Sus papás están orgullosos de él porque ya no necesita


más de ellos. Le sonríen y Io aplauden. A veces incluso
creciendo, con aditamentos que antes se consideraban
lqiosos pero que ahora son estándar -tinas profundas,
y
h le compran un regalo.
Esta impronta está totalmente asociada con el uso
del papel higiénico más que con el uso del baño mismo.
Iavtamanos dobles, televisores, teléfonos
sie,mpre, una puerta para aislarse del mundo-.
'¿La razón? Los códigos.
siempre,

il,
,
En los primeros años, el uso del baño todavía requiere

r
r:,,
que uno de los padres entre con el niño o la niña -o I

acompañarlo hasta que hayan terminado- y limpiar al


i EI código cultural es el significaclo inconsciente que
l"

tt [e damos a cualquier objeto -un carro, un tipo de co-


flnal. Sólo cuando el rtiño es capaz de utilizar el papel
higiénico queda iibre para encerrarse detrás de Ia puer- /*iAu, una relación, incluso a un país- según la cr-útura
I

)
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I
I 20 Clotaire Rapaille
lntroducción 2t

en la que hemos sido criados. La experiencia estado- emocionalmente, el niño aprende lo que "caliente" y
;
unidense con 1os Jeeps es muy diferente de la expe- "quemarse" signiflcan y es poco probable que lo olüde.
riencia francesa y alernana porque nuestras culturas La combinación de la experiencia y su emoción co-

r
;
evolucionaron de manera diferente (nosotros tenemos rrespondiente crean lo que es conocido ampliamente
recuerdos culturales arraigados de la frontera abierta; como una impronta, un término que por primera vez
los franceses y alemanes los tienen de la ocupación apiicó Konrad Lorenz. Una vez que una impronta ocu-
y Ia guerra). Por lo tanto, los códigos -los signif,ca- rre, condiciona fuertemente nuestros procesos de pen-
: dos que Ie damos al Jeep en el nivel inconsciente- son samiento y le da forma a nuestras acciones futuras.
también diférentes. Las razones para esto son nume- üada impronta nos ayucla a ser ntás 1o que sornos. La
rosas (y Ias describiré en el capítulo siguier.tte), pero combinación de improntas nos define.
;
todo se reduce a los mundos en los que crecii;ros. Es Una de mis improntas más memorables me llegó
obüo para todos que las culturas son diferentes',entre cuando era un niño. Crecí en Francia y cuando tenía

r
; sí. Sin embargo, la mayoría de ias personas no sé dan uros cuatro años, mi familia recibió una invitación para
cuenta de que estas diferencias en realidad nos llevan una boda. Nunca había estado en una antes y no sa-
a que procesemos la misma información de maneras bía qué esperar. Lo que encontré fue sorprendente. Las

I diferentes
Mi viaje hacia el descubrimiento de los códigos c',ul-
turales comenzó a principio de la década de los setenita.
En ese entonces, yo era un psicoanaiista en ParÍs y;mi
bodas francesas no son como las bodas en cualquier
otra cultura que conozca. El evento duró dos días, y Ia
mayor parte del tiempo transcurrió alrededor de una
gran mesa comunal. La gente se levantaba y brindaba
;

r
trabajo clÍnico me llevó a las investigaciones dei grian en torno a la mesa. Se encaramaban en ella para cantar.

científico Henri Laborit, quien trazó txa.1u.¿ ss¡sxilón DormÍan debajo de la mesa y (como me enteré más tar-
entre aprendizaje y emoción, demostrando que sin e,sta de), incluso se seducían los unos a los otros allí mismo.
última, eI aprendizaje era imposible. Entre más fue.¿rte Había comida disponible siempre. La gente tomaba Le
la emoción, se aprende más claramente de una ex1'De- trou Normand, una copa de Calvados que ies permitÍa
;
riencia. Piensé en un niño al que los padres le ücen qute hacerle campo a más comida. Otros simplemente iban
tenga cuidado con una olla caliente en la estufa. Estr: al baño a vomitar para poder comer más. Era una cosa
; sorprendente para un niño y eilo dejó una impronta
concepto es abstractb para el niño hasta que se acerca,
permanente en mí. Desde entonces, para siempre, aso-
toca Ia olia y se quema. En este momento tan intenso
* I

¡
t
:
17 Clotaire Rapaille

cíaría las bodas con excesos gastronómicos. De hecho,


lntroducción

Continuamos conversando y el hombre me hizo una


23

ia primera vez que fui a una boda en Estados lJnidos, oferta extremadamente atractiva. No sólo los términos
me desconcertó 1o sobria que fue en comparación' Re- financieros eran considerables, sino que habÍa algo pro-
T cientemente mi esposa (que también creció en Fran- metedor en un proyecto como ese. A diferencia de mi
cia) y yo hicimos la clase de flesta de varios días que ffabajo con niños autistas, donde el progreso era dolo-
; signiflcaba "boda" Para ambos. rosamente lento, esta oferta era la oportunidad de po-
Toda impronta influye en nosotros en el inconscien- ner a prueba teorías que había desarrollado acerca de
te. Cuando el trabajo de Laborit aclaró esto para mí, hs improntas y la mente inconsciente. Era una oportu-
;
comencé a incorporar io que aprendí de él en mi traba- niriacl niuy buena para dejarla pasar. Tomé un año sabá,-
jo clínico en París, gran parte del cual era con niños y tico y me fui a cumplir mi nueva misión.
; Mi primera reunión con los ejecutivos de Nestlé y
niñas autistas (de hecho, Laborit me llevó a la teoría de

p que los niños con autismo no aprenden porque carecen


de Ia emoción para hacerlo). El tema de las improntas
su agencia de publicidad japonesa fue muy instructi-
va. Su estrategia, que hoy parece absurdamente equi-
también hizo parte de 1a base de las conferencias que di vocada pero que no Io parecía de manera tan obvia en

h en esa época. Después de una conferencia en particu- Ios setenta, eratratar de convencer a los consumidores

l Iar, eI padre de un estudiante se acercó a mí'


"Dr. Rapaille, creo que tengo un cliente para usted",
me dijo.
Siempre intrigado con las posibilidades que ofrece
japoneses de carnbiarse del té aI café. Había pasado un
tiempo en Japón y sabía que el té signif,caba mucho
para esa ctftura, pero no tenía ninguna idea qué emo-
ciones le atribúan at café. Decidí reunir varios grupos
; un caso nuevo, asentí con interés. "¿Un niño autista?". de personas para tratar de descubrir la impronta que

r "No", ddo, sonriendo". "Nestlé".


En ese momento, enfocado como estaba en ei tra-
bajo clÍnico y académico, apenas entendía 1o que sig-
tenían de esta bebida. Creía que allí habría un mensaje
que podría abrir una puerta para Nestlé.
Estructuré una sesión de tres horas con cada tuto
de los grupos. En Ia primera hora, asumÍ la personali-
; niflcaba la palabra "mercadeo". No podía, por lo tanto,

r imaginarme cómo podía ser útil para una compañía.


"¿Nestlé? ¿Qué puedo hacer yo por ellos?".
"Estamos tratando de vender café instantáneo en
Japón pero no hemos tenido el éxito que quisiéramos'
dad de un visitante de otro planeta, alguien que mrn-
ca había visto el café antes y no tenÍa idea de cómo se
"usaba". Pedí que me ayudaran a entender el producto,
creyendo que sus descripciones me darían una idea de
; Su trabajo acerca de las improntas podrÍa a5rudarnos".
Io que pensaban de é1.
; t4 Clotaire Rapaille lntroduccién 25

T En la siguiente hora, los hice sentar en el piso como Bajo estas circunstancias,la estrategia de Nestlé de

r nÍños de primaria y que utilizaran tijeras y una pila de


revistas para que hicieran tn collage de palabras rela-
cionadas con el café. El objeto aquí era que me conta-
tratar de convertii a estos consumidores del té al café
iba a fallai. El café no podÍa competir en la cultura ja-
ponesa si tenía una resonancia emocional tan débil. Por

I ran historias que me ofrecieran otras claves.


En la tercera hora hice que los participantes se sen-
taran en el piso con alrnohadas. Hubo algunas dudas en-
el contrario, si Nestlé iba a tener algún éxito en este
mercado, necesitaban comenzar desde el principio. Ne-
cesitaban darle al producto un signif,cado en esa cul-

; tre ios miembros de todos los grupos, pero los convencí tura. Necesitaban crearle al café una impronta en los

r tie que no esiaba loco. Puse música s"üave y les pedí a


Ios participantes que se relajaran. Lo que estaba hacien-
japoneses.
Armados con esta información, Nestlé diseñó una

r
do era relajar sus ondas cerebrales activas, llevándolos nueva estrategia. En vez de venderle café instantáneo a
a un estado de tranquilidad similar al que ocurre antes un país dedicado al té, crearon postres para niños que
de dormir. Cuando llegaron a este punto, Ios llevé en un tuüeran el sabor del café pero sin Ia cafeÍna. La nueva
viaje de regreso desde srr adultez, pasando por los años generación aceptó estos postres. Su primera impronta

; de su ariolescencia, hasta los tiempos en que eran muy del café fue una muy positiva, una que llevarían consigo
jóvenes. IJnavez que llegaron allí, les pedí que pensa- por el resto de sus vidas. Gracias a esto, Nestlé.se ganó

T ran de nuevo en el café y que recordaran sus primeros un lugar signiflcativo en el mercado japonés. Aunque

t
recuerdos cie é1,Ia primera vez que conscientemente lo no es probable que algún experto en mercadeo logre
experimentaron y su recuerdo más significativo (si ese convencer a los japoneses de que abandonen el té, las
recuerdo era diferente). ventas de café, casi inexistentes en 1970, ahora se acer-
Diseñé el proceso para llevar a los participantes a su can a quinientos millones de libras por año en Japón.
Entender el proceso de la formación de una impronta
+ primera impronta det café y a la emoción asociada con é1.
En Ia mayoría de los casos, sin embargo, el üaje no llevó y cómo se relaciona directamente con los esfuerzos de
a ninguna parte. Lo que esto signif,caba para Nestlé era mercadeo de Nestlé, abrió las puertas de la cultura ja-
;
muy claro. Alavez que 1os japoneses tenían una fuerte ponesa y le dio la lrrelta a una operación de negocios

conexión emocional con el té (algo que aprendí sin pre- que estaba en problemas.
; Sin embargo, para mÍ, consiguió algo mucho más im-
guntarlo en ia primerá hora de las sesiones), tenían, a 1o
sumo, una impronta muy superflcial del café. La mayo- portante. Darme cuenta de que no había una impronta
; ría, de hecho, no tenían ninguna impronta dei café. significativa para el café en Japón, me reveló que la
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tl

26 Clotaire Rapaille lntroducción 17

formación temprana de una impronta tiene un impacto mujeres, por el otro lado, son asociadas con lalwa,la
enorme en por qué las personas actúan de la forma lune, una palabra femenina. La luna, por supuesto, no
japoneses brilla por sí misma; ella refleja Ia luz del sol. Podemos
como Io hacen. Además, el hecho de que los
que
no tuvieran una impronta fuerte dei café mientras aprender mucho acerca de Ia relación entre franceses
los suizos (Nestlé es una compañía suiza) obviamen- y francesas a través de esta observación al comprender
te sí, hizo que fuera claro que las improntas varían de que los niños franceses reciben la impronta de estos
cultura en cultura. Si pudiera llegar a Ia fuente de esas conceptos.
improntas, si de alguna manera podía "descifrar" ele- Para los alemanes, sin embargo, estas palabras tie-
mentos de ia cuitura para descubrir las emociones
y nen significados casi opuestcls. El sol, di,e Sonne, es fe-
signiñcados adscritos a ellos, aprendería mucho acerca menino, y los aiemanes consideran que las mujeres son
del comportamiento humano y cómo varía a 1o largo las que Ie dan calor al mundo, hacen que las cosas crez-
del planeta. Esto me puso en el camino de mi vocación can, y crían a los bebés. Los hombres son la noche, Ia
para el resto de Ia üda. Satí en busca de los códigos oscuridad, el lado de la luna. Der Mond, "la luna", es un
escondidos en el inconsciente de toda cultura' término masculino. Nuevamente, esto dice mucho acer-
ca de las relaciones que tienen ios sexos en esta cultura
.S/
y ios papeles que desempeñan en esta sociedad.
Cuando un hombre y una mujer tienen un bebé, tienen El simple uso de palabras como "sol" y "luna" puede
un ser humano pequeño en vez de un pájaro, un pesca- desatar improntas completamente opuestas entre los
do o un caimán. Su código genético dicta esto' Cuan- franceses y los alemanes. Por lo tanto, cada cultura tie- ,

do un hombre y una mujer estadounidenses tienen un ne una interpretación diferente -un código diferente-,,,
bebé, tienen un bebé estadounidense. La taz6n de esto para estas palabras. Cuando se unen los diferentes có-,,
no es genética; es porque un códigó diferente, el código digos para las diferentes improntas, se crea un sistema
cultural, está oPerando' de referencia que la gente que vive en estas culturas
Por ejemplo, "el sol", en francés es Le soleCl, un sus- utiliza sin percatarse de eilo. Estos sistemas de referen-
tantivo masculino y, para los franceses, una palabra cia guÍan a cada cultura de diferente manera.

asociada estrechamente al rey Sol, Luis XIV' Los fran- Una impronta y su código son como un candado de
ceses, que reciben esta impronta a una edad tempra- clave y su combinación. Si usted tiene todos los números

na, pet'ciben al so1 como mascuiino y, por extensión, correctos en eI orden correcto, puede abrir el candado.
ven a los hombres como iluminados y brillantes' Las Hacer esto con un enorme despliegue de improntas tie-
t8 Clotaire Rapaille lntroducción 19

ne profundas impJicaciones. Nos lleva a la respuesta de 'i*Mi


intención principal es liberar a aqueilos que lean
una de las preguntas más fundamentales: ¿por qué ac- este libro. Se gana una libertad excepcional al entender
* tuamos de la manera como lo hacemos? Entender el có- por qué uno actúa de la manera que lo hace. Esta liber-
digo cultural nos suministra una nueva y sorprendente x¿d afectará todos los aspectos de su vida, desde las
herramienta, unos anteojos nuevos, si usted quiere, con relaciones que tiene, lo que siente acerca de lo que po-
los que nos examinamos a nosotros mismos y nuestros see y las cosas que hace, hasta las actitudes que usted
comportamientos. Ello cambia la manera como vemos tenga acerca del papel de su país en el mundo.
todo 1o que tenemos alrededor. Es más, conf,rma lo que Los temas que trataré enEl cód,i,go cultural inclu-
siempre hemos sospechado que es cierto: que a pesar yen muchas de ias fuerzas más signiflcativas que im-
de nuestra humanidad en común, la gente alrededor pulsan nuestras üdas: sexo, dinero. relaciones, comida,
del mundo es realrnente diferente. El código cultural obesidad y salud. Usted verá cómo los participantes en
nos ofrece una manera de entender por qué. las sesiones de descubrimiento me llevaron a los códi-
Este libro es la culminación de más de tres décadas gos y cómo la revelación de los códigos me llevó a una
de experiencia descifrando improntas para importantes nueva comprensión del comportamiento en los Estados
compañías alrededor del mundo. Llamo a este proceso Unidos, cómo se compara con el comportamiento en
de desciframiento un "descubrimiento" -he hecho más otras cuJturas y qué signif,can esas diferencias para to-
de trescientos- y he üsto cómo estos descubrimientos dos nosotros.
se han puesto en práctica para el beneflcio de mis clien- Una vez que usted conozca los códigos, nada volverá
tes. Más de Ia mitad de las compañÍas de la lista actual a parecerle igual que antes.
de Fortune 100 me tienen como consultor, y la res-
puesta corporativa a mis hallazgos ha validado la exac-
titud de mi trabajo, asegurándome que los anteojos que

t he ideado, ios anteojos del código cultural, ofrecen una


nueva y nítida visión del mundo que nos rodea. En el

I
I

curso de los últimos treinta años, he diseñado y paten-


tado rin método probado y ensayado para hacer des-
cubrimientos. En este libro compartiré este método y

TI algo de lo que he aprendido acerca de las culturas más


importantes del mundo utilizándolo.

II

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