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(INFORME)
(ESTUDIANTES)
(MAGISTER)
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
PSICOLOGÍA EVOLUTIVA
MONTERÍA CÓRDOBA
2021
Contenido
INTRODUCCIÓN.....................................................................................................................2
TRASTORNOS DEL DESARROLLO..................................................................................3
TIPOS DE TRASTORNOS...................................................................................................6
TRASTORNO DEL LENGUAJE O LA COMUNICACIÓN...........................................6
TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA................................................................11
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD.......................14
TRASTORNO EN EL DESARROLLO MOTRIZ..........................................................17
TRASTORNO ESPECÍFICO DEL APRENDIZAJE.......................................................21
CONCLUSIÓN........................................................................................................................25
REFERENCIAS.......................................................................................................................26
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INTRODUCCIÓN
Entender el desarrollo del ser humano como una sucesión evolutiva que corresponde a la
interacción de múltiples factores tanto de carácter individual e interno, como externo y
colectivo, predispone un estudio de la formación progresiva en la que se desarrolla el ser
humano en cada una de sus dimensiones partiendo de lo físico, a lo psicomotriz, cognitivo, socio
afectivo y moral, hasta integrarse en un solo proceso que está determinado por dos variantes
principales que influyen directamente sobre su desarrollo: el aspecto biológico que corresponde
a la carga o herencia genética, y el aspecto de interacción social que corresponde al medio en el
que se desenvuelve la persona.
Una vez se tiene claro esta concepción general de lo que es el desarrollo del ser humano
como un conjunto de cambios en la persona y en su conducta, aparecen en su defecto una serie
de factores que actúan como limitantes en el proceso de desarrollo que alteran y dificultan las
funciones intelectuales y adaptativas de una persona. Por eso, en este informe se abordará como
temática inicial: las principales causas, seguido sus características, descripciones y posibles
tratamientos de cada uno de los trastornos que limitan el desarrollo del ser humano.
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TRASTORNOS DEL DESARROLLO.
Los trastornos del desarrollo infantil son cuadros clínicos cuyo origen multifuncional
reconoce como principal causa a la influencia de los factores biológicos en la madre, así como el
ambiente en el que esta se desenvolvió en su etapa gestante, dichos factores son considerados
como el origen de los inconvenientes presentados en el desarrollo de las capacidades del niño
desde su etapa gestante hasta sus primeros años de vida, por lo que pueden determinar en gran
medida, a futuro, las habilidades del menor. Se caracterizan por ser perturbaciones que presentan
una gran desviación de los patrones normales de la conducta y el neurodesarrollo humano, y
cuya etiología ya sea genética o biológica daña en gran medida al sistema nervioso central del
niño en etapas muy tempranas. Los trastornos pueden abarcar una o más áreas que estén
implicadas en el correcto funcionamiento de las habilidades cognitivas tales como la planeación
y la ejecución de tareas, la coordinación visomotriz, la memoria y el procesamiento sensorial.
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3. Trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
6. Síndrome de Down.
● El pequeño empieza a gatear después de los 12 meses, cuando la mayoría de los niños
de su edad están aprendiendo a caminar.
● Tarda más de un año en balbucear sus primeras palabras.
● No señala las cosas que le interesan.
● No muestra interés por los juguetes y los juegos.
● No reacciona cuando le llaman por su nombre o le muestran objetos que deberían
despertar su interés.
● No reconoce los sonidos familiares como las voces de sus padres, el timbre de la
puerta o del teléfono, el ladrido del perro o las canciones infantiles que escucha a
diario.
● No puede imitar acciones o sonidos por más sencillos que sean.
Por otro lado, a partir de los dos años de edad las señales de alerta varían y algunas de estas
evidencias para reconocer un trastorno del desarrollo pueden ser:
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● Comienza a dar sus primeros pasos cuando los demás niños de su edad caminan desde
hace tiempo.
● No se integra con los demás niños de su edad para jugar.
● No reconoce dibujos, objetos o fotos de personas o cosas familiares y cercanas.
● No muestra interés por los juegos imaginarios ni simbólicos, ya que su imaginación se
encuentra en un nivel muy incipiente.
● No puede concentrarse en una actividad específica durante más de 10 minutos, pierde
rápidamente la concentración o no presta atención a largas conversaciones,
actividades, juegos, historias o cuentos.
● No responde a preguntas demasiado elaboradas ya que su vocabulario es muy
reducido.
● No expresa sus emociones ni su estado físico con palabras.
Cuando hablamos de las causas, es necesario entender que éstas pueden variar
desentendiendo el tipo de trastorno y pueden presentarse generalmente por la coacción de dos
determinantes que pueden ser: prenatales, por defecto neurológico (que en muchos casos es
posible solucionar o controlar con la medicación adecuada) o en otros casos, postnatales,
causados como resultado de una experiencia traumática concreta que ha influenciado en el tipo
de trastorno.
También se habla de otras causalidades como:
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TIPOS DE TRASTORNOS.
De igual forma que en otras áreas del desarrollo humano, se presenta en la teoría del
desarrollo del lenguaje un debate sobre la importancia que tienen los factores externos e internos
de este desarrollo en el niño, entre estos factores se destacan principalmente los siguientes: las
características físicas del niño, el estado de su desarrollo y los atributos determinados
genéticamente. Así mismo, existen también durante la infancia influencias extrínsecas que están
vinculadas principalmente a la familia como son el caso de la personalidad, el estilo del cuidado
de los padres y hermanos, la cultura donde nació y finalmente el estatus socioeconómico de la
familia del niño
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Antes de comenzar a abordar todos los conceptos implicados en lo que es el desarrollo
del lenguaje o la comunicación es importante conocer en primer lugar la diferencia que existe
entre lo que es el lenguaje y habla en sí. Por lo general las personas tienden a confundir estos
dos conceptos y no diferencian el uno del otro, es importante que se tenga presente que la
palabra lengua, por un lado, hace referencia al sistema de signos ya sea orales o escritos que
utilizan las personas para comunicarse dentro de un grupo; mientras que el lenguaje, por su
parte, se refiere a la capacidad que tienen los seres humanos para comunicarse a través de signos
y expresar los pensamientos o ideas. En otras palabras, se puede decir entonces, que el habla
viene a ser una manifestación oral de la lengua.
Comprendido lo anteriormente expuesto, se tiene que los trastornos del desarrollo del
lenguaje son aquellos que de cierta manera limitan al individuo en la adquisición del mismo, lo
cual a su vez puede llegar a afectar diferentes áreas lingüísticas como el vocabulario, la parte
fonológica, la sintaxis, la pragmática e incluso, en su sentido más amplio, la organización
discursiva. Ahora bien, todas estas áreas tienden a verse afectadas no solo en lo referente a la
producción verbal; sino también en la comprensión, lo que quiere decir que aparte de afectar el
habla, la escritura y la lectura; afecta también la capacidad para escuchar. Este trastorno es uno
de los más frecuentes y se presenta aproximadamente en el 8% de los niños en su etapa infantil.
Esto tiende a desaparecer en la medida en que se va tratando en la escuela, el hogar o con
especialistas en el tema (con terapias), pero se suelen presentar algunos casos en los que los
efectos de este trastorno continúan en la edad adulta.
A todo esto, surge entonces el interrogante de ¿por qué se produce este trastorno?, las
causas específicas aún se desconocen, pero recientes descubrimientos han arrojado que una de
las posibles causas puede estar asociada a la parte genética, ya que es mucho más probable que
un niño con TEL (Trastorno Específico del Lenguaje) tenga padres o familiares que también
presentan o han presentado esta dificultad y retraso en el habla; que niños que no poseen este
trastorno.
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Cuando se empieza a hablar de un trastorno en el desarrollo es imperativo que se dé
respuesta también a la pregunta ¿cómo se diagnostica?, pues bien, si se tiene la sospecha de que
un niño sufre de este trastorno, un patólogo del habla-lenguaje, que es el profesional capacitado
para evaluar y tratar a las personas con problemas del habla o del lenguaje, es quien puede
evaluar las habilidades lingüísticas del niño, a través, ya sea de la observación directa, pruebas
estandarizadas sobre el desempeño actual del lenguaje, entrevistas o cuestionarios para padres y
maestros o evaluaciones de las capacidades de aprendizaje del niño, para así determinar un
tratamiento adecuado con el mismo, que responda a sus necesidades.
Los niños que se ven afectados por este trastorno tienden a presentar síntomas como los
siguientes: dificultad para seguir instrucciones, puesto que no entienden bien las palabras que se
les dicen (trastorno del lenguaje receptivo); dificultad para aprender nuevas palabras y sostener
conversaciones (trastorno del lenguaje expresivo); demora en actividades de agrupación de
palabras para formar oraciones y luego transmitirlas, en comparación con otros niños que no
sufran de este trastorno, y cometer con frecuencia errores gramaticales al hablar (trastorno
mixto del lenguaje receptivo-expresivo)
Por otra parte, dentro de los trastornos del desarrollo del lenguaje se encuentra la
dislalia, que viene a ser aquella que representa un problema, específicamente, en lo referente a
la pronunciación de las palabras, en ello se ve implicada la articulación y la dicción inadecuada
de ciertos fonemas, sin que existan problemas en el sistema nervioso central ni en el periférico.
Es propiamente un trastorno del desarrollo del lenguaje que afecta el aprendizaje en los niños si
no es tratado de forma temprana, aunque cabe aclarar que es un problema que por lo general
suele mejorar conforme el niño avanza en su desarrollo, sin ninguna intervención, sin embargo,
esto no es lo más ideal.
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entender y aprender de forma incorrecta ciertos sonidos; o bien, puede ser que se deba a una
incorrecta respiración. En lo referente a los síntomas, normalmente se da que a partir de los
cinco años ya pronuncian sin dificultad alguna los fonemas, sin embargo, en ocasiones de da que
la letra “R” puede costar un tiempo más pronunciarla de manera correcta. Si pasada esta edad se
siguen presentando dificultades en la adecuada pronunciación de los fonemas, se puede
catalogar como un claro indicio de dislalia.
Respecto a las causas de la disfemia encontramos múltiples factores que pueden influir
en su aparición. Por un lado, se ha relacionado el tartamudeo con factores genéticos, dada la alta
incidencia familiar. Los estudios descartan que el problema sea hereditario, aunque hay un
amplio acuerdo en los estudios de que existe una predisposición a adquirir la tartamudez, la cual
se transmite genéticamente, por otro lado, entre los factores fisiológicos se plantea también la
influencia de un temperamento sensible e inhibido, lo cual puede influir en que el niño reaccione
con signos de estrés y tensión muscular ante situaciones o personas nuevas. Esta sensibilidad se
ha asociado con una tendencia mayor a respuestas emocionales como el retraimiento y la
evitación, dado que el tartamudeo aparece con una gran variabilidad en el contexto social, otros
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modelos explicativos plantean la importancia de factores psicosociales que pudieran estar
relacionados, como pueden ser algunas actitudes negativas de los padres hacia los niños, la
atención prestada a los errores, que puede generar temor y ansiedad, y sumado a esto también se
tiene que un alto nivel de exigencia de los padres puede mantener el problema; la escasa
habilidad social, el retraimiento o ansiedad social y la baja autoestima en el niño son otros
factores de riesgo.
A este trastorno del ritmo del habla se añaden una serie de factores psicopatológicos que
complican el cuadro y convierten la disfemia en un síndrome complejo y difícil de tratar. La
incoordinación de movimientos sería responsable del tartamudeo básico (Stromsta, 1986),
mientras que la alteración emocional sería un fenómeno secundario al tartamudeo, aprendido y
responsable de la complicación y mantenimiento del trastorno. Su etiología no es del todo
conocida aún. Probablemente no hay una única causa, sino que existen varios factores causales,
entre ellos los genéticos y también ambientales, que interactúan durante los primeros años de la
infancia en el contexto del desarrollo de la comunicación verbal.
En cuanto a la disfonía, esta se define como el trastorno que afecta los músculos de la
voz en la laringe. Al momento de hablar, el aire de los pulmones pasa por medio de dos
estructuras elásticas, llamadas cuerdas vocales, lo cual hace que vibren y de esta manera se
produzca la voz. En la disfonía espasmódica, los músculos que se encuentran dentro de las
cuerdas vocales tienen espasmos, lo que quiere decir que hacen movimientos repentinos e
involuntarios, y esto lógicamente interviene con las vibraciones de las cuerdas vocales,
provocando que la voz se interrumpa durante el habla y tienda a sonar tensa o forzada. En
algunos individuos con este problema, las interrupciones pueden ocurrir después de cierto
número de oraciones, pero en otros casos más severos, dichos espasmos pueden presentarse en
cada palabra, lo cual provoca que el habla sea muy difícil de entender o como comúnmente se
dice la voz sea muy temblorosa.
En lo concerniente a las causas de este trastorno que afecta el lenguaje oral, se cree que
un área del cerebro, donde se encuentran los ganglios basales, puede ser en gran medida el
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responsable de que esto se provoque, dado que se encargan de ayudar a coordinar los
movimientos de los músculos en todo el cuerpo. Sin embargo, recientes estudios han
demostrado que, en otras regiones del cerebro, asociadas a la disfonía espasmódica, se han
encontrado anomalías, entre ellas las áreas de la corteza cerebral que controlan las órdenes
enviadas a los músculos y coordinan estas órdenes con la información sensorial entrante.
Los trastornos del espectro autista conocido también por sus siglas TEA son afecciones
neurológicas del desarrollo que se forman en la niñez, es una discapacidad del desarrollo
humano que provoca problemas de socialización, comunicación, y conducta, este trastorno
impide que la persona afectada pueda establecer relaciones sociales normales con las personas
de su alrededor, así como también afecta la forma como el individuo aprende y se desenvuelve.
En cuanto a los síntomas de este trastorno, estos pueden variar y muy pocas veces se presentarán
de la misma manera, razón por la cual es conocido como “trastorno del espectro”, es decir, que
las personas que presentan TEA pueden tener una gran variedad de síntomas diferentes.
Actualmente, dentro del trastorno del espectro autista se incluyen muchas afecciones que antes
solías diagnosticar por separado, tales como el síndrome de asperger, el trastorno generalizado
del desarrollo y el mismo trastorno autista.
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Este trastorno comienza en los primeros años de vida y a lo largo de esta provoca
problemas que le impiden al individuo desarrollarse en la comunidad en situaciones sociales
como el trabajo y la escuela. Las personas que padecen esta perturbación presentan sus primeros
síntomas en el primer año de vida, y solo un número reducido de niños puede desarrollarse de
manera normal en el primer año, pues luego pasan por un período de regresión entre los 18 y 24
meses de edad cuando aparecen los síntomas.
En cuanto a los síntomas que presenta este trastorno, estos se presentan de una manera
leve en los primeros 2 años de vida, por lo que es normal que pueda llegar a pasar desapercibido
hasta la edad escolar. Las personas que padecen este trastorno pueden variar ampliamente con
relación a la capacidad que tienen de manejarse independientemente en la sociedad, pues
dependiendo del nivel de dificultad de su alteración estos deben disponer de personas que los
ayuden a realizar sus labores cotidianas.
Los niños con este padecimiento a menudo presentan carencias en dos áreas específicas,
las cuales son; la comunicación e interacción social y los patrones de conducta repetitivos y
restringidos. En la primera de estas áreas el individuo presenta problemas para desarrollar
interacciones sociales y llevar a cabo procesos de comunicación, los niños a menudo expresan
sus intenciones de jugar solos y no establecen relaciones personales estrechas, especialmente
fuera de su familia, cuando deciden jugar con otros niños suelen evitar establecer contacto visual
o no utilizan expresiones faciales, además de presentar dificultad para interpretar el estado de
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ánimo y las expresiones de los demás, por lo que usualmente tienen inconvenientes para saber
cuándo unirse a una conversación. En cuanto a los patrones de conducta repetitivos y
restringidos, el niño o adulto que lo padece suele tener intereses o patrones de comportamiento
limitados y repetitivos, presenta síntomas de una conducta violenta contra sí mismo como
morderse o golpearse la cabeza, frecuentemente desarrolla rutinas específicas y se altera con el
mínimo cambio que se le presente y tiene problemas de coordinación además de mostrar un
lenguaje corporal rígido y exagerado.
Tratamientos
Actualmente no existe una cura definitiva para tratar el trastorno del espectro autista, sin
embargo, se ha comprobado que la atención e intervención temprana en personas que lo padecen
puede mejor a gran escala el desarrollo del niño, existen servicios que ofrecen intervención
temprana para ayudar a los niños con TEA desde su nacimiento a aprender destrezas y
habilidades básicas para poder desarrollarse a futuro.
Otros métodos que pueden ayudar a los niños que padecen este desorden del desarrollo
son los siguientes:
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El Acta Federal de Personas con Discapacidad, por sus siglas en inglés (IDEA),
establece que todos los niños y adolescentes con trastornos del espectro autista
cuenta con el derecho de acceder libremente a una educación gratuita y apropiada
que se imparta en cada escuela pública, esta educación debe ser incluyente y lo
menos restrictiva posible, creando entornos de integración donde los niños
puedan interactuar con compañeros no discapacitados y contar con los mismos
recursos.
Tratamiento farmacológico: Este método no cambia el trastorno en ningún
aspecto, sin embargo, se suelen suministrar a los pacientes inhibidores selectivos
de la recaptación de la serotonina (fluoxetina, paroxítona, fluvoxamina), que en
la mayoría de los casos ayudan en la reducción de los comportamientos rituales
de las personas con TEA. Los fármacos antipsicóticos como la risperidona,
ayudan a reducir comportamientos como la autoagresión que se presenta en
alguno de los pacientes con este trastorno, aunque también se considera un alto
riesgo de efectos secundarios como el aumento de peso y los trastornos del
movimiento.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del
neurodesarrollo que aparece y se diagnostica en la niñez, y se considera un trastorno que dura
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hasta la adultez. Las personas que padecen este desorden presentan problemas para prestar
atención o concentrarse en algo específico, son excesivamente activos y no pueden controlar sus
conductas impulsivas por lo que generalmente actúan sin pensar en las consecuencias de sus
acciones. Las personas que padecen este trastorno a menudo suelen presentar una baja
autoestima, un bajo rendimiento escolar y relaciones problemáticas.
Aunque este desorden suele desaparecer a medida que se va creciendo, hay casos en los
que las personas no llegan a superar los síntomas por completo, algo que les impide
desarrollarse correctamente en medios como la escuela, el trabajo y las relaciones
interpersonales.
No se conoce una causa específica que produzca el trastorno por déficit de atención e
hiperactividad, aunque múltiples estudios realizados con respecto a este interrogante especulan
que se debe a la existencia de un componente genético, expertos consideran que existe alrededor
de un 76% de probabilidad de que el hijo de una persona que lo padezca también lo desarrolle.
De la misma forma, estudios demuestran que factores como el ambiente familiar con un hogar
desestructurado y el entorno social en el que se habita lleno de relaciones conflictivas, pueden
impulsar el desarrollo de los síntomas de este trastorno, así como de la misma enfermedad.
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el colegio, la familia y el círculo de amigos, que puedan causar problemas de rendimiento
escolar y relaciones sociales.
Algo que se debe tener en cuenta con respecto a este padecimiento, es que no todas las
personas presentan los mismos síntomas, pues existe una amplia variedad de indicios que
pueden ayudar a detectar este desorden en la persona, es por eso, que existen tres subtipos del
trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
3. TDAH combinado: El niño manifiesta los síntomas de los dos tipos anteriores, es
decir, de hiperactividad-impulsividad y de falta de atención.
Tratamientos
El principal tratamiento para tratar este trastorno son los medicamentos que son los que
ayudan a los niños a lograr concentrarse y poder controlar su impulsividad. Los
psicoestimulantes como el metilfenidato y la dextroanfetamina son mayormente utilizados para
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estimular la estimular la producción de neurotransmisores que son los encargados de regular la
atención y el control de impulsos. Otro método comúnmente utilizado para tratar este desorden
es la terapia de interacción entre padres e hijos, que guía a los padres hacia la construcción de
buenos comportamientos mientras se minimiza lo mayor posible los comportamientos
impulsivos y la falta de atención. Más adelante, cuando el niño tiene una mayor maduración y
una edad suficiente, se hace uso de la terapia cognitivo-conductual, que le ayudará al menor a
controlar sus comportamientos y entender sus sentimientos y pensamientos. Dichos
tratamientos, necesitan un monitoreo constante y estricto que permita a los especialistas analizar
la evolución en el desarrollo del trastorno del niño.
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motricidad en el niño, puede afectar en gran medida aspectos de su vida como la cotidianidad y
la vida escolar, a menudo, el trastorno en el desarrollo motor es asociado a otros trastornos del
aprendizaje, e incluso al trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
● Los niños con este trastorno del desarrollo tienen dificultades al coordinarse. Para
verlo debemos compararlo con niños de su misma edad. Algunos de los síntomas son los
siguientes:
● Retrasos en el desarrollo para gatear, caminar o sentarse.
● Torpeza.
● Problemas para la succión o deglución en el primer año de vida.
● Problemas con la coordinación motora fina o visual (usar tijeras, atarse los
zapatos…).
● Problemas con la coordinación motora gruesa (saltar)
Al ser un trastorno que está fuertemente unido a problemas psicológicos como la baja
autoestima, la frustración, la pasividad y el deseo de evitar situaciones nuevas para adquirir
aprendizajes, se considera que los casos más leves de este problema motriz pueden tratarse con
educación temprana y terapia práctica. Pero a pesar de ser tratada con constancia existen casos
de personas que aún en la adultez padecen algunos déficits con relación a dicho trastorno, sobre
todo los problemas psicológicos derivados de esta alteración.
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Existen factores que afectan el desarrollo motriz, cognitivo, y del lenguaje al niño, y es
durante los primeros años de vida que estas son más fáciles de reconocer en el menor, del mismo
modo, los problemas que afectan a la motricidad pueden ofrecer pistas sobre el daño cognitivo
que se desarrollará a futuro. Es importante prestar especial atención a estas pistas para poder de
esta manera realizar un diagnóstico temprano que permita empezar la rehabilitación y minimizar
los problemas que pueda causar, además de que también permitirá realizar una correcta
adaptación al entorno del menor.
Para evitar lo antes posible las complicaciones que se presentarán en el futuro, el primer
paso es realizar una evaluación inicial que permita adaptar el tratamiento del niño, en este deben
implicarse maestros, especialistas y por supuesto también los padres. La finalidad de este es
establecer una comunicación adecuada para el menor en la que se pueda ayudarlo a progresar, se
trabajarán aspectos de autoestima y aprendizaje. Los padres deben apoyar siempre el programa
educacional propuesto por el psicólogo encargado y reforzar las conductas del niño de una
manera positiva. La terapia trabajará la baja autoestima, la asertividad, la flexibilidad y la
paciencia. Manejar las complicaciones psicológicas derivadas del trastorno es necesario para
poder superar el problema. La familia debe detectar el problema y aceptarlo, contactar con un
psicólogo profesional y aceptar la ayuda para poder superar el problema con el pequeño.
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Trastorno neuromotor leve: Este trastorno se presenta debido al deterioro total
de la coordinación motriz, las personas que padecen el trastorno neuromotor leve
presentan capacidades finas y gruesas muy por debajo del nivel esperado según la
función cognitiva. Este trastorno también es conocido con el nombre de trastorno
del desarrollo de la coordinación, síndrome del niño torpe, parálisis cerebral
mínima y trastorno del desarrollo específico de la función motriz
Parálisis cerebral: Este trastorno se presenta cuando algunas partes del cerebro
del individuo no se desarrollan de manera completa o sufren alguna lesión y es
considerada una afección neurológica crónica que deteriora en gran medida la
motricidad del niño. La parálisis cerebral no se trata solo de una enfermedad
específica, pues los síntomas de esta se deben principalmente a lesiones
cerebrales estáticas que suceden antes de que el cuerpo termine su labor de
desarrollo completo. Antes de realizar un diagnóstico parcial es necesario
descartar lesiones neurológicas que puedan ser potencialmente progresivas.
Su origen y tratamiento puede ser muy diverso, esto debido a que para que un músculo
funcione correctamente intervienen una gran cantidad de grupos musculares como lo son los
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impulsos nerviosos, la membrana muscular, las proteínas responsables de la contracción
muscular y finalmente el metabolismo intracelular.
El trastorno del aprendizaje, por otro lado, puede definirse como una dificultad
específica y persistente para adquirir un aprendizaje a pesar de poseer un nivel de inteligencia y
oportunidades socioculturales adecuadas. Estos trastornos pueden aparecer dentro de los
procesos del neurodesarrollo e interferir o limitar el aprendizaje de habilidades tanto académicas
como de interacción social y regularmente, se relacionan con problemas de otras dimensiones
del desarrollo como la conducta o los estados de ánimo.
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promedio. Se puede identificar cuando el individuo presenta señales como una
velocidad de lectura muy baja o poco dominio de la ortografía. Este tipo de
trastorno puede ser tratado a través de procesos de reeducación y
acompañamiento de manera personalizada e individual para desarrollar la
habilidad de interpretar naturalmente los símbolos usados habitualmente para leer
y escribir.
Por otro lado, para establecer una clasificación entre los diferentes tipos de discapacidad
intelectual que existen, se tienen en cuenta factores determinantes tanto a nivel cognitivo como a
sus capacidades de adaptarse al entorno o las habilidades que el individuo posee para realizar
actividades cotidianas junto con el grado de ayuda o acompañamiento que requiere para llevarlas
a cabo. Con base en esto se establecen los siguientes niveles de clasificación del más leve al más
grave:
Inteligencia límite o capacidad intelectual límite. Cuyo desarrollo es el más
cercano al promedio.
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Discapacidad intelectual ligera o leve. Sus características son muy similares a las
personas con inteligencia límite, sólo difieren de estas por el grado de apoyo que
precisan para desarrollar algunas actividades diarias.
Discapacidad intelectual moderada. Para este grado de discapacidad las
dificultades son mayores, aunque el individuo pueda desarrollar autonomía en su
cuidado y desplazamiento, su proceso de aprendizaje es más prolongado.
Discapacidad intelectual grave. Para este nivel el individuo precisa apoyo y
acompañamiento constante para la realización de gran parte de sus actividades
cotidianas.
Discapacidad intelectual profunda. Es el grado más elevado de esta discapacidad
y también el menos frecuente. Presenta una alta dependencia para realizar la
mayor parte de sus actividades cotidianas y limita significativamente las
posibilidades de autonomía.
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intelectual y la alteración genética humana más común. Se produce de forma espontánea, sin que
exista una causa aparente sobre la que se pueda actuar para impedirlo. Este síndrome presenta
alteraciones dentro del desarrollo pues se presenta de manera tardía, además de manifestar
discapacidad de aprendizaje, talla baja o retraso del habla en un niño, además de la dificultad
para pensar y comprender algunas cosas.
Para este síndrome no existe una cura o tratamiento específico, pues los tratamientos
dependen de las necesidades físicas e intelectuales de cada individuo, así como de sus destrezas
y limitaciones personales. Un niño con síndrome de Down (en determinados casos) necesitará
recibir la atención y el acompañamiento de un equipo de profesionales de la salud, que pueden
ser: médicos, educadores especiales, terapeutas del habla u ocupacionales, fisioterapeutas y
trabajadores sociales. Todos los profesionales que interactúen con un niño con síndrome de
Down deben brindarle los estímulos y la motivación adecuados.
CONCLUSIÓN
Las necesidades educativas especiales se refieren a la dificultad que tiene un niño para
acceder fácilmente al aprendizaje y que requieren ayuda profesional. Estas dificultades pueden
presentarse como un problema psicomotor, una deficiencia intelectual, trastornos del lenguaje,
déficit de atención e hiperactividad. Así como discapacidad física, sensorial, auditiva o visual y
otros signos que interfieren en los aprendizajes.
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pueden provocar estos trastornos o necesidades educativas especiales es crucial para aplicar los
tratamientos adecuados de la mano de un especialista.
El papel que entra a desempeñar el docente en esta parte cobra gran relevancia en la vida
del estudiante que presente estas dificultades, ya que por lo general pocas veces se destacan las
virtudes que estos tienen, por lo tanto, es tarea principal del educador hacerle ver el potencial
que tiene, dejando en claro que las notas no son tan importantes a la hora de definir a una
persona y explotando al máximo, sin saturar, las otras fortalezas de las que gozan.
REFERENCIAS.
Losada, T. (09 de octubre de 2017). como saber si mi hijo tiene un déficit de desarrollo. Muy
saludable. https://muysaludable.sanitas.es/padres/ninos/saber-hijo-deficit-del-desarrollo/
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). (10/10/2020). Centro para el control y la
prevención de enfermedades. https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/adhd/facts.html
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Trastorno del espectro autista. (29/07/2021). Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es-
es/diseases-conditions/autism-spectrum-disorder/symptoms-causes/syc-20352928
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