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GOLFEADOS
GOLFEADOS
Kristina Wetter
Lo mejor de los golfeados es que, a diferencia de otros panes, la masa de los golfeados
levanta una sola vez.
En una superficie enharinada, extiende la masa con un rodillo hasta alcanzar medio
centímetro de espesor. Unta la mantequilla sobre la masa extendida, esparce una
capa de papelón y luego una de queso blanco rallado. Esparce el anís dulce.
Enrolla la masa y corta rebanadas para formar los golfeados. Colócalos en la bandeja
preparada. Déjalos reposar tapados con un paño húmedo durante una hora en un
lugar donde no haya corriente de aire.
Una vez que hayas extendido la masa con el rodillo, unta la mantequilla a temperatura
ambiente. Esparce el papelón y luego el queso rallado.
Enrolla la masa y corta las rebanadas de unos cuatro centímetros de ancho para
formar los golfeados.
Cubre los golfeados con un paño húmedo para que la masa levante en un lugar
alejado de las corrientes de aire. En esta receta, la masa levanta una sola vez.
Mientras la masa levanta, prepara el almíbar. Coloca en una olla una taza de papelón
y tres cuartos de taza de agua. Déjalo cocinar hasta que el papelón se derrita.
Retira la olla del fuego e incorpora tres cuartos de taza de queso blanco duro rallado.
Mézclalo bien y déjalo reposar.