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DANZAS AUTÓCTONAS DE LA PAZ

2011

DANZAS AUTÓCTONAS
de La Paz
2011 (1)
Gestión Municipal
Luis Revilla Herrero
Alcalde Municipal de La Paz

Walter Gómez Méndez


Oficial Mayor de Culturas

Darío Andrés Zaratti Chevarría


Director de Promoción y Producción Cultural

Nicolás Huallpara Aruquipa


Jefe de Unidad Promoción del Folklore y las Artes Populares

Elaborado por:
Vida Tedesqui
Responsable del Área de Investigación Unidad de Promoción del Folklore y las
Artes Populares

Edición y Correcciones:
Fernando Lozada Saldias
J. Nelson Antezana R.

Diseño:
Ramiro Mario López Massi

Fotografías:
Arcil Rodriguez – TPC
Eveline Sigl
David Ordoñez Ferrer - TPC
David Mendoza – UPIIC - OMC
Base de Datos de la UPFAP – OMC

(2)
Presentación
Históricamente los contextos sociales y políticos, presentes en procesos de
modernidad, no abandonan muchas de sus diferentes prácticas culturales ante
todo en un país “testimonio” como es el nuestro. En este contexto, las danzas
autóctonas en el departamento de La Paz configuran una rica variedad entre
las zonas andina, valles y tierras bajas, constituida por distintas comunidades que
comparten este espacio.

La profunda relación entre el rito agrícola, la música y la danza, son elementos


fundamentales de los acontecimientos ceremoniales y festivos, expresados en el
respeto y armonía con la naturaleza, manifestados en diferentes danzas enfatizando
lo ritual simbólico y que se crean a partir de las cosmovisiones de nuestros pueblos.

La Oficialía Mayor de Culturas, en el propósito de rescatar, revalorizar, preservar


y difundir la música y las danzas autóctonas, que forman parte de la diversidad
y expresiones culturales de ritualidad y simbología de la cosmovisión andina
– amazónica, presenta la tercera versión de esta cartilla que contiene rasgos
descriptivos de varias de las danzas vigentes y de algunas recuperadas.

Esta revalorización es posible, en gran medida, por la persistencia de iniciativas de


los propios actores culturales, como la Federación Folklórica Departamental de La
Paz y sus 20 Provincias que hace posible celebrar este año la IX Entrada de Música
y Danzas Autóctonas Originarias; entradas que desde el año 2009 cuentan con un
mayor respaldo del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz.

Walter Gómez Méndez


Oficial Mayor de Culturas

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Danza de origen aymara, su nombre original es “Karwani” que significa “con
llamas”. La llamerada como danza andina tiene su representación simbólica y
ritual. Por su significado simbólico esta danza representa a los pastores o llameros
en el arreo de camélidos que transportaban productos agrícolas por los diferentes
pisos ecológicos desde tiempos prehispánicos hasta el presente.

Lo ritual de esta danza tiene que ver con la idea de que la misma está relacionada
con un rodeo andino, en el cual los bailarines “…formaban un cerco en torno a los
rebaños de llamas alpacas y vicuñas, luego de ser capturadas eran esquiladas,
y los animales heridos o viejos pasaban a ser alimento. Terminado este rodeo, se
realizaba la ‘wilancha’, sacrificio animal que se ofrecía a las deidades andinas.”1

En la actualidad, la vestimenta se caracteriza por fusionar elementos antiguos


del vestuario de los aymara y elementos del campesino actual. Los hombres y las
mujeres llevan en la mano derecha una qurawa u honda. Asimismo tanto hombres
como mujeres portan en la cabeza una montera.

En general, este vestuario en los varones consiste en: camisa y pantalón de bayeta
por debajo de la rodilla, medias largas de kayto hasta la altura del pantalón,
abarcas, un aguayo de colores que cruza la espalda, faja multicolor, una soga de
lana de llama enroscada que cruza la espalda y el pecho en sentido contrario al
del aguayo.

La mujer lleva una o


más polleras anchas
y largas, debajo de
las polleras una o más
manqhanchas, blusa
y sobre ella un aguayo
cruzado, calza abarcas.

1 Pág. 7 “Significado de la Danza”


En: Llamerada San Andrés,
20 años. s/ed. LaPaz – Bolivia 2006

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La danza del Anatiri, en español el que juega, o Patak Pollera (cien polleras), representa
una relación simbólica de agradecimiento por la producción agrícola y ganadera.

De acuerdo a algunas interpretaciones, esta danza constituiría una especie de “progenitor”


de la danza de los ch’utas, por algunas similitudes se aprecian en la vestimenta.

Esta danza es representada en pareja de forma dual, donde hombres y mujeres tienen roles
específicos de escenificación; la mujer representa la fuerza y energía llevando al bailar una
gran cantidad de polleras.

Se baila generalmente durante el anata - carnaval en las comunidades de Pariri,


Callamarka, Santiago de Machaca, Sallacucho y otras, de las Provincias Los Andes,
Camacho, Pacajes, Ingavi y Manco Cápac. Forman parte de la misma instrumentos como
los pinquillos de aproximadamente 50 cm. de largo con cinco o seis orificios y wankaras o
tambores andinos.

La vestimenta, de acuerdo a las interpretaciones regionales, consiste en: los varones llevan
poncho de lana de vicuña, chalina, sombrero de lana de oveja, debajo de éste un lluch’u
o gorro andino, pantalón de bayeta y una lámina de metal adornada con pedrería de
distintos colores, la cual se exhibe cruzada sobre el pecho.

Las mujeres portan polleras de bayeta, chaquetillas (jubones) bordadas con figuras
andinas, awayu, sombrero, tullmas en las trenzas y calzan abarcas. Esta vestimenta suele
variar de acuerdo a cada región.

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El K’usillo representa una danza de carácter burlesco o jocoso que de acuerdo
a diferentes interpretaciones haría alusión, por un lado a un “diablo picaresco” y
otra versión sostiene que K’usillo vendría del término aymara “kusisiña” que significa
alegrarse. También se relaciona la palabra aymara “kusillu” que designa al mono.

Se dice que la danza del k’usillo se remonta a la época y tradición prehispánica.


Sin embargo, durante la Colonia este personaje incorporó nuevas expresiones. En la
actualidad, los k’usillus se presentan en diferentes danzas tanto autóctonas como
folklóricas urbanas, derrochando alegría y mostrando cierto grado de libertad en
sus movimientos, al no existir una coreografía determinada para esta danza.

La presencia del k’usillo está asociada también a la época de la siembra y


la cosecha como expresión de fecundidad y fertilidad. Según datos del
Museo Nacional de Etnografía y Folklore, la danza de los k’usillos se realiza
principalmente en la región altiplánica de los departamentos de La Paz y
Oruro, en danzas como: Quena – Quena, Lakitas,
Waka Thuquri y otras.

Generalmente intervienen en la interpretación


de esta representación hombres y mujeres
tocando pinkillus y wankaras (tambores) saltando
alegremente.

Se dice que en la época del imperio incaico


existía un personaje único que vestía:

“…una chaqueta larga y desgastada hecha de


retazos de tela, llevaba en la
cabeza varios cuernos y en las
manos tenía pieles de animales
muertos, como lobos, zorros
y vicuñas, como trofeo. Este
personaje significaría una burla
hacia el mundo material y a la
necesidad de poseer o tener
alguna riqueza, mostrando que
no se necesitaba nada para ser
feliz; también evidenciaba que
el mencionado personaje poseía
las características de los animales
que llevaba en forma de trofeo.”
(Osuna, 1997)

(6)
Q
Anteriormente era representada en las Provincias Los Andes y Bautista Saavedra,
entre otras, y hoy en día en contextos urbanos durante el Anata - Carnaval.

Se caracteriza por ser una danza que hace alusión a la acción de prevenir heladas
y más bien llamar a las lluvias para evitar sequías y continuar con el proceso de
siembra de la papa, por tanto esta danza es representada en la época de “retoño
de la papa”, durante el Anata – Carnaval y hasta el Domingo de Tentación.

Es interpretada tanto por varones y mujeres, que danzan en parejas con movimientos
rápidos y cadenciosos, zapateos con vueltas y giros que se realizan intercambiando
lugares entre pareja en zigzag.

La misma forma parte del enamoramiento y el coqueteo entre parejas jóvenes,


pero a su vez celebrando las primeras cosechas en la época del Anata – Carnaval.
Asimismo, se dice que esta danza era representada durante la noche con el
fin de “encontrar” pareja; en esta circunstancia haría alusión a una forma de
relacionamiento amoroso. El acompañamiento musical tiene que ver con melodías
y cantos relacionados a la fecundidad y fertilidad.

Qhachwiri en Huarina (7)


Danza representada
en las comunidades de hilera, bombos, ambos
Puerto Acosta, Carabuco, elementos son sostenidos
Sica – Sica y Batallas de por ambos lados;
las provincias Camacho, mientras en una mano
Los Andes y Aroma, se sostiene el Siku o
escenificada en la época zampoña con la
de Awti Pacha o época otra se tocará el
seca. bombo.

Esta danza se caracterizó Antiguamente


antiguamente, por presentar la vestimenta
un tocado de plumas de c o n s i s t í a
suri o ñandú en diferentes en tocados
formas, elementos que le dan de plumas de
precisamente el nombre. La ñandú en forma de
misma, con el tiempo y en paraguas colocados encima la
contextos urbanos fue recreada cabeza, poncho de color rojo,
y estilizada. pantalón de bayeta de color
negro o blanco, pañuelo de
Ésta se caracteriza por ser tocuyo cruzado por la espalda,
una danza fajas de colores.
ceremonial Las mujeres,
y ritual en en algunas
agradecimiento oportunidades
por los frutos t a m b i é n
y elementos que provee la llevaban encima la cabeza un tocado
Pachamama. La interpretación de de suri.
esta danza se la hace con música
de zampoñas (sikus) de una sola
(8)
Respecto a esta danza encontramos una •El Toro Semental que representa la fuerza y
variedad de interpretaciones, muchas de coraje de la danza
las que señalan similitudes entre el Waka adornado con platería.
Tinti, Waka – Waka, Waka Tinki y Waka •El Kaisallu o matador, lleva una máscara y
Thuqhuri siendo éstas variantes expresivas porta su espada con la cual azarea al Toro
del mismo baile de acuerdo a la región •El Jilakata, líder de piel broncínea que
donde se lo practica. porta un cetro al cual se añade un chicote
como representación de autoridad.
Asimismo, cuando hablamos de Waka
Thuqhuri, nos estaríamos refiriendo a De acuerdo a algunas investigaciones,
aquella danza que se ejecuta en la región el origen es post-hispánico, que surge de
de Achacahi, Puerto Acosta, La Paz, Laja y la mofa a las corridas de toros que eran
Batallas, entre otras poblaciones. realizadas por los españoles. El Waca
Thuqhuri no es más que una representación
Está asociada con la introducción de toros y burlesca del toro acompañado de las
vacas en los Andes, siendo una recreación lecheras, el kusillo y el matador kaisallo que
o ilustración de la misma, interviniendo siempre están al mando del guía Jilakata.
diferentes personajes:
•Las Mamalas, representan a la mujer Etimológicamente, la palabra Waca
madura del campo con su cabello, que Thuqhuri significa: danza de los toros,
cae en cascada en torno a su cuerpo. y también es considerada como una
•Las lecheras, que llevan entre 20 a ceremonia de siembra donde el toro ungido
25 polleras. Se conoce también a este con su respectiva vestimenta iniciaba el
personaje como Pataka primer surco para sembrar las diferentes
Pollera, representando a la semillas de la región, dando lugar a un
verdadera india. sincretismo entre lo exógeno y esta danza
•Las Pastoras, la fiel indígena.
expresión de la Imilla o Lulu
gualaycha que pastorea
luciendo poca cantidad
de polleras, viste su
atractivo aguayo.

(9)
Jach’a Tata Danzanti
Danza ritual que se ejecuta y representa con la idea de obtener una buena o
mejor cosecha. Sin embargo, cuando se habla de la esencia y característica de la
misma, encontramos dos visiones que difieren entre sí. Por un lado, la que sostiene
que esta danza se la ejecuta
como castigo de la comunidad
a un miembro de ésta, los
que la representan y bailan
serían aquellas personas que
hubiesen cometido traición o
faltas a la comunidad, entonces
esta danza se la realizaría
para “pagar” sus culpas. La
otra visión, la cual es la más
aceptada, sostiene que esta
danza y la representación de la
misma tiene que ver con un rito
dirigido a la productividad de la
tierra y la buena cosecha.

Asumiendo esta última visión,


debemos señalar que esta
danza, la cual alude a una
representación y no tanto a
una danza como estamos
acostumbrados, proviene de
la comunidad de Umala del
Departamento de La Paz, la
misma que se practica los meses
de junio a septiembre, en el juyphi pacha o época de heladas.

En esta representación participan o participaban cinco a seis integrantes, todos


varones (el Danzanti, dos diablicos –guardianes del danzanti– y tres o dos awilas
(viejas) que interpretan la música). Se dice que para realizar la misma se elegía
a un hombre joven, fuerte, y con reconocido prestigio. En relación a la música
intervienen los waka pinquillo (de cañahueca con dos orificios) y la wankara
(especie de tambor).

(10)
El Jach’a Tata Danzanti se bailaba
durante tres días. Se dice que antes de
realizar la misma se ofrecía comida y
bebida, además de mujeres vírgenes,
al que representaría al personaje
del Danzanti. De acuerdo a algunas
interpretaciones, el hecho de poseer mujeres
también se expresaría en la fecundidad de la
tierra, y una vez que éste Danzanti comienza
a “bailar” lo haría hasta morir o agotarse
físicamente.

Ahora bien, la muerte en la cosmovisión


andina, a diferencia de la visión católica,
no es entendida como una muerte trágica
sino más bien los que van a morir cumplirían
una función social, éstos servirían para
fructificar los sembradíos siendo beneficiosos
dentro del ciclo ritual agrícola.

El Danzanti lleva una gran máscara de yeso


en forma del rostro de un sapo o hampatu,
asociado éste al sentido de fertilidad.

Como todo proceso cultural vivo, éste


va evolucionando y con el tiempo
presenta cambios y recreaciones, por
ejemplo: la vestimenta, los personajes
y la manera de recrearse, ya no
como una danza ritual dirigida
a la fertilidad de las tierras y la
cosecha en la cual el Danzanti
ofrecería su vida para precisamente
otorgar vida a los sembradíos.

En la actualidad esta danza la


encontramos también en la comunidad
de Achacachi de la provincia Omasuyus,
la cual se presenta como el Jach’a Thuquri o
Gran señor Danzador.

(11)
Danza representada en los Municipios de Apolo y Guanay, la misma hace alusión a episodios
pasados de la etnia Leco, además del agradecimiento a la naturaleza y su entorno. Se
interpreta también al arribar o abandonar un territorio, confirmando de esta manera el
carácter nómada que pudo tener este grupo. Es de apreciar la forma en que se la baila,
puesto que los danzarines llevan mochilas llamadas “llamachi” las cuales se cuelgan con
fibras hechas de corteza de árbol. En éstas llevan sus bienes, tutumas, pequeñas aves y
productos varios.

Esta danza es interpretada durante la fiesta de San Juan y de la Inmaculada Concepción


del 8 de diciembre. Llevan en la cabeza un tocado o penacho de plumas de gallina. Es
interpretada por hombres y mujeres, aunque se dice que antiguamente sólo era ejecutada
por los varones y posteriormente el rol de las mujeres empezó a jugar un papel importante.

Actualmente existen variaciones en la vestimenta, pero antiguamente se utilizaban tipoyes


de corteza de árbol, mientras que en la actualidad éste es de tela con imágenes que hacen
alusión al entorno de su habitad.

Asimismo llevan “bastones”, los mismos que, se dice, antiguamente servían de apoyo y para
abrirse paso al caminar por la selva, además de un silbato hecho del cascarón del árbol con
el cual se llamaba a los animales además de guiar a las personas.

Esta danza se interpreta con ritmo de flautas, bombos o tambores, a su paso


se emiten gritos entrecortados en tono de falsetes. Los movimientos
de esta danza son cadenciosos y en zigzag, haciendo una
imitación simbólica de los movimientos del
viento y el río.

(12) Lecos San Juaquín de Mohos


Danza que hace alusión al
pasado preincaico de los médicos
herbolarios o curanderos andinos
y su trajín por diversos ayllus, en tanto
viajeros itinerantes, que curaban y aún hoy curan
con plantas y otras especies naturales, recorriendo grandes
distancias, llevando plantas y yerbas medicinales para el
tratamiento de diversas enfermedades. La palabra viene de
dos voces en aymara Kolla - Medicina y Wayuña - llevar.

Por tanto esta danza hace alusión a las faenas de los


herbolarios itinerantes de la Cultura Mollo y actualmente
de las comunidades de Charazani, Curva, Amarete de la
Provincia Bautista Saavedra.

La danza es representada tanto por varones como por


mujeres. En la escenificación de la misma, los movimientos
y saltos son ágiles haciendo alusión a los movimientos y
desplazamientos del médico herbolario por diferentes lugares.

En la actualidad se presenta en diferentes fiestas o festividades


basándose en la cultura andina y ostentando el conocimiento
ceremonial y ritual que poseían los médicos ancestrales.

La música se dice que es ceremonial ejecutada por Sikus o


zampollas e instrumentos de percusión. La vestimenta de músicos
y danzantes consiste en pantalón blanco, poncho rojo con figuras
de la región, sombrero de ala ancha, faja tejida, abarcas y bolsa o
ch’uspa bordada sujeta al pecho en la cual portaban los elementos
medicinales. En el caso de las mujeres portan blusa bordada en los
puños, pollera, sombrero, mantas de awayu de la región o tejido
de la Cultura Mollo, sostienen en la mano una especie de sombrilla,
hecha de plumas de suri, con la cual se protegían del sol durante las
largas caminatas que recorrían de ayllu en ayllu.

Kallawaya-Charazani Prov. Bautista Saavedra (13)


Se dice que esta danza hace alusión a guerreros que durante la invasión española
se opusieron a ésta y por tanto se la tipifica como una danza guerrera. Se caracteriza
en su interpretación por infundir temor en los espectadores, sea a través de la
vestimenta de los danzarines o por los garrotes que blanden a su paso.

De acuerdo a algunas versiones, esta danza era representada durante la noche.


Por otro lado, se dice que existía la costumbre de arrojar o deshacerse de los trajes
después de bailar, tirando éstos a los barrancos o ríos, en tanto se tenía la creencia
de que los danzarines no debían presenciar los rayos de luz con el traje puesto
porque corrían el riesgo de convertirse en verdaderos locos.

Participan de ésta sólo varones, la vestimenta mayormente es oscura la misma que


en oportunidades incluye elementos del entorno, por ejemplo animales del lugar,
la música es lúgubre.

Se dice que esta danza aún se la práctica en la región de los Yungas y algunas
zonas de la Provincia Camacho.

(14) Loco Palla-Palla - Puerto Acosta


Algunas investigaciones sostienen que ésta no es en sí una danza, sino que la
misma hace alusión al proceso en el cual se ejecuta la Tarqa (instrumento hecho
de madera), la misma se suele interpretarse en los meses del Anata/ Carnaval y
durante el Jallu Pacha (época de lluvias) o también es ejecutada en épocas de
siembra y cosecha dentro del ciclo ritual agrícola.

Se dice que este instrumento tiene como propiedad llamar las lluvias y lograr que
éstas ayuden al crecimiento de los sembradíos. Generalmente se utilizan Tarqas de
seis orificios, pudiendo estas ser grandes, medianas o pequeñas.

La melodía que sale de la tarqa se asemeja a la música del Qhachwiri o Wayñuri,


sin embargo el ritmo suele variar de acuerdo a las regiones. Ésta se interpreta en las
comunidades de Comanche, Caquiaviri, Calacoto, San Pablo de Tiquina, Jesús de
Machaca, entre otras.

En tarkeada ejecutada por hombres bailan y participan hombres y mujeres, en


parejas que se mueven en un ritmo de huayño desplazándose alegremente en
agradecimiento por la buena producción.

La vestimenta en los varones consiste en pantalón, camisa, poncho, sombrero de


la región y abarcas. En el caso de las mujeres pollera multicolor, awayu tejido,
sombrero y abarcas.

La influencia y extensión de la misma comprende regiones de Oruro, Cochabamba


y La Paz, en ésta última ya estilizada.

(15)
Danza que hace alusión a aquellos guerreros que ofrecieron
resistencia ante la conquista y dominación de su cultura, utilizando
arcos, flechas, hachas o lanzas. Por tanto, esta sería una danza
“guerrera” de los pueblos de la Amazonia boliviana, representada y
emulada por comunidades aymaras, que hace alusión al proceso
histórico de dominación de una cultura sobre otra.

En ese sentido, haría mención a una


forma de sincretismo violento, es decir,
dominación y absorción de una cultura
frente a la otra. La misma expresa una
remembranza a los hombres de la amazonia
o zonas tropicales del norte del departamento
de La Paz.

Es representada los meses de junio y/o septiembre


en las comunidades de Pucarani, Colquencha,
Aysamaya, entre otras, de las provincias Los Andes,
Omasuyos, Larecaja, Aroma, Manco Kapac e Ingavi.

En su interpretación, se utilizan pífanos (especie de flauta


pequeña), la vestimenta consiste en los varones: penacho de
plumas verdes de loro; pintada con figuras de loros, pumas, etc.,
máscara de yeso o madera, pantalón, camisa, encima de ésta y
cruzando el pecho lucen collares largos de semillas y abarcas de
goma.

Las mujeres llevan en la cabeza un penacho circular y más pequeño,


que algunos llaman asxata (especie de corona), el cabello suelto,
polleras de bayeta de diferentes colores, blusa o jubón con bordados,
collares al igual que los hombres y en la mano sostienen un hacha
pequeña.

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FUENTES BIBLIOGRÁFICAS:

• Museo Nacional de Etnografía y Folklore (MUSEF). En Internet: http://www.musef.


org.bo/mascaras/02.html

• OSUNA, Sotomayor Amaya. “El Khusillo”. En: X Reunión Anual de Etnología 1996.
La Paz : Museo Nacional de Etnografía y Folklore, 1997.

• PAREDES Candía, Antonio. La Danza Folklórica en Bolivia. La Paz : Gisbert y Cía.,


2da. Ed.

• PAREDES, Rigoberto. El Arte Folklórico de Bolivia. La Paz : Talleres Gráficos


Gamarra, 1949.

• Registro de música y danza autóctona del Departamento de La Paz. Prefectura


del Departamento de La Paz, Secretaria Departamental de Turismo, Dirección de
Culturas. La Paz, 2009

• SIGL, Eveline; LÓPEZ Zenteno Elena; ORDOÑEZ Ferrer David. Cada año bailamos
- Sapa maraw thuq’tapxirita. Danzas autóctonas del Departamento de La Paz.
Gobierno Municipal de La Paz, Biblioteca Paceña – Colección La Paz Hoy. La Paz ,
2009

• VARGAS, Manuel. “Máscaras del altiplano”. En: McFarren, Peter. Máscaras de los
Andes bolivianos. La Paz – Bolivia: Quipus, 199

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Oficialía Mayor de Culturas

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