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La Accesión

Juan Camilo Tovar Galindo, Miguel Caballero Jara y Juan Pablo Cedeño Alarcón

Facultad de Derecho, Universidad Cooperativa de Colombia

Derecho Civil Bienes

Feliz Enrique Cortes Londoño

26 de abril de 2021
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1. INTRODUCCION

Es de total importancia establecer un contexto histórico, previo a las premisas que se

pretenderá exponer con base a diversos autores, baremos y demás doctrinas con fines de una

mayor estandarización del derecho de accesión.

Acápite, podemos esclarecer que este modo no fue definitivo, ni mucho menos

delimitado por los romanos, teniendo en cuenta que estos últimos solamente se limitaron a

establecer el perfil de sus tipos singulares, mancomunadamente con la fijación de su régimen

esencial. Tal y como se deriva de las instituciones de Gayo (2, 70 ss.) y Justiniano (2,1, 20 ss.),

el derecho romano reconocía perfecta o divinamente los diversos supuestos que el derecho

actual aglutina bajo la afamada denominación genérica de accesión, considerándolos como

recursos de la adquisición solamente de la propiedad, junto a la confusión y especificación. La

accesión como denominación general, conglomera diferentes supuestos símiles característicos

que básicamente se desprenden del caudal de una posible invención de la doctrina moderna.

En efecto, los glosadores fueron los que aportaron una primera separación de los tipos

adquisitivos constitutivos de la futura accesión, aun sin haber ninguna indagación dogmática

que dilucidara premisas al respectivo derecho.

La idea principal de aunar el dogma de la afamada “accesión”, fue consecuencia de la

investigación que precedieron los autores: Pufendorf, Donellus y Pothier; mancomunadamente

con los primeros Códigos Civiles, como el Francés, el Sardo, el Peruano y el de la Luisiana.
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2. DEFINICION Y NATURALEZA JURIDICA

Para hacer mención a lo que concierne con respecto a la naturaleza jurídica de la

accesión, se debe hacer primero una generalidad de lo que se puede determinar cómo

accesión, pues este modo de adquirir, como se establece en el artículo 713 de código civil

colombiano, permite, da la potestad y establece, que el dueño de una cosa es también dueño

de lo que esa cosa produce o de lo que se adhiere a ella. Cabe resaltar en esta generalidad

que, este modo de adquirir cobra sentido desde hace muchos siglos atrás, pues se encuentra

estipulado en el derecho romano como “adquisición derivativa del derecho”, haciendo parte del

trasfondo de los bienes en Roma. Lo podemos comprobar cuando Georg Wilhelm Friedrich

Hegel estableció que, “el momento determinante en el primer periodo de la historia romana es

este en que la plebe ha logrado el derecho de accesión a las más altas dignidades del Estado y

en que, con la participación que obtuvo, en la propiedad del suelo, queda asegurada la

subsistencia de ciudadanos. Solo mediante esta unión del patriarcado y de la plebe, llegó

Roma a la verdadera consistencia íntima y sólo desde entonces pudo el poder romano

expandirse en el exterior”.   

Cuando se hace mención del fenómeno de la accesión, se debe establecer que

es perspicaz e inexcusable, por cuanto abre paso de manera detallada a su

clasificación, pasando por las dos formas en la que procede la accesión, siendo estas la de la

producción, esto es, la producción de frutos civiles y naturales y la unión entre dos bienes,

como lo detalla Ernesto Peña Quiñones y Gabriel Quiñones en su obra en conjunto “El derecho

de Bienes”. Con la importancia de evidenciar los artículos del 713 al 739 del código

anteriormente mencionado, puede ceñir, la vaguedad y panorama de este modo de adquirir

dominio.   

Coordinado a lo anterior, y abriéndole paso a la enmarcación de las clases de frutos y

productos, a los que se refiere este tipo de apropiamiento de dominio, se debe contextualizar,


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en tal punto que, se precisa mencionar la eficacia de la accesión, siendo esta la de entender

que el propietario al adueñarse lo que se incorpora a la cosa no le da prioridad si es de forma

natural o artificial, siempre y cuando el objeto al que se adhiere otra cosa sea apto para ese

tipo de unión, pues se estaría hablando, en todo el sentido del modo, en que la accesión se

determina por el incremento o ampliación del bien, como lo hace evidenciar Ismael Hernando

Arévalo Guerrero.  

3. CONCEPTO DE FRUTO, PRODUCTO, CLASES DE FRUTOS

Para poder definir acerca de que es fruto y producto, nos basaremos y guiaremos con

uno de los mejores libros más famosos, especiales y glamurosos del doctrinante Valencia Zea

tratándose de DERECHOS REALES .no solo de este sino también de diferentes dogmáticos

y/o doctrinantes del DERECHO. Siendo así, iniciaremos con que es FRUTO y PRODUCTO.  

FRUTO son aquellos objetos que un bien produce, de modo RENOVABLE, sin ningún

tipo de alteración o disminución de sustancia, en este caso, encontramos dos tipos

de FRUTOS: los famosos FRUTOS NATURALES y FRUTOS CIVILES.  Antes de empezar a

explicarlos, tenemos que tener en cuenta en que es el producto, para estos, se tiene como

definición que son aquellos objetos NO RENOVABLES que, siendo ya separados o sacados de

la cosa, alteran o disminuyen su sustancia. Observándolos y sabiendo la definición

de ambas, el fruto y el producto son totalmente lo contrario del uno al otro. 

3.1 FRUTOS NATURALES, según el CODIGO CIVIL (ART 714 ss.…) “se le llaman

frutos naturales los que da la naturaleza, ayudada o no de la industria humana” teniendo esta

breve definición, tenemos otras dos clases: los frutos naturales pendientes y los frutos

naturales percibidos  
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FRUTOS NATURALES PENDIENTES, se le llaman así mientras se adhieren todavía a

la cosa que los produce, ejemplo de ello y el más común son las plantas que estas arraigadas

al suelo, otro de ello podemos decir que son aquellos productos que no han sido separadas de

las plantas. C.C (art 715)  

FRUTOS NATURALES PERCIBIDOS, a estos se le denominan los han sido separados

de la cosa productiva, un ejemplo son las maderas cortadas, granos cosechados, frutas y entre

muchas más cosas, por otra parte, se le dicen consumidos cuando se han consumido

verdaderamente o han sido enajenados. C.C (art 715)  

Por consiguiente, la propiedad de los frutos naturales, pertenecen a aquel dueño de

ella, sin algún tipo de perjuicio de los derechos constituidos por todas las leyes o por un hecho

del hombre, al usufructuario, buena fe, y al arrendatario  

Un ejemplo de ello podemos encontrar, los vegetales que la tierra produce o por el

cultivo, las frutas, semillas, y cualquier otro tipo de productos de los vegetales, pertenecen al

dueño de la tierra. Otros ejemplos tenemos como las pieles, lana, astas, leche, cría y demás

productos de los animales pertenecen al dueño de estos.CC (art 716)  

3.2 FRUTOS CIVILES son aquel resultado de la ley y de la acción especulativa de un

mercado, ejemplo de esto: son las acciones, el pago por arrendamiento de un bien, en el cual

pueden ser: pendientes o percibidos  

PENDIENTES, son aquellos que se deben  

PERCIBIDOS, desde el momento en que se cobran han sido causados. Por

otra parte, el código civil en el art 717, nos informa que se le llaman frutos civiles los precios,

pensiones, o cánones de arrendamiento o censo, intereses de capitales exigibles o impuestos a

fondo perdido. Siguiendo con esta idea, los dueños o propietarios de los frutos civiles

pertenecen también al dueño de la cosa que provienen, teniendo en cuenta la misma manera y
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la misma limitación que los naturales, aquello de manera más especificada, argumentada y

como base legal, lo podemos encontrar plasmado en el art 718 del Código Civil. 

4. CLASES DE ACCESION

Principalmente, es de total importancia tener de referencia al afamado escritor Antonio

Vodanovic Haklicha para evitar galimatías y dar mayor estandarización al respectivo tema.

Dicho escritor, asevera que la accesión se divide en accesión discreta y accesión

continua; esta última hace alusión a la que resulta de agregación de una, dos o más cosas

diferentes que posteriormente conforman el conglomerado, es decir, forman un todo indivisible.

De tal suerte, podemos concluir que es el derecho que tiene todo propietario con fines de

apropiarse de todo lo que se le incorpora o une a sus respectivos bienes de forma indisociable,

por tal motivo, se le atribuye el apelativo de accesión por unión. Es importante esclarecer que si

se consuma o se produce por efecto propio de la naturaleza, abarcaríamos el concepto de

accesión natural; concomitante, si se produce mediante actos propios del hombre, se

denominaría accesión continua artificial.

Acápite, podemos establecer que la accesión discreta es la afamada accesión de frutos,

la cual se deriva del mismo cuerpo o cosa “madre” mediante su producción o nacimiento,

manifestándose a su vez, en la respectiva generación de frutos o productos. Coloquialmente, la

accesión discreta se exhibe como resultado de un proceso de producción de la cosa

explícitamente principal, es decir, de una circulación que va de adentro hacia afuera. Por tal

motivo, podemos colegir con dichos facsímiles, expresando que la accesión es una secuela de

la propiedad, de la misma manera que los frutos son una consecuencia de las fuerzas

intrínsecas de la cosa.
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De conformidad con el artículo 713 del Código Civil Colombiano, haciendo uso de las

reglas de inferencia lógica, se puede deducir que la propiedad de los bienes da derecho por

accesión a todo el conglomerado que ellos mismos producen, mediante la incorporación o la

unión, de forma artificial o natural. De tal suerte, la accesión es un establecimiento civil

mediante el cual se adquiere o se obtiene el dominio de cosas bien por producción, de igual

forma por incorporación u otra con antelación que también se tiene.

Con base a lo ya mencionado, podemos trascender en el orden metodológico,

afirmando que la pluralidad de la doctrina hace alusión a la accesión solamente a los

fenómenos de accesión continua, indagando o estudiando la afamada accesión discreta como

parte general dentro de los frutos y no como una forma de adquirir derechos reales. En armonía

con las doctrinas más sustanciales, el presupuesto para que la accesión tenga un determinado

protagonismo, se necesita que a determinada cosa se le una otra de forma artificial o natural,

para formar un binomio inseparable, o de lo contrario, cuando aun pudiendo estar separadas,

suponga una pérdida económica considerable.

Ante la gran diferencia entre accesión discreta y continua, debe precisarse que la

primera está en la órbita de las facultades del poseedor; por ello su estudio corresponde a los

temas sobre la posesión. Dentro del andamiaje de la accesión continua, se puede evidenciar

diversos de tipos en función de las cosas que resulten de alguna u otra manera unidas. Se

habla de accesión fluvial o inmueble a inmueble, en el momento en que por los efectos de

algún fluido, es decir, (mares, ríos o lagos), un inmueble se atañe o se incorpora a otro (de

igual forma se incluirán en dichas categorías las incorporaciones, desde luego mucho menos

frecuentes, que puedan procrearse por movimientos sísmicos o fenómenos símiles). Es

importante esclarecer de forma genérica que dentro de la accesión fluvial, podemos distinguir

los fenómenos de la avulsión, aluvión, la formación de isla y la mutación del cauce.


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5. ACCESION DISCONTINUA

Sin embargo, es importante manifestar que hoy por hoy únicamente la accesión

discontinua o por incorporación, es la que se estudia o se indaga, estableciendo a su vez, que

esta hace referencia a la situación que se genera por determinados supuestos de conexión

entre cosas de dueños principalmente diversos, y que el legislador posteriormente intenta

solucionar frecuentemente a través de la atención a criterios económicos, adicional de la

aplicabilidad de los principios de justicia y equidad, con el entretenimiento o juego de la mala o

buena fe de los intervinientes en la situación generada ya mencionada.

Dicha conexión física entre cosas de propietarios distintos, es la que regula de alguna u

otra manera, la accesión. Utilizando de nuevo la regla de inferencia lógica, se puede determinar

que en todos los casos de accesión (muebles a muebles, entre inmuebles y de mueble a

inmueble), necesariamente se genera una conexión física entre las respectivas dos cosas, que

una de ellas se considere accesoria, o por el contrario que sea principal, no será significa que

será una situación compleja, incluso se puede esclarecer que puede ser subjetiva y esta misma

puede exigir de alguna u otra forma una solución jurídica.

Dentro de ella se debe de dilucidar:

La accesión según haga referencia solamente a los bienes muebles, bienes inmuebles y

la accesión de un bien mueble a un bien inmueble.

La accesión mediata e inmediata. Es mediata aquella en que la respectiva adquisición u

obtención es automática e instantánea, sin ninguna intervención del propietario y por tanto a

inferencia de un hecho; un ejemplo seria el aluvión. Concomitante, también podemos aseverar

que es inmediata aquella en que no hay una obtención instantánea y automática, ya que en

este caso, el dueño o propietario de determinada cosa, tiene la facultad de, bajo el amparo de
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la ley, dar lugar a que adquiera el dominio de la cosa que no le pertenece o corresponde, y que

en tal momento, se podría atribuir como accesoria.

La accesión natural, sin intercepción humana y la accesión artificial o industrial cuando

hay actuación del hombre, y puede ser voluntaria o no, y ser de buena o de mala fe.

6. DE INMUEBLE A INMUEBLE

Esta clasificación de la accesión por incorporación o discontinua, estipula que se

adquiere por parte del propietario de un bien inmueble el domino de otro inmueble que se juntó

de forma natural a este, como lo pacta el código civil colombiano y Ignacio Alhippio. La

caracterización de inmueble a inmueble, es también conocida como “accesión material

inmobiliaria”, y establece que en su división (aluvión, avulsión, mutación de cauce o álveo y la

formación de islas), son ocasionadas por los hechos jurídicos y como producto de la

naturaleza.   

Concomitante al inciso anterior, iniciaremos la clasificación que corresponde a este tipo

de accesión, con el aluvión: 

6.1 Aluvión.

Dirigiéndonos al artículo 719 del código civil colombiano, encontramos que “se llama

aluvión el aumento que recibe la ribera de un rio o lago por el lento e imperceptible retiro de las

aguas”, es de detener en cuenta que, para el estudio de este artículo, se debe contemplar lo

que se estipula en el decreto 2811 de 1974, el cual, expide el código de recursos naturales,

pues allí encontramos, al igual que en el código anteriormente mencionado que, el propietario

del lecho del rio, o del lago siempre es el Estado; además, estos códigos consideran esos

terrenos como bien de uso público y recurso natural, pues esto lo determina los artículo 677,
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678 y 683 de la ley 57 de 1887, donde hace claridad de: dominio sobre las aguas, uso y goce

de bienes públicos y canales, respectivamente.  

De conformidad con el artículo 720, “el terreno de aluvión accede a las heredades

riberanas, dentro de sus respectivas líneas de demarcación, prolongadas directamente hasta el

agua; pero en puertos habilitados pertenecerá a la unión”, subsiguiente a esto, se determina en

el mismo artículo que, por la función natural de las creces y bajas periódicas, hace parte del

cauce o la ribera y, desde la puntualidad del caso, no accede a la porción de terreno aledaña.  

Existen unos requisitos en este tipo de accesión de inmueble a inmueble, los cuales se

pueden encontrar en el libro, “El derecho de Bienes” de Ernesto peña y Gabriel Peña, y son: 

Que haya un aumento de la ribera por retiro de las aguas. 

Que ese retiro sea lento e imperceptible, no de improviso. 

Que las aguas se hayan retirado en forma definitiva.  

La ley que establece estos requisitos, de manera explícita “quiso evitar que los

propietarios ribereños, pudieran perder esa situación de beneficio a causa de un fenómeno de

la naturaleza”. (Peña, 1995). 

Se debe hacer mención de los artículos 721 y 723 del código civil colombiano, en donde

por avenencia, se erige las normas para la separación de los terrenos, pues se estipula la

demarcación de estos tipos de terreno y la restitución de la inundación.  

Se ha de tener en cuenta la expresión de los requisitos, ya que, “en el aluvión la

propiedad se traslada de publica, a manos del particular; por tal motivo, no hay lugar a ninguna

clase de indemnización ni compensación, como sí ocurre en las otras formas de accesión”.

(Peña, 1995). 
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Concomitante a todo lo anteriormente mencionado en cuanto al aluvión, vamos

establecer un ejemplo para la claridad del caso y en forma de conclusión:  

Marta adquiere por accesión un terreno que abandonan las aguas de manera lenta e

imperceptible, de forma natural, esto siendo aquel cambio del cauce por el desvío del recorrido

o por el aplanamiento de las fuentes que lo “alimentan”; y no por el retiro brusco de las aguas

por el hombre. Esa accesión es la que pertenece al aluvión.   

6.2 Avulsión.

Al tenor del artículo que enmarca este subgénero de las formas de accesión, estipula

que se genera por la consecuencia de una fuerza de la naturaleza y, por ende, parte del suelo

se transporta de un lugar a otro. Lo anterior, corresponde al artículo 722 del código civil.  

Además, dentro del mismo inciso del artículo 722, se establece una condicional, y es

que, al ser transportada de un lugar a otro, el dueño conserva su dominio, con el solo efecto de

llevársela; empero, tiene un plazo de un año a partir del traslado, para reclamar, de no ser así,

se adueñará el propietario del sitio a que fue trasladada.  

De lo anterior, Peña Quiñones plante dos situaciones que surgen de lo estipulado en la

ley:  

“El dueño de la parte del suelo transportada mantiene su dominio sobre ella, pero

solamente para un fin preciso, el de llevársela de nuevo”. 

“Si es imposible llevársela o deja pasar un año sin hacerlo, el dueño del sitio adquirirá

derecho pleno y competo de la propiedad”. 

Un ejemplo para poder plasmar la avulsión es: 

En el municipio en donde vive Mónica Mestre, hubo una avalancha natural, y el suelo se

trasladó de un lado a otro. En ese traslado, cayó en territorio de Mónica. El dueño conserva el
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dominio solo para efecto de recoger el suelo o llevárselo, pero como fue imposible, el domino

de esa parte del suelo pasó a manos de Mónica.  

Es de entender en el ejemplo anterior que, por esa fuerza natural, que provoca el

derrumbe de una parte de un fundo ajeno, se une a un fundo que se encuentra en una parte

opuesta.  

6.3 Mutación del cauce de un rio.

Para entender el álveo, nos debemos dirigir a los artículos 724 y 725. Respectivamente,

se detalla que, con permiso de la autoridad competente y con la variación de un rio, los

propietarios riberanos, podrán ejercer las obras necesarias para cambiar las aguas a

su avezado cauce. Con ayuda del artículo 725, se determina que, se trata de un

cambio terminante mediante el cual un rio cambia su rumbo, cauce o se divide en dos brazos

que no vuelven a unirse por razones netamente naturales.  

Se contempla por: 

Situaciones que se presenten por el cambio del cauce. 

Que el río se separe en dos brazos que no vuelvan a juntarse jamás.  

En el Código de Recursos Naturales Renovables, y como lo plasma Peña Quiñones,

“respecto al primer supuesto, es decir, simple cambio del cauce, los dueños tienen la facultad

de hacer los cambios necesarios en su costa, para que el río vuelva a su cauce, previo permiso

de autoridad”. 

De lo anterior, Ernesto Quiñones, aclara que, si no se obtiene el regreso de las aguas a

su cauce anterior, el lecho del río accederá a los predios ribereños de uno y otro lado, trazando

una línea longitudinal sobre el cauce ribereño y repartiendo las tierras, según el cauce del

aluvión. (Peña, 1995). 


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Para entender a profundidad el cambio del cauce de un rio, establecimos a continuación

un ejemplo:  

Por la variación del cauce de uno de los ríos en Colombia, lo propietarios arancetano,

por la autorización emitida desde la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, podrán hacer

las obras para restituir las aguas a su acostumbrado cauce, como lo establece el artículo 724

del Código Civil, en donde se determinará la distribución entre los propietarios ribereños,

dirigiéndose la parte permanentemente seca, a las heredades contiguas.  

6.4 Formación de una isla.

Para la explicación de la formación de una isla, nos situamos en la obra de Ernesto

Quiñones, “El derecho de Bienes”, pues ahí se estipula lo que concierne a este tipo de forma

de accesión. 

Las reglas que contemplan la formación, están conglomeradas en el artículo 726 de la

ley 57 de 1887, en donde pacta seis (6) puntos o numerales, determinantes para entender que

este tipo de formación corresponde a las islas que se crean en el cauce de un rio que se divide

en dos brazos y que después vuelve a unirse. 

Es importante recalcar que estas normas no se aplican a las islas que pertenecen a la

Nación, que son las islas marinas no ocupadas por la población y las islas de los ríos o los

lagos navegables por buques con capacidad de carga de cincuenta toneladas o más. (Peña,

1995).   

Además de lo estipulado en los incisos anteriores, es de plasmar en este trabajo un

punto de vista ajeno al de nosotros, pero con precisión en el asunto, y es que, según Peña

Quiñones, “en este caso de accesión se ve claramente por qué es un modo originario, pues es

la formación de nuevos bienes, y, como cosa curiosa, a nadie se le ocurrió que este podría ser
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un modo autónomo llamado formación o creación, como si ese les está ocurriendo respecto de

la propiedad literaria o artística, según la Ley 23 de 1982”. 

A juzgar por el mismo autor, el legislador, al limitar de las islas no marinas la propiedad

privada, pensó en ese momento en soberanía y dominio eminente, cayendo en el error de

olvidar que el término “dominio eminente”, trabaja en conjunto con la propiedad privada, siendo

ambos compatibles.  

Para precisar al respecto, el ejemplo que vamos a interponer en este trabajo, va a ser

el primer inciso del numeral tercero (3), del artículo 726 de la Ley 57 de 1887, y es: 

“La nueva isla que se forme en el cauce de un rio accederá a las heredades de aquella

de las dos riberas a que estuviere más cercana toda la isla; correspondiendo a cada heredad la

parte comprendida entre sus respectivas líneas de demarcación prolongadas directamente

hasta la isla y sobre la superficie de ella”.   

7. DE MUEBLE A INMUEBLE

Para valencia Zea, en su libro de derecho civil, esta es llamada de forma diferente,

denominándolo como ACCESION INDUSTRIAL INMOBILIARIA, tratándose en que se presenta

en razón de edificaciones, sementeras, plantaciones, etc.…, por ende, nos explica que cuando

una persona es dueña de cualquier terreno en donde se ha edificado o plantado, y otra es

dueño o dueña de los materiales simplemente, o de materiales y del trabajo empleado en la

obra nueva. Esta trata de obra nuevas adheridas al suelo, en una forma que no sea posible su

separación sin detrimento del todo, cabe recalcar que, como todo, tiene su base legal cuyo art

es el 738 del Código CIVIL  
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En este tema, de manera general se presentan dos tipos de casos totalmente diferentes

de accesión inmobiliaria. Una de ellas trata cuando el dueño del suelo hace la nueva obra con

materiales ajenos, en el segundo, cuando el dueño de los materiales hace la nueva obra en

terreno ajeno  

7.1 Cuando el dueño del suelo hace la nueva obra con materiales ajenos.

tenemos que tener en cuenta su base jurídica , por ende , en el art 738 del C.CIVIL ,

nos informa que “ si se edifica con materiales ajenos en suelo propio, el dueño del suelo se

hará dueño de los materiales por el hecho de incorporarlos en la construcción; pero estará

obligado a pagar al dueño de los materiales su justo precio u otro tanto de la misma

naturaleza , calidad y aptitud” para este hay algo que denominamos cosas principales y cosas

accesorias., las accesorias son las que dependen de las principales , por ende para formar una

cosa u objeto , se necesitan de las dos. En este caso lo principal sería el suelo y de accesoria

los materiales ajenos. Ahora no siendo posible algún tipo de separación, sin ningún detrimento

del suelo o de la nueva obra, se realizará automáticamente una expropiación por causa

de utilidad privada, ya que, si podemos analizar, el dueño de los materiales pierde

automáticamente la propiedad de ellos y la adquiere el dueño del suelo. Por el solo hecho de

que se incorpore los materiales de propiedad ajena en suelo propio, lo que realiza la trasmisión

de la propiedad del que era el antiguo dueño al dueño del suelo. No tiene ningún tipo de

importancia distinguir quien realiza la incorporación ya sea el dueño del suelo, el dueño de los

materiales o un tercero. Por otra parte, tenemos que tener en cuenta que la adquisición de la

propiedad de los materiales ajenos empleados en una obra nueva, igualmente se

efectuará así el dueño del suelo obre de mala fe (Valencia Zea) 

Esto no solo se ve en Colombia, sino que también lo podemos ver plasmado y

legislado internacionalmente, como, por ejemplo, en el código civil español (art 360), alemán

(946) y el francés (art 553) 
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Ahora la buena fe será tenida muy en cuenta, puesto que, quien de buena fe emplea

materiales ajenos, solamente estaría obligado a pagar su valor al dueño por

cualquier medio, ya sea en dinero con su justo y mismo precio o ya sea devolviendo el material

con igual calidad. Para esta buena fe, por otra parte, se refiere al hecho o acción de que el

constructor ignore que los materiales eran ajenos, pero no siempre puede hacerse de

esta manera, ya que se debe acreditar una justa causa de error por la cual está muy

especificada en el parra, 2 del art 738. Este error se encuentra justificado si se prueba que no

se obro de mala fe o de mala manera, un ejemplo de ello podría ser, la compra de dos

toneladas de cemento, por la cual emplea el cemento del dueño de la finca vecina, creyendo

que había correspondido a su pedido a su pedido. Resumiendo, y aclarando, debe tratarse de

un error excusable que se tendrá en cuenta según las circunstancias. 

En la mala fe quien emplee materiales ajenos, tendrá o estará obligado a pagar su valor

al dueño y además de esto, indemnizar los perjuicios ocasionados. 

7.2 El dueño de los materiales hace una obra en suelo ajeno.

Para comenzar, nos basaremos para este tema, en el art 739 de Civil en el cual regula

nos explica de manera directa puntual y/o organizada este caso distinguiéndolo en

dos hipótesis: cuando se hace una obra en suelo ajeno sin conocimiento del dueño, y cuando

se hace la obra con conocimiento del dueño, es decir, “a ciencia y paciencia del dueño del

terreno”  

Cuando se hace una obra en suelo ajeno sin conocimiento del dueño, se le da o se le

otorga un derecho de opción, que consistente en la facultad de hacer suya la obra u obligar al

que realizo la obra a hacer suyo el suelo. En dado caso de que el propietario quiera hacer suya

la obra se estudiara si el que hizo la obra, la realizo de buena o mala fe. Por buena

fe el poseedor no estará obligado a pagar algún tipo de valor por los frutos que produjo el suelo
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y también tiene derecho al valor de la obra. Si es, al contrario, es decir, por mala fe, tendrá

derecho al valor de la obra con deducción de los frutos que produjo el suelo. 

Siguiendo, el propietario o dueño del suelo, puede obligar al dueño de la obra a hacer

suyo el suelo, mediante el pago de su justo valor, “con los intereses legales por todo el tiempo

que lo haya tenido en su poder”, y también de una equitativa indemnización de perjuicios.  

Si la obra se hace con conocimiento del dueño del terreno, “será este obligado, para

recobrarlo, a pagar el valor del edificio, plantación o sementera” (valencia Zea)  

8. ACCESION DE MUEBLE A MUEBLE

En primera medida, es importante esclarecer que la dicha accesión es la unión de dos

bienes muebles, uno es el principal, y el otro es el accesorio, accediendo el último al primero,

transfigurándose el propietario de lo principal en dueño de lo accesorio. Dicha unión se

conforma por tres modalidades: adjunción, la mezcla y la especificación.

8.1 Adjunción.

De conformidad con los artículos 727 a 731 del Código Civil Colombiano, haciendo uso

de la verisimilitud de las reglas de inferencia lógica, se puede deducir que da origen a la

existencia de dos bienes muebles que se aúnan; aquellos bienes son densos y a la vez, con

diversas discrepancias, por consiguiente, pertenecen a poseedores distintos. Dicha unión es

importante esclarecer que es permanente pero no eterna, y con fundamento a dicha unión, se

comprueba y o se verifica la afamada adjunción, y por tal motivo, la accesión de bien mueble a

bien mueble. Podemos evidenciar un ejemplo de aquella accesión, exhibiendo la unión que

hace el propietario de una piedra preciosa a un anillo. Para que se consuma la accesión de

mueble a mueble por adjunción, se requiere de:


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 El propietario o amo de uno de los bienes muebles, en el instante de juntar su bien

mueble con otro bien mueble, y/o al ordenar a terceros que consumen dicha unión, obre de

muy buena fe; entendiéndose que de ninguna manera actuó pensando en propiciar daño a ese

tercero.

 El propietario o amo del bien mueble que fue dominado o escogido para la unión a

otro bien mueble, no pose conocimiento alguno que su bien fue tomado para dicho hecho.

Es importante afirmar que subsistiendo la buena fe imputada a quien ordeno hacer la

unión de los bienes muebles, y por otro lado, habiendo el desconocimiento de la unión por

parte del respectivo amo del bien que fue tomado para consumar dicho pacto, opera de alguna

u otra manera la accesión por adjunción; posteriormente, a través del adquisición del dominio

del bien accesorio, aquella persona que se le atribuyo el título de principal a su bien, debe

saldarle a la otra persona el respectivo valor de su bien accesorio.

Referente al propietario de la cosa ocupada para la unión, si llegase a no obrar con

desconocimiento, sino que, obra con cognición de haberse ocupado o tomado su bien para

conglomerarlo a otro bien mueble guardando el debido silencio, no opera de ninguna manera la

accesión por adjunción; sino que la persona que edifico la unión se vuelve prácticamente

propietaria del respectivo bien unido, en virtud de un título traslaticio de dominio, teniendo la

responsabilidad de saldar el valor del bien que fue ocupado o tomado, y en casa de

discrepancia se nombra un perito para que establezca un valor para pagar a favor el dueño o

propietario del bien que fue tomado para la respectiva unión.

Respecto al individuo que tomo el bien mueble ajeno para aunarlo al suyo, si obro con

mala fe, debe de responder por tu obrar invalido e indebido. Es importante afirmar que si obra

con dolo, pierde su propio bien, y adicionalmente, deberá pagar una indemnización por
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perjuicios al dueño del bien tomado para la unión, y llegase el caso en que de haber

consumado un acto punible, se hace acreedor de la responsabilidad y a su vez, sanción penal.

8.2 Mezcla.

Es la unión más interna y completa de cosas muebles sólidas, mientras que la confusión

se refiere a la misma situación siendo las cosas liquidas. En ambas situaciones no es posible

hacer la separación y volver a individualizar las materias unidas para que vuelvan al estado

anterior, se mezclan y se confunden los materiales creándose a partir de la buena fe de uno y

la ignorancia del otro dueño una comunidad, pero si una de las cosas supera en valor a otra

pasara a ser el dueño de la resultante pagando el valor de los bienes ajenos que se mezclaron

con el suyo. Ejemplo: unión de arena y cemento. Para los casos de mezcla (confusión de dos o

más cosas formando un todo homogéneo y divisible), dispone el Código Civil en su art. 382 que

si se mezclan o funden dos cosas de igual o diferente especie por voluntad de un dueño, pero

actuando de buena fe, cada propietario adquirirá un derecho proporcional a la parte que le

corresponda atendiendo al valor de las cosas mezcladas. Por el contrario, si actúa de mala fe,

perderá la cosa confundida, debiendo además indemnizar los daños y perjuicios causados al

propietario de la cosa con la que se mezcló la suya.

8.3 Especificación.

Es la creación o producción de una cosa nueva mediante el empleo de materia ajena

sin el consentimiento de su propietario, cuando de la materia de otra persona la otra hace una

obra o artefacto cualquiera, el trabajo no se junta o confunde con la cosa ajena sino que se

actúa sobre ella transformándola, el propietario en este caso sería el dueño de la materia, a no

ser que la obra del artífice tenga un mayor valor económico. Ejemplo: Hechura de unos zapatos

con cuero ajeno. La especificación, aun cuando se estudia en sede de accesión mobiliaria, no

es propiamente tal. Se dará la especificación cuando se transforme una cosa en otra por medio
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del trabajo (el escultor que esculpe una estatua de una pieza de mármol. Si alguien de buena fe

emplea materia ajena para crear una obra nueva, ésta quedará en su poder, debiendo

indemnizar al dueño de la cosa por su valor, pero si la cosa es más preciosa que la obra

resultante, podrá entonces su dueño quedarse con la obra o pedir la indemnización del valor de

la cosa. Si la cosa se ha transformado en obra con mala fe, entonces el dueño de la cosa podrá

quedarse con la obra sin pagar nada al autor, o exigir de éste pago del valor de la cosa más

indemnización por los daños y perjuicios sufridos (art. 383).


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9. CONCLUSION

De todo lo mencionado hasta este punto, es de pactar que, la accesión, como se

consagra en la ley y en la doctrina, se constituye de factores importantes para ser reconocida

como un modo de adquirir dominio; es evidente, a su vez, que, el dueño al ser propietario

también de aquellos tópicos que produce la cosa, contempla su derecho real, siendo este, el de

dominio. Claro está, y como se estipula en este trabajo, no es la única forma de adquirir

dominio por medio de la accesión, teniendo en cuenta que, esta se divide en varias formas,

como lo son: accesión de frutos, accesión de inmueble a inmueble, accesión de mueble a

inmueble y de mueble a mueble. Donde se fortalece el aprendizaje versátil de esta parte de los

bienes.   
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10. AGRADECIMIENTOS

Agradecemos de ante mano, al maestro Félix Enrique Cortes Londoño,

por permitirnos ahondar en esta parte del derecho civil bienes. Es enriquecedor que nuestro

aprendizaje se expanda por este tipo de investigaciones llevadas a cabo de manera autónoma

y profunda de nuestra parte. Sin lugar a duda, esa frase del filósofo romano, Terenciano Mauro,

que dice, “pro captus lectoris habent sua fata libelli”, es, en efecto, muy sabia, por

cuanto plasma, que cada lectura, cada investigación, cada libro, tiene su destino,

según la inteligencia del lector, y el destino de lo aprendido en este trabajo, es fortalecer

nuestro conocimiento en los bienes y en los modos de adquirir, gracias, claro está, al

doctor Félix Enrique Cortes Londoño. 


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11. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Juan José Rodríguez Beltrán, (2000). Derecho Civil Bienes – Derechos Reales.

(Investigación Profesoral, Universidad De La Sabana).

Ernesto Peña Quiñones, Gabriel Ernesto Peña Rodríguez, (1995). El Derecho De

Bienes.

Guillermo Valencia Zea, (2010). Derecho Civil – II Derecho Reales

Ley Ordinaria 57 de 1887, de 15 de abril, Código de Derecho Civil Colombiano


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12. CIBER – BIBLIOGRAFIA

https://tradicionbienes.weebly.com/accesioacuten.html

https://jessicavega.webnode.com.co/accesion/#:~:text=Accesi%C3%B3n%20de

%20inmueble%20a%20inmueble%3A%20o%20accesi%C3%B3n%20de%20suelo.,de%20ellos

%20ilustr%C3%A1ndolo%20con%20ejemplos.

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