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Ámbito territorial:
Ámbito económico y social
Ámbito constitucional:
- Monarquía: órganos políticos primitivos: gens, familia, tribus y curias
órganos políticos de la civitas: Rey, Senado, Comicios.
Características y funciones.
Reformas de Servio Tulio.
- República: órganos políticos: Magistraturas, Senado, Comicios. Caracteres de las
Magistraturas. Carácter, composición y atribuciones del Senado. Composición y
funciones de los Comicios.
Luchas estamentales.
CONCEPTOS GENERALES
Tres tradicionales regímenes políticos que se sucedieron en Roma desde la fundación
de la ciudad hasta la muerte del emperador Justiniano: monárquico, el republicano y el
imperial
MONARQUIA: se extiende hasta la expulsión de Turquino Soberbio, último rey
romano (509 a. de Cristo).
REPÚBLICA llega hasta el advenimiento de Augusto, primer emperador de Roma
(29 a. de Cristo)
IMPERIO comienza con el emperador Augusto, este periodo lo consideraremos a
través de dos épocas distintas: la primera, el principado, que va hasta Diocleciano y
Constantino, y la segunda, la autocracia o dominado (dominatus), que se impone en la
época dioclecianeo-constantiniana al establecerse un estilo de monarquía absoluta de
corte heleno-oriental.
Los colegios sacerdotales : La religión tenia estrecha relación tanto con la norma del
derecho público como la del derecho privado. Los distintos colegios formaban parte del
aparato político del estado en su carácter de funcionarios sometidos a la autoridad real.
Hay una diferencia de nivel económico entre los patricios que eran ciudadanos ricos,
terratenientes dueños de grandes tierras, conquistadores y eran de origen latino; y la
plebe era la clase menesterosa(trabajadora), carecían de tierras; habían sido autóctonos,
es decir, habrían sido sabinos.
Arangio-Ruiz, plantea que la diferencia entre estos dos órdenes sociales estuvo dada por
su distinta nacionalidad. Sostiene que eran plebeyos, además de los inmigrantes que se
establecieron en la ciudad después de su fundación, los habitantes de las siete primitivas
aldeas que formaron la liga del Septimontium; formaron el patriciado los etruscos, que
después de conquistar aquellas aldeas, habían erigido la ciudad de Roma.
Cualquiera que haya sido el fundamento de la división, la verdad es que los patricios
tuvieron por mucho tiempo el goce exclusivo de los derechos de la ciudad,
convirtiéndose así en casta privilegiada. Gozaron de los derechos políticos como el ius
suffragii, que los facultaba a votar en los comicios; el ius honorum, que les permitía
ocupar las magistraturas; el ius militiae, que les posibilitaba ser jefes de las legiones
romanas, y el ius occupundi agrum publicum, que lo autorizaba a tomar posesión de las
tierras conquistadas. Fueron titulares también de derechos que entraban en la esfera
religiosa, como el ius sacerdotii, por el cual podían integrar los Colegios sacerdotales; el
ius sacrorum, que le permitía ejercer el culto de la ciudad, y el ius auspiciorum oderecho
de consultar los auspicios. En orden a losPAGderechos privados el patriciado , gozó del, ius
connubii o aptitud legal para contraer legítimo matrimonio (ius uistaenuptie) del ius
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commercii o derecho a realizar toda clase de negocio jurídico; del ius actionis o facultad
de hacer valer en justicia sus derechos por medio* del ejercicio de la acción (actio) y del
MERuno individual o praenomen (Marco), otro
derecho al uso de tres nombres (tria nomina),
GEFo cognamen ( Cicerón).
gentilico o nomen ( tulio) y un tercero familiar
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Muy distinta era la condición jurídica en que se encontraba la clase plebeya, que
prácticamente no formaba parte de la civitas. Carecía en absoluto de los derechos
públicos o políticos y tampoco gozaba de los vinculados a la actividad religiosa. En los
derechos privados, los plebeyos no tuvieron derecho a contraer justas nupcias con
patricios hasta la sanción de la lex Canuleia (445 a.C.) y el commercium sólo les fue
reconocido en la medida en que la plebe era admitida en las colonias latinas. No podían
participar del culto de la ciudad, ni tener sus propias divinidades, como la diosa Diana.
Tuvieron sus particulares autoridades y sus asambleas populares (concilia plebis), que
tomaban decisiones (plebiscita) que valían exclusivamente para la plebe.
Los tribunos, eran magistrados plebeyos, que supieron conducir a su clase hacia la
pacífica conquista de una igualdad absoluta que recién se concretará cuando Tiberio
Coruncanio se convierte en el primer plebeyo que accede al pontificado máximo (254
a.C).
Gradualmente se va produciendo el acercamiento entre los dos órdenes que llegan a
integrarse para constituir juntos un solo populus, una misma ciudadanía.
LA CLIENTELA. habría estado colocada entre el patriciado y la plebe. Fueron
ciudadanos de segunda clase -de familias empobrecidas o extranjeras- que se colocaban
al amparo de una casa patricia, a la que se subordinaban con la obligación de prestarle
servicios a cambio de su ayuda económica. Ésta especie de vasallaje imponía a los
clientes respeto y obediencia hacia el jefe de la familia patricia, al que debían asistirle en
caso de necesidad económica y acompañarle a la guerra. Por su parte el patricio estaba
obligado a prestar a sus clientes alimentos, representarlos en juicio e instruirlos en el
conocimiento del derecho. Este conjunto de obligaciones y derechos recíprocos entre
clientes y jefe de una familia patricia, se llamó derecho de patronato (ius patronatus).
La dinastía etrusca. En instituciones características del período monárquico, se
puede distinguir entre el ciclo latino-sabino, que transcurre desde Rómulo hasta el rey
Anco Marcio (753 a 616 a.C.) y el de la monarquía etrusca, que tiene tres representantes:
Turquino el Antiguo, Servio Tulio y Tarquino el Soberbio (616 a 509 a.C). Se justifica
esta división en dos etapas por la destacada labor que les cupo a los reyes etruscos, en
especial los dos primeros, en lo concerniente a las reformas políticas y sociales
Los reyes etruscos se preocuparon por mejorar su suerte mediante concesiones que
vinieron a contrapesar el poder del patriciado. Fue Tarquino el Antiguo, quien habría
realizado una reforma sustancial que quebraba el clásico esquema político y social.
Admitió nuevas gentes plebeyas en las antiguas tribus genéticas y, como consecuencia,
aparecieron los llamados Ramnes, Ticies y Luceres secundi. Estos plebeyos, pudieron
desde entonces formar parte del aristocrático senado con el nombre de patres minorum
Gentium, para distinguirse de los senadores patricios, que eran los patres maiorum
Gentium.
REFORMAS DE SERVIO TULIO. Estableció una nueva división del pueblo,
fundada en la fortuna. Tenía como fin satisfacer tres necesidades públicas: el pago de los
impuestos, el servicio de las armas y el voto en los comicios. Para establecer el acervo
patrimonial de los ciudadanos, Servio Tulio PAG creó el censo, que había dé realizarse cada
cinco años. En él debía anotarse cada jefe de familia, haciendo constar el número de
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integrantes del núcleo familiar la cuantía de sus bienes y los esclavos que estuvieran
sometidos a su potestad. *
Determinada por el census la fortuna MER de cada persona, la. Población fue dividida en
cinco clases. La primera comprendía a los GEFciudadanos que poseyeran 100.000 ases; la
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segunda a los de 75.000; la tercera a los de 50.000; la cuarta a los de 25.000 y la quinta a
aquellos con fortuna de 11.000 ases. Estas clases eran divididas en centurias, cada una
de las cuales abarcaba un número igual de ciudadanos de 17 a 46 años (iuniores) que de
ciudadanos de 46 a 60 años (seniores). Correspondían ochenta centurias a la primera
clase; veinte a la segunda; veinte a la tercera; veinte a la cuarta, y treinta a la quinta, lo
cual hacía un total de ciento setenta centurias. A éstas debían agregarse dieciocho
centurias de caballeros, como una clase extra que precedía a la primera. Los ciudadanos
de menos de 11.000 ases formaron cinco centurias (dos de artesanos, dos de músicos y
una de soldados no armados). Así, la reforma serviana distribuía el conjunto de la
ciudadanía en ciento noventa y tres centurias.
La obligación de pagar los impuestos sólo correspondía a los censados en las cinco
clases y a quienes tuvieran, por lo menos 1500 ases. Los de menos de esa suma,
llamados proletarii, estaban eximidos de cargas tributarias y sólo figuraban en el censo
por su número y por la prole que tuvieran. La reforma serviana distribuyó el ejército en
dos contingentes distintos: el ejército activo, constituido por los iuniores, y lo que podría
denominarse “la reserva”, formada por los seniores a quienes s e .les confiaba la defensa
de la ciudad, cuando los primeros salían a campaña. Los proletarii también integraban el
ejército aunque sin armas.
Esta nueva organización dada por Servio Tulio a la ciudadanía romana determina la
creación de un nuevo tipo de asamblea popular, los comicios por centurias (comitia
centuriata), que se reunía fuera de los límites dé la ciudad en el campo de Marte. En
estos comicios tuvieron preponderancia las clases acaudaladas, que vinieron a
desempeñar un papel decisivo en las votaciones. Estas debían comenzar por las centurias
de caballeros y proseguir con las de la primera clase. Si estaban de acuerdo, al sumar
noventa y ocho votos, se hacía inútil consultar a las otras clases, que sólo alcanzaban a
noventa y cinco. De tal modo los plebeyos ricos habrían tenido un importante rol en
aquellas asambleas del pueblo, sin que por ello perdieran su hegemonía los patricios, no
sólo porque estaban colocados entre los ciudadanos de fortuna, sino, porque las
decisiones del comicio por centurias necesitaban, para su plena validez, la aprobación
del senado por medio de la patrum auctoritas.
La reforma serviana llegó también a la organización tribal. Con los datos
suministrados por el censo, el rey etrusco distinguió las tribus teniendo en cuenta el
domicilio o sede (adsidui) de los ciudadanos y no sus orígenes. A partir de entonces las
tribus de los Ramnes, Ticies y Luceres son un recuerdo histórico. Se distinguen dos
clases de tribus: urbanas y rústicas. Roma estaba dividida en cuatro regiones o tribus
urbanas (Collina, Palatina, Esquilina y Suburana). La campiña romana habría estado
dividida en diecisiete tribus rústicas, que se fueron aumentando paulatinamente hasta
llegar, hacia el siglo III a.C., a treinta y cinco. La importancia que tiene esta nueva
organización es que en las tribus se incluye tanto a patricios como a plebeyos.
LA REPÚBLICA año 509 a.C fin de: la Monarquía y advenimiento de la República,
al producirse, el derrocamiento del último rey etrusco Tarquino el Soberbio, que fue
reemplazado por dos cónsules, Bruto, que PAGinició la conjura y Tarquino Colatino. Nace
un nuevo sistema institucional y se inicia una profunda y perfecta oposición a la realeza.
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Las causas de la caída de la realeza y la aparición de la República En el estado actual
de los conocimientos históricos se considera *más aceptable la idea de que el cambio
MER del patriciado que venía conspirando,
institucional habría obedecido a una reacción
desde antes del año 509, contra los reyes GEFetruscos que, a partir de Tarquino el Antiguo,
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iniciaron reformas político-sociales que atentaban contra los intereses, mejor dicho, los
privilegios, de que gozaba la clase patricia.
Es generalmente aceptado que el año 509 a.C. señala el advenimiento de la
República, al producirse el acceso a la máxima magistratura (el consulado), de dos
cónsules que debían reemplazar a la autoridad real de la época anterior. Como senado y
pueblo tienen un papel preponderante en el nuevo orden político, aunque por diversas
causas se modifica su estructura, sus funciones y hasta el número de sus miembros,
durante la República la organización institucional se asienta sobre los clásicos factores
políticos: magistratura, senado y pueblo.
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UNIDAD VI
Ámbito territorial
Ámbito económico y social
Ámbito constitucional:
- Alto Imperio: Naturaleza del Principado. Relación con los órganos de la República. Poderes
del Príncipe. Senado
- Bajo Imperio. La monarquía absoluta. Reformas de Diocleciano y Constantino. División del
imperio. Caída de Occidente. Acciones de Justiniano.
Los patricios y plebeyos, habíanse integrado de tal suerte que esta diferenciación desapareció
en tiempo del principado. Existieron niveles sociales distintos y ello determinó que hubiera una
puja de clases. Una nobleza constituida por la aristocracia senatorial, que ocupó las funciones de
rango y el gobierno de las provincias senatoriales, y una nobleza de fortuna, integrada por los
caballeros o equites , que sobresalió sobre todo en Italia y en las provincias, y que también
desempeñó tareas de importancia en la administración estatal.
Estas clases altas de la sociedad, compuesta de ciudadanos con plenitud de los derechos
(optimo iure ) y de hombres del más altos honores ( honestiore ) , tuvieron que enfrentarse por el
predominio de la una sobre la otra. Como en cierta medida la clase senatorial, que representaba a
la vieja ecuestre, formada por banqueros y comerciantes adinerados, va a desplazar a aquella de
las funciones más prominentes del gobierno imperial.
Elemento ponderable dentro de la sociedad eran los extranjeros (peregrini) que masivamente
concurren a Roma y a la península itálica, atraídos por las perspectivas que el gran Imperio les
ofrece. Los príncipes les van permitiendo el acceso a la ciudadanía romana. En este proceso de
romanización se les otorga al comienzo el ius latinum, que entrañaba una ciudadanía automática
que los equiparaba al civis romanus. Más adelante, por medio de una concesión directa de la
ciudadanía por el príncipe (civitatis donatio) se colocan en igual condición jurídica que los
ciudadanos optimo iure. Por fin, el proceso culmina cuando una célebre constitución del
emperador Antonio Caracalla del año 212 otorga la ciudadanía a todos los habitantes del
Imperio, con excepción de los llamados peregrinos dedicticios
Durante este período imperial existió una clase inferior, la plebe, que es un proletariado
alejado de las posibilidades de formar una élite burocrática por no pertenecer a una nobleza de
origen, ni a los grupos adinerados de la sociedad. Los plebeyos sólo pudieron ocupar cargos o
funciones inferiores en el ejército y en la administración pública.
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UNIDAD VII
- Costumbre. La ley: formación de las leyes. Clasificación. La ley de las XII Tablas: su
formación, carácter y contenido. Plebiscitos. La obra de los jurisconsultos veteres.
- Edicto de los magistrados. Edicto Perpetuo de Salvio Juliano. Senadoconsulto.
Constituciones Imperiales. La obra de los jurisconsultos. El “Ius publice respondendi”.
Proculeyanos y Sabinianos. Los grandes jurisconsultos clásicos.
La costumbre: Antes de la existencia del ius scriptum los romanos se regían por
PAG encauzadas en un determinado sentido.
normas no escritas, creadas por la costumbre,
Cuando las necesidades sociales y jurídicas
E del\ pueblo exigieron fijeza y adaptación, el
derecho consuetudinario se convirtió en derecho
* escrito o legal.
El derecho de la costumbre, ha adquirido el carácter de tal por haber sido practicado
MER
durante largo tiempo, de manera uniforme y con la convicción de sus obligatoriedades
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por todo el pueblo o por una parte organizada de él, constituyo la primera fuente formal
del derecho romano. El pueblo de Roma se rigió durante mucho tiempo por los tácitos
acuerdos inveterados del largo uso ( tacitus consensus populi longa consuetudine
inveteratus ), y a la costumbre se debe la regulación de instituciones fundamentales de
derecho público y de derecho privado. En las vetustas mores se basan la organización de
dos órganos políticos primitivos, como la gens y la familia , los medios especiales de
transferencia de la propiedad, el régimen judiciario, las formas de entrar y salir del
núcleo familiar, etc.
Un pasaje de Juliano en el Digesto, admite que las leyes pueden ser derogadas, no
sólo por el voto del legislador, sino también por el consentimiento de todos, ósea, por la
costumbre. Esta posibilidad de derogación de la ley por el desuso (desuetudo) se funda,
según Adriano, en la equivalencia de valor jurídico de la norma escrita, que es el
resultante del expreso consentimiento del pueblo, y de la norma no escrita, que es el
producto de su tácita aceptación (tacitus consensus populi). Una constitución del
emperador Constantino, restringe el valor la de costumbre y la considera fuente
subsidiaria del derecho, que de ninguna manera puede prevalecer sobe la razón y la ley.
Las leyes regias y el "ius civile Papirianum" La costumbre fue fuente exclusiva del
derecho romano en el periodo monárquico, los reyes romanos habrían hecho sancionar
por los comicios curiados de los tiempos de la monarquía algunas leyes que por tal razón
se han denominado leyes regias (leges regia). Al mismo Rómulo se atribuyeron varias de
aquellas leyes oras a Numa Pompilio y algunas a Serbio Tulio. A fines de la Republica,
las leges regia, habrían sido reunidas, según la historiografía tradicional romana, por un
pontífice, Sexto Papirio, en una obra que en homenaje a su presunto autor, se designa
con el nombre de Ius civile Papirianum. No hay testimonios valederos que permita tener
por exactas las referencias de los antiguos sobre las leyes reales y su recopilación. La
crítica moderna no reconoce su autenticidad.
Edicto de los magistrados: El ejercicio de ius edicendi, que puede definirse como el
derecho que tenían los magistrados romanos superiores de expresar o indicar la norma
por la que habría de regirse la relación jurídica llevada a su conocimiento, es el que
posibilita la amplia labor edictal que cumplieron en Roma los ediles, los gobernadores
de provincia, y los pretores. El ius edicendi se cristaliza así en los edictos (edicta),
especie de publicaciones que hacían los magistrados para dar a conocer los principios
que se proponían aplicar durante el año de ejercicio de sus funciones, enumerando los
derechos y las reclamaciones, tanto del ius civile como del ius honorarium, que estaban
dispuestos a proteger e indicando la clase de remedio que pensaban otorgar en cada caso.
Esta fue la misión específica del pretor romano, ejercer la iuris dictio, que le permitía
indagar y resolver si la demanda y defensa interpuesta por las partes en litigio implicaba
algún derecho o interés digno de protección que justificara la apertura de iudicium
El pretor publicaba en tablas de madera blanca (album) su edicto para indicar las
normas de derecho que iba a aplicar y las fórmulas procesales que ofrecía a los
litigantes durante el año de duración de sus funciones. Este edicto jurisdiccional se
llamaba anual o perpetuo (edictum perpetuum).
PAG El pretor sustituto podía renovar
totalmente el de su colega saliente, y en ese caso, publicaba un edicto novum para dar
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estabilidad a las normas edictales, que se les expusiera en un edicto tipo que se
transmitía de colega a colega. Apareció así *el llamado edicto traslaticio ( edictum
MER a dar normas no contempladas en su
traslatitium ) . Cuando el pretor se veía precisado
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bando anual, especialmente de carácter administrativo o político, emitía el denominado
edicto repentino ( edictum repentinum ) .
El ejercicio de la jurisdicción que se plasmaba en el edicto permitió tanto al pretor
urbano como al peregrino usar de medios procesales y hasta extraprocesales para no solo
-como dice Papiniano- ayudar al derecho civil, sino para suplirlo y hasta corregirlo. Fue
la vía idónea para crear un derecho nuevo que fue limando las asperezas, puliendo y
universalizando al añoso ius civile. Se da el caso que un magistrado jurisdiccional,
carente de potestad legislativa, haya creado un nuevo sistema jurídico a la par del
derecho legislado
Para lograr ese fenómeno singular el pretor, operando dentro del estrecho margen del
proceso que se ensanchó bastante cuando por la lex Aebutia se implantó el sistema
formulario, se valió de medidas procesales y extraprocesales. Entre las primeras se contó
la datio actionis, que era la concesión de acciones a relaciones no amparadas por el
derecho civil, pero dignas de protección por razones de estricta equidad. Se crearon
distintas acciones honorarias que tuvieron aplicación en igual nivel que las acciones del
ius civile. La denegatio actionis fue usado por el pretor y consistía en negar acción al
litigante que, aun cuando alegase un derecho basado en el ius civile resultaba repugnante
al sentido jurídico. Creó la exceptio, para enervar la pretensión del accionante si el
demandado, por alguna circunstancia especial, demostraba que el fallo no debía
condenarlo, sino absolverlo.
El pretor podía, en ejercicio de su imperium, adoptar medidas extraprocesales que al
margen del iudicium insertaran en las relaciones de los particulares la nota de equidad.
Entre ellas se cuentan las estipulaciones pretorias ( praetoriae stipulationes ) que el
pretor ordenaba practicar con fines cautelares, ya para reforzar una situación jurídica
existente, para defender un interés no tutelado de otra forma; las in integrum
restitutiones, que posibilitaron retrotraer una situación de hecho al estado anterior que
tenía al momento de su conclusión, las missiones in possessionem, por las que el
magistrado ponía en posesión de una persona el patrimonio o cosa de otro en razón de la
equidad de su petición, y los interdictos ( interdicta ), que eran ordenes condicionales
que el pretor impartía para que un individuo restituyera o exhibiera alguna cosa o se
abstuviera de un preceder.
Encontramos normas provenientes de los ediles que en ejercicio de la policía de los
mercados dieron nacimiento a las acciones prohibitoria y quanti minoris que
sancionaban los vicios ocultos de los esclavos o animales vendidos, con la resolución de
la venta o disminución del precio
Edicto Perpetuo de Salvio Juliano: En los tiempos del imperio se sintió la necesidad
de poner orden en la masa edictal formada a lo largo de diferentes épocas. Ello
determinó que el emperador Adriano, en el año 130 de nuestra era, encargara al más
grande jurisconsulto de su tiempo, Salvio Juliano, la codificación del edicto de los
pretores, dándole inmutable y definitiva redacción. Por un senadoconsulto votado en el
año 131, el emperador confirmó el trabajoPAGde Juliano, que se denominó Edicto Perpetuo
La obra no ha llegado completa hasta nuestros días. Ha sido posible su reconstrucción
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por comentarios entre los cuales se distinguió Ulpiano. Esto ha permitido saber que
Salvio Juliano suprimió aquello que carecía *de vigencia, que añadió y alteró ciertos
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principios para adecuarlos al espíritu de su tiempo y que distribuyó y dividió el conjunto
normativo siguiendo un orden de materiasGEF
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La primera parte, de carácter introductivo, tenía por finalidad organizar y garantizar
el proceso hasta la regulación del iudicium. La segunda, o parte central, titulada iudiciis ,
contenían las acciones tuteladoras de los derechos privados subjetivos. La tercera,
abarcaban las normas referentes a la herencia pretoria o bonorum possessio . La cuarta,
comprendía los principios jurídicos relacionados con la res iudicata y ejecución de la
sentencia. La quinta, contenía un apéndice en tres secciones: de interdictis, de
exceptionibus, de stipulationibus praetoriis
b) JURISPRUDENCIA CLÁSICA
En los tiempos del principado se debe a un rescripto dado por el emperador
Adriano el que, según Gayo, confirmó los efectos del ius publice respondendi
otorgado por Augusto. Se reconoce autoridad a las respuestas y opiniones de los
prudentes que habían recibido autorización para fundar la jurisprudencia (quibus
permissum in iure condere ) , prohibiendo a los jueces separarse de consejos
cuando hubieran sido emitidos por unanimidad. Las responsa prudentium
adquieren su mayor auge como fuente formal del derecho romano. A causa del
rescripto dictado durante el gobierno de Adriano (117-138 d. de C) y también
debido a que el príncipe inicia la costumbre de incorporar a los jurisconsultos la
acción oficial en alta funciones estatales y por el influjo de la filosofía estoica, se
produce una nueva corriente del pensamiento jurídico romano que se ha dado a
llamar "jurisprudencia clásica". Con ella la ciencia del derecho gana en
cosmopolitismo, universalidad y orientación sistemática, sin descuidar un
prudente tradicionalismo.
La actividad jurisprudencial clásica, lleva al derecho romano a su punto más
elevado, a su cenit. La labor del jurisconsulto no se centra únicamente en el
agere, cavere, respondere e instruere sino que aparece más nítidamente el
scribere, dentro de la pentaactividad de que nos habla el profesor Méhész. Son
las responsa , las quaestiones , las regulae , las institutiones, las sentintiae, las
difinitiones , los Enchiridia y los Digestia ,las formas más salientes de escritos
que canalizan la tarea indiscutible del jurisprudente de la fase clásica del derecho
romano.
Maeterlinck llama "albañiles que construyeron para la eternidad" a los más
grandes juriconsultos de todos los tiempos, el primero de los clasicos habria sido
Salvio Juliano, recordándose entre sus contemporáneos a Africano y Pompolio y
muy especialmente al enigmático Gayo, que debe su gran fama a sus Institutas,
que habrían sido parafraseadas en una obra titulada Res cottidianae o Aurea. Al
final de la dinastia de los Antonios -entre los años 160 a 192- Ulpio Marcelo,
Cervido Scaevola y Florentino son los principales representantes del clasismo
romano
La dinastía de los severos fue la última etapa de la jurisprudencia clásica. Brilla
entonces Aemilius Papinianus, entre sus obras más famosas se encuentran su
Reponsa y sus Quaestiones . Digesto de Justiniano recogen la opinión de
Papiniano. En el gobierno de Alejandro Severo de destacan como grandes
jurisconsultos dos de sus más preclaros consejeros, Domitius Ulpianus e Iulis
Paulus. Ulpiano, oriundo de TiroPAG ( Fenicia), fue uno de los más fecundos
jurisconsultos. Sus manuales del derecho romano, como fueron los dos libros de
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Institutionews , los sieste de Regulae y un Liber singularis relugarum Fragmenta
Ulpiano. Casi la mitad de sus fragmentos * pertenecen a Ulpiano. Los escritos de
Paulo son también numerosos, dejoMER un manual práctico de derecho compuesto en
GEFgozaron de gran autoridad y han llegado
cinco libros. Las Sentencias de Paulo
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hasta nosotros a través de muchos pasajeros recogidospor la lex romana
visiogothorum .
Con Ulpiano, Paulo y Herenio Modestino, se cierra la nómina de los cultores de la
jurisprudencia clásica y, consecuentemente, llega a su fin la etapa de más solida
brillantez del sistema jurídico romano que hemos denominado el derecho
jurisprudencial. El estudio del derecho decae casi por completo y al esplendor de
este periodo sucede, sin transición apreciable, una profunda oscuridad, que hace
que no se cite a jurisconsulto alguno después de Modestino, como no sean
algunos nombres, no muy conocidos, que se mencionan en el Digesto, como el de
Rutilio Máximo y Julio Aquila
LEY COMICIAL Y SENADO CONSULTOS. La Ley Comicial, fue importante
fuente de producción del derecho Romano durante la República. Empeñado Augusto en
restablecer el esquema político republicano devuelve al comicio si empalidecida facultad
de dictar la ley. Son de la época de Augusto y Tiberio, las últimas leyes votadas por los
comicios. Cesa la actividad legislativa de las asambleas del pueblo, la que se transmite,
por los príncipes, al senado. Se conocen leyes dictadas por el comicio a instancia del
emperador Augusto. Entre ellas la lex Iulia de maritandis ordinibus, completada por la
Lex Papia Poppaea, denominada lex Iulia et Papis Poppaea, que fomentaba las uniones
matrimoniales y sancionaba a los célibes y a los matrimonios sin hijos; lex Iulia de
adulteriis, castagaba el adulterio y el estupro; _lex Iulia de peculatu, reprimía el robo de
las cosas públicas; lex Iulia ambitu, sancionaba la compra de votos en la elección de los
magistrados; lex Iulia de vi publica vel privata, castigaba la violencia; _lex Iulia de
maestate, condenaba los atentados contra el emperador, y la lex Iulia iudiciorum
publicorum et privatorum, abolía el procedimiento de las acciones de la ley. En la era
cristiana se votan otras leyes augusteas, como _leges Aelia Sentia y Fufia o Furia
Caninia sobre manumisiones; lex Iulia Velleia referente a institución de los póstumos y
lex Iulia de collegiis, daba normas sobre el régimen de las corporaciones. Con Tiberio,
sólo se dictaban la lex Iunia Norbana, sobre manumisiones no solemnes de esclavos y la
lex Visellia, que pensaba a la usurpación de la ingenuidad. Con el emperador Claudio se
habría sancionado una ley sobre tutelas. El último rastro de ley comicial habría sido lex
de imperio Vespasiano, descubierta en el Capitolio de Roma.
El Senado, organismo de mayor prestigio político de la República, careció de
potestad legislativa durante este período y por algún tiempo la patrum auctoritas
senatorial fue necesaria para que tuvieran validez las decisiones de los comicios y, la de
los concilia plebis, hasta que se sancionó la lex Hortensia. Las resoluciones o acuerdos
del Senado, llamados senadoconsultos senatusconsulta, no constituyeron fuente del
derecho romano en la etapa republicana.
Con el Principado, el Senado fue elemento fundamental en la política del Estado,
tanto que se presenta un gobierno diárquico, que actuaba como asociado del príncipe. No
es de extrañar pues que adquiera una auténtica potestad legislativa. Las Institutas de
Gayo, expresan que "senadoconsulto es lo que el senado ordena y establece"
Senatusconsultum est quod senatus PAG iubet atque constituit, agregando "los
senadocunsultos tienen fuerza de ley, por más que algunos lo hayan puesto en duda"
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idque legis vicem optinet, quamvis fuit quaestum
El senado como órgano legislativo era de más * difícil control para el príncipe que el
comicio, porque de aquel cuerpo ejercía la MER
presidencia y era miembro nato. La actividad
legislativa de las asambleas del puebloGEF se transmitieron al senado en los primeros
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tiempos del principado. Al Senado le correspondía debatir y votar las propuesta del
emperador ( oratio principis ) que era leída por él mismo o por un representante suyo -en
época de los Severos- y el senado se convirtió en instrumento dócil a su servicio, el
cuerpo se limitó a recibir la oratio y sin discusión le daba fuerza de ley.
Los senadocultos constituyeron una de las más importantes fuentes de producción del
periodo imperial. Regularon diversas materias del derecho privado y eran conocidos por
el nombre del emperador que los había propuesto, como el senadoconsulto Claudiano,
que castigaba con la pérdida de la libertad a la mujer libre que mantuviera relaciones
concubinarias con un esclavo o el senadoconsulto Neroniano que se refería a un legado
inválido en la forma adoptada por el testador. También los senadoconsultos se
designaban con el nombre del cónsul que había presidido la reunión del cuerpo, como el
senadoconsulto Tertuliano, que contenía normas respecto de la sucesión de la madre al
fallecimiento de sus hijos, el senadoconsulto Orficiano, consagraba el derecho del hijo a
heredar a su madre o el senadoconsulto Veleyano, que prohibía a la mujer otorgar
garantías personales o reales a favor de terceros. Rompió la regla tradicional sobre la
forma de denominar a los senadoconsultos, el senadoconsulto Macedoniano, que se dictó
para prohibir los préstamos hechos a los hijos de familia y que tomó su nombre de un tal
Macedo, que habría dado muerte a su padre para poder pagar con dinero prestado las
deudas contraídas.
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UNIDAD VIII
El esfuerzo de Constantino para terminar con las críticas y divergencias entre las obras
de los jurisconsultos, se debe a una tendencia: El ius, como medio de despejar el
confusionismo jurídico. En el año 321, sanciona una constitución que declara sin valor
las notas de Ulpiano, Paulo y Marciano, sobre Papiniano. La constitución proscribía toda
la obra de Paulo. Otra ley de Constantino del año 327 devolvió vigencia a los escritos de
Paulo, en especial sus Sentencias
Por la Ley de Citas se concedía valor legal a todas las obras de Papiniano, Gayo, Paulo,
Ulpiano y Modestino y se ordenaba a los jueces que no se apartaran de ellas en sus
sentencias judiciales. Cuando las opiniones de los cincos clásicos fueran desacordes, el
juez debía atenerse al criterio de la mayoría; si había empate, se daba preferencia a la
opinión de Papiniano y solo en caso de silencio de éste o si ninguno de los
Jurisconsultos citados hubiere expresado su parecer sobre el asunto, podía el juez
resolver según su libre apreciación.
" Lex romana visigothorum " Fue sancionada por orden de Alarico II, rey de los
visigodos, en el año 506. Es un extracto de los códigos Gregoriano, Hermogeniano y
Teodosiano, así como de algunas Novelas posteriores y de algunos escritos de Gayo,
Paulo y Papiano. La obra fue realizada por varios jurisconsultos romanos de la época
dirigidos por Goyarico. La mayor parte de sus pasajes van precedidos de una paráfrasis o
interpretatio . La lex romana visigothorum lleva ordinariamente el nombre de Breviario
de Alarico, en homenaje al jefe germánico, y de Breviario de Aniano en honor del
canciller del rey, Aniano, quien debía suscribir los ejemplares que se mandaron a cada
conde.
Por el Breviario de Alarico se conocen las Sentencias de Paulo y los cincos primeros
libros del código Teodosiano y por mucho tiempo no se tuvo otra referencia de las
Institutas de Gayo que la que se encuentras en la complicación ROMANA
VISIGOTHORUM Fue también muy importante por la influencia que tuvo en Europa
occidental, habiéndosela observado como ley en España hasta la sanción del llamado
Codex Revisus de Leovigido que recorrió a fines del siglo vi.
Lex romana burgundionum: Publicada en la Galia oriental para regir las relaciones de
los súbditos romanos del reino de los borgoñones. Habría sido redactada entre los años
517 a 534, durante el reinado del jefe burgundio Gundobado. Se basa, al igual que el
Breviario de Alarico, en los códigos Gregoriano, Hermogeniano y Teodosiano, en las
Sentencias de Paulo y en las Institutas dePAG
Gayo, pero adolece del defecto de mezclar en
E \ romanos con preceptos del derecho
sus cuarenta y seis títulos principios típicamente
borgoñón *
MER
El nombre de Papiani responsa o el Papiano,
GEF con que también se designa a la ley
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bárbara, se debe a que los manuscritos fueron encontrados por Cujacio en el año 1566,
considerándosela como un suplemento del Papiniani libri responsarum. La
denominación Papiani obedece a que el nombre del ilustre Papiano aparece abreviado y
dio a lugar a que Cujacio cayera en el error de creer que se trataba de un autor
desconocido, error que rectificó en su segunda edición de 1586 pero no modificó la
defectuosa denominación de la lex romana burgundionum.
Edictum Theodorici El rey ostrogodo Teodorico, hizo sancionar en Roma (año 500),
una ley que debía aplicarse tanto a godos como a romanos. El edictum Theodorici está
enteramente vaciado en el derecho romano, sobre todo en el código Teodosiano, en las
Novelas posteriores y en las Sentencias de Paulo y en el trabajo de Ulpiano titulado De
officio proconsulis. Las fuentes están de tal manera mutiladas, que el derecho romano es
difícilmente reconocible.
Compilacion Justineanea:
Las bases intelectuales estaban dadas a través de dos escuelas de derecho en la época:
Berito y Constantinopla, que habían realizado un estudio de las fuentes clásicas; y más la
colaboración de Triboniano (bibliófilo y técnico en legislación). Diversas comisiones
legislativas, dieron término en menos de siete años (528-534) a realizar una compilación
del ius y de las leges. La famosa edición ginebrina realizada por Godofredo (1583), se ha
llamado Corpus Iuris Civilis
El Corpus Iuris consta de cuatro partes: una colección en doce libros de constituciones
imperiales, llamadas Código ( Codex Iustinianus ) ; una recopilación en cincuenta libros
de las obras de la jurisprudencia clásica, llamada Digesto ( Digesta, la voz latina que
significa " distribución sistemática") o Pandectas (Pandectae , la voz griega
equivalente a " los libros que contiene todo") ; una exposición en cuatro libros de los
principios elementales de derecho, llamada Institutas ( Institutiones) y una colección de
las constituciones promulgadas por Justiniano después de la entrada en vigencia de su
codificación, denominada Novelas (Novellae)
Las primeras ediciones del Corpus aparecieron en el siglo XV, unas con glosa y otras
sin. Pero en el año 1583 cuando ve Ginebra
PAG una cuidadosa edición que pertenece a
Dionisio Godofredo, autor que le dio nombre
E \de Corpus Iuriis Civilis (obra legislativa
del emperador Justiniano). Actualmente la edición
* más completa es la publicada en 1866
y en 1870 por Mommsen y Krueger y conMER la colaboración de Schoell y Kroll,. La última
reproducción del año 1929, dirigido por Mommsen
GEF la publicación del Digesto, Krueger
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la de las Institutas y el Código, y Schoell y Kroll la de las Novelas. Una edición manual
o de bolsillo fue realizada en Milán (1908-1931) por los maestros italianos Bonfante,
Fedda. Ferrini, Riccobono y Scialoja. Existe en España una edición bilingüe del Corpus,
en seis volúmenes, publicada en Ildefonso García del Corral entre 1892 a 1898.
El código: Por la constitución Haec quae necessario, sancionada en febrero del 528, el
emperador designó una comisión compuesta de diez jurisconsulto que la encabezaba
Juan de Capadocia, quaestor sacri palatii , para que reuniera en un Código todas las
colecciones de leyes hechas anteriormente -código Gregoriano, Hermogeniano,
Teodosiano-. Se autorizó a la comisión a tomar de las leyes lo que pareciera útil, a
abreviarlas, a suprimirla lo que estuviera en desuso, a alterar su texto si fuera necesario y
a ordenarla cronológicamente por materias en una sola obra, bajo diferentes títulos.
Justiniano ordenó que se revise el Código vetus, por cuanto el propio emperador había
publicado numerosas constituciones nuevas: las Quinquaginta Decisiones, que
modificaban, cambiaban y perfeccionaban el derecho de las Pandectas y que no se
encontraban en su Código originario. Una comisión encabezada por Triboniano, añadió
las nuevas constituciones: Codex Repetitae Praelectiones, fue confirmada en noviembre
del 534 por la constitución Cordi novis que prohibía que en adelante se invocasen ante
los jueces las cincuentas decisiones, ni las posteriores (plurimas constitutiones), sino
sólo la autoridad de la obra que acababa de sancionarse.
El digesto: El 15 de diciembre del año 530, por la constitución Deo Auctore , Justiniano
creó una comisión presidida por el entonces quaestor sacri palatii . Triboniano, para
realizar la tarea de sistematizar y ordenar las opiniones de los jurisconsultos que habían
gozado del ius respondendi y formar con ellas un cuerpo de doctrina legal. El 16 de
diciembre del 533 se concluyó la obra, quedando sancionada con el nombre del digesto
O pandecta por la constitución bilingüe, griega y latina, De confirmatione digestorum o
tanta , que el emperador dirigió al senado y al pueblo.
Contiene el digesto miles de extractos de las obras jurisconsultos romanos del siglo I a.
de c. Al siglo IV de nuestra era, siendo el jurisconsulto más antiguo que se cita Q. Mucio
Scaevola y entre los más recientes figuran Arcadio Carisio y Hermogeniano. La mayoría
de las obras consultadas son el final de la época clásica, habiendo suministrado Ulpiano
un tercio del total del fragmento aproximadamente, y Paulo un sexto. En suma, la
comisión examinó más de 2000 libros, con tres millones de líneas, que hábilmente
redujo a cincuenta mil. Los redactores del Digesto no se ajustaron estrictamente a las
instrucciones dadas por el emperador en la constitución Deo Auctore al haber
incorporado fragmentos de obras de juriconsultos que no gozaban del Ius publice
respondendi. La comisión presidia por Triboniano hizo uso de la facultad otorgada por
Justiniano de retocar y modificar, los textos elegidos con el fin de adecuarlos al derecho
vigente. Estas alteraciones introducidas por los compiladores en los pasajes de los
jurisconsultos clásicos recogidos en el Digesto, reciben el nombre de "interpolaciones" o
"tribonianismos"
El Digesto está dividido en cincuenta libros, cada uno subdividido en títulos con sus
respectivas rubricas, indicadoras de las materias que tratan el título. Como el Código, la
distribución de materias sigue el plan del edicto pretorio, y de ahí que se halle dividido
en siete partes. Dentro de los respectivos títulos cada fragmento está identificado por el
nombre del jurisconsulto autor del mismo, que figura en el encabezamiento
Los compiladores estuvieron en posesión de los pre Digesta , que eran una o más
compilaciones privadas, realizadas por autores bizantinos, elaboradas de manera similar
al Digesto habrían suministrado la base para su redacción. Arangio Ruiz sostiene que las
Pandectas habrían sido el resultado de varias antologías parciales de materiales clásicos
confeccionadas para ser utilizadas como textos en las escuelas de derecho.
La tesis más importante de Federico Bluhme, advirtió que la mayor parte de las obras
clásicas volcadas en el Digesto se distribuían en tres distintos grupos: Los que se
relacionaban con los extractos de los comentarios sobre Sabino, los que versan sobre el
Edicto o los que se referían a las Responsa de Papiniano. Bluhme determinó así la
existencia en las Pandectas que denominó "masa sabiniana", "masa edictal" y "masa
papinianea", designo obras que no pertenecían a ninguna de ellas con el título de "masa
post-papinianea". Parece indudable la existencia de obras anteriores a la redacción del
Digesto, que facilitaron la tarea de la comisión y le permitieron cumplir con su cometido
en el breve plazo de tres años
Teófilo y Doroteo utilizaron como modelo varios libros de jurisconsultos clásicos, como
las Instituciones de Ulpiano, Florentino, Marciano y Paulo y las Institutas de Gayo. Las
Institutas resumen la temática jurídica de las Pandectas y el ius extraordinario de los
emperadores, fusionandolos para dar una idea somera del derecho de la época. Es, una
colección de iura y de leges, que tiene la particularidad de no mencionar a los autores de
sus textos y de ser el emperador quien habla en primera persona, dirigiéndose a los
jóvenes que emprenden el estudio del derecho.
Las Institutas de Justiniano se dividen en cuatro libros, subdivididos en títulos, con sus
respectivas rúbricas, y éstos a su vez en parágrafos numerados, precedidos de una
introducción o proemium. Toda la materia está ordenada de acuerdo con la clasificación
de las Institutas de Gayo, según la cual "el derecho se refiere a las personas, a las cosas y
a las acciones" (Omme autem ius, quo utimur, vel and personas pertinet, vel ad res, vel
ad actiones). El libro primero, después de ocuparse del derecho y su división, trata de las
personas. El libro segundo versa sobre las cosas, su división, los modos de adquirir la
propiedad, los derechos reales sobre la cosa ajena y los testamentos, uno de los medios
de adquirir el dominio. El libro tercero contiene los principios que regulan la sucesión ab
intestato, las obligaciones y los contratos. El libro cuarto se ocupa de las acciones y
destina un último título a los juicios públicos que se inician por la comisión de algún
delito público
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UNIDAD IX
El propietario o titular de cualquier otro derecho real, como la servidumbre, tiene sobre
la cosa propia o ajena un poder jurídico, ciertos atributos reconocidos por el derecho que
existen con independencia del ejercicio que pueda hacer su titular. Ocurre a veces que el
propietario, por circunstancias de hecho, no ejerce su dominio, no tiene influjo material
alguno sobre la cosa objeto de su derecho, Pero no por ello deja de gozar de su facultad
jurídica. Contrariamente, también suele suceder que un sujeto carente de todo poder
jurídico detente sobre una cosa un poder de hecho que se exterioriza en actos materiales
de aprehensión o de disposición. Aún no teniendo derecho alguno, tal persona se
conduce respecto de la cosa como lo haría un propietario
En lo que hace a la relación de un sujeto con la cosa, pueden presentarse dos situaciones
distintas: de una parte, el poder o señorío de derecho sobre la cosa; de otra, el poder o
señorío de hecho. La persona que goza del primero es el que ejerce el segundo. Así el
propietario del bien es quien tiene el dominio del mismo con todo sus atributos legales,
esto es, el derecho de usar la cosa, percibir sus frutos, disponer de la misma y perseguirla
de quien quiera perturbe su normal ejercicio. Puede acontecer que ambas atribuciones
potestativas no se presenten juntas porque el titular del poder de derecho carezca del
poder de hecho. Por lo tanto la propiedad y la posesión aparecen separadas. Además, la
PAG
posesión es el señorío de hecho; la propiedad, el usufructo o cualquier otro derecho real,
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es el señorío de derecho. Para determinar quién tiene la calidad de poseedor debe
*
examinar la situación de hecho, sin investigar si tal circunstancia corresponde a una
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situación de derecho, es decir, si el poseedor es propietario o titular de cualquier otro
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derecho real.
Entre las fórmulas propuestas aparece Teófilo, quien en su Paráfrasis expresa que
"posesión es la tenencia de una cosa corporal; con ánimo de señorío". Para el
jurisconsulto alemán Windscheid, "poseer una cosa significa tenerla de hecho en su
propio poder". Savigny señala que los tratadistas admiten que se está "en posesión de
una cosa cuando se tiene la posibilidad, no sólo de disponer de ella físicamente, sino
también de defenderla contra toda acción extraña". El romanista italiano Bonfante llama
posesión "al goce de propietario o de quien entienda tener la cosa perpetua e
independientemente por cuenta suya". Llamamos posesión al poder o señorío de hecho
que el hombre ejerce en forma efectiva sobre las cosas, con el fin de que éstas le
presten, una utilidad económica, poder que jurídicamente se protege sin atender si el
mismo corresponde o no a la existencia de un derecho.
Las definiciones transcriptas, señalan que la posesión es una relación de hecho que
produce consecuencias jurídicas y que se configura como tal cuando el sujeto ejerce un
poder físico sobre la cosa y evidencia la intención de conducirse respecto de ella como
si fuera un propietario, como abstracción a si tiene derecho al ejercicio del derecho de
propiedad. Se presentan en la posesión, dos elementos que ya fueron distinguidos por
los jurisconsultos clásicos. Uno, externo y material, que entraña el contacto o poder
físico que el sujeto tiene respecto de la cosa; el segundo, interno, subjetivo o espiritual,
que consiste en la intención de sostener la cosa al ejercicio del derecho de dominio, con
el que el titular actúa respecto de la misma como lo haría un propietario. El primer
elemento constitutivo se expresa por los romanos con las palabras tenere o detinere,
esse in possessione, possessio corporalis, possidere corpore, o corpus. El segundo
elemento lo designaban con los términos animus possidendi, affectio possidendi,
animus rem sibi habendi, o animus. PAG
E \
La concurrencia del corpus y del animus era requisito para que se reconociese a la
posesión consecuencias jurídicas y su debida*protección; la suma de estos tipifica la
MER como surge de un pasaje de Paulo
posesión. En criterio de las fuentes romanas,
"alcanzamos la posesión con el cuerpo y GEF
con el ánimo, y no solamente con el ánimo o
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con el cuerpo" (Adipiscimur possessionem corpore et ánimo, neque per se animó, aut
per se corpore).
Las controversias doctrinales producidas en torno a la idea del corpus, y del animus,
provienen del derecho justinianeo y de la distinta interpretación que se ha dado al texto
del Digesto. La teoría romana de la posesión ha experimentado una evolución que ha
pasado del derecho bizantino a la escuela de los glosadores en la Edad Media.
Trasladada al Renacimiento llegó hasta el siglo pasado en el cual se plantearon vivas
polémicas entre destacados pensadores de la ciencia romanística
Federico Carlos de Savigny, publicó en el año 1803 su brillante obra jurídica titulada
Tratado de la posesión. En la misma expone su “teoría subjetiva” afirmando que la
posesión se integra por dos elementos constitutivos: el corpus y el animus domini, que
se traduce en la intención de comportarse respecto de la cosa como lo haría un
propietario. Sostiene, que el animus es un factor de la posesión que se presume, en una
presunción que admite prueba en contrario. Cuando una persona deriva su poder sobre
una cosa de un título incompatible con la idea de propiedad, no hay posesión sino
detención, ya que entonces queda comprobado que falta el animus domini. Carecen de
este elemento subjetivo todas las personas que ejercen el corpus por cuenta de otro, ya
que al poseer corpore alieno, no tienen la intención de comportarse como propietarios.
Por ello Savigny niega a los detentadores la calidad de poseedores y, consecuentemente,
el derecho de aprovechar los efectos de la posesión.
Rudolf von Ihering en su libro el fundamento de los interdictos posesorios, publicado
en 1867, atacó rudamente la tesis subjetiva de Savigny. Entendía que no cabe hacer
distinción alguna entre poseedores y detentadores fundándose en el animus, porque unos
y otros están movidos por la misma intención, la de tener y conservar la cosa, a lo que
se denomina animus tenendii. Para Ihering detención y posesión son idénticas, mientras
el legislador no quite, por disposición expresa, la protección posesoria a determinadas
categorías de poseedores, que en tal supuesto pasarían a ocupar el carácter de meros
detentores. Vincula la interpretación de la posesión a su famosa teoría "del interés ",
sosteniendo que toda detentación que normalmente indique un "interés propio" es
posesión. PAG
La distinción entre poseedores debe E hacerse
\ objetivamente ("teoría objetiva") en
razón de que el derecho le concede a todo aquel que ejerce un poder físico sobre la cosa
*
los efectos de la posesión y solo debe negarlos a titulo excepcional, por razón de una
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causa detentionis, esto es, por una razón derivada del contrato que una al detentador con
el propietario.
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UNIDAD X
PÉRDIDA DE LA PROPIEDAD. Podía extinguirse por voluntad del propio dueño o por
causa de la cosa misma. Se perdía por un acto voluntario de su titular si éste la
abandonaba o si la transmitía a otro sujeto, bien por un negocio a título gratuito, bien por
un negocio a título oneroso. Se extinguía la propiedad por razón de la cosa misma si
parecía o dejaba de estar en el comercio, cuando otra persona la adquiría por
especificación, accesión, adjudicación o usucapión.
También cuando dejara ésta de reconocer y proteger dicho señorío a su titular, como
ocurría en los casos en que un ciudadano experimentara una capitis deminitio maxima y
en los supuestos contemplados en la Ley Iulia et Papia Poppaea en que las partes
caducas eran adjudicadas, a otras personas distintas de su titular.
La propiedad no se extinguía por la muerte del titular, sino que, se transmitía a sus
sucesores testamentarios o ab intestato y, a falta de estos, al fisco.
COPROPIEDAD O CONDOMINIO Situación jurídica en que dos o más personas tienen en
común la propiedad de una cosa (communio). Esta comunidad podía ser voluntaria, si
era la resultante del acuerdo de los copropietarios individuales, como ocurría con las
cosas aportadas a una sociedad o adquiridas en común; o incidental, cuando se constituía
con independencia de la voluntad de los condóminos.
La concepción romana del condominio varió con el tiempo. En el arcaico consortium,
que a la muerte del paterfamilias se formaba sobre los bienes heredados que
permanecían indivisos entre los hijos, cada uno de ellos podía disponer válidamente de
la cosa común, como si fuera un único propietario. Más adelante, el derecho de cada
condómino quedara limitado por el concurrente derecho de los otros. Entonces la
propiedad se tenía, sobre una cuota intelectual o ideal del todo (Ulpiano, "no puede ser
de dos íntegro el dominio o la posesión, ni cualquiera ser señor de parte de la cosa, sino
que tiene en parte el dominio de la cosa sin dividir"). Los titulares tenían la cosa pro
indiviso, es decir, no como si el todo fuese de cada uno, sino sólo por partes indivisas, de
suerte que cada condómino tuviera derecho a una cuota parte ideal o abstracta-no
corporal- del bien en condominio.
Antiguas concepción romana del condominio, dos instituciones: el derecho de acrecer
(ius adcrescendi), que significaba la extensión ipso iure del derecho que de cada
copropietario sobre las cuotas abandonadas por los otros condóminos, y el ius
prohibendi, que importaba la facultad de cada uno de oponer su veto, absoluto y
arbitrario, a cualquier iniciativa de los otros copropietarios sobre el bien común.
En el derecho clásico cada comunero ejercitaba pro parte sus facultades y tenía
absoluta libertad para disponer de su cuota PAGideal. Para los actos que pudieran repercutir
directamente sobre la cosa común, era menester lograr el consentimiento de todos. Lo
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mismo acaecía para la manumisión del esclavo tenido en condominio, la que si era hecha
*
por uno solo de los copropietarios era nula e implicaba la renuncia a la cuota parte. En el
derecho justinianeo se mitiga en sus efectos MER el ius prohibendi, que sólo puede ser
ejercitado si beneficia a la copropiedad.GEF Para los actos de disposición de la cosa, se
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tiende a hacer prevalecer la voluntad de la mayoría de los condóminos, según sus
respectivas cuotas.
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