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)
Etruscos.
•Ocupaban la zona situada entre los ríos Tíber y Arno.
•Se organizaron en ciudades-estado gobernadas por
un rey.
•Fueron buenos agricultores (trigo, vid y olivo) y hábiles
artesanos del metal.
•Hicieron de intermediarios entre los griegos del sur y
los pueblos del centro de Europa.
•A partir del s.VI a.C. fueron perdiendo influencia
política y comercial.
•Parte de sus tradiciones fueron recogidas y asimiladas
por Roma.
Latinos.
•Originalmente asentados en la región del Lacio en el centro de la península, donde se
encontraba la ciudad de Roma.
•La fundación de la ciudad se le atribuye a este pueblo entorno a siete colinas a orillas
del Tíber.
•Con el tiempo se convirtió en un lugar de importantes intercambios comerciales lo que
provocó la ocupación por los etruscos.
Griegos.
•Crearon colonias en el sur de la península italiana y en las costas de las isla de
Sicilia.
•A ese territorio se le conoció como la Magna Grecia.
El origen de Roma fue a partir de una pequeña ciudad-Estado que luego fue
expandiéndose.
En 200 años, lograron convertirse en la ciudad más importante de la península:
impusieron su gobierno, su lengua (el latín), sus creencias religiosas y sus
costumbres. Esto impactó de distintas maneras en la política, la sociedad y la
economía romanas.
Explicación: Leyenda de Rómulo y Remo
Histórica: Roma se originó por la unificación de las aldeas conformadas por latinos y
sabinos por razones económicas y militares. La conformación urbana de roma estuvo
influenciada por los griegos y etruscas. Gracias a varias mejoras agrícolas, la
población romana pudo crecer rápidamente.
Rómulo fue el primero de siete reyes que gobernaron en Roma, hasta que en el 509 a.
C una revolución depuso al último de ellos y constituyó la república.
Reyes romanos:
Desde su fundación por Rómulo, según la leyenda, en el 753 a.C., la ciudad fue
gobernada por una monarquía hereditaria hasta la expulsión del último rey etrusco,
Lucio Tarquino el Soberbio, en el año 509 a.C.
Fueron siete los reyes de Roma, desde Rómulo hasta Tarquino el Soberbio. Éstos
eran elegidos por la nobleza romana y concentraban todos los poderes: mandaban al
ejército, impartían justicia y eran la máxima autoridad religiosa. En el siglo VIII a.C. la
región fue ocupada por los etruscos provenientes del norte. Estos dominaron gran
parte de la península itálica, impusieron sus reyes, y transmitieron su alfabeto, sus
dioses y sus conocimientos artísticos y técnicos.
El rey gobernaba con la ayuda de un Senado compuesto por las grandes familias
aristocráticas. Bajo la influencia etrusca Roma se engrandeció como demuestra la
construcción de acueductos, templos, red de alcantarillado (Cloaca Máxima) e incluso
una muralla alrededor de las siete colinas mandada construir por Servio Tulio.
Economía de la monarquía romana: Durante esta etapa la principal fuente
económica fue la agricultura y la ganadería. Aunque artesanos y mercaderes
asentados en la ciudad intensificaron la actividad comercial en la región. Además, se
reorganizó el territorio romano con la división en distritos. Se ampliaron los intereses
comerciales hacia el mar Tirreno, como lo demuestra el Tratado firmado en el año 508
a.C. con la potencia marítima de Cartago.
Organización política
Los emperadores concentraron todos los poderes: político, militar, legislativo y
religioso. Y aunque no desaparecieron ni el Senado, ni otras instituciones
republicanas, como las magistraturas y los comicios, estas estaban controladas por el
emperador, que ocupaba el cargo de forma vitalicia y nombraba a su sucesor,
formándose dinastías. Los territorios conquistados se habían ido organizando en
provincias desde la República, pero su administración se perfecciona durante el
Imperio. Las provincias se dividieron entre las administradas por el Senado (las más
pacificadas) y las imperiales. Los gobernadores, nombrados por el emperador,
recaudaban los impuestos, se encargaban del orden público y aseguraban la defensa.
Economía y sociedad
Inicios
El Imperio comienza en el año 27 a. C, cuando el Senado romano, reconoce el poder
de Octavio (vencedor en la guerra civil contra Marco Antonio), nombrándolo Augusto
(elegido por los dioses) y príncipe (el primer ciudadano); y se suele dar por finalizado
en el año 476 d. C. cuando Odoacro (general bárbaro al servicio de Roma) depone al
último emperador de occidente Rómulo Augustulo. Octavio Augusto se convirtió en el
primer emperador romano e inauguró una nueva forma de gobierno. Concentró en su
persona todos los poderes civiles y militares. Convocaba al Senado, reunía a los
comicios, nombraba a los magistrados y dictaba todas las leyes que se aplicaban. Fue
nombrado cónsul vitalicio y jefe del ejército con el título de emperador. Además, se
convirtió en la máxima autoridad religiosa al nombrarlo gran pontífice. Incluso a su
muerte fue divinizado. Lo que hizo que en el futuro la figura del emperador se
convirtiera en el centro de un culto imperial sinónimo de fidelidad a Roma. De su
periodo de gobierno podemos destacar.
Características
Este nuevo régimen duró cinco siglos bajo el gobierno de la dinastías de los Julio-
Claudios, los Flavios y los Antoninos. Hacia el siglo I (167 d. de C.) el Imperio llegó a
su máxima expansión. La pax romana, que fue una época de paz que se prolongó
hasta el siglo II d.C. y se caracterizó por una gran estabilidad social, política y
económica garantizada por un poderoso ejército y una administración eficaz. Las
conquistas territoriales. Bajo su gobierno el Imperio alcanzó su máxima extensión. El
limes del imperio en Europa iba desde el este del Rin a Gran Bretaña, península
Ibérica y el mar Negro. Y desde el río el Tigris en Asia hasta el desierto del Sahara en
África.
Alto I°: Pax romana
Durante los siglo I y II, el imperio gozó de un periodo de relativa tranquilidad, que se le
dió el nombre de "pax romana".
Hubo un importante desarrollo de la economía, de la cultura y de la vida ciudadana.
Proceso de romanización: Los pueblos conquistados fueron adoptando la lengua
(latín) y las formas de vida propias de los romanos, las ciudades se llenaron de
grandes construcciones y obras públicas y se extendió el derecho de ciudadanía
romana (en 212 el emperador Caracalla lo concedió a todos los hombres libres del
imperio). Crecieron las ciudades viejas y se crearon otras nuevas.
En la parte oriental del Imperio, los antiguos reinos helenísticos, no pudieron influir
mucho, ni siquiera se impuso el latín sobre el griego. En Occidente, Roma creó la
primera red de ciudades, las colonias. Las ciudades indígenas se adaptaron y sus
habitantes adoptaron la mueva civilización.
El imperio había traído consigo una relativa paz civil, acompañada por un considerable
relajamiento de la política de conquistas. El cambio de política con respecto a las
provincias había hecho que la explotación de las mismas adquiriera un caracter
organizado [...]. Muchos emperadores , especialmente los Antoninos, habían
fomentado la actividad municipal y se habían preocupado por el desarrollo de la vida
cultural de las provincias. La piratería fue liquidada [...]. Se había desarrollado una
magnífica red vial y se había introducido una moneda imperial única.
[...] En el Imperio de los dos primeros siglos se puede además notar el desarrollo de la
técnica [...], la evolución del artesanado, el impulso que la vida económica recibió en
muchas provincias [...]. La fortuna de las clases altas en las provincias había
aumentado, las ciudades provinciales habían logrado su autonomía y vivían una
intensa vida económica y cultural. Algunas ciudades antiguas, que a finales de la
República habían comenzado a decaer, renacían. En los confines del Rin y del
Danubio, en África septentrional y en la Dacia surgía una gran cantidad de nuevos
centros urbanos.
S.I. KOVALIOV, Historia de Roma, Madrid, Akal, 1979.
Crisis y Bajo I°
La corrupción de funcionarios y del ejército.
El debilitamiento del poder del emperador.
El fortalecimiento del papel del ejército en las provincias.
Las frecuentes guerras civiles promovidas por generales que aspiraban al poder, así
como las dificultades económicas para pagar a los soldados.
La continua presión de los pueblos germánicos por el norte y de los persas por el este.
Disminución del número de esclavos
por el fin de las conquistas agravó el
mantenimiento de las grandes
propiedades rurales.
Las comunicaciones entre Roma y los
diferentes rincones del Imperio eran
difíciles debido a la distancia.
Los precios de los productos subieron
debido al excesivo consumo, la
escasa producción y la falta de
nuevas conquistas.
Todo ello influyó en el comercio que
se vio afectado por la inseguridad, y
los impuestos no fueron suficientes para cubrir los gastos militares del Estado. La vida
se hizo más difícil y la población empezó a trasladarse al campo donde la subsistencia
parecía más fácil. A este proceso se le conoce como ruralización.