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Autora:
Maria Salazar
C.I. 27.663.682
Tipos de quiste
Tanto los quistes del desarrollo como los inflamatorios se caracterizan por un
crecimiento lento y una tendencia expansiva. A pesar de ser entidades con un
comportamiento benigno, pueden alcanzar un tamaño considerable si no se
diagnostican y se tratan a tiempo.
La incidencia relativa del QGA en amplias series de casos se ha cifrado en < 0,5%
y tiene una ligera predilección por el sexo femenino. Entre los posibles
diagnósticos diferenciales (DD) pueden incluirse: quiste periodontal lateral,
fibroma, granuloma de células escamosas, granuloma piogénico, mucocele, quiste
periapical de origen endodóntico y queratoquiste
Dicho quiste aparece como una lesión unilocular, radiolúcida, bien definida y
asintomática (excepto cuando alcanza un tamaño considerable). Se asocia a la
corona de dientes no erupcionados y clínicamente puede expandir el hueso
cortical hasta tal punto que provoca el desplazamiento de los gérmenes y la
reabsorción radicular de los dientes adyacentes. Suele aparecer en la 2 a-3a
década de vida. Afecta más a hombres y aparece con más frecuencia asociado a
los terceros molares inferiores, seguido por los caninos superiores y los terceros
molares superiores Raramente afecta a dientes supernumerarios. El QD se forma
a partir del epitelio reducido del esmalte, y su contenido es líquido. La incidencia
relativa del QD en amplias series de casos oscila entre el 18 y el 33%, siendo el
quiste odontogénico más frecuente por detrás del quiste radicular.
La incidencia relativa del QE en amplias series de casos es < 0,8%. Tiene ligera
predilección por el sexo masculino, y se localiza con mayor frecuencia en la
mandíbula. A diferencia de otros quistes, los exámenes radiográficos no son de
utilidad en estos casos, ya que no suele haber afectación ósea (a diferencia del
quiste dentígero).
Aparece por primera vez como entidad propia en la clasificación de los quistes
maxilares de la OMS de 1992. Se trata de una lesión infrecuente, asintomática,
que aparece adherida a la raíz de un diente erupcionado y vital. Su incidencia
relativa en amplias series de casos se sitúa entre el 0,3-1,7%. Es más frecuente
en hombres, su localización habitual es la mandíbula y suele aparecer en la 3 a-4a
década de vida
Entre los diagnósticos diferenciales del QOG hemos de incluir el QPL. Lo que le
diferencia del QOG es la alta tasa de recurrencia de este último. El ameloblastoma
y el granuloma de células gigantes también deben incluirse entre los DD.
Enucleación (Quistectomía)
Marsupialización y descompresión
Tratamientos coadyuvantes
Por otro lado, Tonietto y cols., abogan por el uso de nitrógeno líquido como
tratamiento coadyuvante, porque afirman que el nitrógeno líquido preserva las
propiedades inorgánicas del hueso, mientras que la solución de Carnoy destruye
las propiedades osteogénicas y osteoconductivas del hueso. Schmidt y cols.,
también apuestan por combinar la enucleación con crioterapia con nitrógeno
líquido dados los buenos resultados que obtienen. En cambio Madras y cols.,
refieren que la enucleación con crioterapia no ofrece ninguna mejora y en cambio
la enucleación con solución de Carnoy sí que reduce de forma significativa las
recurrencias. Stoelinga y cols., opina que la crioterapia con nitrógeno líquido es un
método más complejo que la solución de Carnoy y potencialmente lesivo para los
tejidos subyacentes, como el nervio dentario inferior.
Resección
Aunque los niveles de recurrencia después de una resección radical son nulos o
muy bajos, las complicaciones postoperatorias y los defectos que deja en el
paciente son muy agresivos, y no están justificados tratándose de una patología
benigna. Las complicaciones más frecuentes de la cirugía resectiva de los
queratoquistes de los maxilares son la infección del lecho quirúrgico, la lesión del
nervio alveolar inferior en quistes mandibulares y la fractura patológica.
Diagnostico Diferencial
Tratamiento
Después de un examen clínico minucioso, se estudian los síntomas y se realiza un
diagnóstico diferencial, para eliminar diagnósticos falsos. Las observaciones
adicionales, las radiografías y las pruebas clínicas orientarán las probabilidades a
un sólo diagnóstico. La familiarización con todos los aspectos del absceso
periodontal capacita al odontólogo a realizar un diagnóstico más rápido. Debe
notarse que en la mayor parte de las clínicas odontológicas que tratan a una gran
cantidad de pacientes, el 85 % del dolor dental es de origen pulpar, y alrededor de
un 15% es debido a abscesos periodontales. Sin embargo, este porcentaje variará
marcadamente de acuerdo a la naturaleza de la población atendida.
Drenaje a través de una incisión externa. El absceso se aísla y seca con trozos
de gasa. Después de aplicar anestesia tópica en la superficie, se inyecta anestesia
local en la periferia del absceso. Con una hoja de bisturí Bard- Parker número 15,
se realiza una incisión vertical en la parte más fluctuante de la tumefacción, que se
extiende hacia una zona justo apical al absceso. Se emplea una cureta o un
elevador perióstico para levantar el tejido con el fin de crear un drenaje y curetear
el tejido granulomatoso en la parte interna del absceso. La parte externa del
absceso se presiona con suavidad para drenar el material purulento remanente y
acercar los bordes de la herida. Por lo general no hace falta suturas. Luego que el
drenaje cesa, el área se seca y pinta con un antiséptico. A los pacientes sin
complicaciones sistémicas se les indica que hagan enjuagues frecuentes con
clorhexidina o Listerine. Además de los enjuagues, se prescribe antimicrobianos.
Asimismo se aconseja al paciente que evite esfuerzos y consuma una dieta
abundante en líquidos. Si fuera necesario, se recomienda reposo en cama. Se
prescriben analgésicos y antiinflamatorios para el dolor. Al día siguiente la
tumefacción se reduce o desaparece y los síntomas ceden. Se instruye al paciente
de regresar a los 7 días. Para ese momento los síntomas habrán desaparecido y
la lesión estará lista para el tratamiento convencional de un absceso periodontal
crónico.
b) Absceso Gingival
A diferencia del absceso periodontal, que abarca los tejidos de soporte, el absceso
gingival es una lesión de la encía marginal o interdental, que la penetración de un
objeto extraño suele producir. Bajo anestesia tópica e infiltrativa local y con una
hoja Bard-Parker número 15, se hace una incisión en la parte fluctuante de la
lesión y se ensancha un poco para permitir el drenaje. Se limpia la zona con
solución salina tibia y se cubre con un apósito de gasa. Cuando la hemorragia
cesa, se despide al paciente por 1 semana con instrucciones para hacer
enjuagues con antibacterianos locales. Por lo general la lesión es de menor
tamaño y asintomático cuando el paciente regresa. Se aplica un anestésico tópico
y se raspa la zona. Si el tamaño residual de la lesión es demasiado extenso, se
elimina mediante una intervención quirúrgica
C) Abscesos Pericoronarios
Una vez que los síntomas agudos ceden, se determina si el diente se retendrá o
extraerá. Tal decisión depende de la posibilidad de que erupcione hacia una
posición funcional adecuada. Para reducir el riesgo de pérdida ósea en torno a los
segundos molares es preciso extraer los terceros molares retenidos parcial o
completamente tan pronto como sea posible en su desarrollo. Si se decide
conservar el diente, se quita el capuchón pericoronario mediante bisturíes
periodontales o electrocirugía. Debe eliminarse tanto el tejido distal al diente como
la lengüeta de tejido que se halla sobre la superficie oclusal. Hacer la incisión sólo
en la porción oclusal de la lengüeta deja un saco distal profunda, que favorece la
recurrencia de la lesión pericoronaria aguda. Aunque también dependiendo del
remanente de encía marginal y su ubicación, se realizara una cuña interproximal
(mesial-distal) para evitar recidiva del saco.
Tratamiento Convencional
Técnica de estrangulamiento
Los tumores o neoplasias odontogénicas se forman a partir del tejido que participa
en la odontogénesis, algunos de ellos no llegan hacer verdaderos neoplasias, sino
alteraciones de una de las etapas de la odontogénesis. Es un crecimiento de tejido
anormal que aparece en torno de la cavidad bucal, así como en otras partes del
organismo. Los tumores pueden ser benignos o malignos, se localizan en el
interior del hueso del maxilar o la mandíbula, aunque se han reportado en los
Tejidos periféricos de estos y en otros huesos de la economía, sobre todo en los
huesos largos.
Contraindicaciones
* En lesiones mestastásicas.
Bowman en 1867, emplea por primera vez los conos de gutapercha, para la
obturación de los conductos radiculares; mientras que Howard en 1874
preconizaba la gutapercha disuelta en cloroformo (cloropercha) para el mismo
objetivo. En ese mismo año Magitot sugiere el uso de una corriente eléctrica para
la prueba de la vitalidad de la pulpa
A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la Endodoncia se denominaba
terapia de los conductos radiculares o patodoncia. El Dr. Harry B. Johnston, de
Atlanta, Georgia, fue el primer profesional que limitó su ejercicio a la Endodoncia y
acuñó el término a la misma
DATOS PERSONALES
Otros de los motivos principales por los cuales se realizan endodoncias a diario
son: la sensibilidad en el diente, la hinchazón en la cara, el dolor al masticar o el
dolor ante líquidos con temperaturas frías o calientes. ¿El motivo principal?
Dientes con caries o incluso el desgaste o deterioro de los dientes que permiten
que las bacterias entren.
EXPLORACIÓN FÍSICA:
Dolor
Inspección:
Palpación:
Percusión:
La percusión es un elemento de ayuda para localizar dientes con dolor periapical.
La percusión de un diente con patología periapical aguda puede dar dolor de
moderado a severo. Es preciso realizar siempre una presión digital ligera sobre el
diente antes de percutir con el mango del espejo. La percusión sobre un diente
con una gran irritación periapical puede provocar un dolor muy agudo, y en esos
casos la simple presión ligera sobre el diente puede orientar el diagnóstico. La
prueba de la percusión (o de la presión digital ligera en casos de dolor severo) es
siempre por comparación. No basta la respuesta ante un diente, sino que es
preciso comparar con la respuesta ante el mismo estímulo de los dientes vecinos y
a poder ser el contralateral. En casos agudos el dolor puede afectar no al diente
causal sino también al vecino, complicando ligeramente el diagnóstico. En esas
situaciones la inspección y la exploración complementaria (radiografías
fundamentalmente) pueden ayudar al diagnóstico. Es un consejo útil evitar que el
paciente sepa sobre qué diente estamos percutiendo, pues tienden a tratar de
focalizar el dolor en el diente que creen responsable del mismo. Puede para ello
darse una numeración a cada diente en el momento de percutir (“voy a golpear
sobre el diente número uno”… “ahora sobre el dos”… “ahora sobre el tres”,… y así
sucesivamente) y preguntar al final cuál le ha dolido más. Si queremos repetir la
prueba, puede ser útil cambiar el orden de la numeración para confirmar que el
paciente no está dirigiendo involuntariamente la respuesta hacia un diente.
Sensibilidad Dental
Existen casos en los que incluso sin estar masticando, personas que ameritan de
un tratamiento de endodoncia, experimentan dolores punzantes de forma
intempestiva en alguno de sus dientes.
Una de las causas más comunes por las cuales puedes necesitar de una
endodoncia es luego de un traumatismo en alguno de tus dientes.
Es posible que una de tus piezas dentales se haya roto y tú no te hayas dado
cuenta cómo ni cuándo sucedió. Si dicho trauma afectó el nervio del diente,
empezarás a notar cambios de coloración en el mismo, esto debido a que la zona
está dejando de recibir el mismo flujo sanguíneo que antes.
Se requiere de una endodoncia cuando la raíz del diente está afectada, como ya
sabemos, por caries o trauma. Al ser un problema en la pulpa, es usual que las
encías u otras partes blandas que rodean la pieza dental que necesitará de una
endodoncia, se inflame.
y pueden ser evitados llevando una buena higiene dental, para así no terminar
necesitando de una endodoncia
Si bien cada uno de estos cinco síntomas evaluados de forma aislada pudiesen
resultar en diagnósticos distintos, cuando se sufren de forma conjunta muy
probablemente lo recomendable será realizarla. Con este tratamiento se busca
salvar la o las piezas dentales afectadas y evitar así medidas más extremas como
la extracción
Dolor espontaneo
Dolor difuso
Dolor irradiado
Dolor continúo
Persistente a lo largo del día y no desaparece. Es aquel dolor que persiste más
allá de la lesión que lo originó y que permanece una vez que dicha lesión
desaparece
Esta es quizá, la prueba de vitalidad pulpar más exacta y en muchos casos la más
definitiva, por lo tanto es la última opción a realizar. Consiste en eliminar parte de
la dentina con un a fresa en una turbina o micromotor sin el uso de anestesia local
para determinar la vitalidad de la pulpa subyacente. Dado que en esta prueba hay
que eliminar tejido sano y en muchos casos parte de una restauración, solo se
debe utilizar como último recurso.
Para realizar esta prueba, hay que abrir la superficie lingual o palatina en los
casos de dientes anteriores y la superficie oclusal en los dientes posteriores. Para
realizar éstas cavidades, lo mejor es el empleo de una turbina sin refrigeración
para producir el mayor calor posible y obtener respuesta de la pulpa.
EXPLORACIÓN COMPLEMENTARIA:
Pruebas térmicas
Cuando la pulpa sufre cambios, la respuesta ante los estímulos varía. En estos
casos podemos observar bien reducción o ausencia de respuesta, o bien aumento
de la respuesta. Asimismo, la respuesta puede pasar de desaparecer a la retirada
del estímulo (dolor de segundos de duración), a prolongarse hasta minutos
después de retirar el estímulo (dolor de minutos de duración). En pacientes que
acuden con dolor espontáneo, la aplicación de frío o calor podrá aliviar o
exacerbar el dolor, y constituirá en ese caso una prueba concluyente para el
diagnóstico.
Prueba de frío
La prueba térmica más habitual es la prueba de frío. Para realizarla nos valemos
de una bolita de algodón pequeña sujeta con unas pinzas con cierre, y la
congelamos por medio de un gas comprimido. Inmediatamente colocamos dicha
torunda de algodón sobre la superficie vestibular de uno de los dientes a explorar,
previamente secado con una gasa o con un rollo de algodón. Seguidamente
exploramos otro diente, y así varios. El diente problema lo exploramos entre
dientes presuntamente normales, para ver si existen diferencias en la respuesta.
La prueba puede realizarse si se prefiere con carpules congelados o cualquier otro
sistema de dispensado de frío. El objetivo de la prueba es no sólo ver cual es el
diente que da más o menos respuesta, sino en ocasiones, ver si el dolor
provocado persiste más allá de la retirada del estímulo o no. Hay que realizar la
prueba siempre con cautela, advirtiendo al paciente del dolor que puede llegar a
percibir. Y si siempre debemos ser cuidadosos, más aun en aquellos pacientes
que refieren sintomatología de pulpitis irreversible. En ellos evitaremos la prueba si
no es imprescindible, pues el dolor que podemos causar puede ser muy
importante. Debemos explicar al paciente en esos casos que sólo podemos
determinar el diente causal provocándole un episodio de dolor, y que sólo
identificando el diente causal podremos llevar a cabo el tratamiento que resuelva
su problema.
Prueba de calor
Pruebas eléctricas
Prueba de la cavidad
Prueba de la anestesia
Radiografía
La radiografía es una exploración complementaria, y por ello se debe realizar, en
la fase diagnóstica, sólo para ayudar en el diagnóstico diferencial. En muchos
casos, podemos llegar a ese diagnóstico sin necesidad de dichas radiografías. No
obstante, aun cuando se haya alcanzado un diagnóstico de certeza sin necesidad
de tomar radiografías, si queremos llevar a cabo un tratamiento de conductos
radiculares tenemos la obligación de hacer un estudio detallado de las
características de las raíces, y ello sólo es posible con el concurso de la
radiografía.
Examen periodontal
Transiluminación
Su diagnóstico no es sencillo, y ante la sospecha, son varias las pruebas a tomar
en consideración. Una muy útil es la transiluminación. Consiste en colocar, con la
lámpara del equipo apagada, una fuente de luz a vestibular o bucal del diente
sospechoso, y mirar desde el otro lado. La fuente de luz puede ser desde una luz
azul de una lámpara de polimerización hasta la luz del instrumental rotatorio. Una
luz más potente es preferible a una de menos energía. En caso de existir una
grieta en profundidad, el haz de luz se interrumpe en ese punto, poniéndose así de
manifiesto algunas de las grietas de dentina. Es importante recordar la frecuente
presencia de fracturas en esmalte de los dientes de los adultos, incluso adultos
jóvenes, siendo trascendente las grietas sólo si se extienden a dentina. En estos
casos la transiluminación puede ser de ayuda. No obstante no es una prueba
definitiva, sino que ayuda a la localización de un diente problema ante una
sospecha en base a la exploración física u otras pruebas complementarias
realizadas.
Tinción dentaria
Prueba de la mordida
Flujo pulpar
La medición de flujo sanguíneo pulpar por medio del Láser Doppler, es una prueba
que se basa en el principio real de vitalidad, dado que la vitalidad pulpar depende
más de la vascularidad que de la inervación; de hecho se ha comprobado que el
aporte sanguíneo puede disminuir considerablemente antes que la inervación
degenere.
Dolor referido es el dolor que se percibe en una localización diferente del sitio del
estímulo dolorido
SIGNOS
Edema Extraoral
Puede ser de localización intra o extraoral. Inicialmente se observa una leve
hinchazón en los tejidos blandos sobre el área afectada. En las zonas con mayor
volumen de tejido laxo como en la región sublingual, labial o parpebral, la
inflamación previa es notoria antes de la supuración. En la etapa final la
inflamación se torna fluctuante, especialmente si está ubicada en la mucosa de la
cavidad oral, etapa que se considera la más adecuada para la incisión y drenaje
del absceso. La mayoría de infecciones son de localización vestibular y muy
raramente son palatinas o linguales.
Los pacientes reportan una sensación de “alargamiento dental” y ligera movilidad.
Los dientes afectados son extremadamente sensibles al tacto y los pacientes
presentan dificultades en la deglución
Inflamación Intraoral
La infección odontogénica constituye la infección más común de la región
cervicofacial, este tipo de infección como su nombre lo indica se origina del diente
y/o de sus tejidos de soporte. Las principales causas de esta afección, es la caries
como las enfermedades periodontales, hecho que justifica la importancia de
prevenir estas enfermedades y evitar sus consecuencias
Las infecciones odontogénicas, se define como procesos infecciosos en estado de
celulitis o absceso que han evolucionado desde un diente, ya sea por origen
pulpar y/o periodontal hasta los tejidos adyacentes, donde el pus ocupa los
espacios del sistema muscular aponeurótico llegando a comprometer la vida del
paciente
La irritación de la pulpa y su consecuente inflamación, puede ser causada por
microorganismos, estímulos mecánicos, térmicos, eléctricos y radiación. La
inflamación que resulta en dolor está causada mayormente por microorganismos
procedentes de la caries dental.
Fistula
Una fístula dental es un pequeño canal que se forma desde la zona infectada del
diente, que suele coincidir con el ápice de la raíz, hasta la superficie exterior de la
encía. El pasaje actúa como depósito de pus y a medida que se llena, se forma
una pequeña protuberancia en forma de grano cerca de las encías. Cuando la
protuberancia estalla, el pus drena en la boca.
Fracturas Dentales
La fractura dental junto con el dolor dental es una de las urgencias más habituales
en la consulta dental. Estas fracturas de los dientes pueden suceder tanto en
dientes de leche como en dientes permanentes, es decir, tanto en niños como en
adultos.
Se trata del tipo de fracturas dentales más graves ya que en la mayoría de casos
no se puede salvar el diente y es necesario la extracción dental.
La respuesta a las pruebas pulpares suele ser positiva y la radiografía es muy útil
para determinar el tratamiento a realizar. Si el nervio está afectado es necesario
un tratamiento de endodoncia
Diente Oscuro
Abrasión dental
La abrasión dental es aquel daño o desgaste del esmalte dental provocado por
una higiene dental incorrecta. Si no se pone remedio, la capa protectora que
recubre los dientes puede debilitarse hasta poner al descubierto partes de la
dentina con terminaciones nerviosas y, de esta forma, provocar sensibilidad dental
o incluso terminar afectando el área cervical de los dientes.
La parte más importante del tratamiento contra la abrasión dental será corregir los
malos hábitos que la provocan. Habrá que concienciar al paciente de que aquello
que realiza de forma rutinaria le está perjudicando la salud dental y que puede
tener graves efectos en sus dientes y su vida diaria.
Para aquellos pacientes que ya sufran los daños de la abrasión dental se puede
optar por: