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TRANSPORTE A TRAVÉS DE LAS

MEMBRANAS CELULARES
Hay varios mecanismos de transporte a través de las membranas celulares.
Las vías primarias incluyen exocitosis, endocitosis, movimiento por los conductos iónicos y
transportes activos primario y secundario. Cada uno de éstos se describe a continuación.

EXOCITOSIS
Las vesículas que contienen material para eliminar al exterior son conducidas a la
membrana celular, donde se unen de una manera similar a la descrita en el tránsito vesicular
entre el aparato de Golgi. El área de fusión se rompe, se vierte el contenido de la vesícula
hacia el exterior y se deja intacta la membrana celular. Este proceso es la exocitosis
dependiente de Ca2+.
La secreción a partir de la célula ocurre por dos vías.
En la vía no constitutiva, las proteínas provenientes del aparato de Golgi al inicio son
introducidas en gránulos de secreción, donde sucede el procesamiento de prohormonas a
hormonas maduras antes de la exocitosis.
El otro camino, la vía constitutiva, abarca el transporte rápido de proteínas a la membrana
celular en la modalidad de vesículas, con poco o ningún procesamiento o almacenamiento.

ENDOCITOSIS
Ésta es el proceso inverso a la exocitosis.
Hay varios tipos de endocitosis que reciben su nombre con base en el tamaño de las
partículas ingeridas, así como por las necesidades reguladoras para un proceso en
particular. Dichos tipos incluyen fagocitosis y pinocitosis.
La fagocitosis (“comer células”) es el proceso por el cual las bacterias, el tejido muerto o el
material microscópico son englobados por células, como los leucocitos polimorfonucleares
de la sangre. El material hace contacto con la membrana celular, la cual sufre invaginación.
El sitio de invaginación se estrecha, dejando el material englobado en una vacuola rodeada
por membrana y con la membrana celular intacta.
La pinocitosis es un proceso similar en el cual las vesículas son de tamaño mucho menor y
las sustancias ingeridas se encuentran en solución. La pequeña porción de la membrana que
participa en el proceso no debe malinterpretarse, porque una célula que lleva a cabo
pinocitosis activa (p. ej., macrófagos) puede ingerir el equivalente a la totalidad de su
membrana celular en sólo una hora.
DIFUSIÓN SIMPLE
Las membranas celulares se comportan como membranas semipermeables; es decir, el
agua se mueve con mayor facilidad que la mayoría de los solutos y se desplaza hacia donde
éstos están más concentrados. Este proceso se llama ósmosis.
El agua tiende a entrar en las células, donde la concentración de iones y pequeñas
moléculas es mayor que en el medio externo. Para compensar esa entrada de agua, las
células han desarrollado diferentes estrategias como paredes celulares rígidas (bacterias,
células vegetales), orgánulos activos en la expulsión de agua (vacuolas pulsátiles) o bombas
de membrana.
Por otra parte, además del agua, muchas otras moléculas pueden atravesar la membrana
plasmática. La velocidad de penetración de una molécula a través de la membrana
plasmática (permeabilidad) varía ampliamente entre las diferentes moléculas. Una
molécula atraviesa más rápidamente la membrana cuanto menor es su tamaño (menor peso
molecular) y cuanto mayor es su solubilidad en lípidos en relación con su solubilidad en
agua (coeficiente de partición).
La membrana plasmática deja pasar con facilidad:
1) moléculas pequeñas no polares (hidrófobas), como el oxígeno, nitrógeno, benceno y
hormonas esteroideas; y
2) moléculas pequeñas polares (hidrófilas) sin carga, como agua, urea, glicerol y CO 2. Sin
embargo, es mucho más impermeable a los iones y moléculas cargadas, por lo que estas
sustancias atraviesan la membrana muy lentamente.

TRANSPORTE MEDIADO POR PROTEÍNAS


La mayoría de las sustancias necesarias para las células (azúcares, aminoácidos,
nucleósidos, vitaminas, etc.) son moléculas polares o con carga neta y atraviesan demasiado
lento las membranas por difusión simple para satisfacer las necesidades de las células. Por
ello las células han desarrollado numerosos sistemas de transporte basados en proteínas
transmembranosas de paso múltiple. Si las moléculas se transportan a favor del gradiente,
este proceso ocurre de manera espontánea y se habla de transporte pasivo; mientras que si
lo hacen en contra del gradiente el proceso necesita un aporte de energía para poder
realizarse y se habla de transporte activo.

TRANSPORTE PASIVO
El transporte pasivo puede realizarse bien mediante canales (proteínas de canal), o
mediante transportadores (proteínas transportadoras o permeasas)
Proteínas de canal
Las proteínas de canal forman canales acuosos que permiten el paso de moléculas polares o
de iones (a favor de gradiente) a velocidades muy superiores a lo que permitiría su difusión
simple en la bicapa lipídica. Aunque, en algunos canales, el flujo de sustancias
transportadas aumenta linealmente con el gradiente, siguiendo las leyes de la difusión
simple, en la mayoría el proceso tiende a saturarse a altas concentraciones; lo que indica
que la molécula transportada interactúa con el canal proteico. La mayoría de los canales
para el paso de iones actúan como puertas transitorias y su apertura y cierre están regulados
por diferentes estímulos:
La unión a un ligando (una molécula específica del canal y diferente de las sustancias
transportadas por éste) son los canales regulados por ligando
Un cambio de potencial de membrana son los canales regulados por voltaje
La unión a un nucleótido cíclico, principalmente cGMP, son los canales regulados por
nucleótidos cíclicos.
El cambio en la concentración de algún ion son los canales regulados por concentración
iónica.
La estimulación mecánica.

PROTEÍNAS TRANSPORTADORAS. DIFUSIÓN FACILITADA


Las proteínas transportadoras o permeasas permiten el paso altamente selectivo de
determinadas moléculas o iones, aunque la velocidad del transporte no es tan alta como en
los canales. Presentan además una cinética de transporte muy diferente de la difusión
simple, saturándose el transporte a determinadas concentraciones, por lo que se
denomina difusión facilitada. La cinética del transporte por proteínas de canal sería
intermedia entre ésta y la de la difusión simple. En la difusión facilitada, cuando la proteína
transportadora tiene todos los centros de unión al sustrato ocupados se dice que está
saturada y la velocidad de transporte a esa concentración es máxima (V máx). Cada
transportador tiene una velocidad máxima característica, así como una constante de unión
para su soluto (KM), que es igual a la concentración del soluto cuando la velocidad de
transporte es la mitad de la máxima Esta cinética se parece a la de las reacciones
enzimáticas, aunque aquí no se produce modificación del sustrato, sino facilitación del
transporte. Muy probablemente, en este proceso se producen también cambios de
conformación del transportador. Mediante cambios en su configuración, los transportadores
pueden transportar un solo tipo de moléculas (transporte sencillo o uniporte) o dos tipos
de moléculas simultáneamente (cotransporte) En este segundo caso, la célula puede
utilizar el movimiento a favor de gradiente de una de las sustancias transportadas para
transportar la otra contra su gradiente de concentración; de modo que el transporte global
sea energéticamente favorable, como se considera más adelante en este mismo capítulo. Si
ambas sustancias se transportan en la misma dirección se denomina transporte paralelo o
simporte, y si se transportan en direcciones opuestas se habla de transporte
antiparalelo o antiporte.
Un mecanismo de difusión facilitada es el proporcionado por pequeñas moléculas
hidrófobas sintetizadas por microorganismos, denominadas ionóforos. Se conocen dos
clases: móviles y formadores de canales. Ambos actúan protegiendo la carga del ion
transportado, de modo que éste pueda penetrar en el interior hidrófobo de la bicapa. Al no
estar acoplados a fuentes energéticas, los ionóforos sólo permiten el movimiento neto de los
iones a favor de gradiente electroquímico (transporte pasivo únicamente).

TRANSPORTE ACTIVO
Cuando el transporte es en contra del gradiente electroquímico se denomina transporte
activo. Se consume energía, que se puede obtener de la degradación del ATP. Gracias a
este transporte se consigue que las concentraciones extracelulares e intracelulares de
algunos iones sean diferentes
El transporte puede ser tanto uniporte como cotransporte, y es realizado por permeasas pero
no por proteínas de canal. Uno de los transportadores activos mejor estudiados es una
enzima transmembranosa: la bomba de Na+-K+ o Na+-K+-ATPasa, que sólo se encuentra en
células animales. El bombeo de Na+ y K+ está asociado a la actividad ATPasa de esta
proteína. El Na+, que entra libremente a favor del gradiente eléctrico y de concentración por
canales y cotransportadores, es expulsado por la bomba hacia el exterior, en contra del
gradiente, con gasto de energía.
Por cada molécula de ATP hidrolizada (en un segundo una Na +-K+-ATPasa puede
hidrolizar 100 moléculas de ATP) se bombean tres moléculas de Na + hacia el exterior y dos
de K+ hacia el interior, pues la enzima contiene tres lugares para el Na + y dos para el K+. De
esta manera, la célula acumula carga negativa en su interior.
Esta ATPasa requiere Mg++, pero existen otras ATPasas, activadas también por Mg++, que
no se activan por los iones Na+ y K+. En general, se puede decir que las enzimas cuya
actividad requiere K+ son inhibidas por el Na+.
Las ATPasas son extremadamente específicas y las reacciones que catalizan dependen
estrictamente de la localización de la enzima en relación con los sustratos de la reacción.
Los lugares activadores en los que se fijan el sodio y el potasio se encuentran,
respectivamente, en la cara interna y externa de la membrana. Esta polarización del sistema
implica que la enzima posea una estructura asimétrica y una orientación constante; por
consiguiente, no es posible su rotación alrededor de un eje paralelo al plano de la
membrana.
Existen cuatro fases en la intervención de la enzima. En la primera, la enzima se encuentra
en la forma E1 (no fosforilada) de interacción con el Na+. En la segunda etapa se produce la
fosforilación, a partir del ATP, quedando la enzima en la configuración E 1P. Esta etapa
depende de la presencia de Mg++ y Na+ y la transferencia de este último se realiza en el
curso de la reacción. La tercera etapa sólo implica un cambio de configuración, pasando la
enzima de la forma E1P a E2P y puede ser bloqueada por la N-etilmaleimida o por
la oligomicina. En la cuarta etapa, la enzima es desfosforilada pasando a la forma E 2 de
interacción con el K+, cuya transferencia se realiza durante la reacción. El ciclo se cierra
por regeneración de la forma inicial E1 a partir de E2. La ouabaína se combina con la forma
E2, fijándose en la cara externa, ocupando el sitio de unión al K+, y bloquea la conversión
de la enzima a la forma E1, inhibiendo la salida de Na+ de las células, por ejemplo en los
eritrocitos. Este fármaco es un esteroide cardiotónico (similar a la digitalina y también
obtenido de la planta Digitalis) utilizado desde hace más de 200 años para el tratamiento de
la insuficiencia cardiaca.
La concentración de Ca++ es mucho mayor fuera que dentro de la célula. Esto se debe a una
ATPasa de Ca++ similar a la de Na+-K+ que se encuentra en la membrana plasmática y en el
retículo endoplasmático liso. Por ejemplo, en el músculo, bombea grandes cantidades de
Ca++ del retículo endoplasmático al citosol en respuesta al estímulo nervioso que desata la
contracción muscular.
La membrana plasmática tiene sistemas de transporte que regulan el pH citosólico,
manteniéndolo en 7.2. Uno de estos sistemas es el intercambiador de Na +-H+, para la
entrada de Na+ y salida de H+; otro es el intercambiador de Na+-Cl–-HCO3–, para la entrada
de NaHCO3 y Na+ y la salida HCl. En sentido contrario actúa el intercambiador de Cl –-
HCO3– (independiente de Na+) que expulsa el HCO3– de la célula para disminuir el pH.
Algunos orgánulos, como el complejo de Golgi y los lisosomas, controlan su pH interno
con bombas de H+ impulsadas por ATP. Este transporte iónico es el más frecuente en la
membrana plasmática de las células vegetales, que carecen de la bomba de Na+-K+.
Varios sistemas de transporte activo son impulsados por la energía almacenada en los
gradientes iónicos y no directamente por la hidrólisis de ATP. Todos ellos funcionan como
sistemas de cotransporte (unidireccionales o de intercambio) en los que el ion
cotransportado por gradiente electroquímico proporciona la fuerza impulsora para el
transporte activo de una segunda molécula (transporte activo secundario), que luego es
bombeada al exterior. Así ocurre en la absorción de monosacáridos por el epitelio intestinal
(figura 2-17). En la membrana de las microvellosidades, la molécula cotransportada con el
Na+, por ejemplo la glucosa, se une a la proteína transportadora en un lugar diferente al que
se une el Na+. Éste tiende a entrar por gradiente electroquímico y arrastra el azúcar hacia el
interior de la célula. Posteriormente, el Na+ será bombeado fuera de la célula por la ATPasa
Na+-K+ y la glucosa abandona la célula por una proteína transportadora de difusión
facilitada. Una deficiencia en estos sistemas de transporte es responsable de la enfermedad
denominada malabsorción de glucosa-galactosa.
Los transportadores ABC (ATP-binding cassettes) se encuentran en las siguientes
membranas:
Plasmática de bacterias y de algunas células eucariotas, como las tumorales que bombean
fármacos a los que se hacen resistentes, las secretoras de esteroides, los enterocitos (para el
transporte del colesterol hacia la luz intestinal) y los hepatocitos (para la secreción de
ácidos biliares). Un transportador ABC especial es la proteína reguladora de la
conductancia transmembrana de la fibrosis quística (CFTR), que actúa como un canal
de Cl– en la membrana de las células epiteliales, en especial en el pulmón, regulando la
concentración extracelular de iones. En este caso, la hidrólisis del ATP no impulsa el
transporte sino la apertura del canal. Su mutación causa la enfermedad.
Mitocondrial interna, para el transporte de hierro.
Retículo endoplasmático rugoso, para la incorporación de péptidos resultantes de la
degradación de proteínas en proteosomas; por ejemplo, proteínas capsulares víricas. Estos
péptidos son finalmente segregados a la superficie celular, donde se presentan a los
linfocitos T citotóxicos, que matarán a la célula infectada.
De peroxisomas, para importar sustratos destinados a la oxidación β.
Son homodímeros con un dominio transmembranoso y otro citosólico. En ausencia de ATP
el dominio citosólico se une a la molécula transportada. Al unirse el ATP la molécula pasa
al otro lado de la membrana (al espacio extracelular en la membrana plasmática o a la luz
del orgánulo que los posee). La hidrólisis del ATP disocia el ADP y el transportador
recupera su configuración.

TRANSPORTE ACTIVO SECUNDARIO


En muchas situaciones, el transporte activo de iones sodio se vincula con el transporte de
otras sustancias (transporte activo secundario). Por ejemplo, las membranas luminales de
las células de la mucosa del intestino delgado contienen simportadores que llevan glucosa
hacia las células sólo si el ion sodio se une a la proteína y ésta es transportada hacia la
célula en el mismo momento. Desde las células, la glucosa alcanza al torrente sanguíneo. El
gradiente electroquímico para el ion sodio se mantiene por transporte activo de dicho ion
fuera de las células de la mucosa y hasta el líquido extracelular. Otros ejemplos se muestran
en la figura 2-19. En el corazón, la trifosfatasa de adenosina de sodio-potasio afecta de
manera indirecta el transporte de iones calcio. Un antiportador en la membrana de las
células musculares cardiacas suele intercambiar iones calcio intracelulares por iones sodio
extracelulares. El transporte activo de iones sodio y potasio constituye uno de los procesos
que consumen más energía en el cuerpo. En promedio, utiliza casi 24% de la energía usada
por las células y en las neuronas representa 70%. Esto constituye gran parte del
metabolismo basal. La principal consecuencia del uso de esta energía es el establecimiento
de un gradiente electroquímico en las células.

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