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Esta membrana está formada casi totalmente por una bicapa lipídica, aunque
también contiene grandes números de moléculas proteicas insertadas en los lípidos,
muchas de las cuales penetran en todo el grosor de la membrana.
La bicapa lipídica es una delgada membrana polar formada por dos capas
de moléculas de lípidos, éstas membranas son láminas planas que forman una
barrera continua alrededor de las células y sus estructuras. Las membranas celulares
de casi todos los organismos vivos y los virus están compuestas por una bicapa
lipídica, así como lo son las membranas que rodean el núcleo de la célula y otras
estructuras subcelulares. La bicapa lipídica es la barrera que mantiene
a iones, proteínas y otras moléculas donde se necesitan evitando su dispersión.
Contiene nanómetros de espesor,1 son impermeables a la mayoría de las moléculas
solubles en agua (moléculas hidrofílicas), son impermeables a los iones permitiendo
que las células regulen las concentraciones de sal y pH mediante el transporte de
iones a través de sus membranas de proteínas llamadas bombas iónicas o canales
iónicos.
El porcentaje de proteínas oscila entre un 20% en la vaina de mielina de las
neuronas y un 70% en la membrana interna mitocondrial; el 80% son intrínsecas,
mientras que el 20% restantes son extrínsecas. Las proteínas son responsables de
las funciones dinámicas de la membrana, por lo que cada membrana tiene una
dotación muy específica de proteínas; las membranas intracelulares tienen una
elevada proporción de proteínas debido al elevado número de actividades
enzimáticas que albergan. En la membrana las proteínas desempeña diversas
funciones: transportadoras, conectoras (conectan la membrana con la matriz
extracelular o con el interior), receptoras (encargadas del reconocimiento celular y
adhesión) y enzimas.
Las proteínas de la membrana están suspendidas en forma individual o en grupos
dentro de la estructura lipídica, formando los canales por los cuales entran a las
células.
La selectividad de los canales de proteínas le permite a la célula controlar la salida y
entrada de sustancias así como los transportes entre compartimientos celulares.
Algunas proteínas de la membrana plasmática hacen contacto con el ambiente
externo, a este tipo se les denomina proteínas periféricas, las cuales tienen regiones
hidrofóbicas y regiones hidrofílicas. Otras penetran totalmente a través de la
membrana, y se denominan proteínas integrales.
Unas de estas proteínas forman canales que permiten a ciertas sustancias, atravesar
la membrana, y otras actúan como moléculas transportadoras. Las funciones de las
proteínas de la membrana son: transporte, el intercambio de materia entre el
interior de la célula y su ambiente externo, y reconocimiento y comunicación,
moléculas de proteínas situadas en la parte externa de la membrana, que actúan
como receptoras de sustancias.
Difusión pasiva:
Qué es la difusión simple ?. Qué factores pueden afectar la difusión ?
La difusión (diffundere, derramarse un líquido) puede definirse como el movimiento
pasivo de las moléculas no cargadas desde un área de mayor concentración hacia un
área de menor concentración debido al movimiento molecular al azar. Como
resultado, habrá un movimiento neto desde la región de concentración más alta
hacia la de concentración más baja hasta que la diferencia de concentración ya no
exista. Este movimiento neto se llama difusión neta. La difusión neta es un proceso
físico que ocurre siempre que hay una diferencia de concentración a través de la
membrana, y la membrana es permeable a la sustancia que esté difundiendo.
Por ejemplo, la concentración de oxigeno (O2) es relativamente alta en el líquido
extracelular porque la sangre transporta el oxígeno desde los pulmones hacia los
tejidos corporales. Puesto que el oxígeno se combina con hidrogeno para formar
agua en la respiración celular aeróbica, la concentración de oxigeno dentro de las
células es más baja que en el líquido extracelular. Los eritrocitos del sistema
circulatorio tomen oxígeno en los pulmones y lo liberen luego en los tejidos. En los
capilares de los tejidos corporales, donde la concentración de oxígeno es baja, éste
es liberado desde la hemoglobina y difunde pasivamente desde el citoplasma del
eritrocito hacia el plasma sanguíneo y desde allí a las células que limitan los
capilares. En los capilares pulmonares se verifica el proceso contrario: el oxígeno
difunde desde el aire inhalado en los pulmones, donde su concentración es mayor,
al citoplasma de los eritrocitos, donde la concentración es menor. El dióxido de
carbono también atraviesa las membranas por difusión simple; sin embargo, la
mayoría del CO2 viaja en forma de ion bicarbonato (HCO3-). No es de extrañar que
el dióxido de carbono y el oxígeno atraviesen la membrana en sentido opuesto,
Los factores que afectan a la difusión simple son:
a. Tamaño del soluto. En términos generales, las bicapas lipídicas son más
permeables a las moléculas pequeñas que a las grandes. Las moléculas pequeñas
más relevantes para la función celular son el agua, el oxígeno y el dióxido de
carbono. Las membranas son bastante permeables a estas moléculas; no se
requieren mecanismos de transporte específicos para introducirlas o sacarlas de las
células.
Aunque el agua no es liposoluble, las moléculas de agua pueden difundirse a través
de la membrana plasmática hasta un grado limitado debido a su pequeño tamaño
(difunden a través de una bicapa, 10.000 veces más despacio de lo que se mueven
en ausencia de una membrana) y carencia de carga neta.
La regla del tamaño sirve para moléculas de hasta aproximadamente unos cien
daltons. El etanol (CH3CH2OH; 46 daltons) y el glicerol (C3H8O3; 92 daltons) son
capaces de difundir a través de membranas con una tasa de transporte razonable,
pero no así la glucosa (C6H12O6; 180 daltons).
b. Polaridad del soluto. En general las bicapas lipídicas son relativamente permeables
a moléculas no polares y menos permeables a las moléculas polares. Esto es debido
a que las moléculas no polares se disuelven más fácilmente en la fase hidrófoba de
la bicapa lipídica y así pueden atravesar la membrana mucho más rápidamente que
las moléculas polares de tamaño similar. Si a un compuesto polar como la úrea, que
presenta una permeabilidad relativamente baja, se le añaden dos grupos metilo
para formar dimetilurea, se puede disminuir su polaridad, por lo tanto, aumentar su
permeabilidad.
La relativa impermeabilidad a las sustancias polares en general y a los iones en
particular, es debida a su fuerte asociación con las moléculas de agua, que forman
un escudo de hidratación. Para mover tales solutos en la membrana, se requiere
que sean desnudados del agua, eliminando los enlaces entre los iones y las
moléculas de ésta. La asociación de los iones con las moléculas de agua para formar
los escudos de hidratación es un fenómeno que restringe dramáticamente el
transporte de iones en las membranas.
Las moléculas polares de mayor tamaño, como la glucosa, no pueden pasar a través
de la doble capa de moléculas de fosfolípidos y, así, requieren proteínas
transportadoras especiales en la membrana para su transporte. La porción
fosfolípido de la membrana es similarmente impermeable a iones inorgánicos
cargados, como Na+ y K+. De cualquier modo, pequeños canales iónicos permiten el
paso de estos iones.
La impermeabilidad de las membranas a iones es muy importante para la actividad
celular, puesto que todas las células deben mantener un potencial electroquímico
de membrana para su correcto funcionamiento. En la mayoría de los casos se
consigue con un gradiente de sodio (células animales) o de protones (casi todas las
demás células).
c. La difusión está relacionada con la temperatura. A temperatura elevada, las
moléculas se mueven más rápidamente. Puesto que la difusión es resultado del
movimiento molecular, la velocidad de difusión aumenta a medida que lo hace la
temperatura. Generalmente, los cambios de temperatura no afectan
significativamente las velocidades de difusión en el hombre, ya que éste mantiene
una temperatura corporal relativamente constante.
ACUAPORINAS
El agua es una molécula primordial que ocupa gran cantidad en la célula y en el
medio extracelular; por ello, es importante el transporte de esta a través de la
membrana.
En las células, específicamente en células renales, existe un movimiento especifico
de agua mediado por una familia de factores proteicos denominados acuaporinas
(APQs).
Las acuaporias son proteínas integrales de membrana con seis segmentos
transmembrana de naturaleza helicoidal; y son las responsables del intercambio
rápido de agua facilitando su entrada y salida, puesto que forman poros selectivos
de agua, excluyendo iones y otras moléculas orgánicas de bajo peso molecular.
OSMOSIS
El movimiento de la mayoría de las sustancias que se produce en la membrana se da
a través de gradientes de concentración, y puesto a que la concentración del agua
es la misma tanto para el medio intracelular como en el extracelular no se ve
afectado por el potencial de membrana.
Pese a esto, las moléculas de agua se transportan a través de la membrana de un
lugar de menor a mayor concentración de soluto, es decir, de una solución
hipotónica a una solución hipertónica; a esta difusión del agua se le denomina
osmosis.
El movimiento osmótico, se da en diferentes direcciones dependiendo de la
concentración de soluto en el medio; las soluciones hipertónicas hacen que las
moléculas de agua difundan hacia el exterior, y la hipotónica que difunda hacia al
interior.
Por ejemplo, si un eritrocito se coloca en solución hipotónica, las moléculas de agua
entran a la célula mas rápido de lo que pueden salir, causando que este se hinche o
estalle (hemolisis); si el eritrocito es colocado en una solución hipertónica, las
moléculas de agua se mueven al exterior, causando que este se contraiga (creación).
PRESION OSMOTICA
Se define como la presión que se debe aplicar a una solución para detener el flujo
neto de disolvente a través de una membrana semipermeable.
Cuando dos soluciones se ponen en contacto a través de una membrana
semipermeable, se produce el fenómeno llamado osmosis, creándose una diferencia
de presión en ambos lados de la membrana: Presión Osmótica.
ALTERACIONES EN LA MEMBRANA
Puede afectar a proteínas de la membrana como la espectrina. Por ejemplo, en la
esferocitosis hereditaria que hace que el hematíe pierda la capacidad de
deformación y se lise con facilidad, por lo que los pacientes desarrollarán anemia,
etc. En otras enfermedades se produce una alteración de la fluidez de la membrana
celular por alteración de su composición, como ocurre en las hiperlipoproteinemias
en las que algunas células, especialmente las plaquetas, muestran un aumento de la
relación colesterol-fosfolípidos, por lo que también aumenta su capacidad de
agregación. Esto parece ser un mecanismo del desarrollo precoz de arteriosclerosis.
Existen también enfermedades que afectan a los mecanismos de transporte de las
membranas, por ejemplo, en las aminoacidurias, osteomalacia y raquitismo
(defectos del transporte de la membrana del túbulo renal o de la mucosa del
intestino delgado)
En algunos casos la afectación es a nivel de los receptores presentes en la
membrana plasmática:
Puede haber defecto del número y/o afinidad de los receptores
(diabetes mellitus, enanismo, obesidad...)
Pueden formarse anticuerpos contra los receptores, por ejemplo,
en la miastenia gravis o en la enfermedad de Graves-Basedow.
En otros casos hay desequilibrio entre receptores antagonistas,
por ejemplo en la enfermedad de Parkinson.
Pueden existir receptores para agentes patógenos.
Las lesiones a la membrana pueden alterar: las interacciones, reconocimiento y
contactos celulares, la movilidad...
Las alteraciones morfológicas que se observan en la membrana pueden ser
prolongaciones o evaginaciones citoplasmáticas, vesiculaciones membranosas que
son reservorio del material anormal almacenado... en los tejidos isquémicos pueden
observarse células con enrollamientos
espirales en la membrana. La desaparición
de las microvellosidades en la mucosa del
intestino con lesiones por mala absorción,
la alteración de los complejos de unión
celular en tumores, la rotura de los discos
intercalares en los episodios de isquemia o
infarto de miocardio y finalmente, la rotura
de la membrana, constituyen un signo de
lesión celular prácticamente irreversible ya
que la célula sólo es capaz de reparar roturas muy pequeñas.
La esferocitosis hereditaria (EH) es
una enfermedad caracterizada por anemia
hemolítica de severidad variable, con
presencia de esferocitos en sangre
periférica y una respuesta clínica favorable a
la esplenectomía. Con el desarrollo de
nuevas técnicas se encontraron las primeras
alteraciones bioquímicas de las proteínas de
la membrana eritrocitaria, y
posteriormente, se han podido precisar las
alteraciones moleculares mediante las técnicas del ADN recombinante. La EH es una
enfermedad muy heterogénea que se produce por un defecto intrínseco del glóbulo
rojo, y existen otras alteraciones secundarias a esta afección. La prueba más
utilizada para el diagnóstico de la EH es la fragilidad osmótica del glóbulo rojo. Se ha
demostrado que esta enfermedad es producida por defectos de las proteínas que
intervienen en las interacciones verticales entre el esqueleto de la membrana y la
bicapa lipídica. El tratamiento de elección en la EH es la esplenectomía, ya que es el
más efectivo en el control de la anemia, aunque la sobrevida de los glóbulos rojos
permanece acortada y los esferocitos no desaparecen. Este proceder se indica en
pacientes con anemia hemolítica severa o en individuos moderadamente
asintomáticos pero que presentan litiasis vesicular.