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Marco Becerra
Marco Becerra
TEXTO BÍBLICO
“
La mujer samaritana le dijo:
—¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de
beber, que soy mujer samaritana? —porque
judíos y samaritanos no se tratan entre sí—”.
(Juan 4:9. R95)
EL CONTEXTO
JESÚS Y LA MUJER
SAMARITANA
(Juan 4:1-42)
VIAJE DE JERUSALÉN A
NAZARET VIA JERICÓ
DESCRIPCIÓN
La ruta directa a Galilea pasaba por Samaria. Sin
embargo, debido a la enemistad entre los judíos y los
samaritanos, los peregrinos galileos que viajaban a
Jerusalén para las grandes fiestas judías preferían dar un
rodeo yendo por el valle del Jordán (Lucas 9: 51-52).
En ese tiempo, Samaria y Judea eran una unidad
política administrada por el gobernador romano, Poncio
Pilato.
EL ORIGEN DEL PREJUICIO
El odio racial mantenía tan alejados a los judíos y a
los samaritanos, que ambos procuraban no tener
ningún contacto social.
El origen de los samaritanos esta registrado en 2
Reyes 17: 23-29.
El origen de la antipatía entre los judíos y los
samaritanos, se registra en Esdras 4: 1-3, 17-23;
Nehemías 2: 10; 4: 1-2.
ORIGEN DEL PREJUICIO
Conceptos equivocados sobre las mujeres en general (considerada
culpable del mal, mentirosa por naturaleza, débil y fácil de
sugestionar por el enemigo).
Las prostitutas eran despreciadas.
Los publicanos.
Los gentiles.
Los pastores de ovejas.
Los pecadores.
EL MONTE GERIZIM
Gerizim es una montaña de ochocientos setenta metros de altura, situada
tres kilómetros al sur de Siquem, y desde la cual se pronunció la bendición
sobre Israel (Dt 11.29; 27.12).
En la actualidad los árabes la denominan yebel et-tor.
Es el monte santo de los samaritanos, aunque el templo que erigieron allí lo
destruyó Juan Hircano en el año 129 a.C. Ellos siguieron considerándolo el
lugar de adoración, en competencia con el templo de Jerusalén, erigido en el
monte Sion (Jn 4.20).
La actual comunidad samaritana de Nabulus (la antigua Siquem) sigue
celebrando allí la fiesta de la Pascua según el antiguo rito (con inmolación de
corderos).
“No puedo yo hacer nada por mí
mismo; según oigo, así juzgo, y mi
juicio es justo, porque no busco mi
voluntad, sino la voluntad del Padre,
que me envió”.
(Juan 5:30)
“Cristo en su vida terrenal no se trazó
planes personales, aceptó los planes
de Dios para él, y día tras día el Padre
se los revelaba”