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Acción en inconstitucionalidad intentada por el Servicio Jesuita a Refugiados y

Migrantes y otras asociaciones sobre artículos 28, 36, 49, 56, 58, 62, 100, 101, 103,
138 y 139 de la Ley General de Migración núm. 285-04, del 27 de agosto de 2004.

Descripción del caso.


Los abogados de los impetrantes del caso en cuestión solicitaron, único: Que se declare
la inconstitucionalidad y nulidad de los artículos 28, 36, 49, 56, 58, 62, 100, 101, 103,
138 y 139 de la Ley General de Migración núm. 285-04, del 27 de agosto de 2004, con
todas las consecuencias de derecho”. Que sean rechazados, los medios fundamentales
sobre la violación a los artículos 8 párrafo 1 y 2, letra j, 5 y artículo 9, letra f, de nuestra
Carta Magna” (sic).

Recurrentes del caso son: El Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM),


representado por su Director, José Núñez SJ, el Centro Cultural Domínico-Haitiano, Inc.
representado por Dr. Antonio Pol Emil, el Movimiento Socio Cultural de Trabajadores
Haitianos, Inc., representado por, Dr. Joseph Cherubin, la Asociación Pro Desarrollo de
la Mujer y Medio Ambiente, Inc., representada por, Inoelia Remy, el Movimiento de
Mujeres Dominico- Haitianas, Inc., representado por Sra. Sonia - Solain Pierre, el Centro
Dominico de Asesoría e Investigaciones Legales representado Dr. Pedro Ubiera, la
Comisión Nacional de Derechos Humanos, representada por Dr. Manuel María Mercedes
Medina, Amnistía Internacional Grupo Santo Domingo, representada por Dr. Santos
Bello Benítez, el Comité Dominicano de Derechos Humanos (CDDH), representado por
Virgilio Almánzar entre otras, todas (15) instituciones incorporadas según la Ley núm.
520 de Asociaciones sin fines de Lucro de la República Dominicana.

Los autores de la acción plantearon en síntesis, a la Suprema Corte de Justicia, dada su


competencia en el control de constitucionalidad de la ley, la declaratoria de
inconstitucionalidad de los artículos 28, 36, 49, 56, 58, 62, 100, 101, 103, 138 y 139 de
la Ley General de Migración núm. 285-04, del 27 de agosto de 2004, que tratan sobre la
regulación de la entrada y permanencia de extranjeros al territorio dominicano y que los
impetrantes estiman vulneran los derechos humanos de los haitianos y haitianas que
residen en el país porque están dirigidas sus disposiciones a restringir, limitar y excluir a
esa minoría de residentes;

El artículo 281 de ley 285-04 establece que las extranjeras no residentes que durante su
estancia en el país den a luz a un niño (a), deben conducirse al Consulado de su

1 Numerales de Ley No. 285-04. 1. Todo centro de salud que al momento de ofrecer su asistencia de parto a una mujer
extranjera que no cuente con la documentación que la acredite como residente legal, expedirá una Constancia de
Nacimiento de color rosado diferente a la Constancia de Nacimiento Oficial, con todas las referencias personales de
la madre.
2. Todo centro de salud entregará a la Junta Central Electoral y a la Secretaría de Relaciones Exteriores constancia
del nacimiento de niño (a) de toda madre extranjera, la que se registrará en un libro para extranjeros, si no le
corresponde la nacionalidad dominicana.

La Secretaría de Relaciones Exteriores notificará el hecho a la embajada del país que corresponde a la madre
extranjera para los fines de lugar.
3. Toda Delegación de Oficialías tiene la obligación de notificar a la Dirección General de Migración, el nacimiento
de niño o niña, cuya madre extranjera no posea la documentación requerida.
nacionalidad a los fines de registrar allí a su hijo(a). En los casos en que el padre de la
criatura sea dominicano, podrán registrar la misma ante la correspondiente Oficialía del
Estado Civil dominicana conforme disponen las leyes de la materia.

Otro sustento descrito de la acción.

Conforme al artículo 36 se sometió al escrutinio de la Suprema Corte de


Justicia, en funciones de Tribunal Constitucional, para determinar, primero, cuáles
extranjeros son admitidos como No Residentes y, segundo, que estos, son considerados
personas en tránsito, para los fines de la aplicación del artículo 11 de la Constitución de
la República; que los impetrantes alegaron, para fundamentar su acción sobre este
aspecto, que no obstante conceder el Estado “alta prioridad a los problemas migratorios,
en reconocimiento de la Constitución, las leyes y acuerdos internacionales”, la Ley núm.
285-04 contradijo la propia Constitución cuando, además de interpretarla, señaló que “los
No Residentes son considerados personas en Tránsito, para los efectos de aplicación del
Artículo 11 de la Constitución de la República (art. 36 párrafo 10), ya que la Constitución
en su artículo 3 establece que el país “reconoce y aplica las normas del Derecho
Internacional general y americano en la medida que sus poderes públicos las hayan
adoptado”;

Refutación.

El escrito de Intervención de Refutación de la demanda en Declaratoria de


Inconstitucionalidad de la Ley sobre Migración núm. 285-04, del 27 de agosto de 2004,
Fue suscrita por: Lic. Juan Miguel Castillo Pantaleón, Licda. Leila Roldán, Dr. Lupo
Hernández Rueda, Dr. Jottin Cury, Dr. Jottin Cury (hijo); Dr. Manuel Bergés Chupani,
Dr. Manuel Bergés (hijo), Dr. Mario Read Vittini, Dr. Víctor Gómez Bergés… entre
otros. En total 101.

Con esas imputaciones los impetrantes reprochan a la legislación cuestionada ser


discriminatoria por estar dirigida a restringir, limitar y excluir a la minoría de haitianos y
haitianas residentes en territorio dominicano; sin señalar de manera específica a cual
norma del Derecho Internacional se vulnera por vía del citado párrafo 10 del artículo 36,
limitándose únicamente a expresar que el artículo 8 de la Constitución no discrimina entre
nacionales y extranjeros al reconocer como finalidad principal del Estado la protección
efectiva de los derechos humanos, sin reparar en que la Constitución no otorga la
nacionalidad dominicana indiscriminadamente a todos los que hayan nacido en el
territorio nacional, sino que al consagrar el jus solis, como sistema para ostentar la
nacionalidad dominicana, además del jus sanguini, lo hace con dos excepciones que
excluyen a: los hijos legítimos de los extranjeros residentes en el país en representación
diplomática y a los hijos de los que están de tránsito en él.

Puntos a destacar en lo constitucional.

Los impetrantes; la Ley núm. 285-04 contradice la propia Constitución cuando, además de interpretarla, señala que
“los No Residentes son considerados personas en Tránsito, para los efectos de aplicación del Artículo 11 de la
Constitución de la República (art. 36 párrafo 10), ya que la Constitución en su artículo 3 establece que el país
“reconoce y aplica las normas del Derecho Internacional general y americano en la medida que sus poderes públicos
las hayan adoptado”.
El art. 67 de la Constitución de 2002 sostuvo que la facultad exclusiva a la Suprema Corte
de Justicia, sin perjuicio de las demás atribuciones conferida por la ley y de la
constitucionalidad de las leyes conocer en única instancia de la constitucionalidad de las
leyes. (art. 67.1 Constitución dominicana 2002).

Principios constitucionales que en esencia tiene esta instrumentación: Principio de


soberanía.
Principio de reserva de ley y legalidad: El principio de reserva de ley radica las
capacidades de actuación en un titular, situado en el ámbito superior de la pirámide pero
a la vez, y dado que tal titular actúa mediante un procedimiento al que son consustanciales
determinadas características, impone un determinado procedimiento para la asunción de
determinadas decisiones, un procedimiento que se caracteriza por las notas de pluralidad,
discusión y publicidad. Por esta razón la reserva de ley, además de centralizar decisiones
es, en buena medida, una reserva de procedimiento. Dado que la reserva de ley implica
un mandato al legislador, un mandato de hacer efectivamente algo, sólo se entiende en
los sistemas que gozan de una Constitución rígida o efectivamente aplicable, capaz de
vincularles. Esto es la reserva material de ley, la reserva de ley en sentido estricto, que
hay que distinguir de otras figuras2.

Decisión

Se declaró que que los artículos 28, 36, 49, 56, 58, 62, 100, 101, 103, 138 y 139 de la
Ley General de Migración núm. 285-04, del 15 de agosto de 2004, sometidos a la
Suprema Corte de Justicia, como Corte Constitucional, para su examen, son conformes a
la Constitución de la República; Segundo: Ordena que esta sentencia sea comunicada al
Magistrado Procurador General de la República, para los fines de lugar, a los impetrantes
y publicada en el Boletín Judicial, para su general conocimiento.

Pese a que este caso se pudo verificar que la SCJ procedió como órgano supremo de
revisión constitucional. Aquí cabe hablar sobre el contexto del sistema de justicia
constitucional difuso, en cuanto al control de constitucionalidad a todos los jueces, en que
su ejercicio se caracteriza por ser tipo incidental, en sentido de ejercer a decidirse un caso
concreto, como poder que puede ejercer cualquier juez incluso de oficio. En efecto no se
trata de un objeto específico para controlar la inconstitucionalidad de una ley, sino una
decisión judicial que se adopta en un proceso judicial cualquiera, con su propio objeto
específico, en el cual, para decidirlo, se aprecia la inconstitucionalidad de la ley. Por ello,
la decisión que en tal sentido se adopta, sólo tiene efectos inter partes y meramente
declarativos. El juez, en estos casos, no anula la ley sino sólo la considera inconstitucional
y nula, por lo que la decisión tiene en principio efectos ex tunc, pro praeterito3.

Ahora bien, a nuestra consideración en lo concerniente al caso y un punto de análisis a


nuestro contexto actual es menester en torno a lo constitucional uniformizar la
jurisprudencia y resolver con carácter obligatorio y vinculante dichos temas.

2
https://vlex.es/vid/principio-reserva-fundamento-basicos-343214902
3
https://allanbrewercarias.com/wp-content/uploads/2011/03/1076.-1023.-EL-SISTEMA-DE-JUSTICIA-
CONSTITUCIONAL-EN-LA-REP%C3%9ABLICA-DOMINICANA.EDPC-Marzo-2010..doc.pdf

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