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El pueblo tiene en sus manos la decisión y la opción de elegir a quién o quiénes quieren
que asuman la representación en 2 de los 3 poderes del Estado que dependen del
sufragio popular. Por lo que la dimensión en que la ciudadanía es asimilada en las tomas
de decisiones del Estado y en el ejercicio de este derecho civil y político, es un indicador
de su universalidad y robustecimiento democrático, de cultura ciudadana del sufragio y
de construcción de mayoría. Por ello es, que en nuestra Constitución no solo se reconoce
el derecho de este ejercicio a sus ciudadanos en el país, sino también, están circunscritos
a este derecho los del exterior.
En 1862 en Wisconsin, estado del medio oeste de Estados Unidos, se les permitió el
derecho al voto a los militares ausentes. En 1890 en Nueva Zelanda se permitió esta
modalidad de sufragio a civiles. En Latinoamérica se comienza con Brasil en 1965,
seguido por Argentina en 1993. A partir de 1997, en nuestro país luego del proceso de la
crisis post electoral de 1994 se creó la Ley 275-97 que establece en su artículo 84 el
sufragio en el exterior sólo en lo presidencial. Por lo que, después del 2000, y en este
caso de no poderse, se dejó en manos de la Junta Central Electoral (JCE) para la fijación
del año que fuera posible, cosa que ocurrió en el 2004 (Vargas, 2011).
Situación
La calamidad que afecta al país y al mundo por la pandemia del Covid-19 puso un dilema
ante los partidos políticos sobre el tema de la forma del voto para los dominicanos en el
exterior. Sin embargo, pese a que existen cuatro modalidades para ejercer el sufragio,
siendo estas: personal, postal, por delegación de poder y por correo electrónico. Los
dominicanos estamos sujetos solo al voto presencial.
Ahora bien, pese a que Gilberto Cruz Herasme, quién es el director del voto en el Exterior,
dijo tener avances y alternativas que se han estado buscando tras una reunión con cada
Secretario, la participación de OCLEES y los partidos, respecto del montaje de las
elecciones del 5 de julio en cada una de esas demarcaciones según informe de la JCE,
se está contra el reloj, pues se tiene que tener identificados lo relativo al personal de los
colegios en los recintos electorales, donde se harán las elecciones a más tardar el día 5
de junio, o sea, 30 días antes de las elecciones por mandato de la ley. Por lo que esta
última parte, debe de ser presentada al pleno para poder llevarse a cabo las elecciones
extraordinarias sin más contratiempo.
Conclusión
La Junta Central Electoral tiene el gran reto por delante de hacer todo lo que esté a su
alcance para garantizar, y que sea un hecho, el voto en el exterior de los dominicanos
ausentes en estas elecciones extraordinarias del 5 de julio.
El voto de nuestra diáspora es crucial, pues en ellos también recae, “la titularidad del
poder electoral” como ciudadanos y ciudadanas de nuestra nación. Es una conquista con
la cual se expresa el alcance de la facultad y poder del sufragante dominicano como
garantía constitucional de un derecho exclusivamente ciudadano. Nuestra población
crece al igual que nuestra comunidad en el exterior y la misma tiene la fuerza en el sello
de la legitimidad del poder o poderes del Estado. El aporte de las remesas de los
dominicanos en el exterior es significativo en la economía dominicana, por lo que los lazos
y las relaciones se mantienen ante su participación y representación política en el
congreso con los siete diputados de ultramar.