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No. RH.

00802/2005 del 30 de noviembre: Sobre el artículo 291 del


Código de Comercio

Exp.: 2005-000708

SALA DE CASACIÓN CIVIL

Magistrado Ponente: CARLOS OBERTO VELEZ.

En el juicio por denuncia de irregularidades, intentado ante el

Juzgado Octavo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del

Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de

Caracas, por el ciudadano GIUSEPPE DI LUCA FORTE , en su

condición de Accionista y Director de la sociedad de comercio que se

distingue con la denominación mercantil FERRETERIA PALO VERDE,

C.A., y por la ciudadana ROSARIO MORA ZERPA DE DI LUCA , en

su condición de cónyuge de aquél, representados judicialmente por el

abogado en el ejercicio de su profesión Gustavo José Ruíz González,

contra los ciudadanos VITO GIUSEPPE PEDOTA PELLEGRINO y

JUAN ENRIQUE BLANCO HERRERA , en su condición de Presidente-

Administrador y Comisario, respectivamente, de la sociedad de comercio

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antes identificada , patrocinados judicialmente por los profesionales del

derecho José Miguel Hernández, Nilo Rafael Hernández, Héctor Salazar,

Luís Felipe Rosas Bravo, Felice Paganelli, Ruth Trinidad Salazar

Briceño, Isabel Pedota Bellino y Germán José Briceño ; el Juzgado

Superior Sexto en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la misma

Circunscripción Judicial, dictó sentencia en fecha 14 de julio de 2005,

mediante la cual declaró sin lugar la apelación interpuesta por la

representación judicial de la parte demandante, contra el fallo del 25 de

junio de 2003, emanado del a quo, que declaró procedente la denuncia de

irregularidades y ordenó a la junta directiva de la citada sociedad

mercantil, convocar para su celebración, a la asamblea general de

accionistas, en un plazo de 30 días calendarios consecutivos siguientes,

de conformidad con el artículo 291 del Código de Comercio,

confirmando por vía de consecuencia, la decisión apelada. Hubo

condenatoria al pago de las costas procesales del recurso al demandante.

Contra la referida decisión de alzada, el demandante anunció

recurso de casación, el cual fue negado por auto de fecha 27 de

septiembre de 2005, con fundamento en lo siguiente:

“... Ahora bien, observa esta Alzada que la sentencia


dictada en fecha 14 de julio de 2005, no se encuentra
subsumida en los supuestos establecidos en artículo 312
ejusdem, esto es, no pone fin al juicio ni impide su
continuación.
Al respecto, es importante señalar tal como se estableció
en la referida sentencia, que el presente procedimiento
especial de DENUNCIA DE IRREGULARIDADES,
establecido en el artículo 291 del Código de Comercio, no
concluye de manera formal mediante decisión judicial que
ponga fin al asunto, sino que remite a la asamblea de
accionistas para que ésta se avoque como órgano máximo
de la sociedad a la solución del problema, por cuanto el

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Tribunal lo que realiza es una actividad meramente
administrativa para atender así a la protección cautelar
que con su denuncia persiguen los interesados.
Por las razones antes expuestas, este Juzgado Superior
Sexto en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, NIEGA el recurso de casación interpuesto...”.

Con motivo del recurso de hecho interpuesto contra la negativa de

admisión del de casación, la Sala recibió el presente expediente del cual

se dio cuenta en fecha 1 de noviembre de 2005, pasándose a dictar la

máxima decisión procesal bajo la ponencia del Magistrado, que con tal

carácter suscribe el presente fallo, previas las siguientes

consideraciones:

ÚNICO

El Juzgado Superior negó la admisibilidad del recurso de casación

anunciado en el presente juicio, por cuanto la misma se trata de una

decisión fundamentada en el artículo 291 del Código de Comercio.

Sobre este asunto, el artículo 291 del Código de Comercio, prevé

lo siguiente:

“Cuando se abriguen fundadas sospechas de graves


irregularidades en el cumplimiento de sus deberes por
parte de los administradores y falta de vigilancia de los
comisarios, un número de socios que represente la quinta
parte del capital social podrá denunciar los hechos al
Tribunal de Comercio, acreditando debidamente el
carácter con que proceden .
El Tribunal, si encontrare comprobada la urgencia de
proveer antes de que se reúna la asamblea, podrá ordenar,
luego de oídos los administradores y comisarios, la
inspección de los libros de la compañía, nombrando a este
efecto, a costa de los reclamantes, uno o más comisarios,
y determinando la caución que aquellos han de prestar por
los gastos que se originen de tales diligencias.  

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El informe de los comisarios se consignará en la
Secretaría del Tribunal.  

Cuando no resulte ningún indicio de la verdad de las


denuncias, así lo declarará el Tribunal, con lo cual
terminará el procedimiento.
En caso contrario, acordará la convocatoria inmediata de
la asamblea. Contra estas providencias no se oirá
apelación sino en un solo efecto”.

En tal sentido, la Sala Constitucional de este Supremo Tribunal

en sentencia Nº 1923 del 13 de agosto de 2002, expediente Nº 01-1210,

caso: Pedro Oscar Vera Colina y otros , con relación al comentado

artículo 291 del Código de Comercio, indicó lo siguiente:

“…Como se puede observar del análisis de la norma que


antes fue transcrita, la finalidad de la misma es la
salvaguarda de los derechos de las minorías societarias,
para cuyo fin, en caso de que a juicio del juez existan o no
fundados indicios sobre la veracidad de la denuncias , la
providencia judicial definitiva está dirigida a acordar o no
la convocatoria de una asamblea extraordinaria ; de allí
que, según el autor Levis Ignacio Zerpa, “la actuación del
Juez está limitada a resolver si procede o no la
convocatoria de la asamblea”, en la cual, en caso de que
sea acordada, se ventilará si, efectivamente, existen o no
las irregularidades que sean denunciadas, así como todo lo
que se considere pertinente . Es decir, no le está dado al
juez pronunciarse sobre la existencia o no de las
irregularidades, así como tampoco imponer a la asamblea
las medidas que se deben tomar, por cuanto ésta no es la
finalidad de la norma, la cual resguarda el derecho
constitucional a la libre asociación. Es por ello que, como
no se trata de un juicio donde exista contención o
conflicto intersubjetivo de intereses, la decisión que se
tome no es de condena, constitutiva ni declarativa, sólo
está destinada al otorgamiento de la posibilidad, a los
socios minoritarios, de la convocatoria de una asamblea
extraordinaria en la cual se ventilen sus denuncias; de allí
que el Juez tenga facultades bien limitadas, cuales son : a)
ordenar, luego de que escuche a los administradores y
comisario, la inspección de los libros de la compañía, para
lo que nombrará uno o más comisarios; b) luego de visto
el informe del o los comisarios, puede: b.1) en caso de que
a su juicio no existan indicios sobre la veracidad de las
denuncias, declarar la terminación del procedimiento; y

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b.2) si, por el contrario, existen indicios acerca de la
veracidad de las denuncias, acordará la convocatoria
inmediata de la asamblea…”

Ahora bien, luego de las consideraciones anteriores, en relación a

la admisibilidad del recurso de casación contra las decisiones dictadas

con fundamento en el artículo 291 del Código de Comercio, la Sala en

sentencia Nº 452 del 21 de agosto de 2003, expediente Nº 02-565, caso

Corporación 1942, C.A., y Asundina Gagliardi Duarte contra Ernesto

Gagliardi Di Guida , que hoy se ratifica en este fallo, expuso lo siguiente:

“…Partiendo de la naturaleza y características reconocidas


por la doctrina a la jurisdicción voluntaria y a los fines de
resolver el asunto planteado ante esta Sala, cabe traer a
colación la doctrina sentada por este Alto Tribunal, en
sentencia del 10 de agosto de 1989, que de nuevo se
reitera, en los siguientes términos:
A las actuaciones que forman el presente asunto, el Juez
de la causa les aplicó las disposiciones pertinentes que
corresponden a la jurisdicción voluntaria previstas en la
parte segunda, del Título I, del Libro IV del Código de
Procedimiento Civil. Ahora bien, se regula en dicho Título
un procedimiento simple y sencillo compuesto
esencialmente de tres fases: admisión de la solicitud,
reconocimiento del asunto, personas que deben ser oídas y
resolución que corresponda sobre la solicitud. Esta
estructura procedimental revela el carácter esencialmente
sumario de la jurisdicción voluntaria, en el cual
corresponde al Juez instruir en forma casi unilateral el
expediente del caso, sin abrir un auténtico debate judicial
entre las partes, a pesar de que admite dicho
procedimiento la apertura de una articulación probatoria...
De esta manera el legislador acata la directriz impartida
por la doctrina, según la cual la jurisdicción voluntaria
debe ser breve y sumaria. En efecto se trata de un
procedimiento caracterizado no sólo por la forma
unilateral e inquisitiva para la instrucción de los hechos,
sino que debe cumplir con la brevedad exigida por el
legislador para hacer eficaz dicha jurisdicción... Por otra
parte, si bien es cierto que el artículo 896 del Código de
Procedimiento Civil concede la apelación a las
determinaciones dictadas en la jurisdicción voluntaria, lo
cual supondría que también es admisible en dicho
procedimiento el recurso de casación; sin embargo, no son

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compatibles las características del procedimiento
precedentemente comentado, con la mención “juicios
civiles” o “juicios especiales”, a los cuales se refiere el
artículo 312 ejusdem, como requisito de admisibilidad
del recurso de casación ....”. (Negrillas de la Sala).
 
El caso en comento, se enmarca perfectamente en la jurisprudencia

transcrita, pues, la decisión que pretende ser recurrida en casación, se

dictó en un procedimiento tramitado de conformidad con lo dispuesto en

el artículo 291 del Código de Comercio, correspondiente a la jurisdicción

voluntaria, cuyas características son incompatibles con las decisiones

que pueden ser revisadas en esta sede de casación, referidas en el

artículo 312 del Código de Procedimiento Civil, es decir la decisión que

pretende acceder a casación no fue dictada dentro de un juicio

propiamente dicho, en el cual se haya verificado el acto de contestación

y la apertura de la causa a pruebas, entre otras etapas procesales, para

finalmente concluir con una sentencia que cause cosa juzgada material y

formal.

En atención a lo expuesto y aplicando la doctrina ut supra

transcrita, al caso de estudio, la Sala concluye que el recurso de casación

en el presente asunto es inadmisible, como con acierto lo resolvió el Juez

Superior, lo que determina la declaratoria de sin lugar del recurso de

hecho propuesto, tal como se declarará de manera expresa, positiva y

precisa en el dispositivo del presente fallo. Así se decide.

D E C I S I Ó N

En fuerza de las anteriores consideraciones, este Tribunal Supremo

de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, en Sala de

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Casación Civil, administrando Justicia en nombre de la República y por

autoridad de la Ley, declara SIN LUGAR el recurso de hecho propuesto

contra el auto de fecha 27 de septiembre de 2005 dictado por el Juzgado

Superior Sexto en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la

Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas , denegatorio

del recurso de casación anunciado contra la sentencia de fecha 14 de

julio de 2005, dictada por el referido juzgado superior.

Se condena al recurrente al pago de las costas del recurso, de

conformidad con la ley.

Publíquese y regístrese. Remítase el expediente al Juzgado Octavo

de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la

Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas . Particípese

la presente decisión al Juzgado Superior de origen , de conformidad con

lo dispuesto en el artículo 316 del Código de Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de

Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los

treinta (30) días del mes de noviembre de dos mil cinco . Años: 195º de

la Independencia y 146º de la Federación.

Presidente de la Sala y Ponente,

________________________
CARLOS OBERTO VÉLEZ.

Vicepresidenta-Temporal,

______________________________
ISBELIA PÉREZ DE CABALLERO.

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Magistrado,

____________________________
ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ.

Magistrada,

_________________________________
YRIS ARMENIA PEÑA DE ANDUEZA.

Magistrado,

____________________________________
LUÍS ANTONIO ORTÍZ HERNÁNDEZ.

Secretario,

________________________________
ENRIQUE DURÁN FERNÁNDEZ

Exp.: N° AA20-C-2005-000708

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