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CENTRO DE EDUCACIÓN y CAPACITACIÓN TÉCNICA

“MARCIAL ACHARAN”

EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE 04
“REFLEXIONAMOS Y VALORAMOS LOS AVANCES Y DESAFÍOS DEL PERÚ EN EL
BICENTENARIO PARA CONSTRUIR EL PAÍS QUE ANHELAMOS”

SEMANA 13
ANALIZAMOS LA GESTIÓN RESPONSABLE DEL ESPACIO Y EL AMBIENTE DE LOS PUEBLOS
ANTIGUOS DEL PERÚ.
Área: Ciencias sociales Fecha: del 5/07 al 9 /07 del 2021
Grad 2 sección CyD
o °
Competencia Gestiona responsablemente el espacio y el ambiente
capacidades  Comprende las relaciones entre los elementos naturales y sociales
 Maneja fuentes de información para comprender el espacio geográfico
 Genera acciones para preservar el ambiente
Propósito En esta actividad, explicaremos como gestionan responsablemente el espacio y
el ambiente los pueblos antiguos del Perú comparándolo con la población de
las
grandes ciudades del Perú.

Para centrarnos en el tema vemos los siguientes videos.


1. https://youtu.be/nZ60cbnGxRk
2. https://youtu.be/8BSt1vp90VU
3. https://youtu.be/sjYiKXdtBzM

no olviden anotar las ideas más importantes. Esto les servirá para responder a
algunas preguntas del tema.
RECUERDEN QUE LOS VIDEOS YA SE ENVIARON AL GRUPO DE WHATSAPP. SIN
EMBARGO, AQUÍ ESTAN LOS LINKS PARA QUE LO VEAN DIRECTAMENTE EN
YOUTUBE Y ACCEDAN A VIDEOS SIMILARES.

EN FAMILIA RESPONDEMOS LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:


1. ¿Qué significa gestionar responsablemente el espacio y el ambiente?
Cuidar el ambiente con acciones, respetándolas y también propuestas para evitar
contaminar y de verdad ejercer las propuestas de acción.
2. ¿Cómo es la intervención del gobierno en temas ambientales?
Pues a ellos no les importa le da lo mismo son corruptos que no piensan en el pueblo
peruano ellos solo hablan y no hacen.
3. ¿si tu estuvieras en el gobierno qué harías para mejorar la gestión responsable del
espacio y el ambiente?
Pues acciones de frente ayudar al ambiente es que ni con el virus reflexionamos.
Enormes multas por votar basura en las áreas verdes, no fumar no desperdiciar el
agua etc.
Leemos el siguiente texto: “GESTIÓN RESPONSABLE DEL ESPACIO Y
DEL AMBIENTE”, que se encuentra al final de esta ficha.

¡¡¡REFLEXIONAMOS!!!

1
CENTRO DE EDUCACIÓN y CAPACITACIÓN TÉCNICA
“MARCIAL ACHARAN”

¿considerarías ignorantes a las personas indígenas y originarias? ¿Por qué?

No porque siempre pensaban en todos al construir, comer, beber, etc.


Siempre el pueblo y el bienestar de todos.
GESTION RESPONSABLE DEL ESPACIO Y EL
AMBIENTE
PUEBLOS GRANDES CIUDADES ¿QUE PODEMOS HACER?
INDIGENAS Y
ORIGINARIOS
Al ser agrícolas están mejor adaptadas a  Las ciudades generan copiosas Comienza con el factor conciencia.
cualquier clima cambiante. cantidades de residuos sólidos y Es importante generar una
líquidos percepción real de la situación de
nuestro entorno.
Restauran los àrboles y armas de los Además de contaminantes de la Aplicar la técnica de las 3 R
bosques y recursos naturales para evitar atmósfera
grandes cambios de clima.
Sus alimentos y tradiciones afectan ecosistemas locales y Reducir gastos y evitar consumos
pueden ayudar a ampliar y distantes. adicionales a lo importante hoy en dìa.
diversificar las dietas.

Sentían que la naturaleza era parte de


ellos y la trataban de igual a igual
cuidándola y alimentándola.
Su espacio era seleccionado por partes
para que todos estén iguales.

Como en la agricultura y el agua que eso fue y sigue siendo


fundamental para las personas que habitaban y en las guerras siempre
se apoyaban la mayoría gana y la ley era la ley se debe respetar
bastaba con que una persona no respetara la ley para que se llamada
blasfemo y todos lo veian mal o era ejecutada no existía malos
momentos porque todos pensaban en bienestar del pueblo de la
comunidad, los que eran de su origen seguían su lengua y su costumbre
todos se respetaban y respetaban sus costumbre y por eso hubo mucha
paz en su mismo pueblo y por eso crecia mas y mas.

Ahora, considerando las ideas del texto que hemos leído, los videos
que hemos observado, realicemos el reto final

Elaboramos un cuadro comparativo de la gestión responsable del


espacio y el ambiente de los pueblos indígenas y originarios y de las
grandes ciudades.

2
Recuerda que tu cuadro comparativo será evaluado con la siguiente rubrica.
No envíes tu trabajo sin antes verificar que cumpla con los criterios que te piden.

RUBRICA
NIVELE EN EN LOGRA DESTACA
S INICIO PROCESO DO DO
CRITERIOS C B A AD
El cuadro El cuadro El cuadro El cuadro comparativo
Expliqué los cambios y las comparativo no comparativo comparativo explica como
permanencias en la gestión explica como explica de manera explica como gestionaban el espacio
responsable de su espacio gestionaban el imprecisa como gestionaban el y el ambiente los
y de su ambiente de los espacio y el gestionaban el espacio y el pobladores del Perú
pueblos del Perú antiguo. ambiente los espacio y el ambiente los antiguo y como
pobladores del Perú ambiente los pobladores del gestionan el espacio y
Propuse acciones antiguo y como pobladores del Perú antiguo y el ambiente los
personales y colectivas gestionan el espacio Perú antiguo y como gestionan el pobladores del Perú
para promover el uso de y el ambiente los como gestionan el espacio y el actual.
algunas acciones de gestión pobladores del Perú espacio y el ambiente los No presenta errores
responsable del espacio y actual. Además, ambiente los pobladores del ortográficos, de
el ambiente utilizadas por presenta errores pobladores del Perú actual. forma y de fondo.
los pobladores del Perú ortográficos, de Perú actual. Pero No presenta Además, propone
antiguo. forma y de fondo. presenta errores errores acciones para mejorar
ortográficos, de ortográficos, de su espacio y su
forma y de fondo. forma y de ambiente.
fondo.

METACOGNICIÓ
N
Reflexiona sobre las siguientes interrogantes, en tu portafolio.
Para esta actividad necesitas haber desarrollado todas las actividades indicadas en esta ficha.
Preguntas Mis respuestas
¿Qué cosas ya sabía y qué otras he aprendido? Aprendì sobre los indígenas.

¿Cómo he superado las dificultades que se me han presentado? Leyendo.

¿Sobre qué asuntos he podido reflexionar? Que los pueblos antiguas eran mejores con la naturaleza que
hoy en dìa ya que ellos en verdad la querían y la respetaban.
¿De qué me ha servido contestar las preguntas para elaborar Para hacer como idea de como hacer el cuadro y tener
mi loístas las respuestas.
…… (texto, infografía, afiche, etc.)?

¡Felicitaciones! Hemos culminado esta actividad donde


explicamos la gestión responsable del espacio y del
ambiente de los pueblos del antiguo Perú.

En la siguiente actividad, Analizamos los derechos


económicos y las actividades económicas de los pueblos
del antiguo Perú. En dicha elaboraremos una infografía
de las actividades económicas más importantes de los
pueblos indígenas y originarios que debemos respetar.

GESTION
RESPONSABLE DEL ESPACIO Y EL AMBIENTE.

6 FORMAS EN QUE LOS PUEBLOS INDÍGENAS AYUDAN AL MUNDO A LOGRAR EL


HAMBRE CERO
Los pueblos indígenas pueden dar respuestas a la inseguridad alimentaria y a los desafíos del cambio climático
Constituyen sólo el 5 por ciento de la población mundial, sin embargo
los pueblos indígenas son los guardianes esenciales del medio
ambiente. Los territorios indígenas tradicionales abarcan el 22 por
ciento de la superficie terrestre del mundo, pero el 80 por ciento de la
biodiversidad del planeta.
Un tercio de los bosques del mundo, cruciales para reducir las
emisiones de carbono, son gestionados principalmente por pueblos
indígenas, familias, comunidades y agricultores. Los alimentos
cultivados por los indígenas son particularmente nutritivos. Además,
son resilientes al clima y se adaptan muy bien al ambiente, lo que los
convierte en una buena fuente de nutrientes en zonas con climas
difíciles.
Sus formas y medios de vida pueden enseñarnos mucho sobre la
conservación de los recursos naturales, el cultivo sostenible de
alimentos
y la vida en armonía con la naturaleza. Reavivar estos conocimientos que tienen su origen en un patrimonio y legado
histórico es esencial para hacer frente a los retos a los que se enfrentan la alimentación y la agricultura hoy en día y
en el futuro.
He aquí seis de las muchas maneras en que los pueblos indígenas ayudan a luchar contra el cambio climático:
1. Sus prácticas agrícolas son resilientes al cambio climático
A lo largo de los siglos, los pueblos indígenas han desarrollado técnicas agrícolas que se adaptan a entornos extremos,
como las grandes alturas de los Andes, las praderas secas de Kenya o el frío extremo del norte de Canadá. Estas
técnicas puestas a la prueba del tiempo, como la creación de terrazas, que detiene la erosión del suelo, o los jardines
flotantes, que hacen uso de campos inundados, significa que los pueblos indígenas han construido sistemas que son
apropiados para los cada vez más intensos fenómenos meteorológicos y cambios de temperatura que conlleva el
cambio climático.
2. Conservan y restauran los bosques y los recursos naturales
Los pueblos indígenas se sienten conectados con la naturaleza y se sienten parte del sistema en el que viven. Los
recursos naturales son considerados como una propiedad compartida y son respetados como tal. Mediante la
protección de los recursos naturales, como los bosques y ríos, muchas comunidades indígenas ayudan a mitigar los
efectos del cambio climático.
3. Los alimentos autóctonos amplían y diversifican las dietas
Actualmente, el mundo depende en gran medida de un pequeño conjunto de cultivos básicos. El trigo, el arroz, las
patatas y el maíz representan el 50 por ciento de las calorías que consumimos diariamente. Con cultivos nativos con
alto contenido de nutrientes, como la quinua, la oca y la moringa, los sistemas alimentarios de los pueblos indígenas
pueden ayudar al resto de la humanidad a ampliar su limitada base alimentaria.
4. Los alimentos autóctonos son resistentes al cambio climático
Muchos pueblos indígenas viven en entornos extremos y por ello han optado por cultivos que se adaptan a dichas
condiciones. Los pueblos indígenas a menudo cultivan especies nativas que se adecúan mejor a los contextos locales
y son más resistentes a las sequías, a la altitud, a las inundaciones o a otras condiciones extremas. Más ampliamente
extendidos en la agricultura, estos cultivos pueden contribuir a aumentar la resiliencia de las producciones agrícolas,
haciendo frente a un clima cada vez más cambiante en estos tiempos.
5. Los territorios indígenas poseen el 80 por ciento de la biodiversidad del mundo
La conservación de la biodiversidad es esencial para la seguridad alimentaria y la nutrición. El patrimonio
fitogenético y de especies animales se encuentra en bosques, ríos, lagos y pastos. Al vivir una vida natural sostenible,
los pueblos indígenas preservan estos ambientes, lo que ayuda a mantener la biodiversidad de las plantas y los
animales en la naturaleza.
6. Los estilos de vida de los pueblos indígenas se adaptan a los espacios que habitan y son respetuosos con los
recursos naturales
Los pueblos indígenas han adaptado sus formas de vida para adaptarse y respetar su medio ambiente. En las
montañas, los sistemas creados por los pueblos indígenas conservan el suelo, reducen la erosión, conservan el agua y
logran reducir el riesgo de desastres. En los pastizales, las comunidades de pastores indígenas gestionan el pastoreo
de ganado
y el cultivo de forma sostenible para que las praderas preserven su biodiversidad. En la Amazonia, los ecosistemas
mejoran cuando los indígenas los habitan.
La FAO considera a los pueblos indígenas socios valiosísimos en la lucha por la erradicación del hambre y en la
búsqueda de soluciones al cambio climático. Nunca vamos a lograr soluciones a largo plazo para el cambio climático
ni lograremos la seguridad alimentaria y una mejor nutrición sin su ayuda; tampoco lo lograremos si no garantizamos
sus derechos como pueblos.

GESTIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES DE LOS PUEBLOS DEL ANTIGUO PERÚ.


El conocimiento y la práctica ancestral en la administración del agua en las culturas preincas e inca del Perú, deben
ser revalorados y puestos en valor por la ciencia actual y los actores decisorios que gestionan los recursos
hídricos para construir gobernanza.
Si hablamos de soluciones basadas en la naturaleza para la seguridad hídrica, debemos volver la mirada a hace 1400
años, cuando los antiguos habitantes de los Andes en Sudamérica, crearon las amunas (en quechua: retener). Esta fue
–y es— una técnica ancestral para recolectar el agua de la lluvia, en las alturas andinas, a más de 4,000 msnm,
conducirla por acequias de piedra y filtrarla en las fisuras de las rocas para aumentar el volumen hídrico a humedales,
manantiales y puquiales; y, de estas reservas naturales amigables a la biodiversidad, abastecer de agua en época de
escasez a las comunidades ubicadas en las partes bajas, impulsar la agricultura y ganadería, incrementando la
producción de alimentos y vestido, y lograr la seguridad hídrica evitando el deterioro de los servicios
ecosistémicos.
La sabiduría de las culturas prehispánicas entendió que la ingeniería hidráulica debía ser amigable y respetuosa con la
naturaleza y sus servicios ecosistémicos, porque de ello dependía la vida y el bienestar de todos. Y, aún más, les
permitía crear una barrera natural resiliente al cambio climático y los desastres naturales, como huaicos,
inundaciones, aludes, etc. que también se presentaron en aquella época. Y, lo sustancial, dado el trabajo comunal
(minka) en el que todas las familias participaban en las faenas de la gestión del agua, se creó una fuerte cultura
hídrica ligada fuertemente con la religión y la filosofía andina. Los incas perfeccionaron estas buenas prácticas
hídricas, los conquistadores españoles la desintegraron; y, en la Emancipación y la República, fueron al olvido, hasta
hoy.
Cinco siglos después, este conocimiento ancestral de siembra y cosecha de agua, persiste en algunos pocos lugares
serranos, como es el caso de San Andrés de Tupicocha (provincia de Huarochirí, Lima), de casi 1,500 habitantes.
Allí, con un fuerte arraigo y tradición quechua, de generación en generación, superviviendo ante la cultura occidental,
se ha conservado esta cosmovisión y práctica inca, abrazando valores, costumbres, ritos (pagos a la tierra y el agua),
organización social (ayllus), fiestas y trabajo comunal, que se expresan en las amunas, que les permite a sus
pobladores gozar de agua oportuna, limpia y en cantidad necesaria para asegurar una vida social plena, en armonía
con el entorno natural. Este hecho social y antropológico ha llamado la atención de la ciencia moderna, desde
fines del siglo pasado.
El investigador peruano Juan Gómez Torres (2017) en su estudio Las amunas en huarochirí: agua, innovación y
desarrollo, denomina a este saber indígena como ‘conocimiento no occidental’; expresión social que soporta viejos
paradigmas como que lo indígena es rudimentario, antiguo y atrasado; cuando es todo lo contrario, como lo han
demostrado recientemente científicos socioambientales del Imperial College London (Inglaterra), quienes acaban de
concluir una investigación realizada en las amunas de Huamantanga (Canta, Lima).
El estudio publicado en la prestigiosa revista Nature Sustainability, informa que utilizando trazadores colorantes y
monitoreando hidrológicamente las amunas durante tres años, comprobaron que el agua, luego de recolectada en las
alturas, tardó un tiempo promedio de 45 días para brotar en las cuencas media y baja. Es así, que esta recarga de
acuíferos “podrían desviar y retrasar el 35% del agua de la estación húmeda, equivalente a 99 millones de
metros cúbicos por año de agua, a través del terreno natural de Lima, para beneficio durante la estación seca”.
Este antiguo sistema de siembra y cosecha aumentaría el agua disponible en la época de estiaje hasta en un 33% en
los primeros meses, y un promedio de 7.5% para los meses restantes, aliviando el estrés hídrico que ya afecta a
casi 10 millones de limeños.
Las soluciones incas basadas en la naturaleza pueden convertirse en una gran alternativa para la escasez hídrica que
afecta muchos pueblos y naciones en el mundo, especialmente en vías de desarrollo. Construir infraestructura natural
es mucho más barata, sostenible, menos tecnológica, integradora socialmente y casi no contamina el ecosistema;
además de ser una efectiva herramienta para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático y la
contaminación ambiental.
Conocer nuestra historia, investigar, rescatar el saber tradicional, gestionar el conocimiento, conjugar la ciencia y la
tecnología, fomentar la participación social y construir gobernanza, es un proceso que debe ser una constante en la
gestión —pública o privada— del agua, para lograr la tan ansiada seguridad hídrica, el bienestar social, la
conservación de las especies y la preservación del planeta.

CIUDADES MAS SOSTENIBLES DEL MUNDO

La población mundial asciende a 7.600 millones de habitantes


(ONU, 2017) y gran parte se concentra en las urbes, las que más
contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI) y, a la vez, las que mejor esperanza ofrecen para reducir
la huella ecológica a escala global.
El mundo ha experimentado un crecimiento urbano sin
precedentes en las últimas décadas. En 2015, cerca de 4.000
millones de personas (el 54% de la población mundial) vivía
en ciudades y, según las proyecciones, ese número aumentará
hasta aproximadamente 5.000 millones en 2030.
La rápida urbanización trae implícitas numerosas dificultades,
como el creciente desarrollo de barrios
marginales, la insuficiencia de los servicios básicos y la
infraestructura, y el crecimiento urbano incontrolado, que también aumenta la vulnerabilidad de las ciudades ante los
desastres naturales. También se ha demostrado que participan —y muy activamente— en el incremento de la
contaminación atmosférica: según el último informe Ciudades y cambio climático, los asentamientos urbanos son
los responsables de hasta el 70% de los gases de efecto invernadero mientras que solo ocupan el 2% del
territorio mundial.
Se necesita, por tanto, mejorar la planificación y la gestión urbanas para que estos espacios sean más inclusivos,
seguros, resilientes y sostenibles, tal y como reclama el objetivo 11 de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible aprobados por la ONU en 2015.

CIUDADES SOSTENIBLES Y CAMBIO CLIMÁTICO


Las ciudades desempeñan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático: ellas pueden liderar
la transición energética hacia un desarrollo bajo en carbono basado en la eficiencia y las energías renovables.
Una ciudad sostenible es aquella que ha sabido integrar el verde urbano y reducir las emisiones de CO2 para mejorar
la calidad del aire, ha impulsado las energías renovables para conservar y proteger los recursos naturales, ha
implementado con éxito la movilidad sostenible y el uso del transporte público, y ha apostado por la economía
circular.
El Índice de ciudades sostenibles elaborado por ARCADIS en colaboración con el Programa de Naciones Unidas para
los Asentamientos Humanos (ONU- HABITAT), es un informe anual que se apoya en el estudio de tres pilares de
sostenibilidad para elaborar una clasificación con las 100 ciudades más sostenibles del mundo. Dichos pilares
son:
 El componente social: los factores relacionados con la calidad de vida de los habitantes de una ciudad —
sanidad, trabajo y educación.
 El factor ambiental: lo relativo a los condicionantes de la etiqueta verde de una ciudad como, por ejemplo, su
nivel de contaminación, sus iniciativas para promover el reciclaje, la extensión de zonas verdes y así un largo
etcétera.
 El condicionante económico: la salud económica que disfrutan los habitantes de una ciudad.
LÍDERES EN SOSTENIBILIDAD URBANA
Zúrich lidera el Índice de ciudades sostenibles 2016. A su sólida
reputación como ciudad habitable se suma su fuerte apuesta por la
ecología urbana. Una de sus principales iniciativas es convertirse en
una sociedad de 2.000 vatios per cápita para 2050 —2.000 vatios es
la cantidad establecida como uso energético sostenible—. Para
conseguir dicho objetivo los esfuerzos se concentrarán en temas de
eficiencia energética, arquitectura bioclimática, movilidad
eléctrica, así como en la concienciación de sus habitantes.
Singapur es la ciudad más sostenible de Asia y la segunda del mundo.
Se estima que su población superará los 6 millones de habitantes en
2030 y, por ello, el gobierno se ha centrado en mejorar la
movilidad y la conectividad dentro de la ciudad y se ha marcado
el ambicioso objetivo de conseguir que, al menos, el 80% de sus
edificios sean ecológicos en esa fecha.
Estocolmo, la ciudad más grande de Suecia, se posiciona en el tercer
lugar del Índice de ciudades sostenibles 2016. Obtuvo una alta puntuación en medio ambiente y calidad de vida
gracias a la puesta en marcha de numerosas iniciativas para reducir las emisiones de CO 2. Sobresale, sin lugar a
dudas, la evolución de la zona de Hammarby Sjöstad, que ha pasado de zona industrial a barrio ecológico gracias a la
construcción de un sistema sostenible de gestión de agua, energía y residuos.
Las otras ciudades incluidas en este índice de sostenibilidad urbana son Londres, Ámsterdam, Hong Kong, Sídney,
Nueva York, Los Ángeles, Dubái y Kuala Lumpur.

LA CONTAMINACIÓN URBANA EN LA
ACTUALIDAD
El rápido crecimiento de los sistemas urbanos e
industriales, como ya se ha mencionado, ha
traído consigo diferentes problemas ambientales
relacionados con la producción de desechos, la
afectación de los ecosistemas acuáticos y
terrestres, las numerosas emisiones
atmosféricas con sus impactos sobre la calidad
del aire y la atmósfera, la acumulación de ruido,
la contaminación visual y, más recientemente,
la afectación por ondas electromagnéticas.
A nivel urbano, algunos estudios (Sadik, 1991)
muestran cómo, en promedio, una ciudad de un
millón de habitantes consume diariamente
625.000 mts3 de agua, 2.000 toneladas de
alimentos y 9.500 toneladas de combustible; lo
que a su vez genera 500.000 mts3 de aguas
residuales, 2.000 toneladas de desechos sólidos y 950 toneladas de contaminantes atmosféricos; esto sin tomar en
cuenta los procesos industriales. El estudio muestra que estas cifras cambian de acuerdo al tipo de ciudad y de
cultura. Una persona en Nueva York produce tres veces más desechos que una en Calcuta. Además, según cifras del
World Resources Institute en 2009, en la actualidad el 80% de las emisiones a la atmósfera de dióxido de carbono
(CO²), una de las principales fuentes para el calentamiento global, se genera en las ciudades.
Otro aspecto sumamente importante es el efecto que tiene la contaminación sobre la salud humana. Según el Banco
Mundial, cerca de mil millones de personas están afectadas por la contaminación tóxica producida por actividades
industriales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire en las ciudades produce en
la actualidad cerca de un millón de muertes prematuras. Éste es un tema que ha adquirido especial importancia debido
a los altos costos en los sistemas de salud y la productividad laboral.
A nivel urbano, los efectos de las concentraciones de contaminantes en el aire -producto especialmente de la
combustión de combustibles fósiles, tanto en la generación de energía como en la combustión de los automotores, y
de otros materiales orgánicos- muestran cómo los gases de óxidos de azufre (SOx) y óxidos de nitrógeno (NOx)
tienen una
relación directa con las afecciones respiratorias y las tasas de hospitalización; algo similar sucede con el anhídrido
sulfuroso (SO2). Otro gran problema se presenta a nivel intradomiciliario, puesto que los gases que emanan las
fuentes de energía doméstica se constituyen igualmente en una fuente de afectación a la salud humana.
La contaminación hídrica, no solo de las aguas frescas sino también de los océanos, es otro de los grandes impactos
que generan los centros urbanos, tanto por los vertimientos industriales como por los domésticos. Según el Global
Environmental Outlook, publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente en 2007, la
actividad humana ha puesto una gran presión sobre el medio ambiente, lo que ha causado un cambio climático que
altera e intensifica el uso del agua, destruye y contamina los ecosistemas acuáticos y sobreexplota los recursos
pesqueros. A pesar de que el desempeño de las ciudades en el tratamiento de sus aguas residuales ha mejorado
notablemente en los últimos veinte años, se estima que 2.600 millones de personas carecen de sistemas sanitarios y
que muchos de los afluentes domésticos e industriales descargan sus aguas contaminadas directamente a ríos y
quebradas. El ciclo del agua a nivel global se ha visto severamente afectado por las actividades humanas; así lo
evidencia el deterioro de los ecosistemas asociados a los recursos hídricos y el estado de sus condiciones físicas, lo
cual tiene un severo impacto sobre la salud humana. En 2008, la OMS estimó que en los países en vías de desarrollo
mueren 3 millones de personas anualmente por enfermedades relacionadas con la calidad del agua. El reciente
informe de Naciones Unidas Agua en un Mundo Cambiante, publicado por la UNESCO en 2009, reconoce muchas
de estas amenazas y plantea un panorama de crisis y conflicto de no tomarse las medidas del caso.
Otro de los tipos de contaminación urbana que ha empezado a ser estudiado, por sus impactos sobre la salud humana
y la calidad de vida urbana, tiene que ver con el ruido, especialmente aquél producido por fuentes móviles, puesto que
en términos cuantitativos son los automotores los que más ruido producen en las ciudades; a este fenómeno se suman
las fuentes fijas, como fábricas o construcciones. También está la contaminación visual y más recientemente la
contaminación por frecuencia de campos electromagnéticos en el ambiente urbano, particularmente aquéllos
producidos por las antenas para la telefonía celular.

TRATAMIENTO DEL PROBLEMA


En la actualidad existen más de 300 tratados y acuerdos internacionales, algunos de carácter global y otros bilaterales,
relacionados con la protección del medio ambiente. Algunos tratan y regulan aspectos relacionados con la
contaminación de sustancias peligrosas, otros sobre el clima y la protección de la capa de ozono, la contaminación
hídrica, la protección de los ecosistemas y la biodiversidad, la protección de la salud de los trabajadores en ambientes
de trabajo, etc. Además de estos acuerdos, jurídicamente vinculantes, se han puesto en práctica otra serie de
instrumentos complementarios de carácter voluntario. Es el caso del “ Global Compact” de Naciones Unidas, suscrito
en la actualidad por numerosas empresas a nivel mundial, por medio del cual el sector empresarial se compromete
con una serie de prácticas e incorpora dentro de los objetivos de sus empresas principios universales relacionados con
la protección del medio ambiente y la producción más limpia, los Derechos Humanos, las normas laborales y la lucha
contra la corrupción.
Todos estos tratados y acuerdos voluntarios responden no solo a la creciente presión ciudadana y de ONG´s, sino
también a la información arrojada por los estudios e investigaciones científicas realizadas sobre la producción y
manejo de elementos contaminantes (industriales, domésticos, entre otros) y a los severos impactos que éstos tienen
sobre el mundo natural y la calidad de vida del ser humano. Además, han servido de guía a los países para Archivo,
Grupo de Estudios en Sostenibilidad Urbana y Regional (SUR). Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental.
Universidad de los Andes. el diseño y formulación de sus sistemas legislativos, el establecimiento de normas
adecuadas a sus propias condiciones y la creación de la institucionalidad para su aplicación.
Si bien son muchos los avances en este campo, tanto a nivel global como nacional, aún son múltiples los desafíos que
enfrenta la humanidad para alcanzar un desarrollo sostenible. Uno de los principales retos estará en lograr una
economía cero emisiones.

FUENTES Y RFERENCIAS.

Juan Mayr Maldonado. Editor invitado Ambientalista, Ex Ministro del Medio Ambiente. Bogotá D. C.,
Colombia.
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-49932009000200009
https://www.iberdrola.com/medio-ambiente/ciudades-sostenibles
FAO.org. Aprende más acerca el trabajo de la FAO sobre los pueblos indígenas.

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