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RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS EN MATEMÁTICAS

En la actualidad los avances de la sociedad en este caso la evolución tecnológica ha

ocasionado un cambio en la habilidades y capacidades de las personas, lo que hace que se

presente un gran reto a la hora de generar un aprendizaje significativo.

Cuando pasen los años la tecnología consumirá tanto a la sociedad que no será tan necesario

que las personas razonen adecuadamente, posiblemente ni siquiera tengan que hacer un cálculo

matemático, sin duda en este momento en las aulas de clase o incluso para ir al supermercado las

personas utilizan una calculadora para llevar la cuenta de los artículos que compran, en vez de

hacerlo mentalmente.

Algo que, aunque no crean, influye mucho en la necesidad de aprendizaje para ser una

persona íntegra, afectando también en su vida cotidiana.

Anteriormente cuando no se tenía acceso a herramientas como la calculadora, los individuos

tenían un mayor coeficiente intelectual debido a que ponían en desarrollo su razonamiento y

capacidad para resolver problemas cotidianos como lo es ir a comprar unas baldosas para colocar

en el suelo de la casa, es totalmente importante que todos aprendan a resolver problemas

matemáticos para que puedan enfrentarse a diversos desafíos, aunque la mayoría de los padres

resuelven los problemas de los niños en realidad están cometiendo un error, pues esto genera que

ellos se vuelvan dependientes y están obstaculizando su desarrollo personal.

“Los alumnos considerarán que los problemas se resolverán por aplicación directa de las

fórmulas, reglas o procedimientos que el profesor ha explicado, y que están en el libro de texto.”

(Lorenzo y Blanco, 2009, p.83) Es evidente que la mayoría de estudiantes aprende

momentáneamente las fórmulas matemáticas para resolver un problema, dejando a un lado el

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hecho de que ellos deben atender, recordar y aplicar esas reglas, fórmulas y procedimientos, para

de esta forma decir que si los aprendieron.

“La actividad de resolver problemas es esencial si queremos, Es necesario que el docente

motive a los estudiantes a aprender a conseguir un aprendizaje significativo de las matemáticas.

No debemos pensar en esta actividad sólo como un contenido más del currículo matemático, sino

como uno de los vehículos principales del aprendizaje de las matemáticas, y una fuente de

motivación para los alumnos ya que permite contextualizar y personalizar los conocimientos.”

(Godino, 2004, p. 66)

Es necesario que el docente motive a los estudiantes a aprender a resolver un problema ya que

este es el que lleva al alumno a un aprendizaje significativo, le cual el podrá comprobar en su

vida diaria a la hora de resolver problemas sencillos, como lo es ir a la tienda a comprar.

Se propone la teoría de resolución de problemas como una estrategia creadora de

conocimiento y que potencia el desarrollo de competencias en los y las estudiantes, formando la

participación activa y la formación de micro-sociedades dentro del aula, para que las actuales

generaciones desarrollen habilidades que les permitan prepararse para la vida. (Frazatd, 2004).

Además, la resolución de problemas centra el aprendizaje en los y las estudiantes, dando

autonomía para aprender a aprender. De igual forma acerca a los estudiantes a la aplicación de

conocimientos y por ende a encontrar en las matemáticas su verdadera función en la vida real.

En conclusión, se evidencia que la resolución de problemas es necesaria en nuestra vida tanto

escolar como cotidiana para formular, plantear, transformar y resolver problemas a partir de

situaciones de la vida diaria, de las otras ciencias y de las matemáticas mismas. Satisfaciendo las

necesidades básicas de los alumnos como lo son la lectura y la escritura, la expresión oral, el

cálculo, la solución de problemas los cuales son necesarios para poder sobrevivir, desarrollar
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plenamente capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo,

mejorar la calidad de vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar aprendiendo.

Referencias bibliográficas:

Sebastián Bahamonde Villarroel, Judith vicuña Verdugo, Chile 2011, pág. 11

Lorenzo y Blanco, 2009, p.83

Godino, 2004, Didáctica de las matemáticas para maestros, p. 66