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Introducción

En michos momentos llegamos a sentir bastante estrés, ignoramos de que tipo y


como evitarlo simplemente lo sentimos y esto es ocasionado ya sea por saturación
de tareas, conflictos con personas, algunos problemas en cuanto a sistemas
electrónicos o cualquier objeto que ocupemos y presente problemas, por el trabajo
y por muchas otras razones.
El estrés es una reacción ante estímulos de estrés, gran tensión, los cuales llegan
al cerebro y se produce toda una fisiología del proceso de estrés causando cortisol
por parte de las glándulas suprarrenales que se encuentran en los pulmones y por
parte del cerebro, provoca dopamina, estas dos secreciones provocan adrenalina,
la cual genera aceleración de frecuencia cardiaca, respiración, dilata las pupilas,
detiene la digestión y aumenta el metabolismo del hígado, que son respuestas
típicas ante una situación de riesgo. Cuando la dopamina se termina, el estrés se
prolonga y nos produce depresión, problemas de sueño y se acumula el cortisol,
esto impide la regeneración celular, nos volvemos susceptibles a infecciones,
aumenta la irritabilidad, dolores de cabeza y los problemas digestivos. Todo esto
denominado como estrés crónico, pero esto ya sería solamente en un caso
extremo de estrés.
En el proyecto se observarán diferentes tipos de estrés que son el agudo el cual
es el que desaparece rápidamente y también el crónico, del cual mencionábamos.
El cuerpo reacciona ante el estrés liberando hormonas, causando que los
músculos se tensen y aumenta nuestro pulso. Todo el mundo siente estrés de vez
en cuando y esto no es malo, se presenta tanto en humanos que somos seres
racionales como tanto en animales, los cuales ante situaciones de conflicto
presentan estrés ocasionando que su instinto los manipule y reaccionen ya sea
atacando que es la mayor de las veces o huyendo. Aunque se mencionan algunos
síntomas del estrés algunas personas solo presentar algunos signos, unos
cuantos pueden sentir problemas digestivos, mientras que otros presentan
problemas como dolor de cabeza, insomnio, ira e irritabilidad.
Muchas personas tratan de lidiar con el estrés de una mejor manera que oras. Es
importante conocer los aspectos y límites del estrés, con el fin de evitar efectos
graves a la salud
Frase:” No es el estrés lo que nos mata sino como reaccionamos ante él.” Hans
Selye
Isabel Gallardo Ponce
Qué es
Se considera estrés al mecanismo que se pone en marcha cuando una persona se
ve envuelta por un exceso de situaciones que superan sus recursos. Por lo tanto,
se ven superados para tratar de cumplir con las demandas que se le exigen para
superarlas. En estos casos, el individuo experimenta una sobrecarga que puede
influir en el bienestar tanto físico como psicológico y personal.
Las causas que pueden ocasionar el estrés son muchas, pero el estrés no tiene
por qué ser malo, también hay estrés positivo. En estas circunstancias el estrés
actúa como un proceso general de adaptación de los individuos al medio. Por
ejemplo, el estrés puede aparecer cuando alguien tiene frío tensando los músculos
para producir calor, cuando se produce un esfuerzo para hacer la digestión o
cuando alguien se duerme menos para estudiar.
El estrés es imprescindible para la vida. Tenía todo el sentido hace miles de años
cuando el ser humano se dedicaba a la caza y éste le alertaba del peligro. Ahora
las adversidades son muy diferentes y las situaciones cotidianas o laborales nos
llevan a activar ese mecanismo de estrés sin necesidad de que nuestra vida corra
peligro. En algunas ocasiones el estrés no es malo, por ejemplo, una persona
tiene que presentarse a un examen y no tiene ese nivel de alerta o de estrés, su
rendimiento bajará. En el otro extremo, si el nivel de estrés y alerta es más alto del
que se tolera, la persona se bloqueará”. Así pues, un poco de estrés “saludable”
permite a la persona rendir mejor y ser más resolutiva.

Tipos
Según la Asociación Americana de Psicología (APA), el estrés, en su fase normal,
tiene dos tipos:
Estrés agudo: es un estrés que se ocasiona en un breve periodo de tiempo y
normalmente desaparece con rapidez. Es frecuente en todo el mundo, aparece
cuando se vive un proceso nuevo o excitante, o cuando se pasa por situaciones
complicadas, como rupturas de pareja. Dado al escaso tiempo que dura no suele
ocasionar problemas importantes para la salud.
Estrés crónico: se padece durante un periodo de tiempo más prolongado que el
estrés agudo. Este tiempo puede variar desde varias semanas a meses. Las
personas que padecen este tipo de estrés pueden acostumbrarse tanto a la
situación de activación, que pueden llegar a no darse cuenta de que lo viven y
acaban sufriendo problemas de salud. Suele aparecer cuando las personas no ven
una salida a una situación compleja y deprimente, algunas veces aparece por una
experiencia vivida en la niñez que se interioriza y se mantiene latente desde
entonces.
Estrés postraumático
El estrés postraumático se produce cuando el afectado ha tenido que afrontar una
situación traumática en la que estaba en riesgo algo muy importante, incluso la
propia vida o la de un ser querido. Ante ese problema surge una reacción de
miedo intenso que actúa como mecanismo de defensa frente a las amenazas y
tiende a protegernos del peligro. Puede aparecer ante amenazas como un asalto o
una violación,
Estrés laboral
La vida laboral en general tiene una serie de estresores psicosociales que, a
veces, pueden ocasionar conflictos emocionales por la existencia de, por ejemplo,
demandas no razonables o la incapacidad de seguir el ritmo de trabajo.
Frente a las exigencias laborales, se ponen en marcha los mecanismos de
activación, se toman más rápido las decisiones, se acortan procesos de acción, se
ordenan mejor los pensamientos. De esta forma se incrementa el rendimiento y de
ese modo aumentar la productividad del trabajador.
Síntomas
El estrés puede causar muchos síntomas, tanto físicos, como psicológicos y
emocionales. Muchas veces los afectados no relacionan los signos con el propio
estrés, los más frecuentes son:
Dolor de cabeza: es el tipo más frecuente, todo el mundo ha tenido dolor de
cabeza alguna vez. El más común es el dolor de cabeza tensional (provocado por
la tensión muscular que ejercemos sobre la cabeza, la mandíbula y el cuello entre
otros), generado por el estrés o la ansiedad de forma habitual.
 Mala memoria.
 Diarrea (exceso de heces acuosas y blandas) o estreñimiento o dificultad
para eliminar heces.
 Falta de energía o de concentración: la gente se centra tanto en un tema,
que le cuesta prestar atención al resto de cosas, perdiendo de ese modo
parte de la concentración.
 Cambios de la conducta.
 Problemas de salud mental: como ansiedad o depresión.
 Problemas cardiovasculares y musculo esqueléticas: cuando el estrés se
prolonga mucho tiempo.
 Cambios en el peso: generado por los malos hábitos alimentarios
vinculados con el estrés. Los cambios de apetito suelen ir acompañados
habitualmente de un estilo de vida sedentario.
 Problemas estomacales.
 Cansancio constante y prolongado.
 Problemas a nivel sexual: el cansancio generado por el estrés puede
prolongarse provocando problemas en muchos ámbitos de la vida, incluido
el sexo.
 Rigidez en la mandíbula y el cuello: que puede ocasionar dolores de
cabeza.
 Insomnio o exceso de sueño: la dificultad para conciliar el sueño es una
causa frecuente de estrés, afectando tanto a la cantidad como a la calidad
del sueño.
 Desgaste a nivel celular y envejecimiento: con el descanso se puede
recuperar y hacer reversible el proceso de desgaste por estrés. Si alguien
no duerme de forma continuada evitará en un estado de hiperactividad
continuado y se le acumularán los sucesos estresantes. En estos casos, la
persona afectada puede llegar a tener problemas de salud, tanto físicos y
como mentales.

Causas
Por tanto, el estrés sirve como estímulo frente a situaciones importantes para la
persona afectada, como puede ser la pérdida de un ser querido, la quiebra
económica o frente a una boda. También puede servir como mecanismo de
respuesta, según la Sociedad Española para el Estudio del Estrés y la Ansiedad
(SEAS), el estrés se manifiesta en una primera fase de activación o preparación
de la persona frente a este estímulo; después hay un periodo de mantenimiento
del estado de alta actividad y, por último, cuando se ha superado la situación, se
pasa a una fase de agotamiento en la que la alta actividad cae bruscamente.
Para adaptarse a las exigencias o a las necesidades activamos el proceso del
estrés que permite adaptarse y se manifiesta con reacciones como agilizar el
pensamiento, emplear una conducta más enérgica, aumentar la eficacia para
superar determinadas situaciones con éxito. A lo largo del día podemos vivir estrés
sin consecuencias negativas, además puede favorecer al aumento de la
autoestima al lograr incrementar el rendimiento y superar los retos y metas fijadas.

Métodos para el manejo del estrés


El estrés es necesario para superar las situaciones que demandan más esfuerzo y
activación: lo que es necesario prevenir es el exceso de este. Es beneficioso saber
detectar este estrés y ver si se repite de forma innecesaria para poder frenarlo y
evitar poner en riesgo la salud y el bienestar.
A menudo la gente se topa con situaciones que requieren una mayor inversión de
energía para poder resolverlas con éxito, pero no hay que sobrepasar el límite
gastando fuerzas de forma innecesaria. Muchas veces lo que hay que hacer es
pararse y analizar el problema desde otra perspectiva y tomar otros caminos, si es
necesario. Además, ayuda tener una mayor confianza en uno mismo y las propias
capacidades para poder solventar los contratiempos con el menor estrés posible..
Existen muchas maneras de manejar el estrés.
Reconozca las cosas que no puede cambiar. Aceptar que no puede cambiar
ciertas cosas le permite dejarlas ir y no alterarse. Por ejemplo, no puede cambiar
el hecho de que debe conducir durante la hora pico. Pero puede buscar maneras
de relajarse en el trayecto, como escuchar un podcast o un audiolibro.
Evite las situaciones estresantes. Siempre que le sea posible, aléjese de la
fuente del estrés. Por ejemplo, si su familia discute en los días festivos, dese un
descanso y salga a caminar o a dar una vuelta en el auto.
Haga ejercicio. Realizar actividades físicas todos los días es la mejor y más fácil
manera de lidiar con el estrés. Al hacer ejercicio, su cerebro libera químicos que lo
hacen sentir bien. También puede ayudarle con su energía reprimida o su
frustración. Busque algo que disfrute, ya sea caminar, montar en bicicleta, jugar
softball, nadar o bailar, y hágalo por al menos 30 minutos la mayoría de los días.
Cambie su perspectiva. Intente desarrollar una actitud más positiva ante los
desafíos. Puede hacerlo reemplazando los pensamientos negativos con
pensamientos más positivos. Por ejemplo, en lugar de pensar, "¿por qué siempre
todo sale mal?", cambie esa idea por, "puedo encontrar una manera de superar
esto". Puede parecer difícil o tonto en un principio, pero podría descubrir que esto
le ayuda a dar un giro a su perspectiva.
Haga algo que disfrute. Cuando el estrés lo tenga decaído, haga algo que
disfrute para ayudar a ponerlo de pie de nuevo. Puede ser algo tan simple como
leer un buen libro, escuchar música, ver su película favorita o salir a cenar con un
amigo. O comience un nuevo pasatiempo o clase. Sin importar lo que elija, intente
hacer al menos una cosa al día que sea solo para usted.
Aprenda nuevas maneras para relajarse. La práctica de técnicas de relajación
es una gran manera de lidiar con el estrés del día a día. Las técnicas de relajación
le ayudan a disminuir el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea. Existen
muchos tipos, desde respiraciones profundas y meditación hasta yoga y taichí.
Tome una clase o intente aprender de libros, videos o recursos en línea.
Conéctese con sus seres queridos. No deje que el estrés se interponga entre
usted y su vida social. Pasar tiempo con familiares y amigos puede ayudarle a
sentirse mejor y olvidarse del estrés. Confiar sus problemas a un amigo también
puede ayudarle a resolverlos.
Duerma lo suficiente. Descansar suficientemente durante la noche puede
ayudarle a pensar con más claridad y a tener más energía. Esto hará que sea más
fácil manejar cualquier problema que pueda surgir. Intente dormir entre 7 y 9 horas
todas las noches.
Mantenga una dieta saludable. Comer alimentos saludables ayuda a darle
energía a su cuerpo y su mente. Evite los refrigerios con altos contenidos de
azúcar y consuma muchas verduras, frutas, granos integrales, lácteos reducidos o
libres de grasas y proteínas magras.
Aprenda a decir que no. Si su estrés viene de realizar demasiadas tareas en
casa o en el trabajo, aprenda a establecer límites. Pida ayuda a los demás cuando
la necesite.
El estrés en el desempleo laboral y como manejarlo
Hay varios efectos notorios dentro del trabajo cuando existe estrés, a los cuales se
debe prestarles la atención adecuada para que no sean perjudiciales en la
empresa. Efectos del estrés laboral en el individuo. Al hablar de estrés
directamente se habla de una persona quien lo posee, el cual afecta de manera
diferente, según sea la situación. Este puede afectar directamente la salud de la
persona o incluso provocar un agotamiento mental, lo cual lo lleve a desencadenar
varios problemas psicológicos a los cuales habría que prestarle atención
inmediata. El estrés afecta de forma diferente a cada individuo, puede dar
comportamientos disfuncionales no habituales en el trabajo, e incluso contribuir a
la mala salud física y mental del individuo. 28 Sí la persona trabaja en un entorno
donde el estrés es evidente es difícil encontrar un balance favorecedor a la vida
cotidiana y laboral, ya que esta de una manera u otra afectara significativamente el
entorno en donde él se desenvuelva. Es importante mencionar que al momento de
existir estrés este no solo afecta las relaciones externas sino también la física es
entonces cuando las defensas bajan y la posibilidad de contraer enfermedades es
mucho más alta. Efectos del estrés laboral en las entidades. Cuando el estrés es
un factor que afecte a las personas de la empresa, esto llegará a ser perjudicial
para la misma, porque los individuos o entidades involucradas no podrán brindar
los resultados esperados y por ende la productividad bajara significativamente y
tendrá su repercusión en la estabilidad que esta pueda tener en el mercado
laboral.
La prevención del estrés laboral es, por lo tanto, una meta importante y
proponerse que requiere un proceso escalonado. Acciones preparatorias y
detección de signos de estrés laboral. El primer paso en el proceso de manejo de
estrés es una fase preparatoria en la cual se toman varias acciones.
 Asegurar el compromiso de la gerencia y de toda la organización la
atención del estrés laboral a nivel organizacional y de todas las unidades de
trabajo. Esto es absolutamente necesario para que los resultados sean
exitosos.
 Crear conciencia de estrés laboral, es importante tanto para los
trabajadores y también los patrones y así lograrlo entender. Esto puede
lograrse a través de campañas de concienciación apoyadas por información
verbal o escrita.
 Dado que el apoyo de la familia y de la comunidad es importante,
particularmente en los países en desarrollo, es necesario incluirlos en el
proceso de manejo de estrés laboral, atender particularmente la interacción
trabajo y hogar.
 Recolectar evidencia de los indicadores de estrés laboral en la compañía.
El uso de métodos iguales o estandarizados permitirá comparar distintos
grupos de empleados con diferentes tareas.
 Involucrar a los miembros de la comisión conjunta de seguridad y salud en
el trabajo en cuando éstas existan. Estas comisiones son requeridas por la
ley en la mayoría de los países de América Latina, la cual algunos países
latinoamericanos han firmado. A pesar de que estas comisiones no son tan
poderosas ni están tan adiestradas como sería deseable, la mayoría está al
tanto de las regulaciones nacionales sobre salud y seguridad.
 La retroalimentación y la participación del trabajador es esencial en todas
las fases del proceso de manejo de estrés. Nadie conoce mejor su trabajo
mejor que el trabajador.
 Establecer metas con límites e tiempo en términos de uno o más puntos de
vista.

Segunda fase: Analizar los factores y grupos de riesgo. En esta fase se


desarrolla un análisis más detallado de la situación. La información nueva permite
adentrarse en las condiciones del trabajo y las características individuales de los
trabajadores, lo cual facilitara la identificación de las fuentes de estrés en el trabajo
y, por ende, de los trabajadores en riesgo.

Tercera fase: Diseñar un plan de acción. Las acciones y las soluciones deberán
enfocarse, principalmente, en cambios en la cultura organizacional y en la
organización del trabajo, así como, redistribuir el trabajo entre colegas, introducir
la rotación en el trabajo, ampliar el trabajo. Enriquecer el trabajo, mejorar las
habilidades gerenciales, hacer mejoras ergonómicas en el lugar de trabajo,
mejorar los horarios de trabajo, así como en los periodos de trabajo y de
descanso, el implementar consultas directas con el trabajador, mejorar la
comunicación entre los grupos de trabajadores, o entre el cliente y el trabajador o
los trabajadores y entre los trabajadores y sus supervisores, proveer reglas y rutas
de promoción claras.

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