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Definición

El estrés es una condición psicológica y física que altera el estado normal del cuerpo,
generan afecciones o cambios notorios en la persona, cuyos efectos inciden en la salud
física y mental, en el rendimiento laboral y académico, provocando preocupación y
angustia. (9)
Clasificación
Estrés positivo
Es aquel estrés que nos estimula a enfrentarnos a los problemas y situaciones con la
intención de extraer algo beneficioso. Permite que seamos creativos; provoca
motivación y energía.
Estrés negativo

El estrés negativo, también llamado distrés, es aquel que produce ansiedad ante una
situación que nos consideramos incapaces de controlar. Afecta a nuestro organismo y
puede provocar reacciones físicas y psicológicas, debido a que perjudica nuestra salud y
que, por tanto, debemos combatir.

Estrés agudo

Es el tipo de estrés más habitual. Se origina por las exigencias a las que nos
sometemos y de nuestra incapacidad para centrarnos en el presente. El estrés agudo es
emocionante y fascinante en pequeñas dosis, pero cuando es demasiado resulta
agotador.
Estrés agudo episódico
Cuando el estrés agudo se repite de forma continuada, pasa a convertirse en estrés
agudo episódico, es decir, recurrente.

Esta situación se produce ante:

 Personas que asumen demasiadas responsabilidades.


 Falta de organización.
 Elevada autoexigencia.
 Alta competitividad.
 Personalidad impaciente.
 Preocupación constante.
Estrés crónico
Cuando el estrés agudo se alarga en el tiempo, sin periodos de relajación, se
convierte en estrés crónico.

Es un tipo de estrés que surge ante situaciones complejas y duraderas:

 Problemas financieros.
 Familias disfuncionales.
 Problemas laborales.
 Traumas infantiles interiorizados.

o incluso

 Situaciones bélicas.
 Conflictos sociales.
Factores de riesgo
Los distintos tipos de estrés provocan problemas de salud como trastornos
psicosomáticos, ansiedad, depresión o afecciones cardíacas, entre otras. Por lo que es
fundamental conocer los factores de riesgo que desencadenan la alteración y evitarlos en
la medida de lo posible.
Agente psicológico
 Timidez. Varios estudios señalan que las personas más introvertidas y con una
mayor sensibilidad son más propensos a sentirse abrumados en situaciones
estresante. Asimismo, al ser más cerradas sufren más la presión y la sensación
de descontrol.
 Autoinfluencia. Se refiere a la manera de interiorizar las situaciones y
“digerirlas”. Unos reaccionan con más estrés y otros se quedan en la serenidad.
 Predisposición a padecer ansiedad. Hay individuos que de por sí tienden a ser
más ansiosos e inquietos y ello, les mantiene aún más en estrés.
Agente psicológico
 El fin de una rutina o hábito. Adaptarse a una nueva rutina siempre cuesta, ya
que la mente y el cuerpo necesitan de tiempo para integrarse en el nuevo
escenario.
 Alteraciones inesperadas. Una inestabilidad emocional y mental puede ser
mayor o menor, en función de cada persona y de las circunstancias vividas.
 Sucesos dramáticos inevitables. Hablamos por ejemplo del fallecimiento de un
familiar, de un accidente o de la enfermedad de un ser querido.
Signos y síntomas
Enfermar de forma frecuente:
Diversos estudios muestran que las personas que sufren estrés crónico son más
propensas a infecciones y enfermedades.

Insomnio y fatiga:

El riesgo de insomnio, cada vez más extendido en nuestra sociedad, cuando los
niveles de estrés aumentan y produce un aumento de fatiga que nos impide pensar y
solucionar correctamente los retos que se nos presentan. Es un círculo vicioso
peligroso que hay que intentar romper.

Depresión

Ciertos estudios muestran asociación entre el estrés y la depresión. Aunque el


hecho de que dos factores estén asociados no quiere decir que el estrés sea causa de
depresión sí que hay que tener en cuenta que esta relación existe y que la sobrecarga
mental y física que supone el estrés crónico puede acabar minando también tu ánimo.

Aumento de los niveles de cortisol:

Las situaciones de estrés aumentan tus niveles de cortisol ayudándote a movilizar


sustratos de tu cuerpo para tener la energía necesaria para afrontar esta situación
excepcional. Aunque esto es bueno cuando sucede a corto plazo, la elevación
continuada del cortisol en nuestro cuerpo repercute negativamente en nuestro sistema
inmunitario, afectando a nuestra salud con problemas como tensión elevada, diabetes,
causando situaciones como las que te nombrábamos antes (insomnio, bajo estado de
ánimo, bajos niveles de energía, etc.) o aumentando la destrucción muscular y
afectando a tu recuperación post-entrenamiento.

Disminución de los niveles de testosteronas

La testosterona es una hormona producida tanto en hombres como en mujeres,


aunque producida en mayor cantidad en varones. Esta hormona es una hormona
anabólica (de creación) que se encarga, entre otros aspectos, de la regeneración de tus
tejidos (musculatura, por ejemplo) o de tu apetito sexual.
Cuando los niveles de cortisol se elevan, los niveles de testosterona bajan ya que
son inversamente proporcionales. Por este motivo, el estrés crónico, puede hacer que
disminuya tu apetito sexual (libido) y también que tengas más dificultades en
recuperarte de tu sesión de ejercicio físico.

Problemas digestivos:

El estrés se asocia con diversas patologías que afectan a nuestro aparato digestivo,
como: el síndrome de colon irritable, distintos tipos de inflamaciones intestinal,
úlceras gastroduodenales, reflujos esofágicos y ardor de estómago, entre otros.

Taquicardia (Frecuencia Cardiaca elevada):

El estrés puede hacer que tu corazón sea menos eficiente y aumente las
pulsaciones por minuto (ppm) en tu día a día.

Varios estudios han mostrado que altos niveles de tensión pueden causar un
latido del corazón rápido o la tarifa de corazón. Acontecimientos agotadores o tareas
también pueden aumentar la tarifa de corazón.

Por otro lado, se debe saber que el aumento de los latidos del corazón de forma
crónica y durante las actividades de la vida diaria pude darse por el exceso de bebidas
alcohólicas o con cafeína, padecer de hipertensión, enfermedad relacionada con la
glándula tiroides u otras enfermedades del corazón.

Cambios en el apetito y sobrepeso:

Un estudio revela que el estrés puede aumentar tus ganas de comer sin hambre.

Irritabilidad y menos empatía:

Cuando la sensibilidad por ciertos comentarios aumenta considerablemente, acude


a un profesional, el problema no está en los otros, si no en ti. Además, el estrés puede
ser el causante de que pierdas los papeles de forma frecuente. Cuando estás en
equilibrio mental y físico, nada puede hacerte saltar de la silla con un sentimiento de
ira hacia una situación o persona.

Pérdida de memoria y concentración:


Cuando superamos una crisis, los niveles de cortisol caen y el cuerpo se recupera,
pero si la tensión no pasa, el cuerpo funcionara mal provocando ansiedad, depresión,
dolores de cabeza, problemas de sueño y además perdida de la memoria.

Dolor de cabeza:

Muchos estudios han encontrado que el estrés puede contribuir a tener dolores de
cabeza o en la región de las cervicales (nuca). Ese dolor de cabeza que aumenta al
intentar concentrarte y que permanece, en mayor o menor medida, durante todo el día.

Complicaciones:
Podrías tener problemas para dormir o con tus sistemas corporales incluyendo
inmunitario, digestivo, cardiovascular y reproductivo. También puedes correr un mayor
riesgo de desarrollar una enfermedad mental, como un trastorno de ansiedad o
depresión.

2.3. Definición de términos básicos.


Ansiedad: Estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una extensa
excitación y una extrema inseguridad.
Depresión: Trastorno de humor que se caracteriza por un estado prolongado, asociado
habitualmente a síntomas físicos y social.
Estresores: Son estimulo, condiciones o situaciones que generan estrés.
Estrés: Conjunto de alteraciones que se producen en el organismo como respuesta física
ante determinados estímulos repetidos.
Estrés laboral: Son las nociva reacciones físicas y emocionales que ocurren cuando la
exigencia de trabajo no iguala las capacidades, recurso y las necesidades.
Crisis económicas: Es un periodo en el cual una economía afronta dificultades durante
un tiempo prolongado.
Factor social: Conductas plurales que explican o impiden para la aparición o desarrollo
de hechos sociales.

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