Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TRUJILLO
AÑO:
4°
2015
Platón habla de las Ideas principalmente en tres pasajes del dialogo: pasaje de
la alegoría del sol, pasaje de la línea dividida y el pasaje del “Mito de la
Caverna”.
a) Pasaje de la metáfora o alegoría del sol: en este pasaje Platón compara la
Idea de Bien con el sol. Del mismo modo que el sol es necesario para la
existencia de los seres vivos y gracias a su luz podemos contemplar todos los
demás seres.
“De todo germen o ser vivo, sea planta o animal, sabemos que, si nacen en un
clima poco favorable y, por otra parte, no tienen ni el alimento ni la temperatura
que necesitan, se corrompen tanto más cuanto su naturaleza es más robusta,
porque el mal es más contrario a lo que es bueno que a lo que no lo
es”Pag.271-272(CAP. VI).
El Bien tiene una doble acción causal: sobre las ideas y sobre las cosas
“Imagínate que el bien y el sol son dos reyes, el uno del mundo inteligible y el
otro del mundo visible; no digo del cielo por temor de que creas que, con
ocasión de esta palabra, quiero dar lugar a un equívoco. Aquí tienes por
consiguiente, dos especies de seres, uno visibles y otros inteligibles”. Pág. 296
(CAP. VI).
Debemos insistir en la importancia de la Idea del Bien. Según Platón, el Bien es
la idea suprema, la que preside el mundo de las Ideas. En torno a La idea de
Bien se estructura la jerarquía de las ideas. La idea de Bien es, también, el
punto de referencia del conocimiento, de la política, de la virtud y de la
armonía, cuatro conceptos claves que rigen el pensamiento de Platón.
El conocimiento del Bien es, por tanto, el verdadero conocimiento científico y
racional “En el mundo inteligible pueden considerarse la ciencia y la verdad
como imágenes del bien, pero no habrá razón para tomar la una o la otra por el
bien mismo, cuya naturaleza es de valor infinitamente más elevado”. Pág. 295-
296(CAP. VI).
También la Idea de Bien, es la referencia de todo comportamiento ético y de
toda actividad política. El hombre y la ciudad se unen en la idea de Bien y
deben tender hacia ella. La actuación correcta es la actuación ordenada
respecto al Bien.
El Bien permite establecer la unión existente entre lo público y lo privado, entre
el individuo y la ciudad.
b) La analogía o símil de la línea:
En la última parte del libro VI Platón utiliza la analogía o símil de la línea para
expresar las dos regiones de la realidad, sus divisiones y los tipos de
conocimiento que le corresponden: “Toma pues, una línea cortada en dos
partes desiguales, y cada una de estas, que representan el mundo visible y el
mundo inteligible, cortada a su vez en otras dos, proporcionales a las primeras,
y tendrás de un lado la parte clara y del otro la parte oscura de cada uno de
ellos”.Pag.297. Entonces Platón nos pide que dividamos una línea en dos
segmentos desiguales (AC y CB) y que volvamos a cortar cada uno de esos
segmentos (obtenemos así AD, DC y CE, EB). Cada subsección representa
una clase de objeto y de conocimiento en sucesión creciente de realidad y
claridad: el mayor tamaño de CB respecto de AC indica la primacía del género
de realidad y de conocimiento representado por CB respecto de los
representados por AC.
El asunto central de la analogía de la línea: una línea dividida en 4
segmentos, de la cual se sirve Platón para explicar los grados de ser y las
correspondientes clases de conocimientos, es decir, la concepción de la
realidad (ontología) y la concepción del conocimiento (epistemología).
CB: se refiere al Mundo Inteligible y al conocimiento de dicho mundo, el
conocimiento intelectual (habitualmente llama a este conocimiento ciencia o, en
griego, epistéme);CE es menor que EB porque CE representa un tipo de
realidad y de conocimiento menos perfecto que el representado por EB:
CE: entidades matemáticas y conocimiento matemático (pensamiento
discursivo);
EB: las Ideas, particularmente la Idea del Bien y su conocimiento (la dialéctica,
inteligencia, ciencia en sentido estricto o filosofía).
AC se refiere al Mundo Sensible (en dicho texto de la “República” emplea la
expresión “mundo visible”) y al conocimiento de dicho mundo, doxa u opinión;
AD: es menor que DC porque AD representa un tipo de realidad y de
conocimiento menos perfecto que el representado por DC;
AD: sombras, reflejos de los objetos en el agua y los objetos pulidos; Platón
llama a este conocimiento conjetura;
DC: las cosas físicas o materiales que da lugar al conocimiento denominado
creencia.
Pasaje del “Mito o alegoría de la Caverna: en el libro VII de la República Platón
introduce este mito para exponer su teoría de las ideas explica el estado del
alma con relación a cada conocimiento valiéndose de la siguiente comparación:
Los hombres son como unos prisioneros encadenados en el interior oscuro de
una caverna (representa el mundo sensible), lo único que conocen del mundo
son las sombras que se proyectan en la pared de la misma y piensan que estas
sombras son realidades, cuando únicamente son "opiniones". Pero si se
atreven a salir de la caverna, es decir, de la ignorancia o de la mera opinión,
descubrirán que las sombras que se reflejaban en la pared no eran más que
apariencias de la verdadera realidad, las Ideas, representada por el exterior de
la caverna. Ahora bien, no todos los hombres se atreven a salir de la ignorancia
del mundo sensible, sólo los filósofos lo hacen, y al conocer la verdadera
realidad son los más capacitados para gobernar la polis, de acuerdo con las
ideas de Justicia y Bien.
Imagínate a unas personas, nos dice Platón en este pasaje, que habitan en una
caverna subterránea. “Hombres encadenados desde la infancia, de suerte que
no puedan mudar de lugar ni volver la cabeza a causa de las cadenas que les
sujetan las piernas y el cuello, pudiendo solamente ver los objetos que tienen
enfrente”. Pág.300.
Una caverna con unos extraños moradores encadenados, de la cual se sirve
Platón para explicarnos el camino que el auténtico filósofo debe transitar para
acceder, por todos los niveles de conocimiento, hasta la verdadera Sabiduría.
Detrás de ellas hay un muro alto y por detrás del muro caminan unos seres que
se asemejan a las personas. Levantan diversas figuras por encima del borde
del muro. Detrás de estas figuras arde una hoguera, por lo que se proyectan
sombras en la pared de la caverna. Han estado sentados en la misma postura
desde que nacieron y, por ello, creen que las sombras son lo único que existe.
Imagínate ahora, que uno de los habitantes consigue soltarse. Pág. 300.
¿Qué crees que sucede cuando se vuelve hacia las figuras que son sostenidas
por detrás del muro? Evidentemente, lo primero que ocurrirá es que la fuerte
luz le cegará y también le cegarán las figuras nítidas. Si consiguiera atravesar
el muro y el fuego y llegar a la entrada de la caverna el reflejo de los objetos del
exterior y la luz le cegarían aún más. Pero después de haberse restregado los
ojos y salir al exterior vería verdaderos animales y flores de los que las figuras
de la caverna sólo eran malas copias. Pero entonces se preguntaría a sí mismo
de dónde vienen todos los animales y las flores.
Entonces vería el sol en el cielo, y comprendería mediante la razón que es el
sol el que gobierna todo el mundo visible (el que da vida a todos los animales y
las flores de la naturaleza).
“El antro subterráneo es este mundo visible; el fuego que le ilumina es la luz del
sol; en cuanto al cautivo, que sube a la región superior y que la contempla, si lo
comparas con el alma que se eleva hasta la esfera inteligible, no erraras por lo
menos, respecto a lo que yo pienso, ya que quieres saberlo”Pag.303.
Poniendo en análisis la metáfora en la que nos representa a nuestra alma
como un prisionero -o esclavo- encadenado en lo más profundo y oscuro de
una cueva -que representa el cuerpo y, a la vez, la ignorancia- y nos relata la
liberación de éste, y por tanto el camino hacia la verdad ... y la luz.
El conocimiento de la unidad, en este caso, es una de las cosas que elevan el
alma y la vuelven hacia la contemplación del ser.
“Eleva la parte más noble del alma hasta la contemplación del mas excelente
de los seres, como en el otro caso, el más penetrante de los órganos del
cuerpo se eleva a la contemplación de los más luminoso que hay en el mundo
material y visible”. Pag.324.
Esta asociación de ideas, la luz y la sabiduría, por un lado, y la oscuridad y la
ignorancia por otro, no sólo es muy habitual en Platón, que ya le dedicó otros
fragmentos de "La República", sino también de muchos otros filósofos
racionalistas, como Descartes, que siempre hablaba de "la luz de la razón"
para referirse a las ideas verdaderas.
Por otra parte, en Platón tiene mucha importancia la idea de que el cuerpo, los
sentidos, la materia, son la fuente del error y lo que nos mantiene en la
ignorancia, y que por tanto la tarea de nuestra alma (nuestra parte racional, que
hoy la llamaríamos pensamiento o consciencia) es liberarse de esas "cadenas",
"ataduras", que son las falsas opiniones.
“Así el que se dedica a la dialéctica, renunciando en absoluto al uso de los
sentidos, se eleva, solo mediante la razón hasta lo que es cada cosa en sí, y si
continua sus indagaciones hasta que haya percibido mediante el pensamiento
el bien en sí, ha llegado al termino de los conocimientos inteligibles, así como
el que ve el sol ha llegado al termino del conocimiento de las cosas
visibles”.Pag.324.
Está comúnmente aceptado que Platón nos explica en este pasaje su visión
acerca de la experiencia de alcanzar un grado superior de sabiduría,
abandonar el conocimiento de las cosas, para profundizar en el de las ideas, y
como este camino ni es fácil, ni es comprendido por la mayoría, se requiere de
un método dialectico y que este método es el único por el que puede llegarse
con regularidad a descubrir la esencia de cada cosa; por lo que la mayor parte
de las artes se ocupa de las opiniones de los hombres, que dejando de un lado
la hipótesis, se encamina hacia el principio de la verdad mediante el estudio de
las la ciencias.
Al afirmar Platón que existen dos mundos nos referimos a ello con la expresión
“Dualismo platónico”, pero ¿Qué relación existe entre ambos? Según Platón el
mundo sensible participa o imita al mundo de las ideas. Se dice que el mundo
sensible depende ontológica y gnoseológicamente del de las ideas ("ontología"
se refiere al ser, y la gnoseología al conocer). Ontológicamente porque el
mundo sensible es como una copia imperfecta del mundo inteligible, y sin el
modelo que son las ideas no podría existir el mundo sensible. Y
gnoseológicamente porque si nuestra alma (que es la que conoce) no estuviera
en contacto con las ideas, no podríamos re-conocer las cosas del mundo
sensible como lo que realmente son para Platón: copias imperfectas de las
ideas.
En el Libro VII de su obra “La República” Platón explica el estado del alma con
relación a cada conocimiento valiéndose de la siguiente comparación:
Los hombres son como unos prisioneros encadenados en el interior oscuro de
una caverna (representa el mundo sensible), lo único que conocen del mundo
son las sombras que se proyectan en la pared de la misma y piensan que estas
sombras son realidades, cuando únicamente son "opiniones". Pero si se
atreven a salir de la caverna, es decir, de la ignorancia o de la mera opinión,
descubrirán que las sombras que se reflejaban en la pared no eran más que
apariencias de la verdadera realidad, las Ideas, representada por el exterior de
la caverna. Ahora bien, no todos los hombres se atreven a salir de la ignorancia
del mundo sensible, sólo los filósofos lo hacen, y al conocer la verdadera
realidad son los más capacitados para gobernar la polis, de acuerdo con las
ideas de Justicia y Bien.
Platón hace referencia a la afinidad del alma con las ideas y su proceso de
ascensión hasta la idea del Bien. Siguiendo la doctrina del orfismo (doctrina
mistérica de la antigua Grecia), Platón concibe al hombre como un ser
compuesto de alma y cuerpo. El cuerpo, corruptible y perecedero, es visto por
Platón como un lugar (cárcel) de alojamiento temporal del alma. En el Fedro
(mito del carro alado), Platón nos relata cómo el alma se aferra en su caída al
primer cuerpo que encuentra, y le confiere vida. Alma y cuerpo están unidos
accidentalmente, como el barquero y la nave. Al morir el cuerpo, el alma
cambia de destino, subiendo o bajando en la jerarquía de las vidas.
En el alma distingue Platón tres partes: a) Concupiscible: reside en el
abdomen, y de ella provienen las pasiones inferiores: el hambre, la sed, el
deseo sexual. Es mortal. Su virtud es la templanza.
b) Irascible: reside en el tórax, y es la fuente de las pasiones nobles. Es
inseparable del cuerpo y perece con él en el momento de la muerte. Su virtud
es el coraje, valor o fortaleza.
c) Racional: reside en la cabeza, y su función es dirigir las operaciones
superiores del hombre, conocer las ideas y las verdades eternas. Es de
naturaleza divina e inmortal. Su virtud es la sabiduría práctica o prudencia.
Mundo inteligible / mundo sensible (visible). La realidad aparece en Platón
dividida en dos mundos: el mundo inteligible o mundo de las ideas, y el mundo
sensible o de las cosas materiales. Las cosas del mundo sensible son copias
imperfectas de las ideas. A las ideas sólo se tiene acceso mediante la razón,
no a través de los sentidos. Son independientes, eternas e inmutables. Están
perfectamente jerarquizadas: en la cumbre se encuentran la Justicia y la
Belleza, y por encima de todas ellas la idea suprema de Bien. El mundo
inteligible es el mundo de las ideas, que Platón compara con el mundo de la
luz.
El camino del alma hacia el ámbito de lo inteligible.Con este término Platón nos
quiere dar a conocer en qué consiste la Dialéctica. Se trata del ascenso del
mundo sensible al mundo inteligible. Según Platón, en el mundo sensible, los
seres humanos se encuentran enormemente alejados del auténtico
conocimiento; se impone, por consiguiente, realizar el esfuerzo adecuado para
ascender desde el conocimiento del mundo sensible al conocimiento del mundo
inteligible. Este ascenso recibe el nombre de Dialéctica.
TEORÍA POLÍTICA