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Combustibles metabólicos

TEMA 01. Combustibles metabólicos: glucógeno, triacilglicéridos y


proteínas; ATP, creatina fosfato y otros combustibles energéticos

1. LOS NUTRIENTES
Las plantas utilizan un pigmento verde, la clorofila, para captar la energía de la luz solar. A
diferencia de los vegetales, los seres humanos carecemos de un pigmento en la piel que realice funciones
similares. La única fuente de que disponemos para obtener tanto la materia como la energía para efectuar
el trabajo biológico, son los alimentos que ingerimos. A través del proceso digestivo, los alimentos son
transformados en nutrientes. Éstos son distribuidos a través del torrente sanguíneo por todo el organismo,
donde desempeñan diferentes funciones (vitaminas, minerales…) y sirven de precursores (aminoácidos,
monosacáridos, ácidos grasos…), para la síntesis de biomoléculas más complejas implicadas en los
diferentes procesos vitales.
Los nutrientes son los productos finales de la digestión de los alimentos que son absorbidos en el conducto
gastrointestinal y llegan a todas las células del cuerpo, tales como los monosacáridos, ácidos grasos,
glicerol, aminoácidos, minerales, vitaminas… También son nutrientes el agua y el oxígeno (que se obtiene
a través del sistema respiratorio).
El ser humano necesita el aporte continuo de nutrientes para el normal desarrollo y
funcionamiento de sus órganos y tejidos. Cumplen tres funciones principales:
1. Energética. Aportan la energía necesaria para la actividad vital y sirven de almacén energético.
2. Material: constituyen la fuente de materia (átomos) necesaria para construir las propias
biomoléculas.
3. Catalítica: participan en las conversiones metabólicas (p.ej.: vitaminas).

1.1. TIPOS DE NUTRIENTES


Los nutrientes pueden dividirse en macronutrientes, así denominados porque se ingieren a través
de los alimentos por decenas de gramos, y micronutrientes, de los que sólo se necesitan ingerir miligramos
(mg) o microgramos (g).
Dentro de los macronutrientes se encuentran los hidratos de carbono (o carbohidratos), las
proteínas y los lípidos, y en los micronutrientes se incluyen las vitaminas y los minerales.

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1.1.1. Nutrientes esenciales


Un nutriente esencial es un nutriente que no puede ser sintetizado por el organismo pero es
necesario para el funcionamiento normal de este y, por lo tanto, debe ser incorporado en la dieta. Entre
ellos se encuentran vitaminas, minerales, lípidos y aminoácidos.
Los nutrientes esenciales son diferentes para cada especie. Muchos de los nutrientes esenciales se
necesitan sólo en pequeñas cantidades y el cuerpo es capaz de almacenarlos y reutilizarlos. Así, los
síntomas de deficiencia pueden aparecer largo tiempo después de que el nutriente haya sido ingerido por
última vez.
Algunos nutrientes esenciales pueden ser tóxicos en dosis elevadas (ver hipervitaminosis); por
ejemplo, una sobredosis de hierro puede producir un exceso de radicales libres que el organismo no puede
contrarestar. Otros se pueden tomar en grandes cantidades sin repercusiones para el organismo.
Que un nutriente sea esencial no quiere decir que siempre sea difícil obtenerlo a partir de la dieta.
Por ejemplo, el aporte de los ácidos linoleico y linolénico a través de la dieta es muy fácil, siendo por tanto
raro que haya deficiencia de estos dos nutrientes esenciales. Sin embargo, cubrir las demandas de folato
(vitamina B9) es más difícil; la dieta debe ser muy equilibrada para que no ocurra deficiencia de esta
vitamina, especialmente es situaciones fisiológicas especiales, como puede ser el embarazo.
Lista de nutrientes esenciales
Hidratos de carbono o glúcidos: Sólo se puede considerar esencial la fibra alimentaria, y ningún otro
tipo de hidrato de carbono como glucosa, lactosa, fructosa, etc.
Ácidos grasos esenciales:
Ácido linoleico (ácido graso omega-6; 18:29,12).
Ácido linolénico (ácido graso omega-3; 18:39,12,15).
Ácido araquidónico (ácido graso omega-6; 20:45,8,11,14).
Aminoácidos esenciales necesarios para los humanos (adultos): Fenilalanina, Isoleucina, Leucina,
Lisina, Metionina, Treonina, Triptófano, Valina.
Aminoácidos esenciales sólo para niños: Arginina, Histidina.
Vitaminas: Todas las vitaminas, a excepción de la vitamina D que se sintetiza a nivel cutáneo, K que se
forma por la flora bacteriana, siendo absorbida en el intestino grueso, así como la biotina y el ácido
pantoténico. Ácido pantoténico, Biotina, Colina, Ácido fólico, Niacina, Riboflavina (vitamina B2,
vitamina G), Tiamina (vitamina B1), Vitamina A (retinol), Vitamina B6 (piridoxina, piridoxamina, o
piridoxal), Vitamina B12 (cobalamina), Vitamina C (ácido ascórbico), Vitamina D (calciferol), Vitamina E
(tocoferol), Vitamina K (naftoquinoides).
Minerales: Todos los minerales, sin excepción, son esenciales. Cromo (Cr), Azufre (S), Bromo (Br),
Calcio (Ca), Cobalto (Co), Cobre (Cu), Fósforo (P), Hierro (Fe), Magnesio (Mg), Manganeso (Mn),
Molibdeno (Mo), Potasio (K), Selenio (Se), Yodo (I), Sodio (Na), Vanadio (V), Zinc (Zn).
Agua.

1.1.2. Nutrientes condicionalmente esenciales


Son biomoléculas fisiológicamente indispensables, producidas habitualmente en cantidades
adecuadas por síntesis endógena, pero que en determinadas condiciones (sepsis, trauma, recién nacidos
pretérmino, síndromes de malabsorción…) necesitan ser aportadas exógenamente.
Son los siguientes:
1. Aminoácidos: arginina, glicina, glutamina, carnitina, y taurina. También aminoácidos que
necesitan, en su síntesis endógena, cadenas carbonadas preformadas y grupos sustituyentes
derivados de otros aminoácidos como glicina, serina y cisteína.

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2. Nucleótidos: para la síntesis de ácidos nucleicos en algunos tejidos de crecimiento rápido (epitelio
intestinal, médula ósea y linfocitos).
3. Compuestos lipídicos: ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, derivados de ácidos grasos
esenciales, para recién nacidos pretérmino y adultos con cirrosis.
4. Colina: base de amonio cuaternaria, derivada de la etanolamina por metilación de adenosil-
metionina, durante el desarrollo del sistema nervioso.
5. Inositol: derivado glucídico (polialcohol), que puede ser esencial en el recién nacido prematuro.

1.1.3. Dieta equilibrada


Se considera que una dieta es equilibrada cuando contiene CANTIDADES NECESARIAS de calorías y
nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo óptimo del organismo en cada etapa de la vida
PREVINIENDO TANTO DEFICIENCIAS O EXCESOS NUTRICIONALES. Una alimentación saludable aporta
carbohidratos, proteínas y grasas -además de vitaminas y minerales- en proporciones adecuadas para
reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Según los nutricionistas, en una dieta equilibrada para evitar la
obesidad y otros problemas de salud relacionados (diabetes, hipertensión...) el porcentaje de calorías debe
distribuirse del siguiente modo:
 Hidratos de carbono: 50-60%. La mayoría de ellos deben proceder de cereales integrales, frutas,
legumbres y verduras.
 Grasas: 25-35%. Es especialmente recomendable el consumo de aceite de oliva, por su contenido en
ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico). También se deben ingerir ácidos grasos omega-6 y
omega-3, necesarios, entre otras cosas, para el buen funcionamiento del cerebro.
 Proteínas: 10-15%. Se recomienda mantener un equilibrio entre las fuentes alimentarias animales
(carne, pescado, huevos) y vegetales (leguminosas, cereales, frutos secos) de proteínas.
En cuanto al número de comidas diarias, los expertos sugieren 3 comidas principales y 2-3
secundarias (tentempiés).

Los ácidos grasos de los lípidos deberían distribuirse homogéneamente entre saturados,
monoinsaturados y poliinsaturados.
Las proteínas de mayor valor biológico son las animales, pero en el caso de dietas más vegetarianas
su déficit en aminoácidos esenciales (Lys, Trp, Met) puede compensarse con mezclas de diferentes
procedencias (cereales, legumbres) y sobre todo con las proteínas de la leche y de los huevos.
En todo caso, los requerimientos de proteínas dependen de factores como el sexo, el peso, la edad
y otras circunstancias particulares personales (actividad, embarazo, convalecencia, condicionamientos
genéticos y neuroendocrinos, etc.). Por ejemplo, es evidente que los recién nacidos necesitan un mayor
aporte nitrogenado que los niños o adolescentes y estos mayor que los adultos (referido a kg de peso).

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1.2. FUNCIONES DE LOS NUTRIENTES


1.2.1. Funciones energéticas
La mayor parte de las moléculas de los alimentos se utilizan para suministrar energía, ya que el
cuerpo debe realizar procesos vitales, como el transporte activo, la duplicación del ADN, la síntesis de
proteínas, la contracción muscular, la mitosis... Ciertas moléculas procedentes de los alimentos se
almacenan para su uso futuro. Por ejemplo, el glucógeno se guarda en las células del hígado y los
triglicéridos en las células adiposas.
La energía aportada por los nutrientes ha de equivaler a la energía utilizada por el organismo o a su
GASTO ENERGÉTICO TOTAL (GET) que es la suma del metabolismo basal (o Tasa Metabólica Basal, TMB)
más la energía requerida para los distintos tipos de actividades físicas (Gasto Energético por Actividad,
GEA) más la Acción Dinámica Específica (ADE) de los alimentos, y variará según el individuo y la situación.

GET = TMB + GEA + ADE


TASA METABOLICA BASAL. Es la cantidad de energía que consume el organismo en condiciones de reposo
físico y mental, para mantener las funciones vitales: respiración, circulación sanguínea, tono muscular, Tª
corporal... Representa la energía necesaria para mantener nuestras células, órganos y tejidos funcionales.
Va a depender de una serie de factores como son el sexo, la edad, la altura, el peso… Se determina como la
producción de calor o velocidad de consumo de O2 de un individuo despierto, acostado y en reposo que no
ha ingerido alimentos en las últimas 12 horas. Se puede calcular estadísticamente usando distintas
ecuaciones, entre ellas las de Harris y Benedict.
Ecuaciones originales de Harris-Benedict publicados en 1918 y 1919:

Ecuaciones de Harris-Benedict revisadas por Mifflin y St. Jeor en 1990 y utilizadas en la actualidad:

GASTO ENERGÉTICO POR ACTIVIDAD. Es muy variable y representa un componente principal de las
necesidades energéticas diarias. Se trata de la energía consumida por diferentes actividades:
 Se entiende como "sedentaria" cuando no realizamos ningún ejercicio físico (de la casa al coche y de
aquí al asiento de nuestro puesto de trabajo, sin subir escaleras y sin andar a paso ligero en ningún
momento; y del trabajo a casa).
 Se entiende como "ligera" si nos desplazamos andando a nuestro trabajo (paseo suave) y subimos o
bajamos algunas escaleras; prescindimos del coche y paseamos un poco.
 Se entiende como "moderada" si además de realizar actividades como en el caso de "actividad
ligera", practicamos algún deporte suave y de forma regular.
 Se entiende como "intensa" si tenemos un trabajo físico fuerte o practicamos un deporte moderado-
fuerte (tenis, escalada, fútbol) de forma asidua con entrenamientos regulares.
Por ejemplo, para un varón normal, con un metabolismo basal de 1770 kcal/día (1,20 kcal/min) las
cifras para algunas actividades expresadas en kcal/min (incluido el metabolismo basal) son:
Trabajo en oficina 1 ,8 (kcal/min)
Vestirse 3,6 (kcal/min)
Caminar rápido 4,5 (kcal/min)
Trepar montañas 20 (kcal/min)

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ACCIÓN DINÁMICA ESPECÍFICA. Representa el gasto energético requerido para la digestión, absorción y
metabolismo de los alimentos ingeridos. Esta energía representa aproximadamente el 10% de la TMB +
GEA.

En la dirección web que aparece a continuación hay una aplicación que permite calcular la cantidad total de
energía (GET) requerida al día en Kcal/día, que resultaría de sumar TMB + GEA + ADE:
http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed99-0276-02/tmb.htm

Para el cálculo real del metabolismo energético total de una persona y por tanto de sus demandas
energéticas, así como del aporte energético de los alimentos, se pueden usar distintos métodos. El más
sencillo se fundamenta en el supuesto de que, en condiciones normales fisiológicas y alimentarias, cada
litro de O2 consumido supone un gasto de 4,82 kcal, por lo que el único valor experimental que se ha de
conocer es el consumo de O2 en 24 horas, y suele utilizarse para el cálculo del metabolismo basal.
Los distintos tipos de nutrientes tienen diferente rendimiento energético. Los lípidos, en peso,
proporcionan más energía que los hidratos de carbono o las proteínas:
Lípidos 9 kcal/gr
Glúcidos 5 kcal/gr
Proteínas 4 kcal/gr
Sin embargo, si la comparación se hace por I de O2 consumido, los carbohidratos rinden más que
los lípidos:
Glúcidos 5 kcal/l O2
Lípidos y proteínas 4,5 kcal/l O2

1.2.2. Funciones materiales de los nutrientes


Los nutrientes, tras su digestión, se convierten en unidades más simples que, una vez absorbidas y
transportadas, pueden proporcionar energía catabólica, pero también se usan como punto de partida de la
construcción de las biomoléculas corporales. Sirven como materia prima para sintetizar otras más
complejas desde el punto de vista estructural o moléculas funcionales como las proteínas musculares,
hormonas y enzimas.
El agua es el componente mayoritario del cuerpo, seguido de las proteínas y de la grasa. Los
hidratos de carbono, cuantitativamente, tienen menor importancia. Los minerales representan un menor
porcentaje del conjunto total, siendo el calcio el más importante de todos ellos.

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Hidratos de carbono o Glúcidos.


 Muchos azúcares tienen una participación esencial en la formación de moléculas de importancia
estructural para los seres vivos. Así por ejemplo, la celulosa, pectina y hemicelulosa forman
parte de las paredes celulares de las plantas; la quitina interviene en la formación del
exoesqueleto de los artrópodos y en el caparazón de los crustáceos; la ribosa y la desoxirribosa
forman parte de los ácidos nucleicos, ...
 Diversos oligosacáridos se enlazan a moléculas de proteínas o lípidos formando glicoproteínas y
glicolípidos, respectivamente, los cuales se encuentran en la superficie exterior de la célula. La
parte glicídica de estas moléculas da a las células una señal de identidad, de manera que los
distintos tipos celulares se reconocen por los oligosacáridos presentes en el exterior de las
membranas.
 Algunos glúcidos desempeñan funciones más complejas al actuar como lubricantes (ácido
hialurónico), cementantes (condroitina), anticoagulantes (heparina)...
La presencia de suficiente cantidad de glúcidos es esencial en una dieta correcta. También hay que destacar
que en la dieta se encuentran glúcidos no digeribles (fibra), sin valor energético ni material, pero de gran
utilidad fisiológica por su capacidad de absorber agua, aumentando el tamaño de las heces y previniendo
ciertas patologías, como el cáncer de colon o una colesterolemia elevada.

Lípidos. Desde el punto de vista nutricional los lípidos más abundantes son los triglicéridos y su principal
función es energética. Su degradación va a rendir ácidos grasos + glicerol. Desde el punto de vista material,
los ácidos grasos no pueden sustituir metabólicamente a los glúcidos (ya que no se puede obtener glucosa
a partir del Acetil-CoA generado por -oxidación) y su exceso se acumula como depósito graso.
Su presencia en la dieta es necesaria, ya que algunos de ellos, importantes en sí mismos como
precursores metabólicos, tienen carácter esencial (p.ej.: los ácidos grasos poliinsaturados).
Las principales funciones de los lípidos como moléculas estructurales son la de aislante térmico
(grasa subcutánea), protección de los órganos internos (grasa abdominal) y componentes fundamentales
de las membranas celulares (fosfolípidos, colesterol).

Proteínas. El papel de las proteínas en la dieta es más plástico que energético; los aminoácidos son más
valiosos como precursores metabólicos que por la energía que puede obtenerse de ellos a través de su
catabolismo. Considerando la arquitectura corporal, la proteína es el componente fundamental en las
diferentes estructuras tales como el músculo, hueso, vísceras y piel.
Cierto número de aminoácidos son esenciales por lo que se hace necesaria la presencia de una
mínima cantidad de proteínas, de suficiente valor biológico, en la dieta. No obstante, aun siendo
fundamental la presencia de proteínas en la dieta ¿sería conveniente una alimentación basada casi
exclusivamente en la ingesta de proteínas (p.ej.: dieta Atkins, dieta Dukan; dietas cetogénicas)? La
respuesta es NO; es más, sería muy peligrosa por numerosas razones. La restricción severa de glúcidos en la
dieta tiene un efecto directo en el metabolismo de los ácidos grasos, los cuales generan en el hígado
(cetosis) cuerpos cetónicos (acetoacetato, -hidroxibutirato y acetona). El exceso de cuerpos cetónicos, si
no son adecuadamente eliminados, pueden causar una alteración del pH sanguíneo (cetoacidosis) y daño a
nivel hepático y renal.

Ácidos nucleicos. Desde el punto de vista nutricional no se consideran componentes fundamentales de la


dieta. Se degradan en el duodeno, como el resto de las biomoléculas de la dieta. Aun cuando los humanos
consuman una dieta rica en nucleoproteínas, las bases púricas y pirimídicas de éstas no se incorporan de
manera directa a los ácidos nucleicos de las células tisulares, sino que se biosintetizan de novo a partir de
intermediarios.

Agua. Algunos autores incluyen agua entre los nutrientes, lo que está más que justificado, dada la gran
necesidad de la misma, la imposibilidad de formarla endógenamente en las cantidades diarias que se
necesitan, lo que la sitúa en un nutriente esencial. La incapacidad del organismo para acumularla como
reserva en depósitos significativos hace necesario el aporte continuo de agua.

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1.2.3. Funciones catalíticas de los nutrientes


En una dieta equilibrada también han de estar presentes otra serie de importantes componentes,
con casi nulo papel cuantitativo desde el punto de vista energético o como precursores de materiales, pero
importante desde el punto de vista cualitativo. Se trata de los iones, oligoelementos, vitaminas y minerales,
no sintetizables en nuestro organismo, y cuya participación es esencial para el buen funcionamiento de los
sistemas catalíticos e informativos celulares. Su déficit provoca diferentes patologías.

2. COMBUSTIBLES METABÓLICOS
Las biomoléculas que sirven como combustibles metabólicos son los hidratos de carbono o glúcidos
y los lípidos, principalmente, y, en menor medida, las proteínas. Estas macromoléculas se transforman en
intermediarios esenciales (glucosa, ac. grasos + glicerol, aminoácidos…) que a través de rutas catabólicas
generales (glucolisis, -oxidación, ciclo de Krebs, ruta de las pentosas fosfato…) son oxidados obteniendo
numerosos intermediarios y, en último término, coenzimas reducidas (NADH, NADPH, FADH2) y ATP que
sirven a la célula para satisfacer las necesidades energéticas para el normal funcionamiento. Cuando la
oxidación de las biomoléculas es completa, como producto final del metabolismo carbonado se elimina
CO2.

Existen dos tipos de combustibles para el organismo: exógenos, derivados directamente de los
alimentos, los nutrientes, y endógenos, derivados de los almacenes tisulares (como el glucógeno y los
triglicéridos) o de la oxidación incompleta de otros combustibles (como el ácido láctico y los cuerpos
cetónicos). Estos combustibles contribuyen, de forma diferente en los distintos órganos, a abastecer sus
necesidades energéticas.

2.1. FUENTES DE ENERGÍA Y CAPACIDADES METABÓLICA DE LOS DIFERENTES


ÓRGANOS
Aunque todas las células de un individuo tienen la misma información genética, como consecuencia
del proceso de diferenciación de los tejido y debido a una regulación específica del metabolismo de cada
uno de ellos, los órganos presentan diferencias en cuanto a la posibilidad de utilizar los combustibles, así
como en sus capacidades metabólicas, de acurdo con la especialización de sus funciones. En las siguientes
figuras se resumen los aspectos más significativos.

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2.2. RESERVAS ENERGÉTICAS. GLUCÓGENO.


Como ya se ha indicado, el glucógeno y los triacilgliceroles son las biomoléculas principales que
permiten un almacenamiento de a largo plazo. El metabolismo de los ácidos grasos, principal constituyente
de los triglicéridos, se canaliza a través de la -oxidación (catabolismo) y de la ácido graso sintasa
(anabolismos), como ya hemos visto. A continuación se describirán los principales procesos relacionados
con el metabolismo del glucógeno.
El GLUCÓGENO es el polisacárido de reserva energética en los animales, y se almacena en el hígado
(10% de la masa hepática) y en los músculos (1% de la masa muscular) de los vertebrados. De la cantidad
total de glucógeno almacenado (400-600 g) es mayor la del músculo (3/4 del total). Además, pueden
encontrarse pequeñas cantidades de glucógeno en riñón, ciertas células gliales del cerebro, en intestino…
Gracias a la capacidad de almacenamiento de glucógeno, se reducen al máximo los cambios de
presión osmótica que la glucosa libre, cuando está en concentraciones elevadas, podría ocasionar tanto en
el interior de la célula como en el medio extracelular.
El glucógeno es una forma de almacenamiento de glucosa fácilmente movilizable:
a) El exceso de glucosa de la dieta se almacena como glucógeno.
b) Cuando surge una necesidad energética, se moviliza (actividad muscular, ayuno entre comidas.
El glucógeno almacenado en el hígado (y en menor medida el de riñón e intestino) permite
mantener la glucemia (es la principal fuente de glucosa sanguínea) y se exporta (gracias a que posee Glc-6-
fosfatasa), vía sanguínea, a otros órganos para abastecer sus necesidades, mientras que el almacenado en
el músculo (al igual que el de la glía) no puede salir de éste (ya que carece de Glc-6-fosfatasa) y se destina
siempre a consumo local y músculos abastece de energía el proceso de contracción muscular.

En el hígado, la conversión de glucosa almacenada en forma de glucógeno a glucosa libre en sangre


(gucogenolisis) está estimulada por las hormonas glucagón y adrenalina. La biosíntesis de glucógeno
(glucogenogénesis) está promovida por la insulina.
Existen defectos enzimáticos congénitos que alteran el metabolismo del glucógeno: enfermedades
de almacenamiento del glucógeno: enfermedad de Von Gierke, enfermedad de Pompe, Síndrome de
McArdle…

2.2.1. Estructura del glucógeno.


Su estructura se parece a la de la amilopectina del almidón, aunque es mucho más ramificada. Está
formada por varias cadenas lineales de glucosa unidas por enlaces glucosídicos α-1,4 con ramificaciones
cada 10 a 20 restos, mediante un enlace α-1,6-glucosídico, tal y como sucede en la amilopectina.

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La importancia de que el glucógeno sea una molécula ramificada es:


1. Las ramificaciones aumentan su solubilidad.
2. Las ramificaciones incrementan la presencia de residuos de glucosa no reductores, que son los
puntos reconocidos por las enzimas glucógeno sintasa y glucógeno fosforilasa, es decir, las
ramificaciones facilitan tanto la velocidad de síntesis como la de degradación del glucógeno.
El glucógeno se encuentra en vacuolas del citosol formando gránulos de 10-40 nm; una sola
molécula de glucógeno puede contener más de 120.000 monómeros de glucosa. Contiene, además, las
enzimas necesarias para su degradación y biosíntesis y las enzimas reguladoras.

2.2.2. Metabolismo del glucógeno.


El metabolismo del glucógeno se lleva a cabo por dos vías alternativas perfectamente reguladas y
coordinadas que permiten almacenar o liberar glucosa dependiendo de las condiciones nutricionales del
individuo y de las necesidades de los distintos órganos.

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2.2.2.1. Biosíntesis de glucógeno: glucogenogénesis.


La síntesis de glucógeno a partir de glucosa se llama glucogenogénesis y se produce gracias a la
enzima glucógeno sintasa. La adición de una molécula de glucosa al glucógeno consume dos enlaces de
alta energía: uno procedente del ATP y otro que procede del UTP.
La SÍNTESIS DEL GLUCÓGENO tiene lugar en varias etapas:
 En primer lugar, la glucosa es transformada en glucosa-6-fosfato, gastando una molécula de ATP.
Hexoquinasa/Glucoquinasa
···Glucosa + ATP  Glucosa-6-P + ADP···

 A continuación se transforma la glucosa-6-fosfato en glucosa-1-fosfato.


Fosfoglucomutasa
···Glucosa-6-P  Glucosa-1-P···

 Se transforma la glucosa-1-fosfato en UDP-glucosa, con el gasto de un UTP.


UDP-glucosa-pirofosforilasa
···Glucosa-1-P + UTP  UDP-Glucosa + PPi···

 La glucógeno sintasa (no gasta ATP): cataliza la reacción de transferencia del grupo glucosil de la
UDP-glucosa al polímero de glucógeno en formación mediante un enlace glucosídico α(1→4).
···(Glucosa)n + UDP-glucosa  (Glucosa)n+1 + UDP···

 La enzima ramificante transfiere un segmento de 6 o 7 residuos de glucosa de una cadena que contiene
entre 10 a 20 residuos de glucosa al grupo hidroxilo (–OH) del carbono 6 (C6) de un residuo de glucosa
de la misma u otra cadena, uniendo dicho segmento por un enlace de tipo α-1,6 y, por tanto, formando
así un punto de ramificación. Esta enzima trabajan de forma coordinada con la glucógeno sintasa.
La glucógeno sintasa sólo es capaz de elongar una cadena de glucógeno preexistente. Cuando se
inicia la síntesis de un nuevo gránulo de glucógeno, se precisa de la intervención de otra enzima, la
glucogenina. Esta enzima forma un enlace covalente entre el grupo hidroxilo (–OH) de un residuo de
tirosina (Tyr) de su propia molécula y el –OH (de C1) de la primera glucosa de la cadena. El proceso se
repite hasta que se ha formado una cadena de glucosas (glucógeno naciente) de entre 5 y 13 residuos; a
continuación se separa. El alargamiento posterior del glucógeno es llevado a cabo por la glucógeno sintasa.

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2.2.2.2. Degradación de glucógeno: glucogenolisis.


Gracias a la estructura tan ramificada del glucógeno, es posible una rápida movilización de
moléculas de glucosa en el momento que se necesita; a este proceso se le denomina glucogenolisis.
La GLUCOGENÓLISIS consta de tres procesos catalíticos diferentes en los que participan dos enzimas:
 La glucógeno fosforilasa cataliza la fosforólisis o escisión fosforolítica de los enlaces -1,4
glicosídicos; permite la separación secuencial de restos de glucosa, desde el extremo no reductor,
hasta dejar 4 moléculas de glucosa en la rama.

···(Glucosa)n + Pi  (Glucosa)n-1 + Glucosa-1-P···

Esta reacción es muy ventajosa para la célula, en comparación con una de hidrólisis, ya que genera
glucosa fosforilada, lo que en términos energético equivale a un enlace de alta energía.
 Enzima desramificadora del glucógeno. La glucógeno fosforilasa no puede escindir los enlaces
O-glicosídicos -1,6 y su actividad se interrumpe a una distancia de 4 restos de Glc a la
ramificación. La enzima desramificadora del glucógeno posee dos actividades:
a) 4--glucanotransferasa (actividad transferásica): cataliza la transferencia de 3 restos de Glc
al extremo no reductor de la rama principal y,
b) amilo--1,6-glucosidasa (actividad hidrolásica), que hidroliza la molécula de glucosa del
punto de ramificación.

···(Glucosa)n + H2O  (Glucosa)n-1 + Glucosa···

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2.2.3. Regulación de la glucogenogénesis y la glucogenólisis (no hay que saber ).


La regulación del metabolismo del glucógeno se ejecuta a través del control de dos enzimas: la
glucógeno sintasa que participa en su síntesis, y la glucógeno fosforilasa en la degradación.
 La glucógeno sintasa tiene dos formas: a) la glucógeno sintasa I (independiente de glucosa 6-P para
su acción) no está fosforilada y es activa y, b) la glucógeno sintasa D (dependiente de glucosa 6-P
para su acción) está fosforilada y es muy poco activa.
 La otra enzima, la glucógeno fosforilasa, también tiene dos formas: glucógeno fosforilasa b, muy
poco activa, que no está fosforilada y la glucógeno fosforilasa a, activa, que está fosforilada.

Este sistema de regulación por modificación covalente mediante fosforilación/desfosforilación


permite abrir/cerrar la ruta gucogenogénica/glucogenolítica de forma coordinada modulando y
canalizando el flujo metabólico para adaptarlo a las necesidades específicas. Esta regulación está también,
además, coordinada con la glucolisis/gluconeogénesis. Es un proceso complejo en el que participan
numerosas enzimas estructuradas funcionalmente en forma de cascada que permiten amplificar las señales
reguladoras. En primer término, el inicio, modulación e interrupción de estas cascadas enzimáticas
responden a la presencia de hormonas: insulina y adrenalina/glucagón.

Las hormonas adrenalina (en músculo) y glucagón (en hígado) activan las proteína quinasas que
fosforilan tanto la glucógeno fosforilasa, provocando su activación (estimula la degradación del glucógeno)
como la glucógeno sintasa, que disminuye su actividad (inhibe la síntesis de glucógeno).
La hormona insulina provoca la desfosforilación de las enzimas (activa fosfatasas específicas) y, en
consecuencia, la glucógeno fosforilasa se hace menos activa (inhibe la degradación de glucógeno) y la
glucógeno sintasa se activa (favorece la síntesis de glucógeno).
La glucógeno fosforilasa, además, está regulada por modulación alostérica de su actividad. En el
músculo el AMP es un activador alostérico mientras que el ATP es un inhibidor; en el hígado, la glucosa es
un inhibidor alostérico.

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2.2.4. Transportadores de glucosa.


Aunque su importancia es menor, la presencia de determinados transportadores de glucosa, tiene
una influencia directa en el control del trasiego de glucosa en los diferentes tejidos. Son proteínas de
transmembrana que permiten el transporte de la glucosa, en unos casos pasivo (GLUT 1-4) y en otros
acoplado al cootransporte con iones Na+2.

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La entrada de glucosa a los diferentes tejidos no es igual y depende, en gran medida, del tipo de
transportador expresado en dichos tejidos (especificidad hística). La característica diferencial más singular
de los diferentes transportadores es su constante de afinidad (ver tabla). Por ejemplo, los GLUT 1 y 3 se
localizan en la mayoría de los tejidos y su función es la de asegurar el transporte basal de glucosa. En
tejido nervioso GLUT3 es especialmente eficiente y presentan una alta afinidad, por ello, la glucosa ingresa
en dicho tejido aun cuando la concentración sanguínea es relativamente baja. Los GLUT 2, expresados en el
hepatocito y células beta del páncreas, tienen baja afinidad por lo que la glucosa sólo ingresa en
condiciones de hiperglucemia. Los GLUT 4 presentes en el músculo y tejido adiposo dependen de la
liberación de la hormona insulina que induce el traslado de los transportadores, localizados en vesículas
membranosas en el interior de las células, hasta la membrana plasmática, permitiendo entonces el ingreso
de la glucosa a dichos tejidos. El GLUT5 es un transportador específico para la fructosa y se encuentra en
yeyuno, hígado, espermatozoides, riñón y células de la microglía. Por otro lado, los SGLT son
transportadores de glucosa de alta afinidad y gran eficacia cuya función es la captación intestinal de la
glucosa procedente de la dieta y su reabsorción en el proceso de filtración glomerular.

2.2.5. Alteraciones en el metabolismo del glucógeno: Glucogenosis.


Existen una serie de mutaciones en los genes que codifican las enzimas implicadas en el
metabolismo del glucógeno, ya sea en la síntesis, en la degradación o en la regulación, pudiendo afectar
tanto a la cantidad de glucógeno como a su estructura. Estos trastornos se denominan “Enfermedades de
almacenamiento de glucógeno”, “GSD” (GSD: del inglés glycogen storage diseases) o “GLUCOGENOSIS”.
Pueden clasificarse en diferentes categorías, en función de su mecanismo fisiopatológico según los
defectos enzimáticos identificados y, a veces, en función de características clínicas diferenciadas.

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01. Combustibles metabólicos

En el esquema se muestran la localización en la ruta y los defectos enzimáticos que provocan los diferentes
tipos glucogenosis clínicas (indicadas con números romanos entre paréntesis): (0): glucógeno sintasa; (Ia):
glucosa 6-fosfatasa (G6Pasa); (II): maltasa ácida; (III): enzima desramificante; (IV): enzima ramificante; (V):
fosforilasa muscular; (VI): fosforilasa hepática; (VII): fosfofructoquinasa (PFK). Otras enzimas: PBK:
fosforilasa quinasa b; UDPG-P: UDP-glucosa pirofosforilasa; PGI: fosfoglucosa isomerasa; GK: glucoquinasa;
F-1,6-BP: fructosa-1,6-bisfosfatasa; PGK: fosfoglicerato quinasa; PGM: fosfoglicerato mutasa; PK: piruvato
quinasa; LDH: lactato deshidrogenasa; ALDOA: aldolasa A; PLD: fosforilasa de dextrinas límite; GLUT2:
transportador de glucosa 2; PEPCK: fosfofenol piruvato carboxiquinasa; PC: piruvato carboxilasa; PDH:
piruvato deshidrogenasa.

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01. Combustibles metabólicos

2.3. RESERVAS ENERGÉTICAS. LÍPIDOS. METABOLISMO DE LOS LÍPIDOS.


El metabolismo (anabolismo y catabolismo) de lípidos es complejo. Para una mejor comprensión,
vamos a abordar su descripción considerando tres fases bien diferenciadas:
a) Digestión/Transporte/Consumo-Almacenamiento de los lípidos que ingresan en el organismo a
través de la dieta.
b) Transformación/Distribución secundaria/Consumo-Almacenamiento. Una vez abastecidas las
necesidades de los diferentes tejidos con los lípidos procedentes de la dieta, los excedentes (lípidos
remanentes) son transformados y redistribuidos, así como los lípidos sintetizados de novo a partir de
otros nutrientes (glúcidos y aminoácidos, principalmente)
c) Movilización (lipolisis). Una de las funciones más características de los lípidos es la de servir como
reserva energética. Cuando existe un déficit energético en el organismo, los lípidos almacenados (en
el tejido adiposo, principalmente) se movilizan para cubrir las necesidades de aquellos tejidos que lo
precisen.

2.3.1. Digestión/Transporte/Consumo-Almacenamiento.
Los lípidos más abundantes en los alimentos son los aceites y las grasas. Ambos son triglicéridos
(TGA) y la hidrólisis de estos compuestos, mediada por esterasas específicas (lipasa salival, lipasa gástrica y
lipasa pancreática) genera glicerol y ácidos grasos libres (AGL). Este proceso acontece, principalmente, en
el intestino delgado y está facilitado por la presencia de los ácidos y sales biliares que permiten la emulsión
de las grasas y posibilitan la actividad enzimática.
Los AGL (y otros productos de la digestión)
son captados por los enterocitos de la mucosa
intestinal y reesterificados en su citoplasma para
dar de nuevo TAG. Éstos se unen a proteínas
específicas (apolipoproteínas), esteres de
colesterol y fosfolípidos, principalmente, para
formar unas macromoléculas (LIPOPROTEÍNAS)
denominadas quilomicrones. Estas lipoproteínas,
junto con otras (VLDL, IDL, LDL y HDL) son
asociaciones moleculares especializadas que
permiten el transporte de los lípidos (hidrofóbicos)
a través de los fluidos vitales (sangre, linfa y líquido
intersticial).

Los QUILOMICRONES viajan por el sistema linfático, se incorporan al torrente sanguíneo (el conducto
torácico drena en la vena subclavia izquierda) y llegan a todos los tejidos.
La lipoproteínlipasa presente en las células endoteliales de la luz de los capilares sanguíneos
hidroliza los TAG en glicerol y AG que son, finalmente, captados por las células de los diferentes tejidos
(miocitos y adipocitos, principalmente). Aquí los AG son oxidados como combustible o reesterificados para
su almacenamiento. Los ácidos grasos de los quilomicrones son captados de modo predominante por el
tejido adiposo, corazón y músculo (80%) y el 20% va al hígado (remanente).

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01. Combustibles metabólicos

2.3.2. Transformación/Distribución secundaria/Consumo-Almacenamiento.


Cuando los quilomicrones pierden la mayor parte de los triacilgliceroles de su interior se transforman
en los REMANENTES DE QUILOMICRONES que son más pequeños y ricos en ésteres de colesterol. Éstos
llegan hasta el hígado a través de la circulación sanguínea, se unen a receptores específicos de las
membranas de los hepatocitos, son endocitados y transformados en su interior.
En el hígado se sintetizan las VLDL (lipoproteínas de muy baja densidad) que incluyen,
mayoritariamente, triacilgliceroles producidos por el hígado. Vía sanguínea llegan a todos los tejidos,
principalmente músculo y tejido adiposo, suministrándoles TAG. A medida que se descargan TAG (también
se modifica su composición en fosfolípidos y apoproteínas), se transforman en en IDL (lipoproteínas de
densidad intermedia) y después en LDL (lipoproteínas baja densidad). Las LDL tienen un elevado contenido
en colesterol y su función es la de transportarlo a los tejidos donde hay receptores de LDL. El colesterol
pasa a formar parte de las membranas plasmáticas o bien es utilizado como precursor para la síntesis de
diferentes derivados esteroídicos.
En determinadas circunstancias patológicas, como la hipercolesterolemia, la hipertensión arterial, la
diabetes mellitus o el tabaquismo, se desarrolla una exagerada producción de LDL, excediendo las
necesidades de abastecimiento de colesterol. Las LDL se modifican (por oxidación) y son endocitadas por
macrófagos subendoteliales que, cuando son sobrepasadas en su capacidad de depuración, degeneran en
células inestables que mueren. La acumulación de estos macrófagos sobrecargados de colesterol es la
causa del desarrollo de placas de ateroma en la pared arterial, hecho anatomopatológico definitorio de la
enfermedad aterosclerótica.
Las HDL se producen en hígado e intestino como pequeñas partículas discoidales ricas en proteínas y
se van organizando en el plasma a partir de componentes de la degradación de otras lipoproteínas. Las HDL
llevan a cabo el transporte inverso del colesterol eliminando el exceso de los tejidos y transportándolo al
hígado para que se excrete en la bilis, transformarse en ácidos y sales biliares. Los seres humanos no
pueden metabolizar la estructura del anillo del colesterol a CO2 y H2O.

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01. Combustibles metabólicos

2.3.3. Movilización de lípidos. Lipolisis.


Una de las funciones más características de los lípidos es la de servir como reserva energética.
Cuando existe un déficit energético en el organismo, los lípidos almacenados (en el tejido adiposo,
principalmente) se movilizan para cubrir las necesidades de aquellos tejidos que lo precisen.
La movilización de lípidos o lipolisis adipocitaria es un proceso
complejo que está estrechamente controlada mediante la integración
de múltiples y diversas señales hormonales y bioquímicas. Las
hormonas insulina y las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina)
son las que regulan la lipólisis en el tejido adiposo. La insulina inhibe
la lipolisis mientras las catecolaminas, entre otras, la activan.
Las catecolaminas ejercen su efecto en el tejido adiposo durante
situaciones de ayuno, ejercicio o estrés, por medio de sus receptores
-adrenérgicos, provocando la activación de la adenilciclasa que se
encuentra en la membrana, la cual cataliza la formación de AMPc a
partir de ATP. Este a su vez activará a PKA (proteinquinasa A) que
cataliza la fosforilación de la lipasa sensible a hormonas activándola.
Una vez liberados los ácidos grasos desde los adipocitos, son
transportados por el torrente sanguíneo en forma de complejo
albúmina-ácidos grasos hasta los tejidos donde son utilizados por la
célula para la producción de energía (-oxidación). La utilización de
AGL varía de tejido a tejido, dependiendo de sus capacidades
metabólicas y del estado metabólico del organismo. El músculo
cardiaco y el esquelético son los que más dependen de los ácidos
grasos como fuente de energía.

2.4. COMBUSTIBLES ENERGÉTICOS. LACTATO.


El ácido láctico (o lactato) es un ácido carboxílico que se
forma por fermentación láctica a partir del ácido pirúvico, proceso
catalizado por la enzima lactato deshidrogenasa (LDH). La
producción de lactato depende de numerosos factores, siendo
determinante la capacidad oxidativa en los tejidos condicionada
bien por restricciones metabólicas (p.ej. eritrocitos, carecen de
mitocondrias) o por condiciones fisiológicas concretas (p.ej.
insuficiente aporte de oxígeno suficiente, para un metabolismo
aeróbico, durante el ejercicio).
El lactato se produce continuamente en el metabolismo y sobre todo durante el ejercicio. La
concentración de lactato en la sangre usualmente es de 1 o 2 mmol/l en reposo, pero puede aumentar
hasta 20 mmol/l durante un esfuerzo intenso. A pH fisiológico (pH = 7,35 en el cuerpo humano) se
encuentra sólo en su forma disociada, es decir, como lactato y no como ácido (su pKa 3,86).
El lactato es un metabolito de transición muy
dinámico, con una importante capacidad energética. A través
de la reacción inversa que permite su formación, se obtiene
de nuevo ácido pirúvico que puede ser oxidado a través del
ciclo de Krebs o ser destinado a la formación de glucosa
(gluconeogénesis). Estos procesos, normalmente, se llevan a
cabo en una localización diferente de la que se produjo. El
hígado es el órgano de destino donde se reutiliza el lactato.
Especialmente significativa es la circulación cíclica de lactato y
glucosa entre el músculo y el hígado (ciclo de Cori).

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01. Combustibles metabólicos

2.5. COMBUSTIBLES ENERGÉTICOS. CUERPOS CETÓNICOS.


2.5.1. Cetogénesis.
La cetogénesis es un proceso metabólico por el
cual se sintetizan los cuerpos cetónicos a partir del acetil-
CoA generado por catabolismo de los ácidos grasos.
Los cuerpos cetónicos se producen en las
mitocondrias de las células del hígado. Su síntesis ocurre
en respuesta a bajos niveles de glucosa y después del
agotamiento de las reservas celulares de glucógeno. En
estas circunstancias, suponen una nueva fuente de energía
para algunos tejidos generada a partir de los ácidos grasos.
Los ácidos grasos son enzimáticamente desdoblados en la
β-oxidación para formar acetil-CoA. Bajo condiciones
normales, la oxidación del acetil-CoA se produce en el ciclo
de Krebs y su energía se transfiere como electrones a
NADH, FADH2, y GTP. Sin embargo, si la cantidad de acetil-
CoA generada en el proceso de oxidación de los ácidos
grasos es superior a la capacidad de procesamiento del
ciclo de Krebs o si la actividad este ciclo es baja debido a
una disminución de intermediarios como el oxaloacetato
que es sustraído para generar glucosa por
gluconeogénesis, el acetil-CoA se usa para la biosíntesis de
los cuerpos cetónicos vía acetil-CoA y β-hidroxi-β-metil-
glutaril-CoA (HMG-CoA).
Los cuerpos cetónicos generados en el hígado son
enviados a la circulación sanguínea para ser utilizados por los tejidos periféricos, especialmente cerebro y
músculo cardiaco y, en menor medida, músculo esquelético y riñón. La producción de cuerpos cetónicos
por el hígado llega a ser tan grande que, después de varios días de ayuno, se convierten en el combustible
de mayor concentración en sangre.

2.5.2. Cetolisis.
El hígado libera acetoacetato y β-hidroxibutirato que son
llevados por el torrente sanguíneo a los tejidos periféricos para ser
usados como combustibles alternativos, donde son convertidos a
acetil-CoA.
Los cuerpos cetónicos son también oxidados por el músculo,
con lo que se ahorra glucosa. Además, los cuerpos cetónicos son
utilizados con preferencia a los ácidos grasos libres y su contribución
a la obtención de energía pasa de ser un 10% en el ayuno temprano
al 50-80% a los 3-7 días de ayuno. Tienen la ventaja de ser solubles
en agua y pueden atravesar la barrera hematoencefálica y ser
utilizados para la obtención de ATP en el cerebro; los ácidos grasos libres, sin embargo, deben ser
transportados unidos a albúmina y no atraviesan la barrera hematoencefálica.

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01. Combustibles metabólicos

Como consecuencia de la utilización incrementada de cuerpos cetónicos por el cerebro, sus


necesidades de glucosa disminuyen desde 100 g/día en condiciones de buena alimentación y al comienzo
del ayuno hasta 40 g/día después de varias semanas de ayuno. Por alguna razón desconocida, el cerebro
necesita siempre alguna cantidad de glucosa.

2.6. COMBUSTIBLES ENERGÉTICOS. ATP.


El ATP (adenosín trifosfato) es la moneda energética principal del metabolismo. La capacidad de
almacenamiento energético de esta molécula radica en su naturaleza química. Está formado por una base
nitrogenada (adenina) unida al carbono 1 de una pentosa (la ribosa) que en su carbono 5 tiene enlazados
tres grupos fosfato en los que reside su capacidad para almacenar energía química.
Es la principal fuente de energía para la mayoría de las funciones celulares (TRABAJO BIOLÓGICO):
síntesis de biomoléculas, transporte de sustancias, contracción muscular…

Las vías de obtención de ATP son dos: fosforilación a nivel de sustrato y fosforilación oxidativa.

2.6.1. Fosforilación a nivel de sustrato.


Consiste en la síntesis de ATP a partir de ADP y un grupo fosfato acoplada a la transformación
enzimática de un sustrato que libera energía. En esta reacción no está implicada la ATP sintetasa que
interviene en la fosforilación oxidativa. Lo que generalmente ocurre es que un sustrato de alta energía
fosfatado, cede su fosfato de alta energía al ADP.

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01. Combustibles metabólicos

2.6.2. Fosforilación oxidativa.


Es la síntesis de ATP a partir de ADP y fosfato inorgánico, catalizada por la ATP-sintasa de la
membrana interna mitocondrial, con la energía desprendida en el transporte de los electrones resultantes
de la oxidación de sustratos.
Consta de dos etapas:
1. Exergónica. La energía libre generada mediante reacciones químicas redox en varios complejos
multiproteicos -conocidos en su conjunto como cadena de transporte de electrones- se emplea para
producir, por diversos procedimientos como bombeo, ciclos quinona/quinol o bucles redox, un
gradiente electroquímico de protones a través de una membrana asociada en un proceso llamado
quimiosmosis. La cadena respiratoria está formada por tres complejos de proteínas principales
(complejo I, III, IV), y varios complejos "auxiliares", utilizando una variedad de donantes y aceptores
de electrones. Los tres complejos se asocian en supercomplejos para canalizar las moléculas
transportadoras de electrones, la coenzima Q y el citocromo c, haciendo más eficiente el proceso.
2. Endergónica. La energía potencial de ese gradiente, llamada fuerza protón-motriz, se libera cuando
se translocan los protones a través de un canal pasivo, la enzima ATP sintasa, y se utiliza en la adición
de un grupo fosfato a una molécula de ADP para almacenar parte de esa energía potencial en los
enlaces anhidro "de alta energía" de la molécula de ATP mediante un mecanismo en el que
interviene la rotación de una parte de la enzima a medida que fluyen los protones a través de ella.

2.7. COMBUSTIBLES ENERGÉTICOS. CREATINA/FOSFOCREATINA.


La creatina (abreviado Cr) es un ácido orgánico nitrogenado que se encuentra en los músculos y
células nerviosas, en humanos. Es un derivado de los aminoácidos muy parecido a ellos en cuanto a su
estructura molecular. Se sintetiza de forma natural en el hígado, el páncreas y en los riñones a partir de
aminoácidos como la arginina, la glicina y la metionina a razón de un gramo de creatina por día.

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01. Combustibles metabólicos

Aproximadamente el 95% de la creatina total del cuerpo humano se encuentra en el músculo


esquelético. La creatina no es un nutriente esencial ya que podemos biosintetizarla. Aproximadamente la
mitad de la creatina almacenada procede de los alimentos (sobre todo a partir de la carne). Dado que las
verduras no contienen creatina, los vegetarianos presentan menores niveles de creatina muscular. Existen
deficiencias genéticas en la ruta de biosíntesis de la creatina que dan lugar a diferentes defectos
neurológicos graves. El 2% de la creatina del cuerpo se convierte en creatinina cada día y se elimina.
La creatina es el precursor de la forma fosforilada creatinafosfato (CrP), que constituye un derivado
inmediato y directo para obtener ATP de forma rápida y proveer de energía a las miofibrillas musculares. A
la creatina fosfato, por esta capacidad de regenerar rápidamente la biodisponibilidad de ATP, se le
denomina fosfágeno.
La rápida resíntesis de ATP se logra por la transferencia de un grupo fosfato desde el fosfato de creatina al
ADP, catalizado por una enzima: CPK (creatinfosfoquinasa):
La CPK es una enzima característica muscular, que tiene utilidad clínica en la detección de
enfermedad muscular aguda o crónica.
El fosfato de creatina contiene un enlace fosfato de alta energía similar a los del ATP. Dicho enlace
posee una energía libre algo mayor que los del ATP, por lo que se desdobla fácilmente liberando energía
(-11,5 Kcal/mol) que se utiliza para unir un ion fosfato al ADP y reconstituir el ATP. La característica especial
de la transferencia de energía desde la fosfocreatina al ATP es rapidísima, por lo que toda la energía
almacenada en la fosfocreatina muscular puede utilizarse inmediatamente para la contracción muscular.
La creatina se sintetiza en el hígado, páncreas y riñón y es transportada través del torrente
sanguíneo hasta los órganos en los que va a desempeñar su función (músculo -incluido el cardiaco- y
cerebro) donde se sintetiza el fosfato de creatina, de acuerdo con la siguiente reacción:

La mayoría de los músculos tienen 5 a 10 veces más fosfato de creatina que ATP. No obstante este
es un sistema energético rápido, que se agota en poco tiempo (10 a 15 segundos).
Durante el ejercicio la concentración ATP se mantiene casi constante, en cambio el fosfato de
creatina puede disminuir a la mitad (esfuerzo moderado) o casi a cero (esfuerzos intensos). La depleción del
fosfato de creatina se restablece en la etapa de recuperación del músculo, y utiliza la energía aportada por
la glucólisis y la fosforilación oxidativa asociada a la cadena respiratoria.
Las reacciones asociadas con la contracción muscular, hidrólisis del ATP y transferencia del grupo
fosfato de la de CrP al ADP son “procesos no oxidativos”, es decir, no se consume oxígeno. El oxígeno se
consume en flujo de electrones a través de la cadena transportadora, siendo el aceptor final (1/2 O2 + 2H+ +
2e- = H2O) en la fosforilación oxidativa.
Los sistemas ATP-fosfato de creatina, en conjunto, se denomina “Sistema de fosfágenos” y brindan
energía durante 10 a 15 segundos en esfuerzos muy intensos y breves.

La fosfocreatina también se encuentra, aunque en menor concentración, en el cerebro


constituyendo una reserva energética de utilización inmediata para permitir una actividad cerebral rápida e
intensa (pensar o reaccionar).
La creatinina es un producto de desecho producido a partir de la degradación de creatina, en los músculos
y células nerviosas, que se elimina por vía renal. Tanto la concentración de creatina como su tasa de
renovación son muy constantes. Como la creatinina se elimina casi exclusivamente a través de los riñones,
la creatinina del suero (cantidad de creatina en la sangre) sirve como parámetro sensible de la función del
filtrado renal.

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01. Combustibles metabólicos

3. REGULACIÓN HORMONAL DEL METABOLISMO ENERGÉTICO

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