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“AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ”

“UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE LOS ANDES”

FILIAL – ANDAHUAYLAS

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, CONTABLES Y SOCIALES

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

 TEMA: DELITO DE SECUESTRO PREVISTO EN EL ARTICULO 152 DEL


CODIDO PENAL
 CURSO: Practica II Derecho Penal y Procesal Penal
 DOCENTE: Dr. Sabino pichihua Torres

 ALUMNO:
 Raineiro Walter Atao Salazar

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MAYO, 2021

DEDICATORIA

Dedicamos este trabajo a


Dios a nuestros padres y al
docente del curso, con mucho
respeto y agradecimiento.
mismos, que somos los más
interesados en conocer de
este tema que nos a servir
para el futuro.

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AGRADECIMIENTO

A nuestros padres que nos han dado la existencia; y en ella la capacidad para
superarnos y desearnos lo mejor en cada paso por este camino difícil y arduo de
la vida. Gracias por ser como son, porque su presencia y persona han ayudado a
construir y forjar la persona que somos hoy en día.

A mis maestros y amigos; por el apoyo incondicional que nos dan todos los días y
por sus conocimientos que me brindan.

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INDICE
PRESENTACIÓN................................................................................................................ 4
INTRODUCCION................................................................................................................ 5
1. DELITO DE SECUESTRO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 352 DEL CÓDIGO
PENAL................................................................................................................................ 7
2. TIPO PENAL................................................................................................................ 7
3. TIPICIDAD OBJETIVA....................................................................................................7
a. Bien jurídico protegido..........................................................................................7
b. Comportamiento típico..........................................................................................9
3.1 Sujeto activo.........................................................................................................9
3.2 Sujeto pasivo......................................................................................................10
3.3 Agravantes.......................................................................................................... 10
1. Por la conducta del agente......................................................................................10
2. Por la calidad de la víctima.....................................................................................11
3. Por la finalidad que busca el agente con el secuestro..........................................13
4. Por el resultado........................................................................................................14
5. Por los medios de comisión....................................................................................15
6. Por concurso de agentes........................................................................................15
7. TENTATIVA Y ACTOS PREPARATORIOS..............................................................15
8. TIPICIDAD SUBJETIVA............................................................................................16
9. ANTIJURICIDAD.......................................................................................................17
10. CULPABILIDAD.....................................................................................................19
11. CONSUMACIÓN....................................................................................................19
12. TENTATIVA Y ACTOS PREPARATORIOS...........................................................20
13. PENALIDAD........................................................................................................... 21
14. AUTORIA Y PARTICIPACION...............................................................................21
 Autor...................................................................................................................... 21
 Coautoría............................................................................................................... 22
 Cómplices............................................................................................................. 22
 Agravantes............................................................................................................22
15. Causas de justificación........................................................................................23
16. Progresión Legislativa.........................................................................................24
Jurisprudencia actual y relevante sobre el delito de secuestro..................................24
CONCLUSIONES.............................................................................................................27
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.................................................................................28

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PRESENTACIÓN

El presente trabajo monográfico pertenece al curso de Practica II Derecho Penal y


Procesal Penal a cargo del Doctor Dr. Sabino pichihua Torres, en la cual
desarrollaremos el siguiente tema: delito de secuestro previsto en el artículo 152
del código penal.

En este trabajo cabe resaltar, que, como seres humanos, desde el principio de
nuestra existencia, presentamos necesidades o deseos que queremos satisfacer y
por ende siempre vivimos con problemas dentro de la sociedad. Por ello este
trabajo va tener partes esenciales las cuales se desarrollará los temas sobre, el
delito de secuestro de igual manera el tipo penal, tipicidad objetiva, tipicidad subjetiva,
bien jurídico protegido.

En este trabajo no solo vamos a observar lo que ya está establecido en ley


Orgánica de Municipalidades, especialmente los artículos se desarrollasen
mediante nuestros puntos de vista como alumnos de la Escuela Profesional.

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INTRODUCCION

El delito de secuestro en sus más variadas modalidades, a no dudar viene a


constituir un comportamiento antisocial altamente peligroso que en lo que va de
estos últimos años, ha empezado a adquirir matices alarmantes en nuestro medio
nacional. Lo que constituye motivo de gran preocupación no solamente en los
medios policiales, sino también de la colectividad en general que se encuentra
desorientada ante este fenómeno. Situación que ha conllevado a esa equívoca
reacción de promulgar solamente leyes penales, como un aislado esfuerzo de
querer contrarrestar un fenómeno de mucho mayor complejidad que no
necesariamente es exclusivo del orden jurídico. Muchas y complejas son las
causas que motivan un panorama delictivo, en el que adquiere especial realce los
delitos contra la libertad individual.

Entre las que tienen notoriedad: una problemática socio-económica de marcadas


contrariedades, cuyas diferenciaciones entre los estratos sociales son bastantes
notorias; un estado de desorientación entre los diferentes organismos que
participan en la prevención de la criminalidad y el tratamiento de los delincuentes
(la policía, la administración de la justicia penal, los organismos legislativos y el
sistema penitenciario); y la poca ayuda que la comunidad presta para el
descubrimiento de este tipo de delitos en especial de los familiares de los
secuestrados

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Antecedentes

Desde los tiempos más remotos de la humanidad, con el paso de los años se ha
podido ir observando la existencia de una variedad de normas que han estado
encaminadas a mantener dentro de ciertos cánones, las diferentes y complejas
relaciones que sobrellevaban los miembros de la comunidad social. En sus inicios
las leyes estaban contempladas dentro de los códigos religiosos, y muchas veces
sus preceptos se encontraban entremezclados con las nociones del pecado y del
remordimiento. Estaban moldeadas y fuertemente influenciadas en las ideas
religiosas.

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1. DELITO DE SECUESTRO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 352 DEL
CÓDIGO PENAL.

El delito de secuestro se configura cuando el agente priva a una persona, sin


derecho, de la facultad de movilizarse de un lugar a otro, impidiéndole decidir
dónde quiere o no estar.

Su comisión únicamente se produce a título doloso, y ello demandará constatar en


el agente la intención de privar o restringir la libertad ambulatoria del sujeto pasivo.

El actuar sin derecho ni motivo o facultad justificada para privar de la libertad


ambulatoria a una persona, constituye un aspecto importante a tener en cuenta
para la configuración del delito de secuestro. Actualmente, el tipo base y las
agravantes del secuestro se encuentran reguladas en el título capítulo 1 del título
IV del Código Penal, que desarrolla los delitos contra la libertad. Su última
modificación se realizó el año 2016. El texto vigente del tipo penal.

2. TIPO PENAL.

Previsto Artículo 152 Secuestro la cual nos menciona. - Será reprimido con
pena privativa de la libertad no menor de veinte ni mayor de treinta años el que,
sin derecho, motivo ni facultad justificada, priva a otro de su libertad personal,
cualquiera sea el móvil, el propósito, la modalidad o circunstancia o tiempo que el
agraviado sufra la privación o restricción de su libertad.

3. TIPICIDAD OBJETIVA

a. Bien jurídico protegido

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El bien jurídico protegido es la libertad personal, pero en su manifestación como
libertad ambulatoria o de locomoción, es decir, la capacidad del sujeto de
trasladarse de un lugar a otro.

El bien jurídico protegido es la libertad personal entendida, como la capacidad de


la persona para trasladarse de un lugar a otro. el delito de secuestro se configura
cuando el agente priva a una persona, sin derecho de la facultad de movilizarse de
un lugar a otro, con independencia de que se le deje cierto espacio físico para su
desplazamiento y cuyos límites la víctima no puede traspasar desde este punto de
vista lo importante no es la capacidad física de moverse por parte del sujeto
pasivo sino la de decidir el lugar donde quiere o no quiere estar y lo más
importante de esta disquisición, es que en el aludido tipo penal se usa la expresión
sin derecho priva a la víctima de su libertad, pero esta privación de la libertad tiene
una consecuencia, perseguida por el agente, a un fin mediato; siendo la privación
de la libertad solo un modo facilitador.

La libertad como un valor superior, nos dicen los tratadistas nacionales, en nuestro
ordenamiento jurídico, considera un presupuesto imprescindible para la
convivencia social, como una norma cultural de vida que hace posible la
convivencia de los hombres. Es decir, se configura el delito de secuestro cuando
el agente o sujeto activo priva, sin tener derecho o motivo justificado para ello, de
su libertad personal o ambulatoria del sujeto pasivo o víctima sin importar el móvil
ni el tiempo que dure la privación de la libertad.

El tratadista Roy Freyre afirma que la materialidad del delito de secuestro


consiste en privar a una persona de la facultad de movilizarse de un lugar a otro,
aun cuando se le deje cierto ámbito de desplazamiento que la víctima no puede
físicamente traspasar, configurando el delito, precisamente, la existencia de los
límites impeditivos. A fin de sustentar su concepto, éste refiere un ejemplo en el
hecho de que una persona estará secuestrada en un estadio deportivo cuando no
puede abandonarlo por haberse cerrado sus puertas con el fin de impedir su
salida, no obstante, tiene la posibilidad de desplazarse dentro del estadio

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deportivo. A nuestro parecer, resulta acertada tal conceptualización debido a que
se entiende que existe el delito por los obstáculos que se presentan a la víctima lo
que impide pasar más allá de lo delimitado por el agresor, aun cuando ésta le
quede cierto margen de desplazamiento, por lo que se configurará el delito con la
existencia de tales límites impeditivos.

b. Comportamiento típico

Consiste en la privación al sujeto pasivo de la posibilidad de desplazarse de un


lugar a otro, es decir, privarlo de la posibilidad de determinar por sí mismo su
situación en el espacio físico, siendo indiferente la extensión de este último. No
establece el tipo penal una modalidad determinada de comisión del delito, por el
contrario, el propio tipo penal establece que es irrelevante la modalidad adoptada,
siendo admisible cualquier conducta que tenga como resultado la privación al
sujeto pasivo de la posibilidad de movilizarse de un lugar a otro. El actuar sin
derecho ni motivo o facultad justificada para privar de la libertad ambulatoria a una
persona, constituye un aspecto importante a tener en cuenta para la configuración
del delito de secuestro. En efecto, si se concluye que determinada persona actuó
conforme a derecho o en todo caso, dentro de las facultades que le franquea la
ley, el delito no aparece; lo que ocurre cuando una persona u autoridad detiene a
una persona inmersa en flagrancia delictiva, o cuando se detiene a la persona por
orden judicial, conforme anota el tratadista RAMIRO SALINAS SICCHA.

Luego, el tratadista Alonso R. Peña Cabrera, nos precisa que para la configuración
de este ilícito no es preciso que la víctima sea encerrada; el encierro sólo es un
medio para cometer el delito, no previsto específicamente por la ley, citando a
FONTAN BALESTRA

3.1 Sujeto activo

Sujeto activo puede ser cualquier persona, el tipo penal no exige una cualidad
especial, para ser considerado autor. Sujeto activo, cualquier persona, incluyendo

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al funcionario público fuera de sus funciones. Sujeto pasivo en general y para el
tipo base puede ser cualquier persona, incluida el inimputable por enfermedad
mental inhabilitante, aun cuando no se percate del agravio del que está siendo
víctima.

3.2 Sujeto pasivo

El sujeto pasivo es la víctima, agraviado, y también puede ser cualquier persona, y


veremos cómo es que el dispositivo normativo, ha considerado cualidades en la
víctima, que conllevan al incremento de la punibilidad del delito de secuestro.

3.3 Agravantes

Tomando como base la experiencia social de múltiples secuestros, el legislador,


ha previsto diversas agravantes, que concurren al hecho punible simple, las
mismas que han motivado la imposición de penas más severas. al respecto
citaremos al tratadista Ramiro Salinas Siccha quien ha realizado una clasificación
de éstas.

1. Por la conducta del agente

El agente abusa, corrompe, trata con crueldad o pone en peligro la vida o


salud del agraviado (inc. 1, art. 152). Vemos que la intención del legislador, al
agravar la pena, es procurar la protección de otros bienes jurídicos, a parte de la
libertad ambulatoria del agraviado, tales como la integridad psicológica, moral y
corporal. En doctrina, como señala el tratadista nacional citado, se conoce con la
denominación de delito imperfecto en dos actos, donde el secuestro es querido
por el agente como un medio subjetivo para una actuación ulterior. El secuestro
aparece como un medio para alcanzar otra finalidad que se logra con otra
conducta ulterior. El sujeto agente luego de secuestrar a su víctima puede realizar
cualquiera de las circunstancias descritas en esta agravante, las mismas que, por

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sí sola (es decir, no implica la concurrencia de todas), servirán para perfeccionar el
delito de secuestro.

El agente pretexta que el agraviado sufre de enfermedad mental. Se presenta


esta agravante cuando el agente pretexta que su víctima padece de una
enfermedad mental que en realidad no padece. Por ejemplo, se presentaría este
agravante, nos señala el autor, cuando los hijos para disfrutar de una fortuna
económica de su padre, con el auxilio de un psiquiatra lo internan en un
manicomio, alegando la existencia de serias alteraciones mentales.

El agente causa lesiones leves al agraviado. Se configura, cuando el agente


con motivo del secuestro, ya sea con la finalidad de vencer la resistencia de la
víctima, o para lograr su finalidad, produce en la agraviada lesión leve. Se
entiende que para ser tales, habrá que ceñirse a lo establecido por el inciso 1) del
artículo 122° del Código Penal.

El agente suministra información que haya conocido por razón o con


ocasión de sus funciones, cargo u oficio con la finalidad de contribuir en la
comisión del delito de secuestro. Se hace referencia en este supuesto al
cómplice primario, es decir, el agente que presta su ayuda de manera primordial
sin la cual no sería posible la comisión del secuestro. Se configurará tal conducta
cuando el agente entrega información precisa que conoció con ocasión de ejercer
sus funciones, cargo u oficio, a los secuestradores, para que realicen el delito de
secuestro sin mayor dificultad. Ejemplo: una empleada doméstica que informa a
los secuestradores sobre la rutina de su empleador.

El agente proporciona deliberadamente los medios para la perpetración del


secuestro. En este supuesto también nos encontramos ante una complicidad
primaria, pues se entiende presta los medios indispensables para la

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comisión del secuestro, y sin su ayuda hubiera sido imposible la realización de tal
delito. Por ejemplo: cuando el agente presta su vehículo y las armas a los
secuestradores, quienes no contaban con tales medios.

2. Por la calidad de la víctima

El agraviado es funcionario o servidor público. Se agrava por el hecho de ser


la víctima una persona al servicio de los intereses públicos. Para que se configure
tal agravante no bastará verificar que el sujeto pasivo cuente con la calidad
indicada, sino será necesario además verificar el ejercicio normal de la función que
cumple al servicio del Estado. Así en el caso de “funcionario público”, el secuestro
debería estar vinculado al ejercicio de 35 sus funciones para entender que el
mayor injusto deriva de la afección al “correcto funcionamiento de la
Administración Pública”; además de la libertad individual, conforme nos señala
Abanto Vásquez, quien es citado por Ramiro Salinas Siccha. En estos casos se
agrava el secuestro pues además de privar de la libertad ambulatoria del
agraviado, también se está afectando el normal funcionamiento de la
Administración Pública en el sector al cual pertenece el secuestrado.

El agraviado es representante diplomático de otro país. Se configura cuando


el agraviado, es decir el diplomático es extranjero.

El agraviado es secuestrado por sus actividades en el sector. Se agrava la


conducta de secuestro cuando el agente ha dirigido su conducta sobre un
empresario con la finalidad común de obtener un provecho económico. El
incremento de los secuestros al paso era indicativo de que se vivía una
inseguridad y de la aparente benignidad de las normas penales en contra de los
secuestradores.

La víctima es parienta, dentro del tercer grado de consanguinidad o segundo


de afinidad, con las personas referidas en los incisos 3, 4 y 5 Aquí la conducta
de secuestro se califica por el hecho que el agraviado resulta ser pariente, dentro

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el tercer grado de consanguinidad o segundo de afinidad de un funcionario,
servidor público, representante diplomático de otro país o empresario o profesional
de éxito. Esta agravante con la finalidad de proteger a la familia de las personas
referidas.

El agraviado adolece de enfermedad grave La agravante se configura de ser el


secuestro contra una persona que se encuentre padeciendo de una enfermedad
grave, ya sea de tipo mental o físico. Se entiende que el agraviado debió haber
contraído tal enfermedad antes del acto del secuestro. Se determinará su
gravedad mediante los antecedentes médicos, principalmente con el examen
médico que se habrá de practicar al agraviado para determinar la gravedad o no
de la enfermedad que padece el agraviado. Se busca, proteger además la
integridad de las personas que se encuentre padeciendo de alguna enfermedad
de gran magnitud, la misma que puede empeorar al ser restringido en el agraviado
de su libertad de desplazamiento, siendo enclaustrado.

La víctima se encuentra en estado de gestación. Con esta agravante se busca


proteger la integridad física y mental tanto de la gestante como del ser por nacer.
La agravante está justificada por la propia naturaleza del periodo que atraviesa la
agraviada, y por la protección que pretende darse además al concebido.

Si el agraviado es menor de edad Se entiende el agente realiza su acción contra


una persona menor de 18 años. Se pretende salvaguardar el desarrollo de su
personalidad, considerando su vulnerabilidad.

Si el agraviado es discapacitado, se presenta esta agravante cuando el agente


secuestra o priva de su libertad ambulatoria a una persona que sufre de
incapacidad física, mental o sensorial, con la finalidad de hacer que personas
estrechamente vinculadas a ella entreguen cualquier ventaja indebida a cambio de
dejarlo en libertad.

3. Por la finalidad que busca el agente con el secuestro

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El agente tiene por finalidad obligar a un funcionario o servidor público a
poner en libertad a un detenido, Se configura cuando el agente secuestra a
determinada persona y después solicita que se deje en libertad a una persona
detenida.

El agente tiene por finalidad obligar a una autoridad a conceder exigencias


ilegales Se evidencia esta agravante, nos dice el citado autor, cuando el agente
secuestra al sujeto pasivo y luego solicita a determinada autoridad que le conceda
exigencias ilegales, tales como el pago de honorarios no debidos o el pago de
beneficios no ganados, etc. El agente actúa convencido de que una persona
investida de autoridad le otorgue alguna ventaja no debida.

4. Por el resultado

Durante el secuestro o a consecuencia de dicho acto se causa lesiones


graves al agraviado. Se configura cuando a consecuencia del secuestro que se
ha sufrido, resulta con lesiones graves en su cuerpo o en su salud física o mental.
Se entienden como tales las establecidas en el artículo 121 del Código Penal.
Según la redacción del agravante, las lesiones producidas en la integridad física o
mental de la víctima puede ser a título de dolo o culpa, ello también conforme
resalta el tratadista Ramiro Salinas Siccha, y plantea el ejemplo de que el agente
para conseguir de forma más inmediata la ventaja indebida que busca con su
accionar o, en su caso, las lesiones pueden ocasionarse debido a una falta de
cuidado o negligencia del agente al momento del secuestro, o cuando se está al
cuidado del rehén en tanto se consigue la ventaja que motiva el accionar delictivo.

Cuando el agraviado muere durante el secuestro o a consecuencia de dicho


acto. Se presenta esta agravante, cuando, el agraviado muere durante el acto
mismo del secuestro, o a consecuencia de producido el secuestro, es decir, el que
ocurra con posterioridad al recobrar la víctima su libertad ambulatoria, siempre que
la muerte sea consecuencia de dicho acto. Así también, la muerte puede
producirse a título de dolo o de culpa. Esto es el agente, puede dolosamente
producir la muerte de la víctima, por ejemplo, cuando esta se resiste al secuestro

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en su caso, pese a que logran su objetivo de obtener la ventaja perseguida con su
conducta ocasionan la muerte del agraviado con la finalidad de no ser
identificados posteriormente.

Asimismo, la muerte de la víctima puede producirse por un actuar negligente del


autor al momento del secuestro o en su caso, cuando está al cuidado del rehén en
tanto el obligado hace entrega de la ventaja indebida que se le exige.

5. Por los medios de comisión

Se utiliza a menores de edad para cometer el secuestro. Se configura cuando


el agente emplea a menores de 18 años de edad. Dicha participación puede
incluso ser con la voluntad del menor, sin embargo, el solo hecho de hacer
participar al menor en el hecho punible configurará la agravante.

Se utiliza un inimputable relativo para cometer el secuestro. En este supuesto


se hace alusión al empleo de inimputables por parte de los agentes, que, con
exclusión de los menores de 18 años de edad, resultan aquellas personas que,
por anomalía psíquica, grave alteración de la conciencia o por sufrir alteraciones
en la percepción que afectan gravemente su concepto de la realidad, no poseen la
facultad de comprender el carácter delictuoso de su acto o para determinarse
según esta comprensión.

6. Por concurso de agentes

El secuestro es cometido por dos o más personas. Se configura cuando


existen dos o más personas que se reúnen ocasionalmente para tal intención
criminal. En si no es una agrupación delictiva, sino que para su configuración
bastará que dos o más personas 42 se reúnan en forma ocasional para realizar un
secuestro. Precisemos que para dicho efecto será necesario que dos o más
personas participen en calidad de coautores del delito de secuestro. Se
fundamenta esta agravante en la imposibilidad de defensa que experimenta la

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víctima frente a un hecho de plural participación y en la mayor potencialidad lesiva
para el bien jurídico “libertad ambulatoria” que importa el ataque de un grupo de
personas.

7. TENTATIVA Y ACTOS PREPARATORIOS

Se admite la tentativa, para el delito de secuestro, en tanto se debe entender que


dentro del iter criminis el agente debe iniciar la ejecución del delito de secuestro, a
través de conductas exteriorizadas; sin embargo, por causas ajenas a su voluntad,
no se llega a consumar el delito, estas causas pueden ser la resistencia tenaz que
manifieste el agraviado, o la intervención de terceras personas.

Respecto a los actos preparatorios, el tratadista Ramiro Salinas Siccha se ha


pronunciado por la irrelevancia de tales, por cuanto son atípicos e irrelevantes
penalmente. Y al respecto plantea el siguiente caso emitido por la Sala Penal de la
Corte Suprema por Ejecutoria Suprema del 18 de mayo de 1994, que resuelve
basado en que se trata de actos preparatorios absolviendo al acusado, que
señala: “Que, en el caso de autos se imputa a Rudy Andrés Albarracín Barreto
haber confeccionado los planos y croquis que determinaban la trayectoria a seguir
por el agraviado Paolo Sachi Yurato, que luego sería objeto de la privación de su
libertad personal, empero tal comisión delictiva no se perpetró quedando entonces
la actitud del procesado Albarracín Barreto como un acto carente de suficiencia
para violentar un bien jurídico tutelado por la ley, en vista de no darse el
presupuesto inequívoco de dar inicio en la comisión del hecho punible; por tanto,
debe encuadrarse tal situación como acto preparatorio que se encuentra en la fase
externa del delito, pero que no es parte de él, siendo que por sí solo es incapaz de
indicar la voluntad del hecho de continuar y acabar su intento delictuoso; si esto es
así la imputación recaída no tiene el sustento necesario para la imposición de una
pena.” (SALINAS, 2015, Pág.520 a 533).

8. TIPICIDAD SUBJETIVA

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De la lectura del tipo penal contemplado en el supuesto básico del injusto penal
denominado secuestro y sus agravantes, fluye que se trata de un delito netamente
doloso. Pues el agente actúa con conocimiento y voluntad de privar o restringir la
libertad ambulatoria de su víctima, esto es, afectar la libertad de la víctima. Así
también, cuando concurre alguna de las circunstancias ya analizadas el agente
debe conocer también las especiales circunstancias que califican su conducta.

Respecto al elemento subjetivo se tiene un precedente jurisprudencial citado por el


tratadista Fidel Rojas Vargas (ROJAS VARGAS, 2007, Pág. 150) el cual sostiene:
que, el fundamento de la punibilidad del delito de secuestro está en el menoscabo
de la libertad corporal, siendo esencial la concurrencia del elemento subjetivo, esto
es, que el agente se haya conducido con la intención específica de tomar a la
víctima y afectar su libertad personal privándola de la misma, privación que
además debe representar verdaderamente un ataque a su libertad; que, en el caso
de autos, si bien l víctima fue trasladada por el agente hasta una cabaña a fin de
practicar el acto sexual en contra de su voluntad, llevándola de regreso hasta su
domicilio una vez consumado el hecho, debe tenerse en cuenta que este fue el
medio elegido para evitar ser descubierto y crear una situación de mayor
indefensión a la víctima sustrayéndola de un lugar en que probablemente hubiese
podido ser auxiliada consecuentemente el propósito de la conducta criminal
estaba en función al delito de violación sexual y no así al de secuestro, por lo que
no concurren los elementos configurativos del tipo penal” A ello añadimos que
para que el agente responda por las circunstancias agravantes, salvo las
especificaciones realizadas, debe conocer tales, que calificarán su conducta.

9. ANTIJURICIDAD

Aceptamos la concurrencia de una causa de justificación prevista en el artículo 20


del Código Penal, tal es así que a continuación citamos un ejemplo de la
concurrencia de causa de justificación en la ejecutoria Suprema del 9 de junio de
2004: que el delito de secuestro se configura cuando el agente priva a una
persona, sin derecho, de la facultad de movilizarse de un lugar a otro, con

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independencia que se le deje cierto espacio físico para su desplazamiento y cuyos
límites la víctima no puede traspasar, desde este punto de vista lo importante no
es la capacidad física de moverse por parte del sujeto pasivo, sino la de decidir el
lugar donde se quiere o no quiere estar y lo más importante de esta disquisición es
que en el aludido tipo penal se usa la expresión “sin derecho priva a la víctima de
su libertad”, pero esta privación de la libertad tiene una consecuencia, perseguida
por el agente, a un fin mediato, siendo la privación de la libertad solo un modo
facilitador.

Segundo.- Que en el presente caso los procesados en su condición de


integrantes de las rondas campesinas de los centros poblados de Pueblo Libre y
Santa Rosa, jurisdicción de la Provincia de Moyobamba en el departamento de
San Martín, teniendo conocimiento de que los presuntos agraviados aceptaron ser
los autores de los delitos de robo, violación sexual y asesinato que se habrían
cometido en sus territorios, decidieron sancionarlos de acuerdo con sus
costumbres condenándolos esto es, pasarlos de una ronda a otra a efectos de que
sean reconocidos por sus habitantes y además presten trabajo gratuito a favor de
las respectivas comunidades.

Tercero.- Que, en tal sentido la conducta de los procesados no reviste el carácter


doloso que requiere el tipo penal de secuestro, dado que su actuar se encuentra
normado y regulado por el artículo ciento cuarenta y nueve de la Constitución
Política del Perú que a la letra dice “ las rondas campesinas pueden ejercer las
funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad con el
derecho consuetudinario ” no habiéndose advertido con ello ningún ejercicio
abusivo del cargo, ya que por el contrario todos los denunciados actuaron
conforme a sus ancestrales costumbres.

Cuarto. - Que el inciso ocho, del artículo veinte del Código Penal, señala que está
exento de responsabilidad penal “el que obra por disposición de una ley, en
cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo”,
por lo que si los procesados en su condición de ronderos, momentáneamente

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aprehendieron a los presuntos agraviados; sin embargo, su accionar es legítimo
por cuanto se encuentra enmarcado en el artículo ciento cuarenta y nueve de
nuestra Carta Magna.

Quinto. - Que al haber concurrido la causa de justificación “el actuar por


disposición de la ley” en el presente proceso; en consecuencia, si bien la acción es
típica; sin embargo, no es antijurídica, por ende, tampoco culpable, resultando de
aplicación el artículo doscientos ochenta y cuatro del Código de Procedimientos
Penales”. Consideraciones por las cuales declararon HABER NULIDAD en la
sentencia recurrida que condenó a los procesados por el delito de secuestro.”

10. CULPABILIDAD

Al determinar el operador jurídico que la conducta es típica, antijurídica (al


evidenciarse la no concurrencia de una causa de justificación), debe
inmediatamente analizar tres elementos:

 Si el agente es imputable, esto implica dos cosas que sea mayor de


18 años de edad, y que a la vez goce de salud mental.
 Si al momento de actuar sabía o tenía conocimiento de la
antijuricidad de su actuar, esto implica una congruencia entre el
aspecto subjetivo y objetivo de su actuar, caso contrario, se caerá en
un supuesto de error de prohibición, lo cual anulará la culpabilidad.
 Si pudo obrar de manera diferente a la de exteriorizar la conducta
que lesionó el bien jurídico, libertad de su víctima. Es decir, si hubo
la exigibilidad de una conducta distinta a la realizada, y por ende
existe un reproche al sujeto agente

11. CONSUMACIÓN

Se consuma este delito cuando el sujeto pasivo queda privado de su libertad


ambulatoria, desde dicho momento se inicia el estado consumativo, el que solo

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concluye cuando ya sea por voluntad del agente o por causas extrañas a este el
sujeto pasivo recobra su libertad y en consecuencia se pone fin a la privación de la
libertad a que fuera sometido. Dicha afirmación es sostenida unánimemente por
los doctrinarios nacionales.

EL TRATADISTA ROY FREYRE, citado por el tratadista y RAMIRO SALINAS


SICCHA indican que el delito alcanza la etapa de la consumación en el momento
que el agraviado queda privado de su libertad de movilizarse en el espacio, se
trata de un delito permanente en el que la actividad delictiva continúa
proyectándose en el tiempo mientras dura el estado de secuestro. Citando luego,
a Bramont Arias y García Cantizano, quienes señalan que el delito se consuma
cuando el sujeto pasivo queda privado de su libertad para movilizarse. “Se trata de
un delito permanente, puesto que, la conducta delictiva continúa mientras dura la
privación de la libertad”, de tal modo que es posible la intervención de partícipes
aún después del inicio de la ejecución del delito.

12. TENTATIVA Y ACTOS PREPARATORIOS

Existe tentativa cuando el autor inicia la ejecución del delito por hechos
exteriorizados, practicando todos o parte de los actos que objetivamente se
deberían producir el resultado; sin embargo, no se produce, por causas
independientes a la voluntad del agente.

En dicho supuesto, por ser el delito uno de lesión y de resultado, es posible que se
quede en realización imperfecta, es decir, en el grado de tentativa. Por ejemplo:
luego de desarrollar los actos tendientes a lograr el secuestro, los delincuentes no
logran su cometido por la tenaz resistencia del agraviado y de los efectivos de
seguridad personal.

El agente debe haber dado inicio con actos ejecutivos objetivos la comisión del
delito de secuestro que decidió cometer. Antes que aparezcan objetivamente tales
actos, estaremos ante lo que se denomina actos preparatorios de un delito de

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secuestro, los mismos que por regla general, son irrelevantes penalmente salvo
que por sí solos constituyan un delito independiente. Conforme a lo señalado la
Sala Penal de la Corte Suprema con la ejecutoria suprema del 18 de mayo de
1994 resolvió absolver al procesado de la acusación fiscal del delito de tentativa
de secuestro, dado que el agente si bien había confeccionado los planos y croquis
que determinaba la trayectoria a seguir por el agraviado, que luego sería objeto de
la privación de su libertad personal, empero tal comisión delictiva no se perpetró,
quedando entonces la actitud del ahora procesado, como un acto carente de
suficiencia para violentar un bien jurídico tutelado por la ley en vista de no dar
inicio la comisión del hecho punible, por tanto, debe quedar tal situación como acto
preparatoria, que se encuentra en la fase externa del delito, pero que por sí solo
no es capaz de indicar la voluntad del hecho de continuar y acabar su interno
delictuoso; si esto es así, la imputación recaída no tiene el sustento necesario para
la imposición de una pena.

13. PENALIDAD

Del artículo 152 del Código Penal, fluye que si el agente comete el delito de
secuestro dentro de los parámetros del tipo básico será merecedor de pena
privativa de libertad n menor de veinte ni mayor de treinta años. En caso de
presentarse algunas de las agravantes previstas en los trece primeros incisos, así
como los supuestos del parágrafo 3 del artículo 152° del Código Penal, el agente
será merecedor a pena privativa de libertad no menor de treinta años.

Finalmente, si a consecuencia del secuestro, se causa una lesión grave, ya sea


física o mental en el agraviado, o este muere durante o a consecuencia del
secuestro, el agente será merecedor de cadena perpetua. Igualmente se aplicará
en caso de que el agraviado del secuestro es un menor de edad, o una persona
mayor de setenta años o un discapacitado.

14. AUTORIA Y PARTICIPACION

Los principales criterios que se han utilizado para distinguir entre autoría y
participación son las teorías subjetivas, la teoría objetivo-formal, las teorías

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objetivo-materiales, la teoría del dominio del hecho y alguna otras, como la de la
determinación objetiva y positiva del hecho, que están emparentadas con la
anterior. Como no todas las teorías poseen igual relevancia actualmente, no
vamos a explicarlas por igual, agrupando las menos importantes hoy en un primer
apartado.

 Autor

La autoría inmediata individual o unipersonal, comúnmente llamada autoría


directa, se da cuando el sujeto realiza la acción típica, determina el hecho de
modo completo (o sea, sin compartir con otros el dominio o determinación del
hecho) por sí solo y sin hacerlo a través de otro que actúa como instrumento. Ello
no es óbice para que junto a esa persona actúen otras como partícipes en el
hecho, o incluso otros sujetos que realicen por sí mismos toda la acción típica, es
decir, otros autores inmediatos individuales,

 Coautoría

La coautoría supone la realización del hecho por varios sujetos conjuntamente En


un sentido amplio, se podría decir que el hecho lo realizan todos los que
intervienen en él. Pero aquí nos referimos a la estricta realización del hecho típico,
en el sentido del concepto restrictivo de autor El primer elemento, el plan o
acuerdo común entre los sujetos, se concibe de distintas maneras, pero la mayoría
de los autores se conforma con una especie de “conocimiento o dolo común”, es
decir, con que cada sujeto sepa que está actuando junto a otros y lo que realiza
cada cual. En mi opinión, tal acuerdo mínimo.

 Cómplices

Partícipes son los sujetos que intervienen en un delito, sin ser autores del mismo
(es decir, desde la caracterización de la autoría que aquí se sostiene, sin realizar
la acción típica nuclear, sin determinar objetiva y positivamente el hecho), siempre
y cuando sus conductas estén recogidas en alguno de los preceptos del CP que
describen formas de participación. Esa intervención en el delito puede revestir
diversas modalidades, como se ve al analizar las formas de participación, pero

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todas tienen en común el fomentar, facilitar o favorecer (o incluso posibilitar) la
realización del hecho típico del autor.

 Agravantes

El primer supuesto que menciona el mencionado artículo es el del secuestro


ejecutado con simulación de autoridad o función pública absorbe el delito de
usurpación de funciones. Mientras que los otros dos (víctima menor de edad o
discapacitado) se basan en la cualidad del sujeto pasivo, integrando la primera los
casos en que la víctima es menor de edad o discapacitado, exigiendo la segunda
que el funcionario estuviese en el ejercicio de sus funciones.

El hecho de que un menor de edad no pueda valerse por sí mismo y necesita para
ello auxilio de otra persona, y que incluso no puede manifestar su voluntad
contraria a ser privado libertad, lo que no implica que no sea titular del derecho a
la libertad individual aun cuando precise de un tercero para hacerlo posible.

La detención ilegal de un menor que se encuentre en esas condiciones se comete


extrayéndolo del ámbito de influencia de quien hace efectivo su derecho a la
libertad deambulatoria, que serán ordinariamente sus padres, pero también otros
representantes legales e incluso el guardador de hecho, o bien deteniendo o
encerrando a aquél juntamente con el menor, siempre en contra o sin su voluntad,
pues en esos casos se le impide no sólo el ejercicio de su propia libertad sino
también de la del menor. En el primer caso solo se cometerá un delito, mientras
que en el segundo supuesto existirán dos infracciones, ya que afecta a dos bienes
personalísimos.

15. Causas de justificación

Estado de necesidad justificante: Se requiere un presupuesto sin el cual no


puede haber estado de necesidad justificante: que exista un conflicto de bienes
jurídicos. Esto es indispensable. Debido a este conflicto, la persona no puede
salvar ambos bienes jurídicos. Este conflicto debe presentarse entre bienes
jurídicos desiguales o de distinto valor. El estado de necesidad justificante no se

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puede alegar si los bienes jurídicos son del mismo valor. Si se da ese conflicto,
entonces se puede sacrificar el bien jurídico de menor valor siempre y cuando sea
el medio adecuado para salvar el bien jurídico de mayor valor. La conducta típica,
entonces, queda justificada por un objetivo de salvaguardar un bien jurídico de
mayor valor.

Si el que lesiona el bien jurídico protegido es un tercero, también se dice que está
bajo un estado de necesidad.

16. Progresión Legislativa

Ley que modifica los artículos 147, 152 y 200 del código penal y el artículo 136 del
código de procedimientos penales y señala las normas a las que se sujetarán los
beneficios penitenciarios en el caso de sentenciados por delito de secuestro

LEY Nº 28760

El delito de secuestro fue contemplado en el proyecto suizo de 1918 en el artículo


157. Así, el legislador del Código Penal Peruano de 1924 lo incorpora y asimila
dentro de los delitos contra la libertad individual. También el Código Penal
Peruano de 1991 lo plantea en el artículo 152. El supuesto típico fue modificado
por la Ley 26222 del 21 de agosto de 1993 y por la Ley 26630 del 21 de junio de
1996, en las cuales se establecen la cadena perpetua, cuando el agraviado resulte
con graves daños en el cuerpo o en la salud física o mental, o muere durante el
secuestro, o a consecuencia de dicho acto; se agravan las penas hasta no
menores de 10 ni mayores de 15 años. Se aumenta la pena a no menos de 20
años ni mayores de 25 años si esta fuera agravada. Además, los beneficios
penitenciarios fueron recortados para este tipo de delito.

Jurisprudencia actual y relevante sobre el delito de secuestro

 Definición del delito de secuestro [RN 903-2019, Apurímac]

Fundamento destacado: Octavo. El delito de secuestro se configura cuando el


agente priva a una persona, sin derecho, de la facultad de movilizarse de un lugar

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a otro, con independencia de que se le deje cierto espacio físico para su
desplazamiento y cuyos límites la víctima no puede traspasar; desde este punto
de vista, lo importante no es la capacidad física de moverse por parte del sujeto
pasivo sino la de decidir el lugar donde quiere o no quiere estar.

El actuar sin derecho ni motivo o facultad justificada para privar de la libertad


ambulatoria a una persona, constituye un aspecto importante a tener en cuenta
para la configuración del delito de secuestro.

Prueba indiciaria en el delito de secuestro agravado [RN 1720-2014, Lima]

Fundamentos destacados: Octavo. Aun cuando no existe prueba directa de la


participación del procesado en los hechos delictivos, sí hay prueba indiciaria que
desvirtúa su presunción de inocencia. En este caso, la Sala Penal Permanente de
la Corte Suprema de Justicia de la República, en el Recurso de Nulidad número
mil novecientos doce-dos mil cinco-Piura, emitió una Ejecutoria Vinculante
respecto a la prueba indiciaría y señaló que los elementos de esta son los
referidos al indicio y la inferencia lógica, por lo que deben cumplirse las siguientes
reglas: i) Ha de estar plenamente probado por los diversos medios de prueba que
autoriza la Ley, pues, de lo contrario, sería una mera sospecha sin sustento real
alguno, ii) Deben ser plurales o excepcionalmente únicos, pero de una singular
fuerza acreditativa, iii) Deben ser concomitantes al hecho que se trata de probar,
iv) Deben estar interrelacionados, cuando sean los, de modo que se refuercen
entre sí y que no excluyan el hecho consecuencia.

Diferencias entre los delitos de secuestro y tortura [RN 529-2011, Ica]

Fundamento destacado: 4.1.1. La conducta antijurídica en el delito materia de


acusación, debe recaer especialmente sobre la libertad personal de la víctima,
entendida como libertad ambulatoria o de locomoción, es decir, la facultad o
capacidad de las personas de trasladarse libremente de un lugar a otro conforme
a su espectro volitivo y las circunstancias especiales. En ese sentido, de la
redacción del tipo penal que recoge supuesto básico de secuestro, se aprecia que

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estamos ante una figura únicamente punible a título de dolo, el mismo que debe
abarcar las circunstancias agravantes glosadas en el tipo penal en cuestión. De
este modo, para su configuración, es preciso constatar en el agente una especial
intencionalidad dirigida hacia la realización del resultado típico, esto es, la
privación o restricción de la libertad ambulatoria de su víctima, a su vez, dicha
intencionalidad concierne, necesariamente, un objetivos del tipo, conocimiento que
está sólidamente ligada al aspecto volitivo de la conducta, de modo que
conciencia y voluntad, como elementos imprescindibles del dolo, deben concurrir
inexcusablemente en la materialización del delito de secuestro.

4.1.2. Que, en razón a lo antes considerado, se tiene que la concreta


intencionalidad de los respectivos comportamientos de los acusados, y por ende
su conocimiento y voluntad, no estuvo orientada a privar o restringir
específicamente el libre ejercicio de la libertad ambulatoria del agraviado, sino al
aseguramiento de sufrimientos físicos y mentales y a la supresión de sus
facultades de discernimiento, de lo que se colige, que el desarrollo de sus
conductas criminales estuvo en función a la comisión del delito de tortura como
delito fin y no así al ilícito de secuestro, pues como se tiene dicho, inmediatamente
a su aprehensión fue conducido hacia un lugar desolado sometiéndolo a
vejámenes físicas y maltrato psicológico; significándose que es nuevamente
conducido a la misma zona donde los acusados llegaron al extremo de colocar la
cabeza de la víctima debajo de la llanta posterior del vehículo del serenazgo
amenazándolo con pasarle el mismo sino acataba haber cometido el delito. Este
dato revelador de la presión psicológica a la que fue sometida la víctima, ha sido
aceptado por los acusados, determinándose incluso que la disposición la dio el
supervisor del grupo; esto es, el acusado Félix Ángel Guerrero Caña,
destacándose que el precitado ordenó el encendido del motor del vehículo, a fin
de aumentar la tensión del agraviado, quien a la postre terminó por confesar el
ilícito

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Ley que modifica los artículos 147, 152 y 200 del código penal y el artículo 136 del
código de procedimientos penales y señala las normas a las que se sujetarán los
beneficios penitenciarios en el caso de sentenciados por delito de secuestro

LEY Nº 28760

CONCLUSIONES

Del análisis de todo Jo que se ha expuesto, se desprende que la evolución


histórica de las penas en nuestro derecho penal, en particular en lo referente a los
delitos que atentan contra la libertad como el caso del secuestro, hay una
acentuada tendencia hacia una mayor severidad en su represión, y a un aumento
constante y progresivo de la privación de la libertad. Igualmente se evidencia que
a pesar de todos Jos cambios que plantea el desarrollo de la penología en la
sociedad contemporánea, de las recomendaciones y resoluciones emanadas de
los congresos mundiales sobre prevención de la criminalidad y de los organismos
internacionales, nuestros legisladores permanecen insensibles ante estas

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transformaciones. Mientras tanto nuestros establecimientos penitenciarios
continúan en un estado crítico, debido al hacinamiento y al retardo de la
administración de justicia. Lugar de donde emanarán la gran parte de los
delincuentes que llevan a cabo los secuestros, como lo demuestra que todos sean
casi reincidentes y considerados como delincuentes habituales.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 Luis Roy Freyre. Derecho Penal Peruano. Tomo 11 Parte Especial. Delitos
contra la libertad. Instituto Peruano de Ciencias Penales. Lima. Perú. 1975.
página 246.
 Mirla Linares A. El Sistema Penitenciario Venezolano. Universidad Central
de Venezuela. Facultad de Ciencias Jurídicas Criminológicas. Caracas.
1977. página 30.
 file:///C:/Users/ADMIN/Downloads/Dialnet-ElDelitoDeSecuestro-
5084830%20(8).pdf

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 El secuestro extorsivo en la República Argentina. Magnitud del fenómeno y
estrategias de persecución penal en el contexto local y regional. (2006).
344.524/S
 Secuestro. (2013). En L. Lapa Rivera. Manual de derecho penal II. Parte
especial. Delitos contra la vida, el cuerpo y la salud (pp. 317-322).
Huancavelica:
 Secuestro. (2014). En A.R. Peña Cabrera Freyre. Curso elemental de
derecho penal. Parte especial (pp. 295-311). Lima: Ediciones Legales.
344/P431C8/2014-5/t. 1

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