Está en la página 1de 43

Teoría

gramatical II.

Sabrina del Castillo.

2°Prof. de Literatura, 2017. CeRP-Litoral.

Profesor: Lucía Gabrielli.


Clase I.

En la primer clase se planteó el tema a trabajar durante el año, morfología, para luego
repasar lo dado el año anterior en la materia para observarlo desde un punto de vista
morfológico. Para todo esto se trabajó con el primer enunciado del texto “La pelota” de
Felisberto Hernández.
La pelota

Cuando yo tenía ocho años pasé una larga temporada con mi abuela en una
casita pobre. Una tarde le pedí muchas veces una pelota de varios colores que yo veía a
cada momento en el almacén. Al principio mi abuela me dijo que no podía
comprármela, y que no la cargoseara; después me amenazó con pegarme; pero al rato y
desde la puerta de la casita -pronto para correr- yo le volví a pedir que me comprara la
pelota. Pasaron unos instantes y cuando ella se levantó de la máquina donde cosía, yo
salí corriendo. Sin embargo ella no me persiguió: empezó a revolver un baúl y a sacar
trapos. Cuando me di cuenta que quería hacer una pelota de trapo, me vino mucho
fastidio. Jamás esa pelota seria como la del almacén. Mientras ella la forraba y le daba
puntadas, me decía que no podía comprar la otra y que no había más remedio que
conformarse con ésta. Lo malo era que ella me decía que la de trapo seria más linda; era
eso lo que me hacía rabiar. Cuando la estaba terminando, vi como ella la redondeaba,
tuve un instante de sorpresa y sin querer hice una sonrisa; pero enseguida me volví a
encaprichar. Al tirarla contra el patio el trapo blanco del forro se ensució de tierra; yo la
sacudía y la pelota perdía la forma: me daba angustia de verla tan fea; aquello no era
una pelota; yo tenía la ilusión de la otra y empecé a rabiar de nuevo. Después de haberle
dado las más furiosas "patadas' me encontré con que la pelota hacía movimientos por su
cuenta: tomaba direcciones e iba a lugares que no eran los que yo imaginaba; tenía un
poco de voluntad propia y parecía un animalito; le venían caprichos que me hacían
pensar que ella tampoco tendría ganas de que yo jugara con ella. A veces se achataba y
corría con una dificultad ridícula; de pronto parecía que iba a parar, pero después
resolvía dar dos o tres vueltas más. En una de las veces que le pegué con todas mis
fuerzas, no tomó dirección ninguna y quedó dando vueltas a una velocidad vertiginosa.
Quise que eso se repitiera pero no lo conseguí. Cuando me cansé, se me ocurrió que
aquel era un juego muy bobo; casi todo el trabajo lo tenía que hacer yo; pegarle a la
pelota era lindo; pero después uno se cansaba de ir a buscarla a cada momento.
Entonces la abandoné en la mitad del patio. Después volví a pensar en la del almacén y
a pedirle a mi abuela que me la comprara. Ella volvió a negármela pero me mandó a
comprar dulce de membrillo. (Cuando era día de fiesta o estábamos tristes comíamos
dulce de membrillo). En el momento de cruzar el patio para ir al almacén, vi la pelota
tan tranquila que me tentó y quise pegarle una "patada" bien en el medio y bien fuerte;
para conseguirlo tuve que ensayarlo varias veces. Como yo iba al almacén, mi abuela
me la quitó y me dijo que me la daría cuando volviera. En el almacén no quise mirar la
otra, aunque sentía que ella me miraba a mí con sus colores fuertes. Después que nos
comimos el dulce yo empecé de nuevo a desear la pelota que mi abuela me había
quitado; pero cuando me la dio y jugué de nuevo me aburrí muy pronto. Entonces decidí
ponerla en el portón y cuando pasara uno por la calle tirarle un pelotazo. Esperé sentado
encima de ella. No pasó nadie. Al rato me paré para seguir jugando y al mirarla la
encontré más ridícula que nunca; había quedado chata como una torta. Al principio me
hizo gracia y me la ponía en la cabeza, la tiraba al suelo para sentir el ruido sordo que
hacia al caer contra el piso de tierra y por último la hacía correr de costado como si
fuera una rueda.

Cuando me volvió el cansancio y la angustia le fui a decir a mi abuela que aquello no


era una pelota, que era una torta y que si ella no me compraba la del almacén yo me
moriría de tristeza. Ella se empezó a reír y a hacer saltar su gran barriga. Entonces yo
puse mi cabeza en su abdomen y sin sacarla de allí me senté en una silla que mi abuela
me arrimó. La barriga era como una gran pelota caliente que subía y bajaba con la
respiración. Y después yo me fui quedando dormido.
Morfología.

A continuación se mencionarán varias definiciones de morfología siguiendo a


distintos autores tales como la RAE (Real Academia Española), Ignacio Bosque, entre
otros.

 “Unidades morfológicas La morfología es la parte de la gramática que se ocupa


de la estructura de las palabras, las variantes que estas presentan y el papel
gramatical que desempeña cada segmento en relación con los demás elementos
que las componen. Se suele dividir en dos grandes ramas: la morfología flexiva
y la morfología léxica, y según la perspectiva adoptada se distingue entre
morfología sincrónica y morfología diacrónica.”(RAE, Nueva Gramática
Española, Unidades morfológicas, 1.3).
 “La Lingüística no es la única ciencia que cuenta con una disciplina que atienda
al nombre de Morfología. De hecho, el término morfología designa comúnmente
el estudio de la forma o formas que presentan los objetos que estudia cualquier
ciencia y las variantes que estas formas pueden presentar. Sin embargo, si el
profano se asoma a nuestra disciplina con este criterio, probablemente se
equivocará al tratar de deslindar el objeto de la Morfología del lenguaje. El
término morfología no designa, como se podría deducir de su etimología, el
estudio de las formas lingüísticas, porque también la Sintaxis aborda (y casi
exclusivamente), elementos y relaciones formales. El término morfología
designa únicamente un subconjunto de estas relaciones: aquellas que se dan
dentro de la palabra entre las unidades menores que ella.” (Ignacio Bosque, La
morfología).
Adyacente Circunstancial de Tiempo. Objeto Directo.

[(<Cuando yo tenía ocho años> pasé una larga temporada

con mi abuela en una casita pobre.)]

Nexo subordinante.

E.O.C (Enunciado Oración Compleja). Contiene en su interior una

oración degradada de tiempo.

Punto de vista morfológico.

Pasar:

PAS É Núcleo del verbo conjugado.


Raíz o lexema.

 Persona Morfema 2 N/R

 Número César

 Tiempo Morfema 1 TAM Hernández Alonso.

 Modo

 Aspecto

El morfema 2 expresa el sujeto gramatical.


Se trabajó con las distintas definiciones de sustantivo, obteniendo la siguiente:

 El sustantivo tiene la capacidad de desempeñar la función de objeto directo o sujeto.

Por otro lado, en el apartado 67 de la Gramática de la Lengua Española (1994)

de Emilio Alarcos, la definición de sustantivo es la siguiente: “Es sustantivo

toda palabra capaz de cumplir en los enunciados llamados oraciones la función

de sujeto explícito (por ejemplo, Sale humo, Pasan coches) o la de objeto directo

sin necesidad de ningún otro elemento. La estructura interna del sustantivo

consiste, en general, en la combinación de un signo léxico, expresado por la raíz,

y unos signos morfológicos, accidentes o morfemas, que suelen ser expresados

en la desinencia. La raíz es susceptible de formar parte de palabras de diferentes

clases: por ejemplo, el significado «costar» expresado por la raíz cost puede

aparecer en palabras que son verbos (como costaba, costó, etc.), o sustantivos

(como el coste, las costas), o adjetivos (costoso). En cambio, la desinencia, con

los accidentes por ella expresados, caracteriza a la palabra como perteneciente a

una clase determinada.”


Clase II.

Se realizaron distintos cuadros exponiendo a tres autores, Emilio Alarcos,

ERAE y César Hernández Alonso; todo esto con el propósito de mostrar las

raíces, características y desinencias (según cada autor) presentes en los verbos.

Cabe señalar que todo lo trabajado en clase en cuanto a desinencias es tomado

desde la postura del Esbozo de la Real Academia Española.

ERAE. EMILIO ALARCOS. CÉSAR HERNÁNDEZ

ALONSO.

Radical. Raíz. Lexema.

Característica. Terminación. Morfema 1.

Desinencia. Terminación. Morfema 2.


Cuadro de desinencias del Esbozo.

Desinencias generales. Del pretérito simple (tiempo) Del imperativo (modo).

Singular:

1era persona:

2da persona: S STE

3era persona:

Plural.

1era persona: MOS. MOS

2da persona: IS STEIS d

3era persona: N RON


Ejemplos.

Se realizaron ejemplos con el verbo “cantar”, utilizando sus distintas conjugaciones

verbales. Para identificar la raíz, característica y desinencia (ERAE) de cada ejemplo se

utilizara la R para raíz, la C para característica y D para desinencia. Cada vez que la

desinencia no se presente en la conjugación del verbo se llama desinencia cero,

representándose con el siguiente símbolo:

Modo indicativo.

Cantó Cantas

R C D R C D

Cantais Cantan

R C D R C D

Canta

R C D
Pretérito imperfecto.

Cantaba Cantaban

R C D R C D

Cantabas Cantábamos

R C D R C D

Modo imperativo.

Canté Cantaste Canto

R C D R C D R C D
Cantamos Cantasteis Cantaron

R C D R C D R C D
Clase III,

Se realizó un repaso de los conceptos dados la clase anterior para luego desarrollar el

concepto de solecismo.
Clase IV.

Se trabajaron los verbos polirrizos (según la definición de César Hernández

Alonso) o verbos irregulares según lo define la RAE (Real Academia Española).

En el apartado 2.12.1 del Esbozo se da una definición de verbos irregulares que

se presentará a continuación: “De la conjugación irregular, las irregularidades que se

presentan en la conjugación española, con raras excepciones de que hablaremos más

adelante, afectan a la raíz verbal. Son pocos los casos en que estos cambios de la raíz

proceden de la lengua latina. Así, en parte, los perfectos fuertes. En su conjunto, las

irregularidades son resultado de la acción de las leyes fonéticas sobre el sistema entero

de la lengua española. (…) La irregularidad puede ser vocálica, consonántica o mixta.

Irregularidad vocálica: la forma irregular presenta en la raíz una vocal más

cerrada, pero del mismo timbre, que la vocal la raíz, tal como esta raíz aparece en el

infinitivo. (…)

Irregularidad consonántica: puede constituir en la sustitución de una consonante

por otra (la consonante de la forma irregular es siempre sonora) (…)

Irregularidad mixta: se produce por la sustitución de una vocal y una consonante

simultáneamente…”
SER S/oy Se extrae por la base

Er/es Por similitud

Er/a

Fu/i

Ser/ía Según Andrés Bello existe una raíz

general y una raíz especial.

Es No se puede escindir raíz y

terminación. Según Alarcos hay verbos en

en los que la raíz y la terminación no se

identifican.

IR Fui

Iba Por similitud.

Iré

Voy, van
Clase V.

Se realizaron las lecturas del prólogo de la “Gramática de la Lengua Española” de

Emilio Alarcos y la advertencia del Esbozo de la Real Academia Española, para luego

establecer sus características y campos de estudio.

 “Al publicarse en 1973, la gramática redactada por los académicos don Samuel
Gili Gaya y don Salvador Fernández Ramírez apareció con el título de Esbozo
de una nueva gramática de la lengua española. Aunque la Academia había
pretendido remozar la tradición gramatical poniéndola de acuerdo con las
doctrinas lingüísticas modernas, no se atrevió a presentar la obra sino como
«mero anticipo provisional», temerosa de que las novedades fueran mal
recibidas. Confundiendo la teoría con la práctica, manifestó que «este simple
proyecto» carecía de «validez normativa». La Academia esperaba que, tras el
estudio de las enmiendas y adiciones que se propusieran a la Comisión de
Gramática, se podría fijar el texto definitivo. Los años transcurridos han
demostrado la dificultad del empeño y el optimismo de tal creencia. La
necesidad de contar con una gramática académica indujo a la Comisión
Administrativa, en 1981, a confiar a un solo académico el encargo de
transformar el Esbozo en texto definitivo. Previamente me había propuesto su
redacción el entonces director don Dámaso Alonso. Tardé años en aceptar el
compromiso, solo después de haberme asegurado de tener libertad en mi
cometido y de no estar obligado a la mera refundición del Esbozo. Convencido
de que la gramática debía ajustarse a los conocimientos lingüísticos
contemporáneos, me negaba, empero, a que el texto se convirtiera en tratado
teórico en detrimento de las exigencias didácticas y normativas. Dámaso Alonso
se mostró de acuerdo con estos puntos de vista. Comencé a trabajar en el
proyecto a principios de 1985. Mi propósito consistía en exponer los rasgos de la
gramática del español que se descubren en los actos orales y escritos de los
usuarios de la lengua en este siglo XX. Hoy día concurren normas cultas
diversas en los vastos territorios donde se practica el español como lengua
materna. Ya no es posible sostener, como un siglo atrás hacía Leopoldo Alas,
que los peninsulares somos los amos del idioma; más bien, según propugnaba
don Ramón Menéndez Pidal, debemos 18 GRAMÁTICA DE LA LENGUA
ESPAÑOLA ser solo sus servidores. Se comprende y hasta se justifica que cada
uno encuentre más eficaz y precisa la norma idiomática a cuya sombra ha nacido
y se ha formado; pero ello no implica rechazo o condena de otras normas tan
respetables como la propia. La Academia, con mutaciones varias a lo largo de
sus casi tres siglos de vida, ha defendido criterios de corrección basados en el
uso de los varones más doctos, según decía Nebrija. El redactor ha procurado la
imparcialidad en los casos de conflictos normativos, si bien se reflejan a veces
sus preferencias personales. La tendencia normativa, desde los mismos orígenes
de la gramática, la hemos heredado todos, incluso los afectados de ligero
latitudinarismo. Toda gramática termina, o empieza, por ser normativa. Y, al
cumplir con el compromiso contraído, también esta gramática aconseja normas,
siempre, eso sí, sin espíritu dogmático. Se han descrito los hechos según un hilo
conductor consecuente, y se ha ordenado la materia con una orientación
metodológica que el enterado reconocerá como funcionalista. Se ha pugnado por
mantener el equilibrio entre esas exigencias y el logro de un texto lo más claro y
sencillo posible. Se han omitido las discusiones teóricas, aunque se intente que
entre líneas se trasluzca el fundamento científico de lo expuesto. Se ha
procurado que la actitud normativa no borrara la rigurosa descripción de los
hechos y que esta no ocultase, desarrollada en demasía, la claridad de la norma y
el propósito didáctico. Por ello se evita al máximo la complicación
terminológica. Sin lugar a dudas una gramática es un tratado en que se discuten
y establecen ordenadamente ciertos hechos, para lo cual es requisito
indispensable manejar una mínima nomenclatura. Pero los hechos (en nuestro
caso, los datos gramaticales) son como son y no los afecta el nombre con que los
reconozcamos. Que juzguemos, por ejemplo, incorrecto decir o escribir este área
(en vez de esta área) no depende de que este y esta se designen como
«pronombres» o «adjetivos», como «determinantes», «demostrativos» o
«deícticos»: en todo caso, eso está mal dicho. Una gramática es, pues, normativa
con independencia de que sus normas queden envueltas por fuerza en este o
aquel excipiente metalingüístico. Ya no sería gramática el resultado de reducir la
exposición de los hechos a un seco repertorio de usos correctos e incorrectos, sin
dar ninguna explicación, como el viejísimo Appendix Probi. Y ya sabemos los
hablantes neolatinos el brillante éxito práctico de los esfuerzos normativos del
Pseudoprobo: casi todo lo que condenaba ha triunfado en los romances.
Conviene así que el normativismo se forre de escéptica cautela. En el orden
jerárquico interno de la gramática, primero viene la descripción de los hechos;
de su peso y medida se desprenderá la norma, siempre provisional y a merced
del uso. Siendo imposible la descripción sin ayuda de una nomenclatura, se ha
preferido utilizar vocabulario poco técnico cuando no hay riesgo de imprecisión,
PRÓLOGO 19 aceptando las acuñaciones tradicionales inequívocas, y solo por
excepción se recurre a términos nuevos, que de todas maneras no ofrecerán
dificultad a cualquier bachiller, avezado ya a los enrevesados textos de EGB y
BUP hasta ahora vigentes. Por lo demás, nadie que no haya pasado por esas
horcas caudinas de la enseñanza obligatoria tendrá la rara ocurrencia de
consultar una gramática: ningún hablante ingenuo, consciente de hablar y de
entenderse con los vecinos, se plantea nunca semejantes dudas. Si la sabiduría
popular asegura que «cada maestrillo tiene su librillo», en ningún dominio del
conocimiento se revela ese adagio con más eficacia que en el de la gramática.
No cabe el mínimo acuerdo teórico entre gramáticos, y por algo fueron
equiparados con los fariseos hace dos mil años. Así pues, y con el precedente de
lo acaecido con el Esbozo, era de esperar, y de desear, la decisión adoptada en la
Comisión de Gramática de la RAE tras haber considerado el nuevo texto. Por
supuesto, la Academia no ha tenido ni tiene un criterio corporativo único
respecto de las cuestiones teóricas gramaticales; pero ni siquiera la opinión
particular de cada uno de sus miembros podría acomodarse con facilidad a
consentimiento armónico. Como no era cosa de discutir punto por punto lo que
en el texto se dice, ni cómo se dice, con ánimo de lograr una versión aceptable
para todos (que probablemente se reduciría a conservar el esqueleto de los
ejemplos, ya que su interpretación es susceptible de infinitas variaciones), no
quedaba otro remedio que acogerse a la solución opuesta: mantener el texto tal
cual y declararlo de la exclusiva incumbencia del redactor. De este modo, se
deslindaban las áreas respectivas: la de la Academia y la del autor. De una parte,
la Academia se abstiene de pronunciarse en cuestiones de método (actitud
razonable, puesto que el fin de la Academia es fijar normas del uso, pero no las
de la especulación teórica de la lingüística), y de otra, el autor permanece en
libertad para defender sus puntos de vista teóricos, sin por ello abandonar la
intención normativa y didáctica con que concibió esta obra. La gramática que se
presenta se divide en tres partes análogas a las del Esbozo. La primera expone la
fonología del español de forma escueta; pensando en la escasa atención que a
estas cuestiones dedica el hablante interesado por su lengua, se ha buscado
concisión y el mínimo de tecnicismo compatible con el rigor. Se presentan las
dos normas más comunes del sistema fonológico de hoy: la del sistema
centronorteño peninsular y la del americano o atlántico, y se señalan las
variantes más aceptadas. Aunque hay referencias a la relación entre fonemas y
grafemas, los aspectos ortográficos de la lengua se han dejado para el opúsculo
que publica la Academia. La segunda parte se corresponde en principio con la
morfología; se despliega aquí el inventario de las unidades gramaticales del
español, pero, por comodidad de la exposición, se adelantan aspectos que son
propiamente sintácticos. En fin, la tercera 20 GRAMÁTICA DE LA LENGUA
ESPAÑOLA parte enfoca la sintaxis como descripción de la estructura de los
enunciados y del papel que en ellos desempeñan las unidades morfológicas
inventariadas. Debemos insistir en que no por ceñirnos a las pautas del
funcionalismo en la descripción del uso de la lengua española, se emplea una
terminología especial. Hemos apuntado que la lectura no exige demasiada
familiaridad con la ciencia lingüística ni con sus múltiples jergas. El entendido,
en cambio, quizá echará de menos un rigor más severo. La difícil búsqueda de
equilibrio entre la relativa claridad y la exactitud de la exposición habrá
fracasado a veces, y puede que el texto peque de alguna opacidad o alguna
inconsecuencia. Este es el riesgo de la empresa acometida. No hay gramática
perfecta. La transparencia se consigue solo a costa de simplificación. Aquí se ha
hecho lo que se ha podido para no caer ni en la oscuridad ni en la inexactitud.
Por eso —y creyendo que la gramática es un río anónimo en que vierten sus
aguas tantos afluentes— no se ha añadido bibliografía alguna. El lector
insatisfecho, y con afanes científicos, podrá acudir a otras fuentes, como la
nueva edición refundida y aumentada de los Estudios de gramática funcional del
español, que aparecerá no tardando bajo los auspicios habituales de Gredos.
Agradezco sus observaciones a los académicos de la Comisión de Gramática,
señores García Yebra, Lapesa Melgar, Lázaro Carreter, Lorenzo Criado,
Rodríguez Adrados, Salvador Caja, Seco Raymundo y Zamora Vicente.
Aceptadas o no en este texto, debo aclarar que en todo caso lo que se afirma es
de mi personal y exclusiva responsabilidad. Por último, he de reconocer la
intervención varia y asidua, y en algunos capítulos muy directa, de Josefina
Martínez Álvarez. Como es de casa, y no es preciso andarse con remilgos
gratulatorios anglosajones, lo digo solo para que conste donde pueda producir
los efectos oportunos.

15 de enero de 1994.” (EA. Gramática de la Lengua Española, Pólogo).


Clase VI.

En esta instancia se realizó un cuadro comparativo que determinaba las distintas


acepciones que los autores trabajados, Emilio Alarcos y el Esbozo de la RAE, tienen de
determinados términos. Para ello se utilizó, a modo de ejemplo, un fragmento del
cuento ya trabajado, “La pelota” de Felisberto Hernández.

ERAE (1973). EMILIO ALARCOS (1994).

Morfológico. Funcional.

Oración unimembre Enunciado Frase.

Concepto de oración: unidad del habla con Concepto de oración: un tipo especial de
sentido completo en sí misma. enunciado que consta de un verbo
conjugado.
Verbo: núcleo del predicado. Cuando las Verbo: núcleo oracional.
oraciones lo posean funcionan como
núcleo.

A continuación se presentará el análisis del fragmento escogido siguiendo los


criterios del Esbozo.

Or. Sub. Adverbial de tiempo. Complemento D.

 [(<Cuando yo tenía ocho años> pasé una larga temporada

CC. de compañía Complemento C. de lugar.

con mi abuela en una casa pobre.)]

 Una oración fónica bimembre sujeto de quien se habla.

Predicado lo que se dice del sujeto.


 Dos oraciones gramaticales: tenía y pasé.

 Una oración semántica.

 Sujeto no presente: yo. Primera persona singular.

Análisis de la degradada:

CCT Sujeto V.sub Compl. D.

Cuando yo tenía ocho años

 Es una oración que tiene sentido pero no es completa, convirtiéndose en


subordinada.
Clase VII.

Actividad.

 Reconocer en el siguiente fragmento los enunciados y las oraciones.


 Realizar un análisis sintáctico profundizando en el verbo analizando
según estas apreciaciones: núcleo de la acción/ núcleo del predicado.
Verbo copulativo/ predicativo. Verbo transitivo/ intransitivo. Verbo
pronominal/no pronominal. Verbo activo/ pasivo. Verbo
personal/impersonal. Forma no personal (infinitivo, gerundio, participio).
 Estudiar morfológicamente los verbos (número, persona, tiempo, modo,
aspecto, regularidad e irregularidad).

 Una tarde le pedí muchas veces una pelota de varios colores que veía
a cada momento en el almacén. Al principio mi abuela me dijo que no
podía comprarla, y que no la cargoseara; después me amenazó con
pegarme; pero al rato y desde la puerta de la casita- pronto para correr-
yo le volví a pedir que me comprara la pelota. Pasaron unos instantes y
cuando ella se levantó de la máquina donde cocía, yo salí corriendo.

ACT O.D N.O AC de CANIDAD.

[(Una tarde le pedí muchas veces una pelota de varios colores

<que veía a cada momento en el almacén>)]. E.O.C

Que2 veía a cada momento en el almacén.


Adjetivo antecedente (representa su antecedente)

A=B que= pelota

B=C pelota= OD

C=A OD= que

Que2: Pronombre relativo, tiene dos funciones: nexo subordinante (relacionante según
A.M.R Y M.M de R) y O.D.

Palabra que desempeña doble función al igual que los verboide (infinitivo, gerundio,
participio) pero con una diferencia: relacionante y verboide.

S.E N.O ACT ACL O.D

 Yo veía a cada momento en el almacén una pelota.

ACT. S.E O.I N.O O.D

[(Al principio mi abuela me dijo <que1 no podía comprarla, y

<que1 no la cargoseara>>); (después me amenazó con pegarme);


ACT O.P EPA A.C del sujeto. S.E

pero (al rato y desde la puerta de la casita- pronto para correr- yo

le volví a pedir <que me comprara la pelota.>)] E.G.O.C

Nexo coordinante intra.

[(Pasaron unos instantes y <cuando ella se levantó de

la máquina <donde cocía>>), (yo salí corriendo.)]

E.G.O.C Relación yuxtaposición.

<Cuando ella se levantó de la maquina >

Nexo
subordinante
<donde cosía>>

Oración degradada adverbial.


<donde cosía>>

Cuando Desempeña doble función simultánea: AC y Nexo.

Donde

Volví a pedir

Auxiliar Prep. Auxiliado.

Verbo conjugado + Partícula mediadora+ verbo no conjugado.

Perífrasis verbal mediato con sentido incoativo.

 Perífrasis verbal. ―Siguiendo la postura de E. Alarcos, en su Gramática de la


Lengua Española, más precisamente en el apartado 314, señala una clara
definición de perífrasis verbal. ―El núcleo oracional puede consistir en una
combinación de unidades que funciona en conjunto como lo hace un solo verbo.
Se llaman perífrasis verbales. Constan de un primer componente, una forma
verbal con morfema de persona, y un segundo componente que ha de ser uno de
los derivados verbales, infinitivo, gerundio o participio.‖ (EA. Apartado 314.
Capítulo XX, Núcleos complejos o perífrasis verbales. Gramática de la Lengua
Española).

Pronto para correr.

Inciso explicativo no oracional.


Incoativo terminativo durativo.

Voy a comer estoy comiendo comí.

Poder

Deber Verbos modales.

Soler

Forman perífrasis verbal siempre que estén

acompañadas de formas impersonales.


ASPECTO SINTÁCTICO.
Verbo Cop/predic. Tran./intran. Pronominal/ Activo/pasivo Verbo/verboide Imper/personal
NP
Pedí Predicativo transitivo No activo verbo Personal
pronominal
Veía predicativo transitivo No activo verbo personal
pronominal

ASPECTO MORFOLÓGICO.
Verbo Regular/irregular N° Persona Tiempo Modo Aspecto.

Pedí Irregular singular 1era pretérito indicativo perfecto

Veía irregular singular 1era pretérito indicativo imperfecto


Atributo.

 Un reducido número de verbos, llamados copulativos (ser, estar, parecer), se


caracteriza por adoptar un adyacente peculiar, conocido como atributo (y
también como predicado nominal). Suelen desempeñar este papel palabras de la
clase de los adjetivos, pero en su lugar pueden aparecer sustantivos y otros
segmentos más complejos. (…)Conforme hacen los objetos directo y
preposicional, el atributo sirve para limitar la aplicación designativa del verbo.
También como aquellos, el atributo, al ser eludido, deja junto al verbo un
incremento pronominal. Pero mientras este varía en número y género en el caso
de los objetos, el representante del atributo es invariable y no expresa esos
valores morfemáticos. (EA. Apartado 359. Gramática de la Lengua Española)

Juan es médico

Juan está cansado Atributo.

Juan parece así

V.P ATRIBUTO circunstancial.

Juan vuelve cansado.


Atributo circunstancial: cuando hay un adjetivo predicado. Puede ser atributo del sujeto
o del objeto.

E.A Sobejano. ERAE.

A.C.O y A.C.S Adjetivo atributo, Complemento predicativo

Predicado del complemento. Obligatorio o no.


Actividad.

A modo de ejercicio pre-parcial, se trabajó con el texto “La metresa en sueños de


alquimia” de Pedro Antonio Valdez. Realizando la identificación del tema, elementos
cohesivos, haciendo, a su vez, un análisis sintáctico y semántico.
“La metrera en sueños de alquimia”

El hombre salió al patio y contempló inexpresivamente al perro atado al árbol.


Luego soltó la cadena y regresó al interior de la casa. El perro, que era de madera,
siguió inmóvil y silencioso debajo del árbol. La cadena se estiró levemente y
desapareció arrastrándose entre los guijarros.

Pedro Antonio Valdez.


Análisis textual.

Texto: unidad máxima de comunicación.

Dos propiedades:

Coherencia: determinación del tema.

Cohesión: elementos de relación.

Léxica:

Repeticiones. ___________ (cadena, perro)

Mismo campo semántico. (casa, patio)

Uso de sinónimos. __ __ __

Uso de hipónimos/hiperónimos (madera, árbol)

Gramatical:

Terminaciones verbales

Elipsis (el hombre)

Uso de conjunciones: Copulativas: marcadas en color rojo

Disyuntivas: marcadas en color verde

Adversativas: marcadas en color azul.

Y: extraoracional: 3

Intraoracional: 1
El hombre salió al patio y contempló inexpresivamente al

perro atado al árbol. Luego soltó la cadena y regresó al interior de

la casa. El perro, que era de madera, siguió inmóvil y silencioso

debajo del árbol. La cadena se estiró levemente y desapareció

arrastrándose entre los guijarros.

Para realizar el análisis sintáctico se tomó el primer enunciado del cuento:

[(El hombre salió al patio) y (contempló inexpresivamente

al perro atado al árbol.)]

Doble función:

Nominal: núcleo del ady. AMB y MM de R.

Verbal: recibe un ady verbal


Salir.

3era persona plural.

PPS.

Perfectivo.

Indicativo. Aspecto morfológico.

3era conjugación

Verbo irregular.

Núcleo de la oración.

Intransitivo.

No pronominal. Aspecto sintáctico.

Voz activa.

Predicativo.
Texto II.

En esta instancia del año se trabajó con el cuento “Lennon” de Galeano para
iniciar con el siguiente autor, Harold Weinrich. Antes de comenzar con este análisis, se
aprecian los enunciados, oraciones y subordinadas desde la perspectiva de Emilio
Alarcos.

Nueva York
1980

Una camisa, colgada en una azotea, pega manotazos. Se queja el viento. A los rugidos y
chillidos de la ciudad se une el alarido de una sirena que corre por las calles. En este
sucio día ha caído asesinado John Lennon, fundador de música, en una esquina de
Manhattan.

Él no quería ganar ni matar. No aceptaba que el mundo fuera bolsa de valores ni


cuartel militar. Lennon estaba al margen de la pista: cantando o silbando con aire de
distraído, miraba girar las ruedas de los demás en el incesante vértigo que va y viene
entre el manicomio y el matadero.
Eduardo Galeano.

“Memorias del juego III: el siglo del viento”.


[(Una camisa, colgada en una azotea, pega manotazos.)]

[( Se queja el viento.) ]

[(A los rugidos y chillidos de la ciudad se une el alarido de

una sirena <que corre por las calles.>)]

[(En este sucio día ha caído asesinado John Lennon,

fundador de música, en una esquina de Manhattan.)]

[(Él no quería ganar ni matar)].

No aceptaba <que el mundo fuera bolsa de valores ni cuartel

militar>)].

Lennon estaba al margen de la pista: cantando o silbando con aire

de distraído, miraba girar las ruedas de los demás en el incesante

vértigo que va y viene entre el manicomio y el matadero.


Verbos primer párrafo: pega, queja, corre, ha caído (el presente es una metáfora
temporal). Pertenecen al mundo comentado (Weinrich).

Verboides primer párrafo: colgada adyacente atributo circunstancial del


sujeto.

Rugidos

Chillidos sust. Por presencia del artículo “los”

Asesinado adyacente atributo circunstancial del sujeto.

Se morfema verbal instransitivador, no permite objeto directo.

Verbos segundo párrafo: quería, aceptaba, estaba, va, viene (metáfora temporal).

Verboides segundo párrafo:

Fuera modo subjuntivo no considera al autor.

Ganar Núcleo del OD.

Matar

Cantando

Silbando Núcleo del ACM

Distraído adyacente adg.

Girar Núcleo del OD.

Fuera modo subjuntivo.

 Luego de analizar los verbos y verboides se aprecia que dentro del texto predomina el
mundo de la narración.
Pega.

peg a

Información semántica. Inf. Sintáctiva. (base del sistema comunicativo).

Pn: 3era ps Ac: G1 PE: cero R: 1er plano.

Quería.

Quer ía

Inf. Sem inf. Sint.

Pn: 3era ps Ac: G2 PE: neutra R: 2do Plano.

Corre.

Corr e

Pn: 3era ps Ac: G1 PE: neutra R: 1er Plano.


Aceptaba.

Acep aba.

Pn: 3era ps Ac: G2 PE: neutra R: 2do Plano.

Ha caído.

h/a caído

Pn: 3era ps Ac: G1 PE: diferenciada. R:______


Verbos T/TS p/n AC PE R
conjugados.
Maneje semitiempo 2da ________ _____ _____
persona
Ha revolucionado tiempo 3era G1 retrospectiva Primer
persona plano.
singular
Están Tiempo. 3era G1 neutra Primer
persona plano
singular
Sería tiempo 3era G2 prospectiva _____
persona
singular
Decimos Tiempo 1era G1 neutra Primer
persona plano
plural
Está tiempo 3era G1 neutra Primer
persona plano
singular
prestará tiempo 3era G1 neutra Primer
persona plano
singular

Verbos no T/TS p/n AC PE R


conjugados.
Decir Semitiempo ______ ________ _______ ____
Realizados Semitiempo ______ _______ ______ _____
Pensando Semitiempo ____ _________ _____ _____
Lanzando Semitiempo ____ ______ _____ _____
Tener. semitiempo _____ _____ ______ ____

También podría gustarte