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A noviembre de 2016, el actualmente retirado Jeff Gordon obtuvo 93 victorias en la Copa NASCAR, el tercero más
ganador en la historia de este campeonato de automovilismo y el primero de la era moderna. Obtuvo además 325
top 5 y 81 pole positions.
La sigla “NASCAR” hace referencia a las siglas en inglés de National Association for Stock Car Auto Racing
(“Asociación Nacional de Carreras de Automóviles de Serie”) y, actualmente, representa la categoría
automovilística más comercial de Estados Unidos de América y la competencia de stock cars más importante del
mundo.
La particularidad de estas competencias se basa en que se suelen correr en circuitos ovalados y con
pronunciadas rampas, además de que son siempre automóviles “de serie”, es decir, automóviles cuyo diseño
básico emula al de un automóvil salido de fábrica. Actualmente, los autos son fabricados por especialistas
basándose en los perfiles y especificaciones detalladas por NASCAR y los motores están provistos por Toyota,
Ford y Chevrolet asegurando así un alto nivel de calidad y rendimiento.
En este contexto competitivo existen factores clave para que un piloto y su equipo sean tan exitosos como Jeff
Gordon y Hendrick Motorsports. Ahora bien, es fundamental destacar la habilidad de pilotaje de Gordon, eso no
está en discusión. Su leyenda es absolutamente merecida. Dicho esto, analicemos el segundo factor determinante
para el éxito: el equipo detrás de él.
Un equipo ganador
Por su complejidad, triunfar en una carrera NASCAR requiere más que un piloto con
habilidad y un automóvil de alta gama: la presencia de un equipo trabajando en
sincronía es muchas veces el factor determinante.
Así y bajo el liderazgo del jefe de equipo Steve Letarte, se contrató a un entrenador con el fin de que se
concentrara en desarrollar las competencias de la cuadrilla de pits o ayudantes. La capacitación incluyó
ejercicios de grupo y ejercicios físicos que incluían que los miembros de la cuadrilla treparan por cuerdas,
escalaran muros, saltaran en rapel, cargaran en su espalda a otros, etc. Todos los integrantes recibieron
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BÁSICO: Habilidades Directivas En El Entorno Digital
Equipo de trabajo sobre ruedas
entrenamiento físico para poder mejorar su agilidad, y de paso, aceleraran sus tareas durante la carrera, de modo
que, dependiendo de las condiciones, tuvieran capacidad para rotar las tareas.
Por otra parte, Letarte analizó a otros pilotos de la NASCAR y determinó que si el automóvil de Gordon salía de los
pits un segundo más rápido que los de sus competidores, les aventajaría 100 metros en la carrera. La cuadrilla de
pits se fijó la meta de conseguir que el automóvil saliera de los pits en 13 segundos o menos, porque las carreras
se deciden casi siempre por menos de un segundo entre el primero y el segundo lugar.
Gracias al entrenamiento y al trabajo en equipo, comenzaron a hacer las cosas de forma diferente. Durante la
carrera, todos los miembros de la cuadrilla empezaron a utilizar intercomunicadores, manos libres para
escucharse unos a otros y establecieron una serie de palabras claves especiales para dialogar. Todo se hablaba
resumido porque ganar lo que fuera de tiempo valía la pena. Llevaron así la velocidad a todos los ámbitos.
Dedujeron también que la innovación constante en los pits era clave. Al cabo de un
par de carreras, varios de los demás equipos copiaban las nuevas prácticas de los
Rainbow Warriors, incluso desde otras categorías como la mundialmente famosa
Fórmula 1.
Antes de cada carrera, todos los Rainbow Warriors se sentaban en un círculo para discutir la estrategia de la
carrera. Hasta antes de retirarse cuando Gordon ganaba una carrera, firmaba un contrato de servicios personales
o le pagaban por asistir a eventos de firma de autógrafos; todos los miembros de las dos cuadrillas recibían un
porcentaje de ese dinero.
Gordon y los Rainbow Warriors incluso fueron los pioneros en aplicar un lenguaje
inclusivo y de equipo. Cuando entrevistaban a Gordon, él hablaba en plural. Hoy en
día esa práctica es común a todos los pilotos y marcó una diferencia sustancial en el
mundo de las carreras.
Estrategias como la usada por los Rainbow Warriors hacen real el mantra del trabajo en equipo de que varias
cabezas siempre pensarán (y trabajarán) mejor que una, especialmente si se trata de buscar soluciones bajo
presión.
Si bien algunos pilotos alcanzaron más triunfos en el pasado, es necio comparar la antigua época de NASCAR
con la actual, dados los cambios incorporados en la importancia del equipo de pits. Esta filosofía de trabajo es una
innovación que reafirma la importancia del trabajo en equipo, y especialmente de considerar su configuración
como parte medular de las estrategias laborales y productivas.