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Meningitis.

Es de gran importancia identificar los síntomas y llevar a tu niño al médico para dar el tratamiento
adecuado a tiempo.

Seguramente has escuchado que “la meningitis” es peligrosa y que puede causar daño severo a
nuestros hijos. ¿Qué riesgos hay en los niños que la contraen? ¿Qué tan grave puede ser? En este
artículo explicaremos lo puntos más importantes sobre esta enfermedad.

La Meningitis es la inflamación causada por la llegada de microorganismos (virus o bacterias) a las


membranas (meninges) que recubren el cerebro y la médula espinal.

Puede ser causada por virus como el de las paperas o la varicela, bacterias, mycobacterias como la
tuberculosis, parásitos u hongos.

También puede ser de origen bacteriano,  hay bacterias que son más
comunes en determinada edad por ejemplo, en los recién nacidos las
más frecuentes son el estreptococo del grupo B, la Escherichia Coli,
Klebsiella; en los lactantes y niños pequeños en cambio las más
frecuentes son el haemophilus influenzae, el streptococo pneumonie
conocido como neumococo y la neisseria meningitidis conocida como
meningococo.

La frecuencia de la meningitis bacteriana ha disminuido en los últimos


años gracias a la introducción de la vacuna contra el haemophilus influenzae y contra el neumococo,
las cuales en algunos países son rutinarias y se administran por instrucciones de las autoridades de
salud, por el contrario, la vacuna contra el meningococo no se encuentra aún en muchos sistemas de
salud. El meningococo tiende a atacar más frecuentemente a los niños menores de 5 años sobre todo
a los bebés entre 2 y 5 meses y entre los chicos de alrededor de los 16 años.

¿Cómo pueden las bacterias producir la enfermedad? ¿Cómo pueden llegar las bacterias a las
meninges? Las bacterias pueden llegar ya sea viajando en la sangre, por extensión de un lugar
contiguo, es decir, si se están afectando lugares cercanos, como el oído medio (otitis media) o los
senos paranasales (sinusitis) o en el caso de lesiones que se contaminen, por ejemplo una fractura
de cráneo.

Aunque cualquier persona puede adquirir una infección meníngea, hay algunos factores de riesgo
para la enfermedad como aquellos niños con enfermedades que disminuyen su inmunidad como los
que están infectados con el VIH/SIDA Virus de la Inmunodeficiencia Adquirida, los que no tienen
bazo, aquellos que tienen implantes cocleares (es un aparato electrónico que se coloca mediante una
cirugía en el oído medio de los niños con sordera profunda), los que tienen válvulas de derivación
ventrículo-peritoneales (es un tratamiento en los niños que presentan hidrocefalia, que tuvieron una
herida o que tuvieron una cirugía de cráneo.

Los síntomas característicos de la meningitis: fiebre, alteración del estado de la conciencia y rigidez
de cuello, se presentan solo en la mitad de los casos. Otros datos muy característicos y que hacen
sospechar inmediatamente meningitis son los signos de Kerning y Brudzinski, el primero lo hace el
médico levantando las piernas estiradas del niño, si el signo es positivo se flexionaran a nivel de las
caderas y rodillas, por otro lado el signo de Brudzinki lo valora el doctor al flexionar el cuello del niño
con un poco más de fuerza y si éste flexiona las extremidades inferiores a nivel de la cadera y rodilla,
entonces es positivo, estos signos hablan de irritación meníngea, el problema es que solo se
presentan en el 5% de los pacientes .

Los síntomas en los lactantes pequeños pueden ser inespecíficos y solo presentar fiebre, irritabilidad
y estar inapetentes, sin embargo en ocasiones son llevados al médico por estar adormilados, por
presentar apneas (periodos donde el niño no respira) y con la fontanela anterior (mollera) muy
abombada.

Otros datos clínicos son la fotofobia (les molesta la luz), vómitos, dolor de cabeza y crisis convulsivas.
El cuadro puede ser tan grave que lleve al niño a una letargia (somnolencia) que rápidamente lo lleva
al coma y la muerte.
Una característica clínica que orienta al médico a sospechar una meningitis por meningococo es la
aparición de una erupción de pequeñas manchitas saltadas y petequias (corresponden a puntos de
sangre pequeños) sobre todo en las manos, pies y en sitios donde la ropa ejerce presión.

Para realizar el diagnóstico de una meningitis y definir la causa, se requiere realizar una punción
lumbar, un procedimiento mediante el cual se extrae LCR líquido cefalorraquídeo, el cual se
encuentra rodeando a nuestro cerebro y la médula espinal. Algunas veces aunque el médico
sospeche que el niño tiene una meningitis no podrá realizar la punción lumbar, cuando tiene
comprometida su respiración o su función cardiaca y necesita permanecer en una Unidad de
Cuidados Intensivos con ayuda de un respirador o muy inestable como para colocarlo en la posición
para realizar la punción.

Como al principio no se tiene aislado el germen que está causando la meningitis, el médico puede
tomar la decisión de administrar al niño los antibióticos de acuerdo a su sospecha clínica, y la edad
del niño, ya que algunas bacterias son más comunes en ciertas edades, por ejemplo en los recién
nacidos es frecuente que los médicos indiquen antibióticos.

Algunos tipos de meningitis además del tratamiento inicial para estabilizar al niño, puede requerir un
manejo en una Unidad de Cuidados Intensivos, tomar medicamentos por meses, este es el caso de
las meningitis tuberculosas donde el tratamiento puede consistir en tomar 3 medicamentos casi por
un año.

Se reporta que 4 a 10% de los pacientes que sufren meningitis bacteriana mueren y hasta un 40%
puede quedar con secuelas como pérdida de la audición. Además, existe el riesgo de que si una
persona ya padeció meningitis por ejemplo en la infancia puede volver a darle por otro germen o si se
encuentra en el grupo de alto riesgo en el transcurso de su vida.

Hay enfermedades que aparentan ser una meningitis, entre ellas encontramos a los abscesos,
tumores y hemorragias intracraneales.

Afortunadamente existen vacunas para prevenir la meningitis, en especial contra algunos agentes
causantes, actualmente se cuenta con la vacuna contra el vacuna contra el haemophilus influenzae,
neumococo, meningococo, tuberculosis, paperas, varicela.

Todos tenemos miedo a que nuestros niños padezcan meningitis, es por eso de gran importancia que
tengas algunas bases para poder identificar los síntomas y llevar a tu niño al médico en caso que
presente alguno para dar el tratamiento adecuado a tiempo.
Mecanismo de adquision de meningitis intrahospitalaria a través de neurocirugia
“Acute Bacterial MeningiGs,
Emerg Med Clin N Am 38 (2008) 281–317”

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