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Paisajismo - Arquitectura

Espacio
Jardín
FEBRERO 2018

El barroco instaura una dialéctica


entre naturaleza y artificio

La Mujer como
medio para la
CREACION de
los JARDINES

Los Jardines Medievales y


Renacentistas
Origen de los Espacios
Jardín
La Mujer como medio para la
CREACION de los JARDINES

E l jardín se ha convertido, en una serie de


civilizaciones que han heredado esta institución,
en un emblema del origen. Y en el origen está la
mujer, el cuerpo que desprende a otro cuerpo, la
tierra húmeda del jardín, el cuenco del cual surge
la vida como un manantial en un trozo acotado de
suelo.

Se supone (y así lo hace Germaine Bazin en Historia


del jardín) que los jardines aparecen en la cultura de
la cacería, que divide el trabajo social de los sexos:
la caza para el hombre y la casa para la mujer.

En efecto, los jardines de Babilonia eran sagrados y


se los dedicaba al culto de la fertilidad. El agua que
los regaba tenía carácter lustral.

La hipóstasis de la mujer hace del jardín un piexo


de valores femeninos: lo precioso, lo estanco, lo
fértil, lo telúrico. El jardín paradisíaco parece ser
un invento de aqueménidas y medos (siglos IX al
II antes de J.C).
Origen de los Espacios
Jardín
L a historia de la jardinería se escribe a través de
los diversos estilos o modos de hacer jardines,
que suelen estar ligados al clima del lugar donde
de agua desafiando la fuerza de gravedad y especies
vegetales recortadas perfectamente con formas
precisas y a una altura que diera a entender que no
se hacen, puesto que cada planta requiere unas había nada por encima ni más allá que el poder del
condiciones climáticas específicas para un mejor Rey. Todo noble que se dignara de serlo debía poseer
desarrollo. un jardín con el estilo que Le Notre había diseñado
para el Rey Luis XIV entre los años 1613 y 1700.
Si bien el origen del paisajismo tal y como lo Europa se vio invadida hasta el exceso de jardines
conocemos hoy en día surge a partir de los conflictos geométricos con parterres, fuentes y esculturas, fue
ecológicos-sociales producto de la Revolución por política que los Ingleses reaccionaron planteando
Industrial, la consciencia de la estrechez de la un estilo totalmente opuesto, un estilo que rescató
relación del hombre con la naturaleza existe desde las líneas orgánicas de la naturaleza, los lagos, las
siempre, uno de los registros escritos más antiguos especies creciendo en todo su esplendor, pero aunque
es el Jardín del Edén en la Biblia donde se denota la en apariencia era salvaje en la realidad era planificado.
afinidad del “verde” con la “inocencia”, un ejemplo
destacado ya que expone la necesidad psíquica del Concepto totalmente opuesto fue el que adoptaron los
dominio del ser humano sobre la naturaleza, la orientales, distinta ubicación en el globo terráqueo,
que le provee de sustento y armonía, rodeado por distinta cultura y forma de ver el mundo, por ende era
murallas que lo protegen. diferente como asimilaron su contexto. y finalmente
Tal fue el valor que adquirió el jardín, que poseerlo la implementación de un espacio concedido a la
denotaba poderío, ejemplo máximo son los jardines meditación, esto fue el jardín Japonés.
de Versalles en Francia gigantescas extensiones de
tierra hasta donde alcanzara la vista, con chorros
Los Jardines Medievales y
Renacentistas
En los jardines medievales y renacentistas aparece el De algún modo, el jardín monástico es también un
laberinto, lo cual supone la incorporación de cierto emblema, el del huerto concluso, una de las advo-
espacio de itinerario dentro del mismo jardín. caciones de la Virgen en sus letanías.

El laberinto es un camino de ida que es, al tiempo El jardín con la fuente de la vida en medio se dupli-
un camino de vuelta. ca en nostalgia del origen perdido y esperanza de la
meta recuperada, el Paraíso celestial.
No se puede salir de un laberinto sino volviendo
sobre los pasos, retornando a la entrada (salida).

En ciertos códigos herméticos, es emblema del


mundo como cosmos, como orden.

Si tomamos el juego de la oca, por ejemplo, adverti-


mos que la casilla 42 se denomina justamente, labe-
rinto, y que duplica al número 21, que en el tarot es
emblema del cosmos.

El laberinto, hacha doble, es un doble mundo, don-


de ir es venir.
El Barroco y los Jardines

El barroco instaura una dialéctica entre naturale- ingleses empezarán a denominar romantic a este
za y artificio. La falsa gruta, la rocalla, la caída del tipo de jardín.
agua taliada en la piedra, el chorro acuático dirigido
caprichosamente, incorporan la naturaleza circun- El origen se traduce en gozosa promiscuidad, en
dante al mecanismo del artilugio. Edad de Oro (ejemplo: el casino de Parma).

El agua sirve para narrar la fábula del Diluvio Uni- El jardín barroco acaba siendo un teatro, alegoría
versal, enésima narración del origen del hombre, de un mundo sin origen, ya que la fábula original es
según puede verse, por ejemplo, en los jardines de también una ópera cortesana provista de autóma-
Boboli (Florencia) y del Pratolino (Toscana). tas, órganos musicales ocultos y pabellones de ver-
dura que, sugestivamente, se denominan «salones».
Las aguas arrastran unas piedras que se convertirán
en seres humanos, como en la intimidad húmeda de El hombre de la corte, disfrazado de pastor, se
la madre, la masa informe del embrión da lugar a la interna en una naturaleza que la cultura ha vuelto
forma corporal definitiva del nonato. para siempre irrecuperable, algo meramente su-
puesto.
En 1599, Buotalenti, en el citado Pratolino, propone
una innovación morfológica que da lugar al jardín El poder del absolutismo restaura la simetría del
barroco: se suprime el eje y la traza se convierte en jardín (Versalles) y pone en escena la magnificencia
irregular. de los reyes que, como Luis XIV, son, a un tiempo,
déspotas, arquitectos, jardineros, jinetes, actores y
Desaparece toda simetría: un siglo más tarde, los bailarines.
Espacio
Jardín

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