0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
38 vistas1 página
Este poema describe a una mujer jardinera y su conexión con la tierra y las plantas. El poeta se da cuenta de que las manos y el corazón de la mujer son como la tierra, ya que ella toca la tierra y hace que las semillas crezcan. Su amor por ella es como la tierra, fértil y da fuerza a sus canciones, como ella da vida a las plantas con su toque.
Este poema describe a una mujer jardinera y su conexión con la tierra y las plantas. El poeta se da cuenta de que las manos y el corazón de la mujer son como la tierra, ya que ella toca la tierra y hace que las semillas crezcan. Su amor por ella es como la tierra, fértil y da fuerza a sus canciones, como ella da vida a las plantas con su toque.
Este poema describe a una mujer jardinera y su conexión con la tierra y las plantas. El poeta se da cuenta de que las manos y el corazón de la mujer son como la tierra, ya que ella toca la tierra y hace que las semillas crezcan. Su amor por ella es como la tierra, fértil y da fuerza a sus canciones, como ella da vida a las plantas con su toque.
el alhelí florido, la azucena aderezó de plata; la niebla de tu frente algo que ver tenías con estrellas de aroma y de rocío. con el suelo, Todo con el florecimiento de la tierra, de ti crecía pero penetrando cuando en la tierra te vi cavar, cavar, y haciéndose apartar piedrecitas inmediata y manejar raíces luz verde, supe de pronto, follaje y poderío. agricultora mía, Tú le comunicabas que tus semillas, no sólo amada mía, tus manos, jardinera roja. sino tu corazón Tu mano eran de tierra, se tuteaba que allí con la tierra estabas y era instantáneo haciendo el claro crecimiento. cosas tuyas, tocando Amor, así también puertas tu mano húmedas de agua, por donde tu corazón de tierra, circulan dieron las fertilidad semillas. y fuerza a mis canciones.
Así, pues, Tocas
de una a otra mi pecho planta mientras duermo recién y los árboles brotan plantada, de mi sueño. con el rostro Despierto, abro los ojos, manchado y has plantado por un beso dentro de mí del barro, asombradas estrellas ibas que suben con mi canto. y regresabas floreciendo, Es así, jardinera: ibas nuestro amor y de tu mano es el tallo terrestre: de la astromelia tu boca es planta de la luz, corola, elevó su elegancia solitaria, mi corazón trabaja en las raíces.