UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO

(UASD)
Facultad de Ing. y Arquitectura
Escuela de Arquitectura

Profesor: Arq. Pablo Ruiz

Materia:
PRACTICA DE LA ARQUITECTURA

Informe Científico

Alumno: India Martinez

Matr: 100150789
INTRODUCCION.
Tanto empresas como trabajadores vivimos
en un entorno digitalizado, competitivo y lleno
de retos que nos obliga a estar conectados
a los cambios que se suceden. Cambios
que afectan a las formas de trabajar, las
herramientas y los procesos, que poco a poco
van quedando caducos y que, por lo tanto, son
necesarios analizar. Más teniendo en cuenta la
oportuna digitalización, que hace de toda esta
circunstancia un mundo complejo.

Este trabajo tiene el propósito de ofrecer

una primera propuesta conceptual sobre los
nuevos desafíos en la formación de arquitectos
en el contexto competitivo y globalizado que
se vive en la actualidad. Se ofrecen algunas
reflexiones a partir de posiciones teóricas y
de un análisis del contexto actual; permiten
identificar de manera general algunas posibles
“competencias profesionales” como alternativas
para ser desarrolladas por los estudiantes
de arquitectura, en donde las instituciones
de educación superior podrán considerar un
modelo de educación centrado en el aprendizaje
y con el enfoque de competencias.
COMPETITIVIDAD PROFESIONAL
En la Práctica de la Arquitectura
como Resultado de la Educación
Superior.
El término competencia tiene su origen
en la antigüedad, su utilización en el latín
“competentia”, hace referencia a disputa o
contienda entre dos o más personas sobre algo.
Así como también oposición o rivalidad entre
dos o más personas que aspiran a obtener una
misma cosa según el Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española (RAE).
El mismo término se aplicaban en la antigua
Grecia como “agon, y agonistes”, como aquel que
se ha preparado para ganar las competencias
olímpicas, con la obligación de salir victorioso y
por tanto aparecer en la historia.
La organización de las Naciones Unidad para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO,
1998), en el contexto de la Declaración Mundial
sobre Educación Superior en el Siglo XXI:
Visión y Acción, definió competencias como
“El conjunto de comportamientos socio
afectivos y habilidades cognitivas, psicológicas,
sensoriales y motoras que permiten llevar acabo
adecuadamente un desempeño, una función,
una actividad o una tarea”.
Otro aspecto interesante del significado de
competencia,es presentado por (Alles, 2009)
como características de la personalidad
que resulta en el comportamiento humano
generando así éxito en el desempeño de sus
funciones.
La palabra competitividad se deriva de la
competencia, la cual hace referencia a la
capacidad de competir. Este concepto no tiene
límites precisos y es definido en relación a otros
conceptos, de acuerdo al campo al que se
aplique.
El análisis del termino competencia a través
de las décadas ha tenido antecedentes sobre
todo en los países desarrollados, en los cuales
las mismas eran relacionadas con procesos
productivos de las empresas.
En otro orden, en cuanto al concepto de
profesional según la (RAE, 2014), pertenece o
es relativo a una profesión. Persona que ejerce
o practica habitualmente una actividad.
Habiendo visto las definiciones pertinentes en el
tema de estudio, La Competitividad profesional,
esta es una característica de cada uno de los
individuos que realizan una labor o actividad.
Cuando hablamos de la competitividad
profesional y no laboral esto implica un cambio
en la forma de percibir el desarrollo del ser
humano. La competitividad laboral destaca la
productividad en el trabajo en función únicamente
de la calidad del resultado que el trabajador
puede ofrecer y así, hacer crecer a la entidad.
Al respecto, muchas empresas parece que sólo
les interesa la productividad y los dividendos
por lo que el desarrollo de la persona se queda
fuera de toda consideración.Las competitividad
profesional apuntan hacia un desarrollo integral
de la persona y no exclusivamente en función del
trabajo que se desempeñará́ con una profesión,
sino en función de una mejora en la calidad y la
actitud ante la vida mediante al trabjo.
“
El principio de la competencia
individual es el fundamento
económico de la cultura mo-
derna. El individuo aislado debe
luchar con otros individuos del
mismo grupo, procurando supe-
rarlos y, muchas veces, apartarlos
de su camino”.
-Karen Horney
Definiciones de Competencia:
Tejada Fernández (Tejada, 1999) enumera
definiciones relativas al concepto de
competencia que han propuesto diversos
autores. Enunciamos aquí, aquellas que nos
han parecido relacionadas con el estudio que
nos ocupa. Podemos entender competencia
como:
1. “Conjunto estabilizado de saberes y saber-
hacer, de conductas tipo, de procedimientos
estándares, de tipos de razonamiento, que se
pueden poner en práctica sin nuevo aprendizaje”
(Montmollin, 1984:122).
2. “La posesión y el desarrollo de destrezas,
conocimientos, actitudes adecuadas y
experiencia suficientes para actuar con éxito en
los papeles de la vida” (Feu, 1984).
3. “La capacidad individual para emprender
actividades que requieran una planificación,
ejecución y control autónomos” (Federación
alemana de empresarios de ingeniería, 1985).
4. “La capacidad de usar el conocimiento y
las destrezas relacionadas con productos
y procesos y, por consiguiente, de actuar
eficazmente para alcanzar un objetivo” (Hayes,
1985).
5. “La aplicación de las destrezas, conocimientos
y actitudes a las tareas o combinaciones de
tareas conforme a los niveles exigidos en
condiciones operativas” (Prescott, 1985).
LA COMPETITIVIDAD
PROFESIONAL Y LA
EDUCACIÓN SUPERIOR
En el contexto educativo, las competencias
fundamentalmente consisten en la integración
del conjunto de los conocimientos y las
habilidades, las actitudes, aptitudes y los
valores; otro aspecto importante a destacar es
que las competencias son de carácter genérico
y pueden desarrollarse en todos los campos
disciplinarios del saber, además pueden ser
específicos considerándose propios de los
diferentes perfiles profesionales.
Estas competencias deben mostrar y desarrollar
los profesionales en nuestro caso en la disciplina
de la arquitectura, para desempeñarse en los
diferentes contextos que esta ofrece de forma
efectiva con el objetivo de contribuir efectiva-
mente en el campo laboral, y por con- secuencia
a al individuo y a la sociedad.
Los estudios y avances en la investigación
acerca de las competencias y/o competitividad
indican que actualmente los currículos basados
en las competencias establece que la obtención
del éxito disciplinario según (Argudín, 2005)
radica en:
a. Sapiencia de la disciplina
b. Desarrollo de habilidades y competencias de
desempleo o de producción.
c. Madurez de los hábitos mentales y de conducta
que se relacionen con los valores universales y
también los propios de las disciplinas.
La formación por competencias es una nueva
perspectiva que se ha desarrollado en las últimas
décadas con el objetivo de proporcionar las
respuestas a las crecientes expectativas de esta
sociedad contemporánea. En ese orden, es que
los directivos y docentes universitarios de igual
forma la sociedad comparten la preocupación
acerca de la formación competente, para el
desempeño exitoso en cualquier ámbito de la
vida, en este sentido que las competencias no
deben ser consideradas como comportamientos,
sino como una estructura compleja de las
particularidades necesarias para la realización
de una labor combinando los conocimientos, las
actitudes, los valores y las habilidades.
La formación competente de personas para el
desarrollo deben basarse en el conocimiento,
comprensiones, disposiciones y metas
cognitivas, habilidades, psicomotoras y socio
afectivas, las cuales relacionadas entre sí
apropiadamente facilita la flexibilidad en el
desempeño eficaz en nuevos contextos que
puedan ser visto como un reto (Tobón, 2006).
Bajo estas circunstancias la formación superior
produce una transformación, por lo que ya no
es pertinente y la educación con basada en
competencias es presentada como alternativa
que incluye elementos que acentúan la
formación integral del individuo, ya que estas
no solo deben ser aplicados en función de
la práctica profesional, sino además que su
desarrollo personal forma parte de una sociedad
en la cual su actuación y conocimientos produce
un impacto en 03 la vida y en la convivencia
en el entorno en que se desenvuelva. Por esto
es necesaria la redefinición de las funciones y
el modo en que se lleva a cabo la educación
en las universidades de forma íntegra y
ponerla en práctica en un medio donde los
egresados demuestren que han adquirido las
competencias en el campo general, asimismo
como en el de cada disciplina, y para nosotros
en la arquitectura.
En la formación de los arquitectos hoy en día,
el enfoque en las competencias no deben ser
vistas como alternativa en vista a que estas
aumentan la competitividad de los egresados,
que favorecen al uso y aplicación de sus
conocimientos además de las habilidades,
actitudes y valores a través de un efectivo
desempeño de sus funciones y forma tal que
puedan enfrentar los desafíos futuros de nuestro
contexto global y que atienda tanto al aspecto
ético como al profesional.
El currículo basado en competencias para la
formación de los arquitectos, debe en primer
lugar definir el perfil a obtener por los egresados
y expresarlos en términos de competencias
dígase, el conjunto de capacidades que el
estudiante ha desarrollado al termino de la
carrera.
Dichas capacidades fueron establecidas en
la carta sobre formación en Arquitectura, la
misma fue aprobada por la asamblea General
(UNESCO-UIA, 2011).
Dentro de las antes mencionadas competencias
profesionales, algunos arquitectos señalaron
según su contexto en el desempeño de sus
funciones cuales de ellas necesitan adquirir
para el ejercicio de su práctica profesional,
organizadas por su importancia.
1.Proyectos de edificación
2.Supervisión y coordinación de la construcción
3.Redacción de documentos técnicos
4.Realización de estudios de viabilidad
5.Planeamiento urbano y proyección urbana
6.Diseño interiores, equipamiento, mobiliario
7.Asesoramiento y peritaje
Según lo establecido por la UNESCO-UIA,
sobre los objetivos y las competencias que
debe reunir el arquitecto para el desarrollo
competitivo en el ámbito profesional, las
principales universidades de nuestro país que
imparten la carrera de arquitectura, en sus
planes de estudios contemplan las siguientes
competencias y capacidades que deben
tener los egresados, con la finalidad de ser
competitivos en la práctica de la arquitectura
como profesión.
En la carrera de arquitectura el currículo o
pensum está compuesto de una sección
de materias básicas, otra de materias de
especialidad y una de materias formativas
que ayudan al estudiante en el ejercicio de su
profesión.
En general la competitividad profesional de los arquitectos se compone de ciertas competencias
que se pueden clasificar en tres aspectos:

I.Competencias en el ámbito del diseño y la composición arquitectónica

Capacidad para diseñar y proyectar obras arquitectónicas considerando el impacto de éstas en su

contexto circundante, acentuando su compromiso social.

Capacidad para diseñar y proyectar obras arquitectónicas de manera integral, considerándola

solución de la arquitectura de interiores, la relación con el mobiliario, equipamiento y diversos
objetos que forman parte del espacio arquitectónico interior y exterior.

Capacidad para diseñar y proyectar obras arquitectónicas con un fundamento teórico conceptual
con posibilidad de sustentabilidad integral y como producto de una sistematización metodológica.
Capacidad para diseñar y proyectar obras arquitectónicas que aporten a la arquitectura de la
época por su creatividad en su solución y la respuesta innovadora en la tecnología constructiva
considerando el coste de mantenimiento.

Capacidad para incursionar en nuevas tecnologías aplicadas a la composición arquitectónica, tanto

para la realización del proyecto como para la ejecución del mismo.

II.Competencias en el ámbito y la tecnología de la construcción de proyectos

y su administración.
Capacidad para la realizar estudios de viabilidad, la planeación y programación de proyectos
arquitectónicos integrales tanto en el nivel local, nacional e internacional.

Capacidad para la gerencia de proyectos, organización, administración y negociación con sentido

ético atendiendo a la legislación profesional y comprometida con la preservación del paisaje natural
y los sistemas ecológicos.

Capacidad para la elaboración y edificación de proyectos ejecutivos de diferente magnitud y en

diferentes entidades culturales y sociales, manifestando dominio técnico y capacidad y disposición
para aprender a utilizar nuevas tecnologías.

Capacidad para dirigir, supervisar y administrar la construcción de obras arquitectónicas considerando

los aspectos técnicos necesarios para una construcción de calidad.
III.Competencias en el ámbito del impacto y compromiso social de la profesión.

Capacidad para comprender las relaciones entre las personas y las creaciones arquitectónicas y
entre éstas y su entorno (UIA), incluyendo las nuevas y las ya construidas (remodelaciones).

Capacidad para asesorar, proyectar y atender consultas de obras en donde estén en juego valores
estéticos, culturales y ambientales especialmente en relación al paisaje urbano y el hábitat humano.

Capacidad para interpretar las corrientes del arte y la cultura así como la capacidad y sensibilidad
para incorporarlas a la actividad profesional y personal.

Capacidad para realizar estudios referidos al ordenamiento y planificación de los espacios que
conforman el hábitat y los problemas que tiene que ver con el diseño, el proyecto y la ejecución de
las obras arquitectónicas y su impacto en la ciudad y los ambientes urbanos.

Capacidad para analizar críticamente las motivaciones económicas y políticas de las normativas
urbanas y de edificación así como las demandas de los usuarios y clientes, en orden de fomentar
un marco ético de referencia para la toma de de- cisiones en el entorno construido (UIA).

Capacidad de asumir su responsabilidad social como profesionales responsables (UIA).

 LA COMPETITIVIDAD PROFESIONAL DE LA
ARQUITECTURA COMO RESULTADO DE LA
EDUCACIÓN SUPERIOR
La formación profesional es un referente del
componente esencial dentro de las estrategias
de mejora de la competitividad. Hoy en día la
competitividad y la especialización del trabajo
son cada vez mayores, la Arquitectura no está
exenta de la creciente transformación de la
globalización, por lo que es ineludible que los
profesionales conozcan en detalladamente el
campo en el que se desenvuelven.
Para Alejandro Sokoloff dice la arquitectura que
se construye con éxito, es aquella que logra los
altos estándares de competitividad.
Para alcanzar el éxito, el profesional actual
requiere debe preocuparse por la actualización
en los temas de interés de la práctica de la
arquitectura de acuerdo a las tendencias
globales, y tener las competencias pe proponer
soluciones innovadoras dentro de los diferentes
vertientes de su formación profesional, la cual
se concibe cada vez más como un proceso
continuo, necesario y no solo como medio
para alcanzar o desempeñarse en funciones
específicas en el campo laboral.
exponer la competitividad en los profesionales,
contribuyendo así al mejoramiento de la calidad
de vida de las personas y la sociedad en general.
La práctica profesional del arquitecto de la
República Dominicana, supone estar sujeta a
los lineamientos del CODIA, con la Ley 62-00,
incluyendo esta las bases para el cumplimiento
y el ejercicio de la profesión, ajustándose a
los principios éticos, experiencia y práctica;
para evitar conflictos de intereses con clientes,
mostrando así los altos valores tanto éticos como
morales como lo son: compromiso, confianza,
congruencia, discreción, honestidad, honradez,
justicia, lealtad, prudencia y responsabilidad.
Esto con el propósito de proveer a la sociedad
un servicio profesional competitivo.
El desarrollo de la práctica de la arquitectura
en el ámbito laboral debe ser una realidad para
los universitarios, ya que es una herramienta

Bajo este contexto, existen programas

académicos que ofrecen y se sustentan sobre
la necesidad constante de los conocimientos
específicos que consienten el afrontar los
nuevos desafíos del mercado contemporáneo,
entregando a los alumnos sólidas herramientas
para enfrentarlo con liderazgo y visión
estratégica, instándolos a ser protagonistas de
este cambio global. De la misma forma, estos
buscan entregar las competencias profesionales
necesarias para establecer estrategias efectivas
de trabajo que permitan la creación de nuevas
formas, tácticas y técnicas para las fases
transcendentales del proyecto.

El pensamiento creativo y la innovación, se

ha desarrollado de tal modo que la búsqueda
de soluciones a problemas cotidianos en
el contexto de un entorno más dinámico,
competitivo y globalizado; lo cual permite
incondicional para la aplicación de las
destrezas adquiridas durante el transcurso de la
carrera, además del fomento de las relaciones
interpersonales que deben tener para el
desarrollo en el ámbito profesional.
Otro factor que contribuye con el afianzamiento
de la competitividad profesional es que los
estudiantes se expongan previo al termino
de la carrera es la visita de proyectos en
construcción, para enfrentarse y ver las cosas in
situ exponiéndose así a cada una de las etapas
del proceso constructivo de varias unidades de
obra simultáneamente para el avance adecuado
de la construcción sin interferencias entre oficios
hasta la terminación de la edificación; durante
este proceso, sería conveniente que se de
asesoría y se faciliten informaciones y se den
orientaciones pertinentes a los profesionistas.
En general se percibe que no es fácil la tarea de
formar arquitectos con estas nuevas dimensiones
de la arquitectura y su contexto. Un profesional
de la arquitectura necesita constantemente
capacitación frente a los nuevos desafíos del
mundo moderno. A diferencia de décadas
pasadas, que se estudiaba y ya, ahora las
condiciones de constante cambio, implica que
para ejercer una carrera profesional se necesita
estarse preparando para poder competir en
el área. Los arquitectos necesitan formarse
con nuevas competencias que se abren a una
dimensión prospectiv0, para responder a las
necesidades de formación y transformación
de espacios arquitectónicos que la misma
transformación de la sociedad va demandando.
Los arquitectos del futuro se están formando
ahora, las instituciones educativas de la
enseñanza de la arquitectura necesitan tener
programas pertinentes que ofrezcan a sus
egresados una futura empleabilidad así como
a la preparación profesional y humana que
permitan resolver los problemas del hábitat
de una manera sustentable, para bien de los
usuarios y del medio ambiente.
Considerando que hasta el momento un
arquitecto es un profesionista que se ocupa
principalmente de la planeación, diseño,
construcción y gestión del medio construido
en sus diferentes escalas: objetos, ambientes
interiores y exteriores, edificios, ciudades y
regiones (UNESCO-UIA,2004) se proponen
algunas competencias profesionales que
podrán ser un punto de partida a manera de
reflexión considerando los supuestos teóricos
y las tendencias de la educación superior en
el ámbito global e internacional y así adecuar
los planes de estudio con los nuevos enfoques
de la educación para los próximos egresados
de la arquitectura, tomando en cuenta que
la evolución de la profesión asimismo como
la competitividad de los individuos no puede
considerarse independiente de la evolución de
la formación.
 REFERENCIAS.
Alles, M. A. (2009). Diccionario de Competencias.

Buenos Aires: Granica. Obtenido de https://

books.google.com.do/books?id=kdtd_5Lo-UEC&
printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false

Argudín, Y. (2005). Educación basada en competencias.

Nociones y Antecedentes. México: Trillas.

RAE. (2014). Real Academía Española, Diccionario.

Obtenido de http://dle.rae.es/?id=UHxRBOS

Tobón, S. (2006). Formación Basada en Competencias

(2 ed.). Bogotá: ECOE Ediciones. Obtenido de
http://bcnslp.edu.mx/antologias-rieb-2012/preescolar-i-
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UNESCO. (1998). La educación superior en el siglo XXI:

Visión y Acción. París. Obtenido de http://www.unesco.
org/education/educprog/wche/declaration_spa.htm

UNESCO-UIA. (2011). Carta

Fomación en Arquitectura. Tokio.