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PARA TU TIENDA
Conoce las promociones que
puedes usar en tu tienda para
enamorar a tus clientes
SE CANSO
MAYO DE 2021 / EDICIÓN #1
DE FIAR
Todos los tenderos tienen
una historia, conocela y
disfruta de la cronica que
tenemos para ti
WHATSAAP
Y TENDEROS
La aplicación para celulares
una gran ayuda para los
tenderos en tiempo
de pandemia
¿QUIENES
SOMOS?
Somos una revista fundamentada
en la cultura tradicional y popular
colombiana. Hecha por el pueblo y
para el pueblo, llena de costumbres y
al servicio de todos los tenderos.
04 PROMOCIONES
PARA TU TIENDA
08 WHATSAAP EN
TU TIENDA
10INFOGRAFÍA
12
CRÓNICA DE UN
TENDERO
14 GALERIA DE
IMÁGENES
15 SE CANSO
DE FIAR
PROMOCIONES
PARA TU
TIENDA
W
Cánones
de referenciación
El espacioen las tiendas de barrio es tan
escaso que hay que ofrecer beneficios
como reducciones de precios, retornos,
garantías de devolución, productos gratis Promoción comercial
o facilidades de pago con el objetivo de Precios bajos para el
obtener un espacio y mantenerse en él. tendero
Para Fenalco también llama la atención que los problemas del alto desempleo, la
inseguridad y el contrabando se han intensificado durante la pandemia según el
sentir de los empresarios consultados.
Por otro lado, el estudio logró identificar tres nuevas tendencias ocasionadas por
la pandemia. La primera está relacionada con el teletrabajo, pues se llegó a la
conclusión de que los empleados buscarán un equilibrio entre su bienestar y vida
personal con estar siempre conectados en el trabajo.
Nuestra historia se remonta al 1° de octubre de 1980, en A los 35 años de su fundación; sin duda,
la ciudad de Santiago de Cali- Colombia. El señor JESUS los logros alcanzados por la empresa
ADAN ZULUAGA LOPEZ y la señora LUCILA DEL superan con creces las expectativas de
SOCORRO PARRA establecieron un negocio llamado sus fundadores, y hoy contamos con una
NUTIBARA, negocio mayorista ubicado en el barrio tercera sede ubicada en el barrio Cali-
Santa Elena, dedicado a la comercialización de productos mio-Decepaz.
de la canasta familiar. Su misión sigue en firme, ofreciendo a
sus clientes los mejores precios gracias a
Poco a poco el negocio fue creciendo y en el año 1985 su estructura de costos; acompañados de
decidieron crear una nueva sede en el Barrio El Jardín un Excelente Servicio al Cliente, al tener
bajo la misma actividad económica; lo relevante fue que colaboradores que sienten amor por lo
impulsaron las ventas al por menor bajo la modalidad de que hacen.
autoservicio. A la fecha nos encontramos dentro de
los más importantes autoservicios de la
Por sus dimensiones y la variedad de productos que mane- ciudad, generando una gran cantidad de
jaba esa tienda se adelantó a su época y su propuesta com- empleo y oportunidades para la gente.
ercial fue muy bien recibida por la comunidad, formando
así una nueva razón social LUCILA DEL SOCORRO
PARRA o comercialmente conocido como AUTOSERVI-
CIO EL JARDIN, haciendo alusión al nombre del barrio
donde se encontraba, con sus peculiares colores.
SEDES
La Casa De Los Tenderos: Esta fue nuestra primera sede, la cual tiene un formato mayorista donde se atienden a más de
10.000 tiendas al mes. Todas las compras y entregas se realizan en el Punto de Venta, servicio que garantiza los precios
líderes en todo el Departamento Del Valle, además de contar con asesoría cercana por parte de nuestros colaboradores a
los Tenderos, indicándoles cuales son las tácticas y productos más comercializados en las Tiendas, para así proporcionar
herramientas de éxito para el crecimiento de nuestros clientes.
El Jardín-Torres de Maracaibo: Esta sede, fue nuestro primer formato de autoservicio, donde atendemos alrededor de
5.000 hogares de los Barrios: El Jardín, San Carlos, Primavera, La Fortaleza, Ciudad Modelo, Independencia, Villa del
Sur, Prados de Oriente, Aguablanca, El Recuerdo y Antonio Nariño.
SE CANSO
Los tenderos son un retrato de la esperanza olvidada
DE FIAR
en la trastienda. He pensado mucho en ellos en estos
días complicados de la pandemia, en la que todos
hemos intentado sobrevivir como caracoles arras-
trados por la corriente, llevando consigo, como en la
canción, una casa en el aire. La escena es dramática,
hasta el punto que alguien estalla en una carcajada El tendero tiene un cuaderno que ha perdido el color de la
frente al murmullo de nubes de Dios. Unos, aferrados tapa de tanto usarlo y donde escribe en letras rojas los nom-
al mástil de su barco que empezó a naufragar en mar- bres de los que fían y deletrea como un escolar el abecedario
zo, desesperados salvando el último pez atrapado en de la pobreza que lo ha confinado a una inusual solidaridad
la atarraya. Y otros solo intentando mantenerse vivos en tiempos de peste. Pero él también ha olvidado algunos
ante la tempestad, sin darle motivos a la muerte de viejos ceremoniales de los tenderos de barrios que solían dar
que venga por ellos temprano, con su as bajo la man- ñapas a quienes compraban muy a menudo. La ñapa era una
ga, mucho antes de que nos cepillemos los dientes, y dádiva, un gesto generoso que fue desterrado de las tiendas.
nos quitemos el pijama del amanecer. El que compraba guineo pedía ñapa y la ñapa era otro guineo
madurito o atigrado que se había ablandado en el calor de
El tendero es la versión reposada de Job sentado en la tienda. Había ñapa de pan, verduras o panela. El tendero
un taburete. En algún momento su paciencia sacer- arrinconaba o apartaba para esas ñapas, las papas, los guineos,
dotal pudo llevarlo a ser un misionero de una causa los panes y los dulces. Había un frasco de dulces achicharra-
perdida, pero los ángeles lo eligieron para vender al do del calor y esa era la ñapa del que compraba dulces. Pero
menudeado un puñado de esperanzas convertidas la panela se aguaba debajo de sus hojas y esa era la ñapa del
en lechuga, repollo, zanahorias, tomates, arroz, café, comprador de panelas. Los vendajes eran otro regalo adi-
aceite, aguacate, limones, fríjoles, atunes, leche y cional y diferente a lo que se compraba. Al que iba a comprar
panes. No es que el tendero tenga aquel viejo letrero leche, le daban de vendaje un pan adicional. Nunca el vendaje
que antes era visible en todas las tiendas: Hoy no fío. era del mismo artículo.
Mañana, sí, que, en verdad, era la otra versión del
cuento del Gallo Capón, pero en las tiendas. Él no Cuando era niño todo lo pesaban en una balanza que sostenía
necesita escuchar al que llega para saber qué es lo un recipiente de totumo. El tendero medía todo con su ojo y
que quiere o si tiene cara de venir a fiar, porque en descreía del peso. Si vendía carne, la gente pedía una ñapa de
la pandemia hay millares de hombres y mujeres que carne. Si vendía suero la gente pedía ñapa de suero. El suero
olvidaron quién es el tipo risueño que aparece en los estaba en un recipiente enorme. Si vendía queso, la gente
billetes de cincuenta y qué hombre es el que aparece pedía una ñapa de queso. El bulto de arroz estaba abierto y los
en los billetes de veinte, porque tienen tanto tiempo niños nos comíamos ese arroz crudo blanco al que no habían
de no ver esos billetes que se les ha desdibujado la piloneado. Había que quitarle la cascarilla. Tanto la ñapa y el
cara y el reverso. vendaje fueron desterrados de la tienda y el tendero vio en
los supermercados -o en las misceláneas- unos competidores
El tendero es un emperador y un ejecutivo que ad- monstruosos y muchas veces se sintió como burro amarrado
ministra la pobreza y la riqueza. En la escasez, tiene peleando contra tigre. Pero luego comprendió que su clientela
un ingenio para sobreponerse, y convertir escasez en legítima era la vecindad y supo, al cabo de un buen tiempo,
abundancia. Lo peor que puede pasarle a un tendero que toda buena fortuna se forja con una suma de pobrezas.
es que la gente vaya por algo y no lo encuentre: velas
para las oscuranas que vivimos durante Electricaribe,
fósforos, cigarrillos para los últimos fumadores del
barrio, panela, leche, arroz, lenteja, espaguetis, azúcar
pintada de morena, galletas, panes, etc.