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5.

El período Clásico en Mesoamérica: culturas


teotihuacana y maya

5.1. Características generales y periodización

Jueves, 8-4-21

Teotihuacan, Monte Albán y el Tajin son los tres ejemplos más llamativos del urbanismo durante el
Clásico.
El mundo del Clásico está caracterizado por la aparición de una sociedad urbana que vive en zonas con
gran diferenciación social interna, cuyo ejemplo más destacado lo encontramos en los barrios de Teotihuacan.
Más que económica, la división es también social y laboral.

En segundo debemos destacar la importancia de los templos en todas estas ciudades (que siempre serán
su centro organizativo), a lo que se añade el sacerdocio como solo actividad religiosa, de producción de bienes
y de control de los intercambios a larga distancia a través de intermediarios. Actúan como emisarios o
embajadores de los poderosos.

Como tercera característica encontramos algo que ya venía del Preclásico, que es la producción
artesanal especializada. La diferencia aquí es que cada ciudad se especializó en una determinada manufactura
de lujo que les hizo exportar a otros lugares de Mesoamérica. En el caso de Monte Albán fue la orfebrería de
oro, mientras que en Teotihuacan encontramos máscaras de piedra verde, navajas de obsidiana o vidrio
volcánico (cuyas minas estaban en la misma ciudad), o también la llamada “cerámica anaranjada delgada”,
muy fina, sofisticada y de buena factura, que fue apreciada por todas las élites mesoamericanas. Esto provoca
que nazcan grupos de artesanos asentados en barrios específicos a la manera de los gremios medievales.

La última característica fue el intercambio a larga distancia, que como se podrá entender estuvo siempre
relacionado con las mencionadas manufacturas especializadas, cuyas redes de comercio se extendían a varios
cientos o miles de kilómetros, lo que constituía también una forma de extender las influencias, las ideas y el
prestigio de una ciudad. De hecho, encontramos manufacturas teotihuacanas en toda el área maya.
5.2. Culturas clásicas del Altiplano

El fenómeno urbano mesoamericano tiene diferentes lugares de atención. En el centro se cuenta con el
yacimiento de Teotihuacan, en la zona del occidente Monte Albán y en el caso del Oriente El Tajín.

5.2.1. Teotihuacan

Debemos insistir en que Teotihuacan fue un fenómeno urbano de gran magnitud. Todo aquello que
podamos imaginarnos para caracterizar una ciudad antigua nos lo encontraremos aquí: planificación urbana,
concentración de población, jerarquización y estratificación social, organización del trabajo, uso del espacio
privado y público, arquitectura diferenciada por status y funciones…
Todo ello envuelto en una ideología bien definida que permea en todo el espacio urbano y que dota el
conjunto de una homogeneidad cultural bien marcada y diferenciada. Gran parte de lo que sabemos de la
sociedad teotihuacana se ha definido gracias a los estudios de la arquitectura y el urbanismo de la ciudad. Si la
arquitectura nos permite caracterizar la estructura social de las sociedades, podemos decir que en
Teotihuacan encontramos diferentes niveles socioeconómicos definidos por los tamaños y calidad de la
arquitectura. Según René Millon, podemos identificar hasta 6 niveles sociales teniendo en cuenta la
arquitectura y sus variantes (calidad de la construcción, tamaño de los cuartos, pintura mural, enterramientos
y ofrendas…), aunque Manzanilla ha sugerido otro grupo más. En la cima de la pirámide social nos
encontraríamos las élites que habitarían conjuntos como los denominados palacios, situados en áreas
significativas alrededor de la pirámide del Sol y de la Luna, así como en los ocnjuntos situados a los lados del
Templo de la Serpiente Emplumada. Otros miembros de la élite, tal vez sacerdotes, vivirían en los complejos
piramidales de la ciudad. Otras residencias de élite serían los palacios conocidos como Atetelco, Tetila,
Yayahuala y Zacuala. Conjuntos de menor nivel social serían los conocidos como Tlamimilolpan o la Ventilla B.
Hay que tener en cuenta que, cuando se realizó esta propuesta en el año 1 976, todavía no se habían
excavado otros grandes conjuntos residenciales tanto a lo largo de la Calzada de los Muertos como el
conjunto de la Ventilla o, mas recientemente, las excavaciones de Teopancazco y Xalla.

Tenemos un conocimiento menor del que se debería, pues desde que se comenzaron las excavaciones
en 1 900 - 10 sigue habiendo grandes preguntas. La primera de ellas es la lengua o lenguas que hablaban (se
sabe que había gentes procedentes de varios lugares habitando en los barrios: del Golfo, del Occidente, de la
zona maya…) y cómo se llamaban a sí mismos, pues el nombre de Teotihuacan es náhuatl, que significa “lugar
donde nacen los dioses”. Relacionada con ella es si tuvieron o no escritura, aunque hoy en día se sabe que,
seguramente, habrían contado con algún sistema de pictogramas o ideogramas de los que no se ha descifrado
su significado.
Tampoco se sabe el sistema de gobierno que tuvieron (aunque parece que habría sido una teocracia
hidráulica gobernada por sacerdotes. Linda Manzanilla propone que fue una diarquía o incluso una
tetrarquía), porque no se ha encontrado ninguna tumba individualizada de gobernantes o dinastías (tampoco
ningún “tesoro” asociado a una familia real), ni tampoco como “acabó” la ciudad (en el tan afamado
“colapso”). Todo ello contribuye a aumentar el atractivo de la ciudad.

Es de las urbes más extensas y extraordinarias de Mesoamérica, y en cuanto al volumen de población en


su momento de apogeo (mediados del s. V d.C.) contaría con unos 70 000 habitantes en una extensión de 22
km2 (el parque actual tiene 25. Otras fuentes hablan de 125 000 habitantes, comparándola con Roma y
Alejandría). Estos datos implican el abastecimiento de productos, alimentos agua (con red de drenaje para
desechar las aguas residuales y la basura que producen esas personas) además de una organización del
urbanismo para vehicular el gobierno de esta ciudad, que fue surgiendo desde épocas más antiguas. Al
principio fue una simple aldea que pasó a centro ceremonial durante el Preclásico, tal y como le ocurrió a
Cuicuilco. y en las ciudades olmecas.
El centro ceremonial de Teotihuacan, se organiza en torno a la Avenida de los Muertos (cuyo nombre no
tiene nada que ver con su función original, sino que son los nombres dados por los mexicas). Es por ello que la
función de cada uno de los emplazamientos es bastante aproximada. Al norte de la mencionada avenida se
encuentra la Pirámide de la Luna y el Palacio de Quetzalpapalotl (Mariposa Emplumada), más al sur se
encuentra la famosa Pirámide del Sol, y en el extremo sur de la avenida está el Templo de Quetzalcoatl junto
con su patio, aparte de que encontramos otras estructuras como el palacio de Yahualo o el de Zacuala.
En torno a este centro, con todos los edificios religiosos y civiles más importantes (no quiere decir que
aquí estén todos) se estructura el resto de la ciudad en barrios de bastante autonomía. De hecho, el moderno
San Juan de Teotihuacan, asfixia el yacimiento, que solo es frenado por unas bardas que lo delimita. Como en
Alcalá de Henares, las casas actuales se construyeron sobre yacimientos arqueológicos.
Esta planimetría en eje y calzadas la vamos a ver repetida en otros fenómenos urbanos posteriores,
como por ejemplo Tenochtitlan, que en torno al siglo XV se reorganiza exactamente igual que Teotihuacan.
Ello da cuenta de lo exitoso y lo prestigioso del modelo, que será copiado durante su época y durante épocas
posteriores en ciudades creadas ex novo.

Sin embargo, desde el punto de vista mexica la concepción de la ciudad va a cambiar por completo, tal y
como evidencia el término náhuatl y la explicación de Eduardo Matos Moctezuma. Como dice, los mexicas
creían que el mundo había sido creado y destruido varias veces en varios ciclos. Cuatro soles habían
alumbrado a la humanidad, y al parecer, el quinto sol se habría creado por decisión de los dioses en un
concilio celebrado en lo que fue luego Teotihuacan, y de ahí su nombre. Es también la razón por la que ya en
época de los mexicas se realizaron excavaciones en la ciudad para llevar los objetos encontrados al Templo
Mayor de Tenochtitlan, lo mismo que ocurrió con los objetos olmecas
Igualmente, Teotihuacan fue incendiada hacia el año 700, peor los mexicas, pueblos nómadas del norte
sin pasado, al convertirse en los mas poderosos del Altiplano se construyen una historia prestigiosa para
presentarse al resto de pobladores de la zona, que sí la tenían
La planimetría de la ciudad levantada en 1 973 es la guía de referencia que aún hoy se utiliza para la
agricultura, levantada por René Millon.

Por un lado, caracteriza a esta ciudad esos elementos de planificación urbana que lo distingue, a partir
de cual se abren multitud de calles y de ejes perpendiculares o paralelos.
En segundo lugar, el abastecimiento de agua garantizada por el rio San Juan y la compleja red de drenaje
de las lluvias torrenciales del altiplano mexicano (la temporada comienza en torno al mes de agosto o
setiembre y dura hasta otubre o noviembre). Al estar asentada la ciudad sobre una zona caliza se encuentran
muchas cueva y aguas subterráneas que permiten precisamente que se produzca la explosión urbana. Las
lluvias de la zona son muy pautadas.
En tercer lugar, las construcciones administrativas y públicas fundamentales se encuentran en torno a la
calzada de los Muertos, aunque es difícil averiguar cuales fueron las funciones exactas por los datos que hoy
se tienen. Como ejemplo podemos mencionar a la Ciudadela (por su aspecto miliar) y el Gran Complejo, que
cuentan con un emplazamiento destacado, y por comparación entre otras ciudades del Clásico
mesoamericano se interpreta que serían mercados de la ciudad, muy comunes durante el Clásico y el
Posclásico.

Otra característica es que los barrios en los que se divide la ciudad suelen estar comprendidos por los
artesanos especializados, como orfebres, alfareros, plumeros… Es el caso de la Ventilla.
Pero veamos cada zona.

La Calzada de los Muertos (miccaotli en náhuatl) cuenta con una serie de plataformas de culto
alrededor. Cuanto más cercano a este eje más importante es dentro de la planificación de la ciudad.
Es indudable que será durante los siglos IV-VI que la ciudad sea relevante no solo por su densidad, sino
por la complejidad del desarrollo urbano, lo que nos indica una sociedad estratificada. Las ciudades son algo
mas que edificios,

En la pirámide de la Luna, el hallazgo de una serie de enterramientos excepcionales excavados entre 1


998 y el 2 003 ha hecho cambiar todos los paradigmas en cuanto al gobierno de la ciudad se refiere. Ha dado
lugar a todo tipo de interpretaciones, entre los cimientos de la base de la pirámide y en el centro de la misma.
La problemática se reduce a que la forma de enterramiento responde a un enterramiento de tipo maya, y no
teotihuacano. Visten una indumentaria y se encuentran enterrados de una forma que no corresponde a la
cultura teotihuacana.
Aun con los años, que en el sancta sanctorum de la cultura teotihuacana aparecieran 5 enterramientos
aun no se ha resuelto. Los que se han hallado en la base estaban asociados, probablemente, a la consagración
de alguna de las fases de la pirámide, lo que era muy habitual como ofrenda a los dioses (Teotihuacan está
lleno de estos sacrificios, con piernas flexionadas, decúbito supino y tienen una serie de collares hechos con
imitación de mandíbulas humanas, usadas en algunas ceremonias del mundo teotihuacano).

Junto a la pirámide de la Luna y al lado de la Plaza de la Luna encontramos el palacio de las Mariposas
Emplumadas corresponde al típico edificio del Clásico de la élite, y de Teotihuacan en particular. Cuenta con
un patio central hundido con respecto al resto de la estructura (para el desagüe de las aguas y para eviar
inundaciones) y adintelado, sustentado mediante pilastras decoradas con relieves (representaciones de
Quetzalpapálotl, cuyos ojos se decoran con obsidiana), y en la parte superior tiene bicromatismo (dos piedras
volcánicas, entre ellas el tezontle, usadas desde esta época para mejorar estéticamente los edificios del
Altiplano que remata en almenas decorativas). Bicromaismo entre tezontle y piedra gris de las pilastras será
también desatacado durante la época hispánica. Los suelos estaban, por otro lado, preservado a través de un
estucado.

La Pirámide del Sol es el otro gran edificio de la ciudad, y es una de las mayores pirámides
mesoamericanas. Tuvo su primera intervención arqueológica en el siglo XVII, y tenía como fin buscar
artefactos. Pero sistemáticamente fue comenzada a estudiarse por Manuel Gameo en 1 910. Es el yacimiento
mas visitado de toso México, y como motivo del centenario de la independencia se comenzó a realizar la
excavación. Este antropólogo desarrolló un sistema de arqueología sostenible en la que implicaba a las
comunidades indígenas de la zona para que desarrollaran sus artesanías y trabajasen como personas
especializadas en el yacimiento.
El modelo de restauración fueron las pirámides de Giza, pero en la actualidad se sabe que ha sido
bastante infiel al original, puesto que en la cima se han encontrado láminas de mica en la punta de la pirámide
del Sol, lo que se ha interpretado como parte de una estructura recubierta por estos materiales u que irían
reverberando los rayos del Sol y señalando la importancia de la pirámide. Por otro lado, debemos decir que su
acceso principal se comunica con una cueva parcialmente trabajada por el hombre.

La Calzada de las Muertos se cierra en su parte norte por la Ciudadela y el Templo de Quezalcóatl

Viernes, 9-4-21

Una de las aportaciones de la arquitectura teotihuacana es la composición de Talud o tablero, que se


hará característica en toda el área mesoamericana durante el Clásico e incluso más allá. El talud es la pared
inclinada, mientras que el tablero es el entablamento que queda entre los dos taludes, que puede tener
salientes o no, decoración o no.
Cada uno de los yacimientos lo interpretó de na forma ligeramente distinta durante el Clásico
(Tenayuca, Palenque, Xochicalco, Chichen Itzá, El Tajín, Tikal, Uaxactum y Monte Albán) y el Poscláscio (como
por ejemplo Tula). Todo ello ocurrirá a partir del siglo IV, que es cuando Teotihuacan llega a su cenit en todos
los aspectos.
Por otro lado, la Pirámide del Sol fue un edificio construido en varias fases y, que como hemos visto ya,
fue uno de los edificios más importantes por su situación en la Calzada de los Muertos y su simbología. En
cada una de estas fases cuentan con varios enterramientos sacrificales, pero la peculiaridad del conjunto es
que se construyó sobre una serie de cuevas naturales (pero modificadas por el hombre para darla una forma
en flor de loto o tetralobular, lo que se cree que representaba los cuatro niveles del inframundo para los
teotihuacanos) que reflejan el simbolismo de la cosmovisión teotihuacana. Justo en el acceso de la pirámide
está la entrada a esta cueva Casi todos los grandes edificios tienen una cueva asociada. Al ser una zona
cárstica, hay mucha piedra caliza: la ciudad está cercana al río San Juan.
En 1 978 se empleó un detector de muones para buscar cámaras ocultas en la pirámide de Kefrén, y
varias décadas después esta tecnología se aplicó a la pirámide por parte de un grupo de científicos de la
UNAM que trabaja en lo que será el mapa interno de la Pirámide del Sol (y que también se ha aplicado en la
pirámide de Totimehuacan y el Castillo de Chichén-Itzá). Para entender cómo funciona el detector de muones,
debemos saber que cuando os rayos cósmicos chocan con la atmósfera se desintegran y forman una lluvia de
partículas elementales, entre ellas estos muones. Los muones son entonces captados por seis detectores que
tienen 200 cables de 20 micras entrelazados, y gracias a las cámaras multialámbricas, se puede determinar la
trayectoria de cada muon. Con estos datos se fijan las coordenadas. Tras 10 días de captación (y 1 millón de
muones), se transmiten los datos a través de los mencionados cables y se crean imágenes que distinguen
espacios dentro de la pirámide. Sin embargo, se requiere una cantidad mínima de 100 000 000 de munoes
para que se puedan ofrecer resultados y poder generar un mapeo de la pirámide. Se identifican entonces
cavidades a partir de las densidades de los muones.
El detector de muones se encuentra en la cámara principal de la pirámide, y esta compuesto de cámaras
detectoras, el cuerpo principal donde se captan los muones por medio de señales separadas; cableado que
transmite la presencia de muones a la computadora que almacena y contabiliza los datos; y la pantalla, donde
se acumulan las imágenes de los muones captados para construir la radiografía de la pirámide.
Se distinguen varios túneles, entre ellos, el túnel de Smith, el de Gamio y el de Noguera, túnel principal
cuyas condiciones extremas como la falta de oxígeno y de luz además de la alta humedad dificultan las
labores. En cuanto al exterior, las teorías más aceptadas sostienen que el cuerpo de la pirámide está
compuesto de desechos pétreos, tierra y objetos que los habitantes donaban para su construcción

El templo de Quezalcóatl (el quetzal es un pájaro de vivos colores del área maya, y coatl es en náhuatl la
serpiente) se encuentra enclavado dentro de la llamada Ciudadela. Es la deidad principal de la ciudad, y utiliza
el quetzal como representación de la divinidad en la serpiente.
La pirámide se encuentra construida mediante el sistema de Talúd/Tablero, y es aquí donde vemos a dos
deidades, Quetzalcóatl con sus colmillos y plumas y máscaras que representan a Tláloc con sus características
anteojeras. Además, toda la pirámide estaba decorada con conchas pintadas o decoradas con cal que
recuerdan al mundo de las aguas.
Todo ello plantea una serie de interpretaciones, pues la ampliación donde se encontraba la decoración
descrita no había sido terminada cuando se realizó otra nueva ampliación, que tampoco se acabó. El hecho es
que la segunda ampliación tapaba las representaciones de Quezalcóatl y de Tlaloc, lo que se ha interpretado
como reflejo de una crisis en la ciudad a comienzos del siglo III, que conllevaría un cambio de gobernante o de
linaje a través del conflicto entre las élites, cuya simbología habrían sido esas dos deidades. Esto lo debemos
entender en un fenómeno que apoyan Natalia Moragas y otros especialistas, y es que los linajes
teotihuacanos habrían tenido símbolos identificatorios a la manera de la heráldica europea.
Sin embargo, esta zona también ha dado varias sorpresas en los últimos años. Desde el año 2 000 se ha
descubierto mediante sondeo, al igual que en la Pirámide del Sol, un túnel ritual en el que probablemente
aprovecharon una cueva natural. Todo ello se enmarcó dentro del proyecto Tlalocan, y aunque se pensaba
terminar en 2 015, las investigaciones aún siguen en marcha. El túnel tiene 103 m de largo, y podría ser un
parteaguas para la arqueología mexicana. Según declaró el director del proyecto, Sergio Gómez, el
descubrimiento representa un hito en los primeros pasos de la ciudad de Teotihuacan, lo que permitirá
conocer el que cambio que afecto a la sociedad en torno al 200-50 d.C. que llevó a reformar toda la traza
urbana de la ciudad. El INAH está por tanto cada vez más cerca de corroborar la presencia de 3 personajes de
alto rango al final del túnel, a 18 m de profundidad. En la exploración se han encontrado más de 5 000
objetos, entre los que destacan caracoles y elementos marinos procedentes del Golfo y del Caribe, pelotas de
hule, huesos de animales, piezas de madrea, objetos de cerámica, cuentas de jade. Esferas de pirita y hasta
fragmentos de piel, posiblemente de humano. Por las dtaaciones de Carbono 14, se ha podido determinar que
el túnel estuvo en funcionamiento desde los primeros años de nuestra era hasta el 250.

Por otro lado, se cuenta con dos conjuntos residencias, el llamado Palacio de Zacuala y el Palacio de
Yayahuala. Siguieno la forma teotihuacana, los dos palacios se organiza en torno a patios hundidos para
ventilar las estancias (son los únicos espacios abiertos) y recoger agua. Se decoraban con cresterías y la
superficie era estucada y pintada.
Casi podríamos decir que eran ciudades independientes por su gran complejidad.

Como avanzábamos, una de las características mas notables de Teotihuacan es la pintura mural, lo que
también supone varias implicaciones adicionales, entre ellas, que allí puede estar contenida la escritura de los
teotihuacanos.) y segunda, es la de no encontrar individualizado a ningún poderoso. La pintura mural se
desarrolló fundamentalmente durante las fases Tlamimilolpa, Xolapan y Metepec (200 – 450), y aparece tanto
en conjuntos residenciales como religiosos, pero casi siempre vinculados los temas a la religión.
Esos temas son muy variados. El repertorio iconográfico es muy amplio, pues se puede encontrar a
Tlaloc, su culto, ceremonias, juegos de pelota, repertorios de plantas y animales asociados a las deidades o
que conocían por el intercambio (ofidios, coyotes, pumas, perros, quetzales, búhos, loros, águilas, moluscos,
peces...). También hay representaciones antropomorfas: pocos sacerdotes y guerreros, personas que hacen
ofrendas participando en cultos, enfermos y curanderos… Pero ninguno de ellos es representado con
perspectiva jerarquizada como era habitual en el arte Mesoamericano. Son siempre pintados al fresco sobre el
estuco de las paredes. La existencia de un museo de pintura mural evidencia el gran conocimiento que se
tiene sobre ella.
En el primer ejemplo vemos a un individuo de la élite con tocado con plumas típico mesoamericano y al
que se le ha aplicado las dilataciones en las orejas, con grandes orejeras en los lóbulos y un pectoral muy
complicado con cuentas de piedra verde y concha, probablemente, y que sujeta dos flores en las manos. No se
sabe quien puede ser, porque cercano a él aparecen otros muy parecidos.
El segundo ejemplo es un búho antropomorfo que lleva plumas de quetzal. Pero el búho lleva unos ojos
de Tlaloc, por lo que nos encontramos ante una representación relacionado con las aguas, en esa forma
vegetal encima del personaje que, extendida por toda la pintura, manan de sus flores gotas de agua (un
líquido precioso, como lo es la sangre), algo relacionado con el culto a la fertilidad. Los pigmentos son casi
siempre de origen mineral, aunque a veces animal.
En la tercera imagen se ven a cuatro individuos que se van agarrando de la mano, un tema muy típico
teotihuacano. Se entiende que sería algún ritual, y la vírgula que parte de sus bocas es la llamada “vírgula de la
palabra”. Es una convención iconográfica en Meosamérica para identificar que las personas están hablando,
gritando o cantando. En esta situación es muy probable que estuvieran cantando alguna oración.

Todos los edificios de Teorihuacan estaban pintados, al menos, combinando la cal con la pintura roja
sobre el estuco para dar ese efecto de bicromatismo que comentábamos antes.

Otras piezas claves del mundo teotihuacanos son las máscaras de piedra verde (mal llamada jadeíta) y
los incensarios tipo teatro, que veremos también en otras zonas de Mesoamérica, pues como venimos
diciendo la ciudad no solo fue importante por su expansión, sino también por su influencia de ideas. Sin
embargo, se desconoce el motivo de su influencia dentro del Altiplano, para que todas las culturas de su
alrededor quisieran imitarles y 1 000 años después se siguieran pensando en ellos. Natalia Morágas apoya que
todo se basaba en la producción de ideas, casi como un Vaticano de la época.
Como se vió en el mundo olmeca las máscaras se utilizaban como ofrenda, y se solían decorar con
conchas o collares de jadeíta colgando de ella, indicando que es un personaje de la élite y buscando el
realismo. Muchas de ellos no son originales procedentes de Teotihucan, sino que son imitaciones realizadas
por otros pueblos contemporáneos que no pueden acceder al comercio de esta ciudad.
Por su parte los incensarios servían para quemar el copal, una resina que se obtiene de la zona de
bosque tropical y que produce un olor agradable, como si quemáramos ámbar (y que se sigue vendiendo para
rituales). Queda en forma de cristal y tiene el aspecto de una pequeña piedra, y con eso dentro del recipiente
se colocaba la madera para producir el humo que salía por el brasero. La decoración se la denomina “de
teatro” porque parece un teatro. Se ve la decoración a base de flores, redondeles e individuos de la élite con
grandes orejeras y una nariguera que le tapa todo el rostro. Varios especialistas como Natalia Moragas
sostienen que también puede ser clave para intentar identificar a los linajes o los gobernantes de Teotihuacan,
porque todas sus tapas son diferentes y todos tienen elementos que los diferencian. Por otro lado, toda la
cerámica prehispánica era realizada con moldes o de forma manual, porque en América no se conoció el torno
hasta la llegada de los españoles.
En el museo Antropológico de Madrid hay uno de ellos.

Jueves, 15-4-21

Como ejemplo para conocer los distintos barrios de Teotihuacan veamos el caso de la Ventilla, cuyos
últimos hallazgos se realizaron entre julio y agosto de 2 008. No obstante, los materiales hallados continúan
siendo analizados por un equipo español liderado por la profesora Natalia Moragas, y aunque no esta abierto
al público habitual, si que está preparado para serlo.
Con una extensión de más de 13 000 m 2, este sitio (relativamente lejano al centro ceremonial) se
componía de varias manzanas delimitadas por calles. Sus conjuntos arquitectónicos muestran características
diferentes. El conjunto de carácter cívico-religioso está ubicado frente a una gran explanada y cuenta con
basamentos piramidales, templos y adoratorios, dispuestos en torno a patios y plazas. Existen también
conjuntos residenciales: aposentos construidos en muros de excelente calidad; algunos conservan restos de
pintura mural. Las unidades habitacionales, cuyas construcciones son de menor calidad y con espacios más
reducidos, correspondieron a los artesanos. Éstos fabricaban objetos suntuarios utilizando diversas materias
primas locales (obsidiana) o de otras regiones. Este barrio cuenta con un amplio espacio sin construcciones
que pudo haber sido un mercado o bien destinarse a actos cívicos o religiosos. El sistema hidráulico contaba
con depósitos de agua, canales y un complejo sistema de drenaje que llevaba el agua fuera de estos
conjuntos.
En la actualidad los muros han sido reconstruido con bocado de cal, y el propio yacimiento esta lindando
con las construcciones modernas de Teotihuacan.
Los patios, hundidos, organizaban la distribución del emplazamiento y servían como ventilación,
recogida de aguas peor también dar luz a los mencionados conjuntos. Igualmente queda aun restos del estuco
que cubría todas las estructuras teotihuacanas.
Las plantas cactáceas son muy comunes de esta zona, y en general de todo el estado de Hidalgo.
Las pinturas murales que decoraban los interiores no son tan suntuosos como en otros conjuntos
residenciales como Sala. La esencia de los mismos es cascajo, pero encima de ello está estucado y está
pintado. En la parte superior de uno de los frisos hay una espiral de color rojo que representa la abstracción
de una sección de un corazón humano. En la parte inferior, por el contrario, hay unos círculos, que
denominamos chalchihuites.
Durante el llamado “colapso” de Teotihuacan el patio mencionado fue reutilizado y abandonada su
función original, pues delante de los frescos se colocó un nuevo suelo de un material más pobre, adobe, por lo
que la Ventilla siguió siendo utilizado aun después de la caída del centro ceremonial de Teotihuacan.
También hay canales de agua procedente del río San Juan, y que también servían como desagüe.

Otro de los patios hundidos tiene el estucado del suelo decorado con una serie de glifos y de personajes.
Estos individuos son figuras de perfil, en posición erecta, en un ambiente de plantas con flores. Se asocia
además con una olla adornada conteniendo pulque, de cuya boca sale una virgula florida, como suele
representarse en los códices. El tocado de este personaje se ve de frente y está compuesto de varios adornos
y elementos simbólico: de su boca sale la vírgula de la palabra. Parece tener un hocico alargado, como de
perro; el pene erecto apunta hacia el pequeño drenaje que desemboca en la calle cercana. Tiene senos de
mujer. Por estos atributos, se considera que este personaje debió estar relacionado con la fertilidad, con el
dios del pulque y con Xolotl o Venus, estrella de la mañana. Todos los glifos están actualmente protegidos por
toda una serie de baldosas que los cubren.
El piso y las paredes cercanas muestran mas de 40 figuras con representaciones humanas, de animales
(colibríes, jaguares, abstracciones del cuerpo de serpientes) y signos de carácter simbólico. No obstante, su
estilo tardío, diferentes a los murales, pertenecen a la cultura teotihuacana. Ningún hallazgo similar había
tenido lugar en Teotihuacan en los más de 100 años de exploración (además, fue la primera vez que se excavó
una calle). Algunas de estas figuras glíficas están enmarcadas por una retícula con líneas rojas. Por su
distribución ordenada se considera que forman parte de un sistema de escritura y que deben constituir el
antecedente mas lejano de los códices mesoamericanos

La expansión teotihuacana

Siempre se ha pensado que en torno al siglo IV Teotihuacan y el área que “domina” comenzaron su
expansión sobre los mayas, lo que tuvo como punto culminante la presencia de teotihuacanos en las ciudades
mayas, sobre todo, en Tikal, cuya dinastía maya fue sustituida por otra de origen teotihuacano. Los problemas
derivados de esta explicación plantean varios problemas, pues ha llevado a teorías que hablan de Teotihuacan
como una potencia militar con la capacidad suficiente de extender su dominio por toda Mesoamérica.
Pero junto a ella encontramos otras interpretaciones en las que influye más el prestigio y la importancia
de la difusión de ideas en esta ciudad, lo que hizo que en los alrededores de Hidalgo aparezcan muchas
ciudades que repiten la misma planimetría. ¿Es necesario que ello implique una conquista militar?
En el registro arqueológico mesoamericano se ven objetos suntuarios teotihuacanos en una amplia área,
como son las máscaras de piedra verde, los objetos de obsidiana o la cerámica lujosa anaranjada delgada. Se
podría hablar por tanto de una exportación de objetos de lujo, pero esta proyección se ve contrarrestada por
la cuestión de Tikal. En Roma, por ejemplo, el urbanismo servía como forma de proyectar su imperio (aunque
ya antes había ciudades que adoptaron ese modelo, como Bílbilis), lo que también se hará en América por
parte de los españoles a través del plano hipodámico Lo que España hara también en América
En un trabajo de los profesores Lacadena e Iglesias Ponce de León inciden en esa presencia en lugares
tan lejanos, siempre asociados a elementos de prestigio, peor también la infleuncia de la plástica teotihuacana
a partir del siglo IV.

Pero en esta época la expansión teotihuacana se hizo sentir en lugares tan distantes como Kaminaljuyú,
Tikal o Copán, a mas de 1 000 km de distancia. La ciudad tenía capacidad suficiente como para enviar
emisarios, pero no se sabe si la tenía para controlarla militarmente.

Kaminaljuyú (Guatemala) recibió una fuerte influencia de Teotihuacan (c. 400), con la que mantuvo
relaciones comerciales. Como decíamos, algunos autores plantean como posibilidad que que la ciudad habría
sido dominada militarmente por los teotihuacanos. En ese sentido, el sitio habría jugado un papel importante
en el control de las rutas comerciales del sureste, que permitían a Teotihuacan mantener la hegemonía en el
comercio mesoamericano de la época.
En los años 2 000 era la conquista militar la explicación militar, pero tras el hallazgo de los
enterramientos en la pirámide de la Luna cambió todos los paradigmas. Lo único que es seguro es que tuvo
una relación muy fuerte con Teotihuacan.

El lugar mas llamativo es Tikal (Guatemala), con gran importancia durante el Clásico. cuya área
ceremonial ha sido escaneada con georadar y fotografíada desde satélite, gracias a los cual se ha descubierto
una infinidad de estructuras enclavadas en la selva. Al ser llanuras de tierra caliza no puede haber montículos,
por lo que son en realidad restos arqueológicos.
Al no conocer la escritura que se tenía en Teotihuacan se desconocen muchos aspectos de su historia,
pero gracias a lo que escribieron otros pueblos de su alrededor se pueden extraer algunas cuestiones. Es de
las ciudades más conocidas del mundo prehispánico, y se caracteriza por la verticalidad de sus pirámides con
sus cresterías, y que también son comunes en esta área.
Es el caso de la Lápida 31 hallada en esta ciudad (que sirve de apoyo a los autores que defienden una
conquista militar de Teotihuacan), donde encontramos en su frente y en su costado el retrato individualizado
de un rey de Tikal (Siyaj K’ak K’awil,) flanqueado por dos retratos de su padre Yax Nuun Ayinm que aparece
con atuendo de guerrero teotihuacano (que alude a la línea dinástica del Búho Lanzadardos, posible
gobernante de Teotihuacan en torno al 374 y el 439). Todo ello se conoce gracias a los jeroglíficos que se
incluyen en la misma estela, y que también encontramos en otros muchos objetos de la cultura maya como
parte de la decoración (lo mismo que ocurre con los jeroglíficos egipcios o la caligrafía china). En su mano
izquierda lleva un escudo con la imagen de Tláloc y en la derecha sostiene un átlatl, artefacto de guerra del
México central, lo que nosotros conocemos como azagaya.
Esta estela en concreto tiene unos 2 m de alto, y al igual que otras de la misma clase se habrían colocado
en las plazas principales de la ciudad para mostrar los hechos más dignos de ser recordado por parte de un
gobernante en concreto, que, por cierto, tenían un origen divino y estaban muy asociados al poder religioso.
El personaje central está representado como un rey maya en toda su plenitud (tocado complejo,
nariguera, orejera, recubrimiento de adornos y sentado en posición de flor de loto sobre una superficie
elevada sobre el suelo, su trono). Enmarcándolo se encuentra su padre mostrando sus dos perfiles, y es el
primer personaje teotihuacano representado con nombre y datado en el tiempo. Encima de él aparece el
nombre de nariz rizada, y él se encuentra vestido con un tocado con monstruo de mosaicos, tocado estilo
casco, lanzadardos, escudo flexible con imagen de Tlaloc portando un tocado con borlas y un faldón.
La interpretación que se ha dado es que K’awil y su padre llegaron hacia el año 400 a Tikal para hacer
una guerra de conquista que derrocó a la anterior dinastía.
Natalia Moragas defiende que esta presencia de teotihuacanos no responde a una conquista, sino a un
simple conflicto de élites que no alteró las condiciones de la ciudad. Los indicadores arqueológicos que pueda
enmarcarse dentro del estilo teotihuacano es mínimo, además de que se debe plantear la posibilidad de que
los mismos no llegaran desde la metrópolis del altiplano, sino que formen parte de la red de rutas comerciales
y relaciones entre las élites. Desde esta perspectiva, María Josefa Iglesias considera que la presencia
teotihuacana en la zona maya ni puede asociarse a toda la sociedad maya en general, sino a una élite. Es decir,
los materiales propiamente teotihuacanos conforman un tanto por ciento muy pequeño respecto a los otros
materiales que se encuentran en el mismo contexto. Finalmente, nos dice que debemos ver en la interacción
entre teotihuacanos y mayas una diversidad de modelos, no necesariamente desde la perspectiva de una
acción teotihuacana en el territorio, propugnada desde la capital del altiplano.

En Copán (Honduras) la influencia teotihuacana se encuentra en la cerámica del grupo anaranjado


delgado, realizada con un barro muy fino y posteriormente bruñido para que quede con ese color
anaranjado. Es muy parecida a la terra sigilata romana. Por otro lado, la ciudad es conocido por la
escalinata de los Jeroglíficos, uno de los textos mayas sobre piedra más importantes que existen.
Aunque hayamos hablado de tres casos, hay muchos más.

María Josefa Ponce de León, profesora honorífica de la UCM, considera que la presencia teotihuacana
en la zona maya no puede asociare a toda la sociedad en general, sino posiblemente solo a la élite. Los
materiales propiamente teotihuacanos conforman un tanto por ciento muy pequeño repsecto a los otros
materiales que se encuentran en el mismo contexto.
Otro argumento que maneja la autora es que desconocemos el nombre por el que se conocía a la
cultura teotihuacana durante en período Clásico, y tampoco podemos asegurar la existencia de una línea
dinástica en Teotihuacan como si la hay en las ciudades mayas. Finalmente, nos dice que debemos ver en la
interacción entre teotihuacanos y mayas una diversidad de modelos no necesariamente desde la perspectiva
de una acción teotihuacana en el territorio. Es la postura clásica de un mayista, pero también hay
teotihuacanistas que apoyan una presencia más elevada, e incluso militar.

Uno de los temas más debatidos en la arqueología teotihuacana es el de su “colapso”. En la actualidad


se sabe que en torno al año 700 el centro ceremonial es abandonado tras ser algunos de sus edificios
incendiados ritualmente, lo que daría cuenta de un abandono sistemático. A ello se suman los datos
obtenidos en los últimos años, que demuestran que en algún momento de los siglos VI – VII la ciudad sufrió
una serie de fuertes crisis que “terminaron” con la cultura teotihuacana, y que reflejan las excavaciones
realizadas hace varias décadas en la calzada de los Muertos. Éstas han documentado el incendio de 147
edificios y hasta 31 posibles incendios de otros tantos edificios. Además, parte de los edificios del centro
ceremonial y del resto de la ciudad fueron abandonados y no volvieron a ser ocupados. Con Teotihuacan,
como señala la profesora Natalia Moragas Segura, finaliza también el Clásico en el Altiplano mesoamericano y
su caída tendrá repercusiones en gran parte de Mesoamérica.
Coincidiendo con el colapso o en una época posterior varias ciudades de la zona y que
probablemente dependían en su momento de Teotihuacan ven ahora su época de ascenso y comienzan a
recibir más población de la que habían tenido, seguramente, parte de ella provendría del antiguo centro
del Altiplano, que, aunque seguirá existiendo, no lo hará con la hegemonía que había tenido durante el
Clásico.

5.2.2. Monte Albán

Monte Albán adquirió el rango de ciudad durante el Preclásico Tardío. En el actual Oaxaca se
propagaron y se generaron muchas ciudades importantes que concentraron poblaciones claramente
estratificadas. En su mayoría son asentamientos nucleados en torno a un centro ceremonial con templos,
palacios, juegos de pelota y otros edificios representativos, de gobierno o religioso. Siempre edificios de
proporciones muy grandes, así como monumentos pétreos con inscripciones que revelan el desarrollo de una
escritura bien desarrollada en esta zona concreta del valle de Oaxaca, puesto que los zapotecos, la cultura que
estaba emplazada en este lugar y que derivarán entre otros emplazamientos a Monte Albán si tuvieron un
sistema escriturario.
La Gran Plaza de Monte Albán es el escenario máximo del urbanismo en todo el valle de Oaxaca, una
ciudad zapoteca que fue de las mas importantes del mundo prehispánico, y que fue además la que dominó
toda la región desde el Preclásico Tardío cuando se impuso a otras ciudades cercanas.
A diferencia de otras ciudades mesoamericanas Monte Albán careció de grandes avenidas como
Teotihuacan, o caminos que organizasen el espacio urbano. En general, el orden del asentamiento lo daba la
Gran Plaza y el otro centro ceremonial y administrativo de la ciudad, Zompa, en torno a los cuales se
distribuían las terrazas habitacionales. La Gran Plaza también recibe el nombre de Acrópolis, pues estaba
situada en un cerro con una altura de unos 400 m sobre el nivel del valle, desde la cual se dominaba toda la
visión de los valles cultivables que hay alrededor. Los barrios donde residía la población estaban situados en
las laderas de se gran cerro.
La gran Plaza era el centro neurálgico de la ciudad, y en sus plataformas situadas a los laterales se
celebraban algunas de las ceremonias más importantes de tipo civil o religioso, en las cuales se calcula que
podían congregarse hasta 15 000 personas.
La ciudad, esta Acrópolis y su Gran Plaza tienen como límite meridional la llamada Plataforma Sur, una
estructura piramidal de enormes proporciones, y será templo muy importante en la configuración simbólica
del espacio urbano zapoteca de Monte Albán. En conjunto supera los 25 m de altura, y en su extremo oriental
se ubica la cancha del juego de pelota con forma de I latina mayúscula con las paredes en talud.
En el límite septentrional de la plaza se encuentra la llamada Plataforma Norte, que cuenta con pórticos
y con un gran patio hundido, y que se interpreta como el gran complejo residencial de los gobernantes de
Monte Albán.
En el centro de la Gran Plaza se sitúa el llamado Edifico J, que no sigue una disposición armónica con el
resto del conjunto, y que se interpreta como un edifico que pudo servir de observatorio astronómico.
La llamada lápida de “los Danzantes”, situada en el Edificio L (construido durante la fase Monte Albán I
(300 – 800) tiene muchas interpretaciones: que son cautivos, personajes que visitaron en alguna embajada la
ciudad… Lo que las singulariza es que son estelas de un tamaño bastante considerable, bastante pesadas y
ataviados con atuendos típicos de otras culturas del valle de Oaxaca pero también del resto de Mesoamérica,
y que a veces aparecen desnudos. También podían ser personas destinadas al sacrificio, y que las diferentes
posturas, poco ortodoxas en el mundo clásico, ha hecho que reciban esa denominación de “Danzantes”
También los zapotecos fueron conocidos por su orfebrería, especialmente de oro, y de hecho había un
barrio específico en el que vivían orfebres de este material procedente de Oaxaca.
La cronología de Monte Albán durante el Clásico suele dividirse en dos grandes fases, Monte Albán IIIa
(250 – 600) y que se caracteriza por las relacione muy intensas con el valle de Oaxaca y el centro de México y
una segunda fase en Monte Albán IIIb4 (600 – 800/900), que corresponde con el máximo esplendor
coincidiendo además con una disminución del contacto de México y el “colapso” de Teotihuacan. Es una
época de florecimiento que sin embargo duró bastante poco y a partir de la cual se produce también una
disolución del poder que nunca es abandonado pero que si pierde su papel director en la zona del valle de
Oaxaca.

5.2.3. El Tajín

En el Golfo encontramos el Tajín, y que durante mucho tiempo se supuso que su esplendor estaba
vinculado a los totonacos, pero hoy se piensa que esta urbe desde sus inicios fue heredera de todos los
habitantes que habitaron esta zona, entre ellos, los olmecas. Tuvo relaciones con Teotihuacan muy intensas, y
en torno al 600 había alcanzado el poder económico y cultural suficiente como para establecerse como la
ciudad más importante del norte y del centro del actual Veracruz.
El Tajín tiene también un centro ceremonial muy interesante, con sus pirámides, plataformas y canchas
de juego de pelota, peor sin duda es conocida por la llamada pirámide de los Nichos, con un total de 365.
Obviamente tenía una función calendárica, y el edificio sigue una orientación astronómica. Además este
emplazamiento hace que según la evolución del día y del movimiento del sol va adquiriendo un juego de luces
y de sombras distinta en cada una de sus caras.
5.3. La civilización maya

5.3.1. Introducción

Viernes, 16-4-21

Los primeros estudios del mundo maya comenzaron en el año 1 787 por el capitán Antonio del Río, que
realizó varias expediciones en Palenque. En ellas se reconoció el terreno y se extrayeron algunas piezas que
luego fueron a parar a la península, siguiendo en muchos casos las pautas que hizo Carlos III en Pompeya,
Herculano y Estavia.
De ellas se levantaron varios dibujos que reproducien algunos de los paneles, como la estela de Madrid,
aunque los resultados no fueron publicados.

Estas expediciones tuvieron su reproducción entre los años 1 838 y 1 842, cuando el estadounidense
John. L. Stephens y el dibujante Frederick Catherwood recorrieron la región maya hasta Honduras, y
representan algunos de los espacios mayas más conocidos como ejemplo de que la ruina representa el
inexorable paso del tiempo.
El relato de Stephens, acompañado por los dibujos de Catherwood despertaron el interés por primera
vez del gran público por la arqueología no solo de esta área, sino también de toda Mesoamérica, y, en parte,
es de aquí donde procede la visión romántica que todavía se tiene sobre los mayas, aunque a partir de las
investigaciones científicas del siglo XX esa visión comenzó a cambiar.

Se considera que la zona maya está situada en el suroeste del actual México, y que tienen en común las
formas de templos, estelas y otro tipo de estructuras. Toda la población se encuentra en un bosque tropical
que lo aísla.
En este sentido, el mundo maya se ha comparado con el griego (“los griegos de Mesoamérica”), porque
también se organizaban en ciudades-estado, eso sí, teocracias hidráulicas basadas en la agricultura y que
tenían la dinastía como forma a de sucesión principal en el gobierno de cada una de estas ciudades.
Igualmente se pensaba que era una sociedad pacífica, y en realidad, era uno de los elementos cardinales de la
política maya: alianzas, matrimonios, conquistas, asesinatos… Todo ello, derivado d ela visión romántica de
una civilización totalmente desconocida.
Por otro lado, muchas de sus ruinas ya eran conocidas por los españoles, como es el caso de Palenque, y
al igual que otras ruinas de África (Gran Zimbabue) y Asia, los europeos no entendían quienes pudieron haber
construido tales monumentos, pues, según ellos, las poblaciones de alrededor eran incapaces de haberlo
hecho. Pero debemos decir que la cultura maya no ha desparecido, pues siguen perviviendo muchas creencias
y manifestaciones plásticas que proceden de este período, como la religión, que se encuentra sincretizada con
la cristiana, o los textiles, cuyos motivos son iguales que los presentes en los relieves de los grandes edificios.
A ello añadimos las casas tradicionales y las diferentes lenguas.
La civilización maya cuenta con una gran variedad étnica, cultural y medioambiental, que se circunscribe
en el actual sureste de México (en concreto, el Yucatán), parte del Salvador, Honduras, Guatemala y Belize
(unos 400 000 km2). El mundo maya, al igual que la teotihuacana, aparece en épocas anteriores al Clásico, e
incluso, muchas ciudades tendrán contactos con la confederación mexica y con los aztecas. La última en caer
fue Mayapán, a manos de los españoles en la primera mitad del siglo XVIII. Pero el mayor esplendor lo vemos
en el Clásico.
Lo que caracteriza a esta subárea cultural (dentro del área mesoamericana) es la mencionada
diversidad, y que los mayas no constituyen un grupo homogéneo, lo que se ve en las diferentes lenguas
mayenses habladas. Sin embargo, comparten rasgos como las creaciones plásticas, la religión, la economía
basada en la explotación del medio y el control de los recursos hídricos, además de la organización
sociopolítica en teocracias hidrálicas.
En cuanto a la diversidad medioambiental, predomina la sierra en las Tierras Altas, mientras que en las
Tierras Bajas Centrales y en las Tierras Bajas predomina el bosque tropical (humedad y calor muy altos), una
zona cárstica y de orígen volcánico. Después podemos comentar la variedad animal y vegetal que causa la
variedad ambiental. La sociedad maya tuvo la costumbre de deificar a los animales que tenían a su alrededor,
como serpientes, jaguares, quetzales y que aparecerán en la plástica.

Algunas de estas ciudades-estado durante el Clásico (100 – 900) y el Posclásico (900 – 1 519 con la
llegada de Hernán Cortés a los actuales Veracruz y Yucatán) son Chichén Itzá, Uxmal, isla de Jainam Tikal,
Kaminaljuyú, Mayapán, Bonampak, Copán… Tulúm fue un importante centro para la navegación. Las
poblaciones de todas ellas vivían dispersas en casas vegetales en torno a un centro ceremonial que los
vehiculaba,

En cuanto a la cronología maya en época prehispánica, tenemos un dilatado arco de 3 400 años que va
desde el Preclásico con la etapa aldeana hasta el Posclásico con la mencionada llegada de los españoles.
El período Precláscio tiene una cronología aproximada entre los años 1 800 a.C y 250 d.C., en el que se
estructuran los rasgos fundamentales de la cultura maya, con influencias de otros grupos prehispánicos como
el horizonte cultural olmeca, del que heredan muchos aspectos por su cercanía.
Alrededor del siglo III comienza el período Clásico propiamente dicho, donde floreció lo que
canónicamente se conoce como cultura maya, y que culmina en el siglo IX. Aquí encontramos un aumento de
las relaciones con otros pueblos de Mesoamérica, como Teotihuacan, aparte de que aumenta la población y
los asentamientos se convierten en verdaderas ciudades. La estructura social desde el punto de vista religioso
y civil es muy jerarquizada y de gran complejidad, y también las artes plásticas alcanzan sus cotas más altas.
Por otro lado, en torno al siglo IX se observa una fuerte influencia tolteca proveniente del centro de México.
Es una población que vive aledaña a Teotihuacan, y cuya capital histórica fue la ciudad de Tula (actual
Hidalgo). Este es el nombre por el que probablemente se conoció a Teotihuacan durante el Clásico, pues en su
día, se convirtió en un nombre tan prestigioso que fue adoptado por muchas ciudades, como ocurren en con
Alejandría. Los toltecas era un pueblo guerrero, y la influencia fue muy fuerte en el entrono maya, como se
puede ver en numerosos edificios, que son copias de otros que se encuentran en Tula.

En cuanto a la tipología de las ciudades, los campos estarían más retirados de la misma, que eran lugares
cultivados mediante el sistema de roza y quema. Se encuentran en grandes planicies donde destacan las
construcciones elevadas que en su momento se encontraban totalmente decoradas.
Tikal (Guatemala) fue escena en la primera entrega de la guerra de las galaxias.
Copán (Honduras) es una ciudad inmensa y en continua construcción. Las técnicas arqueológicas
actuales (no invasoras) han permitido saber que era aún más grande de lo que se pensaba. Debajo de su plaza
se encuentra el inframundo, pues como veremos, la arquitectura maya es una trasposición de su cosmovisión,
además de ser testigo de cómo se organizaban las distintas ceremonias, que siempre tenían a las plazas como
ejes rectores.
Uxmal (Yucatán) alcanzó su máximo esplendor durante el Clásico, pero se calcula que fue fundada en el
siglo VII. La ciudad cuenta con unas pirámides ligeramente distintas al altiplano, como la Pirámide del Brujo o
del Adivino, de una gran verticalidad (el templo siempre se sitúa en la parte superior). Otro edificio destacado
es el llamado Cuadrángulo de las Monjas, un patio hundido alrededor del cual, sobre plataformas, se
construye el complejo que probablemente sirvió para funciones administrativas. Sobre los vanos de entrada
se dispone un friso decorativo, que se enmarca dentro del estilo Puuc. También destacan los distintos
mascarones que decoran las superficies de los edificios.
Chichén Itzá (Yucatán) es de las grandes ciudades del Posclásico, íntimamente relacionada con la
influencia tolteca a partir del 800 y sobre todo a partir del 900.Se calcula que fue fundada en torno al 300 d.C.
El conjunto de las Mil Columnas, junto al templo de los Guereros, está íntimamente relacionado con uno de
los templos de Tula, aunque es más conocida la Pirámide de Kukulkán o “el Castillo”. Se encuentra orientada
astronómicamente, por lo que durante el solsticio las serpientes que tienen como relieve parecen que se
mueve a medida que el solo sigue su órbita. Incluso se conserva un observatorio para calcular los calendarios.
Tulum (Quintana Roo) fue una ciudad que los españoles conocieron parcialmente habitada, y muy
conocida actualmente por su ubicación junto al mar y por su torre que, posiblemente, sirvió como faro en las
navegaciones de cabotaje. Aunque el sitio es anterior, la mayor parte de las construcciones que hoy se
conservan pertenecen al Posclásico, entre 1 200 y 1 450. El centro de la ciudad, con sus edificios principales,
está perimetrada por una muralla.
Edzná (Campeche) fue considerada una importante capital del occidente del Yucatán entre los años 400
y 1 000 d.C., aunque su origen es muy antiguo. Algunos de sus edificios principales, como la pirámide principal
(de gran verticalidad, realzada por las cresterías del sancta sanctorum. Al templete superior, donde se
encontraba la divinidad, solo accedían los sumos sacerdotes, las escaleras son muy estrechas), están
construidos sobre una plataforma artificial para realzar su altura).
Isla de Jaina (Campeche) es parcialmente natural y parcialmente artificial, y sirvió de enterramiento para
la población maya entre el 600 y el 1 200. Se han encontrado figurillas de barro que representan todo tipo de
escenas pertenecientes a la vida cotidiana, además de la indumentaria que llevaban. Están repartidas por
numerosos museos del mundo.
Palenque (Chiapas) tiene un origen en el Preclásico, y es muy conocida por su Templo de las
inscripciones y por haberse localizado en ella la tumba de uno de sus soberanos, Pakal II, que fue localizada
intacta y acompañada de un magnífico ajuar. Destaca también el Palacio y la torre del Observatorio, de planta
cuadrangular.
Bonampak (Chiapas, selva Lacandona) tuvo su período de auge entre los siglos VII y IX, y es conocida por
los frescos situados en uno de sus edificios: la conocida como Estructura 1 o templo de los Murales. En estos
frescos se observan escenas de corte, sacrificios humanos…
Tikal (Guatemala) recibió durante el siglo IV la influencia de Teotihuacan, aunque la ciudad tiene un
origen antiguo. Alcanzó su máximo esplendor entre el 200 y el 900, cuando se convirtió en una de las
ciudades-estado más poderosas del ámbito maya. Su arquitectura es fiel reflejo de esta primacía. El centro
está vehiculado por las Acrópolis Norte, Sur y Central.
Copán (Honduras) también recibió la influencia teotihuacana, y tuvo una ocupación sucesiva desde el
Preclásico hasta el Posclásico. De aquí destacan los vasos mayas de piedra verde, una de las piezas icónicas de
la plástica teotihuacana, y que representa a dos personajes. Probablemente sirvió como ofrenda votiva o
como almacén de las cenizas de estos individuos.

Todas ellas estaban conectadas por un complejo sistema de caminos similar al de los romanos, y que
todavía se pueden distinguir. Generalmente estaban muy bien trabajadas, aunque hoy se encuentran
asfixiadas por la vegetación.

5.3.2. Urbanismo

Todas las ciudades tenían como centro al espacio ceremonial, cuyos edificios ceremoniales y
administrativos eran la evidencia de una élite gobernante qye deseaba proyectar su poder y posición a través
de estas construcciones. Un ejemplo es elde Uxmal. En él se realizaban los rituales pertinentes y allí se
encontraban los espacios residenciales como palacios o sencillas chozas de material vegetal. También había
espacios de drenaje y pozos para el abastecimiento de la población.
Las edificaciones son de mampostería, y no siempre de sillares de piedra. Posteriormente, todo se cubría
de estuco para así cubrir el material pobre. Los mayas fueron la única población mesoamericana que
desarrolló la bóveda, pero son falsas (es decir, por aproximación de hileras). Los edificios aparecen de una
forma tan desastrosa porque responden al orden ceremonial de su momento, que siempre se orientan a las
trayectorias astrales y a los puntos cardinales.

Jueves, 22-4-21

En Chichén Itzá, destaca la pirámide de Kukulkán (uno de los principales dioses en esta época, que se
asemeja a Quetzalcoatl de Teotihuacan).
En Yaxchilán encontramos una construcción típica maya decorada con cresterías para darlas más altura
y enriquecerla.
En Labná aparecen ejemplos de bóvedas mayas decoradas a base de grecas y motivos geométricos.
En Kabah aparecen imágenes del dios narigudo, que se enmarcan dentro del barroquismo propio del
estilo Puuc.
En la misma línea, el Cuadrángulo de las monjas en Uxmal muestra motivos geométricos que también se
representan en la ropa actual de las poblaciones mayas.
En Copan (Honduras), el edificio 10L-26 contó con 7 fases distintas de construcción superpuestas, algo
que seguramente respondió a una razón política como en Teotihuacan. Es así que los templos
mesoamericanos se tratan de verdaderos palimpsestos

Una estructura fundamental para conocer el urbanismo maya es la cancha del juego de pelota, que
siempre tenía la misma planta en forma de i latina, con un espacio de juego y dos alas de gradas. No se tiene
una idea muy clara de cómo eran las normas, pero lo que sí es seguro es que era un elemento muy importante
para la cosmología. Maya. En el Popol Vuh ya aparece una pareja de gemelos que intervinenen el origen de la
creación de este juego, y en el texto, aparecen jugando con otros dioses en el inframundo. Pero desde luego
había sacrificios asociados, aunque no se sabe si se hacía al vencedor o al perdedor. Si era al vencedor
constituía un privilegio para él, pues podía hacer la máxima ofrenda a los dioses, que era la de sangre.
Algo que también es claro es que no se podía tocar la pelota (de caucho, con lo que tenían gran peso),
con las manos y los marcadores estaban a 2 o 3 metros de altura. Eran aros dispuestos en posición vertical, y
no horizontal (muchas veces decorados), y los jugadores se colocaban protecciones en los brazos, las cinturas
o las piernas para protegerse del dolor de la pelota.

Las viviendas de élite se realizaban con cal y canto, que posteriormente se recubría con material vegetal.
El resto de la población vive en un hábitat mas o menos disperso, como sucede todavía en las zonas
tradicionales del mundo maya. Los tejados son a dos aguas, porque es una zona tropical de mucha lluvia la
arquitectura debe estar preparada para las lluvias torrencial estacionales.

5.3.3. Economía y Sociedad

La economía del mundo maya no difería mucho de otras culturas del Preclásico y del Clásico. Aquí, la
agricultura era intensiva, y se hacía sobre el bosque tropical a través del sistema de roza. Esa agricultura
estaba basada en una organización social fuertemente jerarquizada, donde el rey siempre estaba a la cabeza.
Es el llamado “ajaw”, y que, gracias a los jeroglíficos de relieves, estelas y de los pocos manuscritos
conservados, conocemos las sucesiones de las distintas dinastías y sus correspondientes cronologías, además
de los acontecimientos más importantes de cada reinado y sus alianzas (como Schele y Freidel llamaron, una
“selva de reyes”). Como se puede entender, esta era siempre una historia oficial, por lo que la damnatio
memoriae estaba al orden del día.
Pero la agricultura extensiva puso también, en algún momento (como épocas de escasas lluvias), en
peligro el propio bosque. Hay que entender que la tierra tropical es muy fértil, pero a la vez muy frágil, por lo
que cuando se tala el bosque, la capa fértil de la tierra se queda sin su capa de vegetación que la proteja de la
lluvia, por lo que esa capa se desbroza. Es una de las causas tradicionales para explicar el “colapso” maya.
Por otro lado, los comerciantes tenían un nivel superior al resto de vendedores al por menor, porque
también tenían la condición de diplomáticos.

Las clases gobernantes utilizaban la guerra para fortalecerse externa e internamente, algo que estaba
absolutamente representado en todas las manifestaciones plásticas. La guerra tenia un triple significado:
1. Político, en tanto que permitía conquistar nuevos territorios
2. Económica, pues permite asimilar territorios y coger tributos de sus poblaciones (cada zona
tributaba lo que producía). En el mundo prehispánico no existía la moneda, por lo que el valor
de los productos radicaba en valores como el cacao, las cuentas de piedra verde, las plumas
de pájaros exóticos, las pieles de animales como el jaguar, la cerámica de lujo o las piezas de
obsidiana.
3. Ritual, porque se proporcionaba con una capa de prisioneros para el sacrificio, algo que
podríamos extenderlo a casi todo Mesoamérica durante el Clásico y el Posclásico.

Uno de los instrumentos propagandísticos usados por los soberanos mayas son las estelas, en las que se
dejaba constancia de su poder a los coetáneos y a la posteridad. Muchas de ellas estaban acompañadas de
altares, y todas estaban talladas con gran profusión de decoración, sobre todo de escritura, en la que se
relataban las hazañas del soberano. Estas estelas tienen su origen en el mundo olmeca, y se colocaban
preferentemente en una de las plazas mas centrales de las ciudades. En muchas ocasiones había filas enteras
de estelas de los distintos gobernantes que hubieran gobernado la ciudad.
La figura del soberano estuvo profusamente representada en las tumbas de los soberanos. La más
conocida es la del rey Pakal de Palenque, aunque también la de la Reina Roja también, que no fueron violadas.
El papel del rey trascendía el plano terrenal, porque también era el intermediario entre los dioses y los
hombres. Él debía controlar que se dieran las correctas ofrendas a los dioses, pues según la cosmovisión
maya, las divinidades necesitan del concurso de los hombres para que sigan viviendo (por lo que la misión
social del hombre es, según los mayas, alimentar espiritualmente a sus dioses). El alimento espiritual que se
ofrecía era muy diverso, pero uno de los más conocidos era el que se hacia por esa conexión de planos del
ajaw una vez al año, que ofrecía la propia sangre que se extraía del prepucio sobre un papel, para
posteriormente, quemar ese papel y ofrecer el humo como alimento.

5.3.4. La cosmovisión

Existe la creencia de que hay varios niveles en los distintos planos del mundo (inframundo, mundo
terrestre y mundo superior), lo que se representaba en forma de pirámide. Es así que la planta de los centros
ceremoniales es interpretada como una trasposición de esta cosmovisión: las pirámides representarían los
cielos, y por debajo estaría el inframundo con sus distintos niveles. Pero también se emplea mucho el árbol
(normalmente una celba) para explicar de forma metafórica la ascensión. El plano superior está representado
por las ramas, el terrestre por el tronco y el inferior por las raíces. Al árbol suelen acompañar pájaros que
representan una de las deidades principales del mundo maya
Miguel Portilla tiene varios libros que estudia la filosofía y la literatura de los mayas y los mexicas. Por
otro lado, aunque autores como Mircea Eliade o Joseph Campbell hayan hecho estudios de religión
comparada, no quiere decir que sociedades muy distantes entre sí hayan tenido contatcos, sino que han dado
una misma respuesta a un mismo fenómeno.

Los mayas no solo escribían sobre relieves o estucos, sino que también hacían libros de papel, al que se
le daba un tratamiento de estuco y pintado que se asemeja a un biombo. La mayoría de ellos fueron
destruidos por uno de los primeros arzobispos del Yucatán y gran estudioso del pasado prehispánico, fray
Diego de Landa vegetal, quien ordenó quemarlos. Tiene que ver con la política de Felipe II, que tiene miedo a
que el pasado indígena acabe derivando en una pervivencia o revitalización de los cultos que se quieren
erradicar. Por tanto, da la orden de la quema en Santiago de Tlatelolco, y el toque de atención también llegó a
otros personajes como Bernardino de Sahagún, padre de la antropología americana,

Volviendo a lo que nos ocupa, cada ciudad contaba con una cosmovisión específica con su deidad
principal y otras menores (incluso locales), pero siempre había algunas que trascendían el ámbito de la ciudad
e incluso del ámbito maya, como es el caso de Tlaloc, que solo cambia el nombre. Pero también el tipo de
representación es muy similar, como es el caso de Huitzilopochtli, el dios de la guerra mexica. Dentro del
panteón, las imágenes de cada dios eran antropomorfizadas o zoomorfizadas, con cada uno de sus tributos y
características.

Como ya hemos referido, los sacrificios eran muy diversos. Por ejemplo, no siempre implicaba la muerte.
A veces, el sacrificado consistía en atravesarse la lengua con una cuerda, que fricciona de un lado a otro para
verter sangre sobre un papel. En otros casos, el corazón de la víctima se colocaba sobre una piedra de
sacrificio.
Por otro lado, también existe el sacrificio como parte de la guerra, lo que podemos ver en unos frescos
de Bonampak considerados como parte de la “capilla sixtina” de los mayas. Para representar la guerra se
empleaban lenguajes muy similares en el mundo mesoamericano, y en este caso, los vencedores están
vestidos ricamente con tocados complicados y ropa con piel de jaguar, mientras los vencidos están en el suelo
desnudos. La desnudez del vencido es señal de humillación previa al sacrificio. Otra muestra de ello es el
individuo del centro, que agarra del pelo a uno de ellos, además de la decapitación con la sangre muy bien
representada. A otro le clavan una lanza en el pecho, por lo que debe ser una escena de sacrificio después de
una guerra

5.3.5. Sistemas de escritura y numeración

Los jeroglíficos mayas han sido descifrados en un alto porcentaje, y como decíamos más arriba también
se conservan cuatro códices, el de Madrid, el de Dresde, el de París y el de Grolier. Forman un biombo que
luego se pliega, con lo que puede leerse por anverso y por reverso.
Mayoritariamente encontramos esa escritura como forma de decoración de los edificios, auténticas
enciclopedia en piedra. Es el caso de la tan pertinentemente llamada “Escalera de los jeroglifos” en Copán.
Aquí se cuenta la historia de la ciudad y de la dinastía que construyo la pirámide.

Viernes, 23-4-21

En cuanto a la numeración, los mayas parten para ello al igual que otros aspectos como la astronomía de
las aportaciones hechas por los pueblos anteriores, como los olmecas. Este hecho permitió crear un sistema
calendárico con toda exactitud, y en todos los relieves se conservan las fechas exactas, algo casi único en las
culturas prehispánicas. Sobre esta base olmeca, los mayas comenzaron a utilizar el valor posicional del resto
de signos (el 0 se había descubierto antes), un hecho que se traspondrá durante el Posclásico, como
demuestra que fueron muchas las culturas que tuvieron calendarios, como los aztecas.

El sistema de numeración era vigesimal, y se ha conocido gracias a las obras plásticas del Clásico. Hay
diferentes formas de representarlos. Suelen ser puntos y barras con cabezas humanas y otras figuras
antropomorfas. Esto, junto con la astronomía, permitió crear una compleja sistematización del tiempo, que es
cíclico, pero con una sistematización de gran complejidad.
Calculando el ciclo solar, elaboraron el calendario “Haab’”, el mas exacto que crearon, que se divide en
18 meses de 20 días mas 5 “días malos” (Wayeb) que se consideran sobrantes. También conocieron la
trayectoria lunar y el ciclo de Venus con gran precisión.
Junto al Haab’ crearon otras tres formas de contar el tiempo, cada una usada para algo distinto
(calendarios rituales, agrícolas, que hablan del destino...) Por ejemplo, el calendario Tzolkin (“cuenta de los
días”), de 260 días, muy frecuente entre otros pueblos mesoamericanos, que era empleado por los sacerdotes
para los presagios individuales de cada uno, y que establecía los días que tenía que hacer una realización
importante en su vida (matrimonio, ir a la guerra, sembrar…). Por lo tanto, se consideraba que regía el destino
individual sobre cada persona, algo que los españoles interpretaron como un horóscopo. En su
representación, se utilizaban 20 símbolos de días combinados con 13 cifras.
El tercer calendario combinaba el calendario Haab con el calendario Tzolkin, y es la llamada por los
mayistas “rueda calendárica”, porque tras la combinación de ambos calendarios se formaban dos ruedas
dentadas. Cada día se declinaba por tanto en dos fechas, una temporal y una religiosa, para un total de 18 980
días, divididos en 73 ciclos de 260 días (es decir, 52 años solares). Después comienza un nuevo ciclo,
comparable a nuestro siglo, con lo que todo vuelve a comenzar. La era maya comenzó el 11 de agosto del 3
114 a.C. (lo que consta en la estela C en Quirigua con la creación del mundo, es decir, el 13 (0) baktún, 0
katún, 0 tun, 0 uinal, 0 kin, 4 Ahau y 8 Cumku), y el solsticio de invierno del 2 012 d.C. marcó el último cambio
de era. Todo ello lo volvemos a encontrar en el mundo mexica, y es el ciclo que mas tiempo abarcaba entre los
otros pueblos mesoamericanos.
La llamada Cuenta Larga es el cuarto calendario, que comenzó a utilizarse a parir del Preclásico Tardío.
Al igual que el Haab era vigesimal, porque se basaba en los 20 días (kin) del ciclo más corto, el uinal, 18 de los
cuales forman el ciclo tun. La base vigesimal también se refiere a los 20 tunes que forman el ciclo katún (7 200
días), y los 20 katunes forman el ciclo baktún (144 000 días). Las fechas en Cuenta Larga se escriben
verticalmente, y la posición más alta la ocupa el baktún, y los períodos menores se ubican en las casillas
siguientes hasta llegar a los kin. Tómese como ejemplo el caso de la Estela C de Tres Zapotes, donde se lee la
fecha 7.16.6.16.18.
De acuerdo con el cálculo, esta fecha corresponde a un día que dista 1 125 698 kin desde 0.0.0.0.0 —
inicio del primer baktún, que marca el inicio del mundo—. Teniendo en cuenta que 0.0.0.0.0 corresponde al
11 de agosto del 3 114 a.C., al sumar a esa fecha los días transcurridos se obtiene que el día 7.16.6.16.18
corresponde a nuestro 1º de setiembre del 32 a.C.

Gracias a todo ello podemos conocer la fecha de numerosos eventos astronómicos como eclipses, el
transito de Venus o aparición de cometas, pero también acontecimientos políticos como alianzas, conquistas
o guerras. Es decir, todo lo que era digno de ser recordado.
El británico J. Erik Thompson lideró los estudios de los glifos mayas desde 1 930 hasta 1 960, en los que
creó un meticuloso sistema de clasificación al que los expertos llamaron “números de Thompson”, que
designaban 800 símbolos. Influido por sus experiencias en la I Guerra Mundial, defendió que la sociedad maya
se trataba de un pueblo pacífico, y que su obsesión era el tiempo, en cuyas estelas eran creadas para
conmemorar su paso por el mundo. Esos glifos recordarían los misterios celestes, y que serían una forma de
comunicación con sus dioses. Nadie pensaba que ese “galimatías” pudiera descifrarse
Pero las deducciones de Proskouriakoff transformaron la visión de las estelas. En un principio,
Thompson lo negó cuando Tania se lo enseñó, pero al día siguiente cambió radicalmente de opinión.

5.3.6. Mundo espiritual

Las ciudades también podían configurarse con respecto al mundo espiritual de los mayas, como es el
caso de Chichén Itzá. Su centro ceremonial (a partir del Posclásico) se comunica con un sacbé que lleva a un
cenote, formaciones cársticas muy frecuentes en las Tierras Bajas del Yucatán. Como en Teotihuacan, el
terreno cárstico del Yucatán hace que la presencia de cuevas subterráneas formadas por la filtración del agua
sea muy abundante, y que cuentan con un lago interior. Es, mas o menos, la misma formación geológica que
la Ciudad Encantada de Cuenca.
En el caso del Yucatán tenían una función de abastecimiento fundamental para desarrollar la agricultura,
pero también tenían una función de culto y de sacrificio. En el caso de Chichén Itzá se han encontrado restos
de ofrendas de oro, obsidiana, cerámica o piedra verde, que se arrojaban al fondo del cenote, que era
interpretado como una salida del inframundo. En algunos momentos también se realizaban sacrificios
humanos, en los que se arrojaban personas maniatadas, cuerpos que ahora investiga la arqueología
subacuática. Ha aportado muchos datos sobre el sacrificio en el mundo maya.

Ora de las cuestiones importantes es la presencia de señores divinizados, gracias a los cuales se unía el
mundo terrenal con el divino. Los mayas consideraban a sus dioses imperfectos, por lo que requerían
alimento para que pudieran sobrevivir. El elemento con mayor energía vital era la sangre, aunque también se
hacían otro tipo de ofrendas, tanto palpables como impalpables, como bebidas, comida u olores como el
famoso copal.
Para los mayas la muerte natural cerraba el ciclo de la vida terrenal, pero con ella se comenzaba una
nueva vida, eterna, donde el espíritu inmortal intentaba llegar a su sitio de un lado a otro. En cuanto al
tratamiento del cadáver se refiere, lo más frecuente era la cremación, cuyas cenizas se ponían luego en una
urna cineraria para enterrarlas. Sin embargo, los cuerpos también podían conservarse en el caso de
personajes importantes, como el rey Pakal o la Reina Roja.

Una de las piezas mayas mas conocidas es la lápida del sepulcro de la tumba de este Pakal II. En ella
vemos un árbol situado sobre su cuerpo, y en sus ramas, aves revoloteando, mientras que abajo se encuentra
el monstruo de la tierra, de cuyas fauces renace tanto el maíz como el alma de Pakal, que, como si fuera una
mazorca, germinará en la tierra y ascenderá al plano superior a través de la llamada cruz maya, donde le
esperan dos advocaciones del dios Itzamná. El relieve representa el descenso del alma de Pakal al inframundo
para luego ascender al cielo, aunque von Däniken y otros defensores de la hipótesis de los antiguos
astronautas afirman que Pakal estaría dirigiendo una suerte de nave espacial para dirigirse hacia las estrellas.
Reinó entre el 615 y el 638, por lo que, con sus 68 años en el cargo, ha sido uno de los gobernantes más
duraderos de la historia, encontrándose detrás de los 69 años de reinado de la actual Isabel II. Su prestigio fue
tal que sus hijos y sus nietos se representaron en sus tumbas junto a él.
Una de las particularidades de la tumba es que los cuerpos fueron inhumados de manera completa, y
sus rostros fueron recubiertos con máscaras de piedra verde que representan los rasgos auténticos del
individuo, además del resto de adornos que hubiera tenido en vida (anillos, colgantes e incluso funda para el
pene). La máscara representa a un individuo con la lengua bífica (costumbre a la hora de representar a un
soberano en el tránsito a otra vida) y con dilataciones en la oreja, de las que penden barras hechas también
con piedra verde. Alrededor se representaron grandes relieves con su figura.

Junto al enterramiento de Pakal II, se encontró en 1 994 la tumba de la Reina Roja, en el Templo XIII de
Palenque. Su nombre se debe a que tenía un rico atuendo (se entiende que sería alguien cercano a la realeza)
y estaba pintada de rojo con cinabrio. Los cadáveres de los soberanos mayas se recubrían de este mineral
porque recordaba la sangre, máximo símbolo de la vida para el mundo mesoamericano.
Son varias las hipótesis en relación a la posible identidad de la Reina Roja:
1. Yohl Ik Nal, la primera mujer que gobernó Palenque.
2. Zak Kuk, la madre de Pakal II.
3. Tzakbu Ajaw, la esposa de Pakal II y madre de sus tres hijos.

Otras máscaras de personajes de la élite se conservan en el Museo de Antropología de México o en el


fuerte de San Miguel de Campeche.

5.3.7. Comercio y comunicación

Estas ciudades estaban conectadas por caminos sagrados y de comunicación, aunque también
destacaban las canalizaciones de agua que servían para desaguar y para abastecer los campos circundantes.
Los modernos métodos de dron y escaneado de la superficie ha permitido saber qué ríos conservan las
estructuras con las que hacían presas.
Por otro lado, es este un territorio que no estaba aislado, pues se conectaba tanto con Mesoamérica
como con Centroamérica a través de la mencionada navegación por cabotaje y el comercio por tierra con los
caminos. En época española se mantuvieron en muchos casos.
Los productos intercambiados eran normalmente suntuarios, uno de ellos, el cacao, que en épcoa
española se siguió utilizando. A diferencia de otros productos comestibles, el cacao era imperecedero, por lo
que a la hora de hacer un viaje largo se hacía acopio de grandes cantidades para consumirse durante la
travesía, como es el caso del galeón de Manila.

5.3.8. Plástica Maya

La escultura es muy profusa y realista, y con sus diversos estilos, decoraba todos los rincones de las
ciudades, aunque como es de entender se encontraba sobre todo en plazas y templos. Está realizada en
piedra caliza o en estuco.
En los retratos es muy frecuente que se representen a personas con deformaciones craneales, que bien
podían ser frontales o laterales. Es el caso del rostro de Pakal II. En cuanto a las estelas, un ejemplo, en Copán,
representa a un soberano con la historia de sus hechos principales. Otro ejemplo es la estela de Madrid,
conservada en el museo de América y que procede de las excavaciones realizadas en Palenque a finales del
XVIII. Es una de las patas del trono de Pakal II.
También destaca, a partir del siglo IX, el Chaac Mool, de influencia tolteca, y que apareció primero en la
costa central de México. Representa a un guerrero con casco, pectoral, sandalias y protecciones en las
rodillas. Está recostado y tiene el vientre aplanado, pues se utilizaban para el sacrificio humano, más
específicamente, la extracción de corazón si procedía. Sobre el vientre y sobre las manos solía sostener un
vaso en el que se depositarían las vísceras del sacrificado. Un ejemplo es el conservado en Chichén Itzá, que se
encuentra en el templo de los Guerreros.

La piedra verde, que procedía fundamentalmente de Motagua, inundó los mercados mesoamericanos
por la finura de su trabajo. preciosas eran muy difíciles de tallar, y siempre eran consideradas como el
elemento de máximo prestigio.
La cerámica nos da información sobre cuestiones religiosas, y están siempre elaboradas para algún tipo
de ritual, depósito o creencia. Es decir, no es la que utilizaba las personas comúnes. Las tipologías son muy
variadas, como vasos trípodes, bandejas, cuencos o figurillas, donde destacan las que se encuentran en la isla
de Jaina. Tienen unos 5-7 cm, y se hacen representaciones de los diferentes personajes del mundo maya, y
muchas están policromadas.
Pero dentro de todas estas manifestaciones encontramos en Bonampak, el templo de los Frescos, o
también llamado Edificio 1. Está situado sobre la acrópolis y es de planta rectangular con tres cuartos con sus
respectivas entradas al exterior, pero que también se conectan entre si. Son constantemente estudiadas por
un grupo de académicos multidisciplinar de la UNAM y del INAH, y el nombre lo recibió de Silvano Smorly
(Bonampak significa en maya “muro pintado”). Hasta hace unos años, ese grupo de académicos estaba
dirigido por Beatriz de la Fuente, del Instituto d Investigaciones Estéticas de la UNAM.
El lugar fue descubierto al mundo moderno en 1 946 cuando el lacandón José Chambor guió al lugar a
Karl Frey, estadounidense escondido en Chiapas. Por aquella época Giles Healey realizó fotos al lugar cuando
realizaba una película. Gracias a este descubrimiento, y junto a otras evidencias arqueológicas, se desmontó la
idea de que la maya fue una cultura pacífica.
En los murales se representan los acontecimientos que ocurrieron durante el gobierno de Chan Muwan
II (o Cielo Arpía II). En el Cuarto 1 aparece este gobernante preparando su indumentaria ante la corte para una
danza en el Xibalbá (inframundo). Los nobles dialogando y un grupo de músicos En un texto pintado aparece
la fecha del 11 de noviembre del 791 corresponde a la dedicación del edificio. En el Cuarto 2 se muestra una
batalla ocurrida el 2 de agosto del 792 y la posterior presentación de cautivos. En el Cuarto 3 se muestra una
ceremonia de personas vestidas suntuosamente que celebra los acontecimientos mencionados. En los tres
cuartos es constante la representación de soles, de estrellas y soles. Incluso, consta el nombre de su autor,
Och (Zarigüeya), quien realizó el proyecto por orden de Chan Muwan II. Aparecen escenas del nacimiento de
un nuevo miembro de la familia real y su presentación ante la corte, con un cortejo con ofrendas y
trompetistas. De todo ello existe una recreación en el museo de Antropología de México.
Los frescos de Bonampak están considerados como la mejor colección de frescos mayas conservados. En
una zona tropical la conservación de este tipo de pinturas no es muy propicia.
Este Templo de las Pinturas está orientado hacia el suroeste, para que en los días 9 de abril y 2 de
setiembre entre la luz del sol de forma diagonal en los tres cuartos. Son fechas definidas por características del
calendario mesoamericano. Por otro lado, en el cuarto 2 consta la fecha del 2 de agosto del 792, cuando
Venus se interpuso entre el Sol y la Tierra, desapareciendo por la lauz solar. Este acto enmarca las escenas de
guerra. Por otra parte, muestra las constelaciones de varios cuerpos celestes dentro de 4 medallones: una
tortuga representa a Orión, una manada de pecaríes imita el orden de las Pléyades, un individuo con espejo es
Marte, y otro personaje con varilla es la estrella Aldebarán. Para manifestar que el poder de Chan Muwan II
armoniza con el camino celeste, en la noche, la Vía Láctea se alinea en la fecha señalada al eje simetría del
edificio de las pinturas, y al amanecer la luz coincide con la dirección transversal definida por la fachada.
También se sabe que la mujer de Chan Muwan II fue la señora Verde Conejo, dama de Yaxchilán. Estos
personajes, al ser más importantes, se representan de frente, y el resto, de perfil. Las pinturas son al temple,
con 28 combinaciones de colores distintos. El azul maya, por ejemplo, se obtuvo con la mezcla de la planta
índigo con zarcilla saponita y atapulgita. Al combinar el azul intenso son pigmentos minerales, se obtenían
tonos distintos.
Además, los textiles y sus símbolos contribuyen al estudio de la indumentaria maya. Por ejemplo, la piel
de jaguar y el medallón en el tocado se relacionaba con los astros, y significaba poder e importancia en el
sacrificio. Los personajes disfrazados de personajes acuáticos implicaban ceremonias místicas y trances de
purificación con plantas alucinógenas. El tocado de plumas significó deidad, origen y destino, y en Bonampak
encontramos de tordo y macua, loros y tucancillos, y guacamayas y tangadas. El pavo ocelado también está
representado, un ave que era alimento de los dioses. El tocado con cabeza de garza con un anfibio se
identifica con la abundancia y el poder.
Bonampak estuvo habitada entre los siglos I y X, y aun se desconoce mucho de su historia, aunque se
conoce su historia dinástica entre los siglos V y VIII por los glifos conservados, época en la que hubo al menos
14 gobernantes. Los textos inciden en las coronaciones y en las guerras, pero destaca lo acontecido el 11 de
noviembre del 791, fecha en que se consagró la Huak naab , o 6 Mar (hoy templo de las Pinturas).
También destacaron los mayas en la lítica, tanto en obsidiana como sílex, unos cuchillos que reciben el
nombre de excéntricos, a causa de sus extravagantes formas excéntricas. Sin embargo, siempre hay detrás
una representación esquemática. Tenían una función ritual para depositar en ciertos edificios como los
templos.
Algunos tienen forma de animales y otras formas humanas, donde se representa esquemáticamente los
rostros y los tocados.

En el dintel 24 de la construcción 33 de Yaxchilán, una deidad asociada al jaguar, de pie, acepta el


autosacrificio de una mujer de rango arrodillada con un complicado tocado, bordados y collar de piedra verde,
que pasa por su lengua una cuerda con espinas, probablemente de cactus o de algún tipo de pez.

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