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TEMA 3: TEOTIHUACAN

1. Introducción
La cultura de Teotihuacán pertenece al período clásico de Mesoamérica,
diferenciándose del periodo preclásico de los olmecas en el hecho de que los
monumentos aumentan su tamaño como podemos ver en la pirámide de Teotihuacán.
La palabra Teotihuacán proviene de los aztecas, cuando estos llegan a esta zona y
fundan su ciudad, Teotihuacán estaba abandonada y en ruinas, y la ven tan grande que
piensan que debe ser una obra de los dioses. La llamaron así porque significa “la
ciudad de los dioses”, consideran que es donde se reunieron los dioses para recrear el
mundo, pues los aztecas pensaban que eran la última de las generaciones, que se
había destruido el mundo 4 veces. De hecho, los aztecas fueron los primeros
arqueólogos de la ciudad, puesto que se consideraban herederos de esta cultura.
Durante parte de la historia, se pensó que Teotihuacán fue elaborada por gigantes,
idea apoyada en los grandes restos óseos encontrados que realmente pertenecieron a
la megafauna americana.
Estaba orientada hacia el volcán de Cerro Gordo, lo que le daba ciertas connotaciones
mágicas al ser morada del dios del fuego y del dios Tlaloc, el dios de la lluvia.
La cultura Teotihuacán comprendió desde el 1 d.C. hasta el 650/750 dc, momento en
el que se concluyó el abandono de la ciudad.
2. Geografía
Teotihuacán está en un lugar diferente a los olmecas. Estaba ubicada cerca de un lago,
aunque se evitó estar junto a las orillas para evitar una posible destrucción de la
ciudad como ocurrió con Cuicuilco. Ubicada en el valle fértil del río San Juan,
posteriormente renombrado como San Lorenzo.
Contaba con montes cercanos de los que podía sacar madera para la construcción,
elaborar hogueras y quemar caliza para cubrir los monumentos con cal. También podía
encontrarse sal gracias a los entornos salinos del río y piedras para la construcción.
Pero la mayor de las ventajas de Teotihuacán estaba en los yacimientos de obsidiana
ubicados en el Cerro de Olivares en Otumba (a 20km) y en el Cerro de las Navajas en
Pachuca (a 50km). La obsidiana es un material magnífico, se le llama el acero
mesoamericano, porque todos los instrumentos punzantes o cortantes están hechos
de ella.
Otra ventaja es que es un lugar de comunicación entre valles, conecta el de México
con el de Pachuca.
Tiene un clima semiárido, con lluvias torrenciales y localizadas.
3. Estructura de Teotihuacán
Sólo se ha excavado el centro ceremonial de esta ciudad porque el resto está habitado
actualmente. La parte excavada está conformada por la Ciudadela (zona alta con un
templo donde estaría el palacio de los gobernantes) y la Calzada de los muertos (no
había tumbas) que concluye en la Pirámide de la Luna y, en el lateral de la calzada está
la Pirámide del Sol. Todos los nombres son contemporáneos puesto que se
desconocen los nombres que tuvieron. Es la ciudad más grande de Mesoamérica,
ocupando 25km ² de superficie y habitada por 125.000 habitantes aproximadamente,
aunque se pudo haber llegado a los doscientos mil.
3.1. Cronología de Teotihuacán:

❖ Teotihuacán I: del 1 d.C. al 150.


La ciudad ya constaba de unos 20km ² y debió acoger a muchos emigrantes de
Cuicuilco, con una población entre 30 y 60 mil habitantes. Se construyeron las
pirámides del sol y de la luna, aunque la de la Luna era de un tamaño menor al
conservado y, en lugar de la Ciudadela, había un templo. Se comercializaba con la
obsidiana de Otumba.
La ciudad esta planificada en torno a dos ejes; norte-sur, este-oeste.

❖ Teotihuacán II: del 150 al 450. Periodo de esplendor


Creció la población a 100.000 habitantes. Se construyó la Ciudadela y el templo
pequeño que había se hizo mayor y pasó a estar dedicado a uno de los dioses más
importantes de la ciudad, al dios Quetzalcóatl.
A mediados de este periodo hubo un cambio en la sociedad, existiendo una teoría de
una revolución por el hecho de que partes del templo de Quetzalcóatl hayan aparecido
quemadas. En torno al 350, concluyó la obra de la pirámide de la Luna y comenzó a
comercializarse con la obsidiana de Pachuca (verde), de la que se encontraron restos
en zona de influencia maya

❖ Teotihuacán III: del 450 al 650


Alcanza su máximo nivel de extensión y población. Frente a la Ciudadela se construyó
el Gran Complejo y fue también en este periodo cuando la influencia de Teotihuacán
llegó a lugares aún más lejanos (Kaminaljuyú, Tikal o Copán). Sin embargo, comenzó a
darse un declive en la ciudad.

❖ Teotihuacán IV: del 650 al 750, paulatino abandono de la ciudad.

3.2. Ciudad de Teotihuacán


Es considerada una ciudad porque por un lado encontramos una zona ceremonial pero
también encontramos recintos de habitaciones.
La diferencia de un centro ceremonial con respecto a una ciudad se basa en que: las
ciudades suelen tener planificación urbana (algunas no, como las musulmanas) tienen
infraestructuras (hidráulicas, como por ejemplo la canalizacion del rio de san juan para
que no entorpeciera el crecimiento de la ciudad), suelen tener una gran densidad
demográfica, y la característica más importante, es un centro de servicios (religiosos,
artesanal, comercial). Teotihuacan es en sí mismo un centro de servicios.
En el centro neurálgico, donde se cruzan los ejes N, S, E y O, encontramos la ciudadela,
se encuentra rodeada por un muro bastante grande que permite proteger los 400m de
largo de la zona. Este muro tiene escaleras accesibles con varios templetes a su
alrededor. En el centro de la ciudadela se encuentra el templo de Quetzalcóatl, que ha
sido reconstruido en numerosas ocasiones (se reformaba construyendo encima,
aprovechando de base la estructura antigua). A ambos lados de este encontramos
estructuras palaciegas donde residían los gobernantes de la ciudad. Frente al conjunto,
encontramos un pequeño templete formado por 4 escaleras, con 13 escalones cada
una. Si multiplicamos los escalones de cada una de las cuatro escaleras, nos da 52, un
número mágico. Cada 52 años el sol se regenera y se forma un siglo.
Las plataformas que forman las pirámides no son rectangulares como las egipcias. Una
parte estará inclinada (se llama talud) y otra recta que será el tablero.

La parte más antigua conservada del templo cuenta con unos mascarones que
representan a los dioses fundamentales tanto en Teotihuacán como en Mesoamérica:
Quetzalcóatl y Tlaloc. Quetzalcóatl es uno de los dioses más antiguos y que más ha
cambiado en cuanto a forma y significado según la cultura mesoamericana (es una
serpiente emplumada enroscada que sufre metamorfosis, también se considera un
pájaro serpiente por la cola que ondula al volar). Se le considera el dios del viento que
atraía a la lluvia soplándole a las nubes.
El dios Tlaloc habita en el interior de las montañas donde nace el agua, por lo que
podría decirse que es una evolución del monstruo olmeca. El diseño lo completan unos
cuerpos de serpientes ondulantes y elementos como caracolas y conchas que indican
que el templo está dedicado al agua.
Hay un pozo delante de la plataforma previa al templo de Quetzalcóatl, del que surge
un túnel que va al centro de la pirámide donde se han encontrado centenares de
conchas del Caribe y cerámica dedicada a Tlaloc, pelotas de hule, piezas de jade y
semillas usadas como ofrendas. En el centro del templo, se han encontrado esculturas
que representan a hombres y mujeres de rostros inexpresivos, trozos de piel humana y
espejos de pirita y jade.
Al contrario de lo que sucede en el mundo egipcio, la Pirámide del Sol es accesible y
tiene una plataforma arriba, pues se trata de un basamento del templo, aunque las
pirámides también pueden ser empleadas como tumbas como ocurre en el área maya.
La pirámide del sol esta rellena de tierras, adobe y cascote. Todo recubierto por un
cemento a base de cal y grava volcánica, y el exterior estucado.
La pirámide se levantó entre el 1 y el 150 d.C. En las esquinas de la construcción, se
encontraron esqueletos de niños, que seguramente sirvieron como sacrificio al dios de
la lluvia. Fue construida de una vez, siendo el elemento clave para la construcción de la
ciudad.
Leopoldo Batres restauró la pirámide entre 1905 y 1910, provocando que apareciera
un quinto cuerpo a los cuatro primitivos. En 1971, se encontró una cueva en el interior
con entrada por la fachada principal que da al Oeste. Esta cueva tiene 103 metros de
largo y se ha especulado que se trataba de la gruta sagrada, es decir, la residencia del
dios Tlaloc. Por tanto, estaría considerado una especie de monte sagrado que atraía a
las nubes.
La Pirámide de la Luna comenzó a construirse entre los años 50 y 100, llegando a los
23’5 metros de altura. No fue hasta el 350 cuando alcanzó su altura actual (140 metros
de altura). Se trataba del corazón de la ciudad, algo reflejado en su entorno rodeado
de palacios. Está a la misma altura que la del sol porque esta sobre una rampa, pero es
mas pequeña. Es una pirámide compleja con varias fases.
A mediados de la etapa Teotihuacán II, entre el 250 y 300, la ciudad cambió su forma
de organizar el espacio y se llenó de más de 2000 recintos de habitación amurallados.
En ellos vivían varias familias (entre 50 y 100 individuos). Existían talleres de obsidiana
y de artesanía, mas de 1/3 de la población de la ciudad son artesanos, lo que
demuestra que es una gran ciudad. Además, el 35% de la población se dedicaba a la
extracción, la transformación y la distribución de la obsidiana.
En cuanto a la estructura de los recintos habitacionales, contaban con una sola puerta
de acceso al interior y había diferentes patios interiores que podrían estar dedicados a
los dioses tutelares.
Algunos de estos recintos estaban ocupados por extranjeros, como zapotecas o
huastecas, que se reunían en barrios y se dedicaban al comercio. Estos “barrios”
contaron con una población de 1000 a 2000 habitantes y estaban situados en las zonas
más alejadas del centro de la ciudad.
La gente se enterraba en el suelo de sus casas, en hoyos donde también se enterraban
ofrendas.
Una de las zonas artesanales más importantes excavadas hasta el momento es “La
Ventilla”, conformada por tres conjuntos habitacionales (A, B y C) situados al oeste del
Gran Conjunto y dedicados a la transformación de objetos de concha, obsidiana y
“piedras verdes”.
La Ventilla A tenía veinte unidades familiares y su nivel económico bajo se denota
porque se enterraban con deshechos de las mismas piezas que fabricaban y sus
instrumentos de trabajo. Eran gente humilde que producían objetos de lujo para gente
importante.
En los recintos de apartamentos existían talleres de lapidaria en los que se hacían las
máscaras teotihuacanas. Todas estas máscaras están elaboradas en piedra y tienen
orejas perforadas para ponerles orejeras o sujetarlas a algún objeto mayor. No sirven
para ser llevadas por los vivos en ceremonias. Por tanto, la teoría es que cubrían
estatuas de madera que representaban al difunto o a antepasados poderosos que se
veneraban en los altares.
Los recintos de apartamentos funcionaban también como talleres de cerámica. Se
hacia cerámica de gran calidad. El vaso típico es cilindro decorado con brillante colores,
una autentica obra de arte, era un objeto de lujo demandado en toda Mesoamérica,
eran típicas de un rey.
En cuanto a los “Palacios” de Teotihuacán, contaron con muros estucados y cubiertos
de brillantes colores que no se han conservado en la actualidad. Sólo se han
conservado las pinturas de los zócalos (parte más baja) porque los muros y los techos
se colapsaron y derribaron las pinturas de las partes altas.

4. Sociedad de Teotihuacán
Hasta el momento no han aparecido ni tumbas reales ni representaciones de ninguna
autoridad individual, llegando a la conclusión de que la sociedad estaba dirigida por
una oligarquía, jefes sacerdotes.
El palacio más interesante es el de Tepantitla; hay pinturas con una colección de
gobernantes, con una riqueza en sus vestimentas, con orejeras, llamativos tocados de
borlas y las anteojeras, símbolo del dios Tlaloc, que aparecen como el dios regando la
tierra con gotas de lluvia. Aparecen siempre de manera colectiva.
El palacio de Quetzalpapalotl, hecho con pilares con representaciones del pájaro
quetzal, con los ojos de obsidiana, y un cascabel en la cola. No hay pinturas.

Los teotihuacanos no tenían un gran imperio controlador, no dominaban una gran


tierra, pero si tenían influencias en zonas lejanas.
Alguna actividad vital para la sociedad hizo necesaria la aparición de un grupo de
especialistas del poder, es decir surge la pregunta de por qué surge la autoridad, y se
responde por la necesidad de organizar los sistemas de riego, o para defenderse de un
ataque enemigo, o la más aceptada que es para organizar el comercio exterior.
Los sistemas económicos y comerciales suelen preceder a los políticos, porque el
comercio a larga distancia necesita mucho ingenio y realización para:

❖ Reunir información sobre el exterior.

❖ Producir y almacenar los productos.

❖ Organizar caravanas de transporte.

❖ Regular los sistemas de contabilidad.

❖ Repartir beneficios sin crear conflicto.

❖ Defender las rutas de los enemigos.


¿Por qué se constituyó una autoridad colegiada en vez de algún tipo de monarquía?
En Teotihuacán había clanes de artesanos, de comerciantes, agricultores… y nadie se
pudo hacer con el control total. Los que mandaba cada clan como representante para
regular el comercio y repartir las ganancias, acabaron uniéndose y formando la
autoridad, desviando la fidelidad del grupo personal al que pertenecen al grupo
profesional convirtiéndose en un nuevo tipo de especialista. Se han transformado las
relaciones de parentesco por las de dominio.
¿Cómo consiguieron hacerse con el poder ese grupo de oligarcas?
Regulando el comercio a larga distancia y el reparto de las ganancias, teniendo con
otros jefes de clanes frecuentes reuniones y negociaciones. llegando a tomar
conciencia de formar un grupo aparte y autónomo, desviando la fidelidad del grupo
familiar al grupo profesional y convirtiéndose en un nuevo tipo de especialistas: los
distribuidores de bienes.
¿Qué pretendían los que ordenaron construir semejante ciudad?
La ciudad pretendía ser una copia del universo ordenado por los dioses. Aunque en
realidad era un canto a la grandeza de los jerarcas, que mandaron construirla para
intimidar a los hombres y alabar a los dioses. La arquitectura era el medio favorito de
expresión y representación del poder de Teotihuacán, que ayudó a la manipulación por
parte de un puñado de oligarcas.
Todas las decoraciones de personas y animales aparecen en forma de procesión,
desfilando. Teotihuacan es una ciudad cuyos ciudadanos son intercambiables, no
tienen valor. No hay escenas en la que se glorifique a individuos. No hay seres
humanos mostrando subordinación a otros seres humanos, sino tan sólo a los dioses.
Se pone más énfasis en el orden que en quienes aparecen. En conclusión, es una
sociedad donde el grupo es más importante que el individuo, que facilita la
cooperación, pero obstaculiza la competencia.
La uniformidad la encontramos en los dirigentes, pero también en las figuritas que
representan a gente sencilla. También pasa con las máscaras. No tienen expresión en
la cara, es una sociedad donde el individuo carece de valor. Algo muy diferente a la
exaltación del poder individual que hay en olmecas y mayas.
¿Existió un imperio Teotihuacán? Los oligarcas que dominaban la sociedad crearon el
imperio, creando una organización política propia. Esta cultura dominó enclaves
además de la zona central. Por ejemplo, en Copán, concretamente en la tumba de su
fundador, Yax kuk Mo, se han encontrado un vaso llamado “El deslumbrante” donde
sale representado el templo de Teotihuacán, y una figura del fundador representado
con los símbolos de Tlaloc.
Al carecer de murallas, se especuló que se trataba de una ciudad pacífica. En realidad,
era una potencia militar, pues hay representaciones de guerreros que controlaban la
ciudad. Además, hay referencias al combate gracias a las representaciones de
depredadores antropomorfos y animales feroces armados, algunos representados
bebiendo sangre o devorando corazones sacrificados (Gran cantidad de sacrificios
humanos, porque ofrecían la sangre para poder conseguir agua según las creencias).
Tenían el dominio necesario para controlar la ciudad, influencia sobre pueblos lejanos,
más aliados que sometidos y control sobre algunos enclaves comerciales en lugares
lejanos.
5. Religión
Eran politeístas:
- El dios más antiguo de Mesoamérica era Huehueteotl, el dios del fuego, un anciano
jorobado por su edad, y encima de él, un brasero.

- La religión del Estado estaría representada por unas pocas divinidades mayores:
Quetzalcóatl (derivación del monstruo olmeca, pero como una serpiente); Tlaloc (dios
de la tormenta, del rayo, de las semillas, la agricultura, la fertilidad y de la guerra) y
Chalchiuhtlicue (diosa de las aguas, esposa de Tlaloc y dualidad del dios fuego). Los
dioses tenían muchas facetas. No representan en sus monumentos más importantes a
seres humanos, sino a dioses.
En el Palacio de Tepatitlán, se encuentra el mural del Tlalocán dedicado al dios Tlaloc
(paraíso del dios de la lluvia). Está dividido en un doble espacio, arriba se representa a
Tlaloc arrojando gotas de agua sobre la gente de abajo, y a su lado hay dos ayudantes
llamados tlaloques (realmente son dos ayudantes teotihuacanos que se han disfrazado
para ayudarlo), pues estos gobernadores convencieron a la población de que eran
ayudantes del dios de la lluvia y actuaban como intermediarios para conseguir que la
lluvia llegase a tiempo.
Hay un mito de los tlaloques que viene de los aztecas, en la que los dioses tenían dos
facetas, una buena y otra mala, y cuando Tlaloc estaba contento daba jarras de agua
hasta la mitad y la rompía para que cayera, pero cuando estuviera enfadado o estaba
vacía o estaba llena, provocando o sequias o inundaciones. Para tenerlo contentos
había que sacrificar a lo más preciado de la sociedad, los niños.
Representados en la parte inferior, estarían los muertos que acababan en el paraíso de
Tlaloc, denominado Tlalocan. Se trata de una pintura expresionista, pero sin
perspectiva, colorista pero plana, e ingenua pero con intención aleccionadora. Hay una
montaña de cuyo interior sale agua, con personas ya fallecidas bañándose en el
paraíso. Son figuras sensuales pero asexuadas. Se trata de arte simbólico, pero como
no entendemos todos los símbolos, parece un canto a la vida cuando realmente es una
representación de la muerte. Al Tlalocan sólo iban aquellos que han tenido una muerte
especial y relacionada con Tlaloc: ahogados, muertos por un rayo o por enfermedades
relacionadas con el agua. Es un paraíso en el que se goza de la naturaleza, de las flores,
el agua…, en el que se juega o se descansa, similar al Edén.

En Mesoamérica el tipo de muerte determinaba el destino de los difuntos (por


ejemplo, los guerreros muertos en combate y las mujeres muertas dando a luz
acompañaran al sol en su recorrido), y para que los dioses permitiesen que la vida
continuara, era preciso que los hombres les entregasen su sangre.
Las pequeñas figuras humanas con los brazos colocados a los lados del cuerpo que han
aparecido, están asociadas a los sacrificados hallados en la pirámide de la Luna y se
han interpretado como imágenes de cautivos. tados a postes a lo largo de la calzada de
los muertos, donde eran sacrificados a flechazos.
El mito fundacional es el mito del quinto sol (admitido por los aztecas también), que
dice que el mundo se había agotado 4 veces por 4 catástrofes, y entonces los dioses se
reúnen en Teotihuacán decidiendo que sin sacrificio no hay vida, había que tirarse a la
hoguera pero solo dos dioses lo hacen, uno se convierte en sol, por lo que EL
SACRIFICIO DE DIOS DA ORIGEN AL MUNDO.
Para los teotihuacanos la primavera está representada por un desollado.
Se han encontrado huesos de jaguares y de águilas que servían como punzones para
autosacrificios, también se utilizaban fémures humanos. Para fabricar pigmentos y
alisar las paredes normalmente se utilizaban conchas, pero también se han encontrado
cráneos humanos. Bajo la pirámide de Quetzalcóatl se han encontrado 200 hombres
sacrificados, y en la de la luna se han encontrado 5 entierros con 38 individuos, todos
de la misma manera con las manos en la espalda y con claros signos de violencia. Junto
a los restos humanos hay ofrendas de diversos tipos y en muchos casos de objetos
valiosos como orejeras, collares de piedras verdes, collares de placas de conchas y
esqueletos de animales.
Se estableció una cierta simetría, la pirámide se trataba de una obra gigantesca que se
habría construido bajo la autoridad de un monarca poderoso. Los arqueólogos
consideran que el sacrificio de los doscientos hombres estaría ligado a los incendios en
la Ciudadela y al soterramiento de la gran pirámide de Quetzalcóatl debajo de una
estructura posterior. Sin embargo, el pozo donde se suponía que debía estar enterrado
el rey derrocado, estaba vacío y, en palabras de Cowgill, no hay seguridad de que la
masacre de los prisioneros, los incendios y la reconstrucción de la pirámide fueran
simultáneos.
6. Fin de Teotihuacán
En los años finales de Teotihuacán III, los incendios selectivos arruinaron edificios en el
centro de la ciudad al estar los ciudadanos contra la autoridad local. Entre el 650 y el
750, la ciudad se fue vaciando y la población se dispersó por el valle como
consecuencia del malestar social causado por la superpoblación, la desforestación, el
hacinamiento y el desabastecimiento.
Ese hueco fue aprovechado por tribus seminómadas del norte de Mesoamérica
(chichimecas) de donde pertenecían los aztecas, con lengua náhuatl. Esta época será
llamada como postclásico, creando una cultura mixta.

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